capitulo 26
— por favor Yunan, ya pasaron unos cuantos meses ¿no crees que es suficiente tiempo para ver cómo se encuentra nuestra hija? — pregunto la más baja con su vestido bien puesto, mirando con preocupación a su amada.
— no, ella me decepcionó y es una deshonra para la familia — termino de arreglarse la más alta, dejo a un lado el peiné para mirar a su mujer.
— ella quiere que estemos en su boda además, necesita el apoyo de nosotras.
Yunan caminaba de un lado a otro terminando de guardar sus maletas a su vez era seguida por Olivia. Justo hoy era el día en que ambas iban de visita al reino norte.
— ¿acaso ella hizo caso a nuestras advertencias? ahora la líder de los vikingos está muerta y su imperio también, ¿pero a que costo? el pueblo norte sigue en apoyo a sus habitantes.
La de cabellera azul agachó la cabeza suspirando pesadamente; tomo sus dos maletas las cuales la mayoría la rubia decidió ayudarle a cargar, dejando solo dos maletas para ella y a una ocupada Yunan con varias maletas.
En cuanto dieron paso al mismo barco motorizado enviado por la azabache, Yunan aclaro su garganta pues le era difícil dejar su reino por un momento, iba a ser complicado el reinar dos tierras con sumo poder y autoridad.
En el mismo barco a motor; la familia Boonchuy acomodaba sus maletas todavía sin hacer conversación alguna, con las reinas Wu.
— vamos cariño ¿estás segura que fue buena idea dejar la casa encargada al señor Hopedaya? — pregunto el señor Boonchuy terminando de acomodar sus maletas.
— por supuesto que sí, él nunca nos a fallado — cerro su libro la señora Boonchuy mirando a su marido no tan convencido.
— pero desde la guerra él se nota más decaído, incluso sprig asegura que Marcy antes de irse lo trato mal — explico con preocupación.
— sabes eso es lo de menos; me preocupa más Anne y Sasha, algo no cuadra en esto ¿cómo es que se casará con Marcy? — cuestionó la madre. Para a su lado el señor Boonchuy sentarse.
— quizás sera lo mejor platicar con ella antes de los preparativos.
— tengo un mal presentimiento sobre esto y prefiero hablarlo con Anne — hablo, sacando entre un libro la invitación de la boda— sospecho que algo sucede, pero no sé exactamente que sea.
— entonces necesito explicaciones, quiero saber quién será la mujer que este con nuestra pequeña.
Ambos Boonchuy comenzaron a leer nuevamente la invitación que se les entrego de manera personal para la aclamada boda. Ninguno se fiaba, a diferencia de las reinas quienes se encontraban al otro lado del barco más "moderno".
Ambas sentadas en la mesa de "primera clase". Una sosteniendo una fina copa del vino más costoso y de buena calidad, la de cabello rubio sostenía un vaso de cristal fino, con el mejor whisky.
— no quiero verla y no puedo mirarla a los ojos — gruño entre dientes Yunan saboreando el licor.
— no podemos hacer nada al respecto querida simplemente mostrarle nuestro apoyo, es lo que ella desea — una vez más explico neutral la de cabellera larga.
Yunan suspiro pesadamente. Miro la hermosa vista al mar pues por primera vez en un buen rato, la niebla se despejó dejando apreciar el mar cristalino.
— solo espero no me decepcione en cuanto le de los permisos de ser reina y hacer una alianza entre ambos reinos — hablo más para si misma la rubia, acabando de un solo trago su bebida — traigan me la botella.
Pov Marcy.
— ¿A esto le llamas tu mejor traje? por favor, hasta me pica la tela corriente — exclamé con autoridad, quitándome el saco negro y tirarlo al piso— si no logras darme el mejor traje de bodas, te expulsó de ambos reinos.
— si su señoría — se inclino el hombre de mostacho tomando apenas el saco que era incomodo.
— nadie sabe hacer su trabajo.
Salí de la habitación refunfuñando, comenzando a andar entre los pasillos del castillo, en eso la señora encargada de los preparativos se acercó a mi con una tela en mano.
