capitulo 21
Abrí mis ojos con pesadez y un espantoso olor entre putrefacción y mierda, indagó mis fosas nasales.
¿Acaso estaba en el infierno y ese era el olor cotidiano?.
Un fuerte frío choco con mi piel descubierta lo cual me hizo temblar a causa de la temperatura baja; mire a mi alrededor en cuanto mi vista se aclaró mejor y definitivamente estaba en mi propio calabozo.
Intente moverme pero mi cuerpo estaba encadenado donde note que me encontraba crucificada como “dios lo fue en algún momento”. Baje mi mirada notando que estaba desnuda y mi cuerpo dolía de puta madre.
Tenía la herida abierta que esa idiota me provocó, entre otros golpes y moretones.
Note que estaba en lo más profundo del calabozo pues no había nadie a mi alrededor hasta que los sonidos de botas con tacón resonaron causando eco, mire el suelo notando aquella armadura, cada vez que subía mi vista tenía la necesidad de matar a golpes a la portadora de dicha prenda.
Pero mi cuerpo estaba tan débil y pálido que no podía usar mi fuerza contra esa insecta.
— vaya, vaya, vaya....pero si es la comandante que lidera todo un imperio vikingo — se burló para tomarme del mentón con fuerza, provocando que forzosamente la mirara a los ojos.
— ¿Dónde esta Anne? — pregunté y ella simplemente canturreo.
— ella está asegurada donde tú ni nadie pueda molestarla, ahora....¿Cómo me puedo deshacer de tu insignificante cuerpo? — me miró cara a cara.
En un intento de liberarme y lanzarme contra ella, mi cuerpo simplemente sintió debilidad y la sensación de desmayo se apoderó de mi, estaba a nada de cerrar mis ojos por completo.
— finalmente la bestia es domada — de un momento a otro donde ella bajo las cadenas, enrollando las al rededor de mi cuello y me acerco hacia ella— ¿No es así?.
— borraré tu sonrisita en cuanto logré destrozar estás cadenas como a tus huesos — amenacé y ella soltó una carcajada, aún con su semblante engreído.
— no creo que puedas ni siquiera respirar.
En cuanto hablo, sentí una presión en mi cuello y como la oxidación de las cadenas manchaban mi piel, gruñi con desesperación y ella mantenía su sonrisa en todo momento.
— no durarás aquí, así que.....me voy a divertir un rato al ver cómo tú cuerpo se debilita más y cuando menos lo esperes pasarán por ti para tirarte como si fueras simple basura — ella ejercía más presión en la cadena de mi cuello, lo cual me dificultaba respirar — te abrí justo en el hígado, me impresiona como sigues viva pero no por mucho.
Yo escupí en su rostro donde note como ella hizo cara de asco y apenas podía quitar mi saliva con algo de sangre, de su horrible rostro de niña mimada. Yo me reí a lo bajo pero hasta eso me dolía de manera interna.
— ¿¡Te crees muy graciosa no!?.
Ella alzó la voz esforzándose de más por mantener una autoridad la cual ella jamás tendrá en nadie.
— ¿Y tú digna de ser una reina? pfff...hasta aquí huelo lo poco que te hacen caso, de no ser por tus madres.....
En eso ella apretó más la cadena, dejando me a nada sin aire hasta que sentí como su bota comenzó a aplastar con leve fuerza mi polla desnuda, baje la mirada notando como hacia leve presión y aún así me dolía como la mil mierda.
— agh....— fue lo único que salió de mi boca y de inmediato ella sonrió de lado.
— repite lo que dijiste vamos, si es que tienes las pelotas — ella volvió a hacer presión y solo solté un jadeo del dolor.
No tenía ni la fuerza, ni respiración para hablar nuevamente. Solo era mi mirada contra la suya.
— eso creí — ella no dejo de hacer presión y continuamos en la misma posición— dejas de demostrar dominio cuánto exprimen todo de ti ¿no es así?, quizas en un par de horas veas como doy el anuncio de que ahora el reino norte es mío.
Aquello me hirvió la sangre pero el dolor y la debilidad por primera vez me estaban ganando, ella puso dedo en mi pecho el cual bajo hasta mi marcado abdomen. Sentí su mirada plasmada en los vellos que cubrían un poco mi pene, lo cual me daban ganas de darle una paliza por fisgona.
