capitulo 9


Pase todo un rato cabalgando que no note cuando cayó la noche sintiendo el fuerte frío y viento en mi cuerpo del cual tenía aferrado a mi, aquella capa calientita que solo cubría mi cuerpo.

La nieve caía lentamente lo cual era increíble para mí; justo habia llegado a un pueblo intermedio y no dude en buscar hospedaje en una granja la cual tuve que agradecer a duras penas, pues era el único techo que me ofreció un granjero.

Deje al caballo Max atado en un corral solo para él y yo me acomode en un montón de paja para sacar mi diario entre mis provisiones.

No paraba de pensar en Anne y mi ansiedad era calmada en escribir cosas sobre ella o uno que otro poema para ella, este caso no era la excepción.

Saque una pluma y tinta para empezar a anotar.

"Mi viajé camino a tu salvación a comenzando y aún faltaba mucho por recorrer, no será sencillo pero mientras tenga tiempo de descansar en pueblos todo será más fácil.

Espero que estés bien y te encuentres intacta para mi, no sabes lo mucho que pienso en ti cada noche y como detesto saber que te robaron de mis manos al igual que tomaste mi frágil corazón entre tus dedos.

Del cual quiero que hagan una danza junto a los míos cada que toque tu suave mano.

Te amo, Anne Boonchuy y en cuanto esté delirio termine, serás una Wu"

Termine de anotar aquello para cerrar mi diario y asi reconciliar el sueño.

A la mañana siguiente desperté por el ruido de caballos alterados y los gritos desgarradores, a su ves se oía una discusión la cual termino en un fuerte estruendo.

¿Que carajos ocurría?.

Decidí levantarme para sigilosamente ver desde el corral con las puertas entre abiertas, un montón de vikingos asesinar pueblerinos y como arrebatan todo a su paso.

Yo gruñi para de inmediato salir corriendo montando a caballo de la granja que a mis espaldas era quemada pues no podía hacer nada, podía arriesgarme e ir con ellos pero sería peligroso.

En cuanto me asegure de estar lejos de aquel caos simplemente suspiré cansada para continuar mi camino.

Era temprano y el estómago vacío era incomodo, esto sería más complicado con los bárbaros arrasando todo a su paso.

Aún estaba disgustada por la última charla con mis madres.

Pero miren que me provocaron hacer.

[. . .]


Entre al castillo cansada para tirarme en mi trono donde solté un largo suspiro; note a Mugre que me entrego una toalla la cual tome y no dude en secar mi sudor y sangre.

Era demasiado temprano como para entrenar con el estómago vacío lo cual gruñi molesta.

— ¿Ya está el desayuno? muero de hambre — gruñi molesta para acomodarme mejor y él solo hizo una mueca— ¿Que te traes tu?.

— es solo que apestas horrible — cubrió su nariz al ver cómo levanté mi brazo, oliendo este.

Hice una mueca de desagrado pues tenía razón, olía asquerosamente a bárbaro.

— ¡Es el olor de un vikingo! — alce el puño para levantarme— tomare una ducha y quiero que Anne desayuné conmigo, es una orden.

Dije mientras pasaba la toalla por todo mi cuerpo un tanto descubierto por falta de la armadura que tanto portaba, para lanzar la toalla directamente al rostro de Mugre a propósito.

Note su grito de desagrado y yo reí mientras iba camino al baño, donde disfrute una gloriosa ducha en la tina.

Al salir comencé a secarme hasta que escuche un grito, supe que era Anne entrando lo cual no evite en acercarme a ella para molestar un rato.

— buenos días bella durmiente — sonreí coqueta para acercarme a ella, quién cerraba la puerta detrás suyo.

— estás desnuda — ella miro a otro lado sonrojada después de mirarme de abajo hacia arriba.

Dios la muy perra me comió con la mirada, eso me encanta.

— ¿Tanto que hasta me deseas? — la acorrale contra pared hasta que alguien tocó la puerta con desesperación.

— ¡Sasha date prisa, necesito bañarme! acabo de caer en lodo y estoy lleno hasta los calzones más aparte me pasaste su asqueroso aroma — se quejo mugre tocando con desesperación la puerta.

Gruñi para tomar la toalla y cubrirme con esta mientras recibía una risa por parte de Anne.

— veo que tú momento termino — abrió la puerta para ambas salir, recibiendo una mirada confusa de Mugre.

— ¿Acaso ustedes dos...? Saben que no me sorprende.

— mierda mugre, literalmente te bañaste en mierda ¿O que carajos? — cubrí mi nariz por el espantoso olor.

— creo que en la parte del lodo hay algo más, por eso me urge bañarme y ustedes dos hagan sus cosas en otra parte.

Cerro la puerta golpeando mi nariz y no dude en quejarme mientras cubrí está, notando la suave risa de Anne lo cual me hizo reír y sonreír lo cual era algo curioso para mí, el que yo reaccionara de esa forma.

