06
—No saben a quien me encontré en el centro.—Dijo Hoseok riendo y cerrando la puerta a su detrás.
—¿A quien?—Preguntó Seokjin contagiado por la risa de Hoseok.
—A Eunwoo, el actor.—Se tiró al sofá poniéndose cómodo y metiendo un chicle a su boca.—Estaba prácticamente saltando de un pie ¿Saben por qué?
—¿Por qué?—Cuestionó Seokjin.
—Kook, pregunta por qué.—Dijo Hoseok.
—¿Por qué?—Preguntó Jungkook ajeno a su conversación, estaba más concentrado en afinar su guitarra.
—Resulta que Jiminnie le dio me gusta a una de las publicaciones de Eunwoo, una donde salen sus gatos y le comento que eran muy lindos. Eunwoo estaba tan feliz por eso, podrían oírlo planear su vida al lado de Jiminnie.—Dijo Hoseok riendo.
—Si supiera.—Comentó Seokjin.
Si supieran. Pensó Jungkook. Si tan solo supieran que el corazón de Minnie ya está ocupado. Esta ocupado por mi. Por nuestro amor.
Mientras afinaba su guitarra se ponía a pensar en todas las personas que a diario expresaban su devoción por Jimin, muchas de ellas siempre le pedían citas a las que Jimin rechazaba cordialmente, eran tantas las personas que querían a Jimin que el número se le escapaba de la cabeza, perdió la cuenta de las veces que Jimin le contaba que una cita había sido propuesta.
Y no era para sorprenderse el hecho de que Jimin sea tan popular en el interés romántico de muchos, era un ángel, era alguien muy amable y muy brillante, robaba miradas y suspiros a cualquier lugar que fuese. Todas las personas que estaban interesadas en él eran muy buenas, eran el estereotipo de alfas o betas perfectos—incluso omegas—con pasos bien dados podrían conseguirse el interés de Jimin, así lo había pensado hace mucho. Hace mucho tiempo Jungkook se había llenado la cabeza con aquella inseguridad, que alguien mejor que él llegaría y se llevaría al corazón de Jimin lejos suyo, que mejores personas podrían llegar a su vida que podrían bajarle la luna entera a Jimin, esos pensamientos habían sido recurrentes en su diario vivir hasta que se sentó en el sofá y vio mejor a Jimin. Vio aquel brillo en sus ojos cada vez que le hablaba y como sus sonrisitas siempre aparecían en su rostro cuando le escuchaba. Vio de cerca que aquel pensar, de alguien arrebatándole el amor de Jimin era incongruente, no tenía pies ni cabeza.
Porque Jimin lo amaba.
Soltó un suspiro enamorado por lo bajo mientras dejaba su guitarra en su lugar, tomó su libreta colorida y levantando un lápiz comenzó con su trabajo.
En el salón lo único que se escuchaba eran las guitarras siendo afinadas mientras un lápiz escribía sobre una libreta, el trabajo para pulir los últimos detalles de su tour era llevado a cabo perfectamente, tan solo faltaban pocos días para que partieran y que los conciertos empezaran. Jungkook estaba sentado en su escritorio preparando nuevas canciones que revelar de sorpresa en uno de sus conciertos, dibujaba notas y las combinaba como mejor le funcionaban.
El golpeteo suave en la puerta se hizo presente, Jungkook siguió sentado concentrado en su trabajo mientras Seokjin iba a ver a quien golpeaba la puerta, cuando esta fue abierta las fosas nasales de Jungkook fueron impregnadas por aquel aroma dulzón y familiar.
El aroma de su omega.
Dejo su trabajo de lado y giro su cuerpo para verlo mejor, Jimin yacía en la puerta con un suéter rosado y un jean celeste ancho, tenía en su rostro una sonrisa ancha y las mejillas coloradas, era como un rayo de sol que había entrado por la rendidura.
—Hola Jinnie, hola Hobi.—Saludo Jimin ondeando su pequeña mano en dirección de los alfas, ellos le devolvieron el saludo con sonrisas.—Espero que no les moleste mi visita sorpresa.
—Para nada, siempre eres bienvenido aquí.—Dijo Hoseok revolviendo los cabellos rosados de Jimin, logrando que el omega sonriera.
