capitulo 7
La fría noche cubría aquel reino junto con los fríos copos de nieve que caían; pintando de blanco el pueblo donde todos dormían tranquilos sin saber el batallón que habra en unos meses.
Mientras que dentro del cómodo castillo; una rubia se bañaba con rapidez y nerviosismo pues está noche era la más especial para ella. Finalmente la castaña acepto cenar con ella luego de uno que otro rechazo, la rubia de larga y despeinada cabellera no tenía su mente en paz.
— sigo sin saber cómo tratarla como si fuera una princesa sin que ella lo sea — pregunto al mayor de barba canosa, mientras tallaba sus axilas con un estropajo.
— se amable, dile que es linda y dale el ramo de flores que pediste — respondió con simpleza mientras se recargaba en el marco de la puerta.
— ¡No es suficiente, Mugre! — está empezó a tallar su espalda para finalmente sumergirse en la tina.
— jajajaja, es la primera vez que te veo así por una mujer y vaya mujer que escogiste, pensé que la odiabas pero veo que babeas por ella — se burló el mayor mirando a la rubia enjabonar su cuerpo con rapidez, llenando la tina de espuma.
— muy gracioso — río con sarcasmo.
— parece que por fin te pusieron correa y ahora ya no vas a ladrar a ninguna otra mujer — hablo, mirando sus largas y sucias uñas.
La rubia gruño para finalmente salir de la bañera con su cabello mojado cubriendo su rostro, se agito como un perro recién bañado, mojando aquel baño.
— vamos deja de decir idioteces, solo es una cena no es nada del otro mundo — la rubia se miro al espejo, mirando cada detalle suyo para empezar a lavar sus dientes.
— sabes, usa la cuchilla y eso va a quedar reluciente — el mayor dejo una cuchilla de afeitar al lado suyo.
Sasha miro su entrepierna desnuda y se cubrió con las manos avergonzada.
— ¡Basta! — gruñó está para arrebatarle la toalla a Mugre.
El mayor soltó una carcajada para abrir la puerta en cuanto la rubia su cubrió con la toalla.
— te veo en tu habitación, para ayudarte con la ropa.
Este salió y la rubia bufo avergonzada pues era su primera vez en mucho tiempo que tenía algo más formal con una mujer, ella siempre era casual y iba muy directo al grano para después abandonar a sus acompañantes nocturnas incluso dejando a algunas con ilusiones y su corazón al aire, luego de pasar una noche de coqueteos que terminaban en la cama de la rubia, pero está vez era diferente. La rubia estaba ansiosa por cenar con la castaña y por primera vez en mucho tiempo, está la ponía nerviosa algo muy diferente y raro para Sasha.
En cuanto la rubia entro a su habitación miro dos prendas de ropa colgados, un traje azul marino muy elegante de la época, Sasha hizo una mueca pues no era tan fanática de lo formal.
— ni siquiera es mi boda Mugre — gruñó está con la bata puesta.
— vamos, es lo único que encontré en toda la ropa vieja del Rey Andrias.
Sasha bufo y miro su segunda opción, un pantalón color café oscuro casual pero formal al mismo tiempo, junto una camisa blanca de manga larga, un conjunto muy de la época.
— tampoco soy una pueblerina de segunda — se volvió a quejar pero en cuanto vio mejor las prendas, optó por la segunda opción.
Mugre rodó los ojos, si así era para una cena no se imaginaba el día de su boda.
En cuanto la rubia se arregló, notando que parte de su clavícula y pecho trabajado sobresalía, está sonrió.
— nada mal comandante Sasha, ahora falta el cabello.
Mugre arreglo de manera extravagante y ridícula la larga cabellera, Sasha gruño en señal de desaprobación y finalmente optó por su cabello suelto a la vez despeinado.
— ¡Es suficiente de ridiculeces! — alzo la voz para aclarar su garganta — pienso que....estoy lista.
