07

🍯

🍯

—¡Mira los patitos allá!—Señaló Jimin alegre, pequeños patitos nadaban detrás de su madre siguiendola, Jimin sonreía cual niño al ver cómo sus colitas se sacudían en el agua y como sus patas resaltaban en el agua.—¡Son muy lindos!

Jungkook asintió dándole una mordida al sándwich de queso que Jimin había preparado, veía sentado como Jimin había corrido hacia la orilla de la laguna para ver de más cerca a los patos, arrojaba granos de trigo al agua esperando que los patos se acercaran y cuando lo hicieron moviendo sus colas amarillas y blancas, sonrió aún más ampliamente.

—¡Jungkookie ven!

El alfa dejó el sándwich sobre un plato y limpió sus manos, camino hasta llegar al lado de Jimin. Lo miró desde su lugar, a sus mejillas abultadas por su sonrisa y sus ojos desapareciendo entre sus pliegues, era tan hermoso.

Parecía que la mejor vista para Jungkook era Jimin a su lado, porque frente a él se encontraban hermosos patos rodeados por una amplia laguna; alrededor árboles y amapolas dando color, pero para él todo eso parecía ser muy insignificante, le gustaba más admirar a Jimin. En como sus pecas se escondían en su nariz arrugada o como sus lunares resaltaban con la luz del sol. Se veía tan hermoso siendo feliz.

Sin duda alguna, el mayor logro de Jungkook era poder hacer feliz a Jimin. A su ángel.

—Deja de mirarme, harás que me sonroje.—Dijo Jimin con las mejillas empezando a pintarse de carmín.

Jungkook le hizo caso, quito su vista de su perfil y se dedicó a mirar a los patos que esperaban por más trigo.

El lugar silencioso, el sonido de las hojas sacudiendose y las pequeñas risillas que Jimin soltaba era la música de ambiente. El día era cálido, un sol que calentaba pero no quemaba, las nubes haciendo sombra suficiente como para que estuviesen a gusto sentados sobre el césped. Era el día perfecto.

Extrañaría demasiado los días con Jimin, en su tour solamente tendría que atenerse a verlo a través de videollamadas o escucharlo a través de audios, era la parte difícil de los tours, siempre le hacía falta las risillas de Jimin, siempre le hacía falta las charlas infinitas de Jimin y como solía hablar hasta por los codos.

—¿Crees que si pongo algo en mi mano ellos vengan y coman de mi mano? Nunca he sentido el pico de los patos, dicen que son muy duros y que duele cuando te picotean. Recuerdo que Tae me dijo que en la granja de sus padres un pato lo correteó y le mordió el trasero; le dolió el trasero muchos días.—Rió suavemente.

—Los picos de los patos son muy duros, no podría decir algo sobre sus mordeduras porque nunca me mordió uno, pero puedo asegurarte que sus picos son muy duros.

—Oh.—Susurro.—Quisiera tener un pato de mascota, siempre fue mi sueño ¿Te lo dije? Creo que no.

—Lo hiciste.

—Por eso me trajiste hasta aquí ¿Verdad?—Sonrió Jimin.

—Verdad.

Jimin sonrió aún más, recostando su cabeza en el hombro de Jungkook.—Como te decía, siempre quise tener un pato de mascota y llamarlo Donald o Lucas, pero tengo miedo que Margarita le haga daño, ya sabes, los gatos y sus instintos de cazadores ¿Recuerdas cuando trajo a la cama un ratóncito muerto?

—Lloraste toda la noche porque te sentiste demasiado mal, no querías creer que tu hija haya matado a un pobre ratoncillo.—Con su mano izquierda acaricio la cintura de Jimin, dándole conforte.

—Sí, aún recuerdo al ratoncillo, me da mucha pena, era muy pequeñito y esa salvaje lo mato.

—Es su naturaleza, Minnie.

—Lo sé.—Puchereo.—Tengo miedo que si algún día adopte un patito ella le vaya a hacer algo, es por eso que me abstengo de ello.

—¿Y qué tal un perrito?

—¿Un perrito? ¿Podríamos adoptar juntos un perrito?—Habló Jimin, con brillo en sus ojos y las mejillas relucientes en carmín.

Adoptar a un pequeño animal junto a Jungkook era algo que había soñado hace mucho, para criarlo juntos y darle el amor que se merecía. Criar y amar a alguien juntos.

—Hay muchos refugios cerca de casa, podemos ir a visitar uno de ellos.

—¡Si si si!—Respondió Jimin completamente emocionado, abrazando a Jungkook de la cintura y hundiendo su rostro en el amplio pecho de su novio.—¡Podemos hacerlo cuando vuelvas del tour! ¡Ohh estoy tan emocionado, empezare a comprar cosas para el perrito! ¡Le compraré atuendos gemelos a Margarita y a su futuro hermano! ¿Cómo se llamará?

—Podemos hablar de eso después.

—Si si si, no nos precipitemos, ahora solo hay que escoger un buen lugar para que duerma, yo creo que al lado de Margarita estará bien, no hay que malcriar a los perritos, aunque sus ojos sean muy hipnotizantes, hay camas muy lindas; una vez vi una que tenía la apariencia de un tiburón ¡Sería como si se comiera al perrito!—Sonrió aplaudiendo, giró su cabeza para ver a su novio y se sorprendió por la expresión suave en su rostro, una sonrisa sobre su rostro y sus ojos redondos brillando.— ¿Jungkook?

Era inexplicable aquel sentimiento dentro de su pecho cada vez que escuchaba a Jimin hablar tanto, cada vez que le observaba hablando sobre las cosas que le gustaban o sobre los planes futuros, era algo que jamás podría explicar; cómo es que Jimin le hacía sentir.

Tomó la mano de Jimin y la entrelazó con la suya, sonriéndole y llevando su mano libre hacia la mejilla suave de Jimin, la acaricio sonriéndole.

Jimin recostó su rostro sobre el suave toque de Jungkook, sonriéndole con las mejillas sonrojadas. Lo siguiente que sintió fueron los labios de Jungkook sobre los suyos. Se abrazaron entre sus cálidos brazos y se recostaron entre ellos, besándose cerca de la laguna y debajo de un árbol.

Jimin se separó de Jungkook para tener una posición más cómoda, se subió a su regazo y lo abrazó por el cuello, recostado su mentón en su hombro y sonriendo. Sintiéndose tan seguro en los fuertes brazos de su Jungkookie, lo miró a los ojos después de unos minutos y acarició sus narices juntas. Volviendo a besarse, acariciando sus cabellos negros entre las yemas de sus dedos, sonriendo en medio, sintiéndose tan feliz que creía explotar.

El lenguaje silencioso de Jungkook era algo que solo él entendía, aquellos te amo plasmados en caricias suaves y en besos sobre la nariz, en aquel sentimiento demostrado a través de abrazos y atención. Aunque Jungkook no le dijese a diario aquellas dos palabras; él sabía que eran presentes. Porque las sentía a través de sus besos y sus sonrisas.

Aunque Jungkook no le dijera te amo constantemente, Jimin sabía que lo hacía, lo podía sentir; contra sus labios mientras lo besaba. Justo ahora que lo abrazaba en su pecho, sentía lo mucho que le amaba.

Lo amaba tanto.

🍯















no se olviden unirse a la stream party que organiza bh, toda la información esta en un mensaje en mi tablero!!!

si no se unen al stream party lagrimas correrán y serán las suyas >:(

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top