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gokú y el mundo ninja - Capítulo 64.

la noche era tan fría como nunca antes pudo sentirla, el escenario mostraba una fuerte y desastrosa batalla que había involucrado a los ninjas más poderosos de sus naciones, solo con verles en el suelo completamente derrotados pudo reconocerlos, en realidad no lo hizo con todos, porque diferente de el tsuchikage, el raikage, el kazekage y la mizukage... una cabellera rubia fue lo que más llamó su atención y le desconcertó, un par de coletas que se esparcen por el suelo, tan estáticas como su dueña, una dama anciana que aún a pesar de estar bajo los escombros respiraba con lentitud, apenas jadeante con sus ojos señalando a la oscuridad infinita que se extiende más allá de los cielos.

no comprendía por qué su corazón se angustió por ver a esa desconocida, pero su confusión no hizo más que incrementarse cuando los ojos de esa mujer le señalaron con dificultad, dónde sus lágrimas se derramaron inesperadamente, como si le hubiese reconocido aún sin decir una sola palabra, quién era ella?, ¿por qué ese extraño sentimiento le invadía con solo verla? sabía la manera en la que apareció en ese lugar pero no por qué sus sentimientos se disparaban de esa forma.

-so-son gokú.- una débil voz dijo su nombre, inmediatamente la buscó porque era imposible de confundir pues la mizukage le había llamado, apenas logrando mantener en sus manos el contrato que le había invocado, igual o más lastimada que esa mujer y el resto de kages.

-Mei...- musitó el nombre de la mizukage y quiso ir donde ella se encontraba, no obstante dudó de abandonar a esa rubia anciana que lloraba a sus pies casi al borde de la muerte.

-date prisa, no hay tiempo...- con las pocas fuerzas que tenía llamó una vez más, inmediatamente hizo caso y se acercó a la castaña con quien compartía un trato desde hace 3 años.

-qué es lo que ha pasado?.- indagó, no era algo que le importase, su prioridad fue por un momento el haber abandonado a konan, pero sí la castaña de ojos verdes era la razón de haber aparecido en ese lugar debería considerar mejor las cosas pues tenía un acuerdo con el que debía cumplir, eso le quedaba claro.

-saca a los kages de aquí y lo antes posible.- con débil voz ordenó al chico. -sácalos y llévalos lejos de aquí, no permitas que él te vea.- tenía el suficiente conocimiento para saber que gokú era inmune al sentido sensor de chakra y podría salvar a los líderes caídos del enemigo, esa era la última opción con la que contaba y la aprovecharía, no obstante ignoraba completamente que ese chico no era el mismo que conoció ni con el que razonó hace semanas.

-los kages...- susurró en su razonamiento, ¿qué clase de batalla habría desatado para que tan poderosos ninjas terminasen de tal manera?. no es que hubiese luchado con todos, pero la reputación que tenían y sus acciones les habrían puesto en su lugar por algo, si era así ¿que o quien era la causa de su derrota?, ¿quién era lo suficientemente fuerte para vencerlos?. eran muchas las preguntas que se hizo, pero al final no no tuvo que molestarse en buscar o esperar una respuesta de la mizukage ni mucho menos de alguien más, porque la revelación se dio sola cuando en la cumbre de los estragos una figura se alzó, una silueta que nunca antes había observado y un imponente chakra que nunca jamás sintió.

-ya es tarde.- la mizukage murmuró con preocupación, solo confirmando las sospechas del chico. no fue algo, fue alguien, un hombre, una leyenda le miraba fijamente con seriedad y con la única cosa que encontró familiar.

si, ahí dentro de esas cuencas un destello violeta apuñalaba sin piedad, unas ondulaciones que donde sea que se mostrasen traerán temor porque los tan nombrados ojos de dios miraban desde arriba, el rinnegan que solo debería pertenecer a pain ahora a disposición de un desconocido, pero lo que no sabrían es que el destino abría puesto frente a frente a los dos ninjas más poderosos en ese entonces, aquel uchiha que con solo mencionar su nombre silencia cualquier tema de conversación y aquel saiyajin cuyo báculo se es considerado una mortal arma aún cuando no cuenta con filo alguno y, ya sea por aquel nombrado destino o por causas de un siniestro plan ambos shinobis coincidieron de la peor forma posible.

