11
Hoseok quedó mudo ante la confesión del alfa.
Su lobo aullaba emocionado meneando la cola y llamando al lobo alfa.
No se esperaba escuchar eso luego de salir de baño y dejar mucho semen acumulado por celo.
Lo agarró desprevenido e hizo lo mejor que se le ocurrió, no tomar en serio las palabras.
—¿Bebiste?
Yoongi parpadeó aturdido ante la pregunta del omega.
—No, ¿Por qué lo piensas?
—Lo acabas de decir, por eso.
—Te estoy diciendo algo serio, no es broma —dijo con su orgullo por los suelos.
—El que está tonto por el celo soy yo —contestó burlón y sin tomar importancia la confesión de Yoongi.
Llevaba una toalla atada a su cintura y su torso marcados por los besos del alfa.
—No estoy jugando —se levantó tan desnudo como un rato antes lo estaba Hoseok. —Es verdad, me gustas muchísimo.
—Yo tampoco estoy jugando y no me parece correcto lo que dices.
—¿Mis sentimientos no te parecen correctos? —se pudo palpar el dolor en su pregunta.
Hoseok asintió. —Porque yo influyo en ellos y eso no está bien.
Con tranquilidad buscó en su maleta ropa limpia y ante la mirada del alfa se cambió.
Ya lo había visto desnudo más de una vez, no habría de que avergonzarse.
Se mantuvieron en silencio a la espera de que uno de ellos hablara primero.
—Yoongi —lo invitó a sentarse junto a él en el filo de la cama y el alfa lo hizo, no sin antes ponerse ropa interior.
—Entiendo tus sentimientos —porque tu también me gustas muchísimo, pensó. —Pero —siempre los malditos peros. —No podemos.
—¿No podemos? —repitió la pregunta no entendiendo. —Somos adultos, libres de tomar nuestras propias decisiones y escoger a quien querer —amar era la palabra que iba a decir, pero si con decirle que le gusta mucho se asustó, no se imaginaba si le decía que lo amaba.
—Lo sé —suspiró. —Te haré una pregunta y quiero que seas honesto.
Yoongi lo miró a la expectativa de dicha pregunta, asintiendo le invitó a continuar.
—¿Deseas tener formar una familia y tener cachorros?
Entendió la pregunta con trampa que le hizo y para ser sincero, si lo había pensado. Imaginarse con muchos cachorros a su alrededor, jugando y riendo mientras iba de la mano de Hoseok.
—No es mi sueño de vida —dijo despacio.
—Pero… —alzó una ceja para que Yoongi continúe.
—Si me he imaginado esa escena.
Junto a ti —pensó.
—Y tu sabes que es muy posible…
—Que no puedas quedar preñado —terminó la frase del omega.
Esto lo supieron después de haber follado por primera vez, el doctor le indicó a Hoseok que sus niveles de ovulación eran bajos y, por ende, sus celos no se habían presentado.
Con medicamento lograron establecer sus hormonas para un próximo celo, pero un embarazo era más complicado.
—Entre nosotros no puede haber nada —intentó creer en sus palabras.
Era consciente del daño que hacía a su lobo, al lobo de Yoongi y a sí mismo.
—¿Por no poder quedar preñado? —fue grosero de su parte preguntar sin delicadeza.
—Si —mintió.
Además de que no encajaba en los gustos del alfa y que si le afectaba en su orgullo.
—Hoseok, por el amor de Dios —soltó frotando su rostro. —Sabes que existe la adopción y que ya no es un problema para las parejas que quieren ser padres.
Parejas.
El rubio parpadeó cuando escuchó esa palabra que conlleva mucho cariño, entrega y compromiso.
Lo encaró, mirando los ojos llenos de súplica en Yoongi.
—Lo sé, pero nosotros no somos parejas, no tenemos una relación —recalcó.
Y Yoongi se hundió un poco más en su dolor.
Una relación de folla amigos se le vino a la cabeza.
