Décimo tercera flecha
El muchacho paliducho comenzó a hiperventilar, sintiendo como los latidos de su corazón aumentaban cada vez más y solo cuando la imagen de Jiminie llegaba a su mente.
Estaba nervioso, caminando de un lado al otro sin dejar de jugar con sus manos porque extrañamente su pánico solo seguía aumentando.
Desde el primer momento la idea de Hoseok le pareció algo absurda, el hecho de citar a Taehyung junto a Jimin después de que las clases finalizaran no le pareció tan mal, pero el dato de que todos se debían reunir en un parque que estaba justamente cerca de la casa de Jimin si le alarmó.
¿Qué pasaría si Jimin llegaba a pensar que él era un acosador? O sea, si, sabía donde quedaba su casa pero eso fue porque un día de casualidad se encontró con la mamá de Park y él amablemente le ayudó a llevar algunas de las compras, como buen yernito.
Nada más que eso.
Nunca tuvo segundas intenciones más allá de gustar de ese chico bajito, nunca tuvo intenciones horrendas o algo por el estilo. Realmente Yoongi aún sigue pensando que Jiminie es la cosita más hermosa del mundo, una persona tan dulce y pura que no merece a un cobarde como él.
A sus ojos Park Jimin tiene el total derecho a odiarlo después de lo que hizo. El tratar sus sentimientos de esa manera, de una forma en la que se podía comparar a un simple juego, se sentía fatal hasta el punto de querer llorar a mares y sin parar.
-Ya detente, Yoongi, respira profundo..- Hoseok se apresuró hacia Min, sujetando sus hombros y colocándose de frente para que el pálido no siguiera caminando.
-No puedo, tengo miedo, ¿qué se supone que debo hacer cuando lo mire?..- Yoon puchereó luego de terminar la pregunta, esta vez, sin exagerar, al borde del llanto.
-Pues nada, solo...¡Debes acercarte a él y besarlo! ¡Ya deja de sobrepensar las cosas!..- exclamó el contrario, apretando el agarre en los hombros de su amigo.
-¡Okey, está bien, basta!
Yoongi se deshizo del agarre de Hoseok, comenzando a respirar profundo para intentar no desesperarse demás y terminar desmayado. Estaba dando casi todo de sí en esos instantes, ignorando que estaba envuelto en una fuerte angustia que parecía no tener fin.
-A ver, no quiero alarmarte con esto, pero ya llegaron.
-¡¿Qué?!
-Ay no, Yoongi, tranquilizate.
Min cerró los ojos de golpe, regresando al mismo pánico que desde hace ya un tiempo había empezado a percibir. Todo ese miedo lo dejó inmóvil, con sus piernas temblando como gelatina y sus manos frías ante cualquier tacto.
-Descuida, ellos se acercarán primero, luego Tae y yo los dejaremos solos. Todo estará bien...- Jung trató de calmar la situación, dando palmaditas a la espalda de su amigo con tal de que retuviera algo de valentía, porque claramente la necesitaría.
-De acuerdo, vo-voy a voltearme un poco..- titubeó Yoongi, comenzando a abrir sus ojos al mismo tiempo en el que giraba sobre sus talones.
Largos segundos pasaron como si se trataran de horas, en ese corto lapso Yoongi logró fijar su vista en la bonita silueta de Park Jimin que recién venía acercándose hacia ellos.
Mierda, Yoongi no estaba listo, su maldita cobardía y vergüenza le seguía jugando de horrible manera.
Nada calmaba su desasosiego, ni aunque gritara en su mente que solo se trataba de un simple beso y ya.
-Piensa Yoongi, ¿qué debes hacer?..- murmuró temeroso y, como si el fin de su vida hubiera llegado, su mente empezó a reproducir recuerdos que fueron inesperados.
Desde el "¡Quieto guambra shunsho, no andarás jodiendo ahorita, ve" que su abuelito siempre le decía cuando él solía pedirle mandarinas a cada rato, hasta el "Deja de llorar, y dile a Jimin que te gusta" que Hoseok le solía decir casi siempre en la hora de descanso.
Si se atrevía a ser sincero, lo que más quería era regresar en el tiempo y simplemente decirle a Jimin lo que sentía. Que a él de verdad le gustaba.
Tristemente las cosas no fueron así, Yoongi tuvo que dejarse ganar por el miedo que le provocaba el cruzar palabras con Jimin, y normalmente cuando lo quería intentar su inseguridad era más grande y sentía que podría arruinarlo con cualquier cosa.