— ahora entiendo porque Anne llora tanto por ti, simplemente una exageración — en eso ella saco una daga, clavo la punta de esta desde mi abdomen hasta subirla a mi mentón y nuevamente me acerco a ella.
Miraba con enojo pero sentía como mi mirada se nublaba a causa de la asfixia que la cadena me estaba provocando, ella volvió a reír en voz baja, sentí como la sangre manchaba mi piel a causa de ese corte.
— eres tan patética Sasha.
Apreté mis manos hasta que mis ojos quedaron completamente cerrados, sentí mi cuerpo débil y lo último que escuche fue su risa de superioridad.
[. . .]
Me abrazaba a mi misma mientras las lágrimas bajaban por mis mejillas y mis ojos se encontraban hinchados e rojos, tenía desde la noche de aquel enfrentamiento encerrada en mi habitación.
Por más que Marcy y sus guardias me trajeran mi plato de comida hasta la cama, no quería comer, la imagen de Sasha lastimada y a nada morir en mis brazos bajo la lluvia. No salía de mi mente.
Recordar sus últimas palabras me daba más impotencia y detestaba saber que la última vez que hablamos y nos vimos bien las caras, termino en una discusión. Al final ella si quería formar una familia conmigo pero ahora ya no verá a su hijo nacer.
Mis llantos cesaron en cuanto escuché los pasos de Marcy entrar a la habitación, sentía su presencia pesada detrás mío.
— linda, es hora de avisar que soy reina de estas tierras — aquel apodo que Sasha me decía, sonaba diferente saliendo de la sucia boca de Marcy.
Yo solo me abrace a mi misma ignorando sus palabras.
— ¿Que tienes, porque no has comido y mucho menos hablado? — pregunto a su vez sentía su peso en la orilla de mi cama — vamos Anne, regrese por ti y ya todo está bien ¿no entiendo porque estás tan triste?.
Aquello me molestó y de inmediato la mire directo a los ojos, sin importar que tan hinchados los tenga.
— ¿en serio todavía preguntas?....tu mataste a la mujer que amo — la enfrente y de inmediato sentí como se puso encima mío, tomo mi menton para vernos cara a cara.
— ¿acaso amas tanto a esa mujer? — ella preguntó a centímetros de juntar nuestros labios, lo cual me ponía tensa— veamos si con esto recuerdas a quien amas en primer lugar.
De repente sentí sus humedos labios sobre los míos, iba a posar mis manos en las hombreras de su armadura con tal de alejarla; pero ella las posicionó encima de mi cabeza.
Aquel beso se volvió más tenso y desesperado a pesar de que yo lo evitaba, Marcy lo forzaba hasta que gracias a la falta de aire se separó y de inmediato la empuje con mis piernas.
— wow, creí que morías por mi pero parece que estuviera beso a una tabla — insulto para nuevamente ponerse enfrente mío.
— ¿dónde está la Marcy que en algún momento llegue a querer? si así sentiste ese horrible beso, fue por algo — me levanté yo también estando a su altura.
Ella soltó una carcajada y arreglo su cabello para atrás suspirando pesadamente, nuevamente su semblante neutro paso a uno serio.
— arreglate y maquíllate, quiero una cara bonita de tu parte para en unas horas anunciar nuestra boda y reinado aquí — me ordenó aquello de manera sería.
Yo me cruce de brazos y le di la espalda mientras me acerqué a las puertas con llave del balcón, mirando a todo el pueblo rodeado de guardias del sur. Nos había invadido.
Suspiré pesadamente hasta que escuche como ella estaba a nada de salir de mi habitación.
— Sasha no me trataría así y mucho menos me diría eso — solté aquello sin piedad y solo escuché como se detuvo en seco, gruñendo en desacuerdo.
— si en una hora no bajas arreglada como debe de ser....yo misma vengo por ti y te desnudo para arreglarte — amenazó y finalmente me dejó sola.
Nuevamente las lágrimas salieron de mi rostro, me arrodille cubriendo mis lágrimas con mis manos las cuales sentía temblorosas, detestaba la idea de casarme con Marcy y gobernar junto a ella.