— espera un momento — la detuvo en la entrada de la puerta su fiel amigo para acomodar una flor en su pecho — mucho mejor, dejaras a esa Boonchuy con ganas de que le des y estará babeando por ti.
La rubia sonrió y luego río.
— solo es una flor.
— no, me refiero a ti idiota ahora ve a esa cena y....¡Cuida tu temperamento! — le gritó para luego subir su pulgar en aprobación — suerte Sasha.
La rubia sonrío para suspirar con nervios, pues por primera vez en mucho tiempo tendría una cena formal.
En cambio la castaña terminaba de ponerse un corset negro con ayuda de la sirvienta de aquel castillo; está se miro al espejo para terminar de ponerse un labial rojo vino del cual le quedaba a la perfección, admiraba su ropa, una camisa de manga larga de la época junto con aquel corset, más aparte una hermosa falda color negra que le llegaba a las rodillas.
La mayor sonrió mientras la apreciaba desde el espejo de aquel tocador a su vez ayudaba a arreglar su cabello.
— se ve hermosa, señorita Anne — sonrió amable mientras dejaba un listón rojo atado al cabello rizado de esta.
— gracias, Maria — sus mejillas se pusieron color carmesí mientras terminaba de arreglar un poco su leve maquillaje.
Finalmente está se levantó, mirándose al espejo de cuerpo completo apreciando aquel casual pero formal vestuario.
Anne sonrió y soltó un suspiro para calmar sus notorios nervios.
— estoy lista, Maria — sonrió mirando a la cocinera y ayudante— gracias.
— no agradezcas, luces hermosa querida estoy segura que le gustaras a la señorita Waybrigth — le regreso la sonrisa a la morena— es lindo ver que alguien por fin logra sacar el lado humano y amoroso de la comandante.
Anne se sonrojo por aquello pues tanto era ese cambio que todos en el castillo lo notaban en aquella rubia de carácter fuerte, la cabeza de arbusto no se lo creía aún y más al empezar a indagar que sentía por Sasha.
Ya en los pasillos cerca de las escaleras ambas chicas se miraron fijamente apreciando la belleza de ambas, Anne se sonrojo e impresionó al ver más formal y arreglada a aquella salvaje rubia. Sasha no evito sonreír fascinada por el hermoso conjunto de la morena, simplemente hermosa a sus ojos y vaya que Anne era la chica más linda que Sasha a conocido en su vida.
Sasha ofreció su mano la cual fue tomada por la castaña; ambas bajaron las escaleras hasta el enorme salón bien decorado.
— ¿Me concedes este baile, linda? — hizo una reverencia ante la bellísima mujer frente suyo.
Anne sonrió con aquel notorio sonrojo en sus mejillas y con gusto tomo la firme mano de la contraria.
La rubia dio la señal al pianista personal del difunto Rey Andrias, el cual comenzó a tocar una suave melodía, Anne demostraba confianza en aquella pieza de baile mientras que Sasha de manera torpe movía sus piernas para seguir el lento pero hermoso ritmo de su pareja.
— ¿No sueles bailar? — soltó una leve risa para sonreír mientras tomaba la mano de Sasha y su otra mano sobrante reposaba en el hombro de esta.
— lo siento, no me acostumbro a esta clase de cosas — chasqueo su lengua con cierta vergüenza pero sintió como la morena la apegaba a ella.
— solo sígueme y déjate llevar — le guiño el ojo para continuar aquella dulce danza entre ambas.
Mientras Sapin admiraba al lado del gran piano que producía tal melodía, a su par Mugre que de brazos cruzados sonreía con orgullo al ver a Sasha.
— por fin doman a la bestia — limpio una leve lágrima de su ojo el de barba canosa.
— y pensar que ninguna quería verse a la cara, ahora se ven lindas juntas — sonrió el más bajo mirando con confusión a su jefe — ¿Señor?.