— ¿rojo oscuro o rojo vino? — me preguntó y yo tomé la tela, la mire disgustada. Ambas sabíamos la respuesta.
— pedí tela suave y que le de vida a mi boda, no es un funeral, claramente rojo vino — volteé en dirección de la habitación de Anne.
Desde la discusión que tuvimos hubo un distanciamiento; incluso solo la veía para comer día y noche, paso de ser la Anne alegre y expresiva que conocí a una más triste y decaída.
Me dolía verla así pero ver su embarazo avanzar me daba un escalofrío y claros celos. Pero recordar que la rubia oxigenada está muerta, me daba satisfacción.
— la encargada del vestido quiere verte, llevas un mes sin presentarte para tomar las medidas — cerré la puerta con seguro detrás mío, me senté en la orilla de la cama notando que ella se encontraba acostada.
— mmmh....— movió levemente sus hombros, detestaba que ni siquiera me volteara a ver, me dolía.
— vamos Anne necesito que des de tu parte; después de eso te prometo salir al jardín y hablar mejor.
Me acerque de mejor manera detrás suyo, tome un mechón de sus rizos y lo peine para atrás. No pude evitar tomarla de la cintura terminando abrazadas, podía sentir su calor.
En eso ella se movió y yo sonreí por el roce entre ambas.
— Sasha~ — soltó en un susurro y note sus mejillas calientes.
— ¿¡Disculpa!? — me levanté de manera rápida, indignada por escuchar aquel nombre de su boca.
Ella de inmediato volteo a verme y su sonrisa melosa cambio a una triste. La muy desgraciada prefería a Sasha antes que su amiga de años y futura esposa.
— Marcy....lo siento estaba dormida — hablo nerviosa y yo la mire disgustada.
— la costurera necesita tus medidas, ve de inmediato y es una orden — señale la puerta y ella se sentó en la cama— sera mejor que te arregles decente y vayas solo para eso.
— bien pero....¿podrías por favor ayudarme a levantar?.
La mire molesta y de inmediato suspiro, con dificultad se levantó y yo solo abrí la puerta. Después de todo aún podía andar.
— te espero en el comedor debemos ver los platillos para el banquete de la boda.
No le dejé hablar y de inmediato salí de su habitación, peine mi cabello hacia atrás y suspiré. Cada que la veía no podía durar un segundo más en su habitación, se supone que buscaríamos la manera de tener un bebé pero que sea de un animal como Sasha, me disgustaba. Simplemente me enojaba y debía admitir, tenía celos.
En cuanto paso la hora y nos encontramos en el banquete me asegure que disimulara su embarazo; me sentía tan avergonzada si alguien se enterará de aquel error, mi hijo debe ser sangre Wu de una u otra forma. Incluso si eso significaba pedir ayudar de mi madre Yunan, lo haría.
— tenemos cerdo, pavo, chuletas en salsa roja, costillas en salsa búfalo y para acompañar sopa fría y cóctel de frutas — presento cada platillo la cocinera Maria. Yo bufé y tome de mi copa de champagne.
— ¿tu que opinas, querida? — pregunté mirando de reojo a Anne que probaba cada platillo , dios mío sus antojos iban a hacer pensar mal a la gente.
— las ensaladas están deliciosas, definitivamente las quiero para acompañar pero no me decido de los demás platillos — ella limpio sus labios con una servilleta, dejando su plato sucio en la mesa.
Volteé los ojos en señal de desacuerdo y disgusto. Volví a tomar de mi tragó para pedir más.
— pienso que son platillos simples ¿no tienes algo más que no sea lo mismo? vamos, eres una chef ¿no?.
Tome mi copa y me fui dando la espalda a la cocina y sus meseros, dejando a todos con las palabras en la boca hasta que sentí como Anne tomo mi brazo, casi a nada de tirar mi bebida.
— ¿que sucede? — la mire confusa y ella me lanzó una mirada amenazante.
— Marcy ella hace su mayor esfuerzo, tu no eres así con las personas y menos con tus sirvientes — se quejo y yo solo bufé desinteresada.
— ellos deben hacer mejor su trabajo de eso viven o yo misma puedo quitarles su empleo en dos segundos.
