primer celo. pt1
«Wow...»
Es el primer pensamiento que corre por su mente.
Mina respira agitadamente, su pecho sube y baja con rapidez y ahí nota el brillo en su piel, por mas loco que suene a Nayeon le cuesta mucho no echarse a correr y lamer esas pequeñas gotas de sudor. Sus ojos se deslizan hacia abajo, cae a su estomago tenso dejando relucir a esos músculos muy bien formados y un picor se posa en las yemas de sus dedos, quiere ir y sentirlos con sus propias manos pero justo su mirada desciende un poco mas, el miembro erecto de su alfa la hace sentir tan ansiosa, totalmente parado y pegado a su abdomen con la rosada cabeza queriendo dejar esa tela que lo mantienen preso, mostrándose un poco. Lo suficiente como para hacerla apretar las piernas.
De pronto su garganta se siente muy seca. Un hambre voraz es lo único que puede sentir, necesita tocar, lamer y sentir antes de comenzar a rozar la locura.
—N-Nay...
Sus orbes por fin encaran a los otros, los ojos de Mina se muestran con la pupila dilatada y un brillo amarillento en el centro. Lucen hermosos, temerosos, tan encantadores como siempre.
La omega suelta una exhalación profunda, sin notar que había comenzado retener el aire en sus pulmones. Ella se aproxima a su novia, dando pasos lentos como una depredador asechando a su presa. Sin embargo, sin saber cómo, Mina ya se encuentra delante de ella, sus grandes manos se enganchan en sus caderas y la pegan mas a su cuerpo sudoroso, Nayeon jadea al sentir sus pieles chocar.
—Por el amor de Dios, ¿Cómo es posible que huelas de esa forma?—La voz de la menor resuena con fuerza en los oídos ajenos, los tonos graves que esas cuerdas vocales emiten logran desestabilizar a sus piernas.
—¿Huelo m-mal?—Pregunta mientras sus manos aprisionan los bíceps de la alfa. Tan grandes, tan carnosos que las falanges de Nayeon no pueden cubrirlos en su totalidad.
—No, no. Tu aroma es tan...—El pequeño gemido que los belfos de Mina dejan salir es suficiente para que comience a sentir como sus bragas se humedecen—Tan exquisito, tan bueno.
Las manos de Nayeon conducen a la menor hacia su cuello, experimentando un placer indescriptible correrle por todo el cuerpo al sentir esos labios empezar a dejar un rastro de besos húmedos y mordidas calientes por toda la extensión de su piel.
—Oh Mina...—Jadea a la vez que inclina la cabeza hacia tras para darle mas acceso a la inquieta alfa.
Pero de pronto, es separada de su amada. La nipona la empuja lejos y se hecha hacia atrás con el rostro aterrorizado.
—¿M-Mina?—Cuestiona con un hilo de voz, la excitación con el reciente rechazo haciendo que un volcán de preguntas este apunto de estallar.
La alfa alza ambas manos mostrando sus palmas en cuanto la coreana intenta acercarse a ella—¡No! ¡no te quiero herir! Solo...vete de aquí, Nayeon. No podre gobernarme contigo delante y mi inexperiencia e instinto solo terminaran lastimándote...y no quiero hacer eso, no quiero aprovecharme de ti y que acabes odiándome por no saber controlarme.
—¿Q-Qué? ¡Eso no pasará Mina! Estoy aquí contigo para ti. Déjame ayudarte.
La mencionada niega con el ceño fruncido mientras se aleja aún más, sus pies se dirigen hacia la puerta de su baño y la abre—Lo siento o-omega...de verdad lo siento.—Dice y se encierra totalmente dentro del cuarto.
Nayeon junta sus cejas al escuchar el portazo. Su lobo baja las orejas, triste por el rechazo de su alma gemela.
Mina había dicho instinto e inexperiencia, ¿había siquiera una mínima posibilidad de ella fuera virgen? ¿o solo se trata sobre que la alfa no ha salido con tantas chicas como para considerarse una maquina en el sexo? Sin importar cual sea la razón para que el inquietante miedo de su novia vuelva a salir a la superficie, ella puede aceptar que el hecho de que la nipona este tan preocupada en ese ámbito como Nayeon le hace feliz.
