cuatro
AL FIN
¿Se acuerdan que dije que Baji era hetero? buee...hagan sus apuestas.
Aqui hay 4 perspectivas en esta historia, ojala logre poner el punto de cada quien.
--- Zenitsu <33
Tenía un par de minutos que todo se había vuelto más lento, como si pasara por varias etapas del tiempo en cada movimiento que daba y me reía más de los chistes que hacía Bol pero aún más que escucharlos eran los que mi mente se hacía sola. El cielo tenía un rato hipnotizándome entre tonalidades hermosas y nubes lentas, me empezaba a doler el cuello por la posición de mi cara fijando la vista, dándome cuenta que tenía más minutos de los que creía en una misma posición.
— ¿De qué color es el cielo?
— De todos.
Pude escuchar como Bol y Georgia se reían de mi respuesta, las mire sintiendo mis párpados pesados, como sea, pensé y me reí con ellas. Después de un rato comenzaron a tomarse fotos entre las dos y a ponerme a mí a tomarles fotos a ambas, yo no quise salir en estas porque sospechaba se notaria de más mi estado.
— Deberíamos hablarles. — Sugirió Georgia en algún punto provocando que mi cuerpo se hiciera consciente de la brisa, casi como notando lo expuesta que se sentía mi piel en bikini solo con la idea de tenerles cerca.
— Ni loca, son varones — saque mi encendedor para terminarme un porro mas y me senté en la sabana que acomodamos a la orilla de la playa, a unos metros del automóvil que tenia música.
— ¿Y? También lo es mi hermano, ademas, me caen bien...— Georgia era hermana de Peh, un chico alto y gracioso, bastante torpe con las chicas de quien me impresionaba cada que lo veía porque solía ser hostil pero Georgia lo ha ido educando" para ser mas amable, todo porque le gusta alguien y desea serlo.— HEY — grito Georgia, realmente no me moleste en decirle que no lo hiciera una vez mas. Solo gire mi vista a Bol que me vio divertida porque sabia que me desagradaba.
— No vayas a ser grosera con Mikey. — Me dijo Bol en una voz baja solo audible para mi, a un metro de distancia para saludar a los chicos. Rodé los ojos ante su comentario.
— Si no me habla, perfecto.
— Aqui viene Chifuyu...— Georgia tenia un crush con ese chico, desde que la conozco habia intentado de todo para llamar su atención y...mas allá de fracasar era que el chico era tan amable con ella que siempre terminaba reafirmando su amistad y no una atracción. La rubia se acomodo el cabello y los tirantes del traje de baño en lo que el rubio cenizo se acercaba a nosotros a un lado de Takemichi.
Georgia se quedó callada en cuanto gire a ver donde fijaba su vista. Los cuatro chicos se acercaban a nosotras con Baji enfrente sosteniendo una botella de algún tipo de alcohol en su mano acompañado de Chifuyu quien iba con Takemichi (un chico rubio teñido con raíces del cual recuerdo de algún lado), finalmente Manjiro con las manos en los bolsillos viendo ambos lados del lugar menos a nosotras, la cara abajo ahora a sus pies en los pasos lentos en la arena siguiendoles. Seguramente viene obligado.
— Bellezas...y Bol.— Saludó Baji cuando finalmente llegaron. No dije nada, intentaba no decir alguna estupidez incoherente debido a mi estado. Bol no se movió de su lugar, estaba sentada con las piernas cruzadas sonriéndole. Le ofreció un porro como manera de saludo. — Muy buenas tardes. — Sonrió al tomarlo.
— Noches ya. — Dije debido a que el cielo comenzaba a oscurecerse cada vez más.
— Hola a ti también. — Sonrió Baji enseñando los colmillos. — Traje a Chifuyu — Señaló con el pulgar al chico que ya se encontraba a un lado de Georgia saludandola. — ,Take — el chico iba a posicionarse a un lado del otro rubio cenizo.— y bueno, Sano, un dolor en el culo que me sigue.— Manjiro estaba unos tres pasos detrás de él sin prestar atención incluso agachado tomado a un cangrejo entre sus manos.
