Jungkook dejó su celular sobre la amplia cama, se levantó de su lugar arreglando sus prendas y alisándoles con sus manos, cuando estuvo listo fue caminando hacia la pequeña mesa frente a su cama, abrió uno de los cajones y en el encontró el anillo que había comprado días atrás. Sonrió ligeramente al ver la joya dentro de la cajita, imaginándose a su precioso Jimin con aquella joya sobre su dedo anular, incluso podía escuchar las risillas que soltaba mientras giraba en su lugar con el anillo sobre su dedo.

La felicidad de aquel pensamiento le invadía y se apoderaba de su ser.

Cerró la cajita y la volvió a guardar en su lugar, justo al lado de la libreta de canciones.

Esperaba ansioso el día de volver a su hogar para entregarle aquel anillo a Jimin, contaba los días y las horas. El tiempo pasaba volando.

Luego de soltar aquel típico suspiro de enamorado se dirigió hacia su puerta y salió de su habitación, tenía una ligera sonrisa plantada en su rostro mientras caminaba y saludaba a todas las personas que se topaba. Camino hasta llegar al comedor y pensó sobre lo que llevaría a su estómago como almuerzo. Hubiese almorzado con sus amigos pero sinceramente no tenía ganas de salir del hotel, se sentía cómodo dentro de él.

Se pidió un filete con champiñones y mucha ensalada, acompañado de un jugo de naranja. Se fue a sentar y espero hasta que su orden estuviese lista. Se recostó sobre su mano y pensó en lo que estuviese haciendo Jimin, posiblemente estaría yendo a tiendas a comprar cosas que le parecen lindas o podría estar sentado en su escritorio escribiendo alguna canción. Las posibilidades eran inmensas, Jimin era un mundo de posibilidades.

Pensar en él hacia que lo extrañase aún más.

—¿Jungkook?—Escuchó de cerca.

Se volteo para ver de quien se trataba y al reconocer a la persona le saludo cordialmente.

—Alyssa, hola.—Respondió.

—Oh, wow no creí verte tan rápido.—Sonrió.—¿Cuando llegaste?

—Ayer.

—Oh.—Recorrió la silla y se sentó sobre ella, recostando su mentón sobre sus delgadas manos, sonriéndole a Jungkook.—¿Y qué tal tu estadía?

—No me quejo, esta bien.

—Sigues siendo un hombre de pocas palabras ¿Eh?—Rió, tocando con su índice la nariz de Jungkook.—De nada.

—¿De nada?

—Yo sugerí a los organizadores que invitaran a tu banda, dije que serían una muy buena combinación para la colección de este año.

—Oh, gracias, supongo.—Dijo algo aburrido.

—¿Ya pediste tu almuerzo?

—Sí, seguro ya lo traen.

—Entonces no te molestará que almuerce contigo.—Dijo sacando de su bolsón una vianda transparente llena de ensalada. Ni siquiera espero la respuesta de Jungkook para comenzar a ponerse cómoda en la mesa.

—Haz lo que quieras.—Susurro. Golpeándose por haber dejado su celular en su habitación, podría ignorarla manejando su celular.

—Ha sido mucho tiempo en el que no nos hemos visto, Kook ¿Que ha sido de tú vida? ¿Ya alguien pudo robar tu duro corazón?—Sonrió levantando su ceja.

Dentro de la misma industria había muchos secretos, ninguno salía de aquellas paredes.

—Sí, ya tengo a alguien.—Dijo cómodamente.

Viendo cómo Alyssa apretaba su tenedor y cambiaba su sonrisa por una cara seria y de pocos amigos. Trago de su ensalada y volvió a hablar, sonriendo ligeramente.

—¿Puedo saber quién es?

—Park Jimin.

Alyssa no disimulo la sorpresa que tenía, soltó el tenedor de su mano contra la mesa e hizo su mejor cara de sorpresa. No la culpaba, era una sorpresa enorme que alguien como él tuviese el corazón de Jimin.

—¿Qué?—Preguntó Alyssa.

—Lo que oíste.

—¿Tú y Park Jimin?—Rió.—Te juro que si alguien más me lo dijera lo tomaría como una gran y mala broma, pero eres tú, así que debe de ser verdad.—Se encogió de hombros.—Es muy sorprendente. Puesto a qué, siempre haz tenido un tipo.

—¿Y ese cual es, según tú?

—Modelos.—Sonrió levantando una ceja.—Ya sabes, omegas con carácter y presencia.

—¿Dices que mi novio no tiene carácter ni presencia?—Gruñó, aceptaría cualquier burla de Alyssa pero nada dirigido hacia Jimin.

—Claro que no, tonto.—Rodó los ojos, metiendo un poco de más ensalada en su boca.—Yo no conozco a Jimin, pero se nota alguien muy dulce, demasiado dulce para ti. Solo decía eso.—Se encogió de hombros.

