capitulo 25
“Dreams”
Mire todo mi alrededor, estaba en un lugar completamente blanco y todo era confuso hasta que de nuevo apareció entre un escondite aquel niño.
Era idéntico a Anne y tenía mis ojos, era confuso ¿Que hace un niño en una montaña?. Llena de peligros andantes.
Pregunté una y otra vez aquello pero él comenzó a correr. Lo comencé a perseguir hasta que una puerta apareció y está se abrió dejando salir una luz brillante, la cual me cegó y me hizo perder de vista al niño.
Desperté con la respiración agitada y sudando frío, no entendía nada desde el día anterior al notar que estaba sola, suspiré pesadamente volviendo a dormir.
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El amanecer llegó junto a las patadas y golpes de cierta mujer en la menopausia. Todo con tal de despertarme. Pues no podía ni seguir durmiendo plácidamente.
— grrr....¡Ya basta! — me levanté gruñendo a la defensiva, mirando como aquella mujer reía y tomaba su bastón.
— vamos date prisa en levantar te, todavía que te dejo dormir junto conmigo y actúas así de animal — canturreo saliendo de la tienda de campaña.
Me levanté y talle mis ojos gruñendo a lo bajo; en cuanto salí mire el delicioso desayuno preparado, de inmediato me acerque a un arbusto donde hice mis necesidades.
— ¿es necesario hacerlo justo cerca de mis pertenencias? — pregunto indignada con su tazón en mano, mirándome de manera amenazante.
— si quieres lo hago directo ahí — apunté en dirección de su montón de cosas, todo con tal de molestarla.
Ella de inmediato me lanzó una piedra en el abdomen y volví a mi asunto lejos de sus pertenencias.
Después de aquello, regrese para comenzar a almorzar con desesperación pues ni siquiera cene, el día anterior. Los pensamientos de aquel misterio niño me llenaba de dudas.
— más despacio o no llegarás a la cima — me miró con el ojo abierto, pues comía con desesperación.
— ¡Tengo hambre mujer! además hay cosas que no puedo sacar de mi mente — deje mi tazón ya terminado, mirando mis pies descalzos.
— lo noté anoche, ¿es por tu familia?.
En cuanto pregunto aquello yo la mire con un semblante más decaído.
— en cuanto llegues a la cima te prometo que todo eso se va a aclarar pero debes demostrar que tan fuerte eres — ella se levantó comenzando a guardar todo.
— vamos, mate a un enorme oso y a un gigante apesar de cuidar a un niño de no ser comido por esa cosa, todo al mismo tiempo y días seguidos ¿que más debo hacer para demostrar que soy fuerte? — me levanté gruñendo y ella simplemente me miró neutral, para continuar en arreglar sus cosas.
— por algo debes cruzar hasta cima Sasha Waybrigth y hasta que llegues lo entenderás — me dio la espalda y yo solo bufé.
— entonces....— me quedé pensando respecto a mi sueño anterior, simplemente me cruce de brazos no podía contarle o sería juzgada como ayer— date prisa en arreglar tu cuchitril, no tengo todo el tiempo del mundo.
[. . .]
La rubia comenzó a escalar soportando los fuertes vientos que provocaban las nubes grises cargadas de agua y nieve, Sasha tembló ante la baja temperatura mientras su acompañante se aferraba a ella.
Las rocas que sobresalían para escalar comenzaban a ser más diminutas para las manos de aquel bárbaro. Gruñendo a lo bajo esperando que sus prendas hechas de animales fueran suficientes para soportar tales temperaturas.
— ¿a que nivel vamos? — pregunto cortada y tartamudea, el frío comenzaba a subir cada que escalaba.
— ya pasamos el nivel cuatro, vamos ¿solo eso puedes soportar? — pateó el abdomen de la rubia quién se aferró a los brazos de la montaña. Volviendo a gruñir entre lo bajo— ¡Vamos animal más rápido que la tormenta se aproxima!.
