capitulo 27
La semana transcurrió más tranquila y justo faltaba poco para que mis padres llegarán al reino; Marcy cumplió con sus palabras y de verdad que su apoyo a sido de gran ayuda.
Yo miraba el pueblo desde la ventana de mi habitación la cual comence a compartir con Marcy; ella siempre se procuraba estar pendiente de mi y si que lo hacía, cada noche tenía recuerdos de Sasha y siempre procuraba aferrarme a Marcy para no volver a estar peor. La perdida de Sasha me puso mal, pero ignorando eso.
Había algo que me inquietaba y eran las madres de Marcy pero como siempre ella decía algo que me hacía tranquilizarme, ahora tomaba un té de manzanilla con miel para relajarme y funcionaba. Apreciaba los copos de nieve caer hasta que note algo inusual entre tanta nieve.
— ¿cómo va tu mañana, mi amor? — sentí el brazo de Marcy rodear mi cintura y besar de manera tierna mis labios. No tome importancia el beso y simplemente me deje llevar como lo he intentado hacer toda la semana.
— curiosamente, bien más tranquila — ignore su mirada coqueta y me concentre en disfrutar el sabor del dulce té.
— eso es bueno ¿quieres bajar a desayunar? — me preguntó tomando mi vientre.
Yo solo sonreí y tome sus manos para verla fijamente, plantando un beso en su mejilla.
— me encantaría desayunar contigo.
Ella sonrió y para cuando bajamos al comedor ella me ayudó en todo momento hasta para sentarme en la elegante mesa. Muchas cosas habían cambiado desde aquella noche y ya no me molestaba en nombrar los detalles, o yo y mi bebé estaríamos en peligro.
Vaya tema ¿No?.
Desearía que Sasha este aquí pero debía empezar a olvidarme de ella, incluso su capa la guarde en el armario con tal de estar mejor pero, no podía, cada noche la sacaba y dormía abrazada de esa capa la cual ya no quedaba nada del dulce olor de Sasha.
En cuanto baje a desayunar con Marcy sentí el frío más fuerte; me aferré a la capa rojo vino la cual encontré en mi armario. Sople mis manos para calentarlas.
— ¿quieres que cierre la ventana? — me preguntó dejando su taza de café a un lado y dedicarme una dulce sonrisa.
— por favor.
Ella se levantó y cerro dicha ventana para detenerse y plantar un beso en mis labios; nuevamente tomo asiento y continuamos con el desayuno.
— hace más frío de lo normal o soy solo yo — tome un bocado de los huevos fritos junto con un sorbo de mi jugo.
— hace más frío, son las últimas tormentas del mes y si no hago mal mis cálculos, nuestra boda será en comienzos de primavera justo cuando las flores comienzan a florecer — ella sonrió nuevamente y volvió su vista al periódico para beber más café.
Ella había terminado antes su desayuno y yo iba por un tercer plato a causa de los antojos. Si estuviera Sasha, sería competencia de quién comía más.
Aquella imagen de Sasha comer como un animal hambriento me dio gracia hasta que la mirada confusa de Marcy me hizo caer a la realidad, termine de tomar mi jugo y para un rato después. Ambas nos levantamos de la mesa y una sirvienta comenzó a limpiar la mesa.
— estaré en mi salón de estudio, si necesitas algo solo dime ¿Si? — Marcy tomo mi mano y me miró fijamente, lo cual me hizo sonrojar.
— claro y gracias.
Bese su mejilla y cada una fue a una dirección contraria; durante mi caminata entre los pasillos note la habitación de Sasha lo cual captó mi atención, nunca llegue a pasar por este lado del castillo y era el más oscuro a mi parecer, entre notando que la puerta estaba entre abierta.
Estaba todo oscuro y apenas era visible la luz, cuándo me asegure de tomar las cortinas las cuales estaban rotas no dude en abrirlas un poco. La habitación era un caos, demasiadas cosas rotas y un cuadro de Sasha el cual estaba rasgado por el filo de una espada, llamo mi atención.