Una punzada en mi vientre me hizo soltar un quejido de dolor el cual me hizo retorcerme en silencio.
Comenzaba a alarmar me aquellos dolores pero Marcy no debía saberlo o quizás la siguiente en morir sería yo o incluso en cuanto el bebé naciera, podría ser ejecutado.
Pov Marcy.
En cuanto salí de la habitación de Anne, mi sonriente rostro mañanero paso a uno más serio y ahora no tenía las ganas de salir para dar aquella noticia a los pueblerinos. Salí al aire libre donde respire ondo y podía sentir el frío pasar por mis fosas nasales.
La nieve comenzaba a caer, sonreí por aquello pues le aseguraba una muerte a aquella rubia creída, note que mis guardias comenzaban a rondar por todo el pueblo y a las afueras del castillo, algunos se aseguraban de que el nuevo rehén estuviera muriendo de frío.
Me acerque a quien sería mano derecha de Sasha y aclare mi garganta para sonreír a pesar del disgusto con Anne.
Este se encontraba preso mientras era sujetado de su cabeza y manos, con su ropa interior puesta pues la verdad dejar desnudo a un anciano sería lo más asqueroso de ver cada mañana.
— ¿disfrutando del calor? — pregunté con sarcasmo y él simplemente abrió su ojo, soportando el frío.
— ¿dónde está Sasha y que le hiciste? — pregunto ignorando mi comentario del principio mientras su voz temblaba por las bajas temperaturas. Luchando por soportar el frío de invierno.
— ella decidió dejar el trono....es una pena pero ella me lo dejo a mi — dije pateando la nieve entre mis pies para después sonreír.
Él refunfuño y apretó sus frías manos a nada de congelar se.
— ella nunca haría eso — me miró amenazante y yo solo tome una bola de nieve para lanzarla en su rostro enfurecido — ¡Basta, eres demasiado molesta y débil como para liderar a hombres bárbaros!.
Yo solte una risa para acercarme más a su arrugado rostro.
— me temo que la era vikinga termino así como la vida de tu querida Sasha por estos rumbos — le quite parte de la nieve que cubría en su rostro, manteniendo mi sonrisa divertida— y en unos meses me casare con la hija de los Boonchuy, quizás si llegas vivo te deje en la fila de enfrente pero ambos sabemos que tú no llegarás a esas fechas.
Volví a reír para comenzar a caminar dentro del castillo ignorando sus súplicas y mil comentarios más, era tan divertido tomar mando al trono. Un juego de ajedrez bien ganado.
En cuanto di un paso cerca del trono y note lo horrible que se miraba me cruce de brazos negando con mi cabeza.
— ¿quién es el encargado de esta mierda?.
Insulte y de repente un guardia real empujó a un jovencito bajo y delgado, el cual temblaba de miedo y se acercó a pasos inseguros.
— yo....yo soy Sapin y soy en el sirviente de Sasha Waybrigth — se presentó y yo solté una risa.
— genial; un sirviente en servicio las 24 horas, ahora trabajas para mi, por favor retira esa aberración de trono y tráeme uno que si sea un trono real — ordene para comenzar a subir las escaleras— y por favor....avísale a Anne que baje arreglada o yo misma lo haré.
En cuanto di la orden solo escuché un “si majestad” a mis espaldas. En cuanto fui de habitación en habitación buscando en cual me iba a hospedar, pues la habitación principal era un desastre ¿Pero que esperas de una persona con cerebro de animal?.
[. . .]
La azabache entro una vez más al calabozo donde varias personas la miraban con esperanzas de dejarlos salir, pero Marcy los ignoraba hasta llegar a lo más profundo y solitario de aquel frío infierno subterráneo.
— ¿Sigue viva? — pregunto al matón que simplemente asintió pues al final de cuentas, era su trabajo— impresionante.
Marcy abofeteó el pálido y lastimado rostro de Sasha quien abrió con pesadez y lentitud sus ojos.
— ¿lista para ver cómo tú legado a terminado y ahora yo gobernare aquí? — pregunto con una sonrisa de oreja a oreja.