Aquel hombre robusto pero bajo lloraba levemente al ver aquella escena romántica.
— perdón es solo que.....¿¡Un hombre no puede llorar!? — recapacito para continuar viendo el baile.
Finalmente después de aquel baile entre ambas chicas, Sasha beso dulcemente a Anne quien correspondió gustosa.
Eran solo ellas en aquella habitación, aquel baile del cual paso de ser torpe a uno sincronizado y complementario para ambas; Anne tomaba por los hombros a Sasha mientras juntaban sus frentes.
— deberíamos bailar más seguido para que me enseñes mejores pasos — sonrió pícaramente la rubia recibiendo una risita por parte de la castaña.
— sabes que si, Sashi — nuevamente juntaron sus labios.
Ambas caminaron directo al comedor que está vez solo tenía los platillos principales; no todo un banquete como la última vez que terminó mal. Sasha movió la silla para que Anne tomara asiento gustosa.
La castaña no pudo evitar apreciar mejor su entorno; un enorme candelabro iluminaba aquel salón a su vez un florero decoraba el medio de la larga mesa, una frente a la otra, una vez que los platillos estaban listos la rubia fue la primera en comer sin esperar a la castaña que se preparaba con una servilleta para no manchar sus ropas.
La rubia tomo el trozo de pierna grande, no era ni pavo ni pollo, una carne más suave tomando la con sus dos manos aquella pierna enorme, con su mano apenas detenía el hueso y con la otra tomaba la otra parte de la carne para devorar con desesperación. Manchando sus manos y rostro en el trayecto.
Anne la miraba con asombro y en cuanto el lado de Sasha terminaba manchado por el exquisito caldo que mojaba la fina carne, la rubia noto la mirada avellana encima de ella lo cual la sonrojo avergonzada y se detuvo para tomar la servilleta a su lado.
Limpio sus manos y boca mientras Anne soltó una leve risa.
— está deliciosa la sopa — está tomo el platillo para beber de este, sin hacer ningún ruido, la rubia captó aquello e hizo lo mismo.
Sasha dejo el platillo en la mesa y se limpio nuevamente, tenía miedo de ser repulsiva frente a la castaña pero todo lo contrario, lo cual fue algo nuevo para ella. Finalmente la cena termino y Sasha salió del baño luego de secarse las manos, notando a la castaña en el balcón bien arreglado, está se encontraba sentada y recargada en el pilar mientras admiraba el cielo nocturno.
La mayor sonrió sonrojada por verla tan hermosa bajo la luz de la luna; se notaba pensante hasta que su silencio se rompió al escuchar los pasos sutiles de la rubia.
— el cielo está más estrellado que nunca — hablo suavemente para sentarse al lado de la castaña y tomar su mano con suavidad— la luna está llena apesar del frío.
Anne sonrió al verla y acaricio por encima la mano mas grande.
— a sido la noche más linda de mi vida, Sashi — sonrió gustosa la de tez morena mientras la rubia tomaba su mejilla y acariciaba está.
— es bueno saber que disfrutaste de la velada tanto como yo — beso con suavidad los labios de esta quien gustosa correspondió.
Ambas miraron sentadas aquel paisaje del bosque nevado mientras la luna entre las nubes continua resplandeciente, un paisaje hermoso a ojos de ambas chicas.
La rubia noto como el semblante tranquilo y la satisfactoria sonrisa de la castaña desapareció para agachar su mirada, Sasha tomo su mentó con su dedo pulgar levantando su rostro para mirarse fijamente a los ojos.
— ¿Que tienes, Anne? — pregunto amablemente y con notoria preocupación por su "amada".
— es solo que...no dejo de pensar en mis padres — hablo con la voz algo débil, alarmando a la más alta.
— oh, Anne....— está tomo ambas manos— te prometo que están bien yo misma me encargue de que no les toquen ningún pelo a ellos, me temo que es lo único que puedo hacer por el momento.