No evite soltar un par de lágrimas al ver aquella pintura de Sasha; note que el balcón estaba cerrado y simplemente me acerque a ver desde la ventana. Era una hermosa vista hasta que note algo inusual aparte de la nieve caer más brusco.
— ¿Y eso? — pregunte para mí, me acerque a la ventana posicionando mis manos al rededor de mi vista para ver mejor, note algo moverse — ¿Mugre?.....
Pregunté, pues la última vez él estaba prisionero muriendo en el frío donde los guardias reales del Sur, lo vigilaban de vez en cuando.
— ¡Mugre!.
De inmediato salí de la habitación y baje con calma las escaleras pues no quería morir de una manera cliché.
En cuanto salí del castillo me escondí entre los pilares asegurando me que no hubiera guardias, en cuanto tenía todo despejado me acerque a aquellas rejas.
Note que la nieve cubría el techo de este y al acercarme, estaba él dándome la espalda.
— ¿Mugre? — cubrí mi rostro para no sentir el viento directo en mi cara.
De inmediato él volteo, lo noté muy mal, estaba más delgado y demasiado pálido incluso su barba creció con más canas, como si el frío y la hambre hubieran hecho una apuesta de quién mata primero a Mugre.
— dios mío....— fue lo último que dije al verlo tan decaído.
— ¿Boonchuy?....¿Anne Boonchuy? — pregunto tomando los barrotes con lentitud, se notaba que en este mes se encontraba muy débil.
— necesito sacarte de aquí y darte algo de comer — intente abrir la puerta pero había candado lo cual me hizo rodar los ojos en desesperación— no se cómo pero te sacaré de aquí.
— no, no debes estar aquí será mejor que te vayas antes de que los guardias te vean — hablo con desesperación y cierta tristeza.
— para nada — mire a mi lado notando que a lo lejos había dos guardias caminando en nuestra dirección — voy a buscar una forma de que estés adentro del castillo, pero por favor Mugre aguanta un poco más.
Él soltó una leve carcajada.
— siempre e aguantado los momentos más difíciles de mi vida, no te apures niña ahora vete antes de que nos corten las extremidades.
En cuanto los guardias de Marcy estaban cerca, agache la mirada podía irme pero decidí enfrentar a aquellos hombres bien vestidos.
— señorita no puede estar cerca del prisionero — hablo serio uno de ellos, ambos dejaron de reír y charlar para mantener su postura sería.
— yo no ordene que lo dejen prisionero, él debe ser un sirviente como los demás — hable con autoridad, siguiendo "el juego" que Marcy había comenzado.
Ambos se miraron entre si y yo hice mi mayor esfuerzo en verlos de una manera sería.
— disculpe pero las órdenes de la señorita Marcy fueron....
Yo lo interrumpí soltando un risa engreída.
— por favor, yo le di una orden diferente y hace lo que quiera, está mujer me trae loca — continúe el juego— si no veo a este hombre como un sirviente más en mi castillo, a ustedes dos los mando a ser comida de osos.
Cerré mis ojos y trague saliva rezando que aquel teatro se lo comieran y asi fue, de inmediato ambos abrieron la jaula de Mugre donde note como él salió con cierta inseguridad.
— yo misma lo llevaré a cambiarse, ustedes ya hicieron de todo menos su trabajo — alce la voz a su vez tome del brazo a Mugre para que no terminará en el suelo.
— ¡Si señorita, lo sentimos! — dijeron al unísono.
De inmediato comencé a encaminar a Mugre directo al castillo.
— que carácter.
— por algo la señorita Marcy la quiere de esposa, son tal para cual — rueda los ojos.
En cuanto entramos senté a Mugre en el comedor y note que se encontraba muy pálido a la vez herido, mandé a María a hacer un delicioso estofado para él.
— gracias Anne — hablo entrecortado.