— Tu has sido quien me invito, gran idiota.— Majiro salto y solto al cangrejo por lo que note porque lo habia pinzado.
— Auch, se enojó ...como sea, — le devolvió el porro a Bol después de unas tres caladas. — Está fuerte. — Para este punto del comienzo en la conversación había disociado tanto que percibía el tiempo como una hora cuando seguramente era cerca de un minuto.
— ¿Qué hacen por acá?
— Baji quería venir antes de la fiesta
— ¿Qué fiesta? — Preguntó Georgia
— Una de la facultad ¿iras?
— ¿Me invitas?— Sonrió la rubia revoloteando las pestañas
— Vinimos a nadar. — Contestó Baji tajante.
Por alguna razón, como si la presencia de Sano me cambiara el estado de ánimo y el ambiente, las olas comenzaron a ser más rudas que antes y me comenzaban a incomodar. Empecé a tener miedo. Mierda, podía sentir mi razón alterarse un poco agregando que cada vez mi vista iba empeorando por la oscuridad y me alteraba un poco.
— Pero si no están nadando — Respondió Bol
— Aún no — dijo Baji aun de pie.
La conversación siguió y yo me concentre en mis pies que se hundían escondiendo mis dedos en la arena de manera satisfactoria para mi piel, adoraba este sentimiento cuando todo se volvía repetitivo en un ciclo y las sensaciones se volvían ademas de divertidas, eternas. Chifuyu esquivaba cada intento sutil de Georgia de pedirle se fuera con nosotras y Takemichi bromeaba y reía con el hecho e que Bol tenia rato habia dejando de funcionar tan neuróticamente como lo es sin drogas, estaba mas tranquila y decía lo que se le venia a la mente en el momento, carentes de sentido. Ahi estaba yo con las olas a mi izquierda y ellos frente a mi, riendo de ambos sin poner tanta atención, con teléfono en mano esperando una respuesta de mi hermana quien suponía tenia que ir a buscar.
— Hey, que coincidencia encontrarte aqui. — Saque el porro de mis labios y alce el rostro para ver a quien se posaba por encima de mi cabeza. La oscuridad reinaba y solo las luces del automóvil de bol alumbraban la cercanía, el puerto y malecón del lugar estaba mas lejos asi que no habia tanta luz. Al principio me asuste por no reconocerlo de inmediatez porque el cabello largo le caía a los lados y al estar agachado de una forma su rostro se tapaba dandole mas oscuridad. Mis ojos se abrieron de principio y luego parpadee comprendiendo que era Baji.
—...Hey— susurre mientras mis ojos iban de el a la figura de Manjiro quien lo jalaba de la camiseta para quitarlo de encima de mi. Mire a Manjiro unos segundos con los párpados pesados esperando ingenuamente un saludo, el cual solo fue un breve segundo de contacto visual entre el y yo antes de que resoplara y una sonrisa se dibujara en su rostro.
¿Que? Pense. Si pudiera leer su mente sabía que se estaba burlando de mi, bobo.
— ¿Que hacían, chicas? — era Baji preguntandome, guarde el porro y el encendedor mientras me concentraba en la conversación que se perdía por el sonido de estas y el aire que incrementaba la velocidad de la nada.
— Tomando, fumando, disfrutando...supongo que lo mismo que ustedes.
Perdí la noción del tiempo que llevaba tratando de ignorar lo mucho que me perturbaban los sonidos Del Mar a mi izquierda. No se nadar, pensaba, si y no tiene nada que ver porque no estás nadando, mi mente seguía yéndose a lugares donde no quería ir. Mis ojos iban nerviosamente entre las figuras frente a mi y a mis lados, platicaban plácidamente; Baji molestaba a Bol y le encendía la pipa mientras Manjiro abría una de las latas de cerveza que habían en la cajuela del automóvil de Bol, Georgia grababa storys con Chifuyu y Takemichi construía castillos en la arena sin éxito mientras intentaba soplar el humo que Baji y Bol exhalaban.
Mierda.
Mierda.
