capitulo 18
Tome mi capa para acomodarla en mi brillante armadura negra luego de pulir los golpes que me dejó esa tendiente, por fin estaba lista para reclamar lo que es mío, en cuanto acomode mi casco en mi cabeza y salí directo a la terraza del reino.
Detrás mío mis dos madres apreciaban lo que quedaba del ejército, pues la matanza no nos trajo nada bueno.
Aclare mi garganta mirando a las tropas preparados para ir en barco directo al reino sur, los pueblerinos se encontraban en la entrada del castillo lo cual una sonrisa empoderada reinaba mi rostro.
— ¡Pueblo sur! — alce mi voz con autoridad — es de mi agrado decirles que yo la princesa y futura reina del reino norte que formara alianza con nuestro reino sur, me embargare a la misión de detener las matanzas e invasiones de los bárbaros vikingos, matando a su comandante.
Alce mis manos para recibir murmullos que pasaron a gritos de aliento, sonreí con orgullo al saber que mi pueblo estaba de mi lado hasta que a lo lejos note a los padres de Anne, los señores Boonchuy se abrazaban entre si mientras sus miradas eran de total desacuerdo.
— también es de mi agrado informar, que la señorita Anne Boonchuy será la futura reina junto a mi lado pues después de la guerra viene la calma y la calma es festejar nuestro gran avance.....con una boda, la mía.
Nuevamente los murmullos se hicieron presente lo cual me disgusto.
— mientras prepárense pueblo pues muy pronto decidirán si estar en el norte o en el sur, aquel que esté en desacuerdo será exiliado — amenacé recibiendo miradas de temor por parte de mi pueblo.
De inmediato volteé a ver a mis madres, notando como Yunan me daba la espalda y entraba al castillo.
— por favor soy tu hija, mamá — la seguí molesta en busca de respuestas — ¡Deberías apoyarme ahora todos quieren respuestas tuyas y de mamá!.
— ya te apoye demasiado incluso a pesar de tus malas decisiones — hablo en tono serio y autoritario seguida de mamá Olivia.
— pero sigo siendo tu hija — tome la capa de su armadura deteniendo sus pasos firmes, como una niña pequeña a su madre.
Ella se detuvo en seco y volteo a verme para darme la cara.
— creí que sería buena idea luchar por nuestro pueblo pero no, tu solo lo haces por esa niña y esto es más que un drama de celos — me respondió autoritaria.
Yo solo trague saliva apretando mis temblorosas manos pero sabía que debía mantener la compostura. Aclare mi garganta pasando a un tono más engreído.
— hoy me iré y si muero, posiblemente sea la última vez que me veas pero ambas sabemos que ganaré está batalla, tu y mamá vendrán a mi boda donde entre las dos formaremos alianza de ambos bandos — ordené.
Ella simplemente gruño.
— no Marcy, tu tenías tiempo para detener está idiotez porque nadie te mando a hacer una guerra más que tu sola, si te irás que sea una buena vez porque si no.
— si, no, ¿Que? — pregunté temiendo a su respuesta.
— serás desterrada y no quiero hacerle eso a mí propia hija solo por un berrinche, porque la chica que le gusta ya está comprometida con alguien más — cada palabra era una cuchilla con filo, que se clavaba en mi pecho.
Apreté mis manos mirando a mi mamá Olivia que se acercó a mi para abrazarme con fuerza.
No evite soltar un par de lágrimas detrás del casco y me aferré a su amoroso abrazo, mientras sentía la mirada tensa y sería de decepción, de mi madre Yunan.
— Olivia deja que la niña se vaya — ordenó.
— no Yunan....es nuestra hija y debemos apoyarla apesar de que tan tenso se pongan las cosas — regaño para ambas mirarse con total desacuerdo, la una a la otra.
Comenzé a sentirme mal por verlas discutir pero no había más tiempo. Sin más bese la mejilla de mi madre para caminar directo a la salida del castillo.
Mirando una última vez a mis madres que se detuvieron en plena discusión, cerré mis ojos con fuerza mientras las lágrimas salían debajo de mi casco, en cuanto vi a mi madre Olivia llorar pues era doloroso tomar decisiones difíciles.
Inhale y exhale para dar la señal de lo que quedaba del ejército, comenzando el largo viaje al reino norte.
— prometo que no se decepcionarán mas de mi, madres.
Hable mirando como el barco se alejaba de mis tierras y finalmente mire decidida en dirección contraria.
[. . .]
