tres
Ow este es más corto y al fin hice a Baji Hetero porque en Breath...no.
——-<3
— ¿Quedó bien? — hablo manjiro en plena conferencia, había empezado tenía no más de 5 minutos y explicaban algo sobre el sentido de compañerismo en la universidad. Gire mi rostro sobre mi mano recargada de mi brazo en el asiento, sin mucho interés apenas alzando las cejas.
Manjiro solía sacarme plática una vez cada tres meses si era posible, era el niño dorado después de todo y si dieran un premio por serlo el se tenia que asegurar de que todos votemos por el asi que lo que hacía era hablar con todas las personas, incluso als que parecemos no tenerle mucho aprecio a su presencia.
— MMnu. — Si. volví a girar mi vista al frente con la conferencia.
— Te deje una nota.— nuevamente gira a verlo, alzando mis cejas expectante a que diria, quizas aqui deberia agradecerle.— se dice gracias, eh. — me queria reir, ¿que mas esperaba de él?
— Gracias por tener responsabilidad de tus actos. — gire los ojos viéndole.
— Quizás por eso nadie te habla, sienten esa mala vibra en ti.— ¿a que venia eso?
— ¿Huh? tengo amigos, pedazo de gnomo. — la conferencia estaba lo suficientemente lejos y fuerte para que nos escucharan y la profesora se había ido quizás también la esquivaba, no la culpo.
— Todos son viejos amigos, nadie nuevo por lo mismo.
— ¿Te interesas tanto en mi vida? Apuesto te sabes los nombres de todos mis amigos solo por mi...— sonreí enseñándole los dientes a Manjiro sin dejar de sostener mi cabeza.
— N-nadie — eso es nuevo, hacer que dude de sus palabras.— ...se fija en tu vida, moco. —pude ver su labio temblar levemente ante mi respuesta, empecé a pestañear lentamente viéndolo reaccionar.
— Claro, es por eso que chocaste mi retrovisor y tuviste que pagar ¿soy invisible o un fantasma que atormenta tu vivir?. — Ninguno de los dos mentía, mi vida social era pequeña al igual que mi círculo de amigos, pero eso no quiere decir que no me de cuenta de cuantas personas ignoran completamente mi existencia con éxito. — Gracias, por ser responsable. — dije entre dientes.
Pude escuchar que Manjiro solo chisteaba la lengua en respuesta, bien.
Para mi hermosa sorpresa Manjiro no había participado en la conferencia, porque no habían solicitado voluntarios ni nada por el estilo.
— Ahora voltearan a ver a la persona que tienen a su lado, diganle "hola compañero", vamos quiero oirlos. — era el sujeto de la conferencia, me había olvidado del tema unas tres veces para ese entonces.
Volteé a ver a Manjiro por el rabillo del ojo y ni siquiera me estaba viendo, estaba ocupado mordiéndose las uñas así que dije bueno, pues no le digo nada. Incluso frente a mi Bol hacia la actividad un poco tímida con otro compañero del aula, Josh creo que eso veía en la oscuridad.
— Esos de allá atras, también háganlo.— joder, con lo que me gusta la atención en masa. Voltee a ver a manjiro guardándose la sonrisa de vergüenza en mi, para colmarme la existencia un reflector del teatro apuntaba a la fila de atrás donde nos encontrábamos no solo mi grupo sino también Manjiro y yo. Quise volver a ver a Haru una compañera pero ella ya estaba diciendoselo a otro compañero.
— Hola, compañero.
—Hola, compañera.— los dos entre dientes y sonriendo falsamente para que nos dejaran en paz.
—¿Ven que bonita es la convivencia entre compañeros? — el hombre del micrófono hablaba.— ahora, como dije hay que comenzar a conocernos mejor si es que no lo han hecho, puede ser que llegan a terminar carrera y hubo con quienes nunca cruzaron palabra, —imposible, pensé, imposible teniendo a manjiro con un pico que no le para.— no puede ser, señores! vamos, apliquen lo que les dije, digan ahora una cosa que les guste de su compañero.
