capitulo 2.

Detestaba a esa rubia tan aclamada comandante.

¿Quién se cree que es para tratar así a las mujeres?.

Sabía que mi vida cambio en cuanto mi pueblo fue atacado por vikingos mal hablados; no sabía que preferiría si la carroza con olor a muerto y mierda o estar en un calabozo con olor aún más vomitivo.

— ¿Su esposa? Prefiero mil veces estar muerta que ser esposa de esa tirana — me percate que hable en voz alta en cuanto los demás rehenes me miraron.

Pude notar mejor que había más gente de mi pueblo; incluso hasta niños en una celda aparte lo cual me hizo hervir mi sangre.

Definitivamente, odio a los vikingos.

Pero odio más a esa rubia con superioridad.

Note que eran pueblerinos que normalmente saludaba mientras andaba entre la aldea.

— así que será usted esposa de la comandante ¿Verdad? — hablo una mujer, sabía que era la que se encargaba de vender en puestos de verduras en los mercados.

— ni siquiera me lo recuerde, disculpe las palabras que diré pero esa idiota se atrevió a ver a las mujeres que nos capturo como objeto — dije molesta entre los barrotes.

— me imagino, es muy sanguinaria incluso separó a nuestros hijos de nosotras y aún no sabemos cuál será su destino — mire con preocupación a aquella mujer — ni siquiera me dio tiempo de explicarles que mi hijo está enfermo.

— ¿Enfermo? — hablo el matón que hacía guardia.

— así es, no sabemos que tiene pero ni siquiera come y está muy pálido — explico con tristeza la mujer mayor.

Esto era muy injusto pues nos tenían sin nuestro consentimiento y peor pues hasta los más pequeños pagaban los platos sucios.

— gracias por decirnos así le informaré a la comandante Sasha para que lo considere.

Sasha, se hacía nombrar aquella perversa mujer.

Miramos como el matón subía las escaleras y yo solo suspiré pensando cómo podría escapar y asi informarle a la próxima heredera del trono, Marcy Wu.

Pues somos muy amigas, apesar de las normas del castillo sus madres le dan la libertad de interactuar con la aldea.

Nuevamente mire como aquel hombre enmascarado bajo para abrir la celda del niño aislado y asi subirlo.

— ¿A dónde iré mami? — hablo débilmente el pequeño.

— te ayudarán estoy segura que lo harán — la mujer se miraba con pocas esperanzas en que la tal llamada Sasha, fuera un ser bondadoso.

En cuanto aquel matón se burló en voz baja supe que no era así y que solo es una ilusión, muy posiblemente le toque un mal destino a aquel niño.

— en cuanto la princesa Marcy se entere de esto mandaran a matar a cada bárbaro de aquí — hable con molestia en mi voz.

— nunca nos dejarán libres — hablo un señor de casi puro hueso— llevo tiempo aquí y créanme, ellos me capturaron desde que andaban en barco y yo mismo mire como mataron al rey Andrias sin piedad.

Yo mire confundida a aquel hombre pues este estaba ciego; prácticamente no tenía ojos y al contrario estaban cosidos, pobre hombre, pensé en mis adentros al verlo tan demacrado.

— la comandante mando a coser me los ojos en cuanto puse un pie aquí y miren sigo vivito y coleando solo que jamás nos dejarán libres, al menos que trabajes como servidumbre y si eres afortunado tu trabajo más leve es la pesca o agricultura.

Todos estaban preocupados y más yo aunque a diferencia de los demás yo tenía la "suerte" de no morir aquí, fue en eso que pensé mejor la situación. Manejar a mi favor el ser la esposa de la tan nombrada comandante vikinga.

— seré esposa de esa idiota...cuando lo sea haré lo posible en que tengan libertad y las mujeres tengamos más derechos — expliqué con determinación pero eso termino al ver cómo regreso el matón.

Tenía su hacha con un poco de sangre pintada.

Mire con atención como limpiaba está y le sacaba filo al igual que brillo.

A mí mente vino la imagen de como posiblemente mato a ese niño inocente.

Definitivamente, no tendré hijos con esa psicópata de líder.

Solo suspiré para esperar mi llamado y solo recordé el como termine en este infierno.


Momentos antes.....

Terminaba de ayudar a mis padres con las cosechas para la comida de esta tarde; el día era nublado y los copos de nieve no tardaron en caer.

Entre a la parte trasera de mi pequeño hogar para dejar una caja llena de remolachas y rábanos recién salidos de la cosecha.

Debía admitir que si era pesado.

— está es la última, mamá — sonreí para limpiar el sudor de mi frente.

