hubiera: inexistente pero sumamente doloroso.
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Su mano se posa sobre su brazo izquierdo para llamar su atención—¿Nayeon, todo está en orden?—Cuestiona de forma cautelosa, no sabe con exactitud qué hacer para que nadie salga herido.
—¡Esta viendo a la pareja volver! ¿No lo recuerdas Momo? ¡Hacíamos citas dobles!—Literalmente grita, dañando sin querer el maltratado corazon de la coreana.
Momo frunce el ceño, bastante enfadada con ella—Ya basta Sana, te estas comportando como una jodida niña—Toma su hombro con rudeza y la hace encararla—Ni una sola palabra más, ¿me entiendes?
Sana hace un puchero y asiente con lágrimas formándose en sus ojos. Momo suspirando se hace una larga cola de caballo, se voltea hacia Nayeon quien luce igual de rota que la alfa—¿Qué te parece si salimos de aquí? Todo este mar de admiradores me tiene tan mareada.
Nayeon mira la escena por última vez antes de asentir. Dahyun está contando con evidente emoción algo y Mina tiene sus ojos fijos en ella de una forma tan bonita, tan íntima que siente como todo lo ingerido en el dia se le sube por la garganta amenazando con salir por donde entró, se obliga a tragar saliva antes de seguir a la pareja.
Nayeon afortunadamente nunca ha tenido que experimentar una Mina ebria hasta la médula, lo cual sinceramente agradece muchísimo. ¿Por qué? Porque meter a Sana en los asientos traseros es todo un desafío, de alguna manera no puede coordinar su cuerpo con su cabeza por lo que siempre queda en una posición incómoda, lo que a Sana realmente no le preocupa pero a Momo sí.
Por lo que tardan cerca de diez minutos intentando que quede de forma "decente". Una vez lo logran el desafío es que puedan oírse hablar debido a la fuerza de los ronquidos que emite la alfa. Deciden parar en una gasolinera cercana para comprar unos cuantos comestibles, pues el camino por recorrer aún es demasiado.
Nayeon decide esperar en el auto mientras Momo compra.
—¿Crees que mi omega me perdone?—Susurra con tristeza una voz dulce.
A ella se le encoge el corazon ante la ternura de la situación.
—Posiblemente...—Dice con tranquilidad pero un pensamiento se le instala en el cerebro, puede aprovechar esta situación a su favor—Podria ayudarte con eso, solo necesito que me platiques que está pasando entre tu hermana y Mina.
Sana literalmente salta de su asiento y se acerca demasiado para su gusto.
—¿Qué te puedo decir? Ellas siempre se han amado tanto...pero cuando un donante anónimo cubrió tres cuartos de la beca solicitada para ir a Australia de intercambio Dahyun no se lo pensó mucho antes de irse.
Nayeon asiente y muerde su pulgar mientras los mecanismos en su cabeza comienzan a girar, debe hacer las preguntas correctas en un tiempo contado—¿Y eran novias formales antes de irse?
—Nunca lo hicieron oficial pero todos lo sabíamos, yo misma me llegue a encontrar con una sonrojada Mina y una Dahyun con los labios hinchados.
—¿Entonces iban en serio?
Minatozaki asiente repetidamente.
—Si Dahyun no se hubiera ido ten por seguro que ya estarían casadas.
Okey. No le dolió esa afirmación. Para nada.
El hubiera es algo inexistente, es tonto aguantarse las ganas de llorar por ello.
Pero iban a ser muy formales si es que Dahyun no se quitaba del camino.
¿Una boda? ¿Mina casándose con alguien que no es ella?
Sana entrecierra sus ojos mientras se queda viendo un lugar en concreto—Araña—Murmura sacándola de su ensoñación.
—¿Mmm?
—Araña en tu cabello.
Nayeon con la vista aun en Sana dirige su mano hacia la manija de la puerta, saliendo con rapidez y cayéndose de espaldas. Se levanta y comienza a maltratar su cabello dando manotazos y moviéndolo de forma dolorosa.
—¿Sigue ahí? ¿Sana? ¡No me digas que aun esta ahi.
Claro, Minatozaki ahora está riéndose de forma cómica, importándole poco si el temido animal está viajando por el cabello ajeno.
Nayeon es una adulta. Es una persona que a raíz de las diversas desgracias que ha sufrido a tan corta vida ha logrado tener una buena madurez mental. Pero eso se le olvida en ese instante, por lo que al buscar como loca logra encontrar la maldita araña y sin dudar se lo lanza a Sana.