—Pero podemos intentarlo —dejó caer su mano en la rodilla de Hoseok.
—Yoongi.
—Por favor —suplicó y ante la muda respuesta del omega, continuó. —Mi corazón es tuyo y te lo entrego porque estoy enamorado de ti. Y no, no lo hice después del sexo, fue mucho antes. Se que siempre dije que me iban cierto tipo de omegas, todos sabían eso y me arrepiento de haberlo hecho, porque quizás tu piensas que mis sentimientos no son sinceros, solo que yo me enamoré de lo que eres, de ti.
Una lágrima corrió por la mejilla pálida del alfa.
—Quiero todo contigo, porque te quiero, te quiero Hoseok.
Una confesión honesta y con el corazón desnudo a disposición de una respuesta positiva, Yoongi se quedó en silencio.
Los lobos estaban felices por las palabras dichas de parte del alfa, se aceptaron desde mucho antes y dejaron a sus instintos encargarse de eso.
—No puedo —murmuró con la voz rota.
Y si sentía antes dolor, en ese momento era mucho peor.
Lentamente alejó su mano, como si la piel de Hoseok fuera braza. Siendo realista, esperaba esa respuesta, sabía que vendría, pero no pudo ser negativo desde el principio.
Yoongi quería llorar, arrodillarse delante del omega e insistirle, no, suplicarle una oportunidad para sus sentimientos. Pero recordó que no era un alfa insistente y que respetaba la decisión de los demás, sin importar cuanto daño le hacen.
Asintió con los labios apretados, la respiración lenta y el corazón roto.
Entre ellos no había, hubo ni habrá nada.
இ
Un mes pasó desde que Yoongi fue rechazado por Hoseok.
No solo él se sentía mal, también su lobo.
Este se había encogido de dolor y no se había movido desde ese entonces. Como si hubiera sufrido una golpiza y no tuviera fuerzas para nada.
Le resultó muy difícil poder levantarse ese primer día luego de regresar a su casa.
Namjoon se preocupó por su estado y evitó preguntar la razón de su decaimiento, aunque Yoongi algo sospechaba de que tenía conocimiento de todo y solo se hacía el desentendido.
También percibió un aroma a hojas de tabaco en su hermano y la intriga por saber el dueño de dicho aroma se perdió en su melancolía.
Nunca había experimentado una desilusión, un desamor, un corazón roto ni nada de eso.
Jamás se había enamorado y por primera vez lo hizo por Hoseok.
Ya nada tenía sentido para él y prefería hasta no despertar.
Y no, no era un dramático, pero todo le agarró con fuerza y el dolor nunca antes sentido era terrible.
Por otro lado, Hoseok no mostraba indicios de que la estaba pasando mal.
Aunque todo le iba pésimo.
Era como una bomba de tiempo contenida que hacía tic tac y no querías estar presente cuando esta estallara.
Surgió un pequeño problema en su trabajo cuando se fue a golpes con un beta, luego de que este le soltara un comentario pasivo agresivo sobre su condición y decepción por su futuro.
Jisung intervino, era el encargado de llevar el orden del área. Le aconsejó, no como amigo, si no como un conocido que lo admiraba mucho.
—No hagas caso a sus palabras, ellos te quieren provocar a propósito, pero tú no eres lo que dicen —le dijo al finalizar la jornada. —Debes sentirte orgulloso en trabajar en un área donde no permiten omegas, porque lo haces muy bien y mejor que la gran mayoría de aquí.
El beta no tenía esa confianza con el omega y quizás sus palabras fueran llevadas por el viento.
Hoseok no le respondió, solo mirando a un punto fijo, sin ninguna expresión aparente, pero por dentro con ganas de romperle nuevamente la cara a ese idiota deslenguado y entrometido.
Jimin no se enteró de aquello.
Cada día se repetía que hizo lo mejor para él y para Yoongi.
¿A quién demonios quería engañar?
