18. Pointless reunion

Estornudo al salir y se frotó los brazos, perdió su abrigo antes de llegar ahí y ahora tendría que aguantar hasta comprar otro para poder cubrirse bien. El blanco cobertor de las calles y autos le provocó un escalofrío, era como si todo estuviera en un peligroso y aterrador estado de pausa.

Tragó saliva y comenzó a andar por el estacionamiento, veía la avenida vacía y le provocaba una extraña sensación en el pecho.

Entonces lo vio, estaba recargado de un auto, viendo hacia la nada con expresión aburrida. Su cuerpo entero recibió una descarga y no supo qué hacer por casi cinco largos minutos.

Se descubrió reanudando su camino, con la misma velocidad que antes, en un vano intento por no mostrarse emocionado. Se cruzó de brazos y sus piernas temblaron con cada paso, maldiciendo el hecho de que estuviera tan atraído a él que su cuerpo le buscaba solo.

Sus pasos sobre la nieve alertaron al otro que volteo de inmediato para verlo. Caoba y esmeralda se encontraron, haciendo difícil separarse por la atracción que suponían para el otro.

Yuri esbozó una cálida sonrisa cuando vio los brazos de Otabek extenderse hacia él y sin importarle nada acortó la distancia para arrojarse a sus brazos. Se fundieron en un abrazo cálido y sintieron que no podrían separase jamás, habían esperado mucho por eso, demasiado tal vez.

—Perdóname —dijo Otabek, aferrado a su cintura y su espalda—, no debí dejarte ir.

—Está bien, Beka —murmuró tomando la chamarra del mayor entre sus dedos, sin querer soltarle—. Ya estamos juntos.

—Y no voy a dejarte ir —le prometió, alejándose un poco para tomar sus labios con ganas.

Yuri se sorprendió por el acto repentino pero no tardó en corresponder, cediendo sin peros al gesto dominante por parte del mayor. Tembló entre sus brazos y no se detuvo aunque sus pulmones ardieran.

—Te amo —dijo Otabek al separarse, invadiendo sus labios una y otra vez.

—También te amo —sonrió, abrumado y feliz por la atención que recibía.

El azabache repartió los besos por su rostro y bajo a su cuello haciéndole suspirar. Tantas atenciones que le gustaron...y su cabeza le hizo detenerse, así no era Otabek.

Abrió los ojos y se encontró solo, el estacionamiento estaba vacío y la nieve cubría por completo hasta la carretera. Pero así no era el estacionamiento del lugar y mucho menos la carretera.

Parpadeo y vio sus manos, sus heridas sangraban y las marcas rojas de las agujas se hacían más y más grandes. Sintió pavor al verse así y trataba de cubrirlas con los dedos, resultándole imposible, sobre todo al ver los piquetes palpitar. Negó y cerró los ojos tratando de gritar por ayuda pero de su garganta no salió ningún sonido.

Estaba asustado, ¿qué estaba pasando?

Abrió los ojos de golpe y vio todo borroso, estaba en su habitación de la clínica y todo estaba oscuro aún. Cubrió su rostro con una mano y dejo caer la cabeza en la almohada, agitado.

Volteo aún confundido a ver el reloj digital junto a su cama y se quejó cuando vio la hora, aún faltaban horas para el amanecer y él quería salir lo más temprano posible de ahí. Se removió en la cama, girando para enredarse más en las cobijas.

Había sido un sueño aterrador, aunque fuera extraña la manera en que visualizo a Otabek, por más que su cabeza le dijera que eso deseaba él sabía que no pasaría en verdad. Su Otabek no era así, era directo y un poco cariñoso, serio y un poco tímido incluso, pero era justo de esa manera en que lo amaba.

Se abrazo a su almohada y cerró los ojos tratando de conciliar el sueño, tratando de olvidar la horrible pesadilla que había tenido. Se aferró a la almohada y trató de no llorar, no quería hacerlo, no le ayudaría en nada.

Murmuró palabras sin sentido para tratar de relajarse y arrullarse, no iba a arruinar su última oportunidad con estupideces como esa, no a esas alturas.

El aire frío golpeó de lleno sus mejillas y se encogió guardando las manos en sus bolsillos. Se sintió como un niño de nuevo por lo bien abrigado que estaba y estuvo a punto de buscar a su abuelo para tomar su mano y caminar a casa con él.
Negó con la cabeza, riéndose de si mismo, comenzando a alejarse de la clínica.

De repente sintió un extraño deja vú y no pudo evitar repasar su mirada por el estacionamiento, sólo en caso de que su sueño fuese premonitorio o algo así. Tragó saliva al ver solo un par de autos y se mordió el labio inferior, recargado del cofre del más alejado estaba Otabek.

Quiso pellizcarse y ver si eso era en serio, pero, por como estaba sucediendo, no habría forma de que fuera un sueño está vez.

Sus pies se movieron despacio, casi tratando de no hacer ruido sobre la nieve, al pisar el asfalto para terminar por acercarse se dio cuenta que el azabache no dejaba de verlo fijamente. Tragó saliva, su mirada intimidante jamás cambiaría y aún le provocaba ganas de doblegarse, pero no iba a tirar todo lo que había aprendido y pensado solo por un poco de miedo.

Se detuvo frente a él, le vio enderezarse y ninguno parecía dispuesto a decir algo, solo estaban ahí, en silencio y sin poder sostenerle la mirada al otro.

—Lindo auto —murmuró Yuri, luego carraspear—. Pero no deberías llamar tanto la atención.