Que vergüenza, me estoy mal viajando.
— V-voy al...auto...las veo al rato. — Me incorporé de la manta donde estábamos sentados y gire mi cuerpo lentamente en dirección a auto que no estaba nada lejos de nosotros.
— ¿Estás bien? — Escuche a Bol preguntarme mientras me levantaba de la manta en la arena.
— Hey, ¿a donde vas? ¡Nademos! — Baji me frenó colocando un brazo alrededor de mi cuerpo. Todo estaba demasiado lento. Mis pasos. Mis pensamientos. Mis movimientos. Mi estado de ánimo e ideas.
— Sueltame, sueltame, sueltame.— Mi voz salió más despacio de lo que quería y mis movimientos no actuaron cuando los ordenaba si no en lo que se sentía una eternidad después.
— Todo esta bien, mira, vamos, ¿has nadado de noche? es bellísimo. — Baji seguía sin escucharme y abrí mis ojos al darme cuenta que me llevaba al agua con mi cuerpo sobre el hombro.
— Baji, para. — Supliqué casi en un susurro sintiéndome fuera de control.
— Todo está bien. — NADA estaba bien. Mi corazón palpitaba tan fuerte que me preguntaba como no notaba mi incomodidad, podía ver que Bol se había incorporado para verme mejor debido a mi estado y por otro lado estaba Manjiro que por primera vez desde que habían llegado se dignaba a verme.
La preocupación y miedo, ahora convertidos en terror en el agua me abordaban.Maldita sea, es que en mi mente ya me encontraba en mar abierto debido a mi estado. Debí haber comido mejor o fumado menos.
— Baji yo...por favor sueltame.— Comencé a manosearlo con suavidad. — No me siento bien, tengo miedo
— ¿Qué pasa? ¿Un poco de agua te asusta? — Me bajo en el agua mojándome las piernas llegando a la altura de la cadera y sintiendo la arena moverse debajo de mis pies.
— Para esto, me voy. — Coloque mi cuerpo de vista a la orilla en busca de avanzar cuando me volvió a tomar de la camiseta.
— Ven, quedate conmigo. — No lo voltee a ver y quise avanzar cuando una ola nos golpeó por detrás como es normal cuando estás en la playa. Caminando a tropezones notaba que nada más no avanzaba y en cambio sentía que la orilla se alejaba cada vez más, frustrandome. Podía notar a Baji detrás de mí por las ondas de agua detrás de mí y su mano aun en mi camiseta jalandome sin fuerza. — Nos estamos metiendo más profundo. — El agua subía ahora a mi ombligo.
Una ola golpeó, me tropecé debido a la fuerza del impacto contra la espalda y el cuerpo de Baji demás, golpeó contra mi por ser empujado por la misma.
— Idiota, t/n no sabe nadar! — Escuché que Manjiro gritaba desde la orilla llamando mi atención mientras intentaba abrazar a mi cuerpo, buscando seguridad en mis pasos que se sienten inútiles en la arena del fondo del agua.
— ¿Que no sabe...? ¿Ah?! — Baji me tomó sacándome del agua que no estaba profunda pero que me había mojado más de lo que quería e incluso mi rostro se había salpicado de más.
— Idiota. — Dije con el ardor en mis malditas bolas oculares, sin poder ver con claridad y respirando ahora agitada.
— Te podría enseñar, ¿puedes?
— Baji, te juro que no es hora de tus líneas a ver en cual caigo. Quiero irme. — Sentí el cuerpo tiritar. ¿A qué hora baja la temperatura? ¿era el agua?
— No seas tan amargada. — Otra estupida ola y ahora sí, suficiente.
Tomé la mano de Baji que me sostenía de la camiseta y la empuje haciendo que me soltara. A este punto sabía que ni Bol ni Manjiro nos escuchaban y quizás no nos veían con claridad debido a la hora.
Habíamos escogido un punto donde no es tan conocido para la mayoría de la población de la ciudad, por lo tanto no había alumbrado público y reinaba la oscuridad. Tragué saliva porque tenía tanto miedo del agua y mi ansiedad me decía que moriría.
