capitulo 16

Habían pasado semanas desde que Sasha y sus bárbaros navegaron entre el mar para contraatacar al reino sur, semanas en las que se han llegado a topar barcos del sur los cuales cuyo objetivo era llegar a atacar las defensas de su reino.

Dónde claramente termina siendo batalla de barco contra barco, está no era la excepción, cierta rubia cortaba cuellos y estómagos mientras que su pescador Wally se daba la tarea de plantar bombas en cada punto débil del barco.

Se volvió cierta rutina tener que invadir aquellos barcos enemigos para al final saquear todas sus provisiones.

— es mi imaginación o cada vez son menos guardias los que vienen a jodernos — hablo Mugre mientras terminaba de tirar el cuerpo de un sujeto al agua.

— no importa si son pocos o muchos, debemos evitar que lleguen a nuestro territorio y atacarnos — explico entre cortada a causa de estar luchando con espadas contra una mujer.

— oh por favor señorita comandante, basta de charlas y tómese esto en serio — regaño la bella dama de cabello rojizo y uniforme pegado muy escotado el cual fue roto por el filo de la espada de la rubia— ¡Porfavor esto costó mucho en diseño!.

— ¿Y te quejas de mi? que simplona — Sasha tiro la espada de esta, acorralando la contra una pared de manera seductora— si no fuera igual de aferrada al amor, créeme que te follaría en mi barco para desquitarme contigo preciosa.

Esta saco su navaja la cual paso la filosa punta desde la fina mandíbula hasta el mentón de la joven, cortando su piel en todo momento.

— ¿Y porque no vienes contra mi, grandota? — sonrió de lado para tomar desde el cuello a la rubia, besándola con desesperación mientras movía sus caderas contra la entrepierna de esta.

La rubia abrió sus ojos de par en par, molesta, clavo la navaja en el hermoso rostro de la mujer exprimiendo cada gota de sangre entre los puños de la más alta.

Dejando un rostro desecho entre sus manos para tirar aquel sensual cuerpo de mujer al mar junto al resto de sus acompañantes.

— lindas tetas pero horrenda cara — hablo entre risas para justo cuando su tripulación regreso al barco, está tomo un par de barriles del mejor alcohol.

La rubia se dio tiempo de pasar cada provisión o lujo para ella y su gente, hasta que la explosión no tardó en escucharse para finalmente explotar en mil pedazos aquel barco enemigo.

— eso estuvo cerca — hablo con alivio la rubia aún con manchas de sangre en su rostro — es una pena que una mujer tan hermosa, termine de esa manera.

— pero podías haberla traído contigo — hablo energético Wally mientras se encontraba sentado encima de un barril de la cerveza más agria, el cual todos tomaban como victoria.

— porque no es mi mujer, ella se encuentra en nuestro destino — dijo con desinterés para entrar en el barco.

La rubia suspiro pesadamente para comenzar a retirar su armadura, su cuerpo y mente estaban cansados pero se mantenía en pie por su amada y por su reino.

Pasaron semanas desde que Marcy tuvo que descansar en cama luego de sus repentinos desmayos, la azabache tomaba un sorbo de su café mientras apreciaba el amanecer desde el balcón de su habitación.

Esta se armó de valor para arreglarse y salir camino al pueblo desde temprano.

Se baño, arreglo su armadura a su medida para tomar su capa y asi salir del castillo mientras que sus madres aún descansaban. La azabache suspiro nerviosamente para justo detenerse en un pequeño jardin de tulipanes, el cual, aquel granjero terminaba de plantar unos cuantos y sin pensarlo compro un ramo.

Marcy arreglaba su cabello cada que podía, pues su destino era en casa de los Boonchuy donde quería recompensar las discusiones con cierta castaña y que mejor manera que darle flores.

En cuanto llego inhaló y exhaló un par de veces, donde tocó la puerta bien tallada a mano notando el cartel que tenía escrito aquel apellido Boonchuy.

La castaña no tardó en abrir aún adormilada, notando a la azabache en su puerta con flores en mano.

— ¿Marcy?, ¿Que quieres y que haces aquí tan temprano? — pregunto bostezando.

Marcy la miro de pies a cabeza notando su pijama más holgada y como tenía unas pantuflas de la mejor lana.

