capitulo 22
En cuanto un grupo de hombres enmascarados y fornidos salieron de la parte trasera del castillo, cruzando el jardín del cual le pertenece a la castaña (como regalo por parte de la rubia), estos de inmediato salieron del reino para ir directo al bosque.
Las profundas cataratas del norte las cuales eran frías y profundas donde los osos salen para cazar sus alimentos del día. Un hermoso paisaje que al mismo tiempo puede ser la perdición de alguien.
Los hombres después de tardar unas buenas horas cargando el cuerpo desnudo y débil de Sasha. Al llegar a la orilla y comienzo de las cataratas dejando escuchar su hermosa agua cristalizada chocar con fuerza contra las picudas rocas.
— veamos si mínimo sale viva del agua — se burló un hombre fornido quien miraba arrodillado el extenso río.
Los demás comenzaron a reír.
En cuanto dio la orden el matón más grande, sin pensarlo tiraron el blando cuerpo de la rubia contra el río y las rocas.
— es una pena que la mejor comandante ahora sea comida de lobos — limpio sus manos un hombre más bajo.
Al darse todos la vuelta camino al reino, el cuerpo de la rubia caía entre el extenso río a su vez la helada agua cubría su desnudo cuerpo.
Era como si tirar la basura se tratase para aquellos hombres.
En cuanto el cuerpo chocaba entre las filosas piedras finalmente termino en el río del cual para su suerte termino en el nivel bajo, de inmediato hizo presencia un oso igual de blanco que la nieve y a su alrededor el aterrador paisaje se volvía uno hermoso, las flores comenzaron a florecer y las ramas de los enormes y gruesos árboles se volvían más fuertes.
Sasha terminó en lo profundo de aquel lago donde su cuerpo comenzó a pesar más de lo normal; hasta que un misterioso agarré la ayudo a salir de aquellas profundidades.
La naturaleza demostraba su belleza y rodeaba el torso lastimado de Sasha; la cual para ese momento su respiración era tan tenue que estaba a nada de quedarse sin pulso.
El oso blanco, o polar, olfateo a la pálida rubia y detrás suyo se acercó una presencia poco usual.
— pero mira como te dejaron esos cretinos y pensar que llaman salvaje a aquello que desconocen.
El pesado y frío cuerpo de Sasha comenzó a ser arrastrado hasta topar la fria nieve que cubría el espléndido bosque, el hermoso y poco usual oso polar comenzó a cargar en su lomo el cuerpo de aquella egocéntrica mujer.
Hasta que finalmente toparon en lo más profundo de aquel bosque, lo más mágico y místico que era un simple mito o cuentos para niños.
[. . .]
Mi respiración era lenta y pesada incluso podía apostar que en cualquier momento iba a dejar de sentir mis pulmones luchar por mantener mi respiración; mi cuerpo era pesado y el frío era tan helado que sentía cerca la muerte.
Hasta que una calidez me abrazo llenado mi doloroso cuerpo de un acojedor calor; abrí lentamente mis ojos que apesar de ser pesados por fin note que seguía viva.
Intente moverme de la cama llena de pieles de animal entre otras cosas que la hacían cómoda para mí destrozada espalda. Note mi alrededor, una especie de cabaña muy acogedora la cual se mantenía en temperatura alta gracias a la fogata.
Note que había varios estantes llenos de libros y algunos frascos de cristal entre otras cosas que contenían líquidos, note que mi cuerpo estaba cubierto con piel de animal. ¿Quizás un reno o venado macho?.
— ¿Anne? — dije apenas logrando recordar entre ayer y hoy.
Al intentar levantarme simplemente no podía hasta que note que me encontraba desnuda.
— por fin despiertas — sonó una voz de una mujer mayor, de inmediato me volví a cubrir con la cobija por pena— no temas querida, ya te vi todo de camino aquí.
Note de mi lado derecho a una mujer anciana pero su voz decía todo lo contrario, lo cual me confundió más y simplemente tome las cobijas intentando captar donde me encontraba.
— ¿disculpa?.
Pregunté confusa a lo que ella soltó una risa.