-¿eso es todo?- de su boca emergió ese par de palabras, no se sintió intrigado por la presencia y llegada de ese niño, el desprecio y burla era dirigida a los líderes que ni moverse podían ahora. -el poder de los cinco kages es insignificante... me insultan al decir que trataron de detenerme cuando el único que pudo hacerlo es hashirama!.- vociferó, imponiendo su presencia, porque su poder uchiha fue el más grande que jamás existió, uno que el llamado dios de los ninjas apenas pudo detener, por algo su nombre vive y vivirá a través de la historia, un dios a ojos de aquellos que le enfrentaron con anterioridad y su nombre no era otro que uchiha madara.

¿cómo las cosas terminaron de esta forma?, ¿por qué el destino decidió interrumpir la búsqueda de un nuevo camino junto a la dama del origami?, ¿por qué su vida tomó un rumbo distinto de un segundo a otro?, ¿por qué una encrucijada como esta se le presentó?. No podría saberlo en ese entonces porque desde que estuvo consciente no se le presentó una confusión tan grande como en las que en ese instante se le expusieron, no sabía que debía hacer pero tampoco es que fuese para alarmarse, después de todo no le importaba mucho quién podría ser ese hombre ni mucho menos meterse en conflictos porque se lo prometió a aquella chica.

de un momento a otro, el torrencial viento cesó, la tierra dejó de temblar y el silencio retornó tranquilamente, no obstante el brillo rojo que se encontraba en las tinieblas aún perduraba intimidantemente, no sabían si brillaba en realidad o solo reflejaba la poca luz, pero cualquiera de las respuestas llegaba al mismo punto dónde se afirmaba que nada bueno se avecinaba.

una mano se extendió de forma lenta saliendo de la oscuridad y sujetándose de un extremo del ataúd mostró que estaba vivo. Los ojos de kabuto parecieron incluso brillar por la felicidad que eso significaba.

-ahora que lo pienso, ustedes me vendrán bien como conejillos de indias.- se escuchó el eco provenir desde las profundidades y luego de eso la figura del misterioso sujeto se mostró.

-¿qué mierda es esa?.- fue sasuke el que lanzó esa pregunta al ver al ser del que kabuto se mostraba arrogante, pues frente a su sharingan una figura extraña salió a la poca luz del obscuro lugar, una que apenas vestía unos harapos en su parte inferior y de su torso hasta su cabeza no había más que vendas cubriéndole totalmente.

-no lo sé, pero parece peligroso...- contestó itachi y su mangekyou sharingan se activó.

-como ya les dije, este es el ser que alcanzará el límite que se puede conseguir, me aburriría si les hablase de él, así que por qué no tratan de divertirse.- revirtiendo el jutsu hizo desaparecer el ataúd dejando solo la extraña figura frente a ellos.

-eres un bastardo, con esto solo demuestras que no eres más que un fenómeno como orochimaru.- exclamó sasuke, sin poder apartar la mirada de ese homúnculo que aunque extraño no evitó encontrarle algo familiar.

-di eso mientras batallas por tu vida, ataca!.- el ser torció su cuello al escuchar la voz de su amo, sus pasos dieron inicio de forma lenta y torpe, ambos uchihas se prepararon inmediatamente.

-no hay que precipitarse, no sabemos de lo que es capaz, por el momento parece no haber chakra en ese cuerpo.- informó, la espada de su hermano menor se preparó, sin embargo el caminar de ese  ser nunca pasó a mejores, por el contrario parecía alguien ebrio que se colapsaría en cualquier momento.

-y ahora qué pasa?.- sasuke se cuestionó hasta que tuvo a esa persona bastante más cerca. -no estoy para juegos!.- dijo y el brazo del Susano emergió arremetiendo con rabia a la técnica de kabuto enviándole a estrellar brutalmente contra las paredes del lugar.

-vaya, eso ha sido muy fácil, no me digas que ese es tu supuesto ser perfecto.- con burla se dirigió a la serpiente después de haber ofrecido ese ataque, ahora se podía ver a la creación de kabuto bajo unos escombros.