—Ya no importa ahora —murmuró encogiéndose de hombros, el pequeño auto de color rojo era todo lo contrario a los vehículos que utilizó antes.

— ¿Hace cuanto saliste?

—Un par de meses —murmuró, cruzando los brazos—. Seung me contó lo qué pasó.

Torció la boca y bajo la mirada, apretando los puños en sus bolsillos.

—Si...estoy muy apenado con él.

—Olvídalo, él no volverá.

Alzó la mirada y parpadeo confundido.

—Volvió a Corea, dijo que tuvo suficiente de esto.

—Me alegro por él —cruzó sus brazos también y trató de no parecer nervioso.

—Yo también —suspiro y dio un paso hacia Yuri, sin acortar toda la distancia—. Igual estoy cansando...así que me voy.

Los ojos de Yuri brillaron con un poco de esperanza, deseando por un minuto que estuviera ahí por él...pero los ojos de Beka no parecían decirle eso.

— ¿No volverás nunca?

Hubo una pausa muy grande, el silencio rotundo le hizo tragar saliva con dificultad, ni siquiera un carro se digno a pasar para tratar de distraerle de toda esa tensión.

—No, no lo haré.

Tomó aire y tragó saliva, tratando de calmar todo lo que había en su interior.

—Yo...

—Me iré a Noruega —continuó, incapaz de dejarle hablar, quería seguir con toda esa platica por siempre y hacer como que no pasaba nada.

—Que bueno, aunque creí que no te gustaba el frío.

—Ya me acostumbre con tanto tiempo aquí.

Esbozó una leve sonrisa, como divertido con aquello.

—Pero antes de irnos, hay algo que debemos hablar primero, lo sabes, ¿verdad?

Sintió miedo, sus piernas temblaron y de repente recordó su pesadilla, se pasó una mano por la frente tratando de despejarse y poder hablar como si nada.

—Te amo, Otabek —soltó, sabiendo que darle vueltas no serviría de nada.

—También te amo —respondió, sin relajar ni un poco su postura—, más de lo que creí, demasiado.

La última palabra resonó en su cabeza y tuvo que tragar saliva para seguir hablando.

— ¿Demasiado? —preguntó, en voz baja—. ¿Tanto que es malo?

—Sí, me hace mal.

—Estamos en el mismo barco entonces —limpió sus ojos de cualquier lágrima que pudiera derramarse sin su permiso.

—No puedo estar sin ti —murmuró luchando con las ganas de extender las manos hacia él—, pero tampoco puedo estar contigo.

— ¿Por qué no?

—Te hago daño, Yuri.

—No es cierto.

Otabek tomo su brazo izquierdo, haciendo que sacara la mano del bolsillo y descubrió la piel subiéndole la manga. Su corazón se oprimió al ver la enorme cicatriz surcando su brazo, era mucho más grande de lo que pudo imaginar, prácticamente se había abierto desde la muñeca hasta la articulación del codo, cuando Seung le contó que se había abierto la vena no estaba bromeando.
Se mordió el labio inferior y pasó los dedos por todas las cicatrices, incluyendo los pequeños bultitos que seguro fueron inyecciones.

—Esto es mi culpa.

Yuri tuvo que tragar saliva y recordarse que debía respirar al ver la expresión tan dulce de preocupación que había hecho, dio el paso que acortaba más su distancia y extendió la otra mano para posarla en la mejilla del azabache, llamando su atención.

—Esta sanado —le dijo con una sonrisa muy sutil—, ya no duele.

—Aún lo hace —con la mano libre tomó su muñeca despacio y la quito de su rostro, descubriéndola también—, puedo verlo.

Yuri suspiro, sus pupilas parecieron inundarse cuando Otabek se dedicó a besar cada cicatriz en su piel, el contacto de sus labios acariciándole le provocó escalofríos.

—Lo lamento.

Negó, temblando, quería lanzarse sobre él y abrazarlo, decirle que no le importaba nada y que deseaba irse con él...pero aún quería que se lo pidiera...

—Yo quería evitarte esto y solo logre que lo hicieras.

Se zafó de forma sutil de su agarre y tomó su rostro con dulzura, haciendo que le viera a los ojos, regalándole una sonrisa dulce para calmarlo.

—Estoy bien —murmuró, muriendo por besarle.

Otabek rodeo su cintura y su espalda con ambos brazos, pegándole a su cuerpo en un abrazo necesitado, sentir su calor corporal a través de la ropa le hacía agradecer estar vivo. Yuri cerró los ojos y sonrío, correspondiendo al gesto.

Perdieron la noción del tiempo al fundirse en tan inocente y cálido abrazo, no supieron cuánto tiempo se quedaron ahí, olvidando el frío del ambiente y el dolor de los cinco años lejos, estaban juntos y parecía ser lo único que importaba realmente.

—Llévame contigo —pidió el menor sin intenciones de soltarle, aferrado a su ropa.

—No quiero lastimarte de nuevo.

—No lo harás si me llevas contigo, eres todo lo que tengo, Beka...

Jadeo y hundió el rostro en su cuello, asintiendo mientras se inundaba de su aroma que tanto había extrañado, sabía que al abrazarle ya no iba a poder soltarlo. Era un maldito egoísta...pero a esas alturas ya no le importaba.

Hola~ ya que mañana no podré actualizar, ni al rato en la noche, les dejo el cap de una vez para no faltarles uwu espero que les haya gustado y tengo algo muy importante que decirles...la otra semana serán los últimos cinco caps uwu *musica de suspenso*(?)

Mil gracias por leer :3 les mando todo mi lof y smooches sin fin

Rave ( ' ' )

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top