— vine para invitarte a almorzar y a pedir disculpas por estás semanas tan tensas — sonrió nerviosamente a su vez hacía una reverencia para la morena.

Anne bostezo nuevamente mirando con cierto desinterés a la más baja.

— solo entra, no pienso comer a fuera tan temprano — dejo pasar a la azabache que simplemente asintió.

Marcy se sentó en el sofa para volver a ofrecerle las flores a Anne quien las tomo para ponerlas en un florero.

— y dime Anne.....exactamente ¿Cómo te gustaría que fuera nuestra boda? ya sabes preparativos y esas cosas — hablo nerviosa.

— quiero que sea con Sasha y en segunda, no pienso en eso todavía ¿Si? — cruzó sus brazos con desinterés evitando la mirada un tanto desanimada de Marcy en cuanto escucho aquello.

Si bien la castaña no estaba en un amorío con la azabache aún se sentía mal por la manera de actuar de su amiga.

— bien lamento haber actuado grosera contigo y....— está fue interrumpida.

— ¿Lo sientes? si de verdad lo sintieras hubieras dejado de hacer una estúpida guerra y además — está bajo su mirada unos segundos para cambiar su semblante serio a uno decepcionado y triste— has cambiado mucho desde que me fui, supe por parte de spring como los trataste y no solo a ellos, si no a todo el pueblo ¿Estás segura que te interesa tu gente? o es que son solo celos.

La azabache agachó la cabeza para apretar sus manos con fuerza.

— es que tú no sabes nada Anne....— está se levantó de su asiento mirando fijamente a la castaña para acorralar la— yo te amo...desde que tenía trece años me di cuenta de mis sentimientos por ti, pero jamás tuve el valor de decirte por miedo y ahora me entero que te casarás con un bárbaro.

Marcy golpeó levemente la pared, mientras que Anne se logró alejar de ella manteniendo su distancia.

— tu también me gustas te pero conocí a Sasha y supe que apesar de ser un vikingo, ella....también es humana.

— no Anne, no la conoces tanto como a mí — se acercó peligrosamente tomando la muñeca de la castaña, aplicando algo de fuerza — somos amigas desde la infancia y tú te enamoras de una idiota en poco tiempo, no es justo y mucho menos tiene sentido.

— será mejor que me sueltes si no quieres que mi padre te saque a golpes — amenazó.

— ¿Y porque no me golpeas tu? te conozco lo suficiente como para saber que tú te sabes defender por tu cuenta — dijo, soltando su muñeca de manera brusca.

— solo vete ¿Si?....creí que podríamos hablar con calma o sin tocar el tema de una estúpida boda pero veo que no, no se puede tener una charla contigo.

La morena agachó su cabeza mientras se abrazaba asi misma, la de ojos rasgados suspiro pesadamente.

— lo siento Anne, estoy tan metida en mi cabeza que olvide por completo lo que tú sientes — se atrevió a abrazarla lo cual Anne dudaba en hacerlo, pero aquellas palabras sonaban sinceras y sin más correspondió.

El rato paso en una tranquila charla y las risas de nuevo inundaron la cocina dando a entender que ambas estaban ahí, con la esencia de cada una olvidando por completo la guerra que se enfrentaban. Volviendo a demostrar la amistad que tenían de hace años.

— ¿Vez? aún puedes cambiar y dejar la guerra de lado — interrumpió Anne mientras lavaba los platos sucios.

— y dale con eso — Marcy rodó los ojos con desinterés, hasta que la suave mano de Anne la saco de su orgullo.

— la Marcy que conozco hubiera tomado una mejor desición pero....al final del día yo no soy quien hace las reglas aquí.

Suspiro cansada la castaña para volver a darle la espalda a la de tez blanquecina, está se levantó para aclarar su garganta.

— será mejor irme tengo mucho por hacer y.... después de derrotar a esa cavernícola, vendré por ti para casarme contigo.

La castaña casi tiraba el plato contra el suelo en cuanto escucho aquello; volteando a ver a la azabache.

— ¿Disculpa? — pregunto con temor.

— ¿No sabes? oh que pena, es solo que en esta semana iré por....— hizo una pausa dándole una señal a Anne para recordar el nombre de aquella rubia.

— Sasha.

— si, voy a invadir su castillo y bueno la fecha ya llegó así que tengo mucho por hacer — soltó una risa para mover sus manos y dirigirse a la puerta — me saludas a tus padres Anne y diles que si se oponen a esta boda....los destierro.