— no tienes la fuerza suficiente para hacerlo — se burló para recibir a cambio un golpe contra el concreto del piso, su nariz comenzó a sangrar y su rostro termino con raspones.
— esa no es la forma en hablarle a tu reina — canturreo para jalar del cabello con fuerza a la rubia y mirarla a los ojos— en un rato más te llevarán hasta las cataratas del bosque; y ahí es donde te dejaremos por tu cuenta hasta que seas comida de bestias.
Cuando la rubia soltó una leve risa y escupió sangre en las botas negras de la azabache, está volvió a golpear su rostro contra el piso donde gotas de sangre pintaban el concreto.
— haz tu trabajo y golpeala hasta dejarla inconsiente para que la lleven a su tumba — ordenó para alejarse de la rubia.
Sasha soltó una carcajada y sintió como Marcy se acercó peligrosamente a ella, tomando su cabello con fuerza.
— dejas que alguien más fuerte que tú haga tu trabajo, estás perdida y cualquiera podrá follar tu culo y quitarte el trono fácilmente.....quizas la débil es otra — se burló para recibir una fuerte patada en su desnuda entrepierna.
Sasha soltó aire y cerro sus ojos por el ardor.
— ¿Quién es la que está encadenada en su propia prisión donde disfrutaba ver a la gente morir?.
Silencio. Fue la única respuesta que recibió a cambio y Marcy volvió a sonreír con aire de superioridad.
— eso creí.
La azabache volteo dándole la espalda a la rubia quién luchaba por recuperar el aliento.
— acaba con ella y cuando quede inconsiente ya sabes que hacer — nuevamente ordenó para dejar a solas al matón y la adolorida rubia.
En cuanto la azabache dejo a solas al hombre más grande y a la ex comandante. Sasha finalmente recupero el aire después de un rato y miro desde los pies a cabeza, clavando su mirada en los ojos sin emoción de aquel hombre.
— vamos....no le harás caso a esa idiota ¿Verdad?.
— lo siento pero mi trabajo es servir a quien gobierne aquí y como ella es ahora mi jefa, me temo que esto acabo para ambos.
Sasha de un momento a otro sintió como tomaba su cuello con fuerza y terminaba en el piso siendo golpeada una y otra vez, un insoportable dolor comenzó a subir de su espalda baja hasta sus dorsales.
Escupía sangre con cada golpe y por más que ella quisiera levantarse para salir de aquel asqueroso lugar, simplemente su cuerpo no reaccionaba.
En un vago intento de levantarse sintió como la enorme mano se posicionó en su cabeza y la apegaba duramente contra la pared, su celda termino manchada de su propia sangre y sus heridas de la noche anterior habían sido abiertas.
— v-vamos....ambos sabemos....q-que ella no va a durar — intento levantarse para volver a ser pegada contra la pared, donde sintió un fuerte golpe en sus bolas.
— es trabajo y además no seré yo el que termine siendo comida de lobos — soltó una carcajada para sostener desde el cabello al débil cuerpo de la rubia.
Sasha luchaba por respirar en ese momento pues él sujeto tenía más fuerza que ella, cerro sus ojos esperando otro golpe pero termino siendo lanzada contra la pared.
Su espalda dolía y sus costillas estaban rotas para ese momento; sus pulmones luchaban por respirar, ya no podía levantarse y menos al sentir presión en su cabeza.
— creo que no es necesario dejarte inconsiente, ya estás muy débil — canturreo el hombre enmascarado.
[. . .]
La castaña terminaba de ser arreglada por una sirvienta, pero está ocasión no era como las primeras citas o cenas que llegó a tener con su rubia, incluso Maria notaba el semblante decaído de su futura reina.
— oh, señorita Boonchuy ¿Que la tiene tan triste? — pregunto mientras terminaba de arreglar de manera extravagante el cabello de la morena, comenzando a buscar maquillaje entre los cajones.
— ¿en serio todos preguntan eso? creí que es más que obvio...
Respondió decaída aguantando el nudo en su garganta mientras miraba su horrible peinado en el espejo, en cuanto la señora María comenzó a ponerle un poco de rubor Anne no se sentía como ella misma.