-esto no está bien...- pensó con una gota de sudor. -se suponía que debía ser mucho más fuerte.- siguió murmurando.

-al final no eres más que un perdedor, y terminarás fracasando después de todo.- siguió diciendo el uchiha, no obstante su sonrisa desapareció cuando las pesadas rocas mostraron movimiento y de ahí con dificultad la extraña criatura se puso en pie contra todo pronóstico.

vieron como su cuello se torció soltando un crujido espantoso y sus pasos se reanudaron, una vez más, aún lentos pero con mejor consistencia, como si el anterior ataque no le hubiese afectado en lo más mínimo cuando todos sus huesos (si es que tenía) deberían estar rotos.

-ya basta de esto!.- exclamó nuevamente el menor y decidido a terminar con todo preparó el poderoso arco que su técnica porta. -regresa al agujero del que saliste.- vociferó por última vez y disparó la flecha, una sonrisa se dibujó al humillar los tontos sueños de kabuto, no obstante y contra toda probabilidad esa cosa detuvo el gigantesco ataque con tan solo su mano derecha, tanto sus ojos como los de itachi y kabuto se abrieron de par en par, aunque este último mostró una tétrica sonrisa.

-qué es eso?.- la distorsión ante algo que no pudo atravesar se dio y el objeto explotó, aún así la persona que parecía débil se seguía manteniendo de pie, dejando ver de nueva cuenta el lucero rojizo en una de sus cuencas.

-parece que no terminará así de fácil.- itachi habló con preocupación.

con lentitud sus arrugas desaparecieron, su voluptuoso y deseado cuerpo se recuperó cuando suficiente chakra se le fue inyectado en sus mortales heridas, con ello su retina miel se llenó de vida y cobró suficiente fuerza para percatarse de aquella silueta tan conocida.

-go-gokú?.- ante o poco que pudo ver mencionó ese nombre, tal vez habría muerto y este era su último encuentro con aquel que trajo felicidad a su infancia y trajo angustia al resto de sus días, a pesar de ello no podría negar que le había amado todo este tiempo, le quería porque él era lo único que le quedaba, no obstante no era una alucinación ni mucho menos el limbo que creía, era el verdadero gokú, un gokú libre de la vestimenta de akatsuki y con el cabello rojizo que ella conocía.

-¿qué es lo que pretendes?.- indagó la imponente voz uchiha que intimidando con su retina y con la mera presión de su chakra agrietó los alrededores y eso que aquello no se igualaba al cien por ciento de su poder.

-solo te mataré y recuperaré ese rinnegan, porque esos ojos pertenecen al amigo de konan.- respondió y ante los ojos atónitos de tsunade, la mayor batalla en el mundo shinobi estaría por darse.

-vaya boca que tienes mocoso, aunque debo admitir que incluso me ha llegado a hacer algo de gracia.- contestó el que una vez fue el patriarca uchiha de mayor poder. -así que son gokú eh?.- repitió ese nombre y buscó en sus lejanas memorias aquellos tiempos antaños dónde las razas eran mucho más puras que las de estos tiempos, pero aún así no encontró apellido similar y además el que debería pertenecer a la descendencia de hashirama no estaba presente como para explicar la extraña técnica que había envuelto a los kages.

-no seas estúpido enano, ese es uchiha madara!.- informó la voz del raikage cuando el mismo estuvo consciente de la situación, sin embargo gokú no prestó atención, no lo haría con nadie.

el báculo rotó un par de veces en aquellos dedos, sus rojos ojos extendieron su pupila fijando el objetivo y cuando lo hizo; lanzó su báculo tan fuerte que el rinnegan apenas si logró captar su movimiento.

-tiene fuerza...- pensó el resucitado por el edo tensei al inclinar un poco su cabeza para que el objeto siguiese de largo, no obstante en ese pequeñísimo segundo que logró descuidar al joven fue suficiente para perderle.

antes de que el báculo desapareciese de la vista de todos gokú lo detuvo, pues ahora se encontró a espaldas del uchiha que se giró notando el nuevo paradero del muchacho. -es rápido...- pensó y saltando un poco esquivó el azote que el largo objeto habría acertado sobre él.

en tanto el arma hizo contacto el suelo desató la poderosa cantidad de fuerza que bajo esos brazos se escondía, la ondulada retina del rinnegan se asombró al ver que incluso parecía ser más fuerte que la hokage y más rápido que el raikage.