— Estupido Baji. — Entre dientes abrazándome a mi misma comenzando a caminar de nuevo en busca de la orilla de la playa.
Otra. Puta. Ola.
Comencé a llorar sin ver con facilidad donde estaban mis amigas hasta que una luz me cegó y cerré los ojos de golpe por la intensidad. Era Bol quien había encendido el auto, me van a dejar, pensé. No no no. Morire en el mar para siempre.
Mis lagrimas salían aún más cuando Baji me tomó de la cintura nuevamente y me alzó sobre su hombro. De primera no note que estaba pasando hasta que sentí sus manos en mis muslos y mis pensamientos sobre la muerte frenan en la consciencia de sus manos en mi, frunci e ceño en confusion sin saber si valia la pena pelear a muerte dentro del agua.
— Está bien, vamos. — Accedio, agradeci al cielo.
No dije nada. No pelee y deje que me llevara hasta que toque tierra firme finalmente.
— ¿Qué hacían? — Era Georgia
— Quería nadar. — Respondió Baji mientras me mantuve callada y seria, las lágrimas seguían frescas y mis ojos más allá de estar rojos por la marihuana también por mis lágrimas de miedo a morir en el agua aun que si bien pasaban desapercibidas debido a que me había empapado mas de lo que me hubiera gustado. Que maldita vergüenza sentía, no me importaba tanto verme ridícula porque solo quería dejar de sentir miedo.
— ¿T/n?...¿t/n estas bien? — Se acercó Bol a mi, no estaba dentro del auto si no fuera aun con los demás. Baji se había acercado a Chifuyu y Takemichi sin realmente importarle mucho mi condición, qué vergüenza seguramente creía que era psicótica. Bueno, mucha mentira no era.
— Si..yo...pensé que me dejarías allá en el mar. — pude notar a Manjiro girar a verme, se encontraba recargado de un lado del cofre del auto de Bol viendo la situación.
— No, no, nena, fui a encender la luz porque no te veía.
— Gracias, quiero entrar...— Abrazaba mi cuerpo mientras seguia escurriendo agua del rostro.
— Si, esta bien, ¿quieres irte? ¿Te acompaño? — A pesar de mi estado de miedo no quería arruinarle a nadie la velada y mucho menos que me vean como la amiga que se malviaja con unos toques de mota. Manjiro dejó salir una risa y volvió a bajar la vista, no le hice caso.
— No, solo ire a tu auto, creo que dormiré
— ¿Estás segura?
— Si, si, no te preocupes.
Bol asintió y me dejó entrar al auto, antes de abrir la puerta vi a Manjiro en la misma posición. Fijó la vista en mi a lo que ni siquiera quise verlo para no saludarlo.
Entre al auto y estire las piernas por todo el asiento trasero. Pegue mi cabeza en la ventana detrás de mí y suspire. Tierra. Tierra firme.
Cerré los ojos intentando ignorar que seguía escuchando las olas en la mera oscuridad y me hacía pensar que seguía en el mar oscuro. Puto Baji. No me enojaría con él más adelante por haberme llevado así en mi estado de ansiedad no me estaba ayudando en absolutamente nada.
Podía escuchar como hablaban de una fiesta a la cual quizás Georgia y Bol irían. Por mi parte, seguramente me invitaron ellas para acompañarlas a lo que me negaré. Mucha energía en llorar intentando escapar del mar.
— Hey. — Abrí los ojos en lo que apreciaba Manjiro frente a mi, con los brazos sosteniéndose de la ventanilla que se encontraba sobre mis pies en el automóvil, del otro lado del auto. No dije nada y le fruncí el ceño en forma de pregunta mordiéndome la lengua para no responder de manera filosa. — Tu hermana está en mi casa, creo.
Mierda mi hermana.
— Mierda, ¿qué hora es? — Me despegue de la puerta de la cual me recargaba y busqué mi teléfono por todos lados sin éxito.
— Son...las ocho.