—¿Has terminado?—Consulta viendo fijamente como las ocho patas ahora caminan por la playera manchada de alcohol.
—Sí, lo he hecho—Se limpia el resto de lágrimas de risa que se desbordaron.
Nayeon sonríe satisfecha mirando aquellos ojos claros—¡Genial!
—¡Genial!—Dice con felicidad.
—¿Pero qué es eso en tu camisa?
Sana frunce el ceño mientras baja la mirada llena de confusion—¿De qué hablas? Yo no tengo nada aquí.
—Deja de hacerte la valiente Sana, nadie te lo cree—Contesta mientras rueda los ojos.
—Nayeon, no tengo idea de a qué te refieres.
—¡Oh vamos! No hay nadie a quien debas impresionar, no está Momo, no debes fingir ser heroica.
La alfa mueve su cabeza hacia el costado, si a Nayeon no le estuviera estresando que hiciera el papel de la chica fuerte le daría una caricia en su cachete por lo linda que luce. La coreana suspira exasperada mientras se aproxima a la muchacha y la hace levantarse, con su mano estrangulando la tela en su puño sus ojos se mueven sobre toda la playera, buscando aquel jodido bicho.
—¿Qué está pasando aquí?—Un tono nasal se hace presente.
Claro, para cualquier otro la escena luce sumamente comprometedora. La cercanía que comparten ambos cuerpos, la mano de Nayeon sobre el pecho de Sana y sus miradas algo perdidas hacen de esto un espectáculo.
—Sana, no está.
—¿No está quién?
—La araña, te la avente en cuanto me la quite.
—AAAAAAAH.
Y sí, así perdieron otros quince minutos dónde Sana y Nayeon se abrazaron la una a la otra en lo que la valiente Momo buscaba la jodida araña de arriba para abajo por toda la extension del coche.
—Lo siento, Nayeon.
Frunce su ceño ante esa declaración. Su rostro se gira en dirección a la conductora.
—¿Por?
Momo suspira negando suavemente—Por todo sinceramente, por la forma en la que te enteraste del amorío de Mina. Contartelo era una responsabilidad de ella, no de Sana o mía y sin embargo aquí nos tienes, dandote explicaciones.
La coreana asiente y recuesta la cabeza contra el asiento, su mirada fija y perdida en las calles por las que pasan—Te voy a pedir algo Momo, entiendo perfectamente si no lo quieres responder pero realmente lo necesito.
—¿Qué pasa?
—¿Tengo algo de lo que preocuparme? ¿Aún hay un amor por el que deba alejarme para mi sanidad mental?
Los ojos oscuros de la nipona le recuerdan a los de su novia. Porque por mas que lo intenten, no pueden ocultar la verdad, así sea tan dolorosa como lo es en este momento—No lo se—Para el carro cuando el semáforo marca el rojo, su mano inquieta se mueve por la palanca de velocidades y su mirada le brinda todo lo lastimoso posible—Pero si te puedo adelantar que es normal que esté tan ensimismada con ella, fue su primer amor sí pero también fue una de sus primeras y mejores amigas...Llevan tanto tiempo sin estar en verdadero contacto y tu sabes como es Mina con sus amigas, es muy cercana a nosotras por lo solitaria que ha sido su vida.
»Sin embargo no lo se, se que te adora con locura y que realmente eres importante para ella pero Dahyun fue su primer todo, su primer beso, su primer enamoramiento, su primer corazon roto y eso es algo que las alfas sensibles como Mina y Sana no olvidan, o al menos no rápido, no por algo Minatozaki sigue detrás de mi ¿no?
Nayeon pasa la mano por su rostro con un torbellino de sentimientos encima.
—Lo siento...
La coreana da una pequeña sonrisa—Tu no tienes que disculparte en absoluto, tu has sido la salvadora de una de las peores noches de mi vida—Susurra dándole un apretón a su mano.
Momo le corresponde el gesto familiaridad.
El auto avanza, el sonido que rompe el silencio son de nuevo los ronquidos de la nipona restante y hay tranquilidad a su alrededor.
Pero no puede. Se muerde el interior de las mejillas para no soltarse a llorar ante la conversación reciente.
Esta triste, enojada y sumamente decepcionada.
El mundo le había mostrado la peor parte de los alfas y ella en su estupidez creyó que Mina era la excepción, alguien que no le haría daño ni aunque se lo propusiera, su cuento de hadas, su final feliz.
Y no. Al parecer se equivocó nuevamente.
Al llegar a casa esta tan cansada que decide ir a darse un baño urgente.
