10
Jimin rodó por la cama hasta llegar al lado de Taehyung, pasó un brazo sobre su estómago y se recostó en su pecho. Taehyung se sentía en el cielo, teniendo el calor corporal de la persona que amaba a su costado. Lo envolvió entre sus brazos y recostó su mentón sobre la cabellera rosada de Jimin.
El omega soltó una suave risita y se recostó aún más sobre el pecho de Taehyung.
—Gracias por acompañarme a la entrevista de hoy, Tete.—Dijo Jimin con una sonrisa.
—Tengo tiempo libre ¿Por qué no pasarlo contigo?
—Jeje, soy afortunado ¿Eh?—Sonrió.
Se recostaron lado a lado en silencio, Jimin pensando en muchas cosas y Taehyung solamente pensando en su corazón latiendo contra su pecho por tener de cerca a Jimin.
Jimin se mordió el labio por el recurrente pensamiento que le invadía, noche tras noche aquella idea esperanzadora le acechaba por las madrugadas, logrando que se levantase de su sueño con una sonrisa y con las mejillas sonrojadas, feliz por aquel recurrente pensamiento.
Es que era algo verdaderamente hermoso.
Y quiso hablarlo con su mejor amigo.
—Tae...
—¿Sí?
—¿Puedo preguntarte algo, muy importante?—Por la vergüenza trato de esconderse en el pecho de Taehyung.
—Claro, Minnie, puedes preguntarme lo que sea.—Acaricio la espalda de Jimin sonriéndole.
—¿Crees...—Se levantó del escondite que tenía, mirando a Taehyung con sus ojos almendrados y llenos de estrellas, fechándolo un poco más, robándole un suspiro al ver aquellos ojos llenos de alegría.—crees que Jungkookie llegue a marcarme antes de pedirme matrimonio?
Aquel flechazo que los ojos de Jimin le provocaba llegó directo a su costilla, robándole el aire de sus pulmones y clavando una espina en su yugular. Pero no podía demostrar aquel dolor que esas palabras le provocaban, soltó un suspiro y sonrió.
—No lo sé, Minnie ¿Por qué preguntas eso?
—Es que.—Se deshizo del agarre de Taehyung y se sentó cual indio a su lado, las mejillas empezando a pintarse de rojo carmín.—He estado pensando mucho en esto, todas las noches me viene ese pensamiento; si Jungkookie pensara marcarme primero o pensara pedirme matrimonio primero.—Mordió su labio, parecía un tomate por sus mejillas sonrojadas.—Ay, Tae, nunca he pensado en eso pero últimamente lo pienso mucho, y me hace mucha ilusión el llevar la marca de Kookie o, llevar un anillo de compromiso ¿Que dices tú?
—Hmm, no podría decirte algo pues yo no soy Jungkook.—Sonrió.—Pero si me permites, si fuera él, pondría primero una marca sobre tu cuello, para que todo el mundo sepa que tú corazón ya tiene a alguien.
—¡Ah! ¡No digas eso!—Se cubrió la cara con sus manos.—Quisiera preguntarle qué haría a Jungkookie, pero sería adelantar las cosas ¡Y no quiero eso! Pero...conociéndolo, él primero pondría un anillo de compromiso sobre mi anular; porque no necesita remarcar que él es dueño de mi corazón.—Sonrió, ojos brillantes y mejillas rosadas.
Taehyung desvió su mirada de los ojos almendra de Jimin, le dolía mucho en el pecho sentir aquel amor que Jimin tenía por Jungkook. Era tan inmenso, que hasta a la distancia se podía sentir.
Después de unas horas que la pasaron comiendo galletas que Jimin había horneado, Taehyung se fue. Jimin recogía las cosas que había comprado en una tienda de segunda mano, le gustaba mucho ir a esas tiendas; se encontraba cosas muy bonitas y cosas muy pequeñitas; como por ejemplo hoy había comprado bijuteria de perlas coloridas y pequeños adornos de patitos, sonrió al acomodarlos sobre el mueble que contenía su porcelana, le tomó una foto y se la mandó a Jungkook. Espero el mensaje de vuelta y llego bastante rápido, junto al mensaje de respuesta Jungkook le pregunto si podía llamarlo.
Fue Jimin quien marcó el número de su novio y se colocó cómodo en el sofá.
La sonrisa sobre su rostro al ver a Jungkook valdría un millón de dólares, o eso creía Jungkook.
—¡Hola Jungkookie!—Saludó muy alegre Jimin.—¿Cómo estas?
—Hola, Minnie. Estoy bien ¿Qué tal estás tú? ¿Que hiciste hoy?