" me gusta cuando duermes, as puedes ignorarte más fácil"
—Algo de actitudes o algo físico...
— Me gusta tu cabello
—Me gusta que eres responsable
—Me gusta que eres creativa.— escuchaba a mis compañeros susurrarse entre filas.
—Mme...— dudaba viendo a Manjiro a la cara, él tenía una cara de impaciencia, ugh.—Me gusta tu...— alzaba las cejas esperando mi oración, ¿no podía comenzar el? okay, t/n, respira, vamos tu puedes. Respire profundamente sin hacer contacto visual unos momentos, no es porque sea Manjiro en si me da verguenza decir un cumplido a cualquier persona, eso es todo.— Me gusta tu sonrisa.— miré al suelo rogando a dios que nadie importante en mi vida (amigos y padres) escucharan esas palabras, antes de volver a mirar a Manjiro, casi pudiendo ver un leve destello rosa "debo estar imaginando". Alce las cejas viéndole con impaciencia al igual que el esperando su respuesta.
—Yo...encuentro agradables tus suéteres.
— ¿Que mierdas es eso? — pude ver que debajo de mi volteaba a verme por la maldición. — ¿Mis suéteres? vamos,acabo de halagarte, solo escupe algo mejor, se que puedes sacarte los halagos de la cola, no te estoy pidiendo que me chupes...
— Me gustan tus ojos...— quitó la vista de mi acomodándose ahora frente a la conferencia, podía jurar que incluso sus orejas estaban tornándose rojas ante su comentario.
Eso es raro, pensé, todo el tiempo da cumplidos a extraños y conocidos, chicos y chicas, profesores y directivos. Debo estar loca como sea la luz del reflector se apago y volvimos a la conferencia.
" — Según Mandy Len basándose en Arthur Aron desarrolla estas 36 preguntas que curiosamente te harán enamorarte, pero pueden usarlas para conocer mejor a una persona, intentenlo."
Si, como sea, algún día, supongo.
La conferencia había terminado, no me sentía mejor ni diferente, más allá de abrir la curiosidad acerca de esas mágicas 36 preguntas. Manjiro me había ignorado y esquiva casi como si fuera apestosa saliendo de allí, casi queriendo preguntarle qué le pasaba pero no es de mi incumbencia realmente. Solo le había visto el cabello soplar ante su paso rápido escabulléndose entre la gente y yo siendo retenida por las burlas de Bol, había escuchado todo. Bueno, no es como que Manjiro haya dicho algo fuera de lo común, casi siempre me han halagado los ojos pero vamos, creo que es un halago fácil y a la ligera que todos dicen.
Habían pasado 4 días, como sea las conferencias seguían y yo buscaba donde saltarme una hora de lecturas aburridas que no terminaba de comprender. Me meti en el teatro en una de las sillas de atrás, estaba casi vacío y apenas iban por la mitad de una conferencia que no había ni leído el titulo pero bueno, era el mismo sujeto ¿cuantas conferencias puede dar en la misma universidad?
Comos ea mi fila estaba vacia asi como las otras 8 siguientes debajo de mi, dominaba la oscuridad a tu alrededor y si no prendían una linterna al pasar te podrías tropezar ya que toda la luz se centraba en el sujeto hablando, unos tres reflectores que seguramente le hacían sudar, eh.
Suspire y me encogí de hombros al escuchar gente pasar a mi lado, en mi sudadera contra el frío del aire acondicionado gigante del teatro. Sentí un peso a mi lado así como alguna acomodándose en el asiento, ¿ah? hay como 30 asientos disponibles ¿por que al lado mio?
— Hola. — voltee a verle sin mover mucho mi cuello, quise brincar y salir de allí lo antes posible, al ver mi cuerpo reaccionar me detuvo. — No estoy aquí para lastimarte. — dijo mostrándome las manos, era ¿Baji?
— Mira, solo déjame en paz por favor. — cerré mis ojos en molestia, este cabron.
— Vine a disculparme.
— ¿Ok? te perdono, gracias, adios, no te me acerques o te reporto.