Todas las dudas que ha tenido durante estos cuatro meses han hecho que no pueda tomar riesgos en la relación, siempre es Mina quien da el primer paso, ella honestamente no puede pensar en una ocasión en la que su novia no haya actuado antes...y parece que después de tanto tiempo ha llegado el momento en el que Nayeon le pague con la misma moneda.
La menor no dijo que no quería consumar su amor, ella dijo que tenia miedo de ser brusca debido a su instinto y que eso la lastimara y provocara futuros e irremediables problemas en su relación. La oportunidad que ha estado buscando a lo largo de estas diecisiete semanas esta justo enfrente de sus narices y ella no puede ni quiere desaprovecharla. Im Nayeon le hará entender a su novia que esto es algo que ambas llevan anhelando incluso desde antes que el celo se diera.
Inhala profundamente, sintiendo al aire colarse dentro de sus pulmones. Camina con calma, con las palmas de las manos restregándose en sus jeans debido al sudor. Esta nerviosa pero si quiere que las cosas vayan como su mente las ha estado imaginando no puede echarse a correr, no ahora.
Traga saliva antes de levantar la mano y dar unos golpes contra la madera—¿Minari?
—N-No estoy.
Ella deja salir una risa, su adorada y tierna novia aun sigue ahí.
—Mi amor, ¿podrías salir para que tengas una platica sobre nuestros sentimientos como las dos chicas adultas que somos?
Mina no hace ningún ruido por lo que la coreana vuelve a tocar la puerta—Vamos Mina, sal de ahí. A mi lobo y a mi no nos gusta que me ignores.
La caoba comienza apartarse de su vista dejando ver a una alfa con la espalda encorvada y la cabeza gacha.
Nayeon vuelve a tragar saliva al sentir ese fuerte y exquisito aroma a cacao adentrarse en sus fosas nasales y pasa su lengua por sus labios al ver como la prominente erección de su novia no ha bajado ni un centímetro. Guía su mano hacia la mandíbula afilada de la otra, alzándola para que sus miradas por fin sean capaces de unirse, ella lo nota, el miedo y la preocupación en esos dos robes hermosos y es lo único que necesita para que el aliento se le vaya.
—Mi preciosa alfa...—Murmura acercándose hacia el cuerpo ajeno, tomando las palmas de la chica entre las suyas y dirigiéndolas hacia sus caderas. Ella quiere hablar, decir el elaborado discurso que ha estado fabricando en su mente durante los últimos segundos pero la maldita presencia de la menor hace que se olvide de todos y de todo, su mente ya no es capaz de continuar con sus típicas actividades, sus movimientos son algo torpes y de su boca no sale ni una oración. Ella une sus belfos en una danza sumamente provocativa en la que sus lenguas batallan por el mandato y en la que cortos suspiros solo logran aumentar la intensidad del beso—Ah...—Nayeon rompe el contacto y deja salir un gemido, su lobo moviendo felizmente la cola al notar lo dilatadas que están las pupilas ajenas, luciendo como si hubieran consumido algún tipo de estupefaciente nade por sus venas.
No es del todo falso, Mina ha declarado en múltiples ocasiones que es adicta a Nayeon, a la seguridad, al amor y a la felicidad que constantemente le brinda la coreana.
—N-Nay...
La mencionada enlaza sus manos y no despega su mirada de la otra.
—Escúchame, ambas estamos asustadas y esta bien. Es normal sentir miedo cuando se trata de estas ocasiones, ¿si? Pero tienes que creerme cuando te digo que se que no harás nada que no quiera, así como yo tampoco traspasare tus limites. Somos un equipo tu y yo, y si en este momento solo quieres que te ayude con mi mano lo aceptare, si tu aún no te sientes lista para dar un paso tan grande e importante como este lo entenderé Minari—lleva sus dígitos hacia la mejilla ajena, repartiendo suaves caricias—. Pero por favor, no me alejes más, déjame estar aquí para ti. Déjame ser parte de este momento aunque sea de una forma mínima... Solo dejame ayudarte, no me gusta verte sufrir.