Sasha chasqueo su lengua insultando a aquella mujer en su interior, para cuando llegaron al sexto nivel de aquella montaña los copos de nieve hicieron presencia. La de cabellera rubia comenzó a titubear por el frío podía sentir como sus dedos comenzaban a sentirse dormidos.
Aquellas piedras jugaron en su contra y en un parpadeó; una piedra comenzó a caerse resbalando a Sasha quien utilizo su fuerza en aquel agarré.
— ¡Mierda! — grito molesta mirando como la piedra empezó colina abajo.
— ¡Vamos date prisa o caeremos! — grito histérica aquella mujer de un solo brazo.
— ¡Maldita vieja loca!. ¿¡Lo único que haces es gritarme y ordenar mientras tú solo eres buena en hacer nada!? — hablo molesta la rubia comenzando a temblar y en un intento fallido en subir, sus dedos comenzaron a perder fuerzas.
La mujer la miro indignada, guardo silencio notando como una desesperada, impaciente y friolenta Sasha buscaba una solución.
La rubia comenzaba a temblar cada vez más y el frío comenzaba a golpear su pecho, su poca fuerza se centro en su único agarre. Estaba entre la espada y la pared. La vida y la muerte.
— estoy al borde de la locura....es inútil ir por Anne y tomar mi trono, simplemente no soy lo suficientemente fuerte como creen que soy — comenzó a delirar, pensaba la bruja en sus adentros notando y sintiendo el tembloroso cuerpo de Sasha— ya no puedo más, estoy a mi límite y lo peor es que ni siquiera fui suficiente para Anne, mucho menos lo seré como madre y mi hijo jamás sabrá de mi. Pienso que es lo mejor.
— pero que cosas dices, estás loca si crees que nos quedaremos a medias. Escucha chica, la fuerza no es solo física también hay mental y emocional, las tres cosas forman un pilar el cual se debe balancear, déjate de cosas y intenta luchar una última vez.
Motivo la mujer pero no era suficiente, pues la rubia intento subir una última vez, la bruja sonrió de lado pero el frío era una tortura para aquella poderosa mujer.
— escucha agradezco tu compasión pero eso no será la solución — una fuerte fregada de viento golpeó el rostro de Sasha, su piel volvió a estar pálida— necesito lanzarla hasta el séptimo nivel.
Tartamudeo por el frío resonando sus filosos dientes entre si, Sasha noto una pequeña colina dando inicio al séptimo nivel tan nombrado. La mujer abrió su ojo impresionada.
— ¿¡Que!?, estás demente tu debes escalar, no yo.
— escuché señora agradezco todo pero.... usted no debe estar aquí, yo misma me busque esto y lo único que le pido es.....— Sasha en un forcejeo, tomo a la anciana mujer con su brazo débil. Una vez más aquel brillo rosado aprecio entre la rubia impresionando a la mujer — que le diga a Anne que la amo, que en otra vida volveré por ella.
— no, oh no, no, no. Tu no harás eso se supone que esto se trata de ti.
Aquella mujer se quedó con las palabras en la boca en cuanto la rubia la lanzo contra tierra firme, usando sus últimas fuerzas cuando la tormenta comenzó a caer, el movimiento de la tierra provocó que la piedra que mantenía en pie a Sasha, cayera junto con el debilitado cuerpo de esta.
— Anne....en otra vida será entonces.
La rubia cayó desde la gran altura que alcanzo a subir, hasta que su débil cuerpo termino chocando contra las aguas congeladas. Dejando hundir su pesado cuerpo entre la fría agua marina, cayendo lentamente al fondo.
La rubia cerro sus ojos una última vez. Las profundidades del mar comenzaron a abrazarla con fuerza hundiendo lentamente su cuerpo.
“Acto 1: pasado”
Abrí mis ojos con lentitud, notando que me encontraba entre el frío piso lleno de lodo el cual sentía la textura más de lo normal, fue entonces que me di cuenta, estaba desnuda. Mordí mi labio y apreté mis manos por aquello y sin pensarlo me ensucie más con tal de ocultar un poco mis partes más sensibles.