La castaña apretó su mano con fuerza al escuchar aquello, la carcajada de la azabache fue su última respuesta en cuanto está salió por la puerta.

Anne cubrió su rostro furioso por el comportamiento de su amiga pero ese enojo fue interrumpido por un dolor de estómago del cual de inmediato se tomó con fuerza.

— bien entiendo....no debo hacer corajes por una idiota como Marcy — hablo entre cortada mientras se sostenía de la mesa de madera y tomaba su estómago.

[. . .]

Mientras la azabache dejo a una enojada Anne en su casa, está regresaba camino al castillo con una sonrisa en su rostro a pesar de haber enfadado a su amiga.

El sonido de barco bajando anclas sonó en una tierra más retirado del castillo pero cerca del reino sur, varios vikingos bajaron con hachas en mano y otros con más armas, uno bajo con una caja de bombas y detrás de suyo finalmente bajo Sasha junto con Mugre.

— ¡Muchachos! — ordenó Mugre— estamos en las tierras sur, el plan es solo destruir parte del castillo y provocar la mejor matanza de guardias posible.

Varios alzaron sus armas con orgullo captando aquella orden.

— ya saben el plan así que; en marcha y si mueren....son unos maricas — dijo, con autoridad para todos comenzar a andar entre los árboles.

[. . .]

La castaña permanecía en la cocina de su hogar analizando todos sus sentimientos confusos, empezaba a detestar el carácter de la azabache.

Sus pensamientos fueron interrumpidos en cuanto su madre entro a la cocina un tanto adormilada.

— ¿Anne? — pregunto confusa pues era demasiado temprano para que su hija fanática de las siestas largas, estuviera en la cocina — buenos días.

— buenos días madre — hablo un tanto desanimada lo cual alarmó a la señora Boonchuy.

Esta se estiró para tomar de los hombros de sus hija y abrazarla.

— te vez agotada, ven vamos a sentarnos un momento antes de hacer el desayuno — hablo dulcemente y Anne sonrió levemente al oír a su madre.

Ambas se sentaron en aquella sala y su madre suspiro pensando en las palabras adecuadas para hablar con su hija.

— estás semanas te noto más triste y además, de vez en cuando escucho como sales en las madrugadas al baño a vomitar ¿Te sucede algo hija? — está tomo las manos de la contraria, pues quería aclarar que sus sospechas no fueran ciertas.

La castaña trago saliva con nerviosismo y miedo; dejo el silencio como respuesta a su preocupada madre hasta que finalmente tomo valor en hablar.

— extraño a Sasha....cada que intento hablar un poco sobre ella, todos la tachan de monstruo cuando ella también tiene su lado amoroso — explico jugando con sus dedos, con nerviosismo.

— oh cariño, supongo que si te gusta demasiado esa chica incluso más que cierta personita — la mayor tomo el rostro de su hija entre sus manos, acariciando sus mejillas de las cuales brotaban lágrimas— pero estás aquí con nosotros otra vez y se que si ella también te ama tanto como tú a ella, moverá mares y tierras con tal de estar a tu lado.

Anne limpio sus lágrimas con su mano para dejarse abrazar por su madre que cubría su rostro entre su pecho.

— si te refieres a Marcy....ella ya no es la misma que conozco y siento que se volvió más egoísta.

— así es, los plantar se quejan mucho de su comportamiento y como se refiere de una manera grosera al señor Hopedaya — explico.

— Sasha no haría eso ella ayudaría, es muy fuerte podría ayudarlo con los cultivos y las cajas pesadas — inhaló y exhaló recuperando el aire.

— lo sé, tanto que ella estará muy al pendiente de ti en unos meses más y aún más cuando ese bebé nazca.

Aquello hizo que Anne se sobre exaltara en cuanto escucho aquellas palabras de su madre, de inmediato apretó su holgada pijama que cubría a la perfección su estómago.

— yo....yo no estoy embarazada mamá — hablo entre cortada.

— cariño soy tu madre no creas que no noto tu abdomen más inflamado y como vomitas o comes el doble que antes — explico entre risas.

— tu....¿Tu me sacarás de casa verdad? — dijo al borde de las lágrimas pero recibió un abrazo a cambio.