Abrazo a la castaña quién reposo su cabeza en su pecho.
Ambas sintiendo el calor mutuo a través de aquel cómodo abrazo, ninguna quería separarse pues sus corazones latían al ritmo de la otra. Anne inhaló sintiendo el dulce aroma a la colonia de Sasha, un olor nuevo y exquisito el cual no quería dejar de oler y mucho menos separarse de aquella rubia.
— ¿Cuando podré verlos? — pregunto.
— por el momento...pienso que es mejor esperar pero en cuanto se de la oportunidad de que puedas verlos, te dejare libre.
Aquello le dolía a la rubia pero sabía el dolor de su chica; la ama tanto que detestaba verla mal y si el verla feliz era dejarla regresar a su hogar, lo hará.
Por primera vez Sasha había pensado con más razonamiento y no con su egocentrismo.
— veo que todos están muy atareados ¿Siempre es así? — la castaña miro una parte del campo de batalla cerca del castillo.
— me temo que....— la rubia suspiro mientras tomaba las manos de la castaña — el reino sur, nos declaro la guerra y estamos alistando nos porque no sabemos cuándo vengan.
Finalmente hablo sobre la guerra y la morena solo la miro confundida para soltar sus manos, levantándose del lugar mirando un punto fijo a su vez procesaba aquella información.
— ¿Cómo?....¿Cómo que estamos en guerra? — la miro seriamente, rompiendo el ambiente romántico.
Sasha se levantó aclarando su garganta.
— la hija de las reinas, Marcy Wu mando una carta donde nos declaro la guerra luego de que parte de mi ejército de vikingos te capturaran a ti y a mas pueblerinos — hablo seriamente, tenía miedo de perder el pequeño avance que logro con la castaña pero ante todo Sasha debía ser firme.
Anne seguía confundida para luego votar lágrimas.
— ¿Por eso no puedo regresar con mis padres?.
— me temo que por el momento no Anne, hago esto para proteger te y porque es lo mejor hasta que las aguas se calmen — explico para tomar la mano de esta— no quiero que esto empeore y mucho menos esperaba una guerra tan repentina.
— ¿En qué estaba pensando.... Marcy? — hablo para si misma mientras miraba al horizonte.
— ¿Conoces a la hija de las reinas del sur? — pregunto está ocultando sus celos a su vez luchaba por mantener la calma.
— si, es mi amiga de la infancia pero....ella no está a favor de la guerra ¿Porque ella haría esto? — se abrazo a si misma para después sentir los fuertes brazos de la rubia rodear su cintura.
— yo lamento que esto sea así pero no puedo detenerlo — explico.
Anne se volteo aún estando entre sus brazos; se detuvo un momento para admirar el rostro de la rubia, esperaba una guerra por parte de ella no de la azabache y aquello la decepcionó.
Acaricio el rostro con cicatrices de esta para sin pensar en aquella trágica información, beso los labios de la más alta quién abrió sus ojos de manera inesperada por aquel beso.
Tomo la cintura de está y la apego más a su cuerpo para pasar de un beso suave a uno más intenso; la castaña rodeo sus brazos al rededor de los hombros de esta, disfrutando de aquel beso lujurioso.
Ambas se separaron por falta de aire para verse fijamente a los ojos.
Se decían todo con aquellas miradas, para entrar al salón y subir las escaleras hasta llegar a la habitación de la morena.
Donde, en cuanto pusieron un pie en la cama bien tendida, sus besos se volvían más necesitados y apasionados pues ambas se necesitaban la una a la otra; la rubia se separó de aquel fugaz beso para quitar el corset de la castaña, el cual dejaba sobre salir su busto, mientras está volvía a tomar de las mejillas a la más alta para continuar aquel beso desesperado y lujurioso.
