Capítulo 02
El olor a Whisky hizo temblar a los Alfas, que apenas pisaron un pie dentro de la habitación agacharon la cabeza en sumisión.
No podían sentirse mas humillados, dos Alfas puros y uno que era muy respetado, bajando la cabeza delante de otro Alfa.
Sacando que sea su jefe, ellos no tienen porque comportarse de esa manera, eran Alfas de élites. Ellos daban miedo, muchos los conocen por haber matado a miles de personas a sangre fría. Min Yoongi era un Alfa que si quería te mataba con la mirada, Kim Namjoon era el mas sádico de todos no importándole quien este enfrente este era capaz de degollarte con una sonrisa y Jung Hoseok era un Alfa que hasta estaba a comparación a un Alfa de sangre pura.
Los pasos eran lento, como si tuvieran plomo en la suela de los lustrosos zapatos que llevaban. No parecía que caminaban, ellos estaban mas que seguro que caminaban hasta su sentencia de muerte a mano de su jefe.
Era como si caminaran en el famoso pasillo de la muerte de las cárceles.
Siguieron así, olfateando el cada vez mas intenso aroma a Whisky -y ahora lo que parecía ser una sutil pizca de vainilla- hasta quedar delante de lo que ellos pensaban que era el despacho de su jefe.
— ¿Son ellos? —preguntó una voz grave y totalmente ronca haciendo que los Alfas se tensen.
No es que no los conozca, GM conoce a tanto todos sus empleados, como a toda la familia de este. Obviamente tiene todo un gigantesco
— Si señor, ellos son Min Yoongi líder del grupo de Deagu, Kim Namjoon líder de Ilsan y ayudante en las secciones de contabilidad y humanidad y Jung Hoseok, líder a cargo de Gwangjul.
— Gracias Jackson, te puedes retirar. —hizo una pausa y luego siguió hablando— Por cierto, diles a los guardias de la puerta que descansen, en una hora los quiero devuelta y no quiero a nadie por la zona. Y si es posible, hazme una cita por llamada con las familias de los difuntos hombres.
— Como ordene señor —habló haciendo una reverencia— ¿Alguna hora en específico, señor?
— No, tu tienes una copia de mi agenda, ponla en dónde haya un espacio de un par de horas —la voz tranquila y serena del Alfa hacía que cada vez más se sintieran desconcertados.
No era ni comparable el tono de voz de ese Alfa de las veces que hablaron por llamada a tenerlo presente.
"¿Cómo un alfa puro puede sentirse sumiso con solo una voz? Yahoo respuestas" pensó con diversión Hoseok, el podía sentir como sus compañeros estaban demasiado tensos y nerviosos como para que se tratara de un Alfa.
Se veía como intentaban mantener la calma y las luchas internas eran demasiadas notables.
El hombre que estaba sentado detrás de su enorme escritorio, se quedó viendo a las tres figura que tenia en frente. Casi deja salir una risa al ver como esos altos, musculosos e intimidantes Alfas se mantenían con la cabeza abajo.
Y aunque la causaba risa odiaba tener que lidiar con eso.
— Alfas eleven la cabeza.
Bien, esa orden casi hacía caer al suelo a Hoseok, que entre una risa nerviosa se fue quedando parado mirando al sujeto que tenía enfrente.
— Hola, supongo que a estás altura ya saben quién soy —habló con una sonrisa en los labios mientras se estiraba para tomar un atado de cigarrillos que se estaban en uno de los cajones a su lado— Por favor, sientesen. Seguro que les duele el cuello o en parte de la nuca al estar tanto tiempo con la cabeza gacha.
"Eso no sonó como una burla o que les reclamará algo" pensó Yoongi observando con detenimiento al hombre que, en ese momento estaba mirándolo fijamente.
Vaya.
Nunca se hubiera imaginado a su jefe de ese modo. Nunca pudo hacerse una idea de cómo sería su jefe. Pero sabe de qué de todas las cosas que escuchó de los demás al referirse a su jefe, no es nada comparado con lo que sus ojos se ven.