— claro que no hija, no puedes dejar a ese bebé y sacarte tampoco es lo mejor aunque si será difícil hablarlo con tu padre, pero más importante....¿Sasha lo sabe? — pregunto con preocupación.

La castaña agachó la cabeza, pues tenía mil y un escenarios de como la rubia la abandonaba entre el bosque o la hacía tirar aquel bebé.

— no quiero que sepa aún...— está se abrazo asi misma.

Su charla fue interrumpida por el ejército del reino pues estos corrían provocando un escándalo entre la multitud, la señora Boonchuy y su hija salieron para averiguar que sucedía, donde notaron un humo salir desde el castillo.

La castaña se preocupo por su amiga y en un nulo intento de ir a ayudar, su madre se lo prohibió y la jalo cerca suyo donde todo hombre corría con arma en mano en dirección del castillo humeante y uno que otro se quedaba a mantener la calma al pueblo.

— ¿Que habrá sucedido en el reino? — pregunto la señora Boonchuy mientras el semblante de su hija se tornaba preocupado.

— Marcy....

[. . .]


Los vikingos en cuanto toparon por el laberinto de arbustos en el enorme y amplio terreno trasero de aquel reino, comenzaron a machetear los molestos arbustos que estorbaban su paso directo al castillo, el jardinero noto esto y en una nula lucha por defender el terreno un machete corto la mitad de su rostro dejando expuesto su cerebro partido a la mitad y sus ojos sobresalientes.

— ¡Todos ataquen el reino! — ordenó la rubia en un grito.

Los bárbaros acomodaron dos cañones para explotar la enorme barrera de piedra; dándoles paso asegurado a la enorme cocina dentro del castillo.

La rubia fue la primera en entrar notando a un viejo señor con poco cabello y mostacho color ceniza a causa de la edad avanzada, está lo tomo del cuello con fuerza mostrando sus afilados dientes intimidando al señor de edad avanzada.

— ¿¡Dónde estan las reinas y su hija!? — pregunto furiosa.

El mayordomo comenzó a temblar, intentando hablar pero este comenzaba a ser asfixiado y las palabras le eran difíciles de soltar, señaló por las escaleras y la rubia sonrió para tirarlo con brusquedad contra la pared.

Los demás hombres comenzaron a quemar la enorme sala y terminando con la vida de aquel hombre siendo cortado con hachas, mientras el fuego comenzaba a hacer de las suyas.

La rubia noto como de inmediato fue rodeada por dos guardias reales, sonrió de lado para lanzar una cuchilla en el hombro de uno de ellos el cual de inmediato disparo en dirección de la rubia.

Sasha tomo al guardia de su lado derecho usándolo como escudo y de inmediato escapar de ahí, dejando a un hombre moribundo y a uno sacando la cuchilla de su hombro.

La rubia comenzó a subir las escaleras hasta que dos guardias más se lanzaron encima suyo provocando que cayeran.

— ¡Agh!...veo que no son tan listos como aparentan ser.

Sasha se levantó sacando sus espadas y de inmediato se dio la tarea en cortar las extremidades de los guardias, era una matanza entre vikingos y guardias reales donde terminaban con sus entrañas por fuera o con la cabeza partida.

La rubia gruñó en desesperación cuando fue emboscada por un sujeto que aumentaba el triple su tamaño, aquel hombre comenzó a aplastar el cuello de la rubia con su enorme rodilla.

— ¡Rinde te y no saldrás herida! — alzó la voz, una voz grave y fuerte que resonó en los tímpanos de la rubia.

— yo....nunca me rindo — hablo entre cortada la de cabellera larga mientras luchaba por tomar su espada.

— jajajaja....que patética y débil eres, tenías que ser mujer — se burló comenzando a ejercer más presión, Sasha sentía que su cuello iba a ser roto en cualquier momento.

Justo cuando obtuvo la espada entre sus manos; este se la arrebato para encajar la en su mano pegando está al piso, la rubia grito de dolor para después recibir puñetazos en su boca.

— ¡Cállate de una maldita vez! — dijo, aumentando la intensidad de sus golpes mientras a sus espaldas los bárbaros luchaban con los compañeros de aquel hombre.

La rubia en un mal intento de levantarse sintió como aquel hombre la tomo del cuello, golpeando su cuerpo contra la pared y recibir fuertes puñetazos en su estómago, Sasha se quejaba del dolor mientras la sangre comenzaba a sobre salir de su boca y nariz.