Mina toma una profunda respiración antes de asentir con la cabeza de forma repetida.
—Estoy asustada...
Murmura ella con un hilo de voz, Nayeon sonríe y deposita un casto beso en sus labios.
—Lo haremos a tu manera, guíame alfa.
La nipona se sonroja y sin esfuerzo alguno toma entre sus manos la cintura de la mayor y la alza en el aire para aproximarse a su cama y dejarla caer con suavidad.
Nayeon esta recostada, solo está al sobre un colchón pero ante los ojos correctos luce tan preciosa, con el cabello esparcido por las almohadas, con las mejillas con rojo esparcido, los labios brillantes por su saliva y sus orbes, Dios santo, el café miel que la mira hace que sienta que se derrite, la hace sentir indefensa, insegura... ella no quiere equivocarse.
Ella no puede equivocarse más.
No con Nayeon.
Porque nadie más la querrá, cuidara y buscará su bienestar de esa forma en la que sólo ella lo hace. Nadie más la mirará y besará de esa forma tan llena de amor, de pasión, de un cariño que las palabras nunca podrán asemejarse al verdadero sentimiento.
Se coloca sobre ella con los antebrazos a los lados de la cabeza de su novia, sus geniales se encuentran y ambas dejan salir un suspiro de placer.
Los labios de Mina atacan directamente, sus dientes raspando contra la blanca piel de su omega, succionando el punto de pulso con delicadeza mientras sus caderas se mueven lentamente de forma inconsciente.
Nayeon deja salir un gemidos que hace a Mina dar una estocada fuerte. Lo próximo que la menor siente es aquellas lindas uñas enterandose en su piel y como su novia se sacude contra ella.
—Oh Mina...
El gozo en su expresión hace que el calor en la habitación aumente, apenas tienen contacto de piel contra piel pero sus cuerpos ya se sienten en el infierno.
Los colmillos de la menor comienzan a sobresalir, ella ocupa las puntas para dibujar trazos al azar en la carne de Nayeon.
Mina acomoda momentáneamente todo su peso en un brazo para desabrochar sus pantalones y bajar un poco su bóxer con manchas similares a la de una vaca, la coreana ahora solo puede malentender su significado. Su miembro es liberado de su blanca prisión, rebotando en el aire, las venas se marcan y sobresalen, los distintos tipos de rosados la hacen querer verlo más cerca pero no se mueve, sin querer incomodar a su novia.
La mano de Mina se envuelve en su dureza dejando salir un suspiro mientras deja caer la cabeza hacia atrás. Nayeon siente que la humedad en sus bragas aumenta al ver esa escena, el miembro en la larga palma de la nipona aún luce tan grande que inconscientemente la hace cuestionarse el tamaño.
¿Será tan grande como parece? ¿Dolerá cuando se adentre en ella? ¿Por qué si es que Mina está tan bien dotada nunca ha tenido alguna experiencia igual? ¿Por qué solo con Nayeon?
Se le coloran las mejillas al sentirse sumamente especial.
—N-Nay...
El gemido de su novia la hace abandonar sus incontables preguntas para concentrarse en la mujer delante suyo. Ella deja salir un pequeño jadeo cuando sus orbes vagan por toda la chica, su mano se mueve lentamente sobre su firme miembro, su labio inferior es aprisionado por sus dientes y sus ojos la miran de una forma tan profunda, tan oscura y necesitada que siente como su respiración se corta.
El deseo está en esos mares de miel y ella sólo quiere lanzarse a ellos sin importar las consecuencias.
Moviéndose gracias a su inquieto lobo ella toma la nuca de Mina y la acerca a ella, tomando sus belfos ferozmente en un beso húmedo donde los jadeos son robados por los labios de la otra. Cuando el beso se rompe la alfa baja inmediatamente hacia su cuello, exactamente en el punto donde su olor crece, así que notandolo ella se esfuerza en esparcirlo por toda la habitación para que la adicción pueda ser un poco más cubierta. La nipona lame salvajemente su piel, como si quisiera que su saliva quedara marcada en ella.