Y tal como dijo Wally sobre el atajó, en menos de dos semanas ya habían regresado al castillo; y la rubia por primera vez en mucho tiempo comenzó a preocuparse por el pueblo que para su suerte, se encontraban bien.
Algunos pueblerinos se impresionaron al ver a la castaña de vuelta y otros se preocuparon al notar como el montón de hombres, paso a la mitad lo cual hirvió la sangre de Sasha por el coraje y de inmediato espero para atacar a Marcy.
Anne por su lado, detestaba la idea de su amiga contra la mujer que ama pero más le confundía y preocupaba como es que la rubia no se fijo en su embarazo. No sabía si era muy despistada o simplemente aparentaba no notarlo.
La castaña temblaba en cuanto pensaba sobre que Sasha podía reaccionar de la peor forma pues ella después de todo, era sanguinaria a pesar de ablandar su corazón por ella, seguía siendo un vikingo.
En cuanto volvieron a poner un pie al castillo notaron que el muro del cual el ejercito del sur rompió, volvió a estar en buena condición. Cada hombre regreso a su hogar para descansar o para entrenar, Mugre decidió reposar y ahora ambas chicas volvían a las andadas.
— tomaré una ducha y pienso que tú también deberías — hablo la castaña mientras buscaba ropa limpia en su armario.
La rubia por otro lado, olfateo un par de veces su axila hasta que el olor de semanas penetró sus fosas nasales.
— bien está vez no me haré la difícil estoy igual de cansada que tú linda.
Ambas terminaron en la bañera caliente, la rubia abrazaba a la castaña que sentía de vez en cuando el miembro de Sasha tocar su trasero lo cual la ponía nerviosa.
La rubia relajo su tenso cuerpo olvidando por completo toda masacre que ocasiono hace semanas en cambio la morena simplemente analizaba si era el mejor momento para confesarle su embarazo a Sasha, miraba de reojo a la mayor que simplemente mantenía cerrados sus ojos disfrutando del baño.
— Sasha — hablo rompiendo el hielo, llamando la atención de una adormilada rubia.
— ¿Si? — pregunto parpadeando sus ojos para mantenerse despierta.
— hay algo que debo decirte, es algo serio y....
Anne no termino de hablar en cuanto escucho a alguien tocar la puerta, llamando la atención de Sasha.
— ¿Que quiere? —pregunto brava e irritada pues simplemente quería olvidarse por un momento de todo su entorno.
— Sasha soy yo y tengo malas noticias — interrumpió Mugre con un tono más serio— se que hoy y mañana vamos a descansar pero....creo que esto es muy alarmante.
En cuanto Anne escucho aquello se decepcionó por no poder hablar con Sasha, en cambio la rubia simplemente gruño moviendo levemente a la castaña y asi poder levantarse de la tina.
La morena no evito sonrojarse en cuanto vio el cuerpo desnudo de su rubia y lo mejor es que solo ella podía disfrutar y saborear de ese modo a Sasha.
— ¿Se puede saber que es ese asunto importante? — abrió la puerta sin usar toalla la muy desvergonzada.
— pues....— mugre miro abajo para después verla a la cara con desinterés — usa algo por favor, esto es serio.
La rubia a regañadientes se coloco la bata y asi salir a la habitación junto con su compañero. Dejando descansar a la morena quién suspiro de alivio pues su ansiedad y presión disminuyó, donde relajo su cuerpo cerrando sus ojos para sumergirse dentro de la bañera.
— ¿Y bien? — cruzó sus brazos mientras movía su pie de manera desesperada, notando como Mugre le entrego una carta.
— la hija de las reinas te mando esto, lo leí porque ahí mismo dice leer urgente — explico temeroso de la respuesta de la más alta.
Sasha saco la carta aún con su seño fruncido, en cuanto ignoro la mirada tensa de su compañero empezó a leer la dichosa carta.
“Despues de tu teatro en mi reino, es de mi agrado avisarte que voy camino a tus tierras pues la guerra será dentro de unas semanas, espero guardes energía para que luches por tu vida y tú cabeza no sea cortada por mi.
Atte: Marcy Regina Wu. ”
Sasha gruño en cuanto termino de leer el corto pero informativo mensaje, para arrugar la carta mientras Mugre la miraba con temor.
— es la primera vez que tengo nervios por un batallón, no tenemos tantos bárbaros ya y todos estamos agotados desde la última batalla ¿Que haremos Sasha? — pregunto Mugre.
La rubia miro el baño donde se encontraba su amada y suspiro para comenzar a arreglarse.