Nayeon suele olvidarse de diversas cosas y una de ellas es que su madre se ha vuelto más perspicaz, por lo que deja momentáneamente el archivo que estaba repasando y se dirige a la habitación de su pequeña.
—¿Cómo te fue?
La chica está sentada en su tocador quitándose el maquillaje con mas fuerza de la necesaria, intenta parecer "normal" pero su voz sale sin vida alguna—Bien.
Jessica asiente y le da un repaso rápido a la habitación para buscar mas pistas sobre la actitud de su hija, su abrigo está prácticamente tirado en el piso y su bolso descansa sobre la cama con sus pertenencias esparcidas sobre esas sábanas abultadas.
—Ehh...—No sabe que decir, no tiene idea alguna sobre el por qué está tan fuera de sí—Quiero hablar contigo.
En cuanto esas palabras salen de sus labios los hombros de Nayeon caen bruscamente.
—¿Sobre qué?—Dice con las cejas casi juntas, Jessica ríe por su expresión y se acerca a ella para depositar una caricia amorosa en su mejilla sonrojada.
—Eres tan preciosa, Nayeon. No tienes idea de lo mucho que te amo...—
Eso parece tranquilizar a la muchacha, pues sonríe y posa su mano sobre la de su madre.
—Bueno...—Se sienta en la cama justo enfrente suyo—Agradezco mucho que me hayas dicho con confianza que pasarias tu celo con Mina. Yo se que te puede resultar incómodo pero significa mucho para mi que seas capaz de decirmelo.
Oh no. Nayeon presiente en que dirección va esta plática.
—Esteee...mmm...
—No tenemos por qué hacer esto Mamá—Murmura entre dientes mientras la incomodidad crece.
Jessica deja su mano vagar por su pelo lacio—No, si tenemos que pasar por esto. Yo entiendo que la juventud como ustedes tiende a dejar llevar pero eso no significa que no tengan que cuidarse de una u otra forma ¿me entiendes? Entonces, ¿se cuidaron?
Nayeon siente como la sangre sube con rapidez a sus mejillas y aparta la mirada de los ojos curiosos de su madre—¡Mamá!
—Es importante cielo, no lo pregunto para avergonzarte o algo asi, sino por la relevancia que tiene. Tu sabes que yo daría mi vida por ti, que te amo tanto que me es prácticamente decirtelo con palabras pero tu no estabas planeada y precisamente quede embarazada de ti por no cuidarme ¿por qué te digo esto? Porque es muy difícil estar con un niño a esta edad, siendo tan joven es todo un reto poder hacerse cargo-
—Nos cuidamos, ¿okey? No hay de que preocuparse...
Interrumpe con desespero.
Su progenitora asiente y justo cuando Nayeon cree que lo peor ya ha pasado ella vuelve atacar.
—¿Y la mordida? ¿Te mordió? Los alfas se suelen emocionar de mas cuando estan...mmm...ya sabes, en el acto.
En este punto de la conversación la omega menor ya tiene las orejas rojas—¡No me mordio! ¡No la deje! ¿Contenta?
Jessica asiente y aparta la mirada avergonzada.
Nayeon suspira y se levanta para quedar aún mas cerca de ella.
—Estuvo bien, nos cuidamos y no permití que terminara la mordida porque aun no me siento lista. Y antes de que lo preguntes le dije el por qué y ella entendió mis motivos, así que no, no me obligo tampoco ¿okey?
—Bien. Me alegra escuchar que estuvo bien. ¿Cenaras?
Asiente.
—Vale, te caliento tu comida.
Sale con velocidad de la habitación, la coreana deja salir un suspiro con el rostro rojo al recordar lo que pasó entre las cuatro paredes del cuarto de su novia.
Nayeon esta con miles de sensaciones vagando por todo su cuerpo.
Le es prácticamente quedarse quieta en su lugar con tanto sucediendo en su cabeza.
¿Como es posible que haya aceptado esto? Ah, claro. Los ojos similares a los de un cachorrito de su amada novia mirándole fijamente en busca de convencerla, también esos malditos labios suyos que no dudaron en esparcir besos por toda la piel que Nayeon mostraba y sus jodidas palabras ¿cómo podría olvidarse de aquellas frases que solo causaron un malestar en su estómago?
"Me hace tan feliz que mamá esté intentando conocerte y conectar contigo"
Es que lo odia. Saber la realidad nunca le había dolido tanto como en esta ocasión. Porque si, podría simplemente decirle a Mina lo que está ocurriendo con su madre, podría ser totalmente honesta contándole todas las cosas relativamente malas que ha hecho en su contra, pero, ¿como le va a creer?