— gracias Anne — ella dejo de picar las verduras para los demás ingredientes y me dedico una sonrisa — Marcy te estaba buscando desde la mañana pero le dije que tenías deberes con las cosechas para hoy.

Marcy Wu, mi amiga de la infancia que es heredera del reino la conocí desde niñas a causa que sus madres; Olivia y Yunan querían que su hija fuera más social y no solo estuviera encerrada en su habitación jugando a estar en las estrellas.

Ella es muy lista pues lee mucho incluso hasta escribe poemas que me lee de vez en cuando, ambas tenemos la misma edad solo que ella cumplía años antes que yo.

Disfrutaba de estar con ella incluso llegué a la conclusión que definitivamente, me gusta.

Estaba perdidamente enamorada de la futura reina y líder de muestra aldea.

¿Lo malo?.

Posiblemente ella se junte con una persona de su mismo nivel o deba escoger a alguien de su altura hablando económicamente.

En cambio yo.

Yo solo ayudaba en la cocina y deberes del hogar a mi familia, de vez en cuando a uno que otro vecino amigo de mi madre.

No dude en salir de mi hogar para ir en busca de Marcy, que estaba segura que se encontraba en la biblioteca.

Durante el camino me tope a los plantar, una pequeña familia la cual en momentos donde mis padres salían fuera de nuestras tierras ellos cuidaban de mi.

— buenos días Anne — saludo mi mejor amigo spring que salto para abrazar me, lo cual no dude en corresponder.

— alguien anda de buen humor — canturree para ambos reír.

— por supuesto que lo estoy porque te vine a saludar — el dio un leve golpe en mi hombro.

— claro, me gustaría quedarme pero debo ir con Marcy — sonreí.

— oh Marcy, ¿Ya le dijiste lo que sientes por ella?.

Ignore aquella pregunta para despedirme, a causa de los nervios e inseguridades que tengo no podía decirle realmente mis sentimientos.

— mira la hora debo irme, nos vemos más tarde.

Me fui de prisa ignorando el llamado de mi amigo para finalmente llegar a la pequeña biblioteca.

Abrí el telón y no tarde en ver a Marcy leyendo uno de tantos libros.

— Mar mar — sonreí para lanzarme a abrazarla.

— Anne, me alegra verte te estuve buscando pero me dijo la señora B. Que estabas ocupada.

Ella posicionó sus manos en mis hombros provocando un sonrojo en mis mejillas el cual intente disimular pero fue todo lo contrario.

— ¿Estás bien? ¿No tienes fiebre? — ella tomo mi temperatura lo cual me ponía más nerviosa.

— claro que sí, ahora ¿Que era eso que tanto querías verme? — me senté al lado suyo y ella sonrió.

— descubrí algo llamado mecanismo, lo cual ayudará mucho a mamá Yunan para combatir con los vikingos — explico ella mostrando ese brillo en sus ojos a causa de resolver algo.

— Marcy los bárbaros son lo peor que hay, quién sea la persona que dirija tal bando....lo hace de maravilla porque se rumorea que conquistaron al rey Andrias — dije con nerviosismo.

— no es un rumor, es verdad, mi madre habla de eso desde que se enteró y no deja de buscar una solución solo que ella casi no me escucha a diferencia de mi mamá Olivia.

Su brillo desapareció en cuanto su semblante se volvió más triste y decepcionado, yo la abrace en forma de apoyo.

— sabes, mar mar, pienso que....

Nuestra plática fue interrumpida por un alboroto; de repente los pueblerinos empezaron a gritar y el suelo temblaba levemente.

Marcy y yo salimos para ver qué sucedía y todo mundo corría en busca de refugio.

— ¡Corran por sus vidas, los vikingos nos invaden!.

Me empujó levemente un extraño para correr en dirección del castillo.

Yo mire a Marcy que tenía un semblante serio pero ninguna se movia de su lugar, note como algunos vikingos más altos que nosotras habían bajado de aquel barco.

Empezando a capturar a algunas personas.

— Marcy....¿Que hacemos? — pregunté.

Ella no dijo nada y simplemente me tomo de la mano para correr al castillo en busca de ayuda.
Note como un bárbaro se fijo en nuestra huída y de inmediato sentí como tomo mi brazo con fuerza, jalando con brusquedad.

— ¡Marcy! — grite aferrándome a ella pero era en vano, aquel hombre era más fuerte.

— ¡Anne! ¡No te sueltes!.

Era un forcejeo entre ambos hasta que finalmente me separó de Marcy, donde ella al igual que yo empezamos a derramar lágrimas.