— ella me quiere a mi....supongo que lo más válido es que yo comience a entrenar desde ahora — hablo con cansancio pero determinada— necesito otra armadura.
— pero solo dice semanas, no especifica día y hora — hablo Mugre en desacuerdo mientras la rubia comenzaba a colocarse su ropa interior de manera rápida.
— no importa, necesito entrenar mientras descansen ustedes — ordenó seriamente — ahora busca una buena armadura para mí.
— si comandante.
[. . .]
Abrí mis ojos lentamente notando que me encontraba en mi habitación note que no estaba en la tina con Sasha lo cual me confundió, me estire para acercarme al balcón notando como el pueblo ardía entre llamas lo cual me preocupo bastante.
— ¿¡Que está pasando!? — pregunté tratando de mantener la calma.
¿Acaso la guerra comenzo mientras dormia?.
Di la vuelta para cuando choque con alguien me di cuenta que era Sasha, portando una armadura pintada de sangre mientras su semblante era un tanto psicótico, sus ojos idos y esa sonrisa de oreja a oreja que me provocó un escalofrío.
— ¿Sasha? — pregunté confusa con temor ¿Porque tenía miedo de ella después de tiempo?.
— ganamos la guerra y te perdiste del batallón — hablo en un tono más superior.
Algo andaba mal, sentía un ambiente tenso y pesado más aparte como Sasha tenía detrás su brazo, cada que yo retrocedía ella se acercaba demostrando quien dominaba.
Me estuve en seco al chocar con la pared siendo acorralada.
— te traje un obsequio de bodas, querida — mis ojos se abrieron de par en par, mirándola en estado de shock pues me mostró la cabeza cortada de Marcy aún goteando sangre.
Intentaba hablar pero las palabras no salían de mi boca más que tartamudear del miedo, mire como aún tenía sus ojos abiertos y su boca abierta lo cual aún no pasaba por mi mente.
Estaba dormida durante el batallón de Marcy contra Sasha y al final Sasha ganó cortando la cabeza de quién en algún tiempo llegué a querer.
— ¿No te gusta? — pregunto con preocupación dejando la cabeza en un rincón para acercarse a mi — puedo recompensar te de otra manera linda.
Aquello lo susurro de un modo seductor, mientras su lengua pasaba por mi clavícula hasta mi cuello, baje mi mirada notando que ambas estábamos desnudas.
Ella me beso con brusquedad y necesidad hasta que detuvo sus caricias hacia mi, la mire confundida bajando mi mirada notando como los meses de mi embarazo eran demasiado notorios.
— ¿¡Que carajos, Anne!? — pregunto brusca mientras se alejaba de mí y su mirada seductora paso a una de asco— estas preñada.
Dijo con repugnancia tomando mi brazo con brusquedad, su mirada era una más seria y en busca de respuestas, mi cuerpo comenzó a temblar y yo solo me cubrí con las sábanas de la cama.
— ¡Responde mujer! — ella me empujó de la cama con brusquedad, donde el dolor llegó a mi espalda y sentía como pesaba más.
— trate de decirte....estoy esperando un hijo tuyo — luche por no llorar mientras me volvía a cubrir, desnuda y tirada en el piso.
— ¿Un hijo mío?....¿¡Me estás jodiendo!? — gruño para tomarme del cabello con fuerza y acercar mi rostro al de ella— ¡Eres una sucia zorra, yo nunca tendré un mocoso!.
Nuevamente me tiro al piso con brusquedad sacando detras suyo una cuchilla la cual no tardó en encajar en mi estómago.
Tome mi herida, notaba como la sangre se esparcía por todo el piso y manchaba mi piel.
— ¡Hija de puta! ¿¡Cómo pudiste hacerme esto!? — ella cubría su rostro en señal de decepción — ¡Ya no me sirves, ahora serás comida de lobos!.
En cuanto dijo esas palabras el suelo comenzó a partirse dejando ver un vacío oscuro debajo de este, mi cuerpo se sentía débil no sabía en qué momento dejaría de respirar para finalmente morir.
Caí al vacío, hasta topar con el fondo del mar mirando como desaparecia Sasha de mi vista y la sangre se esparcía por las aguas profundas.
Comencé a sentir como el aire me faltaba y mis pulmones luchaban por respirar con desesperación.
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Abrí mis ojos de golpe para levantarme con desesperación de la tina, saliendo de la bañera notando como es que aún seguía viva sintiendo el agua ya fría.
Acaricie mi estómago que estaba en los primeros meses de embarazo y suspiré con temor.
— solo fue una pesadilla — hable para salir de la bañera, tomando una toalla y salir notando que no estaba Sasha.