— todo por ayudar a un amigo — sonreí para comenzar a ir directo al baño. Olía terrible pero no lo culpo, estuvo encerrado por un buen tiempo.
— ahora te metí en problemas, lo siento mucho de verdad no debías...
— tranquilo yo hablaré con Marcy después, mientras date un baño con agua caliente y baja a comer ¿Si?.
En cuanto los dos fuimos al baño, prepare la tina para él y de inmediato traje un cambio de ropa junto una capa más calientita.
— aquí tienes — deje las prendas en el lava manos.
De inmediato él poso su mirada en mi.
— tanto tiempo estuve en el frío ¿que ahora esperas un bebé de esa idiota? — pregunto y yo solo me sonroje de la vergüenza.
— no, es de Sasha — confesé y él abrió su ojo bueno de par en par.
— impresionante ¿dónde está ella? falte que esté en el calabozo.
Él soltó una risa y yo agache mi mirada, nuevamente recordar aquello me dolía pero no podía estar deprimida por eso. En cuanto Mugre noto mi tristeza, él me miró más serio y preocupado.
— ¿que pasa chica? vamos, Sasha no es tan idiota para dejar a una chica embarazada.
En cuanto dijo aquello recordé la confesión de María y su hermana, tenía algo que preguntarle a Mugre.
— es solo que...— de nuevo ese nudo en la garganta que no me dejaba explicar con exactitud lo que sentía, era difícil tener que explicarle a Mugre— Sasha murió.
De inmediato él agachó la mirada apenas analizando aquello.
— Marcy ganó y la mato justo cuando ella intento detener la guerra, no quería matar o lastimar de manera grave a Marcy pero....
Trague saliva y de nuevo las lágrimas salían de mis ojos, estaba llorando una vez más por ella y eso me quebraba. Me hacía sentir vulnerable y de inmediato sentí el abrazo de Mugre.
Me aferré a él y llore en su hombro, solté aquello que aún me dolia y que quizás solo quizás, estaba reprimiendo. Debía aceptarlo por más que intente buscar cosas buenas en Marcy, mi corazón se aferró a Sasha.
— ¡Ella murió por culpa de Marcy! — grite continuando aquel llanto. Esperaba alguna respuesta de Mugre pero solo escuchaba y me abrazaba.
Supongo que él también necesita un abrazo y apoyo moral después de saber aquella noticia.
— Anne....— sentí como mi hombro se humedecía. Estaba llorando.
Después de aquello él se separó de mi y suspiro. Le di espacio y salí del baño para cuándo voltee note a Marcy enfrente de mi.
— ¿Porque dejaste que el prisionero este en el castillo? — pregunto de golpe y yo solo la mire sería.
— porque decidí que sea mi sirviente personal — no se me ocurrió una mejor idea. Ahora estaba enfrentando a Marcy.
— ¿disculpa? yo no confío en él, es un bárbaro.
— estaba muriendo además él es como el padre de Sasha ¿no crees que merece saber que paso con ella?, por dios Marcy, apenas se enteró de su muerte.
A este punto estaba disgustada y no me importaba ser lastimada por ella. Sentía que Sasha era menos brusca que Marcy y eso no tiene algún sentido para mí, hasta ahora.
— no es mi problema y mucho menos tuyo, ahora ve a tu habitación — ordenó.
— no eres mi madre y mucho menos nadie como para ordenarme que hacer, seré tu futura mujer pero eso no significa que me trates de esa forma, ni siquiera Sasha me trataba así.
Me cruce de brazos dejando a Marcy boquiabierta. Comencé a bajar las escaleras directo al comedor donde platicaré con Mugre, al final de cuentas era como el padre que Sasha jamás tuvo y tenía mucho por preguntarle.
Después de aquella "discusión"; note a Mugre sentarse al lado mío y de inmediato comenzó a probar el estofado, tomo algo de baguette y lo comenzó a comer. Tomaba de su vaso con agua de vez en cuando y asi sucesivamente, yo tome el diario de Andrias y suspiré.