Me levanté confundida para ponerme de pie, a mi al rededor había gente gritando y corriendo para caer como saco de papas al suelo, miles de personas muertas. Sangre entre la tierra húmeda y grupos de personas eran atadas entre si.
— ¿dónde estoy? — pregunté en voz alta notando que era ignorada, solo miraba como uno que otro grupo de hombres eran asesinados y sus mujeres eran atadas.
Los niños eran separados de sus padres para luego morir frente a ellos, era una masacre y varias casas estaban saqueadas o prendidas a fuego.
— ¿que carajos?.
Justo a mi lado un hombre corrió en dirrección de uno más mayor y robusto, el cual le daba la espalda a todos mientras comenzaba a comandar a los vikingos, apenas caí en cuenta que se trataba de mi propia tropa.
— señor, tenemos algo que le puede interesar — comento aquel hombre que a diferencia de los demás era uniformado.
Para mí sorpresa, en cuanto aquel hombre se dio la vuelta note que era Mugre, el viejo y oloroso Mugre. Mire aquello impactada y no dude en seguirlo.
— hasta que por fin sirves de algo recluta del esté, andando ¿que es eso con suma importancia? — pregunto con interes en cuanto varias personas eran trasladadas de un lugar a otro.
— venga conmigo y lo verá.
— espero no sea una trampa porque si lo es, juro que serás hombre muerto y abusado por uno de mis hombres — amenazó.
Ambos caminaron lejos de aquella masacre de fondo para mí sorpresa era más retirado de aquel pueblo, tenía mil dudas pero decidí ser espectadora y ver que tramaba mugre en el pasado. Era impresionante verlo con cabello aunque sea poco.
Durante el camino, note que habia un pequeño sendero en una colina, a lo lejos note una cabaña pequeña y con forme más nos acercábamos era una muy acogedora y hogareña.
— usted mismo puede ver lo que le puede interesar — hizo una reverencia el inseguro sujeto, definitivamente una perdida de tiempo para mugre del pasado.
Él gruño y entro golpeando la puerta de madera tallada a mano.
Yo entre detrás suyo.
— espero sea bueno — miro a todos lados notando que no había nadie— ¿¡Para esto me trajiste!?.
Él tomo por el cuello al hombre uniformado quien comenzó a temblar, incluso a mí me enfureció.
— p-para nada señor....están en la parte de arriba — señaló las pequeñas escaleras, también de madera.
Mientras Mugre regañaba y amenazaba a aquel débil hombre; yo mire todo el alrededor de la cabaña notando que había fotos familiares, junto con objetos de madera talados y pulidos para ser convertidos en pequeñas estatuas, había un pequeño oso de madera con pequeños dientes clavados.
— una cría debió hacer esto — hable para mí misma.
Note que había una pintura de una hermosa mujer rubia cargando a un bebé, en eso cai en cuenta, estaban en el hogar de una familia muy hogareña.
— espero valga la pena y no sea una idiotez tuya — maldijo Mugre al tembloroso hombre.
Yo dejé de ver la pintura. Seguí a Mugre notando que en efecto no podían verme ni sentirme.
Al subir, nos topamos con un pasillo y entramos a la última puerta, la habitación estaba destrozada y fue entonces que vi a aquella familia atada y amordazada.
El padre estaba herido sangrando de la pierna al igual que el rostro, y la madre se encontraba golpeada junto con su ropa rasgada. La habitación estaba destrozada junto las ventanas y en cierta parte parecía como si hubieran intentado, quemar la habitación.
— si pensaban que iban a escaparse y lograr liberarse de nosotros, están muy equivocados — canturreo Mugre tomando el rostro del hombre golpeado.
— ¿Q-que haremos con ellos, señor? — pregunto el hombrecillo mirando con duda y temor a Mugre.
— vamos a quemar este lugar con ellos adentro ¿Acaso tu lograste capturarlos? — volteo a verlo.
— no, pero sus hombres si aunque encontré algo que puede ser útil o usted decide que hacer con ella.