El gesto hace que su corazón lata con más velocidad... bueno, no solo ese órgano late con desesperación.
Los minutos pasan y a pesar de que Myoui aún sigue sin bajar el ritmo el orgasmo parece haber tomado unas vacaciones, Nayeon percibe su exasperación y le sienta mal. Sus incisivos se clavan en su labio y su cuerpo se mueve como si tuviera vida propia.
Nayeon logra darles vuelta a las dos, ella sentada en sus piernas y Mina acostada con una expresión de sorpresa. A la mayor se le escapa una sonrisa atrevida mientras su mano derecha cae sobre el estómago de su novia.
—¿Divirtiendote mientras me dejas fuera de esto, Minari~?
Dice bajando con calma su palma, sus uñas raspan toda la piel con la que se encuentran en su camino y justo cuando llega al falo de su novia ella lo ignora y acaricia sus piernas.
Solo para ver como sus cejas se juntan y a su rostro hacer una mueca llena de frustración.
—Dime lo que quieres y te lo daré.
Ella realmente disfruta la forma en la que su alfa reacciona ante sus palabras, como si se tratara de lo que necesita para poder llegar al clímax.
—Respondeme, se una buena chica para mi.
La mencionada deja salir un fuerte gemido al escuchar esa frase, lleva su brazo a su rostro para taparlo mientras de sus labios sale un débil murmuro.
—Ayúdame...
Nayeon sonríe y niega con la cabeza, dirige su mano hacia el brazo ajeno sólo para moverlo y poder tener una vista excelente hacia el sonrojado y sofocado rostro de la menor.
—Di por favor.
El rojo en las pálidas mejillas de la nipona se hace más visible, su miembro da una sacudida y sus ojos demuestran vergüenza junto a lujuria pura.
Ella no es la única que lo está disfrutando, al parecer.
—Por favor Nayeon, ayúdame a correrme.
La mayor suelta un suspiro, asiente satisfecha y por fin guía su mano hacia el rígido miembro. Ambas emitiendo un sonido de placer al sentirse. Nayeon no puede creer lo caliente y firme que está, sólido como una roca con las venas sobresaliendo orgullosamente. Ella se sorprende al notar que el falo no puede ser totalmente encerrado por su palma, su anchura impidiendoselo y en cambio, logrando que la ropa interior de la coreana se torne mas pegajosa.
Mina por su parte vuelve a llevar sus brazos hacia su rostro a la vez que cierra los ojos. Toda la situación hace que sus emociones se sientan a flor de piel y que su juicio se nuble completamente, abrumada por todo su sentir.
—Oh omega, justo así.
Pide mientras sacude sus caderas de forma inconsciente, la fuerte mano de su novia nunca abandona su miembro, dando apretones suaves y presionando su pulgar en la punta de vez en cuando.
Nayeon se mueve para quedar completamente sobre Mina con el torso suspendido gracias a su antebrazo izquierdo, están posicionadas como al principio con la diferencia de que es la coreana quien está arriba en esa ocasión. La mayor baja su rostro y la nipona se alza para unir sus labios en un beso lascivo y lleno de desesperación, la saliva y los gruñidos saliendo por doquier.
El abdomen de Mina se tensa y destensa con mucha más constancia tras unos cuantos besos con mordidas inocentes en sus belfos, hay un cambio casi abrupto en la forma en la que el pecho de Myoui sube y de su boca salen palabras inentedibles. Nayeon sonríe mientras abandona esos labios y vuelve a descender.
—¿Mi alfa está cerca? ¿Ah?—Cuestiona sin apartar sus orbes de los otros—No dejes de mírame, Mina.
Ordena y la interrogación abandona su expresión para pasar a una de total placer.
La mayor mete la cabeza de su miembro en su boca, su mano izquierda subiendo a sus pechos y su derecha masturbando el resto de su pene con rapidez.
—¡O-Omega!
Jadea cuando Nayeon introduce la mitad del falo en su cavidad bucal, la calidez de sus mejillas, lo mojado de su lengua y el como la punta de su polla pega en el inicio de su garganta la hace rozar la locura.
