capitulo 19

Las semanas pasaban la castaña por mas que quisiera volver a toparse con aquella sirvienta era en vano, pues no la encontraba y la rubia le decía que no sabía respecto a esa extraña mujer.

La de melena rubia continuaba entrenando arduamente en espera de la misteriosa llegada de la azabache y su ejército, cada una por su lado para en las noches o horas de comer encontrar sus miradas y sentir sus caricias, tanto dentro como fuera de la cama.

Mientras la azabache continuaba su arduo camino en mar para llegar directo a las costas del norte donde los pescadores se reunían para pescar, y comercializar sus ganancias o llevar redes llenas de pescados al reino norte.

Marcy estaba ansiosa por llegar y atacar a Sasha pero debía esperar pues la marea alta jugaba en su contra para llegar a la costa.

La ojos rasgados se encontraba dentro de aquel "elegante" barco pues era el más decente que pudo obtener la azabache. Quién estaba sentada en aquella silla elegante aterciopelada con tonos dorados, leyendo un libro el cual cada palabra la hacia desesperar más.

— ¿Cómo carajos ella puede obtener eso y yo no? — se cruzó de brazos para tirarse en la silla dejando aquel libro de pasta vieja en su escritorio — necesito buscar una manera de que sea inmune a sus golpes.

Tomo aquel viejo libro comenzando a ojear cada página encontrando hechizos, pócimas, maldiciones y embrujos, etc. Nada de eso le servía a la azabache pues debía saber cómo hacerlo y por más que estuviera escrito el tutorial para cada cosa, no estaba cerca de los ingredientes.

Intento con maldecir y convertir a Sasha en una horrenda bestia o maldecir la en eterna soledad, pensó en varias cosas pero nada.

Supo que puede mover el espacio y tiempo pero la bruja que encontró en el bosque no le permitirá usar aquello en su favor, en el gran batallón.

— ¡Nada, absolutamente nada! — alzó la voz molesta refunfuñando.

— ¡Señorita Marcy! — entro un hombre de su ejército con notorio nerviosismo — la marea aumenta y se aproxima una tormenta, su majestad.

Marcy tallo sus ojos con fuerza mirando con frustración a aquel tembloroso hombre y se levantó de su lugar para salir, notando el fuerte viento acompañado de leves gotas de lluvia, dos hombres barbones y robustos se esforzaban en mantener las velas lo más estable posibles a causa del fuerte viento.

La marea alta junto con olas que chocaban de manera agresiva contra el barco causaba que se desviaran o que algunos hombres bien vestidos terminarán vomitando.

Marcy señaló con su dedo analizando y procesando como resolver aquel problema.

— ¡Alcen la vela más grande y vayamos contra el viento! — alzó su voz ordenando a un joven marinero que se encontraba en lo alto de las velas.

— señorita Wu, me temo que podríamos chocar con enormes olas, la tormenta no tarda en caer — explico un marinero más mayor y robusto.

La azabache miro nuevamente su alrededor, saco su mapa tomándolo con fuerza para no perderlo y simplemente señaló a una dirección.

— ¡Iremos a dirección contraria hasta que la tormenta pase!.

En cuanto el marinero alzó la vela más grande de inmediato el barco dio vuelta por camino contrario, justo cuánto la lluvia comenzó a caer más fuerte.

Marcy miro como el mar se volvía más brusco provocando que el barco se mueva de un lado a otro, tambaleando se.

— eso debería ser suficiente para no chocar o caer al mar, todos atentos donde llegamos y....no me molesten.

Hablo con desinterés entrando a su cabina volviendo a retomar el libro; suspiro con pesadez en cuanto se topo justo con la página que describía a su mayor enemiga a la perfección.

— si tienes tanto poder Sasha Waybrigth....¿Porque no lo demuestras en tu último batallón? — hablo por si sola, buscando si había algun efecto secundario pero nada, Marcy tiro el libro con brusquedad — maldito viejo libro.

En cuanto el libro de pasta vieja cayó al piso tirando algunas paginas a su alrededor está no evito concentrar su atención en una página en particular.

Se levantó tomando está comenzando a leer detenidamente.

— aquel que tenga la fuerza bruta y se deje controlar mentalmente por la avaricia y quedé cegado por el poder, tendrá la maldición de ser un monstruo andante siendo temido por cada aldeano en la tierra, tener la capacidad de conectar mente y musculoso demostrará un intelecto fuera de lo usual.