— Mierda! — Pase mis manos por mi cabello y mi rostro intentando cobrar más sentido y olvidar la ansiedad de hace un par de minutos.— Mierda, mierda.— me senté en mejor posición y antes de bajar habló de nuevo.
— Te puedo llevar si quieres.— Fue más amable que de costumbre, uhm.
— No, mejor yo...— le digo a Bol, iba a decir pero realmente no quería arruinarles la noche a mis amigas. — Está bien.— asentí viendo la pobre luz que provenía de los faroles del auto.
Baje de todas formas y le expliqué a Bol que iría con Manjiro, Bol no quería dejarme ir sola y Baji se notaba un poco confundido por la decisión de Manjiro.
— Su hermana está con Emma — explicó Sano.— Ustedes irán a la fiesta de la facultad ¿cierto? — Me incorporé de la manta despidiéndome de Georgia quien abrazaba a Chifuyu y tenía a Take en su hombro tomando de la botella de lo que parece ser alcohol que había traído Baji con anterioridad. Manjiro giraba las llaves de auto en su dedo viendo a Baji frente a e.
— Oye no, esto me suena a que quieres escapar de la fiesta como siempre Mikey — Manjiro giro los ojos. Comencé a buscar mi teléfono que estaba debajo del bolso de Georgia y conté las llamadas de mi hermana y sus mensajes.
Bobaaaaa
ya estoy con Emma
ugh, ¿vendrás?
"Uhmmm le dire a mamá Que no llegas"
Seguramente estabas con los Kawata
calla ya voy
— Lo sabía! — Gritó Baji y Manjiro suspiro con pesadez antes de comenzar a caminar. — Manjiro!!
— Estaré allí, solo déjame cambiarme — comenzamos a caminar en la oscuridad y arena superando el auto de Bol después de que tomara mi bolso. No íbamos uno al lado del otro, de hecho Manjiro iba un poco más adelante de mi y yo le seguía.
— Si no vas daré esto por terminado
— No hay un "esto", Idiota. Sí iré pero si insistes más no
— Eres increíble. — Dijo con sarcasmo Baji.
— Soy Sano, lo sé.— Se giró por completo y le señaló sonriendo a Baji Antes de despedirse con la mano ya a una distancia.
MIs pasos seguían siendo lentos al punto de comenzar a exhasperarme y el aire me volaba el cabello con fuerza, enredándose seguramente en maneras tan extrañas que harán difícil desenredarlo al tomar una ducha más tarde además de la arena que golpeaba mi rostro por momentos de manera casi violenta por la fuerza del viento de costa.
— Ugh — me queje ante mi cabello que tapaba mi pobre visión.— ¿Que tan lejos está el auto? — Silencio — ¿Manjiro? — Sabía que Mikey iba delante mío pero cada vez era más difícil verlo. La noche me asustaba y la fuerza con la que me golpeaba el aire haciéndome cerrar los ojos no me favorecía la vista. -- Manjiro, Deja de ignorarme, ¿Dónde estacionaron? — Puse ambas manos frente a mí en busca de Manjiro encontramos con éxito tela. — ¿me estás escuchando? — tome su camiseta entre mis manos en lo que juraba era su espalda.
Mi otra mano buscó superficie con la cual jalarlo, hablarle o llamar su atención estando harta de que no me contestara, mi palma tocó cálido y firmeza pero sobretodo suavidad... de piel.
Manjiro tomó mi muñeca y bajo la tela que había alzado y noté lo que había hecho.
Traía una camiseta Hawaiana de tonos azules y lo que había tomado era esta, pero por el frente, alzándose y descubriendo su abdomen estómago.
Tomó mi muñeca provocando que soltara con sorpresa.
— Lo siento!— coloque ambas manos frente a mi sintiendo mi cara calentarse con rapidez ante la vergüenza.— Pensé que estabas de espaldas...yo...
— Estamos a un par de metros de él, no te preocupes. — Asentí en silencio y Manjiro volvió a tomar una de mis muñecas para jalarme en el camino. No era lo más cómodo que podría haber hecho, pero había encendido la linterna de su teléfono y yo del mío ahora pudiendo ver un poco más de la playa desierta y oscura. Deje que me llevara de esa manera porque me hacía sentir que no me perdería en la playa, su figura pequeña de alguna forma me hacía sentir segura.