— mejor arreglate, me gustaría pasear contigo hoy Sash — me guiño el ojo para ir a su habitación.

¿Anne me invitaba a salir? dios mio estoy de suerte con esta mujer, iba a brincar de no ser porque casi me resbaló lo cual me hizo sostenerme de la pared.

Camine directo a mi habitación hasta toparme con el maton de las celdas en el calabozo, lo cual mire confundida por su repentina aparición.

— buenos días eh....— pensé en recordar su nombre pero a cambio el bufo.

— buenos días para usted también, comandante — cruzó sus brazos — tenemos un asunto pendiente abajo, me temo que nuevamente debe elegir el destino de unos cuantos rehenes.

Aquello me erizo la piel, por primera vez no quería ir al calabozo no desde que Anne me confesó lo furiosa que estaba por le cruel destino de algunos pueblerinos.

Trague saliva para notar su semblante serio esperando una respuesta.

— solo déjame arreglarme y bajo contigo en veinte minutos.

Hablé nerviosa para ir directo a mi desordenada habitación donde cerré con seguro la puerta, había olvidado el trata de blancas que había entre reinos y pueblos bajos.

Suspiré mientras ponía mi ropa interior antes de usar mi intimidante armadura, no podía dejar de sentir culpa y no por ellos era por Anne.

— mierda....¿En qué momento pase a ser perrito faldero de una mujer? una sexy e inteligente mujer — dije babeando al recordar cada detalle de sus curvas o como gemía mi nombre, carajo podía sentir mi boxer ajustado más de lo normal.

Una vez arreglada; baje al calabozo mientras detrás mío estaba el matón con esa máscara negra de siempre y yo solo suspiré una vez puse el pie abajo.

— a la mierda ¿Que es ese asqueroso olor? — tape mi nariz al sentir un fétido olor, peor que el mío en la mañana y el de Mugre hace unos minutos.

— me temo que uno de los niños murió y apenas me di cuenta está mañana ¿Quiere que se lo echemos a los caballos o las vacas? — pregunto como si nada y yo solo note las miradas atemorizante de cada persona encerrada.

— mejor dale de comer a cada miserable alma de aquí — solté una carcajada y él de inmediato tomo su hacha— ¡Era sarcasmo idiota!.

Lo detuve para ver el cuerpo sin vida del pequeño, estaba hasta los huesos y definitivamente las moscas hacían de las suyas en aquel cadáver.

— solo entierra lo, ¿Que fue de la madre del muchacho? — pregunté mirando frente a frente al matón.

— sobre eso....esto es incomodo pero la señora está demente, tuvimos que encerrarla aparte y es porque quiere otro bebé — explico con nerviosismo lo cual mire confundida esperando más información.

— ¿Aja?.

— es solo que él problema es.... definitivamente no se si quiera pero es una señora casi anciana a su gusto — temí por la espantosa respuesta.

— ¿Y a mí que?.

— esa señora quiere fornicar con usted y tener un hijo suyo, comandante — explico aclarando su garganta para tomar su hacha con firmeza.

Yo solo me quede pensativa por aquello, quizás si no estuviera enamorada de Anne y fuera una sin vergüenza, solo quizás....podría follarme a esa mujer pero él afirmó que era "vieja".

— oh...

Me quedé pensando y simplemente el fétido olor me saco de mis pensamientos.

— ¡Mierda, saca esa cosa rápido antes de que el castillo apeste a muerto! — me queje.

El grandote suspiro para subir en busca de ayuda mientras que un chasquido de lengua me saco de mis casillas.

— vamos....señorita refinada, nosotros nos hemos comido el olor durante días sin que tú maton nos pusiera atención — se quejo un hombre de cuarenta, mientras estaba encadenado a la pared.

Apreté mi puño para tomar los barrotes con fuerza y mirarlo con mi semblante serio.

— el próximo en apestar a muerto serás tú — lo señale molesta por aquella respuesta, para en cuanto note a mi matón bajar con otros dos sujetos más que estaban igual de enmascarados.

Note como se llevaron el cadáver tapado en una manta.

— tu, ven aquí — señale a mi matón quien se acercó a la celda— quiero que a este sujeto lo saquen sin que Anne se de cuenta, quiero que lo desnuden y lo crucifiquen en el bosque nevado — ordene furiosa— háganlo después de enterrar al mocoso.

Tome mi cien molesta para ver cómo abrían la celda, el sujeto comenzó a gritar en negación para así ser tomado por el cuello.

El dejarlo comer lo había debilitado lo cual me hizo reír; parecía una sabandija luego de tirarle sal y ver cómo se movía con desesperación de un lado a otro en busca de ayuda, después note a las mujeres y otros hombres más mirando con temor.

— ¿¡Ustedes que miran!? si no quieren terminar igual o peor, será mejor que se queden en su celda para ser trasladados a otra aldea más baja — expliqué molesta para subir.

