Capítulo 75 - Pasado.
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Goku y el Mundo Ninja - Capítulo 75.
—No podremos escapar ¿al menos sí sabes en dónde están las otras salidas? —algo molesta Ino hablaba siguiendo sin rumbo alguno por las antiguas instalaciones de orochimaru.
—¡Pues esto es un laberinto, debo encontrar algo con lo que guiarme! —exclamó con fastidio la dama de roja cabellera.
—Lo importante es que no tuvimos que luchar contra akatsuki, no estoy muy segura de lo que pudo haber pasado —añadió hanabi y la hyuga mayor asintió.
Más adelante, se detuvieron en seco a causa de karin, pues pareció percibir el peligro y así fue.
—Hay alguien más allá —concentrándose advirtió, al parecer el peligro llegó nuevamente y todas asintieron.
Ino fue la primera en seguir adelante y con cautela caminó lentamente hasta el cruce de un par de pasillos más y allí se asomó lentamente, lo suficiente para poder ver qué había más allá, sin embargo aunque se exaltó pareció encontrar curiosa la situación, pues sí que había alguien en la zona, pero aquel par de personas estaban estáticas y a sus alrededores había un gran montón de personas desplomadas, todos a lo largo de los pasillos, ninjas ambú que podría decirse eran quienes las secuestraron con anterioridad.
—¿E-están muertos? —preguntó ino, pero no era así del todo porque esa era la impresión que daba, ya que no eran más que personas que estaban inconscientes en el húmedo suelo.
Sin perder cuidado caminaron por todos los alrededores, tal parecía que al igual de alguna manera terminaron en ese estado, algo sumamente extraño e intrigante, así que decidieron investigar.
—¡Miren! —exclamó karin llamando la atención del resto —Parece que han entrado en una especie de genjutsu —explicó, pues sus miradas permanecían vacías sin centrarse en algún punto.
—¿Pero quién pudo haber hecho esto? — cuestionó hinata, pero simplemente a este punto no podrían saber lo que ocurrió y con el favorable escenario presentado salieron de las cavernas, dispuestas a regresar a la batalla.
La calma regresó y el jutsu que controla las raíces se marchó. Un confuso gokú se miraba así mismo, sus manos, su cuerpo analizando cómo el paso del tiempo parecía no haberle afectado.
Respiró el aire a profundidad, trayendo el aroma de la anterior batalla, percibiendo los desastres y admirando la luz de la luna que se alzaba en el oeste, plateada que iluminaba el devastado mundo shinobi que ahora podía ver por su cuenta.
—Este lugar es feo —comentó al fin después de regresar en sí y posar sus ojos en los sharingan rojizos del hombre que claramente se parecía a él, luego observó a los otros restantes que le observaban, mirando los rojos naranjas del setsu que con burla le señalaban directamente y a pesar de no tener un rostro sí que parecía gozar con solo verlo.
—Y tú quién se supone que eres, me fastidias —Habló amenazante al setsu, desprendiendo una poderosa fuerza que arrasó con los alrededores y obligó al homúnculo y a konan retroceder.
—¡No lo mates! —advirtió el pelinegro —Él es el único que sabe cómo liberarla, así que lo necesitas para continuar con el plan —aclaró antes las intenciones del joven que se detuvo si trataba de hacerle algo a la repulsiva criatura.
—Plan? —interrogó el pelirrojo regresando la mirada a su similar.
—Por razones desfavorables tuve que extender el plan hasta este punto, pero ya no falta mucho para que puedas verla otra vez, deberías agradecerme— exclamó el mayor.
Konan sabía a lo que se referían, el nombre de la dama que el Setsu le comentó anteriormente, pero no evitaba creer que este era el gokú que hasta hace unos momentos se quejaba de dolor, su gokú y con ese pensamiento se acercó a él, así hasta que esos rojos ojos se posaron en ella.
—¿Y tú quién eres? —él pregunto, deteniendo los pasos de la joven kunoichi, una pregunta fría y seca que no se comparaba a lo que ella estaba acostumbrada.