Sasha comenzó a desabotonar la camisa de la menor para dejar descubierto su brasier de encaje; admiro la hermosa y sensual morena que tenía frente suyo mordiendo levemente su labio inferior, para comenzar a quitarle la falda dejándola en su ropa interior que hacía conjunto con su brasier.
De un momento a otro, volvían a estar encima de la otra donde la castaña no se quedó atrás y empezó a quitar la camisa de la rubia notando su pecho desnudo al descubierto, aprecio aquel torso tonificado y musculoso a su vez cada cicatriz en este, acariciando el firme y marcado abdomen de aquella sensual rubia.
Anne mordió su labio levemente para acercarse y morder gentilmente el cuello de Sasha quien gruño para así quitar la camisa desabotonada de la morena.
El momento romántico y lujurioso se había quedado a medias cuando en pleno beso la rubia se separó para mirar a los ojos a la castaña.
— ¿Segura que quieres continuar? — pregunto con la voz entre cortada a causa de la respiración agitada para sentir las suaves manos de Anne en su rostro.
— idiota, estoy debajo tuyo semi desnuda ¿Y aún preguntas eso?, claro que quiero continuar, quiero que me hagas tuya que tú seas mi primera vez — acercó a la más alta para volver a besarla con pasión.
Por último quitó el brasier de manera lenta para apreciar los pechos de la morena; no eran ni muy grandes pero tampoco muy pequeños, simplemente perfectos a la vista de Sasha, tenía a la mujer más bella en su cama y eso la excitaba, empezó a besar y lamber los pechos de esta.
Succionaba con desesperación un pecho provocando gemidos de dolor en Anne que la tomo del rostro como si de un perro faldero se tratase.
— más despacio, son sensibles y duele mucho — detuvo el rostro desesperado de Sasha que solo la miraba a los ojos, esperando órdenes — tenemos toda la noche para nosotras, Sashi.
Volvió a dejar que la rubia hiciera de las suyas pero con un ritmo más lento y suave, pasando su lengua desde la parte baja del seno hasta el pezón para mover su lengua de manera lenta al rededor de este.
Los gemidos ahogados de Anne hacían presencia mientras empujaba más el rostro de Sasha a su pecho.
Finalmente lo dejo para volver a besarla, bajando aquellos besos apasionados hasta su cuello el cual no dudo en dejar marcas de mordidas mientras la menor gemía en el oído de esta.
Anne paso su mano por el abultado pantalón de la más alta el cual no dudo en acariciar y apretar suavemente este, provocando leves gruñidos y jadeos en la rubia.
Anne desabrochó aquel pantalón para bajarlo dejando ver la erección de Sasha bajo su ropa interior.
Sasha quitó la última prenda de Anne, apreciando su zona íntima al descubierto notando el leve vello crecido que adornaba la húmeda vagina de Anne, acaricio está con sus dedos provocando gemidos en la castaña quién apretó levemente su fuerte hombro.
Sasha se separó para justo ser detenida antes de bajar su última prenda puesta.
— quiero verlo yo misma — hablo coqueta la castaña, bajando aquella prenda para finalmente mirar detalladamente aquel miembro viril — mierda, si que eres grande Sasha~.
Tomo el pedazo de Sasha en sus manos, quién jadeo por aquel contacto; Anne empezó a masturbar lentamente a la rubia, mirando lo grueso y largo que era aquel miembro.
Paso su lengua lentamente desde las bolas hasta la cabeza, donde chupo levemente, Sasha la tomo del cabello pues estaba ansiosa por entrar en la boca de esta pero Anne la detenía, le enseñaba a no ser tan "animal".
— aún tenemos toda la noche por delante Sasha~ — continúo las caricias mientras disfrutaba de los sonidos excitantes que provenían de la rubia.
— mierda Anne....me quieres enloquecer~ — apretó el cabello de esta, moviendo su cabeza para atrás a causa de la excitación.