—Hice muchas cosas, hoy tenía una entrevista y Tete me acompañó, luego fuimos a almorzar a un restaurante italiano. Tae siempre sabe donde la comida es buena, me gusta descubrir restaurantes nuevos con él, siempre creí que el pan de ajo sería horrible, pero no lo es, ¡es muy delicioso, Jungkookie! y el vino también es muy rico, sobre todo el blanco.—Soltó una risita recostándose de costado en el sofá, aplastando su mejilla izquierda y acercando un poquito el celular.—Luego en esa calle encontré una nueva tienda de cosas de segunda mano, compré esas estatuillas que te mostré y una taza de té muy linda, luce como la de La Bella y La Bestia. Creo que soy, algo, acumulador ¿Tú que crees Jungkookie?
—No creo que lo seas, solo compras cosas que te parecen bonitas, las acomodas en lugares que se ven bien y las usas. No eres un acumulador.
—¡Claro que no lo soy! Le dije eso a Taehyung, por eso no le regale una de las pulseras que compre, mira.—Alzo su mano hasta que esta se asomó por la pantalla, mostrando tres pulseras coloridas.—Una es para ti y otra para Margarita, no se si ella dejará que se lo ponga. Le compré un gorrito y se escondió cuando quise ponérselo.
—Cuando vuelva puedo ayudarte a ponerle el sombrerito, si quieres.
—Me sirve tu ayuda, no compré este sombrero de vaquero solo porque si, tiene que ponérselo.—Rió suavemente.—Estoy hablando mucho sobre mi, cuéntame sobre tu día.
—No es mucho, ya sabes, solo estamos en la gira y comiendo pizza. Hoy nos ofrecieron presentarnos en el evento de apertura de Versace en Nueva York.
—¿Aceptaron?
—Aún no, pero lo haremos.—Sonrió de lado.
Jungkook y Jimin se quedaron en silencio, admirándose a través de la pantalla, deseando estar cerca el uno del otro. Jimin a través de la pantalla se veía algo cansado; pues era de noche, Jungkook a través de la pantalla también lucía cansado; las giras siempre llegaban a consumirlo un poco. Ambos desearon estar descansando en los brazos de su amado.
Y el pensamiento de Jimin volvió a su cabeza, logrando que se sonrojara y mordiera el labio, quería hacerle aquella pregunta que le perseguía a Jimin, pero creía que sería algo tonta y estaría metiendo mucha presión. Pero luego de suspirar, recordó que ninguna pregunta era tonta, mucho menos para Jungkook.
Mordiendo sus labios y mirando a los ojos redondos ojos de su Jungkookie, se llenó de valor para aclarar aquella duda.
—Jungkookie...
—¿Sí, Minnie?
—¿Puedo hacerte una pregunta?
—Puedes.
Jimin soltó un último suspiro y habló.—Yo...he estado pensando en esto y no me deja dormir, no sé por qué, vino de repente y...¿Tú me marcaras antes o me pedirás matrimonio primero?
Esa pregunta tomó de sorpresa a Jungkook quien soltó una pequeña risita, mejillas sonrojadas y ojos brillantes. Tosió un poco y miró a través de la pantalla hacia los ojos finos de Jimin.
El amor dentro suyo floreciendo cual amapola.
—Yo...pediría tu mano primero, luego te haría una marca.
—¿Por qué?
—Porque las marcas están hechas para reclamar a alguien, como si fueran alguna cosa, tú no ere mío. No eres algo que tengo que reclamar, tú eres mi compañero. Y cómo el compañero para toda mi vida quiero hacerte una promesa eterna entregándote un anillo tan lindo y especial como tú. Mi eterno compañero.
Las lágrimas de felicidad sobre su rostro resbalaron, Jimin estaba tan feliz que no se impidió llorar de alegría. Amaba tanto a Jungkook. Se enamoraba a cada momento de Jungkook.
—No llores, Minnie.—Susurro Jungkook, aquella necesidad en su cuerpo de querer tomarlo entre sus brazos y besar su frente creciendo en su pecho.
—Te amo mucho, Jungkookie.—Susurro Jimin con una sonrisa.
—Ya es muy tarde allá, deberías de dormir.
—Si, lo haré.—Sonrió.—Tú también descansa, no comas solo pizza.
—Es lo más express que tenemos.
—Hazte un sándwich siquiera.—Regaño Jimin.
—Tranquilo, lo haré, uno de huevo.
—Jeje.—Volvió a sonreír.—Buenas noches, Jungkookie.
—Buenas noches, cariño.
Jimin fue el primero en finalizar la llamada, Jungkook vio como la pantalla se puso negra después de la llamada, soltó un suspiro y mordió su labio.
🍯
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hice esto en representación de jimin y jungkook del au:
habla mucho/escucha
nos vemos! ♡
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