No estábamos a tres malditos metros. Estábamos a otros quince minutos pero decidí no protestar, me estaba llevando así que solo lo seguí.
Llegamos a un restaurante donde ya había civilización y luz artificial de los postes de alumbrado. Podía escuchar música y risas de algunas personas.
— Sube. — Habían estacionado en el estacionamiento de un restaurante, quizás habían comido antes o algo. No tenía ganas de siquiera preguntarme si su tono era más hostil de lo necesario porque teniendo en cuenta que lo había tocado por accidente hacía que quisiera enterrarme viva.
Subí al automóvil y arrancó. Cada vez mi pulso iba estabilizando más, mi ansiedad iba bajando y mi mente se iba relajando paulatinamente con cada minuto que pasaba en ese auto rumbo a la ciudad, rumbo a su casa y claro, cada vez estaba más cerca de llegar a mi hogar y mi seguridad.
Para cuando llegamos a casa de los Sanó me encontré con la luz cálida conocida para mi.Una moto estacionada por fuera y dos más por dentro de la barda, en el garage. Es justamente la casa de los Sano la cual destaca para mi al menos en su calle, en su vecindario habían varias familias amplias pero la de ellos tiene siempre su luz del patio encendida hasta tarde, lo se, lo he notado, es la de ellos la que te brinda calidez con solo verla y la que sabes que vive una familia funcional allí dentro. Te brinda confort de una u otra forma, son buenas personas. Donde el abuelo Sano sale en las tardes a tomar el aire hasta que anochece mientras seguramente Shinichiro arregla motos que se trae de su negocio y Manjiro le da una mano, y claro Emma aprende o finge interés con tal de pasar el rato todos juntos.
Son cosas que no todos en el instituto saben pero me ha tocado notarlas, he tenido la suerte de verlo y no sabía cómo sentirme respecto al sentimiento familiar que me brindan.
— Le diré a Xao que salga. — Anuncié cuando estacionó el auto y bajamos. — Muchas gracias — le mire con una mueca en mi cara, vamos era mi mejor intento de sonrisa a este chico. — , Manjiro.
— No hay de Que, te la debía. — Respondió con simpleza sin voltearme a ver.
Manjiro no me esperó dirigiéndose a la puerta subiendo los pequeños escalones del porche. Le seguí con mi teléfono en mis manos escribiéndole a Xao, mi hermana menor.
La madera crujía debajo de nosotros y Manjiro tocó la puerta unas dos veces, las manos en sus caderas y yo a su lado acompañándolo esperando que abrieran. Me volví a verlo sintiendo su mirada en mí, éramos casi del mismo tamaño solo que él es más alto unos centímetros, contados y seguramente máximo cinco. Su cabello estaba enredado pero era más corto que el mío así que lo acomodo detrás de su oreja para evitar que tapara su vista, se veía opacado por la escasez de luz natural y seguramente arena que delataba de más donde habíamos estado. Había conservado el mismo peinado desde hacía años, ¿que clase de demente hace eso?
— Tu cabello es un desastre por Dios— Se quejo del mio como si pensara las mismas cosas negativas que yo de él pero viéndolas en mi, casi como un espejo. Acercó su mano a mi mientras le miraba con el ceño fruncido por su comentario y accion,seguramente tenía razón debido al viento de la costa.— Arreglare un poco, esta...— sus dedos pasaban por mi cabello acomodando unos mechones en la cercanía debajo del foco de su entrada cuando se abrió la puerta y ambos volteamos a ver a quien había deslizado la puerta encontrándonos. Era un chico de cabello plateado nada desconocido para mi. — ...Izana en casa.— el rubor subió hasta mis orejas y Manjiro retiró la mano de mi como si se quemara al toque.
— Hey, viniste por Xao ¿cierto? — Sonreía de manera amable, lo común en él.