La castaña sonrió burlesca para meter la punta del miembro; luchando por meterlo más profundo pero el grosor no se lo permitía hasta el momento.
Aquellas caricias que comenzaron inexpertas a unas más fluidas, Anne chupaba de arriba a abajo aquel miembro viril mientras la rubia solo gruñía y jalaba el cabello rizado de esta.
Hasta que después de un rato la castaña se separó notando el hilo de saliva y fluidos que conectaban el pedazo de carne a su boca.
Ambas volvieron a besarse para caer una encima de la otra; Sasha tomo su polla la cual froto lentamente contra la vagina de Anne, dando paso a empezar a penetrarla lentamente.
La morena gimió para abrazar a la rubia y encajar sus uñas en la ancha, marcada espalda de esta; Sasha gruño al sentir aquellas paredes vaginales apretar su miembro.
— v-ve despacio....por favor~ — suplico con su respiración agitada para sentir una mordida de la rubia en su cuello.
Sasha empezó a mover sus caderas de manera lenta, metiendo y sacando lentamente los primeros centímetros de su miembro dentro de Anne, para una vez que el dolor se volvió placer, comenzó las embestidas suaves metiendo la mitad de su eje.
La castaña apretaba y rasguñaba la espalda de esta mientras sus pieles comenzaban a chocar.
— más rápido~ — mordió la oreja de esta una vez que dejó de sentir dolor.
La rubia gruño para tomar su cadera con algo de fuerza comenzando a aumentar la velocidad de a poco, hasta finalmente sentir a Anne rebotar debajo suyo a su vez la cama comenzaba a rechinar a causa de los movimientos bruscos.
Anne se aferraba tanto a la espalda de Sasha, como la rubia a su cadera, las embestidas eran rápidas pasando a ser bruscas demostrando el salvajismo de aquella fuerte mujer.
— Anne~ — gruño en el oído de esta— estás apretada.
La castaña beso con desesperación a la rubia quién no paraba de embestir bruscamente a la morena, hasta después de un rato cambiar de posición.
La castaña tenía su trasero alzado mientras la rubia metía tres dedos en la húmeda vagina de esta, para acomodar su miembro y meterlo lentamente dentro suyo.
Comenzando a moverse lentamente mientras apretaba y golpeaba el trasero de la morena; aumento el ritmo a uno más brusco penetrando de manera más profunda a la castaña quién gemía el nombre de aquella mujer.
Anne apretaba las sábanas y mordía la almohada con fuerza pero no podía evitar soltar sus gemidos a causa de la excitación.
Los minutos pasaban.
La habitación estaba acalorada a causa de los gemidos, el choqué de piel con piel y la cama que rechinaba mientras Sasha tomaba con fuerza el cabello de Anne penetrando de forma brusca a la de cabellera rizada.
— mierda Anne....me voy a venir~ — gruño al sentir su clímax mientras que la castaña movía sus caderas de manera sensual.
Finalmente ambas llegaron al clímax para caer rendidas en la cama, hasta que la castaña se acomodo encima de la rubia.
— no sabía que fueras tan buena en esto~ — jugo con su dedo, dibujando cosas sin sentido en el pecho de la rubia.
— tenía ganas de hacerte mía desde que te puse el ojo — nalgueo a esta para morder su cuello dejando un chupetón notorio, provocando un gemido de dolor en la castaña — así todos sabrán que me perteneces.
Anne sonrió para besar el cuello de Sasha; regresando le aquel favor dejando un camino de mordidas hasta su hombro, marcando un leve chupetón.
— así ninguna mujerzuela te echara el ojo porque tú eres mía.
Hablo seductora para frotar su cadera, rozando su vagina con el pene de la rubia sintiendo como este se ponía erecto lentamente; la rubia la tomo de las caderas para rasguñar levemente estás.
— pero mira lo que logro hacer contigo, ¿Con un simple roce te pones así? — se burló para sentir como la rubia la penetró de una embestida.
