La aura de Jimin era simplemente cautivante, al entrar al lugar de la sesión muchos de los modelos que se encontraban ahí se voltearon a verlo. Era una celebridad, atraía atención de por sí, pero, Jimin transmitía más que eso. Era como si al entrar iluminase la habitación.

Se ocupó en saludar a todas las personas dentro, muchos de los y las modelos le platicaron un momento, así no lo dejarían solo, pues no conocía a nadie.

Jimin era alguien muy sociable que conseguía amigos muy fácilmente, parecía que ya había hecho un par de amigos en el mundo del modelaje.

—Me encanto la última canción que lanzaste, es muy linda.—Dijo la alfa con la que hablaba, su nombre era Hoyeon. Ella tenía una apariencia intimidante, pero la sonrisa que le daba a Jimin era muy cálida.

—Muchas gracias, estuve un buen tiempo haciéndola.

—Siempre sacas muy buenas canciones, te pediría un autógrafo pero ahora no tengo papel o lápiz.—Rió.

—Puedo dártelo después, si quieres.—Sonrió.

—Mejor una foto ¿te parece?

Jimin asintió, ambos posaron para la foto que la modelo les tomaba. Mientras hacían poses para la cámara, su atención fue robada.

Por los tacones y el hablar de una mujer.

De la mujer que había puesto lágrimas en las mejillas de Jimin.

No pudo evitar distraerse, Alyssa era tan bonita que no podía no mirarla. La vio caminar firmemente, con un saco cubriéndole hasta los pies, una pequeña barriga asomándose en el material de cuero. A la distancia la podía ver enojada, hablaba con su representante mientras esté la seguía, lucia como si tuvieran una discusión. Con el porte firme y las pisadas duras desapareció del salón, posiblemente a los vestidores.

—Ella tendrá una portada para Chanel, cómo está embarazada es de lo que los medios hablan últimamente.—Dijo Hoyeon.—Creía que su embarazo haría que deje de estar todo el tiempo enojada.

—¿Siempre está enojada?—Preguntó Jimin, por fin quitando la mirada de donde Alyssa había desaparecido.

—Tiene un carácter horrible, la siguen contratando porque es una buena modelo, sino fuese por eso, su carrera hubiese terminado hace mucho.—Comentó.—No sé cómo Jungkook la soporta.

Jungkook.

Jimin pensó en las palabras dichas por su nueva amiga, Jungkook era una persona muy paciente, pudo convivir con él, que era una persona muy parlanchina y muy afectuosa; podría convivir con Alyssa, que tenía un carácter fuerte. Lo único que quería era que entre ellos no hubiesen discusiones, solo eso.

—Aunque, supongo que el amor lo hace todo.—Continuo diciendo.—¿No?

Jimin no sabía que responder, no quería. Miró por un momento a sus manos, viendo sus dedos y jugando con ellos. Se llenó de valor, ya era hora de aceptar el cruento destino. Era hora de dejar ir su historia con Jungkook.

—Sí, su amor por ella debe dejarle soportar su carácter fuerte.—Sonrió asintiendo.

Las palabras dichas causaron mucho dentro suyo, le dolió en el alma. Pero era parte de seguir, era su aceptación.

Los del equipo llegaron y todos los modelos se levantaron para tomar sus prendas, Jimin no sabía que hacer; hasta que le llamaron. Camino lado a lado con Hoyeon, tratando de no sentirse intimidado.

Modelaría una prenda de la reciente colección, un conjunto muy característico de la casa de moda. Al verse al espejo se sintió demasiado bello, girando en su lugar y apreciando lo bien que se veía. La fresa del pastel fue cuando se puso una de las gargantillas, la gargantilla era de pequeños diamantes que formaban el nombre de la casa.

Después de verse al espejo por más instantes, salió de su camerino al lugar donde le habían indicado que le maquillarían. Se encontraba con una sonrisa sobre su rostro y un pequeño sonrojo en sus mejillas, cuando volvió a encontrarse con la mujer, Alyssa.

Parecía que ella también se dirigía al mismo lugar que él, ella ni se había dado cuenta de su presencia; muy contrario a Jimin, quien no dejaba de mirarla. Y no pudo evitar compararse, ella era alta, de pómulos lindos, cara fina y cuerpo delgado. Más bella al estar de cerca.

—Oh, no me había dado de cuenta de que estabas aquí.—Dijo Alyssa.