Era intimidante, tiene buena forma física, pero no tiene nada sobre saliente. Su cabello es un oscuro y brillante negro, el cual está todo peinado para un lado dejando a la vista como tiene toda una parte rapada. Su piel era nivea, blanca y lechosa, se podía observar cómo sus dedos eran delgados pero no tan largos, tenía unos ojos filosos, eran grandes, negros y profundos.
Estaba vestido con una camisa celeste que estaba arremangada hasta los codos y con un par de botones desabrochados en la parte superior. Uno de sus brazos resaltaba al estar adornado con decenas de tatuajes que llegaban desde la mano hasta lo que suponían que era más arriba del codo.
— ¿Alguno quiere un cigarrillo? —preguntó sereno estirando su mano con el atado de cigarros hacia los tres Alfas sentados frente suyo— Si no les gusta esta marca en particular o sabor, tengo de otros gustos o marcas.
Los tres estaban completamente callados. Luego de años en los que trabajaban para el gran GM y al fin lo conocen en persona.
No sé sabía para que era que los habían llamado, pero suponían que nada bueno.
El jefe los miró expectante a algo y sonrió cuando vió a Min asentir mientras estiraba su mano tomando un cigarro.
— ¿Fuego?
— Yo tengo gracias —respondió sacando de su bolsillo un encendedor prendiendolo, para luego darle una gran calada— Esto era lo que necesitaba —exclamó más para si mismo que para los demás y elevó la cabeza al escuchar una risita.
— No sé porque tan tensos, pero supongo que algo de alcohol los relajara —habló y luego se levantó de su asiento siendo seguido con la vista por los otros tres Alfas.
Caminó hasta llegar hasta la barra tragos que se encontraba contra la pared del lado derecho del escritorio, y luego de posicionarse detrás de esta, saco de la parte inferior un par de vasos dejándolo encima de la superficie de madera para luego mirarlos expectante.
— ¿Qué gustan tomar?
— Nada de Whisky por dios.
El comentario salido de la boca de Namjoon hizo reír a si jefe y si no fuera por el golpe en el brazo que le dió Yoongi que estaba en el medio de los tres se hubiera tensado, a la fuerza se relajo en su asiento.
— Ustedes pidan —exclamó mientras ponía una esfera de hielo a uno de los vasos y con una alargada cuchara la hizo girar dentro del vaso, para luego sacar de los estante detras de su espalda una botella color rosa fuerte y una trasparente. Tomó ambas botellas en ambas manos y haciéndola girar en el aire vertió ambos líquidos al mismo tiempo en el vaso haciendo que se formará un exótico trago justo dividido por la mitad con ambos licores— Aquí no se les cobrará nada. —dijo con diversión cortando un pedazo de fresa para colocarla flotando en el centro— ¿Jung algo fuerte?
— Por favor —exclamó casi con súplica— ¿Tequila tendría?
— Por supuesto —respondió, tomó un vaso y luego de mojar la boquilla en jugo de limón lo paso por un plato lleno de azúcar para dejarlo con un borde azucarado, está vez, en vez de dejarle el hielo en forma esférica lo hizo girar unos segundos y cuando vió que el vaso estaba frío lo sacó vertiendo el tequila con Sprite, corto un limón y se lo puso en el borde— ¿Min? ¿Kim? Adelante, pidan sin miedo.
"Que buen chiste" pensó Namjoon ya menos nervioso. Quizás, solo quizás, estaría mejor tranquilizándose.
— Yo coñac a la rocas si puede ser —pidió el Alfa moreno viendo como su jefe hacía el trago frente a sus ojos.
— A mi déme lo que quiera —exclamó Yoongi observando curioso. No podía creer que ese Alfa que estaba ahora mismo haciendo su trago con lo que parecía ser una sonrisa en sus labios, era su tan temido Jefe.
Y eso que no hablaba de la edad.
No sabia que edad tenía ese Alfa, pero estaba seguro que los tres eran mayores que él. ¡Parecía demasiado joven como para ser líder de todo ese imperio!
— Aquí tienen —habló el pelinegro dejando enfrente de cada uno su dicho trago que había traído en una bandeja. Dejó a un lado dicho elemento de metal y se volvió a sentarse en su silla esta vez cruzando las piernas— ¿Cómo ha estado todo Ilsan, Namjoon?