Deje mi copa en la bandeja de un mesero y comenzamos a andar por los pasillos del castillo, ella me seguía hasta que entramos al salón. Justo me senté en el enorme y elegante piano.
— quiero que nuestra boda sea lo mejor para ambas y mañana veremos el salón junto la catedral — troné mis dedos lista para tocar en aquel piano.
— se ve que esto te importa más a ti que a mí, para empezar....yo ni siquiera planeo casarme contigo.
Aquello me dolió, no pude evitar sentir ese ardor en mi pecho y de inmediato sentí mis mejillas humedecer.
— antes te gustaba ¿porque ya no te gusto? — pregunté con un nudo en mi garganta y ella de inmediato hizo una mueca de pena.
Comencé a tocar una suave melodía en aquel piano y de inmediato sentí como alguien se sentó a mi lado, para mí sorpresa fue Anne. Ella admiro el sonido tan dulce.
— lamento no ser la persona que esperabas tener en tu vida y por no ser Sasha.
Murmuré aquello soltando el llanto a través de la melodía.
Anne tomo mi mano por encima, deteniendo la tocada y yo solo volteé a verla.
— porque la Marcy de la que me enamoré; era tan amable y dulce, era todo lo bueno que llegue a conocer en mi vida y ahora vuelvo a verte, cambiada, la guerra y el matar a Sasha te hizo cambiar, la Marcy que ame dejo de estar presente y conocí a Sasha — ella explicó.
De un momento a otro sentí la tensión con nuestras miradas; mis ojos aún seguían llorosos y los de ella, transmitían la más pura verdad, en verdad prefería a Sasha antes que a mí. Al menos eso sentía yo.
Sin percatarme sentí como nuestros labios se unían a la perfección comenzando a danzar entre ellos, era un beso suave y dulce el cual paso a uno más desesperado terminando en ser separados.
La mire confundida y ella simplemente me tomo de la mejilla limpiando las últimas lágrimas que caían, yo acaricie su suave mano.
— solo te daré una oportunidad y si me decepcionas, te pediré el divorcio, tu decides cuándo o nunca — hablo firme y volvió a besarme está vez con más pasión.
Yo correspondi pasando mis manos por su cintura hasta que se separó y se levantó, de inmediato me levanté no podía dejarla.
— debo irme yo...
La detuve con un beso tomando su brazo para acercarla a mi de manera peligrosa, comenzando un beso más apasionado que electrifico todo mi cuerpo.
— quiero que cenemos en el jardín, por favor, quiero recompensar el mal trato que te di — la mire con esperanza y ella rodó sus ojos.
— solo está vez te lo permito con la condición de dejarme salir ¿okey? y si vuelves a tocarme o ponerme una mano encima — de repente ella tomo el cuello de mi camisa— vengare la muerte de Sasha.
Ella me dio un leve empujón y se fue de la habitación comenzando a subir las escaleras. Yo simplemente sonreí y salí de aquel gran salón.
Pov Anne.
La bese y definitivamente, nunca amare tanto a Marcy como ame y amo a Sasha me sentía tan mal el hacer eso. Cerré con seguro la puerta de mi habitación y volví a llorar una vez más, sentía cansados mis ojos y solo abrace la capa que Sasha alguna vez porto.
— te necesito justo ahora....— hable cortante notando como comencé a mojar aquella prenda café.
No podía evitarlo por más que quisiera continuar mi vida con Marcy, Sasha seguía en mi mente y no quería soltarla ahora iba a cenar con Marcy, no podía evitar compararlas y claramente esa rubia era a quien más amo. Ya pasó un mes desde su muerte y exactamente faltaba un mes o dos para mi boda, la cual no sería con ella.
Todo era confuso. Pero sin dudas los dolores en mi vientre me hacían volver a la realidad, una vez más volví a vomitar; me di prisa en entrar al baño en cuanto sentí las náuseas y note que está vez fue sangre. No era bueno.
El más grande recuerdo de Sasha iba a morir y eso me alertaba más.
Paso un rato y aún sentía mi cuerpo débil, incluso quite el seguro de la puerta para no pudrirme en la habitación. No podía con mi cuerpo y fue en eso que el sonido de la puerta abrirse me hizo mover lentamente la cabeza.
