capitulo 20
“Batallón”
Las semanas continuaban al igual que la rubia seguía su arduo entrenamiento y la castaña buscaba más información sobre que hizo el Rey Andrias y que les deparaba el futuro, la azabache le faltaba poco en su recorrido pero el día exacto en que la guerra finalmente iba a marcar un antes y después, era inconcluso.
Cada una se encontraba en las suyas.
Pero el destino marco ese antes y después muy pronto.
[. . .]
— ¡Tierra a la vista! — alzó la voz un marinero alto y robusto, que bajo a la cubierta para señalar el último camino a la costa norte.
Cada hombre se preparaba para la guerra que iba a comenzar en un par de horas, uno de ellos entro con nervios a la habitación de la azabache.
— señorita Marcy es de mi agrado informarle que hemos llegado al norte — hizo una pose militar pero su semblante era un tanto inseguro.
La azabache termino de pulir su última parte de la armadura para colocarla en su pié; levantándose de su asiento demostrando su dominio, se colocó su capa y sonrió con gusto en cuanto tomo su casco.
— ya era hora, llevamos semanas en mar tanto que ahora lo detesto — se burló saliendo junto aquel hombre bien vestido.
Marcy respiró hondo mirando a lo lejos el castillo que su enemiga dominaba.
— se ve tan diminuto que puedo aplastarlo con mis manos — cerro su ojo para con sus dos dedos apretar el castillo, jugando con su imaginación— y asi aplastarte a esa tirana.
La azabache se burló para colocar su casco dando la señal de embargar aquel barco.
— señores, es de mi agrado decirles que llegamos a nuestro destino y claro que sí ustedes mueren o se dejan vencer contra esos bárbaros que les han arrebato por muchos años, lo que es suyo, si no los matan ellos....¡Los mato yo!.
Alzó su voz jugando con sus manos para después reír y chasquear sus dedos.
— pero claro.....tenemos está batalla ganada pero si me decepcionan los destierro — nuevamente se burló dejando a todo su ejército anonadados y en shock.
Marcy miro disgustada a su tropa en cuanto escucho los murmullos entre cada uno.
— ¡Será mejor que se callen de una vez o los regreso al mar! — amenazó.
De nuevo silencio.
La azabache sonrió notando como los marineros empezaban a bajar las anclas y se aseguraban de poder bajar del barco sin problemas.
— será mejor que; den lo mejor de si mismos porque solo tienen una oportunidad.
Les dio la espalda comenzando a bajar y detrás suyo las tropas marchaban con armas y escudos en mano.
Todos camino al bosque, en el trayecto llegaron a toparse con uno que otro pescador y para que no avisarán a la comandante, la azabache los tomaba de rehén.
— pero si hola....¿Son acaso nuevos por aquí? — preguntó Wally muy amable y confundido mientras andaba en su canoa, con una que otra reja con peces recién pescados.
Ambos grupos se toparon desde el río, Marcy sonrió burlesca notando a lo lejos más pescadores del pueblo norte.
— vaya pero si es el loco del pueblo — hablo confundiendo al contrario quien solo solto una risa nerviosa.
— eh.... claro — tomo un remo, con temor pero aún con inocencia — ¿Quienes son ellos?, ¿Son amigos acaso? vienen a ver a la comandante para algún trueque o convocatoria real.
Supuso aquel hombre en overol, la azabache hizo tiempo para así emboscar a sus futuros pescadores.
— muchachos.....a él — ordenó a dos guardias reales que se lanzaron contra un confundido Wally.
— ¿Quieres pescados? je....je...je — río nervioso.
Wally miro a los dos hombres, tenía varios sentimientos revueltos, entre ellos confusión, temor e inocencia por no captar que la guerra había comenzado.
Los dos guardias golpearon al pobre Wally a su vez notando como más pescadores miraban con enojo la escena.
Una batalla entre los pescadores y aquellas tropas del sur comenzó, Marcy miraba aquella pelea con aburrimiento mientras algunos pescadores caían al suelo luego de forcejear su liberación.
Al otro lado del castillo.
Una mujer de tez morena caminaba de un lado a otro ansiosa por ver al doctor nuevamente, su embarazo en los últimos meses había empezado a ser más notorio por ende la ropa holgada comenzó a aparecer más seguido en el armario de la castaña.
En cuanto escucho la puerta de su habitación ser tocada no dudo un segundo en revisar quien era y su alivio fue que era el doctor pero sus nervios y ansías incrementaron aún más, dejo pasar a aquel hombre mejor vestido y presentable a diferencia de la primera ocasión que vino.
— pasaron meses desde que la vi, señorita Boonchuy — hablo divertido aquel hombre que miraba con una sonrisa a la castaña.
— bien, usted tubo razón — dijo Anne quien subió su camisa holgada demostrando su abdomen más inflamado.
— vaya si que es directa señorita — hablo entre risas mirando el vientre inflamado — esto es la representación gráfica de que en efecto esta usted embarazada, señorita.
Anne tembló al escuchar aquello.
— debe trabajar en controlar su estrés.
— ¿A qué se refiere con eso?.
— nada de estrés y nada de ansiedad o usted y su bebé tendrán consecuencias de que el embarazo sea prematuro — tomo su pluma para ponerla con tinta y comenzar a anotar en una hoja — sería un pecado que ese bebé naciera antes o termine muerto.
La castaña sintió un escalofrío al escuchar aquello, trago saliva con temor al pensar en decirle a Sasha respecto a su embarazo.