-es más que obvio.- pensó al fin. -ese cuerpo no desprende chakra alguno, ni siquiera como para sobrevivir...- siguió, al carecer de ello no habría más salida que mejorar el cuerpo en esos aspectos, aunque seguía siendo muy extraño que solo un niño lograse ese progreso a tan corta edad. En ese momento gokú desprendió la báculo de la destruida tierra y miró fijamente al uchiha. -eres fuerte...- dijo como si le estuviese analizando de la misma manera en la que él lo hacía. -y también eres muy veloz.- con esa conclusión afirmó sus sospechas.

-no va a lograrlo...- pensó la mizukage en voz alta, sabía cuan poderoso gokú podía llegar a ser, pero por los primeros movimientos mostrados parecía mostrarle inferior al uchiha que les había derrotado.

-ese mocoso me ignoró, cómo diablos fue que llegó aquí!.- interrogó el raikage retorciéndose en el capullo de las raíces que le habían hecho prisionero.

-será mejor que se calme raikage-sama.- la voz de aquella rubia resonó y arrebató la atención del resto de sus similares. -gokú debe concentrarse en controlar este jutsu y a su vez tiene que lidiar con madara, así que lo más prudente es esperar a que sanemos un poco más.- explicó tsunade. -además, el que gokú pueda con él no es la menor de las preocupaciones.- concluyó, desatando palabras llenas de preocupación, aunque en el fondo se seguía sintiendo curiosa por la manera en que el chico pudo haber llegado.

-para solo ser un mocoso tienes bastante talento, me recuerdas al jinchuriki del kyubi.- se expresó. -veamos qué tanto puedes bailar!.- terminó por decir y entonces el báculo cambió de mano y de un fuerte salto se dirigió hacía donde madara se encontraba.

-es persistente.- pensó y su rinnegan destelló entre la oscuridad. -pero es muy directo!.- sus manos se dirigieron hacía el cuello del chico, no es que en el fondo quisiese seguir perdiendo tiempo aquí, no obstante sus dedos siguieron de largo cuando atravesaron la figura del joven, misma que instantáneamente se desvaneció.

-qué?!.- preguntó ante aquel acontecimiento y supo que debería volverse, sin embargo solo recibió un brutal impacto en su espalda, pues el verdadero joven le golpeó desde atrás.

-¿a esto te referías con bailar uchiha?.- casi sintió como solo bastó de ese golpe y esas palabras para que toda la humillación que antes ofreció ahora se le fuera regresada y no, no era alguien normal y lo comprendió cuando la tierra contra la que se estampó rompió todos sus huesos y desgarró su ropa, armadura y piel, estaba ante una fuerza bruta a la que nunca antes se había encontrado.

una larga línea de destrucción se desató, solo bastó de un golpe para que semejante catástrofe se diese, el báculo del joven se desplazó y se introdujo en su contenedor, su rostro aburrido mostraba el poco interés que tenía en esta batalla y era seguro que quería terminar esto cuanto antes, aunque cuando si vista se desplazó hasta el otro extremo del campo comprendió que no sería así de sencillo, pues allí se encontraba madara reincorporándose y literalmente restaurándose en todo sentido.

-ahí viene otra vez!.- exclamó el uchiha mayor al ver que los ahora poco torpes pasos adquirieron velocidad y condujeron a la criatura hacía ellos. -estilo de fuego, jutsu bola de fuego!.- exclamó el menor y después de hacer los sellos de mano lanzó la incandescente técnica que chocó de lleno con su oponente.

le condujo de nueva cuenta contra las sólidas paredes y ahí terminó de liberar el calor que debería convertirle en cenizas, no obstante cuando toda llama se dispersó solo pudieron ver al homúnculo aún de pie, con algunas de sus vendas algo incendiadas, aunque nada grave en realidad.

-es muy resistente, pero no ha hecho más que correr hacía nosotros.- exclamó sasuke. -no sé si es un estúpido o está jugando con nosotros!.- comentó posteriormente su retina detalló cómo los brazos de la creación de kabuto comenzaron a moverse lentamente.