— ¿Reportar? Mujer, se cuando Mikey miente y también sé que lleva más años conduciendo motocicleta que usando sus pies así que es imposible que él haya chocado mi moto. — le miré atónita de sus palabras, porque en efecto, Manjiro había chocado contra mi retrovisor.
— Dile esa mierda a mi retrovisor mal pegado. — no estaba "mal", perdóneme Don Carlos, solo estoy molesta. -- ¿A eso vienes? ¿a argumentar?
— Tsk, no, realmente venía a disculparme.
— Dejalo, solo déjalo.
— Déjame invitarte a comer. — voltee a verle con las cejas fruncidas en mi con indignación
— Casi me arrastraste por el suelo ¿y ahora quieres comer conmigo?
— Si lo dices así suena mal. — En la poca luz y siendo iluminado solo del lado derecho de su rostro podría aceptar que es atractivo. — Entonces...déjame pagarte el almuerzo.
— Ya almorcé.
— Mañana.
— No vendré.
— Vamos, no quiero que me veas como alguien que maltrata mujeres, estaba molesto. — le voltee a ver una vez más divertida, con las manos en mis bolsillos.
— ¿No lo haces? — su rostro cambiaba a uno más enojado, fruncido y con una mueca dejándome ver sus caninos, bien.
— Deja los chistes, realmente pude haberte dejado moretones.
— Si, así es. Pero no me interesa comer contigo.
— Entonces dime que quieres para que me perdones.
— Déjame en paz.
— ¿Como se que no le dirás a ninguna chica sobre como te trate?
— Chico, apenas sé tu nombre.
— Baji Keisuke, dime Kei si gustas. — esto último sonriendo de lado y enseñando el colmillo sobresaliente en el, el cabello se le soltaba de detrás de la oreja sobre el rostro.
Mierda, es que no podía ni tratarlo como se merece porque el cabello es mi debilidad.
Mordí el interior de mi boca antes de estrecharse la mano.
— Tn, mucho gusto, no quiero nada de ti, aquí queda las cosas.
Pude ver que Baji se recargaba contra el siento y no se iba de allí, no hablaba y solo ponía atención a la plática.
¿Si no creía la versión de Mikey por que se disculpaba? aunque, realmente los raspones podían ser de Mikey ¿cierto? no completamente mi culpa...
— Eres amiga de Bol, ¿cierto?
— Quizás.
— Me llevo con ella. — voltee a verle. — es divertida y suele ir a mis fiestas. — cierto, Bol adora salir más que fumar marihuana. Guarde silencio sin realmente mucho interés en el o la conversación. — Puedes decirle que la próxima vayan juntas y te invito una botella.
— No tomo.
— ¿No tomas? — parecía realmente interesado. — ¿entonces qué haces en las fiestas?
— Fumar. — dijimos al mismo tiempo.
— Te cache, — no, genio, te lo acabo de decir, pensé. — ya sé, te invito un porro y me perdonas ¿jalas?
— Va. — no me costaba nada un porro gratis y no se le niega a nadie.
Salí de allí ignorando a Baji, ya veremos si me lo da o no, si es que se me antoja ir a una fiesta suya o quedarme en cama a ver películas malas de syfy que sirven de ruido de fondo mientras checo el cel o algo. Como sea.
Era fin de semana de nuevo y Bol había tenido la hermosa idea de ir a la playa.
— Hey, vámonos a la playa, agarra tus cosas y listo.
— ¿Huh? Bol, es casi otoño! estamos en temporada de lluvias.
— ¿y que? hoy hay sol. — no mentía.
— La última vez todas nos pusimos hasta el huevo y tuvimos que esperar HORAS para que se nos bajara y...
— Okay, esta vez yo no consumo y listo!— ni ella misma se cree, no se a quien intenta engañar Bol.
— ¡Va! Va, va, va,— era Georgia.— pero todas en bikini
—¿Estas de joda, cierto?
— Wey quiero fotos!!— ¿Mencioné que Georgia tiene más de 20K en Instagram?