— llevas días dormida y vaya que roncas como un oso, tienes el sueño muy pesado — ella canturreo y comenzó a servir en un enorme razón parte del líquido que se encontraba en un enorme caldero, ya viejo.
— ¿Dónde estoy? — pregunté tomando mi cabeza notando que mi cuerpo ya no se sentía y mucho menos se veía débil, las heridas ya no estaban pero habían dejado notorias cicatrices.
— anda come, debes estar muy hambrienta y una mujer enormemente fuerte como tú debe comer bien — me ofreció aquel plato de madera talada a mano, con una sopa de aspecto repugnante.
Claramente me cambio de tema.
Yo solo hice un gesto repulsivo lo cual ella noto mirándome en desacuerdo.
— tienes cobijas de un pelaje suave ¿no tendrás el resto del animal en pedazos para comer? — pregunté para sentarme en la orilla de la cama.
En eso ella me golpeó con su enorme bastón lo cual me tomo desapercibida y solté un gruñido.
— ¡Oye!.
— come o te dejo morir de hambre — amenazó y yo simplemente tome el enorme plato.
Olí un poco y en cuanto supe que el olor no era tan repugnante como el estado, probé un poco lo cual me abrió los ojos pues era delicioso para tener una apariencia asquerosa.
Comencé a devorar con desesperación para pedir más lo cual la mujer sonrió de lado, con gusto me volvió a servir así hasta llegar al cuarto tazón.
— ¡Joder, que delicia! — sobe mi abdomen para relambeer mis labios.
— vaya que tienes apetito — ella me miró con admiración— entonces la leyenda es cierta.
Deje de saborear los restos de aquella sopa o estofado y la mire confusa, más que antes.
— ¿leyenda?.
Ella soltó una risa lo cual me hizo reacomodar me en mi lugar; la deliciosa comida me hizo olvidar que no me encontraba en casa lo cual me puso alerta.
— vamos mujer si planeas matarme déjame decirte que es más obvio, quién va a perder — canturree y ella me miró aún manteniendo su sonrisa.
— no planeo matarte pero Marcy Wu, hija de las reinas, si lo hará y más al saber que no estás muerta como ella lo planeo — me dio la espalda comenzando a buscar en una estantería.
Yo apreté mis puños pues esa idiota se había quedado con mis terrenos.
— entonces debo volver — gruñi y en cuanto estaba por irme, me detuve en seco pues no había puerta— ¿Exactamente dónde estoy?.
— no hay salida en este lugar y no te puedes ir — ella volteó en mi dirección comenzando a vertir un par de tarros en la enorme caldera, la cual estaba vacía.
— pero usted cómo sabe de la hija de las reinas.
La mire confundida poniéndome en frente de ella cada que me daba la espalda.
— porque ella llegó aquí también y es demasiado arrogante pero no tanto como tú, Sasha Waybrigth — en cuanto dijo mi nombre y apellido me dio un escalofrío por mi espina dorsal.
— ¿Cómo sabe quién soy y que hago aqui?.
Ella me miró de pies a cabeza para volver a lo suyo, manteniendo un semblante neutral.
— ponte algo de ropa ¿quieres? estoy impresionada por ti y tu capacidad dotada pero es suficiente.
La extraña mujer hacia una especie de brebaje extraño; cada cosa que hacia me confundía cada vez más. Y en cuanto mire hacia abajo note que ya tenía ropa puesta, era de color blanco y olía a lavanda.
Lo que me hizo recordar a Anne y como apenas podía verla luego de que Marcy me lastimara.
— ¿Lavanda?....¡Anne!.
Alce la voz y de inmediato me alarme en busca de una salida pero nada.
— te preocupa tu mujer ¿no es así? — yo de inmediato la tomé de los hombros provocando que su enorme cucharón cayera dentro de la caldera.
— ella debe estar preocupada o algo yo....yo debo ir por ella de inmediato.
Hablé histérica por primera vez y la anciana mujer simplemente se alejo de mi con el seño fruncido.
— disculpa pero eso no sucederá, hay mucho que debes hacer y es muy complicado explicarlo Sasha Waybrigth.
Hablo sería y de inmediato miro el cucharón flotar el cual tomo.