— ¿Cómo quiere que me relaje si Sasha es el "padre", de este bebé? — pregunto exaltada casi a punto de tomar por el cuello a aquel simpático doctor.
— escuché se que no es sencillo pero no es mi problema, solo hago mi trabajo así que lamento escuchar eso — dijo con indiferencia para entregarle la hoja a Anne, en manos— ahora necesito checar debajo suyo.
Anne leyó la fina y rara letra de aquel doctor, en cuanto supo que esté debía checar sus partes íntimas se sonrojo de la vergüenza.
Acto seguido está lo saco a empujones de la habitación.
— ¡No puede dejar mi trabajo a medias! — refunfuño sintiendo el portazo en su nariz.
Este sobo su área lastimada para salir lo más pronto posible de aquel castillo.
Anne detrás de la puerta, tomaba con nervios su vientre mientras se miraba en el espejo pues realmente tenía miedo de ser madre, ni siquiera encontraba las palabras adecuadas para explicarle a la rubia respecto a que serán madres.
Lo que más le dolía era saber que la rubia estaba más ausente pues entrenar todos los días se volvió muy rutinario y casi siempre se veían solo para las comidas o al dormir; aún había contacto físico entre ambas pero Anne no sentía esa seguridad y confianza para decirle aquel tema importante.
Sasha se volvió más ausente y eso le daba miedo.
Mil emociones revueltas le hacían sentir pesar su embarazo pero el estar atenta en busca de “ ¿quién fue el Rey Andrias?”. La sacaba de su ansiosa cabeza.
[. . .]
La castaña leía cada libro respecto a las memorias del Rey Andrias pues lo encontró entre las cosas que había en la habitación de la rubia.
Sasha no preguntaba por aquello pues simplemente se mantenía concentrada en sus entrenamientos, la rubia salió de su habitación recién bañada y cambiada para ir a desayunar con su morena de ojos avellana.
— buenos días, linda — saludo mientras tomaba asiento esperando a que el desayuno fuera servido, noto que Anne estaba atenta leyendo mientras comía de la canasta de frutas — dije....buenos días.
Aclaro su garganta mientras fingía toser, Anne casi tiro aquel viejo diario para mirar con pena a una confundida Sasha.
— buenos...días — hablo entre cortada para sonreír nerviosa.
La rubia arqueo sus cejas confundida mientras se cruzaba de brazos.
— estos días noto que apenas duermes y te la pasas leyendo libros mal hechos — se estiró en su asiento para subir sus botas de combate en la mesa.
La morena cubrió su rostro con aquel diario pero miro con repugnancia aquella acción de la rubia.
— solo me la he pasado leyendo es todo y aún más ya que tú solo te la pasas a fuera — regaño para ver cómo Sasha arrebataba aquel libro de sus manos.
— mmmh....ya veo — miro aquel libro viejo y sucio, deteriorado, fingió mostrar interés ignorando como Anne luchaba por tomar aquel diario que arrebato de sus manos — linda....no me digas que eres una fanática más de ese idiota.
Tiro el diario contra la mesa ignorando los regaños y expresiones molestas de Anne, tomo el diario para ver molesta aquellas acciones de Sasha.
— ¿Desde cuándo actúas más brusca que antes? — pregunto respecto a su grosero comportamiento.
— ¿Y tú desde cuándo lees cosas sobre reyes que engañan a los más pobres? Él no vale la pena — señaló con un fino tenedor a la castaña, mientras jugaba con este entre sus dedos para acomodarse mejor en su asiento.
Anne dejo aquel diario a su lado, clavando un semblante en desacuerdo con la rubia.
— no soy fanática de él, solo quiero saber ¿Porque de repente te comportas así? — pregunto cambiando de tema.
— ¿Y porque ya no tenemos sexo? — se acercó más golpeando con su puño la mesa.
— ¿actúas como una idiota solo porque estos días no hemos tenido sexo? — se cruzó de brazos mirando a una sonrojada Sasha — ¿Es en serio?.
— porque tú te la pasas como rata de biblioteca cuando te ordené que no bajarás a ese extraño lugar, además....cada noche después de entrenar intento hacerlo contigo pero no me haces caso.
— pues por lo mismo que te la pasas diciendo que "tienes tus músculos agotados" ¿Crees que así tendremos algo en la cama, cuando estás cansada?.
Ambas se cruzaron de brazos negando aquella situación.
— además....¿Tan ocupada estas que apenas notas que empecé a leer?, no debiste tomar el libro de esa manera.
— ¿Cuál manera?.
— tan brusca e idiota, no eras así.
Sasha apretó sus puños, gruñendo en desacuerdo tensando su mandíbula.
— ¡Sorpresa querida soy un vikingo y siempre he sido un animal incluso tú me lo haz dicho en la cara, antes! — se acercó peligrosamente a Anne mientras la señalaba con su guante de piel y garras.
En cuanto Sasha golpeó la mesa. La sirvienta entro acomodando los platos ya servidos frente a cada una, saliendo de aquella incomoda situación a pesar de tener un semblante neutro.
Anne miro con temor y nervios a Sasha para levantarse de su asiento tomando aquel diario.
— y aún así te amo....pero no logro entender el porque actúas así, es como si....estuvieras presente pero a la vez no, Sasha.
La castaña tomo su plato y subió las escaleras ocultando sus ojos cristalizados en señal de que las lágrimas no tardaban en aparecer, la rubia gruño nuevamente golpeando la mesa con fuerza ocasionando que su desayuno se derramará.
Sasha no sabía que hacer, suspiro pesadamente pasando su cabello detrás de su nuca y se volvió a sentar.