Sentía como aquel sujeto me obligaba a caminar junto con él para encadenar me junto con otras mujeres.

— esto no se queda aquí....— hablo para si misma Marcy en medio de todo el caos.

Yo miraba como me alejaba cada vez más de ella y de la aldea pues la carroza había avanzado para subir al barco.

Dónde las lágrimas no paraban de bajar pues me alejaba de mí pueblo cada vez más, donde había hogares en llamas y gente herida. Mire a mi alrededor notando que no era la única mujer encerrada, donde era arrebatada de su hogar y familia.

Detestaba a los bárbaros.


[. . .]

La azabache entro a su castillo molesta pero entristecida al perder a su amiga; limpio sus lágrimas con su capa y asi mirar como los guardias salían del castillo para ayudar pero era en vano.

Los vikingos se habían ido con algunos aldeanos.

Marcy miro con decepción a la reina Yunan pues está miraba molesta como su pueblo ardía en llamas.

— ¡No hubiera pasado esto si tú me escucharás más seguido! — alzó la voz a espaldas de la mayor que continuaba en su posición inicial.

— era algo repentino, lo siento Marcy — explico está para suspirar pesadamente y mirar a su hija— ¿Que planeas hacer exactamente?.

— algo llamado mecanismo, esto ayudará a contra atacar al enemigo desde un barco, sería aumentar la potencia de los cañones y asi regresar lo que nos arrebataron.

Yunan miro impresionada a la menor pues iba incluso dos pasos adelante que su propia madre.

— ¿Y que perdiste tu, exactamente? — pregunto.

— el amor de mi vida.

Aquellas palabras impresionaron más a la rubia que portaba una armadura de plata resplandeciente junto una túnica azul.

— adivino, la hija de los Boonchuy — camino al lado suyo con una sonrisa de oreja a oreja— me impresionas hija pero no está en tus planes a futuro, debes concentrarte y cuando llegue el día de que debas dar el trono, ahí ya veremos.

Tomo el hombro de su hija que solo miraba a su gente morir; gruño y por primera vez en mucho tiempo su semblante de niña introvertida y sería al igual que le daba pena hablar en público, dejo en su lugar a una con autoridad y determinación.

— te equivocas, ahí tienen a nuestra gente, tu gente....que posiblemente morirá — explico molesta.

— Marcy tiene razón, Yunan — interrumpió la charla Olivia, bajando las escaleras— pensé que tenías todo bajo control como me prometiste pero una vez más....me defraudaste amor.

Aquello fue un golpe bajo para el orgullo de la rubia y simplemente suspiro agachando la cabeza en señal de aceptar la llamada de atención de su esposa.

— tienes razón cariño.

— querida, ¿Cuál es tu plan y como lo llevaremos a cabo? — pregunto dulcemente la más baja para beber de su té recién servido.

Marcy sonrió y empezó a hablar con ambas, para finalmente al terminar la plática familiar real, Olivia miro con gusto como su pequeña retoño estaba enamorada.

— entonces debemos poner en marcha este plan y Marcy tendrá que tomar clases de espadachín.

— pero tomara tiempo Marcy, toma en cuenta eso.

Ambas reinas ordenaron y la azabache asintió con orgullo. Pues por primera vez en mucho tiempo ella iba a liderar las tropas de su madre, Yunan.

— esto me trae recuerdos de cuando llegaste en caballo a pedirme mi mano — hablo enamorada la peli azul para besar dulcemente los labios de la rubia.

— tu padre me odio por eso y más porque si me aceptaste.

La azabache miro con gusto a sus madres pues eran muy empalagosas y lujuriosas en algunos momentos.

— ¿Y después que paso? — pregunto la azabache.

— te tuvimos a ti, luego nos casamos y forme este reino — dijo con orgullo la más alta.

Marcy sonrió fantasiosa pues le daba ilusión formar familia con Anne; aún no sabía cómo decirle pues era igual de penosa pero ahora debía rescatarla de sus enemigos los bárbaros vikingos.

— dejando el amor de lado, hay que concentrarnos en ayudar al pueblo todos están heridos, madres — hablo seriamente la azabache mientras se recargaba sus manos en la terraza del castillo.

— debemos ir y ayudar — ordenaron ambas autoridades.

Yunan y Olivia salieron de la habitación dejando sola a Marcy que miraba seriamente su horrible paisaje, pues su pueblo había sido emboscado.

— voy a rescatar a mi gente y principalmente a ti, Anne Boonchuy, no dejaré que unos asquerosos tiranos te separen de mi.

Su mirada amable y penosa paso a una seria y determinada, para así dar paso al comienzo de una nueva guerra.














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