— ¡Entonces lo haré pero por favor necesito salvar a la mujer que por primera vez amo y a un montón de personas! — sentía que estaba rogando pero si era necesario con tal de estar con Anne. Lo haré.
Ella simplemente me miró neutral y suspiro pesadamente.
— está bien, esperaba que te pusieras de rodillas o algo que rompiera tu orgullo, pero te pondré a prueba — ella movió su cucharón y paso a ser un bastón muy llamativo — vamos a la gran montaña donde la tendrás que escalar conmigo a tus espaldas.
— ¿disculpa? ¿porque debería cargarla? — pregunté molesta y ella simplemente sonrió para cambiar a una expresión de dolor.
— soy vieja y mis caderas no pueden con una montaña tan empinada y rocosa — está se sobo lo cual mire a otro lado asqueada, por algo los ancianos en mi reino no servían.
— bien pero ¿hacer eso en qué me servirá? — me queje cruzando me de brazos.
— ¿¡Quieres salvar a Anne Boonchuy de ser esposa de Marcy Wu!? — pregunto molesta y yo trague saliva con nerviosismo.
— bien — gruñi.
— ¿O que era lo que esperabas?.
— no se, morir o quizás ser despierta por dos mujeres sensuales talladas por afrodita — ella golpeó mi cabeza con su bastón a lo que me queje— ¡Auch!.
— tu solo piensas en esas cosas, mientras una piensa con avaricia y poder. Y tú en fornicar.
Yo la mire confusa y de un momento a otro termine en medio del bosque, mire todo mi alrededor fue como en un parpadeó la cabaña desapareció y a cambio termine varada en medio del bosque.
— ¿Que carajos? — pregunté a su vez me tropecé provocando que cayera de espaldas, note que estaba a nada de caer a un abismo — ¡Mierda!.
En eso el bastón de la misteriosa mujer fue a mi rescate y de nuevo regrese a mi lugar.
— estamos en la montaña, debes cruzar hasta llegar a la punta donde se rumorea que hay una cueva sin explorar — señaló la cima donde las nubes bajaban lentamente.
— bien, es sencillo.
Hablé con orgullo hasta que sentí un enorme peso encima; note que era aquella anciana la cual pesaba demasiado.
— ¡Mierda! — sentía como mis piernas temblaban y luchaba por mantener ambos pesos.
— ¿Eres débil o acaso no tienes la suficiente fuerza y valentía como para comenzar a andar? — hablo ella cómodamente y note como empezó a tejer algo raro con tela de una araña.
— ¡Señora usted está más gorda que una vaca! — me queje y ella pateo mi espalda, lo cual me hizo caer.
— ¡Vamos, andando que a este paso tu mujer será la mujer de otra!.
Yo suspiré cansada y de inmediato luche por mantener su peso y estabilidad.
Al levantarme débilmente comencé a andar casi de rodillas, simplemente no podía.
[. . .]
— ¿es necesario esto? — pregunto Anne mientras una sirvienta planchaba su cabello dejando una mitad completamente lisa. Su mirada se clavo en Marcy a través del espejo.
— vamos cariño, un cambio de look no le hace daño a nadie solo mírate estás más hermosa que nunca — está la tomo de los hombros mientras la miraba desde el espejo del tocador.
La castaña no se sentía convencida por aquello y menos cuando la azabache endulzaba cada palabra.
— pero no hay nada especial no veo la necesidad de hacerlo — está bajo su mirada la cual volvió a ser subida por la mano de la azabache.
— oh querida ahora serás futura reina y juntas vamos a gobernar lo que es nuestro, debes tener una apariencia que demuestre serenidad pero liderazgo — explico con una sonrisa mostrando sus dientes.
Anne suspiro pesadamente y después de un rato, su cabello rizado paso a uno completamente liso. Se levantó notando su vestido verde largo de las mangas y que cubría por debajo de su talón.
— ¡Te vez bellísima! — Marcy la tomo de la cintura y de inmediato la beso.
Por más que la morena forcejeaba, la azabache la obligaba en aquel beso y sin más, se dejó llevar apesar de que se sentía culpable.
— tienes razón quizás me hacía falta un cambio — sonrió nerviosa para seguirle el juego y no hacer enfadar a la más baja.