Jimin se sorprendió de las palabras dirigidas hacia él. No sabía que ella lo fuera a conocer.

Aunque...

—O-oh, hola.—Saludo, siempre siendo cortes.

Alyssa se puso frente a él, con una sonrisa y extendiéndole la mano. A la vista de Jimin ella lucía muy amable, por la sonrisa en su rostro. Tomó su mano y la estrechó.

—Al fin puedo conocerte, Jimin.—Con lo dicho, no pudo evitar no mirar a la pequeña barriga que se asomaba por su vestido.

—¿Querías hacerlo?

—Claro.—Sonrió.—¿Cómo no podría querer conocerte? Eres muy lindo, las fotos no te hacen justicia.

—Gracias, lo mismo digo de ti.

—No es para tanto.—Soltó una pequeña risa.—Yo...quería preguntarte si tú te encuentras bien ¿Te encuentras bien?

—¿Ah? ¿Por qué la pregunta?—Frunció el ceño.

—Pues...se que tú y Jungkook estuvieron juntos antes de que nosotros...ya sabes.

—Oh...—Susurro.—Me encuentro bien, sí.

—¿Enserio?—Alyssa puso una mano sobre su hombro, dándole ánimos para que sea sincero con ella.

—Sí, enserio.—Sonrió, tomando la mano fría que reposaba en su hombro.

—No hicieron planes ¿no?, ya sabes, eso de planear cosas del futuro.

—No, ningún plan.—Mintió. Había hecho mil y un planes con Jungkook, pocos se habían cumplido y muchos sólo reposaban en su memoria como un sueño roto.

—Mejor.—Suspiro.—No es bueno hacer planes, por ejemplo, yo no me hago planes sobre el sexo de mi bebé, aunque quisiera que fuese una niña; pero no hay que adelantarse.—Rió.

La conversación hacía añicos a Jimin, sentía como todo dentro de él iba haciendo colapso, solo se mantenía con una pequeña sonrisa sobre su rostro, deseando que su tortura terminase.

—Muchas felicidades por tu embarazo.—Dijo, tratando de sonreír, tratando de sostener las lágrimas.

—¡Gracias!—Ella sonrió y lo abrazó, como si fueran los mejores amigos de toda la vida.—Ya sabes, no a los planes, pero sería un honor que participaras en el primer año de nuestro bebé. Ah, me estoy adelantando mucho.—Rió.—Pero es la emoción.

—Sería un gusto, Alyssa.–Asintió sonriendo.—Ahora debo de dejarte, tengo que ir a que me maquillen.

—¡Ah, sí! Lamento haberte distraído, pero diles que fui yo y no te dirán nada.—Dijo con una sonrisa sobre su rostro, frotando el brazo de Jimin.

Asintió y sin más, Alyssa pasó de su lado, sin siquiera decirle un adiós, como si solo le hubiese hablado para torturarle.

Y si fue por aquello, lo había logrado.

Jimin sentía un nudo enorme en su garganta el cual no podía tragar, su día se había apagado. Trato de seguir con una sonrisa, manteniéndose distraído en las perlas que le ponían debajo de sus ojos, trato de distraerse por la conversación de Hoyeon.

Pero el nudo estaba ahí, en su garganta.

Aún así, no se permitido llorar. Al terminar la sesión, ni siquiera se desmaquillo, solamente salió del lugar. Dándole una abrazo a Hoyeon y despidiéndose de todos. Quería correr del lugar y tomar un té para tragar el nudo en su garganta.

Para su suerte, su tarde estaba ocupada, al salir del edificio de encontró con Namjoon, quien esperaba fuera del edificio; con un ramo de rosas en sus brazos.

Jimin se acercó hacia él, sorprendido por el bello ramo, le sonrió y se saludaron.

—Te ves muy bien.—Dijo Namjoon.

Jimin se sonrojó. No tenía la gran obra de arte como outfit, solamente un abrigo largo que le cubría del frío y por dentro unos pantalones junto a un suéter.—Gracias.

—¿Vamos?—Preguntó ofreciéndole la mano.

—Vamos.—Tomó la mano de Namjoon.

Era cálida, más grande que la suya y algo suave.

Se sonrieron por un instante y subieron al auto.

Jimin ya no sentía el nudo sobre su garganta, se distrajo admirando las rosas que le habían comprado y se había hipnotizado en el hoyuelo que apareció en la mejilla de Namjoon al sonreírle.

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