—¿estás bién gokú?— cuestionó confusa, pero el chico no respondió, solo se limitó a observarla sin recuerdo alguno en su mirada, lo supo porque sus ojos no brillaban como solía hacerlo antes, no mostraban confusión tampoco, se lo dijo con un vistazo y con sus actos le haría saber que ella no valió nada para él, si es que en un punto así fue.
—Soy konan tonto ¿por qué actúas como idiota? —le cuestionó después molesta y no trataba de ofenderle porque le fastidiaba el actuar del joven, sin embargo el chico siguió sin contestar, por su parte solo la observó de pies a cabeza, posiblemente sin encontrar familiar ese nombre ni ese rostro, aunque sí que pareció molestarle la forma en que ella se refería a él
Levantó un dedo y con ese gesto señaló a la chica que inmediatamente retrocedió por alguna razón. tanta presión con un solo movimiento, tan diferente, tan temible.
—¡No le hagas nada! —exclamó el otro con seriedad y desafiante—. Ella me ayudó bastante, está bajo mi cuidado, así que aléjate de ella! —
La fuerte voz amenazó y el joven sí que pareció detenerse aunque tardó mucho en separar su mirada de la de konan.
—¿Y qué se supone que harás? —habló, dirigiendo la pregunta al hombre que prisionero por las raíces apretaba sus dientes—. no tienes derecho ni palabra contra mi.
—¿Y qué es lo que me harás? ¿vas a matarme? —interrogó, pasando de la inconformidad a la burla—. Sabes que sin mi ya te habrías olvidado de ella hace tiempo ¡y no habrías conseguido nada de esto! —habló riéndose, provocándole y mostrando el patrón de los ojos caleidoscópicos que robó, el otro solo le ignoró.
—No olvides tu posición, goza esto mientras dure —aclaró y luego señaló al setsu. —qué se supone que debo hacer? —le preguntó sin rodeos y la criatura sonrió.
—Muchas cosas, pero lo más complicado ya está hecho —contestó deslizándose por las sombras—. Recuerdas cómo nació el diez colas no? —preguntó, el joven levantó una ceja ante ese término que parecía desconocer.
—La criatura que ayudó a madre en su pelea —aclaró ahora siendo posible entender al pelirrojo que asintió —Entonces, no debemos perder más tiempo, hay que irnos — habló, escabulléndose en el cuerpo del saiyajin y momentos después caminó sin regresar atrás, tal vez porque nada de esto parecía importarle y luego de eso se elevó por los aires alejándose de la castaña vista de konan y del otro gokú que sin borrar esa sonrisa suspiró con aparente alegría.
—Todo ha terminado... —susurró, siendo lo suficientemente fuerte para que fuese perceptible en el silencio que invadió el lugar, trayendo desconcierto a la dama de azul cabellera.
— ¿Todo ha terminado? —cuestionó y con enojo evidente se acercó al pelinegro—. ¿Todo ha terminado?, ¡¿qué es lo que le hiciste?! —reclamó con un fuerte grito que arrebató la atención del Gokú que era prisionero de las raíces.
—No le hice nada —respondió—. Solo hice lo que él me ordenó hace ya tanto tiempo —continuó y se rio, luego levantó la mirada hacía el cielo.
—Lo que te ordenó? —cuestionó ella—. Explícate mejor, qué es lo que está pasando?! —continuó preguntando.
—No está pasando nada, debes irte konan —él contestó y sonrió al detallarla de pies a cabeza—. El vestido de novia que te has puesto hoy, te ha quedado muy bonito —comentó, detallando ese recuerdo, dejando en evidente que los ha arrebatado una vez más de la mente del otro.
—Eso también era parte de tu estúpido plan? —ella interrogó molesta por esa declaración—. También te burlarás por haberme engañado? ¿Te burlarás por haberme hecho creer que podría ser feliz?— prosiguió y luego sin poder contenerse arremetió fuertemente con una cachetada que resonó con fuerza en el silencio profundo del lugar.
—Claro que no —respondió—. Solo quería alejarte de los problemas y si te ibas con él era seguro que lo harías — continuó, pero la mirada molesta de la dama no se marchó en ningún momento, sabía que lo mínimo que podía hacer para expiar su culpa era explicarle cómo ocurrió todo. —En algún punto, yo aparecí, estaba condenado a ver lo que él miraba, pero no me molestaba —dijo y sonrió agachando la mirada.