— vaya manera de tratar a su novia comandante — se burló Mugre detrás de ella.
— ¿Escuchaste todo? — pregunto cansada mirando de reojo a su colega que se sentaba a su lado.
— así es y vaya forma de reaccionar a algo tan simple.
— le dije que no fuera a la biblioteca y me entero que se la pasa ahí como una rata — explico molesta para recargar su frente en la sucia mesa.
— por favor Sasha, tu te la pasas entrenando y últimamente no es como que la escuches mucho, incluso yo sé que ella quiere saber porque Andrias fue un tirano y tú actúas como una idiota — este tomo de manera indiferente parte del desayuno en la mesa y degusto.
Sasha miro a su amigo confundida pues aquellas palabras de Anne quedaron en su mente pues aún no lograba descifrar lo que aquella morena quiso decir.
Pero no contaba con Mugre que miro aquella pequeña e inútil discusión absurda desde su punto de vista, miro a su amiga y compañera que veía como su hija, frustrada pero aún molesta.
— quizás debas hoy tomarte un descanso y hablar con ella respecto a tu ausencia.
— ¿Yo ausente? disculpa pero yo estoy preparándome para una guerra — se victimizo.
Mugre le dio una leve bofetada a esta para tomarla desde su capa de piel.
— ¡Sasha date cuenta, ella no folla contigo porque tú estás ausente! — explico a nada de perder su poca paciencia por la rubia.
— ¡Pero es mi mujer y quiera o no, debe haber sexo en la cama!.
Mugre empujó a Sasha casi tirándola al piso, se levantó molesto caminando de un lado a otro.
— ¡Sasha! deja tu maldito orgullo y simplemente dale una cena romántica con sexo al final de la noche, tu y ella deben arreglar sus asuntos ¡Porque no quiero lidiar con tus idioteces! — regaño una vez más a la idiota rubia.
Sasha tallo sus ojos y suspiro pesadamente, aceptando a regañadientes su error.
— ¡Bien!....le pediré disculpas y se lo recompensare con una cena ¿Feliz? — se levantó bruscamente de su asiento mirando a un sonriente mugre.
— si y debo admitir....eres tan idiota que no te das cuenta lo que realmente siente tu futura esposa.
Sasha gruño pero decidida a ahorrarse sus palabras y evitar otro sermón, se fue directo a la habitación de Anne.
Quién se encontraba anotando un par de cosas a su vez miraba aquel viejo diario en cuanto escucho la puerta tocar y ver de reojo como la rubia entraba un tanto avergonzada, dejo de anotar por un instante esperando alguna mentira de parte de Sasha.
— ¿Puedo pasar? —se posicionó frente a la castaña.
— ya estás adentro....no veo el caso que pidas permiso.
Hablo con indiferencia lo cual puso los pelos de punta en Sasha.
— solo quería decirte que lo siento....quiero que cenemos juntas más tarde y poder hablar más claro — está se sentó tomando las manos de la morena.
— yo.... realmente no lo sé Sasha — miro un punto fijo pensando si aceptar o no pues aún estaba disgustada y molesta por lo descuidada que se volvió la rubia.
Miro a la rubia de reojo quien tenía un semblante preocupado, suspiro pesadamente y asintió.
— está bien pero con la condición de que me contarás porque mataste a Andrias y que tanto planeaba — miro un tanto sería a la rubia quién de inmediato asintió.
Anne cerro el diario poniendo entre las hojas sus apuntes, Sasha sonrió de oreja a oreja y de inmediato se abalanzó contra Anne, cayendo una encima de la otra.
— es una cita de reconciliación entonces — beso a la morena quién gustosa correspondió pero en cuanto sintió las escurridizas manos de la rubia, la separo colocando su mano en el pecho de esta.
— más despacio Sasha no estoy de humor para tus jugadas — advierto para alejarse dejando a la más alta confundida.
— pero.....
Anne la interrumpió antes de hacer algún berrinche o manipulación como siempre era costumbre de Sasha.
— nada de peros Sasha, debes respetar mi espacio y si no lo haces menos voy a querer cenar contigo.
La rubia refunfuño para suspirar, rodó sus ojos y salió de la habitación.
— te veo más noche entonces — hablo más seca de lo normal lo cual no le agradaba aquello a la castaña.
Anne bajo su mirada aún no tan convencida con el comportamiento de Sasha, hasta que nuevamente miro el diario de Andrias el cual no dudo en volver a leer.
Pov Anne.
La noche había caído como era de esperarse y en ningún momento vi a Sasha rondar por el castillo o para dar sus vueltas y molestarme de manera lujuriosa, no sabía si preocuparme o no pues al final del día yo le pedí espacio.
Pero ¿Porque me ponía mal ver qué todo el tiempo se la paso entrenando y no insistió un poco en verme?.
Estuve toda la tarde sin poder entender bien los acertijos o cosas que Andrias llegó a anotar en su diario hasta que por fin entendí que su jardín era una repetición de su mente; al principio la descuido y después volvió a cuidar de ella pero al final en los últimos meses antes de se lecho de muerte.
Volvió a dejar muy descuidado su jardín en algunas partes, ahora tenía sentido esa representación para él, pues su obsesión por él poder lo hizo recaer a tal grado de morir.
Aún tenía dudas pero no quise ver lo que Sasha le hizo, aquella mujer tan extraña sabía cosas y mi sorpresa fue que esa mujer quizás nunca existió.
¿Me volví loca acaso?.