Jungkook viró los ojos.—¿Y tú? ¿Ya conseguiste a alguien que te aguante?

—Ja ja ja.—Sonrió.—De hecho no, sinceramente, nadie me ha aguantado tanto como tú. Ya sabes, nadie es como tú, Jungkookie.

—No me digas así.

—¿Jungkookie?—Sonrió.—Pero si antes te gustaba.

—No lo hagas, Alyssa.

—Está bien.

Su conversación fue interrumpida por la mesera que traía el pedido de Jungkook, el alfa le agradeció con una sonrisa mientras esperaba a comer en silencio, ignorando la presencia de su ex.

—¿Por qué terminamos, Jungkook?—Preguntó Alyssa.

—Porque yo no te expresaba todo el amor que tú ego necesita.—Dijo cortando su filete.

—Hmm, que tonta forma de terminar, Alyssa del pasado es una estupida.

—Vaya que lo es.—Murmuró logrando que la omega le escuchase.

Alyssa sonrió de forma sarcástica mientras terminaba el último tomate de su ensalada, al terminar guardó sus cosas en su bolso, aún decidida en hacerle compañía a Jungkook durante su almuerzo; cosa más despreciable considerada por el alfa.

Jungkook nunca había comido tan rápido cómo está vez, si Jimin estuviese a su lado le hubiese regalado por no haber mascado correctamente los trozos del filete.

Pero ahora no estaba ahí.

Cuando terminó su filete pidió la cuenta y la pago dejando propina, creyendo que podría librarse de Alyssa se levantó, pero la omega le siguió de inmediatamente. Caminando a su lado.

Jungkook la miró algo aburrido de reojo. Alyssa le sonreía a todos mientras saludaba, haciendo del camino su pasarela. Era una muy buena modelo, con una caminata impecable, también era demasiado linda; con la altura perfecta, las piernas largas, la cintura y la espalda pequeña, teniendo el rostro de una muñeca de porcelana. Pero dentro de ella todo estaba podrido, solo tenía el exterior lindo.

—¿Donde te estás quedando?—Pregunto Alyssa, queriendo envolver su brazo con el de Jungkook, pero Jungkook no la dejó.

—En el 5A.—Dijo con las manos en los bolsillos, marcando el ascensor hacia su piso.

—¿¡Enserio!?—Preguntó con una sonrisa sobre su rostro.—Yo estoy en el 5F.

—Bien por ti.

—Ya lo creo.—Susurro sonriendo.

Ambos entraron hacia el ascensor, Jungkook alejándose lo más que pudiese de Alyssa, estar encerrado en un lugar pequeño con ella le ponía incomodo. Sobre todo por la reciente cercanía suya, en años no le había hablado o buscado, y ahora de la nada volvía a hacerlo.

El ascensor se abrió en su piso y ambos salieron, Jungkook creía que por fin se libraría de la mujer, pero no fue así, ella camino junto a él hasta que se detuvo en su habitación.

—Suerte en el desfile, Alyssa.—Dijo Jungkook abriendo su habitación.

—Gracias Jungkook.—Sonrió recostando su cadera y cabeza al borde de la pared, antes de que Jungkook entrase a su habitación lo detuvo, sosteniéndole de la mano.—Espero verte en el desfile.

—Tal vez vaya.

—Ve, será bueno nuevamente verte en uno de mis desfiles.—Sonrió.—Y...si necesitas algo, lo que sea, ya sabes dónde buscarme, a pocas habitaciones de la tuya.—Le guiño el ojo, sonriéndole coquetamente.

—No gracias.—Dijo, sabiendo muy bien de lo que se refería Alyssa.

—Oh vamos.—Rió, retirándose de la pared y llevando sus brazos hacia el cuello de Jungkook. Colgándose de él.—Solíamos pasarlo muy bien, ¿no recuerdas?—Le sonrió.—Todas esas noches que pasamos juntos...podrían volver a repetirse, solo será una noche.—Jugo con los mechones de la nuca de Jungkook mientras ladeaba su cabeza.—Te he extrañado mucho, Jungkook.

Jungkook rodó los ojos y la alejó de su cuerpo, siendo un poco brusco, pero le incomodaba. Alyssa frunció el ceño al ser rechazada.

—No, todo lo que tuvimos se terminó y no pienso perder el tiempo contigo, no cuando tengo a alguien mejor esperándome en casa.—Dijo entrando hacia su habitación.—Buenas tardes, Alyssa.

Y cerró la puerta en la cara de la omega. Sin ver siquiera la expresión de enojo que está había plasmado en su rostro. Era entendible aquel ceño fruncido, pues a ella nadie le decía que no.

Y Alyssa era alguien decidida en sus acciones, ponía el ojo y nadie podía evitar que pusiera la bala.

Era determinada, después de todo.

Y quería a Jungkook, aunque sea por un segundo.

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nuevamente chingas a tú padre wattpad

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