No lo ve, a su novia poniéndola sobre su amada madre. Ni siquiera se lo imagina porque sabe que no es posible. Myoui esta tan sedienta por obtener la aprobación de Sachiko gracias a su rara relación que sabe que no funcionara y solo perderá el mejor amor de su vida.
Y ella no esta lista para otro corazon roto. No ve su futuro sin esas constantes sonrisas que le alegran el corazon o sin sus orbes noche que le muestran todo lo que siempre soñó.
Sabe que puede haber una vida sin ella, pero no es la que quiere.
Por lo que no le queda más que aceptarlo. Las palabras envenenadas de su suegra son solo eso, palabras, no hay acciones por las que reclamar y siente que puede con eso.
—Conejito, ¿todo en orden?
Nayeon asiente con expresión seria
—¿Segura? Puedo decirle a mamá que no te sientes bien y lo pueden posponer.
Está tentada a tomar la oferta, irse con su novia a cualquier lugar y perderse en sus besos es lo mejor que podria hacer. Pero no debe, postergarlo solo lo hará mucho peor, prefiere que lo que tenga que suceder lo haga de una vez.
—Estoy bien Minari, no te preocupes.
La chica acepta y sigue conduciendo con musica pop baja y la mano de su chica entrelazada con la suya.
Tardan unos minutos mas en llegar a la localización que Sachiko le envió a Mina, es un restaurante lujoso, tanto que siente que ya no tiene dinero con tal solo observarlo. Traga saliva, las palmas le comienzan a sudar, creyó que irían a un lugar "común" (lo mas común para aquella mujer siendo lo que ella pagaría con un año de salario) como lo había dicho cuando propuso la ocasión, pero no, se fue por lo seguro, excéntrico y caro en su lugar para lograr intimidar a la chica.
Y esta funcionando.
—Mamá ya esta adentro esperandote ¿vale?
Nayeon parpadea repetidamente—¿No cenaras con nosotras?
Mina da una pequeña sonrisa mientras niega—No bebé, me pidió que fueran solo ustedes para tener una charla de omegas—Mueve un mechón de su cabello para llevarlo atrás de su oreja—Además, Sana me necesita para una fiesta de bienvenida atrasada de Dahyun.
Genial, lo que le faltaba. La jodida cereza del pastel.
Antes de que pueda responder Mina le da un vistazo a su costoso reloj—Deberías entrar ya, pero no te preocupes, en cuanto tu me llames vendré por ustedes ¿bien?
La coreana respira profundamente y da un paso al frente, comenzando a ir en dirección al matadero pero una mano que sostiene su brazo con fuerza la detiene.
—Espera—Gira su torso para poder verla mejor, en cuanto lo hace unos labios necesitados se unen inesperadamente con los suyos—Es de la suerte...
Eso es todo, ese maldito beso, esa frase, simplemente esa persona. No necesita más y es un recordatorio de lo que tiene y tendrá si no lo hecha a perder.
—Dulce—Murmura con una sonrisa—Gracias.
—Te veo en un ratito amor.
Nayeon se da la vuelta y atravesa la puerta elegante del establecimiento, y tan pronto le pregunta a la hostess sobre el paradero de su suegra sabe que ya no hay vuelta atrás.
Después de cruzar todo el estúpido restaurante lleno de gente con prendas costosas y platos con poca comida deben subir unas escaleras y seguir caminando, Nayeon ya esta harta.
—Buenas noches señora Myoui, su compañía ya se encuentra aquí.
La ve. Un vestido precioso morado abraza su cuerpo y se le sonrojan las mejillas ante el pensamiento de que si no fuera tan hija de puta y tuviera una heredera tan preciosa, definitivamente seria milf material. No la pueden culpar, la mujer está muy bien conservada para su edad y ella sigue siendo una adolescente con ojos curiosos.
—Gracias lindura, ¿podrias llamar al mesero?
La chica hace una reverencia y sale del lugar.
Traga saliva, indecisa sobre si debe sentarse o esperar una orden.
—Nayeon, ¿que tal el viaje?
—Bien, Mina me trajo.
La mujer sonríe encantada con el nombre recién dicho—Me imagino, es tan servicial...
Nayeon sigue sin saber qué hacer.
—Sientate porfavor, puedes pedir lo que gustes—Señala el menu y ella lo toma, no sin antes quitarse su abrigo y tomar asiento—Cualquier cosa que quieras solo ordenalo ¿vale?
La coreana asiente dándole un vistazo a la carta, aguantando la frustración al no entender ni una sola palabra, es su culpa por no haber aprendido japonés, ¿como era posible teniendo una novia nipona?