— ¿Ella?, sabes no estoy interesado en mujeres solo son objetos que distraen y....
— ¡No!, solo....mire con sus propios ojos.
Mugre volteo con duda en dirrección de unos muebles destrozados que ocultaban algo, yo me acerque con duda mirando aquello. El tembloroso hombre tomo valor y movió unos cuantos muebles de la casa en cenizas, dejando ver un gran botin lleno de joyas y monedas de oro.
— impresionante — canturreo Mugre hasta que el horrible llanto de un bebé sonó en toda la habitación.
Cubrí mis oídos gruñendo, por eso detestaba a los niños pero era contradictorio el yo querer un hijo con Anne. ¿Irónico verdad?.
— al llegar, vimos a los padres con una bebé y no me va a creer pero....ella hizo que la habitación este así — explico el más joven, cargando algo que saco entre la joyería.
Mugre se acercó confundido y malhumorado, para impresión de ambos. Era la misma bebé en brazos de la pintura de hace un rato. Una hermosa niña de cabellos rubios, la cual continuaba llorando.
— ¡Calla a esa mocosa o le pego un tiro! — grito Mugre, mirando con irá al más joven con la menor en brazos.
— intente de todo pero dejarla ahí fue lo único que la detuvo, jefe.
Mugre miro con detenimiento a la pequeña y la cargo de manera un tanto incorrecta a los ojos de su madre, quién murmuro algo ganándose una mirada amenazante de Mugre.
— dices que está insecta quemó la habitación, ¿Cómo te puedo creer? — pregunto Mugre dejando a la bebé en brazos del chico.
— ella grito y de repente todo empezó a arder en cuanto sus padres los dejamos aquí atados ¿Que haremos señor?, no es bueno dejarla así, sola — explico el joven.
Mugre suspiro pesadamente y miro a ambos padres, de inmediato saco entre su bolsillo un mechero.
— llama a mis hombres, quemaremos este lugar junto al pueblo y nos llevaremos todo, dejemos aquí a esos dos — se acercó lentamente a la mujer quien comenzó a lagrimear, tomando con fuerza el mentón de esta— se ve que está tocada por otro y no fue el papá de la niña — se burló dejando a la mujer.
— pero....
— cierra la puta boca y anda, la mujer no nos sirve. Quemaremos el lugar — ordenó molesto.
De inmediato el hombre salió dejando a la niña en brazos de Mugre, quienes cruzaron miradas, note que la pequeña tenía ojos azules.
— ¿cómo te llamas mocosa? no puedo creer que una cosa como tú, haga tanto caos y destrucción — se burló para de repente un chorro de orina mancho su ropa, yo me reí al ver aquello — ¿¡Pero que mierda!?.
En eso note a los padres como intentaron moverse pero fue inútil. Mugre tomo un pedazo de sabana rota y cubrió a la pequeña.
— así está mejor, parece que eres un tanto....inusual — canturreo Mugre buscando con la mirada algo, pero no sabría que era— veamos cómo te pondré.
En eso el padre de la niña pudo quitarse el trapo de la boca comenzando a tomar aire con desesperación y mirar molesto a la vez con temor a Mugre. Esto era muy entretenido.
— Sasha Waybrigth....— hablo con orgullo el hombre el cual portaba barba de candado, intentando desatarse.
— ¿Que?.
— su nombre es Sasha Waybrigth y no dejaré que le haga algo solo por ser diferente a las demás — explico con desesperación comenzando a morder la soga.
Mugre de un movimiento rápido golpeó el rostro del hombre volviendo a poner el trapo en su boca.
— ya no es tu hija, ahora es mía y debo admitir que Sasha es un gran nombre.
Aquello me dejó anonadada. ¡Era mi familia y mi hogar mucho antes de ser un bárbaro!. Mire a mis verdaderos padres atados a punto de morir pues pronto un grupo de hombres entraron con antorchas en mano.