Su armadura estaba rota donde los moretones no tardaron en aparecer, finalmente cayó al piso hasta que dos guardias más la rodearon comenzando a recibir patadas al rededor de su cuerpo.

— ¡Vamos de pie! ¿O acaso no quieres ver a la hija de las reinas? — se burló uno de ellos para tomar la espada de la rubia y encajar la en su otra mano.

Entre los dos sujetaron con fuerza a la rubia quién sangraba, para ser usada como saco de boxeo del sujeto más grande.

— vamos ¿Cómo es posible que una mujer como tú lidere a un grupo de hombres? — golpeó el abdomen de esta, el cual comenzaba a ponerse morado.

— se rumorea que le robaste la mujer a la hija de las reinas ¿Tu sabes que le harán por ser una traidora? — este tomo con fuerza el cabello de Sasha para golpear el rostro de esta.

Sasha no decía ni una palabra, miraba como todos se mataban entre todos donde la sangre comenzaba a ser derramada en una guerra sin fin, donde solo había perdedores, hasta que su vista se fijo en Mugre y Wally que eran rodeados por demás hombres uniformados.

La rubia apretó sus manos con sus pocas fuerzas, agachando su cabeza mientras sentía como uno de ellos comenzaba a desabotonar su pantalón entre su armadura ¿Porque no se movía o luchaba por su vida?.

— si esa hija de los Boonchuy ya no le sirve a la señorita Marcy, deberíamos hacerla nuestra y entre los tres usarla por turnos — comento con diversión el más bajo de los dos.

Los demás comenzaron a murmurar cosas más obscenas, lo cual hirvió la sangre de Sasha quien gruño, dejando ver un cierto brillo rosa en sus ojos y de inmediato con una fuerza sobre humana; pateó el rostro del sujeto más grande tirándolo al piso  bastante retirado.

Levantó su mano la cual estaba clavada a la pared con su propia espada; golpeando el rostro del tipo de estatura mediana quien no tardó en caer al piso.

— ¡DEJEN DE PELEAR COMO ANIMALES! — grito fuertemente, retumbando las paredes y rompiendo una que otra ventana a causa del sonido.

De inmediato todo se detuvo, la de cabellera rubia comenzaba a sentir una electricidad en todo su cuerpo, primeramente acomodo lo que quedaba de su armadura y finalmente se lanzo contra el sujeto atravesando su pecho sacando su corazón, el cual aún bombeaba sangre mientras sus costillas sobresalían de su fuerte y ancho pecho.

Sasha tomo el cadáver del tipo y lo lanzo contra los hombres que rodeaban a los pocos vikingos que quedaban, Mugre miro con asombro como Sasha mataba a cada uno de ellos sin dificultad y con una gran agilidad.

— eso no es normal....— hablo boqui abierto mirando como cada guardia real terminaba en una muerte un tanto sangrienta, la rubia comenzaba su propia matanza.

Las heridas de su cuerpo se cerraron dejando su piel como llego a aquellas tierras sur, la rubia encajo su guante con garras y con ayuda de su otra mano abrió a la mitad al tipo que la tomo del brazo hace unos minutos.

Dejando ver la gráfica escena de como sus órganos caían al piso y sus costillas tronaban, manchando de sangre el cuerpo de la rubia.

— ¡Carajo, Sasha! — alzó la voz Mugre.

— eso sí que es.... repugnante — cubrió sus ojos Wally mientras los pocos vikingos que quedaron miraron la escena.

Hasta que los pasos firmes y un grito llamo la atención de todos en la sala, la rubia volteo aún con su respiración agitada, inflando y desinflando su pecho a su vez sus manos y cuerpo tenían la sangre de sus enemigos, con una mirada sería y aquellos penetrantes ojos con un brillo rosado.

La azabache miro tal escena donde todos estaban en el piso lleno de sangre y órganos ajenos, Marcy miro a Sasha quien estaba manchada por la sangre ajena.

Hasta que finalmente las reinas bajaron notando la matanza que hubo.

— ¡Esto lo provocó su hija! — alzó la voz Sasha que luchaba por mantenerse en pie.

— ¡Mi ejército! — grito la azabache que se acercó a la más alta, notando como está le doblaba el tamaño— ¡Eres un monstruo!.