—Lo único que podía ver a través de sus ojos, era la oscuridad, madera suelta y hojas que opacaban el exterior —prosiguió y esa repentina declaración trajo la atención de la peliazul—. Yo fui testigo de la locura que el paso del tiempo causa en una mente, no estoy muy seguro de cuánto tiempo pasó desde que despertamos, pero sé que fue demasiado, entonces, cuando la frustración se convertía en locura, estas cosas aparecían, el árbol nos ataba a él, nos torturaba nos causaba un dolor interminable en nuestra cabeza y luego nos obligaba a dormir, entonces, cuando despertábamos la historia se volvía a repetir, siempre la locura volvía y siempre despertabamos sin más recuerdo que el de su nombre —prosiguió, con voz que con cada palabra se tornaba fría y quebrada, momentos después levantó la cabeza y señalo a la kunoichi con su sharingan—. Fue entonces, que en medio del silencio constante y eterno... él percibió mi presencia, supo que había alguien más viendo a través de él, la verdad no puedo asegurar que en uno de los tantos repetitivos ciclos él me haya creado para apaciguar su soledad, pero estoy seguro que debió ser así, desde entonces hicimos un trato, yo sería quien arrebataría sus recuerdos de soledad cuando la locura volviese a aparecer, quitaría todo ese tiempo vivido de su cabeza y lo guardaría para mí, de ese modo ellas no nos torturarían, no habría más olvidos, no más soledad al despertar—explicó.
—¿Hablas de la prisión en la que te encontró jiraiya sensei?, aquel árbol que no te dejaba escapar? —ella siguió preguntando.
—Podría decirse que fue así, pero mucho antes, mucho antes que eso, hablo de cuando ella llegó a nosotros — contestó, los ojos de konan se abrieron cuando se le dijo eso, porque ya lo había escuchado del Setsu negro y ahora lo escucharía de mejor manera de este joven.
—Yo ya había venido sintiendo los estragos de apartar los recuerdos, muchas veces olvidaba que podía ver a través de sus ojos y solía encontrarme en el mismo paisaje, muchas veces pensé que yo fui el prisionero, ya estaba llegando a mi límite desde hace mucho, pero si no lo resistía, si no sonreía... ambos volveríamos allí, entonces me aparté de sus ojos y me quedé en ese lugar y , cuando creí que el tiempo se terminaba, ella llegó y fue lo Más maravilloso que nunca se nos haya presentado —prosiguió y sonrió tiernamente, incluso sus mejillas se tornaron rojizas, porque un cálido recuerdo llegó a él.
—Aún así nunca la ví por mi cuenta, para ese entonces yo ya no era necesario, ahí fue que me surgió la idea de que tal vez solo fui una herramienta, una que hasta el sol de hoy ha sido utilizada —declaró palabras que no evitó decir con una risa maniática que no podía controlar.
—Cuando ella se fue, fue la primera vez que la ví, porque tuve que hacer lo imposible para que no se nos fuese arrebatado nuestro dolor y con ello sus recuerdos, fue entonces que él me encomendó la tarea más grande que pude tener, una que el día de hoy he concluido y al fin puedo volver a descansar... —terminó de confesar y su sonrisa poco a poco murió.
—A qué te refieres ¿qué es lo que te ordenó hacer? —ella cuestionó, quería saber todo, quería comprender quién era gokú en realidad.
—Naturalmente queríamos recuperarla, pero no podríamos hacer nada mientras estábamos atrapados, pero sí que había una forma, no obstante tardaría demasiado tiempo y tanto él como yo no estábamos en las mejores condiciones, así que optamos por el camino más fácil —habló otra vez recuperando su burla y mirando a Konan con unos ojos que solo con verlos podía saberse la respuesta exacta.