Tenía muchas cosas encima pero sabía que el leer este diario de Andrias era una distracción de mi estrés por hablar con Sasha respecto al bebé, ni siquiera a notado mis meses de embarazo y menos si está tan tensa por la guerra.
Carajo, Marcy.
Me olvide de ella por un momento y no tengo la menor idea de cuando va a querer venir para reclamar el viejo trono de Andrias.
Había muchas cosas en juego o que al menos a mí, me tensaban.
Mis pensamientos dejaron mi mente cuando sentí una horrible punzada en mi vientre provocando que me retorciera del dolor entre el piso y la orilla de la cama, sentía como si mi abdomen se partiera en dos para sacar mis entrañas.
Tome mi vientre con fuerza sintiendo como el dolor empeoraba más; sentía las lágrimas salir hasta que de repente el dolor se detuvo. Me levanté con la respiración agitada sentía como si mi estómago se moviera lo cual me dio temor y confusión.
¿Era obra del anticristo? de ser así, Sasha sería el mismo diablo pero no, supuse que por algo era la alerta del doctor.
La puerta de mi habitación fue abierta de repente note a Sapin entrar con una taza de té, lo cual me confundió.
— disculpe las molestias señorita Anne pero la comandante Sasha me ordenó traerle un té, de parte de ella — hablo amable dejando la taza en mi mesita de noche junto una hermosa rosa sin espinas— y ese es un pequeño detalle de ella.
Tome la rosa para olerla con gusto, sentía su polen indagar mis fosas nasales y sonreí como una boba enamorada al imaginar a Sasha tomarse el tiempo en buscar una rosa tan hermosa.
— dile que gracias y la veo en unas horas más para la cena — sonreí como adolescente enamorada.
— aunque claro ella quiere que se de un poco de prisa, señorita Anne.
Yo lo mire notando su nerviosismo y simplemente sonreí dulcemente.
— tranquilo, aún es temprano y falta un poco para la cena y si ella te regaña dile que fueron órdenes mías, simplemente dile que me tardaré un poco en arreglar — sonreí mirando como él soltó un suspiro de alivio y se retiró.
Deje la rosa en uno de tantos floreros con agua, tome la taza de té la cual me hizo sentir una calidez en todo mi cuerpo.
Comencé a buscar un hermoso atuendo para esta noche, tome una camisa de manga larga de la época junto con un corset negro y una falda negra la cual cubria la mitad de mis rodillas, termine de tomar el té y decidí entrar de una vez al baño para comenzar a alistarme.
Después de salir de la tina, me mire al espejo notando los cambios que comencé a tener y eso me ponía más ansiosa a la vez no tan cómoda con mi cuerpo, tome la bata pasa salir a mi habitación, suspiré pesadamente pues hoy si o si debía hablar con Sasha respecto a nosotras.
Tenía un mar de emociones.
¿Temor?, ¿angustia?, ¿ansiedad?, ¿nervios?; son solo lo poco que logro explicar sobre como me siento en estos momentos.
Mire la rosa que Sasha me dio mientras comenzaba a secar mi cabello y a cepillar este, una rosa sin espinas y la más floreada simplemente hermosa.
La noche había caído por completo, las estrellas comenzaron a iluminar el cielo nocturno junto la brillante luz de la luna llena.
En cuanto termine de arreglarme salí de mi habitación notando a Sasha detrás de la puerta en un pasillo con su mirada agachada y de brazos cruzados, me acerque a pasos inseguros y ella de inmediato volteo a verme para sonreír, sus sonrisas habían pasado de engreídas a sinceras y coquetas lo cual no evite sonreír embobada a la vez la sangre se subía a mis mejillas. Aunque claro, Sasha seguía siendo Sasha pero conmigo era diferente.
— eres tan hermosa — ella rodeo sus manos por mi cintura, depositando un dulce beso en mis labios el cual le regrese.
— y tú tan atractiva como siempre — le guiñe el ojo siguiendo su honesto pero divertido juego.
— vamos, la cena se enfría y está vez pedí unos deliciosos platillos gourmet — ella sonrió mientras tomaba mi mano con delicadeza y bajábamos las escaleras hasta la cocina.
En cuanto llegamos al comedor que se encontraba hermosamente iluminado y decorado, ella se separó de mi con un brazo detrás suyo lo cual me lleno de curiosidad.
— ¿Que te traes entre manos? — pregunté curiosa.
— verás Anne yo....yo sé que estás últimas semanas no estuve tan cerca tuyo y aún no logro descifrar como recompensar el tiempo perdido — ella saco detras suyo un enorme ramo de hermosos tulipanes.
Abrí mis ojos maravillada y no dude en tomarlo con gusto para besarla antes de que saliera otra palabra de su boca.
— gracias Sashi....aún necesito tiempo ¿Si? — suspiré para posar mi mano en su mejilla — además quiero hablar contigo después de la cena.
Pase mi dedo por su camisa la cual tenía dos botones desabotonados dejando ver parte de su clavícula y pecho. Note como aquello lo mal interpretó y de inmediato sonrió con picardía.
— con gusto platicamos todo lo que sea necesario linda~.
En cuanto la cocinera entro con los dos platillos gourmet; Sasha movió mi silla para poder sentarme y ella se sentó enfrente mío.
La cena estuvo tranquila por primera vez vi a Sasha comer con calma y no como un animal enjaulado sin comer, en cambio yo, yo comí un segundo plato antes de ella, supe que era poco común pues Sasha solo me miraba impresionada.
Nuevamente apenas se da cuenta de mis antojos.