Lo unico que sabia decir era "Bebé abrazable está en casa" y eso no es muy util en este momento.
Si Sachiko quiere jugar de esa forma, tal vez se la pueda devolver.
El mesero llega justo cuando deposita el menu en la mesa—¿Listas para ordenar?
Su suegra la señala con la palma abierta—Empieza tu, querida.
—Lo que sea que tu pidas esta bien.
Bien, excelente, batalla ganada.
Sachiko alza las cejas con asombro pero sus comisuras bailan momentáneamente—Muy buena decision, tendremos lo usual Kai.
El muchacho asiente y sale.
—Ten por seguro que te encantara lo que pedi, es un total elixir y acompañado de vino es aún mejor.
Oh, genial. ¿Vino? Terrible, no solía beber nada debido a la poca o nula resistencia que tenía, esto gracias a los problemas de su padre que le causaron terror a ingerir un sola gota. Y además, ¿cómo podría enfrentarse a esa señora en estado de ebriedad? Si aún sobria le costaba seguirle el paso.
Okey, calma, solo no hay que beber tanto. ¿Pero qué tal si lo tomaba como insulto? Ya podía oír su voz molesta reclamándole por desperdiciar aquella bebida lujosa.
—¿Nayeon?
—¿Uh?
Sachiko ríe—¿Donde tienes la cabeza, niña?
A la coreana no le agrada ese reir, esta tan tentada a decirle algo como: "Entre las piernas de su hija, a quien por cierto le hice un muy buen trabajo hace horas" Pero se contiene, le devuelve el gesto y continua con la conversación.
—Disculpa, estaba pensando en los exámenes que vienen en camino.
—Me imagino, mantener una beca no debe ser nada fácil ¿cierto?
Ahí esta, hay un tono de amenaza en esa frase. Es casi diminuta, pero los sentidos agudos de la coreana lo pueden captar.
¿Podría Sachiko hacerla perder su beca?
—Sí, algunos no tenemos todo en bandeja de plata y hay que luchar por tener una oportunidad—Esta sorprendida, definitivamente es lo mas fuerte que le ha dicho desde que la conoce.
El mesero vuelve aparecer, coloca dos platos enfrente de cada una, dos copas, los cubiertos y una botella de vino.
Intenta enfocarse en cualquier cosa que no sea la evidente cercanía que los dos comparten, el chico le sirve un poco de la bebida y se la entrega a la señora, lanzando un suspiro al notar que ella parece complacida con su decision.
Ninguna dice nada por unos minutos, él sale de la habitación y su suegra está interesada en su comida.
Esta expectante, ¿qué pasará ahora que le falto al respeto?
—¿No vas a comer? Mina me matará si te llevo de vuelta con el estómago vacío.
Nayeon muerde su labio pero toma el tenedor y lo introduce al platillo.
Sorprendentemente la plática vuelve a fluir, Sachiko le pregunta diversas cosas, cómo a dónde irá al acabar la preparatoria, cuales son sus metas o a que llegará hacer de su vida.
Claro está, que con comentarios que van alimentando el estrés de la chica.
Justo cuando acaban de comer, la mujer mayor les sirve otra copa. Nayeon terminó la primera y ya se sentía en calor, por lo que realmente no quería otra pero la mano firme de su suegra no acepto un no por respuesta.
Ella se levanto y se dirigió hacia un balcón con el vino rosado en su palma. Volteo cuando no sintio otros pasos detrás suyo—¿Vienes?
La coreana con las mejillas rosas la siguió.
Es culpa del alcohol cuando una pregunta se sale sin control de sus labios—¿Por qué me odias Sachiko?
La mencionada pasa su dedo nerviosamente por la boca de la copa—No te odio, Nayeon. Tu y yo tuvimos mas en común de lo que crees.
—¿Qué?
—Yo- um...—Le da un trago al vino y continua—Solo, no quiero que seas novia de Mina. Lo digo enserio y no quiero que me lo tomes a mal, pero, no eres digna de estar con ella. Tan solo mirate, quieres muy buenas cosas en tu futuro pero son normales para alguien de tu nivel, estudiar para tener un trabajo relativamente bueno y poder conseguir dinero hasta tener un lindo retiro, eso es lo que quieres—La mira a los ojos y Nayeon siente frío con tan solo verla—Pero Mina no, ella literalmente será preparada para ser la heredera de tres empresas líderes del mercado asiático, ¿donde cabes tú en esa ecuación? Ella no necesita lidiar contigo, necesita un educado y excelente acompañante en el camino, alguien que le pueda hacer frente a todos los retos que representa el nivel social que mi hija tendra...y siendo honestas, tu no eres esa mujer.