De inmediato se posicionó en pose de combate y Sasha solo la tomo del cuello con fuerza.

— escúchame bien....solo quiero que dejes esta puta guerra y te dejes de mamadas — exigió mientras la tiraba al piso con fuerza.

Marcy soltó un jadeo de dolor y débilmente se levantó nuevamente cambiando su semblante a uno serio.

— me temo que no se va a poder, pues tú tocaste a mi futura esposa y ahora te costará la vida — alzó la voz para tomar una espada de la cual se encontraba encajada en el cuerpo de uno de los tantos cadáveres.

La azabache se lanzo contra la rubia quién justo antes de clavar el filo en su cabeza, tomo con sus palmas aquella arma para con simpleza romperla y tirarla al piso.

— mira lo que tú estúpida guerra causa — hablo con autoridad la mayor para tomar del cuello a la azabache alzando su cuerpo.

— está es.....g-guerra contra ti....S-sasha — hablo, débilmente mientras tomaba el ante brazo de está y lo apretaba con fuerza.

Marcy noto algo peculiar en aquella mirada, como el cuerpo de Sasha era cubierto por una electricidad de un color en particular a su vez sus ojos portaban dicho color rosado, la de ojos rasgados tembló ante aquello y con rabia saco una navaja la cual clavo en el brazo de está.

Sasha gruño a causa del dolor para tirarla contra la pared, soltando el frágil cuerpo de la azabache, tomando su brazo con dolor.

— ¡Sasha es suficiente! — intervino Mugre quien después miro las miradas de las reinas y simplemente, las miro con decepción — es hora de irnos esto es suficiente.

En cuanto dijo aquello notaron a Wally regresar a escena quien se encontraba ansioso, en cuanto la rubia noto aquello, captó todo y simplemente tomo sus cosas.

Marcy y sus madres miraron confundidas como escapaban de tal escena.

— ¡Eres tan débil que ni siquiera terminas con lo que empezaste! — grito la azabache con un rostro lastimado y parte de su armadura con uno que otro rasguño.

Los vikingos ignoraron toda queja de la princesa y en cuanto salieron por la entrada principal del castillo ignorando a los guardias recién levantados, al captar a dicho enemigo salir del castillo que tanto debían proteger.

[. . .]

Unas explosiones resonaron causando que el suelo temblara, la rubia se detuvo en seco al ver la casa de su amada gracias al cartel que portaba dicho apellido, aclaro su garganta pero su idea fue detenida por su compañero.

— debemos irnos ya — ordenó Mugre mirando a lo lejos como parte del castillo se derrumbaba por las bombas colocadas por Wally.

— necesito verla — hablo con determinación.

En cuanto tocó y la puerta fue abierta por una jovencita cabizbaja, quién portaba un hermoso vestido blanco flojo de enfrente, Sasha se sonrojo al notar lo hermosa que la castaña se miraba.

— ¿Díga? — la castaña alzó la mirada notando a una rubia con su armadura destrozada y con un cuerpo sucio a causa de la sangre que fue derramada hace minutos.

Anne noto a su amada rubia con una sonrisa de par en par y está no evito llorar para abrazar con fuerza los perfectos y musculosos brazos de Sasha.

— ¡Sasha! — sonrió aún con lágrimas en su rostro.

— ¡Anne!.

Ambas se hundieron en aquel amoroso abrazo donde sus almas volvían a encontrarse.

Anne tomo de los hombros a Sasha quien soltó un quejido de dolor para luego notar como su cuerpo recibía el cansancio y dolor después de la dura batalla.

— entra, estas muy herida — hablo preocupada tomando la mano de la rubia y ambas entrar, cerrando la puerta.

La rubia se sentó en el sofá pues la castaña le ordenó reposar por el momento, regreso con un trapo para curarla pero en cuanto noto que no hubo heridas en su cuerpo supuso que era dolor interno y no tardó en poner un té.

— ¿Que está sucediendo?, ¿Cómo llegaste? y ¿Porque el castillo de las reinas estaba soltando humo? — pregunto todo al mismo tiempo de una manera que la rubia termino con una cara confundida mientras analizaba todo.

Esta en cuanto tomo del té caliente suspiro para dejar la taza en la mesa del centro y tomar las manos de la morena preocupada a su vez confundida.