Me senté en mi trono luego de aquel escándalo; tenía una mano posicionada en mi frente por lo estresada que me sentía, a su vez nuevamente el sentimiento de culpa indagó dentro mío.

— ¿Porque me siento así? — hable en voz alta.

— ¿Que cosa, comandante? — hablo Sapin lo cual me erizo la piel pues no esperaba verlo.

— nada, nada...es solo que....¿Cómo es posible que una señora quiera un hijo mío? no sé si sentirme halagada o asqueada — le expliqué pensando en aquello.

— bueno usted sabe que decisión tomar.

— ¿Sabes dónde esta Anne? — pregunté cambiando de tema y él solo aclaro su garganta.

— toque su habitación, estaba cerrada y luego de un rato salió diciendo que saldría más tarde a desayunar con usted, dijo que se sentía mal — explico con amabilidad.

— ¿Se siente mal? mmmh — pensé— trae al doctor del pueblo para que la revise pero de inmediato — ordene mientras me levantaba de mi trono, mirando a lo lejos a mi matón— y dile a la señora María que no se estrese en la cocina.

En cuanto Sapin asintió a mi orden yo bajé nuevamente al calabozo junto con mi matón.

— bien ¿Dónde está la señora loca por mi? — pregunte mientras bajábamos las escaleras.

— por aquí, comandante.

Ambos pasamos por el pasillo donde todos se alejaban de mi lo cual me hizo sonreír en superioridad, finalmente llegamos a una celda apartada donde estaba aquella señora, desnuda a su vez amarrada.

Note que si era mayor pero no tan vieja, definitivamente no era mi gusto. Ella se intentó acercar a nosotros pero las sogas y una que otra cadena no se lo permitía.

— por fin.... comandante y reina del castillo, puedo verla en persona — hablo seductora lo cual me hizo hacer un gesto de disgusto — quiero que mi hijo sea creada por una reina, una autoridad mayor con poder inalcanzable no me importa que sea mujer...solo quiero eso así mi hijo estará de regreso.

— está es...la madre de aquel niño — hablo cortante el más alto.

— carajo si que está loca — la mire alejándome de la cela— lo siento señora pero el único hijo que será un gran orgullo, será el que le haga a mi mujer y futura esposa.

Explico con disgusto notando como está solo se quedaba en silencio para llorar, comenzando a balbucear un nombre el cual supuse era el de su difunto hijo.

— es un caso perdido, sera mejor llevarla al reino del este y que ellos se encarguen.

Ordene para darle la espalda, recibiendo un "si, comandante" como respuesta.

Suspiré cansada para entrar a la cocina donde Maria preparaba algo con huevos y más especias, olía delicioso.

Ambas nos saludamos y pase al comedor donde espere pacientemente a Anne mientras jugaba con los cubiertos. Era divertido hacer que el cuchillo y el tenedor tengan un amor a espaldas de cuchara.

Pov Anne.

No paraba de vomitar y sentir mareos, era incomodo y no entendía porque me sentía tan mal supuse que era algo de la cena de hace días.

Para mí sorpresa no estaba pálida o algo por el estilo, lo cual fue raro.

Finalmente pude salir de mi habitación mucho mejor para bajar a desayunar donde note a Sasha dormir encima de la mesa, cubierta por su capa de piel de animal, mientras que María terminaba de poner la mesa.

— gracias, Maria — agradecí sonriente para mirar a Sasha que roncaba levemente a diferencia de las mañanas donde amanecimos juntas.

Toque su hombro pero no reaccionaba, hasta que me senté para gritar su nombre y de inmediato se levantó.

— mmmh....¿Que? — ella miro a todos lados confundida hasta clavar su mirada en mi y tallando sus ojos bostezando.

— ¿Tienes sueño, Sasha? — alcé mi ceja para degustar mi desayuno mientras ella apenas captaba.

— oh....es solo que tuve que madrugar para entrenar a mi ejército — bostezo para tomar su plato y asi comer con calma, lo cual era nuevo.

Yo sonreí para sentarme a su lado pero en cuanto note el plato con el desayuno, por una extraña razón sentía la sensación de asco de esta mañana, de inmediato salí corriendo al baño para vomitar nuevamente ¿Cuántas veces habré estado en esta situación?, llevo desde la mañana.

Ni siquiera me fijé en la mirada confundida de Sasha hasta que tocó la puerta con preocupación.

— Anne, ¿Te encuentras bien? — pregunto ella confusa pero sin dejar de estar preocupada.

Yo limpie la mancha de vomito en mi boca para aclarar mi garganta pero la sensación de asco no me permitió hablar.

— Anne se que estás enferma y por eso mismo pedí que un doctor te revise, es increíble como el hijo de puta del rey Andrias tenia más privilegios que los demás — explico ella.

— yo estoy bien Sasha, solo debo....

Nuevamente el vomito no me dejó hablar.

Definitivamente tenía un mal presentimiento sobre esto ¿Pero que será?.

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