—¿Qué te trae aquí Jiminnie?—Pregunto Seokjin cerrando la puerta y apretando una de las suaves mejillas de Jimin.
—Kookie me dijo que hoy trabajarían hasta muy tarde y se me ocurrió ¿Por qué no llevarles un poco de comida? A puesto que están muy cansados y con hambre, les prepare macarrones con queso, también traje un poco de las galletas que ayer horneé.—Sonrió mostrando la mochila que llevaba consigo.—Jungkookie me ayudó a prepararlas.
Jungkook se levantó de su lugar para ayudar a Jimin con su mochila, la tomó en sus manos y la puso en el sofá, Jimin le tomó de la mano y plantó un rápido beso sobre sus labios, sonriéndole sonrojado, viéndole tras pestañas.
—Hola Jungkookie.—Susurro sonriendo.
—Hola, mi amor.—Susurro de vuelta besando la frente de Jimin, apretando su pequeña y suave mano contra la suya mientras cerraba sus ojos al inmenso sentimiento de refugio que sentía al estar al lado de Jimin.
—Por favor, no sean cursis enfrente de los solterones.—Dijo Seokjin.
Jimin se sonrojó hasta las orejas riendo nerviosamente y tratando de esconderse en el pecho de Jungkook. Jungkook posó su mano en la cintura de Jimin mientras sonreía por lo bajo.
—T-traje platos y cucharas, así no tendremos que prestarnos algo de la cocina.—Dijo Jimin yéndose hacia su mochila y empezando a sacar todas las cosas que había traído. Jungkook se unió a él para ayudarle.
Los tuppers que llevó yacían en la mesa enfrente del sofá mientras servía la comida en los platos, cuando todo estuvo listo todos empezaron a degustarse con el sazón impecable de Jimin, soltando sonidos de placer cada vez que una cucharada de los macarrones llegaba a su paladar, entre pequeñas risas y conversaciones juntos la comida en sus platos desapareció, el postre de galletas fue lo último que hicieron.
—Ah, Jiminnie, gracias por la comida.—Dijo Hoseok.—Siempre tan lindo.
—Nos salvaste de que comiéramos algo con sabor a cartón.—Rió Seokjin.
—No tienen porque agradecer.—Jimin sonrió.—Quería pasar por aquí antes de que la cita con Jungkook llegue.
—¿Cita?—Preguntó Hoseok.
—Jungkookie hizo una cita en un salón de tatuajes, se hará uno nuevo y yo iba a acompañarlo.—Sonrió con las mejillas rosadas.
—¿Qué te tatuaras, Kook?—Pregunto Seokjin.
—Un dibujó que hizo Minnie, me gustó mucho y creí que combinaría con los demás.
—Oh, así que es eso.—Sonrió Hoseok.—Un dibujo hecho por Jiminnie tatuado en tu piel, tan interesante.
Hoseok y Seokjin se miraron cómplices mientras trataban de molestar a Jungkook—nunca lograban molestarlo, era una piedra sin expresiones.
El celular de Jimin interrumpió las miradas cómplices que los dos amigos de su novio se daban, salió de la sala silenciosamente y fue a contestar la llamada afuera, dejando a Jungkook con sus amigos que empezarían con las preguntas.
—¿Recuerdas a tu novia más duradera?—Pregunto Hoseok.
—Sí, Alyssa, estuvimos dos años juntos.
—Una vez ella te dijo "tatúate mis iniciales" ¿Recuerdas?
—Lo recuerdo.
—La mandaste a rodar, le dijiste un seco y profundo "no" faltaba que le dijeras "estas loca".—Dijo Seokjin.—Y ahora tú, por tú cuenta te tatuaras algo que hizo Jiminnie, eso es tan...wow. Ya están cuatro años juntos...¿Cuando?
—¿Cuando que?
—¿Cuando lo vas a marcar?—Preguntó Hoseok.—Es que se nota que no ves otro futuro que no sea a su lado, es hora de hacer las cosas formales ¿No?
Jungkook sonrió por lo bajo, logrando que sus mejillas se sonrojaran.
—¡Don sin expresión sonrió y se sonrojó!—Saltó Seokjin en su asiento.—Wow, Jiminnie tiene tanto poder.