De todas las veces que había venido a recoger a Xao con Emma siempre me avisaba si se encontraba Izana en el lugar. Esta vez, la excepción.
Manjiro cruzó el umbral sin dirigirle la palabra a Izana
— Buenas noches para ti también, hermanito.
— ¿Mikey? — Shinichiro sacaba la cabeza por una puerta cercana y veía a Manjiro desaparecer en el pasillo. Fruncí el ceño por su actitud, supongo es normal que me trate con cierta hostilidad y no se despida pero me dejaba preguntándome por qué no saludaba a sus hermanos a sabiendas de que son su adoración.
— Pasa, pasa, ahorita mismo le hablo a Emma. — Di un paso en silencio en la casa y con nerviosismo de verme fatalr. Con verme como lo que había pasado: fumar, pálida, llorar y arena en el cabello.
— Hola, t/n disculpa que no te salude es que estoy...haciendo la cena — era Shinichiro desde la cocina, podía verlo en la puerta de la cocina y solo sonreí al verle echar ingredientes en una olla en el fuego.— Es que Izana ha querido pasar por acá y decidí cocinarlo para darle el gusto de su visita.
— No te preocupes, un gusto verte.
— ¿No te quedas a cenar?— preguntó Izana recargándose del mueble de la entrada, viéndome con los brazos cruzados en el pecho.
— ¿Y-yo? Ah, — reí nerviosamente.— no..tengo que...
— T/n dejala que se quedé a dormir!— era la voz de Emma que venía del pasillo rogándole con sus manos y Xao detrás de ella
— Dile a Mamá que estoy bien y dile que me quedé a dormir. — Xao dándome ordenes, que ridicules.
— Emma convéncela de que se quedé a cenar — Hablo Izana
— ¿Tampoco se quedarán a cenar?— Emma me vio con cara de indignación y dolor por lo que había dicho Izana, le mire y solo me guiño el ojo con maldad.
— Es Que yo...
— Emma, dejala ir, seguramente está cansada. Estuvo nadando — Intervino Shinichiro desde la cocina.
— ¿En serio? ¿Nadaron juntos?
— Pero si Mikey odia el agua. -- Izana habló.
— ¿Y tú qué haces acá? Pensé que trabajabas. — Mikey habla desde algún punto ahora sin lograr verlo. Quizás estaba en el sillón o algo por el estilo. Izana se despegó del mueble donde se estaba recargando mientras Emma y Xao seguían acercándose a mi insistiendo en hacer pijama y yo insistía en que mi madre me mataría si llegábamos más tarde.
— En serio, tenemos que llegar, mamá me ha pedido pasar y...
— Emma, suelta a T/n y ven acá a ayudarme, pásame esa salsa!
— Izana puede ayudarte— protestó la menor de la casa.
— Izana es el invitado así que no puede.— El chico de cabellos plateados le saco la lengua a Emma en forma de burla y está le respondió con el mismo gesto.
— Vamos, pediré taxi — dije acercándome a mi hermana menor.
— Ugh, me desagrada cuando puedes divertirte pero a mi me llevas a casa
— ¿Disculpa? Hueles a ramen hasta dos calles Antes de llegar acá, puedo adivinar que estuviste con los Kawata y aparte! —respondí .—, incluso si no hubieras visto a tus novios el estar con Emma cuenta como diversión.
— ¿Cómo sabes que estuve con ellos? — Giré los ojos y coloqué mi cuerpo en dirección a la puerta detrás de mí Antes de despedirme sin contestar a su pregunta. No soy estúpida, conozco a mi hermana. Sostenía mi teléfono en mi mano viendo el chat con mi madre avisanoslemlelgariamosmpronto
— Puedo llevarlas.— Trague en seco dándome cuenta de lo rápido que palpitaba mi corazón.
— No, Izana, tu vas a cenar
— Pero si sigues esta regla irán solas en taxi a esta hora, Shin!
— ¿Por qué no las lleva Mikey? — preguntó Emma ya daba por vencida de una posible Pijamada.
— Oh, no no no...— sonreí con un poco de pena. -- él ya me ha traído hasta acá y...