— esa es mi reina, ahora quiero que vengas a ver algo — tomo las manos de Anne las cuales depósito un dulce beso— es algo que te podría encantar.
Anne la miro confundida y suspiro, sin esperar más accedió a aquello.
La morena miro a su alrededor notando que se encontraban en el jardín que Sasha le había obsequiado, Marcy tomaba su mano y en todo momento no se sentía bien. Incluso se sentía culpable al terminar accediendo a aquellos besos tan húmedos y sin ritmo.
— supe que el rey Andrias tenia este jardín me sorprende que esos bárbaros no destrozaran algo tan bello — explico sonrojada y evitando la mirada insegura de la castaña.
— Sasha me lo obsequio y cada que ella está ocupada, vengo aquí y después....
La azabache la interrumpió con un beso para en cuanto llegaron al césped de aquel jardín, la morena noto que había un pequeño picnic preparado.
— mandé a poner una pequeña comida para ambas, espero que te guste se que siempre me decías lo mucho que te gustaría hacer uno juntas, así que.... sorpresa.
Anne se sentó con gusto notando cada pequeño detalle de Marcy puesto en aquella comida, eran sandwiches cortados a la perfección y una deliciosa canasta de frutas, como toque un champagne espumoso.
Marcy sonrió y admiraba como la castaña disfrutaba de aquella comida. Anne la miro y no evito sonreír por el detalle, pero ese sentimiento era de amistad no de un amorío.
— sabes debo admitir que tú siempre me sorprendes con tus sorpresas — hablo después de pasar su bocado para sonreír.
— ya sabes cómo soy — tomo la mano de la contraria.
Después de aquella comida, ambas comenzaron a reír y Anne volvió a sentir el porque se volvió amiga de Marcy desde un principio, incluso recordó porque le llegó a gustar pero lamentablemente aquel sentimiento quedó en el pasado.
Miro su alrededor con un aire de nostalgia al recordar los momentos que llegó a pasar con su rubia problemática; suspiro con melancolía y miro sus manos recordando como en ese mismo lugar se volvieron novias.
Las lágrimas dejaron de contenerse y nuevamente su expresión cansada fue saliendo dejando el maquillaje de lado. Marcy noto aquello y de inmediato tomo las temblorosas manos de la castaña.
— Anne, ¿Que tienes? — pregunto con preocupación y simplemente está se levantó con brusquedad.
— ¿porque...? — se abrazo asi misma con la voz rota.
— ¿que cosa de que?.
— ¿Porque la mataste...? ¿porque hiciste toda esta mierda solo por mi? — la cuestionó comenzando a soltar en llanto y la azabache de inmediato se levantó.
El momento romántico para la azabache se rompió y el momento de calma para la castaña en los últimos días, volvió a ser doloroso.
— Anne son vikingos y nosotros debemos cuidarnos de ellos porque son ladrones — explico — además ¿Porque prefieres una salvaje antes que a mí, una mujer civilizada que te ama y respeta?.
Marcy tomo las manos de Anne quien se alejo.
— si me amarás y respetaras....me dejarías ser feliz estando con Sasha.
Aquello fue como una apuñalada para la azabache quién abrió sus ojos y apretó sus puños.
— ¿Después de todo lo que hice por ti así me pagas?.
— ¡Marcy tu no eres así!.
De inmediato la azabache soltó una bofetada en el rostro de la castaña que la miro confundida y con dolor. Tomo su mejilla y simplemente le regreso el golpe, comenzado a andar lejos de la presencia de la contraria.
El silencio gobernó aquella incómoda situación, de inmediato Anne entro a su habitación cerrando está con seguro para abrazar su almohada, comenzó a caer en llanto una vez mas. Marcy por su cuenta entro al castillo a regañadientes disgustada en como acabo aquel "avance" entre ambas.
En los últimos días habían tenido una mala relación y un distanciamiento del cual la presencia de Marcy, para Anne, se volvia incómoda.
En cambio para Marcy cualquier insignificante acción amistosa o amable por parte de la castaña, era un avance en su enamoramiento y próximo casamiento. La morena continuaba llorando en esas mismas noches por su rubia.
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