Su conversación fue interrumpida por una risita soltada, era Jimin quien volvía a entrar a la sala con su celular en la oreja, Jungkook lo miró desde su lugar. Y los amigos de Jungkook lo miraron a él, viendo cómo los ojos de Jungkook se iluminaban cual cielo estrellado, reflejando tras aquel brillo el amor que nacía desde su corazón, ambos sonrieron felices, al fin alguien amaba a Jungkook con toda su alma y al fin los ojos de Jungkook se iluminaban al ver a alguien más.
Después de que todas sus labores terminaran Jimin y Jungkook fueron hacia uno de los autos de la empresa para que los llevara hacia su destino, el omega recostaba su cabeza sobre el hombro de su novio mientras trazaba su dedo sobre los tatuajes de Jungkook, hipnotizándose por los dibujos.
Llegaron al salón donde había hecho su cita y fueron recibidos por el dueño y su asistente, les recibieron con un cálido saludo, y como siempre los guiaron hasta la silla de tatuajes. Jimin descolgó su mochila y sacó el cuaderno donde guardaba el dibujo, con las mejillas sonrojadas se lo entregó a Jungkook.
Después de un rato conversando el trabajo para empezar a hacer el tatuaje iba en curso, Jimin había acompañado a Jungkook siempre pero era inevitable no sorprenderse por la aguja que iba a dibujar sobre su piel, parecía un cachorro con los ojos curiosos viendo hacia la aguja con tinta.
—¿No quieres que te tome de la mano?—Pregunto Jimin.
A Jungkook los tatuajes no le dolían, había tenido mucha experiencia con ellos, aún así, extendió su mano para que Jimin la tomara, al momento en que sus manos se juntaron Jimin le dio un apretón, era él quien tenía miedo y sentía dolor al ver la aguja.
—¿Enserio no te duele?—Volvió a preguntar Jimin, apretaba la mano de Jungkook fuertemente mientras miraba de reojo con un ojo abierto.
—No duele para nada.
—Siento que mientes, no puede ser posible que esa aguja no te cause dolor.
—Solo da cosquilleos.
—Ajá.—Ahora Jimin tenía los ojos completamente cerrados apretando la mano de Jungkook.
El alfa lo veía con estrellas en sus ojos, una pequeña sonrisa en sus labios mientras acariciaba con su pulgar el dorso de la pequeña mano de Jimin.
El tatuaje fue terminado después de una media hora, Jimin miraba el dibujo sobre la piel de su novio con mucha alegría; mejillas completamente sonrojadas y ojos menguantes, se veía tan feliz que podría irradiar brillo.
Se fueron del salón tomados de la mano, Jimin hablaba sin parar mientras mecía sus dos manos juntas y daba pequeños saltitos de alegría, entraron a su auto y se recostaron el uno con el otro, sintiendo la calidez de sus cuerpos.
—Hoy es mi penúltimo día en Seúl.—Dijo Jungkook.
—No quiero que te vayas.—Puchereo Jimin mientras abrazaba a Jungkook por la cintura.
—Yo tampoco quiero irme, pero debo hacerlo, trabajo es trabajo.—Dijo mientras recostaba su nariz en la cabellera rosada de Jimin, oliendo la fragancia de vainilla.—Pero mañana podemos estar todo el día juntos y hacer el picnic que tanto querías.
—¿!Enserio!?—Jimin habló emocionado.
—Conozco un lugar escondido, tiene una laguna y muchos patos que transcurren por allí. Siempre creí que te gustaría mucho.
—¡Estoy muy emocionado, hoy haremos muchos sándwiches y picaremos mucha fruta!—Sonrió volviendo a abrazar a Jungkook, recostándose en su pecho y cerrando sus ojos.—Te amo mucho, Jungkookie.—Susurro.
Jungkook no respondió.
Solamente acaricio la cintura de Jimin y plantó un beso sobre su nariz, abrazándolo contra su cuerpo mientras escuchaba el latir pacífico de su corazón.
Era lo único que importaba, el latir pacifico de su corazón ante el cálido cuerpo de Jimin.
🍯
stream a butter en spotify o 🔪🔪🔪😾
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top