— Anne la cena empezó hace....— justo antes de recibir otro regaño de Marcy, de inmediato se sentó y tomo mi débil mano— ¿que te sucede Anne? dios mio estás muy mal.
Tomo mi mejilla y yo solo la mire débilmente.
— el bebé Marcy....— sujete mi vientre y ella hizo un gesto de disgusto — por favor es solo un bebé él o ella no tiene la culpa.
Quería golpear su rostro pero las náuseas y vómitos me tenían debilitada, estoy segura que todo sería diferente si Sasha siguiera aquí.
— llamaré al doctor pero solo por ti — suspiro y de inmediato salió de la habitación dando órdenes a una sirvienta.
Yo me cubrí con la capa y olfatee el poco aroma de Sasha que aún estaba impregnado. Quería que estuviera aquí y me ayudara a mejorar o incluso desde un inicio yo no estaría tan grave de salud donde mi hijo corre el peligro de morir.
Justo esa misma noche en la madrugada. El doctor de hace meses entro y de inmediato comenzó a revisarme bajo supervisión de Marcy, ambos estaban serios y él hizo un gesto el cual me preocupo aún más.
— señorita Anne debe permanecer en reposo total de aquí a unas semanas y me temo, que si no mejora su bebé puede morir o usted, incluso ambos.
La respuesta que más temia se volvió realidad; a Marcy le importaba poco mi bebé pero si se trata de mi ella se pone alerta, definitivamente ella no sería la segunda madre de mi hijo. Me partía el saber que estaba en peligro de perder a mi bebé y no podía. La perdida de Sasha me tenía destrozada y si le sumo la de nuestro hijo sería peor.
— no se preocupe, si no se estresa y reposa puede que los dolores dejen de ser tan intensos y se recupere pronto, de lo contrario, si sigue así de aquí a unas semanas deben consultarme lo más pronto posible.
En cuanto el doctor salió de aquella puerta cai en llanto hasta sentir los brazos de Marcy rodear me; por primera vez en mucho tiempo me sentía protegida con ella, yo me aferré a ella comenzando a llorar en su hombro.
— descuida Anne, estoy para apoyarte y cuidarte ¿si?, lo de la boda lo dejaremos en pausa hasta que te mejores y hablaré con el doctor para ver qué podemos hacer cuando te sientas mal — ella limpio mis lágrimas con su pañuelo color rojo, muy elegante. Yo solo la mire a los ojos con un poco de esperanza.
— pero esto de la boda es importante para ti — tome su mano y ella simplemente me recostó en la cama y se sentó.
— es importante para nosotras pero ambas decidimos cuando casarnos, hasta que te recuperes continuaremos viendo lo demás para mí lo importante es que estés bien, tu y....tu bebé.
Aquella pausa no me convenció pero en cuanto caricio mi vientre y tomo mi mano, me sentí tranquila luego de un arduo mes. Sonreí levemente y la tomé del hombro para abrazarla.
— en verdad gracias Marcy — bese su mejilla y ella sonrió como adolescente enamorada.
Por primera vez notaba cuando Marcy se ponía así. ¿Porque no me di cuenta hace años?.
— traeré la cena para ti y ¿que te parece si cenamos en tu habitación o prefieres espació? — me preguntó de manera dulce y amable, como solía hacerlo y yo solo sonreí con serenidad.
— me gustaría cenar contigo aquí, pienso que necesito compañía — apreté las cobijas que Marcy cambio de mi cama hace una semana.
Ya no estaba la cobija de piel que Sasha me obsequio y a duras penas pude quitar la capa que Marcy planeaba quemar.
Ahora mi cama tenía cobijas de tela pura de oveja, teñidas de un hermoso color azul marino. Debía admitir que son más suaves y acogedoras pero el obsequio que Sasha me dio ahora se encontraba tirado.
Debía dejar de pensar en Sasha y continuar, pensar en su perdida me tenía deprimida y era por eso que estoy grave de salud, quizas podría convencer a Marcy de que mi bebé no será un estorbo para ella.
De todas maneras, tendré a mi bebé acompañada o sola.
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