Grito de dolor al sentir todo el miembro dentro suyo, soltando un par de lágrimas mientras rasguñaba el pecho de la más alta que gruñía a su vez una sonrisa se formaba en su rostro.
Ambas comenzaron a mover sus caderas de forma lenta pero brusca por parte de Sasha; Anne tomaba las piernas de la rubia para sentir el grosor de su miembro dentro suyo.
Mientras la habitación estaba llena de sonidos obscenos, debajo de la habitación se encontraba Mugre platicando con la cocinera Maria.
— ¿Que tanto crees que hagan esas dos? es decir, se notó su conexión mutua y atracción pensé que saldría mal o algo pero no — hablaba Mugre mientras seguía a la cocinera que lavaba los platos sucios de la cena.
— ya te explique Mugre, Anne se está enamorando de la comandante Sasha y tú me acabas de decir lo mismo por parte de ella, ahora...si viste subir las escaleras a ambas ¿Que se te ocurre que estén haciendo? — dejo los platos ya lavados en un escurridor reluciente mientras ponía sus manos en su cadera mirando al mayor.
Mugre parpadeo un par de veces para después soltar una carcajada por apenas captar lo sucedido.
— ¡pero si claro! ¿Cómo soy tan idiota?, ambas están follando — soltó una risa para recibir una cara de "¿Es, en serio?" Por parte de la cocinera.
— a veces no te entiendo Mugre.
Mientras en los pasillos cerca de la habitación, el joven sirviente de la rubia pasaba al lado de la habitación de la morena, aclarando su garganta se dispuso a tocar la puerta.
— señorita Anne ¿Cómo le fue en su cena? — hablo a la puerta para volver a tocar— señorita Anne, ¿Puedo pasar?.
Este espero pacientemente hasta que escucho los ruidos de la cama moverse lo cual le fue raro, acercó su oreja para de repente ser asustado por la voz autoritaria del mayor.
— ¡Sapin, ve con la cocinera y deja en paz a la señoritas en su cita! — alzó la voz Mugre mientras se cruzaba de brazos, señalando detrás suyo.
— lo siento jefe pero....¿Porque suena como si movieran un mueve? — pregunto inocente el más bajo lo cual hizo reír de nervios al mayor.
— emm...eso no te incumbe y tampoco a mi.
Ambos bajaron las escaleras mientras Mugre le asustaba la inocencia de aquel muchacho joven adulto.
En la habitación.
Anne gemía el nombre de la más alta mientras azotaba las nalgas de esta, a su vez era penetrada de manera brusca.
— me voy a correr Sash~ — gimió la morena para sentir el fuerte agarre en su cuello sintiendo la húmeda lengua de la rubia pasar por este.
— carajo....puedo hacer esto toda la maldita noche~.
Bajo la velocidad de sus embestidas para meter toda su polla, hasta finalmente en un gemido por parte de ambas correrse.
Se separaron para acostarse en la cama; la rubia se dejó caer encima de la castaña sin poner todo su peso encima.
La chica de tez morena sintió el brazo de la rubia en su cintura para quedar abrazadas, el aliento caliente de Sasha le provocaba un escalofrío pero se sentía segura estando con ella.
— gracias por darme la mejor noche de mi vida, Sasha — hablo con satisfacción Anne para recostarse mejor en el cuerpo de la más alta.
— ¿en serio te gustó la noche? — pregunto recuperando el aliento y después sentir los húmedos labios ajenos contra los suyos.
— por supuesto que sí, solo espero que se repita nuevamente.
En cuanto Anne cayó dormida, Sasha sonrió de manera honesta sintiendo ese nuevo sentimiento en su pecho, acaricio los rizos de la menor para dejar un beso en la frente de esta y cubrirse con las cobijas.
— descansa Boonchuy.
Así ambas quedaron dormidas entre las sábanas desordenadas y las cobijas.
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