— Bien... —respondió asustado y nervioso por la repentina pregunta— El comercio va subiendo sin problemas y mis hombres están a gusto con el lugar. La mayoría ya se instaló en las viviendas que usted a asignado y el trabajo de las construcciones se está por llevar acabo en unos dos meses.
— Me parece perfecto —exclamó mientras asentía ligeramente. Llevó su vaso al sus labios bebiendo un poco de su trago— ¿Hoseok cómo haz estado? —indagó mirándolo fijamente. El nombrado se quedó quieto con el vaso a unos centímetros de sus labios y el pelinegro lo vió tragar con dureza— Debió ser difícil acabar con la vida de tus propios hombres. Nadie quiere eso...
— Lo fué —se sincero incómodo ante la atención que le daba— Al fin y al cabo no me traicionaron a mi, lo traicionaron a usted. No sabemos que cosas han escuchado o que cosas saben los que están detrás de todo eso.
— Por eso no te preocupes. Ya tengo gente trabajando en ese tema, por lo que se, creo que el Omega había usado su celo para acostarse con uno de mis confiables Alfas para saber más que información —explicó mirándo está a vez a los tres, intercalando miradas— El idiota no sabia nada importante, lo máximo que le pudo decir era lo del cargamento de medicina y comida que iban a llevar a Gwangjul.
Todos se sorprendieron al ver cómo de repente Hoseok, se levantó de su asiento dió un par de pasos hacia atrás e hizo una reverencia de noventa grados.
— Le juro que desde este momento vigilaré aún más a todos mis hombres, señor. No dejaré que nadie se crea más listo que yo, no defraudaré nuevamente la confianza usted a puesto en mi. Daré mi vida si es necesario para que me perdon-
— Wow,wow,wow tranquilo... —exclamó casi alarmado su jefe mirándolo sorprendió— No es necesario que estés alerta y como un sentinela estando con tu equipo. Si alguien lo te traicionara, ten por seguro que lo hará cuando tú pestañees. —habló parándose se su asiento, caminando hasta donde estaba el Alfa castaño y lo tomó del hombro para hacerlo que se colocará derecho con la mirada hacia arriba. Cuando este se elevó, GM se dió cuenta la diferencia de Altura e hizo una mueca disgustada— Eres más alto que yo... —bufó casi con gracia y luego fue caminando hasta su asiento— No tienes que dar tu vida por nada, porque en ningún momento me has decepcionado. Llevo años en este cargo de jefe y ustedes tres son en los que más confío, sino creeme que no los hubiera traído aquí y menos mientras todos están armados.
La voz del Alfa pelinegro sonó tan con una extraña tranquilidad haciendo que se relajarán.
— ¿Alguno lo recibió un cacheo antes de entrar en este lugar? —preguntó intercalando la mirada entre los tres viéndolos negar— Bueno, eso no pasa seguido. Todo aquel que entre siempre es cacheado, pero por una simple razón ustedes no. Otra cosa es que ustedes obviamente son mayores que yo, por eso mismo él "usted" o el "señor" ya pueden dejar de decirlo. —habló e hizo una mueca— Tengo veinticinco, ustedes veintiocho y veintinueve. Claramente él que les debe dar el respeto soy, asique dejen de hablarme con formalidad.
— ¿Por qué hace esto? —preguntó confundido Namjoon no entendió el sentido de haberlos llamado a los tres a ese despacho, que ahora que lo ve bien, parece más un departamento que una oficina.
Podía ver como a su izquierda había una puerta doble abierta dejando a la vista como el lugar se agranda considerablemente. Desde su lugar se podía divisar una escalera de madera y mármol que subía a lo que supone que es una segunda planta. El lugar donde están ellos no es pequeño en lo más mínimo, pero si se pone a pensar en las puertas que tiene abierta dejan a al vista lo inmensa que puede llegar a ser, definitivamente es como un penhouse o una casa dentro de otra casa.
Todo era muy elegante, estaba todo demasiado ordenado y el aura que dejaba era de estar en un refinado restaurante elegante.