¿Porque sentía raro? era como si estuviera conociendo a Sasha por primera vez, “apesar del tiempo que ella me tuvo encerrada y que comenzó nuestro amorío”.
— bien, exactamente ¿De que querías hablar? — pregunto tomando mi mano libre a su vez arqueaba una ceja.
Limpie mi boca y manos con una servilleta, mire sus ojos que demostraban lujuria y sonreí.
— ¿Cómo mataste al Rey Andrias con exactitud?.
En eso su mirada paso a una decepcionada.
— bueno es difícil de explicar, es decir....en cuanto yo puse un pie aquí supe que ese idiota quería conquistar todos los reinos, eso ambas lo sabemos pero....¿Que más quieres saber?.
Yo tomé de mi taza de té frío para volver a clavar mi mirada en sus ojos confundidos.
— ¿Cómo murió? casi todos hablan sobre que tú lo derrotaste sin problemas pero ese sujeto media como dos metros y era un fortachón.
— pfff, linda yo misma puedo matar osos sin problema alguno y yo misma asesine a una bestia ¿Aún tienes dudas respecto como lo derrote? — se acomodo en su silla demostrando dominio y seguridad en si misma, lo cual erizo mi piel pues debía admitir que es sexy sin importar la manera en que pose.
— pues claro ¿Que tal si es todo una farsa?.
— vamos deja de subestimar me porque ni siquiera tú me conoces — amenazó, colocando su mentó en su mano— el rey Andrias era un tirano corrupto y justo quería dominar todo antes que yo.
Yo la mire con temor y duda, ¿Acaso ella era la verdadera farsante y solo quiere que sea su esposa para ambas dominar todos los reinos? era eso, o me estaba volviendo loca.
— tu....acaso ¿Quieres conquistar el mundo o algo por el estilo? — reí nerviosamente y ella fijo una mirada sería en mi.
— ¿Que si quiero?....mira primero, estamos en guerra al menos yo con tu estúpida amiga caprichosa — se acomodo mejor en su asiento — segunda, yo quiero casarme contigo y después veremos que pasa, realmente esas ideas han cambiado.
Ella tomo mis manos con delicadeza; note como su expresión era más ligera y segura en sus palabras, estaba siendo honesta.
¿Acaso logré hacerla cambiar?.
— ¿entonces?.
— yo ya dejé esas ideas al menos que alguien te ponga un dedo y yo haré arder el mundo entero con tal de tenerte a salvo, aunque el mundo arda como el mismo infierno, yo te protegeré y amare.
Aquello me hizo sonrojar, sentía su brillo en su mirada igual de azulada que el mar, sentía una corazonada, este era el momento indicado para decirle de nuestro embarazo.
— Sasha yo....— intente hablar pero las palabras no lograban salir.
— ¿Dime?.
Sentía mi corazón latir, mis manos comenzaban a sudar y sin darme cuenta había cambiado el tema.
— ¿Entonces como lo mataste?.
Ella gruño y soltó mis manos, golpeando la mesa levemente.
— con mis puños y una espada — hablo irritada sin dar más detalles.
Trague saliva nuevamente para cerrar mis ojos, no podía dejar pasar el tema más importante pues Andrias era lo de menos.
Suspiré pesadamente y tome su mano, la cual comence a jugar con sus dedos tratando de calmarme.
— yo....— inhale profundo y exhale — Sasha, necesito hablar serio contigo.
— si es sobre Andrias, después te explico con detalle como....
Yo la interrumpí frustrada.
— eso no importa Sasha yo realmente....— sentía un nudo en la garganta el cual salió en cuanto finalmente solté aquella confesión — estoy embarazada.
Aquello resonó en mi mente una y otra vez, cerré mis ojos con fuerza para abrirlos donde simplemente escuché, nada, silencio total y ella simplemente comenzó a apretar mi mano con fuerza.
— Sasha...me lastimas.
Me queje y ella me soltó, note su mirada en shock y como se levantó de la mesa analizando aquello.
— ¿Que?.
— lo que escuchaste, estoy embarazada Sasha — me levanté para tomar sus manos— seremos madres y yo....yo tengo miedo.
No supe en que momento las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas, ella seguía en shock y cada momento en silencio me causaba un dolor en el pecho.
— no Anne....yo....¿Sabes que edad tengo?.
Aquello me confundió más y nuevamente sentí ese dolor en mi vientre, lo cual me alarmó.
— yo...¿Que tiene que ver con esto? ambas sabemos que es un pecado no dejar nacer al bebé.
Ella me miró con molestia y confusión al mismo tiempo, lo cual me causo temor.
— tengo veinticinco Anne....yo....no se cómo reaccionar con esta noticia, lo siento.
Aquello me hizo enfurecer y sin pensarlo le solté una cachetada, ella de inmediato tomo su mejilla y gruño.
— ¡Eres una imbécil! — alce la voz con impotencia — ¿¡Tu me dejaras embarazada acaso!? ¡Para eso querías que fuera tu esposa!.
Ella gruño molesta, levantó su puño y cerré mis ojos esperando un golpe pero solo escuché como la mesa fue golpeada.
Abrí mis ojos con lentitud notando que tenía la cabeza agachada.
— no es eso....es solo que no me esperaba una noticia así ¿Por eso tus cambios tan repentinos?, Anne yo no es que no quiera ese bebé....es solo que tengo miedo.
Por primera vez escuché su voz a nada de quebrarse.
— yo tengo miedo y confusión igual que tú Sasha — tome su rostro para mirarla fijamente — pero quiero saber, si ambas nos enfrentaremos a las circunstancias que se nos pongan en el camino al desear tenerlo.