Era mi familia la que iba a morir en ese mismo lugar e instante, no podía hacer nada más que caer de espaldas mirando como dos hombres se iban con las joyas de mi madre y los ahorros de mi padre. Como empezaban a tirar más madera para quemar mejor el lugar.
— no....mi familia — hable en estado de shock, tomando la débil mano de quién fue mi madre en algún momento de mis primeros años de vida.
— ¡vámonos, ya tenemos lo que necesitamos no queremos morir quemados! — ordenó Mugre y todos comenzaron a salir con los objetos saqueados.
Yo mire entre las cenizas y las llamas del fuego a mi familia que dio sus últimos intentos de salvar sus vidas, para quedar entre las llamas.
Mire la escena procesando todo, para en cuanto el techo empezó a caer, todo se volvió oscuro a mi alrededor. La imagen de mi madre llorando y mi padre mirando con temor todo su alrededor quedó en mi mente.
Mire a lo lejos el barco vikingo donde Mugre apreciaba aquel pueblo en llamas, mientras cargaba de mi.
— te convertiré en la mujer más poderosa de estás tierras — hablo cargándome entre sus manos.
Fue entonces que salí entre las llamas de lo que fue mi hogar. Pasando a ver cómo el fuego se propaga entre las tierras, el barco se comenzaba a alejar ocultándose y perdiéndose entre la niebla.
Abrí mis ojos de golpe, notando que tenía mi vieja armadura y mi capa de piel, estaba intacta. Note que me encontraba en el reino de Andrias ahora, mi reino.
“Acto 2: infierno”
Comenzé a andar entre los pasillos de mi castillo, todo se veía impecable pero no había nadie y la luz de la luna era la iluminación de todo el castillo.
Subí las escaleras, pasillo por pasillo y por una extraña razón sentía algo inusual. De inmediato la imagen y hermoso rostro de Anne paso por mi mente, de inmediato fui a su habitación a buscarla, los pasillos eran más largos y extensos más de lo normal.
— ¡Anne volví! — grite con emoción e euforia.
Corrí y corrí hasta llegar a la enorme puerta color azul marino, de inmediato sentí nervios y emoción en todo mi cuerpo. Sin pensarlo dos veces abrí la puerta de manera lenta.
— ¿Anne? — de repente unos jadeos y el rechinido de la cama me saco de mis casillas — ¿A-anne?....
Abrí de golpe la puerta, y enfrente mío encontré la escena más deprimente que me hizo hervir la sangre.
Era la muy perra hija de las reinas encima de mi mujer, metiendo sus asquerosos dedos dentro de ella.
Apreté mis manos con fuerza, gruñendo notando como es que ambas no se daban cuenta de mi presencia hasta que tome por el cuello a la chica desnuda. Ambas lo estaban. De inmediato Anne se cubrió con las sábanas y una temblorosa y débil Marcy me miró con temor.
— ¿¡Que carajos les pasa!? — pregunté sintiendo como mis venas estaban por estallar.
— ¡Sasha! yo....creí que estabas muerta y....
La interrumpí tirando el frágil cuerpo de su amiga al suelo, me acerque de manera peligrosa a Anne para tomarla con fuerza de sus hombros. Me sentía confundida, furiosa y destrozada.
— eres una decepción Anne, eres una perra y que falta de respeto hacia mi y nuestra relación tienes....no puedo creer que me hayas defraudado — la señale para tirarla al piso, pise su lloroso y confundido rostro con mi bota.
— l-lo siento Sasha...tu estás muerta y yo...yo debía continuar — tartamudeo con un nudo en su garganta, tenía miedo de lastimarla pero ver la sonrisa maliciosa de su acompañante me hirvió la sangre.
— ¡Cierra la puta boca! — comencé a golpear su estómago para pasar a dejarle el ojo morado, no me importaba nada tenía la mente en blanco y la ira me ganaba.
Me sentía decepcionada, enfurecida y en cuanto sentí como Marcy tomo mi brazo me lance contra ella, volviendo a golpear su rostro y de un momento a otro.