Por culpa de eso y por él mismo, es que ahora todo parecía un revoltijo, uno que tenía que resolver así se humille solito, no le importaba. Quería intentar al menos que Jiminie volviera a la normalidad.
-Oh, hola chicos, ¡que casualidad verlos por aquí!..- Taehyung miró a la dirección de Hoseok y yoongi, sonriendo como si nada mientras llevaba consigo al mismísimo chico de mejillas adorables y labios abultados.
-Hola chicos, que sorpresa verlos..- Hoseok sonrió de vuelta, ahora si sujetando a Yoongi del antebrazo para que no se le ocurriera huir.
-A-Ah pero...
-Pero nada..- enseguida intervino ante la duda de Yoon y, como buen amigo, lo empujó a rastras hacia los otros dos chicos.
Yoongi ya no tenía el derecho a la duda, no cuando las facciones de desagrado en el rostro de su amado chico le hacían sentir tan impotente, precisamente por lo que él mismo ocasionó.
Ya no podía pensarlo más.
Min se soltó del apretón que Hosek estaba haciendo en su antebrazo, con el corazón a tope y un muy mal presentimiento se dispuso a hacer lo que desde un principio debió intentar.
Así le diera vergüenza, o lo muy mal que sea para él dar un beso sin consentimiento. Tenía que hacerlo y ojalá su mamá lo perdone, porque chorear no era lo suyo.
Y más si se trataba de robar un beso...Aunque no fuese un cualquier beso.
Más claro, ese sería el beso con la persona con la que siempre soñó ser correspondido.
-Espera, Yoongi ¿Qué haces?..- Hoseok cuestionó asustado, viendo como el de ojos felinos caminaba hacia Jimin sin siquiera detenerse.
Fue algo impresionante, a solo escasos centímetros cerca del torso de Jiminie, Yoongi frunció su entrecejo y respiró profundo.
Estaba listo para decir lo que tanto había esperado confesar.
-¡Park Jimin! ¡Me gustas!
En esos momentos, Yoongi agradeció que no hubieran tantas personas por los alrededores y que la calle estuviera más o menos desierta. Aunque aún si no estuviera tan vacía, él se atrevería a repetir de nuevo lo que hizo justo ahota.
Independientemente, y luego de su confesión, solo quedaba únicamente concretar el último paso.
-Oye, ¿Qué crees que estas dicien...-
Básicamente lo hizo. Así de simple lo interrumpió.
Lo interrumpió con un maldito beso.
Lo besó.
¡LO BESÓ!
¡BESÓ A PARK JIMIN!
Y lo hizo de la forma más aburrida posible. Que vergüenza.
El pálido solo unió sus delgados labios con los labios tan rosados y lindos de Park, ni siquiera le importó si sus amigos aún se encontraban allí.
Él unió pacíficamente sus labios, solo posando su boca en ellos sin llegar a hacer algún otro tipo de movimiento. Pero bueno, ¿qué se esperaba de él cuando jamás en la vida había dado un beso?
Por esa parte estaba intimidado, tal vez no tenía el suficiente atractivo para ser merecedor de Jiminie, pero sea cual sea el resultado de aquella tarde, Min Yoongi estaba seguro de algo.
Al instante en el que ambos se separaron, la mirada de Jimin regresó hacia él con un brillo que el mayor jamás había visto.
Era tan hermoso que su cara pasó de ser blanquecina a colocarse completamente roja, y sus ojos comenzaron a lagrimear. Sí, estaba tan avergonzado que no podía hablar aunque quisiera.
-¿Hyung?..- la vocecita de Minnie hizo que el corazón de Yoongi se oprimiera.
Había extrañado bastante a ese chico que con tan solo su existencia era capaz de alegrarle la vida. Estaba más que claro que jamás dejaría de gustar de Jimin. Nunca dejaría de sentir algo por él.
Aún si lo siguiente que estaba a punto de ocurrir lo dejara casi al borde del desastre total.
-Hyung...Tu...¿Qué fue lo hiciste?..- aquella pregunta fue algo dolorosa, y más.
Fue un tonto cuando pensó que todo volvería a la normalidad.
💛💛💛
Espero que les guste, perdón si ven algún error.
¿Qué les pareció?
¿Preguntas?
-3/4
Ojito, puede que quizás se haya resuelto...O no tanto como parece 😔🤚
No se olviden de comentar y votar, de nuevo me disculpo si ven algún error :')
Tqm, gracias por leer.
Sempai❤
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