Con Sasha ella no debía aparentar, ninguna lo hacía. Pero ahora debía cumplir un estándar de belleza para la azabache, se sentía muy decepcionada por descubrir ese lado de Marcy pero en su mente no podía superar el hecho de que Sasha, “este muerta”.
La azabache esperaba impaciente sentada en su nuevo trono real, mirando con detenimiento a Sapin quien se sentía aún más nervioso de lo normal, en cualquier momento el pequeño hombrecito iba a sufrir un infarto si continuaba así.
— ¿cómo se encuentran los pueblerinos? — pregunto intentando romper el silencio.
— están todos reunidos afuera y algunos adentro su majestad, además....— hizo una pausa tragando saliva con nerviosismo — creo que tienen emoción y dudas por quién será la nueva reina.
Marcy sonrió de lado y se levantó justo cuando se acercó a la terraza, noto a la castaña bajar con inseguridad de los últimos escalones.
— ¿Anne?.
Pregunto. Para su sorpresa y sus ojos la castaña se veía extravagante y hermosa a la vez, el tono carmín pinto sus mejillas junto un brillo en sus ojos color esmeralda.
La castaña portaba un vestido extravagante de color azul cielo, pomposo de la cintura y hombros como de la vieja condesa, su maquillaje que a pesar de ser sutil para ella no le agradaba en su estilo. Pero ante la mirada perdida y enamorada de la azabache era como ver a una princesa de la condesa.
— llegas justo a tiempo, querida — hablo con una sonrisa de lado.
— claro lamento la tardanza — explico fingiendo una sonrisa y en cuanto la de ojos rasgados dio la espalda, su sonrisa se esfumó.
Marcy salió ante la presencia de los asustados y confundidos pueblerinos. Anne paso a su lado y los murmullos comenzaron a sonar de habitante a habitante.
La de piel morena se aguantaba las ganas de llorar frente a miles de personas.
— me alegra verlos tan despiertos, es de mi agrado informarles que no teman por perder su hogar pues yo me encargaré de reparar el daño que su ex comandante causo — hablo en tono autoritario y con seguridad — me temo que su comandante y algunos vikingos dejarán de rondar por estás tierras, su tiempo se a terminado y para algunos que ya no se encuentran con nosotros.
Anne apretó su vestido soportando la impotencia de que Sasha ya no estaba a su lado, miraba a todos lados en cuanto algunas personas no les parecía aquello y otros de mente cerrada aplaudían ante la noticia.
— su hogar vuelve a ser seguro y ya ningún bárbaro repugnante invadirá nuestras tierras, si queda algún vikingo lo mejor es que trabajen para mí o serán desterrados, las tierras norte y sur ahora han formado una alianza.
Los murmullos llenos de dudas invadían el pueblo, una mitad estaba de acuerdo y el otro lado todo lo contrario, la azabache no le importaba aquello pues a cambio les dedico una enorme sonrisa ganadora.
— en tres meses, será mi gran boda con la señorita Anne Boonchuy pero el pueblo no se queda atrás.
En cuanto aquel aviso termino, Marcy entro tomando una toalla de su sirviente y se limpio el maquillaje dejando ver su moreteado y golpeado rostro con heridas aún por sanar, Anne la miro confundida y para ella era confuso no sentir lástima por verla así.
— estás de coña si crees que me casare contigo — finalmente soltó para comenzar a deshacer se de su ridículo vestido y maquillaje.
— linda será mejor que cambies esa actitud ¿que fue de la Anne que le gustaba pasar tiempo conmigo? — pregunto tomando del mentón a una molesta morena.
— esa Anne está enamorada de Sasha Waybrigth — respondió seca quitando la mano de la más baja y a pasos rápidos subió las escaleras, con sus tacones en mano.
Marcy frunció el seño y del enojo bajo de inmediato al calabozo, donde comenzó a preguntar a su matón y justo fue que se dio cuenta que la rubia se encontraba tirada en el piso.
Su cuerpo se encontraba cubierto de golpes los cuales la sangre fresca pintaba su pálida piel.
— llevensela — ordenó con tono serio posicionando sus brazos detrás suyo y manteniendo una amplia sonrisa escalofriante a ojos de cualquiera.
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