24
—Pensé que todo ya había terminado. —le dijo Jimin para ver al pálido.
—Solo quería hablar sobre la reunión universitaria. —miro el departamento.
—Felix ya me dijo que será este viernes. —mencionó mientras ordenaba unos libros.
—¿Iras? —le pregunto.
—Sí. —respondió. —Mi psicólogo dijo que es mejor enfrentar todo y tal vez así deje de sufrir.
—¿Aún ves a un psicólogo? —le pregunto.
—Dejar de tener depresión, no se quita de la noche a la mañana Yoongi. —dijo mientras servía unas tazas de té. —Y menos cuando la sufriste desde adolescente.
—Me alegro de que vayas superando todo poco a poco. —lo miró.
—Gracias supongo. —se encogió de hombros. —oh Rose y las chicas me harán mi fiesta de cumpleaños más mi fiesta de despedida la semana que viene.
—Ya veo. —asintió.
—Los chicos y tú están invitados. —dijo. —Sería bueno para mí que estés ahí.
—No creo que sea correcto. —lo miro.
—Sé que no lo es. —suspiro. —Después de todo lo que sufrí a causa tuya, pero es algo que quiero cortar y dejar en el pasado, ya que sé que nunca se va a cortar si me sigo aferrando y simplemente solo quiero llevarme un buen recuerdo.
—Está bien Jimin. —dijo. —Estaré ahí.
Jimin sonrió y asintió, luego de que el pálido se fuera se dirigió a la tina y la llenó con agua para meterse con toda su ropa, sus ojos picaban por querer llorar al igual su piel por querer ser cortada, pero llevaba un gran avance y no quería arrojarlos a la basura y que las chicas y los chicos se preocuparan.
—No puedo dormirme esta noche bajo la luz de la luna. —dijo mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas. —No importa cuánto espere, tú no vendrás.
El cerro los ojos mientras seguía llorando, era muy débil, por más que intentara jamás podría superarlo, únicamente se hacía daño así mismo; Yoongi había sido su “salvador” en aquella oscura tormenta. Cuando pensaba que todo estaba perdido, Yoongi llegó a salvarlo, pero a la vez lo hundió más en la miseria, si tan solo no hubiera esperado diez segundos y hubiera saltado no se sentiría así.
—Yoongi. —susurro para hundirse en la tina y cerrar los ojos. —sálvame.
***
—Miren ahí vine Min Yoongi. —dijo un chico.
El pálido solo sonrió levemente mientras era abrazado por sus excompañeros y lo obligaban a sentarse para darle de beber.
—Oye Min. —dijo un chico. —¿Es verdad que terminaste con el suicida de Jimin?
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