Lo siente como un balde de agua fría escurriéndose por sus extremidades. Sabe que no es cierto, pero lo cree.
Cada jodida palabra tiene sentido para ella.
—Pero me ama y yo a ella...—Susurra con el corazon herido.
La mujer mayor reposa una caricia en su mejilla—Hay ocasiones en la que eso no es suficiente, querida.
La coreana le quita la mirada y la posa sobre la jungla de cemento que tiene enfrente suyo, está increíblemente dolida cuando ella sigue su relato—Desafortunadamente no se puede vivir de amor, Nayeon. Y es mejor entenderlo cuando eres joven qué tener que resentirlo a mi edad.
Le cuesta no soltarse a llorar en ese preciso instante.
—Espero que está conversación te guíe en lo que es mejor para las dos, no solo para ti—Dice dándole una última mirada antes de volver a la mesa para llamar al mesero.
Se toma el último trago de su copa de jalón para después seguirla.
—También apreciaría que no le contarás nada a Mina. Es muy cabezota como para entender algunas cosas.
Su mirada luce tan genuina, tan verdadera que le es imposible no creer nada de lo que dice, por lo que solo asiente con una sonrisa falsa y se coloca el abrigo.
Mina aparece delante de ellas, su bonito carro negro las saluda mientras Sachiko aún se despide de una colega que se encontró en el camino de vuelta.
La misma abre la puerta del copiloto y toma asiento, Nayeon está muy cansada como para discutir sobre que lugar debería tener cada quien, de hecho se alegra, no quiere que Mina vea de cerca la expresión fúnebre con la que carga.
—¿Qué tal la cena?—Pregunta abierta, pero dirigida especialmente a Nayeon, a quien busca ver por el espejo retrovisor.
La omega se cohíbe y se encoge en su lugar cuando murmura un: "Estuvo bien"
La alfa asiente, para nada convencida pero haciendo andar el coche mientras escucha el parloteo habitual de su madre.
Nayeon mira la ventana durante todo el trayecto.
Todas llegan a la casa Myoui, Nayeon frunce su ceño al notar varios autos estacionados cerca de la entrada y es ahí cuando lo recuerda.
La fiesta de bienvenida atrasada para su otro dolor de cabeza.
Ya siente punzadas en las sienes de tan solo imaginar sus encuentros.
—Nayeon-ssi, no sabia que vendrias.
Momo está delante suyo, luce un bonito conjunto rosado y un maquillaje natural. Y por su expresión, sabe que tiene que sacarla de ahí antes de empezar a echar humo por las orejas.
—Ah, Momo-chan—La saluda con una sonrisa timida, despues de la charla que tuvieron en el auto de la menor se han hecho mas cercanas, inevitablemente, pero a la coreana aun le sigue dando un poco de miedo. Solo un poco...
—Ven, vamos por un shot. Presiento que necesitaras muchos—Murmura lo ultimo solo para el oído de Nayeon, quien ríe y se deja tomar por las manos suaves de la nipona, arrastrandola hasta la cocina pero dando un última mirada hacia la madre y su hija, ambas la ven partir pero hay tanta diferencia en aquellas miradas.
Una le hiela los huesos y es el constante recuerdo de que su relación con Myoui tiene fecha de caducidad, mientras que la otra le observa con tanto amor que parece tener corazones en sus pupilas.
Tan dificil.
En cuanto llegan Momo le ofrece un shot, Nayeon lo toma sin siquiera preguntar que es. Tiene que olvidar. Todo. Y debe ser rápido.
Y justo cuando el alcohol parece tener el efecto deseado, escucha vitoreos y aplausos por lo que su cabeza se mueve en busca del provocador de aquellas acciones y la encuentra.
Está preciosa.
La odia.
¿Cómo puede verse tan bonita de forma tan natural?
Trae un vestido corto, no lo suficiente como para dejar a la vista sus genitales pero si para llenar de fantasias las cabezas estupidas de los alfas de la sala.
Le hierve la sangre notar que esta del brazo de Mina, quien luce sumamente feliz al compartir escenario con tan aclamada celebridad. ¿A esto se refería Sachiko? A Nayeon le daria muchisima verguenza estar en el lugar de Dahyun y sentir esos pares de ojos sobre ella, pendientes a cualquier cosa que haga y en cambio ella parece estar bien, adorando ser tan querida y deseada por todas esas personas.