-no está jugando ni es un estúpido...- cuando las aspas reconocieron esa posición de manos itachi lo comprendió todo. -está aprendiendo!.- informó y sasuke lo entendió observó como el tipo recreó todos y cada uno de los movimientos que utilizó hace unos instantes y de lo que debía ser su boca una poderosa bola de fuego se disparó hacía ellos.

-vaya, quién diría que se está adaptando...- con una sonrisa kabuto murmuró para si mismo, admirando como el jutsu de sasuke fue opacado por un ejecutador mucho más poderoso, tanto que incluso el susano que les protegía amenazó con colapsar.

-co-como puede haberlo copiado tan rápido!.- con un fuerte grito el hijo menor de fugaku solicitó una explicación ejerciendo toda la fuerza que disponía para no ceder.

-creo que ya lo sé...- itachi respondió resistiendo, hasta que al fin los pulmones de su oponente dejaron de ejercer llamas y tuvieron nuevamente oportunidad de ver al sujeto. -ha podido hacerlo, porque con lo que nos ha estado viendo es un sharingan!.- en ese momento la mirada de sasuke se abrió de par en par y prestó más atención a esa cuenca que vagamente se muestra a través de las largas prendas, y en efecto, un trío de aspas rotaban alrededor de su oscura pupila detallando al par de uchihas y solo entonces confirmó aquello que creía ser tan familiar, pues ese lucero no era nada más ni menos que el suyo, mismo que se le fue arrebatado por las manos de gokú en un tiempo atrás.

-el fin de los ninjas llegará pronto, el comienzo de una nueva era se avecina.-

-debo admitir que te he subestimado.- cuando su armadura dejó de mostrar grieta alguna desató su fuerte voz. -aunque nunca he desatado todo mi poder contra un niñato, onoki es testigo de eso.- vociferó y el pesado aire trajo esa información.

el cuello del chico se torció levemente analizando al que se suponía alguna vez pereció en el valle del fin. -tendrás que considerarlo de otra forma cuando ya no tengas esos ojos.- contestó sin intimidarse.

se bufó levemente ante los comentarios del niño, era obvio que sabía acerca del rinnegan, pero no se preocupó en ese momento, tal vez lo averiguaría en lo queda del enfrentamiento.

de un rápido movimiento los dedos del uchiha se acoplaron en un sello de manos.

-estilo de fuego, gran aniquilación ígnea!.- de inmediato impulsado por su aliento la barrera de calor se aproximó a él, un jutsu tan amplio que hacía alusión al chakra que sentía de esa persona, uno que no se reducía a pesar de la presión que debería demandar tal jutsu.

su báculo brilló cortando el aire y su mirada miró a través de las llamas que no pudieron atravesar la barrera que el delgado objeto creó, pues el vacío que se hizo empujó el aire creando una fuerza que cortó en dos la técnica y como un demonio que emerge de las sombras su roja visión deslumbró, o al menos así fue como los kages lo percibieron en ese entonces.

-ustedes creen que podrá con él?.- interrogó onoki. -al menos debería ser suficiente para darnos algo de tiempo.- añadió gaara, podría decirse que la llegada de aquel al que se enfrentó alguna vez les habría beneficiado después de tan devastador enfrentamiento que casi les cuesta la vida.

-hokage-sama...- fue la voz de mei quien se dirigió a ella, cuya vista se perdía completamente en el joven. -mucho se habla de la fuerza que gokú desató en konoha más de una vez y además se esparce el rumor de que detuvo el poder del líder de akatsuki, en verdad es capaz de eso?.- a estas alturas no era muy sabio preguntar lo que para tsunade ya estaba claro, pero aquellos que aún no han visto la desgracia que esas manos han traído solo pueden encontrar refugio en las palabras que nacerían de alguien que debió verlo todo.

-lo es...- respondió con voz profunda y seria, incluso podría decirse que se escuchó preocupada.

-es capaz de eso y mucho más, pero el que se enfrenta a uchiha madara no es gokú.- confesó.

fin del capítulo 65.

aquí el nuevo capítulo, espero que les haya gustado y no olviden votar si es así, nos vemos en el siguiente capítulo.