Un mes sin los mensajes del alfa, sin hablar con él o tenerlo en casa para una visita sorpresa.
Y, sobre todo, sin su aroma.
Su lobo había entrado en una guerra silenciosa, donde lo ignoraba y gruñía cuando Hoseok le hablaba.
Agobiado de lo que le estaba sucediendo, prefirió buscar información para sus estudios y se enfocó en eso los siguientes meses.
Le ayudaron a mantener su mente ocupada y no pensar en el alfa, pero era una tarea muy difícil. Porque sentía un nudo en su garganta y que la respiración se le dificultaba cuando este llegaba a su área.
Se ignoraban mutuamente y Hoseok notó lo cabizbajo y las ojeras marcadas que tenía el alfa.
No podía ponerse sentimental y preocuparse luego de rechazarlo, porque sería un juego.
Me preocupo por ti, pero no te quiero en mi vida.
Algo muy tóxico de su parte.
Existían momentos donde solo el llanto le ayudaba a sentirse mejor, pero se daba cuenta que no podía continuar así.
Su doctor le hizo exámenes un mes después de su celo y le informó que sus niveles hormonales estaban mejorando, dándole a entender que el encuentro sexual con el alfa le ayudó mucho.
Sus dosis de medicina bajaron, con indicaciones de una alimentación balanceada y una rutina de ejercicios para mantenerse saludable, todo eso para su siguiente celo y del cuál, no piensa pasarlo con nadie.
El estrés lo mantienen ocupado las semanas previas a su viaje.
Porque sí.
Piensa irse.
Su amigo beta le ayuda en buscar un lugar pequeño y económico para alquilar, también un empleo para no gastar todos sus ahorros y escoger entre las ofertas de carreras técnicas.
Ya tiene en la mira un par.
Hoseok realmente le agradece su apoyo incondicional a su amigo una tarde tranquila de domingo y llora en su hombro al comentarle la verdadera razón de su partida. Le pide que no lo juzgue, porque se siente el malo de la película.
Muchas veces ha pensado que lo es.
Y le hace prometer que no dirá a nadie de su partida.
Lamenta no hablar con el omega SeokJin personalmente y entregarle la carta de renuncia, donde también le daría las gracias por darle un empleo en un lugar donde no se permitían los de su género.
Su tercer celo llegó en medio de su tristeza, con dos días llenos de desesperación ansiedad y mucho sentimentalismo de su parte.
Era un desastre completo, pero uno en mal.
Su lobo llamó al alfa en una lucha por ser sometido y protegido por este.
Los medicamentos ayudaron, pero el vacío en su corazón, en su alma y en su lobo permanecieron ahí, punzantes y dolorosos.
Hoseok partió un sábado por la noche, con la maleta en su mano y su corazón gritando de dolor por alejarse del alfa.
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Yoongi no se sorprendió cuando no vio a Hoseok el viernes en su visita mensual, Jisung le comentó que tenía permiso por su celo y su lobo se removió nervioso, reaccionando por primera vez luego del rechazo.
Fingió no darle importancia.
Pero no sabía que lo hizo fatal.
En su cabeza no salía el recuerdo de Hoseok en su celo y lo sumiso que era.
Ese día se retiró temprano de sus labores y se fue en busca de un caballo para montar y despejar su mente.
Jimin estaba por ahí cerca, más no se acercó para preguntarle de su amigo y como lo estaba pasando en esos momentos tan difíciles.
Esa noche tomó pastillas para dormir y soñó que Hoseok le decía que lo quería.
Yo también te quiero Yoongi.
Soy masoquista y me gusta el dolor, llorar y esas cosas de desamor.
Me he sentido un poco dispersa esta semana, no he podido escribir mucho y este capítulo ya estaba listo, solo debía corregir.
Tengo que seguir escribiendo porque ya no tengo capítulos de reserva, espero no demorar tanto.
Pum, se pierde mucho tiempo y no actualiza. Yo digo que no pasará.
Lxs quiero muchito ♡
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