Termino de leer aquello pues al final del día, como todo, tiene su ventajas y desventajas.

Marcy sonrió malévola para guardar su libro, sacando un dado con más de 20 caras de color verdoso, jugando entre sus dedos y apretándolo para acomodarse de mejor manera en su silla.

— ¿Acaso te volveré loca y usaré como arma mortal, para más enemigos? — se pregunto para sonreír y reír de una manera poco usual— quizás me sirvas para un rato....Sasha Waybrigth.

[. . .]

La morena miraba desde una terraza del castillo a la rubia quién hacía dominadas entre los árboles para destrozar a sus muñecos de prueba, mientras su cuerpo era cubierto por una fina capa de sudor.

Anne sonrió gustosa por ver a su mujer trabajar su físico y agilidad, llevaba semanas esforzándose para así ganar el último batallón.

La castaña termino de tomar su té helado para adentrarse a aquel salón nuevamente, noto a Mugre pasar con unos cuantos muñecos de prueba recién hechos.

— ¡Mugre! — llamo su atención para acercarse a aquel hombre cansado.

— señorita Boonchuy ¿Que se le ofrece? — pregunto dejando sus cosas en el piso y limpiar su sudor.

— usted de casualidad.....¿Sabe de alguna sirvienta que está desde antes de la muerte del rey Andrias? — pregunto confundiendo al contrario.

— ¿Sirvienta? — este miro a un punto fijo pensante para suspirar — no, me temo que no y eso que yo conozco a cada mucama o sirviente de este lugar.

— entonces...¿Quién fue la mujer que vi en la biblioteca? — pregunto deteniendo al mayor.

Mugre abrió sus ojos en shock y simplemente bufo.

— no vayas a ese lugar, es muy extraño y misterioso incluso lo fue para Andrias — explico tomando el hombro de Anne, con el semblante fruncido.

La castaña se separo de aquel agarré aún con más confusión.

— si tú y Sasha lo dicen de ese modo.... entonces es mejor dejarlo así.

En cuanto cayó la noche; la morena se movía de un lugar a otro en la cama sin poder dormir bien y mucho menos a causa de los fuertes ronquidos de la rubia, Anne se levantó a regañadientes saliendo de su habitación.

Aún adormilada decidio mojar su rostro y en cuanto comenzo a ir en dirección dea biblioteca, noto lo oscuro que estaba tomando un pequeño faro de luz para iluminar mejor su vista.

— ¿No debería dormir, señorita Anne? — pregunto la misma mujer a sus espaldas.

— usted — brinco del susto y miro mejor a aquella mujer anciana.

— no deberías estar aquí.

— más bien usted...pregunté al señor Mugre sobre usted porque nunca la he visto andar por aquí.

Anne miro confundida a aquella mujer que era una más de la servidumbre, la miro confundida pues está simplemente soltó entre risas.

— dígame....¿Acaso sabe algo sobre Andrias? — pregunto insistiendo, casi acorralando a aquella mujer entre dos grandes paredes llenos de libros.

La mujer sonrió de manera ladina.

— veo que tú también sospechas de quién fue en realidad ese hombre.

De un momento a otro lado mujer apareció al lado de la castaña asustando la por un momento.

— solo quiero saber ¿Quién es usted?, ¿acaso Sasha torturó a ese pobre hombre? — volvió a preguntar.

La mujer volvió a reír, para de un momento a otro tomar el rostro de la castaña juntado sus frentes confundiendo a la más joven.

En un abrir y cerrar de ojos, ambas estaban en pleno bosque cerca del extenso lago que daba camino a las costas del norte. Anne miro su alrededor confundida notando que su cuerpo era más transparente miro con duda su entorno.

— ¿Estamos fuera del castillo, a altas horas de la noche?.

Pregunto confusa notando que el cielo se encontraba nublado y unas extensas nubes de humo gris eran expandidas por el cielo, saliendo desde el pueblo y el castillo.

Miro a la mujer, notando como está bruja cambio su aspecto tan anciano a uno diferente, aún se notaban sus años vividos pero ya no era la misma sirvienta de hace un momento. La castaña la miro en shock notando su cambio de ropas a unas color blanco puro.