GM estaba atento a todo, podía ver los ojos de los demás en todo su entorno y aunque quisiera no la puede culpar. Su despacho era su mayor orgullo y su pecho se un inflaba al ver como otros Alfas y demás castas contemplaban lo que el, personalmente hizo.
Si bien en un principio sintió que aún era pronto para conocer a los que el llama cómo sus mayores trabajadores, se dió cuenta que su lobo no estaba de acuerdo. Por eso mismo luego de meditarlo unos días, llegó una conclusión. Invitarlos, y ahora que ve todo, el desarrollo que llevo la situación, como los demás se dirigen a él, sus auras y como su lobo reacciona a la presencia de esos, no puede decir que fue una mala idea.
Alfas.
Su lobo estaba raramente tranquilo, no los veía como amenaza a los contrarios, no sabe con exactitud el porque. Aunque quizás se puede dar una idea al recordar que tomó híbridos de supresores tanto para calmar a su lobo e instintos, como su fuerte aroma. Quizás, por eso será que se tomó la molestia en ofrecerles tragos para relajaros.
— Porque los tres han demostrado tener mi absoluta confianza, por eso mismo he decidido que era tiempo de hablar frente a frente con los Alfas con los que me comunico únicamente por llamada o mensaje de texto —siguió hablando serio, pero con actitud desinteresada— Y si van a preguntar cómo es que tienen mi confianza les recuerdo que a ti Namjoon, te dieron un disparo en el hombro derecho para que me entregaras, a Min le falta la punta del dedo anular de la mano izquierda y a tu Jung, casi perdiste una pierna quedando solo en una enorme cicactriz.
El silencio que le daban los tres Alfa hizo que se sintiera incómodo, a lo que el jefe dejó de salir un profundo y largo el suspiro tirando sus cabellos hacía atrás al de apoyaba en el respaldo de la silla cruzando una pierna sobre la otra.
— Por cierto mi nombre es Jeon Jungkook, un gusto.
Luego de esas palabras el ambiente poco a poco se fue liberando de tensión. Cosa que Jungkook había notado casi al instante debido a que tenía los aromas de los Alfas menos tensos.
Menta, pasto mojado, roble, café amargo y hiervas eran los aromas que podía distinguir de los contrarios. No le disgustaba, ni siquiera le hacía alguna rara sensación, asíque solo estuvo normal.
Cosa que le hizo darse cuenta que ninguno de ellos estuvo con el Alfa que estaba buscando. Y aunque sabe que no puede abordar un tema así como si nada de golpe ya tiene ganas de abrir su boca para preguntarle a Mi Yoongi por el paradero de su supuesto nuevo segundo al mando.
Porque Jeon Jungkook hace tiempo esta buscando a un Alfa en particular, uno con un aroma dulce y a la vez fuerte.
No lo recuerda, no recuerda su rostro, como es físicamente, ni nada parecido, pero lo que si recuerda como si hubiera sido ayer, era el inconfundible aroma a Licor de fresa y vodka de ese Alfa.
Si, los aroma a bebidas alcoholicas hace tiempo se volvió algo normal a la vez que inusual ente la mayoría de los Alfas puros y grandes rasgos.
Y Jungkook no podía evitar sentirse cohibido a qué el era uno de esos pocos Lobos que tenían esos tipos raros de aromas.
El aroma a whisky que el soltaba, la mayoría de las veces lograba hacer un efecto embriagador para algunos Alfas, cosa que lo incomodaba de gran manera. Por esa razón en su mansión eran ochenta porciento betas. Guardias, porteros, sirvientes, mucamas la mayoría eran betas.
Los únicos que no podían sentir aromas. Y aunque los lobos de ellos si lograban volverse locos debido a su rango no había otra cosa que les afectará.
Jungkook estaba ansioso, exasperado, sufrido por la busqueda de ese Alfa. Su lobo no dejaba de pedir su presencia, era increíble como se había vuelto dependiente de alguien por un simple aroma. Pero es que no lo puede evitar. Llega al punto de la desesperación que tiene que tener la botella de licor de fresa en su mano y embriagarse con el olor y sabor de este porque su lobo no deja de clamar por un alfa que no conoce.
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