Ella simplemente no dijo nada.
— necesito pensar mejor para darte la respuesta que buscas Anne.
— Sasha....solo dime, si o no — la abrace aferrándome a su cuerpo, tenía miedo por su respuesta inconclusa y simplemente deje salir las lágrimas.
— lo siento....
Me separé de ella, comencé a correr en dirección de las escaleras las cuales subí para ir a mi habitación.
Sentía como un golpe en mi estómago el cuál me hizo caer de mi nube, no entendía nada más que sentía tristeza, dolor y decepción.
[. . .]
Pasos firmes retumbaban las tierras del Norte; todos en el pueblo miraron con confusión de dónde provenía aquellos pasos fuertes que demostraban dominio y poder, el cielo nocturno comenzó a nublarse y en cuanto la azabache puso un pie en la entrada de bienvenida del pueblo.
La lluvia comenzó a caer junto con los truenos retumbar las nubes grises que ocultaban las brillantes estrellas y la hermosa luz de luna, Marcy miro a todos sus habitantes que miraban con confusión su entrada.
De inmediato los vikingos que rondaban por la noche se pusieron en guardia para acercarse a aquella mujer de armadura negra recién pulida.
— ¡Largo de aquí, están en terreno vikingo! — amenazó un hombre de cuerpo ancho y robusto, más alto que la azabache.
Marcy soltó un risa engreída, de inmediato chasqueo sus dedos y sus guardias se lanzaron a aquel hombre que terminó quemado entre las antorchas, que sus guardias poseían para iluminar el oscuro bosque.
La azabache miro a los demás pueblerinos mientras su ejército se esparcía por todo el pueblo. Está aclaró su garganta para mantener la calma entre los pueblerinos.
— gente del Norte es de mi agrado decir que mantengan la calma pues su salvación llegó — dijo con seguridad en sus palabras mirando como sus guardias alejaban a los pueblerinos del hombre que se quemaba vivo.
Marcy miro con una sonrisa fuera de lo normal aquella escena y como de inmediato más vikingos se pusieron en posición de combate.
— ustedes también quieren unirse a esta velada, vaya forma de darles la bienvenida a sus invitados.
Soltó una risa para volver a chasquear sus dedos donde sus tropas comenzaron a luchar contra los bárbaros, algunos eran quemados vivos lo cual dejaba como musica de fondo los gritos de dolor y como la azabache miraba a sus mayores enemigos agonizando.
Varias personas del pueblo comenzaron a correr para ser arrinconados por más guardias.
— no hagan esto más difícil; mantengan la calma y ustedes saldrán vivos — explico la azabache mirando a un grupo de personas que temblaban del miedo al ver tal guerra ante sus ojos.
Marcy se paseaba por el pueblo mientras la lluvia comenzaba a hacer presencia, en eso noto a una niña chocar frente a sus pies y de inmediato se acercó a la pequeña.
— ¿Dónde está tu mami pequeña? — hablo en tono dulce hasta que la madre, asustada, cargo en brazos a su hija.
La azabache la miro confusa hasta que un hombre de su ejército acorralo a aquella histérica mujer.
— pero no me tenga miedo señora porque yo seré su futura reina, ahora dígame ¿Dónde se encuentra la comandante que lidera este pueblo?.
Se dio tiempo a hablar con calma mientras miraba fijamente cada nervioso y tembloroso movimiento de aquella madre soltera.
En cuanto la mujer señaló el castillo, Marcy rio a lo bajo, empezó a caminar en dirección del castillo a su fondo una guerra de dos reinos diferentes había comenzado.
Marcy se detuvo en seco junto a un grupo de su ejército, noto a dos vikingos más, quienes volvieron a lo mismo. “Una batalla entre bárbaros y hombres civilizados”.
La azabache aprovecho la distracción y sin problemas entro al enorme castillo del cual fue iluminado por un enorme rayo en el cielo oscuro.
— bingo — canturreo.
En cuanto subió los escalones para llegar a la puerta real hizo una seña a sus guardias quienes de inmediato barrieron la puerta e invadieron el vacío pasillo del reino.
Mugre quien conversaba con la cocinera, salió a revisar el fuerte ruido y en cuanto sintió la punta de una escopeta en su cabeza, este se rendió para comenzar una batalla con ambos guardias.
Marcy chasqueo la lengua con disgusto y de inmediato fue a los escalones junto con otros dos guardias dejando a dos de sus hombres pelear contra aquel amigo de la rubia.
Los gritos de temor de los inocentes empezaron a resonar en todo el pueblo hasta llegar al castillo, donde cierta rubia se encontraba en su habitación.
La rubia caminaba en círculos a causa de su dolor pues la confusión y el temor invadían su conciencia y mente, Sasha salió al enorme balcón para gruñir y golpear parte del muro con fuerza.
Dejando sangre manchada en sus nudillos, se resguardaba en su capa color vino tinto mientras sentía las gotas de lluvia mojar su triste y frustrado semblante.
Ignorando la matanza de sus hombres que había comenzado durante su cena con aquella castaña, quién lloraba en su habitación hasta que escucho las puertas abrirse de manera brusca.
— ¡Sasha déjame sola! — grito adolorida limpiando sus escurridizas lágrimas, recibiendo silencio a cambio— ¿¡Que no escuchas o que carajos, animal!?.....¡DEJAME EN PAZ!.
Grito con frustración hasta que volteo notando a dos hombres bien vestidos, con armas pintadas de sangre en mano, Anne miro confundida aquello.