Ella deja libre a su miembro respirando pesadamente.
—Quiero que te vengas en mi boca sin que una sola gota se salga, quiero que me des la más pegajosa carga que tengas, ¿entendido? Te daré dos palmaditas en la pierna si es que ya no puedo más.
Antes de que la alfa pueda decir alguna palabra Nayeon vuelve a tragar su miembro, sólo que está vez por completo. El calor que la boca de su novia le brinda es suficiente para que Mina finalmente pierda el control y de la punta de su polla salgan líneas blancas contra la garganta ajena, la alfa mira los ojos rojos de la omega y eso la hace sentir mas excitada, tanto que lleva sus manos al cabello largo y lo toma entre sus palmas para empujar aún más abajo a Nayeon.
Los gruñidos salen de su boca, las lágrimas ruedan por las mejillas de su novia y la carga de su miembro parece estar llegando a su final.
Con una última estocada Mina termina de correrse dentro de la boca de su novia, finalmente liberando de poco a poco a Nayeon para que ella pueda dar un respiro profundo. Acaricia su cabello mientras la ve recomponerse, soltando otro jadeo al ver como un hilo de saliva aún la une a su miembro.
—Oh Nayeon, eres tan buena en esto.
Antes de que la omega pueda reaccionar ya esta en el regazo de la nipona con sus labios siendo brutalmente atacados por los de una desesperada alfa. Ella conduce sus manos hacia su nuca e introduce su lengua dentro de la boca ajena sólo para sentir la vibracion del gruñido que Mina deja salir. Cuando el aire se hace necesario ambas se separan con sonrisas cansadas en sus rostro.
—¿Estas bien? ¿No te hice daño? ¿Cómo te sientes? ¿Quieres dejarlo para otro momento? Yo puedo esperar hasta la muerte si es necesario-
La omega deja un casto beso en sus belfos para evitar que siga hablando.
—Estoy bien, tu estas bien, estamos bien, ¿okey? Ahora vamos a dormir, se te nota el cansancio en esa preciosa carita que tienes mi amor.
Mina sonríe y asiente, echándose para atrás y llevándose a Nayeon consigo, ambas se acomodan en la típica posición de cuchara. La alfa con la omega entre sus brazos, la coreana se pega contra el torso de la menor y deja salir feromonas alegres.
—Gracias Nay, te quiero mucho.
Murmura la ronca voz de la nipona antes de caer en las garras del Morfeo, la mayor sonríe y deposita un beso en la mano de Mina antes de susurrar un "Te quiero más".
Finalmente ambas caen dormidas, una contra la otra con la habitación apestado a sus aromas unidos y formando uno más íntimo.
Las sonrisas en sus rostros no se apagan a pesar de su estado somnoliento.
Y el amor, menos.
[]
Myoui Sachiko frunce su ceño al ver a su esposo sentado en uno de los tantos sofás de la primera sala.
—¿Qué haces aquí?—Pregunta mientras se quita los tacones y los deja en la entrada.
—¿Realmente te importa?—Responde Akira sin dejar de leer el periódico.
La mujer muerde su labio ante esa respuesta, al pasar de los años el hombre que pidió su mano en matrimonio había cambiado radicalmente, donde antes se hallaban besos ahora no había nada, las palabras lindas y típicas de un hombre enamorado habían sido remplazadas por respuestas duras y crueles. Ya nada era como solía serlo.
Sachiko nunca se enamoro de Akira, pero nunca lo trato mal. Nunca le negó un abrazo, un beso, palabras de apoyo o un hombro donde poder reflexionar las cosas cuando todo se volvía intenso. Y él, estaba tan profundamente encantado por la belleza (exterior e interior) de su mujer que jamás la maltrato.
Hasta que un día después de una cena fallida con un potencial socio todo cambio, aquel hombre cautivador y amable se quedo en aquel restaurant y no volvió más.
Ella suele preguntarse qué sucedió, pero no lo ha podido descubrir a pesar de tantos años.