Sana le ofrece un vaso y ella lo acepta encantada, Mina repite el mismo procedimiento y Dahyun toma la palabra—Un brindis, por ustedes que siempre están en mi mente y otro por mi, claro que si, y porque mi estadia sea mas prolongada después de terminar mi ultimo semestre. ¡Salud!
Todos toman de sus tragos, Nayeon incluida.
Entre más alcohol ande por sus venas los recuerdos dejarán de atormentarla.
Las ganas de orinar son cada vez mas fuertes, por lo que se ve obligada a buscar el baño. Sabe que el de abajo está ocupado, pues Momo y Sana dijeron que irían a cuidarse las puertas mutuamente.
Que buena excusa.
Por lo que debe subir las insufribles escaleras y dirigirse al de su novia, esperando que el cuarto no esté bajo llave. Su vejiga realmente está apunto de explotar.
Pero cuando pasa por la habitación de sus suegros unos ruidos la detienen.
Una voz fuerte enérgica traspasa los muros, pero no lo suficiente por lo que debe pegar la oreja hacia la puerta —¿Acaso quieres que le diga que literalmente me compraste para alejarme de ella?
Es Dahyun. Ese tono le pertenece a su posible enemiga.
¿Comprarla? ¿A qué demonios se refiere con eso?
—¿Tu quieres que sepa que caíste ante mi dinero como cualquier otro?
¿Qué?
—Ese dinero fue para mí universidad, Sachiko. Fue para un futuro mejor, no me puedes culpar por ello.
— ¿Tu crees que a Mina le preocupa eso? A ella no le interesa el por qué, lo único que le importara es que te vendiste como cualquier otro así que no te portes como una santa, no cuando estás igual de manchada que yo.
Deja de oír la conversación por un minuto que le parece eterno, con los nervios erizándole los vellos de la nuca ante la posibilidad de verse atrapada pero con la necesidad de saber mas de esa conversación prohibida.
—Vale, ni tu ni yo. Nadie le dirá absolutamente nada, las dos tenemos mucho que perder si es que esto sale a la luz.
Es lo que necesita para salir corriendo de la escena. Sin embargo, le queda un sabor amargo en la boca conforme baja las escaleras.
¿Por qué todos a su alrededor ocupaban de una u otra forma a Mina? Contadas son las personas que están cerca por quien realmente es, como Sana o Momo. Pero después de ellas, ¿quién le queda a Mina? No puede confiar en su propia madre, no cuando se la pasa conspirando en su contra y ahora mucho menos en Dahyun.
¿Se lo debería decir? ¿Que se supone qué le diga? Mina, mi amor, tu madre a quien te has referido en multiples ocasiones como una de tus personas favoritas en el mundo entero ha estado haciendo cosas a tus espaldas con la excusa de estar buscando tu bienestar, por ejemplo, meterse en las relaciones que has tenido para separarte y que estés con la persona que ella quiera a.k.a Bambam. ¿Y sabes qué? No es lo peor, Dahyun quien fue tu primer amor y una de las personas a las que sigues queriendo también está involucrada en la situación, aceptando dinero de tu familia para alejarse de ti. Pero la vida sigue, ¿supongo no? ¿vamos por un trago?
—Hey Nayeon, ¿todo bien?
Sana está delante suyo con una expresion de preocupacion.
¿Acaso ella tiene algo que ver? ¿También cayó por esos fajos de wones? Su hermana lo hizo ¿hay alguna razón para creer que ella no?
—¿Nayeon?
Basta, no puede estar paranoica con todas las conocidas de su novia, no es sano ni justo tampoco.
—Estoy bien Sana, no te preocupes. Solo me duele un poco la cabeza, es todo.
—¿Segura? ¿No le tengo que decir a Mina?
—¿Decirme qué?
Genial, justo lo que faltaba.
—Nada, no hay nada que decirte—Responde con prisa, dándole una mirada fría a Minatozaki para que no hable.
Sana hace una mueca y aprieta los labios.
Realmente no está lista para enfrentarse a su novia, pudo huir en cuanto Momo se acercó a ella al llegar pero ahora no hay nadie para salvarla. No quiere verla, ¿con qué cara? Después de la conversación con su madre a solas y con la reciente entre Sachiko y Dahyun siente que le esta ocultando mucho.
Y es incomodo. Como si su propio cuerpo la estuviera alertando.
Mina nota el gesto y su intriga crece aún más, por lo que obliga a su amiga a enfrentarla—¿Qué está pasando?
La chica niega mientras sus ojos se dirigen a todos lados excepto a los ojos negros de Mina.