Todo estaba en llamas, el escenario se torno en colores negro y rojo oscuro, miles de personas estaban en el piso muertos. Detrás de mi había una bandera blanca manchada de rojo.
Note que estaba arrodillada en el suelo, sentía mi cuerpo diferente no lograba descifrar bien que era pero me sentía distinta. Mis manos estaban manchadas de sangre ajena junto con mi armadura y rostro.
— ¿pero que?....
Mire mi entorno, era mi reino el que se encontraba ardiendo y el castillo estaba destrozado por una que otra parte. Note que mi mano sostenía algo, me fijé mejor y era la cabeza de aquella chica azabache.
— ¡puta madre! — grite tirando la cabeza al suelo, aún estaba fresca y sin pensarlo tome una espada.
Clave la cabeza en el mango de la espada para enterrar está en el suelo, reí a lo bajo para escuchar un sollozo detras mío. Una sonrisa de superioridad y malicia adorno mi rostro, el rostro de una ganadora.
Note que aquellos llantos eran de Anne.
— ¡Eres un monstruo! ¿¡Porque lo hiciste!? — me grito, levantándose débilmente y correr hacia mi comenzando a golpear mi pecho.
Yo me reí a lo bajo manteniendo mi sonrisa la cual paso a una carcajada más fuerte.
— ¿y todavía preguntas querida? — tome sus dos muñecas con fuerza con una sola mano. La inmovilice para darle un gancho al hígado.
— agh....— escupió sangre y cayó de rodillas ante mi.
— me traicionaste y demostraste ser toda una zorra, eres una vergüenza y esto lo provocaste tu — la tomé del cabello con fuerza para ponerme a su altura — podías tenerlo todo al estar conmigo ¡NI SIQUIERA SABES TODO LO QUE HICE POR TI!.
Ella me miraba con temor y note como sus hermosos ojos se llenaban de lágrimas, las cuales humedecieron sus mejillas morenas.
— todo esto es culpa tuya y ahora pagarás las consecuencias de tus actos — susurré a su oído, para clavar mi puño en el costado de su abdomen. Ella grito con dolor, retorciéndose debajo mio— te voy a torturar hasta verte morir en vida y te haré mia para que sepas, que desde un principio tu siempre fuiste mia.
Ella volvió a quejarse, comencé a encajar mi puño envuelto en una llama rosada, lo encaje lentamente para en cuanto ella se desmayo la dejé tirada.
— nadie merece un rey, todos deben morir igual que el psicópata de Andrias — camine entrando al castillo donde todos estaban en el suelo, cada uno en un charco de sangre y parte del castillo estaba envuelto en cenizas.
Cada pasillo tenía un guardia con una muerte distinta, había cenizas y en cuanto salí a la terraza aprecie mejor el reino norte en llamas, era como ver el mismo infierno y era divertido.
— ¡voy hacer que se arrepientan!.
Todo comenzó a arder. Hasta que unos pasos sonaron detrás mío.
— ¿porque lo hiciste, acaso eres mala por querer herir a mamá? — la dulce e inocente voz de un niño me hizo voltear a verlo, era él mismo que encontré en el bosque.
— tu...¿que haces aquí? — me acerque a pasos firmes hacia él causando que retrocediera.
— ¡Eres mala por matar a mamá!, ¡Mala, mala, mala, mala! — el grito con todas sus fuerzas.
Aquello me confundía hasta que de sus gritos repitiendo lo mismo, comenzaron a ser eco y a destrozar toda la habitación. Cubrí mi rostro para de un momento a otro. El piso se partió en dos, separando el balcón de la habitación.
Grite mirando como me alejaba del castillo y comenzaba a caer de espaldas en el ardor que yo provoque.
De nuevo todo era oscuridad.
“Acto final: salvación”
Sentía una suave abrazar mi cuerpo en eso abrí mis ojos lentamente notando que el suave pasto me abrazaba, el viento era suave y movía con la misma serenidad las nubes, está vez tenía una túnica blanca.
Me levanté confundida apreciando el hermoso paisaje el cual eran las praderas en pleno atardecer, donde los tonos naranjas y morados adornaron el cielo. Todas las flores se movían al compás del viento.