— hey, hey, hey....son muchas preguntas a la vez — suspiro dando una pausa en busca de formular las palabras adecuadas — tu amiguita nos jodió en el castillo y decidimos regresar el ataque solo a ella, porque por mi fuera tu pueblo ya estaría en llamas, algunos esclavizados por mi y otros muertos pero veo que ese puesto lo quiere tomar la hija de las reinas.

Explico y Anne simplemente apretó las manos de Sasha, expresando su disgusto.

— Mugre me noto deprimida en cuanto te deje venir con tus padres y decidí venir por ti.... Anne quiero formar una vida a tu lado y detener a la idiota de....— hizo una pausa tratando de recordar el nombre de la azabache.

— Marcy.

— si, de Marcy y asi detener esta jodida mierda — gruño hasta que sintió la suave mano en su lastimado rostro y sonrió levemente — ¿Que opinas linda?, podemos traer a tus padres total solo me quiere muerta a mi.

Anne miro la determinación de la contraria y sonrió hasta que acaricio su estómago con cierta inseguridad, su miedo de decirle a Sasha que será madre le ponía los pelos de punta.

— está bien solo necesito hablar con....

— ¡Nos invaden los vikingos!.

Intervino el padre que salía en dirección de la cocina y decidió tomar lo primero que estuvo a su alcance, un sartén y de inmediato golpeó con fuerza la cabeza de Sasha quien cayó al suelo desmayada.

— ¡Papá, ella no es mala! — acomodo sus brazos en su cintura mirando molesta a su padre.

En cuanto Sasha comenzó a abrir sus ojos miro como el rostro preocupado de Anne paso a una amplia sonrisa y a su lado, la señora Boonchuy suspiraba con alivio.

— finalmente despierta eh.... comandante — la señora no sabía si hacer una reverencia o algo por el estilo.

— dígame Sasha....solo Sasha Waybrigth — explico levantándose del sofá y miraba la dicha escena en sus ojos.

El hombre que la noqueó estaba furioso, la señora tenía un semblante neutral y su amada morena simplemente la tomaba de la mano con una sonrisa.

— no puedo creer que sea tu novia — dijo de brazos cruzados el señor Boonchuy aún con el sartén en mano.

— tranquilo padre, ella no mata ni a una mosca — dijo entre risas — solo se las come.

— ¡Hey! — se quejo a causa del juego de su amada.

— bien entonces...¿Que estamos esperando? — hablo Anne.

Sus padres se miraron entre si y suspiraron.

— ¿De que me perdí? — cuestionó la rubia aún sobando el chichón de su cabeza.

— le hable a mis padres sobre ti y tu idea de llevarnos a tu reino.

— y nuestra respuesta es, no.

Intervino la señora Boonchuy acercándose a ambas chicas luego de que la rubia pudiera levantarse, está tomo las manos de ambas y sonrió.

— mejor llévate a Anne, confío en que serás buena con ella y en cuanto esta lucha absurda termine nosotros iremos con gusto a su reino — dio la bendición la madre para ambas chicas mirarse entre si con una sonrisa y no dudaron en darse un suave beso.

— pero donde la lastimes o traiciones....juro que yo mismo te torturare — amenazó el padre mostrando el mango del sartén.

— las amenazas para después....no hay tiempo para más sermones o Marcy nos matará aquí y ahora — explico Sasha aclarando su garganta, tomando del hombro a los padres de Anne — señora Boonchuy gracias por dejar a su hija venir conmigo y señor Boonchuy, le prometo que matare a quien sea que quiera tocar un cabello de su hija.

Después de aquello, la morena se acercó para abrazar a sus padres pues era un hasta pronto, hasta que la rubia y la castaña detengan a las malas ideas de la azabache.

— gracias, gracias... gracias — lagrimeo para mirar a sus padres.



[. . .]


Aquella pareja se despedía desde lejos de los señores Boonchuy mientras detrás suyo un castillo destrozado permanecía de fondo, Sasha abrazo a la castaña en cuanto noto a esta llorar por aquella despedida, esta vez fue decisión suya con tal de ayudar a la rubia.

— no puedo creer que viniste por mi y que te diste tiempo en conocerlos — tomo la mano de la rubia, mirando como su pueblo junto a sus padres desaparecía por la niebla.

— después hare una cena para los cuatro no te apures por eso, ahora debemos preocuparnos por Marcy.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top