— Está bien. -- Al parecer Mikey no veía televisión o algo porque había escuchado todo apareciendo del final del pasillo y comenzando a caminar hacia nosotros. — Solo díganle al abuelo que ha comenzado su programa de trivia y que volveré antes de que termine. -- Se acercó a Izana compartiendo una mirada de seriedad unos segundos de los cuales juraría que había tensión de algún tipo. No quería deberle nada a Manjiro. No quería su amabilidad pero teniendo en cuenta la hora, mi ropa playera y no estado sobrio...aceptaba.
— Lo siento, Manjiro — dije e Izana giró a verme un poco sorprendido. -- Más bien, gracias...
— Como sea — salió por la puerta.
Me despedí de los tres hermanos Sano después de prometerle a Emma que haríamos pijamada donde me había incluido a sus planes y de prometerle a Izana quedarme a cenar para probar el Katsudonque prepara Shinichiro, otra promesa por cierto.
El viaje no fue muy diferente al anterior solo que esta vez Manjiro le preguntaba a Xao sobre los Kawata, quienes son sus amigos.
Xao suele llevarla más fácil con Manjiro.
— Oye — habló Manjiro mientras bajaba del auto esta vez. No era ni siquiera su auto Era Chifuyu seguramente ¿o Takemichi??
Xao ya había bajado del auto mientras yo salía del asiento de copiloto. Mire a Manjiro mientras cerraba la puerta y este permaneció en silencio unos momentos viéndome, alce las cejas esperando que continuara y finalmente hablo.— si no la controlas no la consumas.— Giré los ojos sintiendo sonrojarse de vergüenza porque no recordaba que me había visto llorar porque me había asustado en la playa. Se había sentido como si hubiera ocurrido hace una eternidad.
— Gracias por el ride, Sano. Salúdame a Shinichiro y...
— A Izana —me cortó y asintió volteando a ver al camino.
— y a Emma. -- Corregí con el ceño fruncido. -- Hasta luego te veo en clase. -- otra mueca incómoda sin sonreírle y avanzó.
Llegamos a casa y después de una corta conversación y cena sobre nuestro día subí a limpiar la arena y agua salada del cuerpo.
En efecto, mi cabello era un desastre.
¿Izana me habrá visto así? ¿Manjiro intento peinarme por eso mismo? ¿Incluso él sintió vergüenza de mi cabello?
Me bañe y eche a la cama junto a mi hermana quien había decidido que si no hacía pijamada con Emma lo haría conmigo. Pero para cuando salí ya estaba dormida. Huh, quién sabe por qué terminó tan muerta el día de hoy. No la juzgo, yo me encontraba igual.
Pero por alguna razón no podía conciliar el sueño.
No eran las notificaciones que llegaban a mi teléfono sobre la fiesta a la que sí habían asistido mis amigas junto con los chicos.
No era marihuana y estaba segura de que no era falta de sueño en mi cuerpo., estaba exhausta.
Era algo más que me estrujaba el estómago en nerviosismo y de solo pensarlo hacía que mi cara se sintiera caliente.
Debo seguir en drogas porque...
Aún en la oscuridad de la playa había podido ver el abdomen de Manjiro y no era solo eso, pude notar que seguía teniendo un buen cuerpo.
No era extraña a su físico, pff. Más bien, sabía que tenía buen cuerpo por los años de colegio juntos y sus deportes favoritos de contacto. De una u otra forma me había acostumbrado a verle sin camisa durante varias ocasiones cuando éramos mucho más jóvenes e incluso hace menos de un año en verano.
Pero era la cercanía de mi mano y que fui yo quien accidentalmente le había alzado la camiseta.
Ughhh, es solo Manjiro.
No es la primera vez que le veía así deja de ponerte nerviosa
Bueno pero hay que aceptar que si es firme su abdomen.
CALLA
Me ordené a mi misma y la voz de mi cabeza que repetía la escena oscura.
Era muy oscuro deja de sobrepensar buscando más detalles en su cuerpo.
Estupido estupido estupido. Todo es estupido.
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