— ustedes no son de por aquí.....— hablo confundida, alejándose a pasos lentos e inseguros.
— pero si vine solo por ti, Anne — entre los dos hombres hizo acto de presencia la azabache con una sonrisa de oreja a oreja, portando una armadura sin ningún rasguño.
Anne miro confundida a la azabache que dio una señal a ambos guardias y de inmediato tomaron por cada brazo a una llorosa y confundida castaña, Anne forcejeo por un momento hasta que noto la presencia en su amiga, convirtiendo aquel ambiente en uno tenso.
— ¿Marcy? — pregunto entre lágrimas y confusión a la azabache que mantenía su sonrisa con seguridad en si misma.
— no temas Anne ahora....¿Dónde está la comandante? — pregunto sonriente.
La castaña miro con temor aquello y en cuanto paso su mirada por la ventana noto todo el pueblo vacío pero cierta áreas que soltaban el humo negro junto con cenizas, a causa de los incendios.
— vamos Anne no hagas esto más difícil de lo que ya es — se acercó de manera ágil a la castaña la cuál tomo por el mentón.
La castaña miro con temor aquel semblante de la azabache.
[. . .]
La lluvia comenzó a caer más fuerte retumbando y mojando aquel pueblo el cual estaba repleto de guardias reales de las tierras sur, varios pueblerinos temían por su vida y otros confiaban en que la comandante iba a hacer su labor en mantener el pueblo y reino a pie.
La rubia continuaba en su delirio gruñendo y gritando desde su balcón, donde su capa era lo único que la cubría del frío, con mil cosas en mente escucho la puerta ser azotada con fuerza.
La azabache entro con una sonrisa egocéntrica pues para ella ya había ganado la batalla, Marcy cambio su expresión sonriente a una confundida al ver a Sasha tan decaída.
Sasha volteo a verla aún con su semblante caído y volvió a su posición inicial.
— ¡Vamos, ya estoy aquí! ¿No me matarás como tanto me amenazas te la última vez? — se burló de ella notando que la rubia ni se inmuta.
Marcy se acercó peligrosamente y empujó a Sasha quien cayó al piso, está se levantó sin ánimos y simplemente gruño hasta que decidió no ceder a la lucha.
— si me matarás, hazlo de una vez — agachó la cabeza y recibió otro golpe en el rostro lo cual la hizo caer al piso.
— ¡Por lo menos lucha por tu miserable vida, bestia!.
La azabache sonreía con superioridad, detrás suyo saco una guadaña de doble filo y se lanzó contra la rubia, quién detuvo el golpe que iba a provocar dejarla sin cabeza.
Ambas comenzaron a forcejear en un intento de quien terminaba sin cabeza primero; la tormenta hizo presencia de fondo, empapando a ambas chicas en su lucha de quién mataba a quien primero, Sasha empujó lejos a Marcy quién cayó contra la pared al piso dejando la marca de aquel golpe y el insoportable dolor de espalda.
— veo que no te rindes fácilmente — canturreo tomando nuevamente su arma.
En cuanto lanzo el primer golpe la rubia lo esquivo tomando su arma en manos dejando perpleja a la ojos rasgados.
— ¿Te parece que me rindo fácil? — se burló para detener los brazos de la azabache con un solo brazo, comenzando a golpear con brusquedad el rostro de la más baja.
Su casco se rompió en el proceso de aquellos fuertes golpes y la sangre mancho las pieles de ambas en combate.
— ¡Hija de puta! — escupió sangre de su boca para empujar a la rubia lejos suyo, saliendo de aquellas palizas.
Sasha gruño con semblante serio mientras los truenos tronaban el cielo y la lluvia se intensificaba, detrás suyo entre las puertas que se abrieron de golpe, la castaña hizo acto de presencia esquivando a los dos guardias reales del Sur.
— ¡Sasha!, ¡Marcy! — grito en un intento de captar la atención de ambas.
En cuanto la rubia volteo a ver a la castaña, el azul del mar y la avellana se encontraron hasta que la azabache soltó una carcajada, aprovechando la distracción con la punta filosa de su guadaña, hizo un corte en la espalda de la rubia quién gruño molesta y adolorida.
Sasha tomo por el cuello a Marcy, tirando su arma al piso para comenzar a golpear nuevamente su rostro repetitivas veces, cada golpe salpicaba la sangre de la azabache y Anne simplemente en un intento de ayudar y separar a ambas chicas, los hombres la tomaron con fuerza evitando intervenir.
— ambas s-sabemos.....que Anne no amara a un monstruo como t-tu.....— hablo débilmente mientras aferraba sus manos a los fuertes brazos de la rubia, manteniendo su sonrisa en su ensangrentado rostro.
— ¡GRRRR! — gruño apretando más su agarre.
En una embestida de cuerpo completo por parte de la rubia y un forcejeo por salvar su vida, de parte de la azabache, ambas terminaron chocando contra los pilares del balcón.
Sasha arta de las patadas que Marcy comenzó a lanzar al aire, se la quitó de encima para sostenerla en el aire, dejando el débil cuerpo de la azabache a nada de caer de un piso alto hasta el suelo.
La rubia gruñía y su respiración era pesada, Marcy miro en shock el semblante serio e intimidante de su agresora, una chispa de color rosa inundó aquella fulminante y dominante mirada en la rubia.
Marcy rio lento y pausado a lo bajo, mientras su respiración se cortaba aún más, quería ignorar el hecho de que temia por su vida.