— Pues usa tu sola
— ¡No seas así! Me veré rara en la playa solo yo y ustedes no. -- Georgia era bonita, bastante bonita y no podía negarme a su carita cuando pedía algo.
— Bueno...acepto.— Georgia y Bol se abrazaban felices festejando que decidiera salir, genial.
— A las 4:30 pasó por ti
—¿4:30? ¿No es como que tarde para ir?
— Es que así hay menos gente y todos se van a casa.
•••
Y ahí estaba yo, poniéndome una blusa blanca bastante floja sobre el bikini de tirantes en tonos claros que usaba, me gustaba porque me recordaba a los 2000 y había sido de mi madre en su juventud. Un short y en mi maleta un pants y sudadera por si la temperatura bajaba, genial. Terminé de ponerme los zapatos cuando escuché a Bol llegar y mi madre gritar.
— ¡Llegaron por ti, t/n!. — Baje rápidamente las escaleras casi cayéndome.
— Ey, ya me voy.
— Pasa por tu hermana.
— Pero no conduzco yo. -- dije confundida.
— Que te pasen a dejar con los Sanó y de ahí te regresas.
— ¿Por qué?
— Dijo que estaría allí así que pásala a buscar tu para que no demore tanto.
Ni siquiera debe estar con Emma, pensé. Salí y entré al automóvil con Bol y Georgia, ambas en bikini y lentes a pesar de que iba de bajada el sol.
Bol arrancó con la música alta mientras gritamos para poder platicar de algo, sobre que haríamos, con quienes estaríamos y que comeríamos.
—¿Comiste?
— Mierda...
— Pasaré al McDonalds mínimo.
Había olvidado comer como siempre y si no estuviera cómoda me haría mal el alcohol o marihuana, o los dos, peor. Compramos diez cheeseburgers ya que son baratas y salimos a la carretera para la playa, bastante solitaria sobre todo en esta época del año a pesar de haber sol.
— Les llevaré a un lugar donde casi nadie va. -- había dicho Bol. — Ten, si quieres.
Me pasaba el porro sin encender de su parte, Georgia llevaba la pipa y yo el encendedor. Bol iba manejando a lo que decidió esperar a ver si fumaba un poco allá (ven, les dije que ni ella se la creía).
Encendí el porro después de varios intentos ya que con los vidrios abajo y el aire no lograba tener éxito.
Saque el cuerpo de la ventanilla abierta de la puerta, volteando mi cuerpo y teniendo la cabeza al revés reteniendo el humo dentro de mí en un jalón ardiente.
Pude ver entre el aire y el atardecer como otro automóvil se colocaba al lado de nosotros a una distancia, apenas podía ver que eran chicos porque iba volteada.
— ¡Hey! ¡Hey! — eran los chicos del otro auto.
—¿Quienes son? — Georgia preguntó.
— Ah, son Chifuyu,Takemichi, Baji y Manjiro.— me enderecé al escuchar estos dos últimos volteando mi rostro a ellos que llevaban rato viéndome fumar, entrar y soltar el humo estando al revés en la ventanilla. Como si el universo colisionara para comenzar a topármelo aún más seguido, supongo que es así como comienzan todas las historias ¿no es así? ¿Pero cuando comenzó esta? ¿O cuando termina?
— ¡Invitanos!— les mire frunciendo las cejas y me dirigí a Bol.
— Dime que no van al mismo lugar.
— Eso espero.
Baji iba manejando y Manjiro iba atrás, viéndome con esa puta cara de superioridad en él al verme. Como si estuviera disgustado, ¿que mierdas?
Baji llevaba unos lentes de sol y su cabello amarrado quizás para que no se enrede por el viento a la velocidad que íbamos los dos automóviles, manejando y la música igual o más alta que nosotras. Nos sonrieron y les ignoré antes de tomar dos entradas diferentes a la playa, esos caminos llenos de enredaderas y arenas que hacen difícil el continuar de los automóviles. Bajamos con nuestras cosas dejando las puertas y cajuela abierta.
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