—Sana, no creo que quieras que Momo sepa lo que pasó ese tres de Diciembre ¿cierto?
Es de caricatura la forma en la que los ojos de la mencionada se abren, lucen grandes y atemorizados por esa simple amenaza. Excelente, ahora ella tambien tiene ganas de conocer que sucedio ese dia.
—Nayeon se siente mal, tan solo mirala. Está tan blanca como un fantasma y cuando bajaba las escaleras estaba temblando, por eso me quede aqui, para ver que no terminara cayéndose.
Se congela en cuanto siente la mirada de su novia. Traga saliva al ver esa expresión confusa y sus cejas fruncidas.
—¡Cobarde!—Grita enfadada mientras Mina la toma por la cintura y la cuelga sobre su hombro—¡Eres una maldita cobarde Minatozaki Sana!
Mientras despotrica a su pobre amiga Mina la lleva directamente a su habitación, sin notar aquel par de ojos curiosos que las ven pasar por el pasillo, no obstante Nayeon si siente esas miradas con una mezcla entre enojo y shock. Se sonroja la pensar que literalmente le han visto el trasero.
Aunque no tiene demasiado tiempo para pensar en esa vergüenza, tan pronto entrar al cuarto de su amada es aventada en dirección a la enorme cama blanca.
—¿Que pasa, conejita? ¿Por qué no querías que Sana me lo dijera?
Nayeon suspira arreglando su cabello—Porque te ibas a poner así.
—¿Así como? ¿Esta mal que me preocupe por ti?—Su expresión es como la de un cachorro, es tan dulce que el corazon de la mayor se siente profundamente encantado pero no lo suficiente para su cerebro. Aún tiene muy fresco en la mente aquella cercanía confusa que Dahyun y ella compartieron y el cómo la ignoró completamente en cuanto llegaron a esa casa.
Esta molesta.
Y la preocupación torpe de su novia no ayuda.
—Sí, lo está. No es nada por lo que ponerse de esa forma. Solo es un dolor de cabeza, algo normal y sumamente común, no te portes de forma tan tonta—Responde de forma tajante y cortante, se levanta y se dirige al baño para poder ver su aspecto. Y por más que lo intenta su maldito cabello no colabora y no se coloca en la forma exacta en la que ella lo quiere y para empeorar su caso su vestido tiene un rasguño que amenaza con dejar libre el atributo femenino derecho suyo.
Y eso, señoras y señores es culpa de las manos torpes de Mina.
Deja salir un gruñido y se pasa las manos por el rostro en señal de frustración, esta harta de todo.
De Mina, de Dahyun y sobre todo de Sachiko. Esta tan estresada que en ese momento no le importa nada. Se siente abrumada.
¿Por qué estar con ella le trae tantos problemas? ¿Por qué no puede tener una relación normal y convencional donde su suegra no la deteste (o al menos no de esa forma) y donde los antiguos amores de su novia se queden en eso, en antiguos? ¿Sera que realmente se está equivocando? Bien se lo dijo su madre, que tuviera mucho cuidado con los Myoui...Pero justo cuando esta apunto de estallar recuerda su conversación con Momo.
"Es normal que esté tan ensimismada con ella, fue su primer amor sí pero también fue una de sus primeras y mejores amigas".
No es culpa de Mina lo que Sachiko haga a sus espaldas, ni lo que Dahyun pretende. No debe tratarla mal, lo que sucedió hace algunos días fue un desliz, Mina llevaba tanto tiempo sin verla que es normal que haya desviado su atención, además recien salian de su celo por lo que era obvio que en cuanto se despegarán su omega y corazon lo resentiría un poco.
Esta bien, no hay nada de que preocuparse.
Mina sigue siendo tan suya como siempre.
Deja salir un suspiro y se echa agua en la cara.
Tan pronto sale de la habitación Mina levanta la vista hacia ella, su pecho sintiéndose cálido ante aquella preocupación aún latente en ese océano oscuro.
Se acerca a ella con desesperación casi latente, sentándose sobre sus piernas y dejando a sus digitos vagar por toda la extension de aquella piel bañada en constelaciones a base de lunares. Claro, es por eso que es una chica de otro planeta.
—Lo siento, estoy tan estresada. No tengo por qué ser tan cruel contigo.
—Esta bien amor, hoy no es un buen día lo entiendo. ¿Quieres que te lleve a casa?
—Si, porfavor.
contados son los capitulos q faltan
no sé si están preparados para el bombardeo de información que tendrán en los próximos capitulos pero bno ni modo así toko
gracias por leer guapas y guapos un beso en la cola 😽
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