— ¡encontré a mamá, mami! — nuevamente esa inocente voz.
Volteé detrás mío notando al pequeño niño del bosque; tenía prendas blancas y de inmediato corrió hacia mi aferrándose a mi pierna, intente alejarme pero la tranquilidad que me transmitía era tan fuerte que decidí quedarme.
— con que aquí estabas, Sasha — volteé en cuanto cargue al niño en brazos, era Anne, tan hermosa como siempre. Lucía las mismas prendas blancas que nosotros.
— Anne....¡Anne! — reí suavemente sintiendo como mis lágrimas comenzaron a bajar, no evite abrazarla y cargarla para dar vueltas — ¡Mi linda Anne!.
La mire con euforia y ella sonrió, ambas comenzamos a admirar cada detalle de nuestros rostros.
— ¿porque tan cariñosa, Sashi? te pierdes por un tiempo y resulta que estabas aquí — ella mantenía su sonrisa en todo momento para cargar al niño de rizos.
— yo...solo quería descansar un momento — rasque mi nuca.
— papá, te perdiste de muchas cosas — me miró juguetón el niño y fue en eso que caí en cuenta.
Aquel niño era mi hijo, es mi hijo. Yo solo los abrace con cariño demostrando cuánto extrañaba a ambos.
— David te estuvo esperando en todo este tiempo.
— si, no vuelvas a perderte por mucho tiempo mamá — él me miró con nostalgia y se lanzó a abrazarme— mami y yo no queremos que te vayas otra vez.
Aquello apachurro mi corazón y tome su pequeño mentón.
— una buena Madre, nunca abandona a su familia.
Después de un rato los tres nos quedamos admirando los últimos momentos del atardecer, mientras el pequeño David correteaba a las mariposas y recolectaba flores.
Yo golpeé levemente mis rodillas, para mirar a Anne. Quién tenía un semblante sereno.
— ¿entonces que hiciste todo esté tiempo? ¿Marcy dejo el trono? — pregunté con ansias.
— cuide de David en tu ausencia y en cuanto Marcy, ella nunca llegó ¿no lo recuerdas? — me miró con la ceja arqueada.
— yo, realmente yo no estuve en un buen rato lo último que se fue...
— mira mamás, para ustedes — hablo el pequeño David obsequiando las flores que tomo.
— son hermosas cariño — sonrió Anne tomando la mitad de las flores.
Yo los mire a ambos y tome la otra mitad.
— Sasha — hablo Anne aún sonriente.
— ¿dime? — volteé a verla con el mismo semblante.
— despierta, tu no puedes morir....
Aquello me confundió más de lo normal y simplemente la mire extrañada.
— ¿eh?.
— ¡Despierta, no puedes dejar esto así!.
En eso un choque de luz golpeó mi rostro.
[. . .]
Comencé a moverme con desesperación en cuanto abrí mis ojos, el frío choco con mi cuerpo comenzando a luchar por sobrevivir bajo el mar hasta que me levanté de golpe.
Mis pulmones lucharon por mantener la respiración, me abrace a mi misma notando que mis prendas eran blancas y estaban secas, excepto mi cabello.
— ¿Que mierda?, ¿donde estoy? — pregunté con la realidad alterada.
Me levanté lentamente notando que estaba en un manantial, las aguas eran calientes y cristalinas había rocas brillosas, árboles enormes que contenían frutos frescos y la brisa era suave.
— estás donde debes estar — mire a mi lado notando a la mujer que me acompaño en todo el viaje de la montaña.
— ¿cómo es que sigo viva? — me levanté apreciando mejor el lugar — ¿es el cielo acaso?.
Ella río a lo bajo y se acercó a mi, note que tenía prendas blancas y brillantes.
— no, estás viva y estás donde debes estar — volvió a repetir.
— pero no es la cima de la montaña.
— lo estás, claramente que lo estás incluso en algo mucho mejor Sasha — ella sonrió.
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