— estamos justo cuando el Rey Andrias se declaró muerto, los vikingos acaban de invadir sus tierras.

Ambas caminaron, notando a miles de hombres bárbaros torturar y matar a algunos cuantos soldados del Rey Andrias, a su vez, varios grupos de pueblerinos y familias eran rehenes.

Anne cerro sus ojos al ver cómo un vikingo mataba a un anciano tratando de salvar a su nieta, todo estaba ardiendo en llamas.

— mierda....— cubrió su rostro al mirar tal escena.

— no siempre el pueblo norte se veía tan bien bajo el mando de la comandante — hizo una pausa mirando a una temblorosa Anne — ¿Segura que quieres continuar? ver una imagen de la sanguinaria Sasha no será fácil de digerir por ti.

Anne dudosa miro todo su entorno pues parecía que estaban en el mismo infierno, empuño sus manos con temor pues estaba indecisa si ver aquello no.

— solo quiero saber....¿Andrias ocultaba algo a todos los reinos?  — pregunto mirando con temor a aquella bruja.

La mujer mayor cerro sus ojos dibujando un símbolo extraño para la castaña, con sus manos, en cuanto abrió sus ojos de nuevo ese blanco puros los cubría en su totalidad.

La castaña se cubrió con sus manos, recuperando de a poco su visión mirando su entorno nuevamente.

— estamos en el castillo — miro frente suyo a un furioso Rey Andrias que tiraba su corona con enojo.

Anne se intentó esconder pero cuanto la bruja le hizo una seña de que no podían ser vistas, miro con atención cada movimiento de aquel hombre bien vestido.

— si la caja de música no sirve, no lograre gobernar más allá que solo el norte — hablo molesto mirando una enorme pintura que representaba la paz y la estabilidad emocional su pueblo.

— debería pedir ayuda a....

En cuanto aquel hombre de cabellos grisáceos miro con enfado y desesperación a su sirviente, Sapin, este dejo hablar recibido una risa como respuesta.

— Sapin....sabes que el reino norte es la cabeza de todos los demás reinos ¿Crees que tiene sentido que su poderoso líder pida ayuda? — pregunto con sarcasmo mientras jugaba con sus manos.

Anne miro con impresión y repugnancia aquella cara del difunto Rey, apretó sus manos en notoria molestia.

— ¿Él planeaba tomar mando de todos los reinos? — pregunto la castaña molesta.

— él quería tener más poder y eso lo cegó, la caja musical iba a ser como abrir la puerta del infierno — explico— de no ser por Sasha.....

En cuanto dijo aquello, las enormes puertas de aquel palacio fueron abiertas con brusquedad dejando escuchar el eco de las pesadas y poderosas botas, que portaba la armadura de cierta rubia de cabellera larga.

— Rey Andrias....mi viejo bueno amigo — bromeó confiada Sasha quien detrás suyo un camino de guardias habían sido ejecutados.

— ¿como carajos....?

Este oculto la caja musical para sacar una espada, defendiéndose a si mismo enfrentando a aquella diminuta mujer a sus ojos.

— ¿Me extrañas te grandote? vine a follarme a tu mujer — vacilo enfadando más a aquel hombre— en cuanto descubrí junto con Mugre de tus enfermizos planes, no dude en venir e intervenir para tomar lo que es mío.

El de cabello grisáceo gruño para justo antes de comenzar aquella batalla cuerpo a cuerpo, todo se detuvo nuevamente. Anne miro en shock aquello y simplemente trago saliva analizando aquello.

— de no ser por Sasha, el Rey Andrias nunca nos hubiera gobernado para su beneficio — se acercó a aquella rubia con semblante seguro de si misma pero sin detener su coraje.

— así es y me temo que es lo único que te puedo mostrar.

— pero.....

No termino de hablar pues de un momento a otro volvió a despertar de golpe, mirando su alrededor notando a una desnuda Sasha a su lado aún durmiendo plácidamente.

Anne suspiro confundida pero en cuanto vio a su mujer descansar a su lado, no dudo un segundo en abrazarla por la espalda.

Aún tenía dudas respecto al plan de Andrias pero se alegra saber que la rubia ganó aquella batalla contra ese demente, la azabache se acercaba a la costa y el batallón estaba próximo.


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