— Mugre....¿cómo te sientes? — pregunté tratando de romper el hielo y él solo mantenía su mirada al plato.
— ¿cómo se supone que debería sentirme niña?, la chica que considere mi hija está....muerta y la verdad yo nunca pensé que ese momento pasará tan rápido — explico tomando el cubierto tan fino— la verdad es demasiada información para mí y más al saber tu embarazo ¿Cómo es que tú y esa chica que actúa peor que Sasha, están casadas?. Simplemente es mucho para mí en un día.
Yo tomé de mi taza de té y suspiré.
— lamento que sea así, yo tampoco se que sentir con todo esto y me siento asfixiada — posee mis manos en mi cabeza, tome mi cabello con leve fuerza — no se ni como sentirme respecto a mi boda con Marcy y yo...solo quería hablar contigo.
Él limpio su boca con la servilleta y suspiro, tomo la botella de vino que había y la sirvió en su vaso de agua ya vacío.
— si es sobre el Rey Andrias, déjame decirte que él merecía morir y todos a partir de ese momento comenzaron a ver a los bárbaros como enemigos, es decir, siempre lo fuimos incluso antes de que Sasha llegara a ser comandante.
Explico él tomando de un trago su vino y me miró con un semblante cansado.
— me gustaría una botella de whisky y no esta bebida para maricas refinados — se burló y de inmediato la sirvienta fue por aquello.
Después de un momento, mugre comenzó a tomar de su bebida alcohólica y suspiro pesadamente.
— él Rey Andrias planeaba gobernar todas las tierras él mismo y comenzar a ser más exigente, ya sabes, tener el poder de todo a su paso pero en cuanto Sasha supo de su plan. Ella no se quedó atrás y de inmediato vino a hacer lo que ella siempre quiso hacer, gobernar todo a su paso y si matar al Rey más poderoso era parte de ello, no dudo en hacerlo.
Note como jugaba con su vaso de cristal y daba sorbos.
— Sasha no tuvo miedo en enfrentar a tal autoridad y para sorpresa de todos, ella ganó. Desde ese momento el plan de Andrias nunca se llevó a cabo pero Sasha quiso descansar un poco y planificar mejor su estrategia. ¿si entiendes no, Boonchuy? — él me miró con una ceja arqueada — el punto es, Sasha mato al rey para ella gobernar todo a su paso pero supongo que llegaste tu y esas ideas cambiaron.
Aquello me tenía perpleja. Aún analizaba aquella información pero recordar lo que vi en la biblioteca hace meses, me tenía en dudas.
— ¿entonces porque la biblioteca está prohibida? — pregunté.
— porque suceden cosas raras desde ese entonces Sasha nunca entró a ese lugar, ella encontró cosas que le pertenecían a Andrias y al final las destruyó para que nadie las tomara, jamás supe que fue solo recuerdo que esa noche ella entro a mi habitación, asustada y eso era muy difícil de provocar en ella, entonces me contó las cosas raras del rey Andrias que escondía detrás de las paredes de la biblioteca o ahí mismo.
Termino de contar dando un largo trago a su bebida.
— okey creo que es suficiente — dije alejando el diario de aquel hombre— entonces, Andrias realmente iba a ser nuestra perdida en vez de nuestra salvación.
Confirme y Mugre asintió.
— Sasha no siempre a sido todo lo que la gente de reinos lejanos cree, de verdad que tiene carácter y es una pena saber que ya no volveré a verla — aquello último sono decaído — pensar que la subestime de pequeña y termino siendo más fuerte que yo y toda mi tripulación.
Podía sentir el aire de nostalgia y melancolía por el que Mugre pasaba y yo simplemente me levanté para abrazarlo con fuerza.
— estoy segura que ella se encuentra un mejor lugar.
Limpie mis lágrimas y al separarme él me acercó aún más fuerte a sus brazos; rodeando me con ellos, podíamos empatizar el uno con el otro.
Después de todo, Sasha terminó siendo alguien especial para ambos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top