—Claro que me importa, lo que tenga que ver contigo o Mina me-
—Retrocede.—Dice con su voz de mando—Sabes que detesto cuando te metes en mis cosas, Sachiko. No me hagas enojar.
La mujer traga saliva de forma nerviosa, asiente un par de veces y toma su abrigo para hacer el amago de subir las escaleras.
—No puedes subir, Mina entro en celo.
Sachiko hace una expresión llena de sorpresa—¿Por qué no me lo dijiste antes? Llamare a BamBam-
—Ella ya esta con una niña, Nayeon. Creo que así se llama, no le preste mucha atención la verdad, estaba viendo las ropas que traía y me preguntaba como es que podía salir de esa forma a las calles.—Responde con un tono de disgusto.
—¿¡Nayeon esta aquí!? ¡Oh no! ¡Esto es malo! ¿Qué tal si Mina no se controla y la marca? ¡Será nuestro fin!
Akira ignora las palabras dichas por su esposa y rueda los ojos—No habrá fin, esa chica según me dijo es su novia y un heredero seria lo mejor que me podría pasar. Con la llegada de un bebé Mina tendrá que trabajar y finalmente podre comenzar a entrenarla para continuar con mi legado. Así que ni siquiera pienses en molestarla en este momento, Sachiko. ¿Entendido?
La mujer solo asiente y parte hacia la biblioteca privada.
[]
Mina frunce el ceño al escuchar una respiración agitada y suaves quejidos acompañándola, sus ojos se abren lentamente y siente como todo el sueño abandona su cuerpo después de lo que mira.
Nayeon con una fina capa de sudor por todas sus extremidades luce una mano dentro de sus bragas moviéndose rápidamente a la vez que la otra se posa sobre su boca para intentar callar sus jadeos, sus ojos cerrados con la cabeza inclinada hacia atrás mientras que su espalda se alza poco a poco. La mayor solo trae puesto su ropa interior y su playera blanca corta, sus pezones casi atravesando la prenda, la forma en la que su mano es cubierta por la tela de sus bragas pero el movimiento veloz aun es notorio hace que su miembro comience a despertar.
Ella deja salir un suspiro de adoración al notar el fuerte olor a su novia, su aroma esta mucho mas intenso que de costumbre. La única razón posible siendo que el celo de la coreana se haya adelantado accidentalmente debido al suyo.
Se le hincha el pecho, sonriendo engreídamente.
Ella se mueve sutilmente, tratando de no hacer ruido o acciona alguna que perturbe el excitante estado de su chica. Se coloca de costado, su mano llena de un picor por sentir en todo su esplendor a su amada, la punta de sus dedos se adentran en la blusa para pellizcar su pezón y sus labios se dirigen hacia su cuello, exactamente el punto de donde el fascinante aroma de su novia nace.
—¿M-Minari?—Cuestiona abriendo los ojos y sacando la mano de su ropa interior, hay un temor en sus ojos. No sabe si estuvo bien darse placer con su novia dormida a un lado suyo, pero si ella estuviera mas razonal que caliente lo hubiera pensando mas.
Todo es culpa de Mina, de ella y su atractivo olor a cacao fresco.
La nipona deja salir una risita contra el inicio de sus clavículas, depositando besos hasta llegar a su oído.
—¿Disfrutando en mi ausencia, Nayeonnie~?—Dice con un tono seductor, las palabras haciendo que escalofríos corran por toda su espina dorsal.
—L-Lo siento, y-yo
Mina muerde con suavidad el lóbulo de su oreja, sonriendo nuevamente al ver como el rostro de la chica se transforma en placer puro.
Parece que todavía queda un gran camino por recorrer...
HOLA
q tal
ha pasado dos meses desde la última vez
jsjsjs si me mame
disculpen por tanta tardanza la vdd es q no soy bna en el smut, escribirlo es de las cosas q mas se me complica y no quería darles cualquier cosa mal hecha
pero bno, espero pronto traerles la parte 2 tal ves haya una mordida o no.. qn sabe
x gracias por leer y por seguir apoyando la historia después de tanto tiempo
les amo </3
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