— adelante....mátame y tírame como el monstruo que eres, demuestra le a tu querida Anne.....¡Que sigues siendo igual de bárbaro y agresiva! — provocó a la rubia.
Sasha miraba con odio a la azabache, hasta que por un momento contuvo su irá para mirar a Anne. Quién dejó de forcejear mirando a la rubia, la escena de ambas en la orilla del balcón donde Sasha estaba a nada de soltar a Marcy y dejarla caer.
La rubia dejo a la azabache en el piso del balcón, entre la tormenta, la más baja miraba con confusión a su contraria y en cuanto captó comenzó a reír.
— no me digas que por ella ablandas tu corazón — dijo, a su vez recuperaba el aliento y sus pulmones luchaban por retomar aire.
— solo hago lo correcto incluso si es tener que salvar el pellejo de su estúpida amiga.
Marcy aprovecho y justo antes de que Sasha fuera en dirección de Anne, está la empujo tirándola al borde balcón donde nuevamente comenzaron los golpes entre ambas, entre forcejeos y más golpes ambas terminaron cayendo del balcón, quedando en la orilla una aferrada a no soltarse de los pilares y otra al fuerte torso de su contraria.
La castaña grito con temor al ver qué ambas estuvieran muertas y simplemente cerro sus ojos aferrada a la idea, de que ambas continúen peleando y no estén tiradas en el piso, entre un charco de sangre.
— ¡Mierda! — gruño Sasha para soltarse y caer en una torre cerca de su balcón.
— ¡deja de creer que una mujer como Anne estaría con alguien como tú! — la azabache se lanzo contra la rubia mientras mantenía una daga en su mano.
El forcejeo comenzó una vez más.
Sasha gruño y empujó contra el piso de aquella torre a la azabache, ambas corrían el peligro de caer desde un piso alto.
— ¡A pesar de salvar tu asqueroso pellejo aún intentas matarme! — grito.
— querida.....olvidas que esto es una guerra entre tú y yo — canturreo.
Sasha se aseguro que la azabache continuará en su lugar, notando el débil estado de Marcy no dudo en comenzar a trepar la torre de su balcón.
Anne por su cuenta golpeó en las partes bajas a sus dos captores y de inmediato se acercó al balcón donde miro a Sasha escalar y a Marcy en el piso derrotada.
La castaña sonrió al ver que su amada se encontraba bien. La rubia al estar ya cerca del balcón, ambas estiraron sus manos para ayudar a subir a Sasha.
— está vez no te saldrás con la tuya.....— murmullo la azabache mirando a lo lejos aquella “escena romántica”.
Marcy comenzó a levantarse ignorando por completo su adolorido y herido cuerpo, para comenzar a escalar detrás de la rubia.
En cambio Anne estiraba lo más que podía su cuerpo; rozando sus manos donde la diferencia del tamaño de sus manos era notorio, finalmente en cuanto Sasha tomo la fina mano de Anne.
Un grito de dolor acompañado de un gruñido resonó en aquel castillo, la azabache había encajado la daga en el costado del abdomen de la rubia, manchando las ropas de esta color carmesí.
— ¡Sasha! — alzó la voz la castaña al mirar como la azabache se salió con la suya.
Marcy escalo entre el cuerpo de la rubia para subir al balcón.
Anne noto como la rubia soltaba su agarre a nada de caer y de inmediato la tomo del cuello de su camisa y capa, con todas sus fuerzas evito que su final fuera al caer de aquella torre.
La rubia cayó al piso y Anne de inmediato se acercó a una adolorida Sasha.
— Sasha....no, tu no — hablo con la voz entrecortada, tomando la fría mano de su rubia quién la miraba con los ojos entrecerrados.
— Anne....mi respuesta es un....si.
Fue lo último que hablo en tono débil y bajo, aquella mujer de cabellera rubia, poso su mano en el rostro moreno y sonrió una última vez.
— te amo....¡Te amo Sasha! — Anne se aferró al cuerpo de la rubia, tomando su mano con fuerza a su vez las lágrimas comenzaban a recorrer sus mejillas.
Aquella escena partía el corazón de cualquiera pero no el de Marcy y sus guardias, la castaña miraba como la sangre aumentaba más y como la rubia apenas podía continuar mirando aquellos ojos color avellana que tanto apreciaba.
— por favor no me dejes....— suplicó para besar de manera tierna los débiles labios de la rubia.
Sintiendo entre sus brazos como Sasha dejaba de respirar y su cuerpo se volvía tenso y sin movimiento alguno, Anne soltó en llanto aferrada al débil cuerpo de su amada, aún teniéndola en brazos.
Marcy se acercó a ambas dando una señal la cual sus hombres tomaron a la castaña nuevamente, quién forcejeo entre llantos.
— ¡Eres una mierda, Marcy!.....tu eres el verdadero monstruo aquí — insulto con un nudo en su garganta a la azabache que miraba el cuerpo de la rubia.
— saquenla de aquí y encierren la en su habitación para que ustedes dos hagan guardia — ordenó amenazante.
— ¡Dejala!.
En cuanto la castaña fue sacada de la habitación, Marcy se agachó tomando el pulso de Sasha.
Soltó una carcajada.
— solo estás inconciente, no es para tanto — se burló para en cuanto mas guardias entraron a la habitación está volvió a chasquear sus dedos — encierren a este animal en el calabozo.
La azabache salió con autoridad de aquella destrozada habitación dejando a una muy herida Sasha, ser tomada por dos guardias reales.
En cuanto las puertas se cerraron, fue el inicio de un antes y después en aquel reino.
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