Comenzé a vestirme para salir en busca de ella pero en mi mente aún analizaba aquel mal sueño.
¿Era un significado acaso?.
¿Vi el futuro o algo por el estilo? porque de ser así, definitivamente no estaré viva para contarlo.
Pasaba por pasillo en pasillo y no la veía en ningún lado supuse que salió a platicar con Mugre respecto a ese tema serio que tanto decía, del cual no sabía si preocuparme o no, decidí dar una vuelta por el enorme castillo.
Terminando en una enorme biblioteca llena de libros y más libros.
— definitivamente este lugar le gustaría a Marcy — hable con asombro mirando como casi a topar el techo continuaban las filas de libros por montón.
Recordar a Marcy me hacía sentir confundida.
¿Aún sentía algo amoroso por ella?.
Definitivamente no, pues Sasha incluso apesar de ser sanguinaria y orgullosa, ella aún sabía que tan tenso era el asunto de una guerra.
No podía amar a Marcy.
Menos si esperaba un bebé de Sasha.
Ignore todo el revoltijo de emociones y pensamientos; busque entre tantos libros algo llamativo pero todo era muy extenso, hasta que uno en particular captó mi atención.
Era un libro con una pasta de cuero negra y letras que no eran de nuestro idioma; estaba protegido por un cristal fino a su lado había dos especies de antorchas que iluminaban aquel llamativo libro.
Me acerque con asombro pues era muy diferente su presentación; habrí con inseguridad el cristal que lo protegía hasta que la voz de una sirvienta me interrumpió.
— te recomiendo no leer eso, por algo está sellado — explico una mujer, vestida de mucama, una señora de avanzada edad.
— lo siento es solo que ¿Porque está aquí en medio de los demás libreros? — pregunté confusa dejando el tentador libro en su lugar para ver de cerca a la señora.
— es un libro....especial pero especialidad rara, señorita Anne — explico ella y yo solo la mire confusa por decir mi nombre.
— a usted no la he visto ¿Cómo sabe mi nombre?.
— soy la sirvienta mas mayor, estoy desde que él rey Andrias se encontraba liderando el reino norte y yo misma vi como tú futura esposa, lo asesino — me explico comenzando a limpiar el azulejo— además en todo el pueblo hablan de tu futura boda con la comandante Sasha, debes estar emocionada, toda mujer desea a esa rubia con grandes capacidades.
Yo la mire confundida, llenado mi cabeza de dudas en busca de respuestas.
— usted....¿Sabe cómo Sasha mato al rey Andrias? — pregunté.
Ella simplemente soltó una risa lo cual me puso la piel de punta.
— no quieres saberlo; solo dire que él no es un santo y no es lo que muchos dicen que fue.
La mire con más dudas, mire a todos lados notando que varias pinturas estaban rotas.
Había algo raro en la biblioteca y algo extraño detras de la muerte del rey Andrias.
— ¿Entonces quien fue en realidad el rey Andrias?, ¿acaso Sasha lo torturó?.
Pregunté notando como aquella mujer ya no estaba y simplemente salí corriendo lo mas pronto posible de la biblioteca.
Al salir comencé a correr con temor, tenía un extraño presentimiento hasta que choque con pura piel.
— yo....lo siento — tartamudee mirando mas arriba, notando que había chocado con Sasha lo cual me alivió.
— cuidado linda ¿Estás bien? parece que hubieras visto algo raro — pregunto con preocupación.
La mire de mejor forma, notando que estaba con solo su ropa interior lo cual me sonrojo en cuanto note aquello, ella simplemente me miró en espera de una respuesta y yo no evite mirar su cuerpo sudoroso.
— fui a biblioteca y....
— ¿Biblioteca? Anne yo nunca te prohibió nada pero ese lugar es un tanto....extraño — me interrumpió para secar su sudor con una toalla y subir las escaleras.
Yo la seguí en busca de respuestas y simplemente ella me miró molesta.
— ¿Cómo mataste al Rey Andrias? — pregunté— ¿Porque tienes un libro que no se puede leer?.
Ella gruño para voltear a verme molesta, podía notar su cansancio.
— ¡Es suficiente! — hablo con un tono dominante y brusco— mate al Rey Andrias de la forma más cruel y no vuelvas a bajar a biblioteca es lo único que te puedo decir, Anne.
Me ordenó para después cerrar la puerta del baño en mi rostro y suspiré frustrada.
— necesito encontrar a esa señora.
Hablé para mí misma decidida a indagar por mi cuenta.
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