—Así es, ahí es cuando entra el gokú que tú y todos han conocido —confesó con voz baja y lúgubre que con su tono perturbó a la dama, una confesión que al fin explicó toda las razones detrás de cada acto que el otro planeaba— yo atrapé lo necesario para que pudiese continuar con su labor, sin frustrarse con el pasar de los tiempos, hice que se mantuviera en su nuevo propósito de sacarnos de ese maldito lugar, así para que al final, cuando lo consiguiera podría regresar todo lo que le quité y así el anterior vendría—continuó—. Tal vez en su mente aún perduraban los recuerdos de kaguya, pero no a profundidad, solo sabía su nombre y algunas cosas que necesitaba para motivarle, aunque con el pasar del tiempo, eso también se deterioró y aquel único vínculo que me unía a él se volvió débil, y ni hablar de cuando conocimos konoha, a ino, a hinata y al resto, podría decirse que se olvidó por completo de su objetivo —continuó y soltó una risita—desde entonces solo podía encontrarme con él cuando las cosas se complicaban y claro que no podría regresarle sus recuerdos mientras sufría por la muerte de hiruzen o cuando konoha nos trató de utilizar, eso significaría el fin ¿qué es lo que podría hacer entonces?.
una vez más el tono se tornó rasgado, tan bipolar como siempre lo ha sido, un rostro que por primera vez dibujó melancolía total, unos ojos que se apagaron y se volvieron tan negros como su cabello.
—Al final tuve que arriesgarme, me aproveché de sus dudas y regresé parte de sus temores, de las emociones que tanto detestaba, el odio a konoha, temor de desaparecer si ellas nos atrapaban, todo eso, todos esos vacíos le dijeron que alguien parecía controlarle, lo recuerdas no es así? —ahora se dirigió enteramente a la kunoichi que no hacía más que señalarle con esa misma seriedad.
—Aquella mañana en dónde me miraste por primera vez, la tarde en aquella azotea... No buscaba hacerme con el control, solo quería dirigirlo al camino que debía seguir y vaya que lo logré cuando todo se vino abajo, cuando hinata y hanabi nos rechazaron, además tuve suerte de que setsu existiera y lo convenciera de regresar al camino que se le fue encomendado.
—Entonces me dirás que desde lo que ocurrió ese día en konoha, lograste hacerte con el control? —ella cuestionó, molesta por cómo el otro parecía no importarle los sentimientos ni el sufrimiento que e ese entonces acobijó al joven.
—Claro que así es, si no nunca habría logrado, pero aún así no fue por esa razón, porque al final fracasé cuando conocimos a karin —explicó, dando el nombre de una persona que konan nunca había escuchado hablar pero que pareció haber influido mucho seguramente.
—Ella era todo lo que buscó desde un inicio, nunca nos temió por ser de akatsuki como el resto lo hizo, nos ofreció ayuda, reía con nosotros... era como encontrar a un nuevo tipo de persona, claro que su carácter era molesto, pero nunca nos desagradó, parecía que no importaba las cosas que hiciésemos, ella siempre estaba ahí, un helado, un bocadillo, cosas que en el fondo calmaban nuestras penas ella parecía compartirlo de esa manera, entonces por primera vez desde que ella se fue, después de tantas desgracias...
—fuimos felices —
ser feliz, algo que siempre había dicho buscar no lo encontró en konoha, no en el dinero y no con alguien que no fuese kaguya, no era difícil para ella darse cuenta de ese detalle, aún así no dijo nada, no reprochó su forma de actuar.
—Naturalmente fue un problema, él quiso que nada de eso terminase, lo anheló, lo deseó en lo más profundo y planteó más de una noche esa cuestión, pero era algo que no podía decidir, no podría dejarte a tí ni a kaguya, fue entonces que no se resistió más y me aceptó con la condición de crear un mundo feliz para tí— para cuando Konan se dio cuenta, él ya había descendido su mirada otra vez al suelo, empeñado en no mirar a konan desde que formuló la última pregunta.
—Sabía que él no podría regresar con akatsuki, no podría dejar la vida que había buscado desde un inicio, no podría volver a estar solo y estar condenado a sentirse vacío, tanto él como yo ya no podíamos con más, pero en términos de soportarlo, yo era el más indicado para continuar, estas cosas no me buscarían con facilidad si algo malo ocurriese y solo así logramos separarnos de karin y regresar a la mierda que nos esperaba afuera! —ahora, al final de su relato no evitó mostrar inconformidad, tanto que las raíces apretaron bruscamente su cuello y expresó dolor.
—estás bien, no te alteres o... — dijo ella, pero gokú le interrumpió.
—¿O moriré? —él cuestionó callando a la peliazul —Eso es lo que muchos quieren, siempre que me presento ante alguien tratan de matarme, yo no soy gokú, solo soy alguien que está condenado a ver la vida de otro, soy una herramienta con la que puedes entregar tus preocupaciones y vivir feliz —se despreció sin poder levantar la mirada.
—No digas eso, si lo eres, si has visto todo, llorado y sufrido con todo lo que has tenido que vivir, también eres gokú —ella dijo y el chico negó y luego miró un destello descender y chocarse en el suelo, era una lágrima que reflejaba la luz de la luna.
—¿Vas a decirme que no me odias después de lo que he hecho? —interrogó quebradamente —Te engañé, para que te quedaras con él y lo apartaras de los problemas mientras yo me hacía con este cuerpo, engañé a mucha gente, gente que era importante para nosotros, ¡ni siquiera podría haber llegado hasta aquí de no ser por karin! ¡quiero ver a kaguya pero no puedo evitar preocuparme por los que he sido obligado a querer!, ¡solo quiero descansar!, ¡quiero morir! ¡yo no merezco existir !—entre sollozos dijo esas palabras, soltando una vez más su frustración.
—¿vas a decirme que entonces tampoco tienes potestad para decirme lo que quieres y lo que no? —le preguntó y se agachó para ver aquellos sharingan apagados que evitaron mirarla directamente—. Dices que no eres gokú, pero cuando lloras actúas de la misma manera, sólo eres un charlatán —habló y tomándole de su mentón le obligó a verla.
—Para mí, ese de ahí no es gokú y para nadie lo será, así que sea lo que tiene entre manos, tengo que detenerlo —habló y luego de eso se alejó de él lentamente, dispuesta a cumplir sus palabras.
—No lo hagas ¡no vayas konan! —le advirtió él, pero ella no le hizo caso —Nadie podrá con él, debes huir hasta que todo termine, vas a morir! —exclamó sin poder salir de su prisión y tampoco con la capacidad de verla.
—Si es así, y si me quieres también... ¿harás algo al respecto no? —con esa última frase, tomó rumbo nuevamente con dirección hacía la batalla, dejando al joven en ese sitio, con la impotencia total, ¿en realidad era esto lo que él quería?.
fin del capítulo 75.
bueno pues, aquí el nuevo capítulo, espero que les haya gustado y no olviden votar si es así.
Curiosidades:
-Se revela que Gokú tuvo que recurrir al kokun maniático para que sus recuerdos con kaguya perdurasen, pero eso solo dio origen a su nuevo plan, el cual consistió en utilizar aquella manipulación para |poder continuar, con ello se explica por qué el árbol no arrebató esos recuerdos o borró su memoria.
-A pesar de todo aún no se sabe por qué Este Gokú existe en primer lugar, aunque se intuye que fue creado a causa de la eterna soledad a la que estuvo condenado, pues los dioses así lo afirman, lo cual se puede apoyar con los deseos de morir que trae consigo, ya que posiblemente en algún punto esa debió ser la única opción que tuvo para acabar con todo.
-Se explica por qué gokú perdió interés en Kaguya, pues al pasar de los años los recuerdos que perduraron también se deterioraron, de ahí que su motivación regrese cuando el setsu le tienta a recordar el sufrimiento de la mujer y también se presume se interesó en hinata por la apariencia familiar.
-de haber olvidado a kaguya es muy posible que gokú se hubiese quedado con Karin, pero al verse presionado por aquello y por konan, decidió huir de todo y ceder el control, por ello en el capítulo 53 trata de recuperar el control cuando el kokun bipolar va en contra de akatsuki.
para esta historia me inspiré en la paradoja del hombre y el río, pues esta dice que ninguna persona puede atravesar un río dos veces, pues tanto el hombre como el flujo del agua no serán los mismos, ya pueden darse una idea de lo que se viene.
hasta el próximo capítulo.
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