Capítulo 57 - Amegakure.

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goku y el mundo ninja - Capítulo 57.

un suspiro de alivio nació de aquella boca, su ahora limpio cuerpo se sumergía en el agua tibia.

-después de tanto ir y venir se siente bien...- pensó en voz alta. Había encontrado un baño en aquellas cavernas que conformaban el laboratorio de Kabuto, después de asear su ropa decidió lavar su cuerpo y darse un tiempo para pensar las cosas.

-la mizukage estará a raya de ahora en adelante, solo me hace falta una sola cosa.- murmuró, cerró su ojo gris y dejó sentir la calidez del agua, nunca se había dado ciertos momentos en los que se sintiese a gusto, pero este era uno de esos.

Pero si pensó que podría estar tranquilo, estaba más que equivocado.

el rechinar de la puerta interrumpió ese instante, supo quien llegaría. Debió haber cerrado la puerta con seguro, pero no es como si el deteriorado objeto tuviese uno, por ello mismo no se culpó ni nada por el estilo, solo permaneció quieto.

-son-kun!.- primero pudo verse su rojo cabello asomarse por el marco, había dejado sus anteojos atrás y con su mirada rojiza buscó en el sitio, hasta que al fin pudo dar con el paradero del chico. -Son-kun...- un tanto pícara repitió su nombre, las mejillas de la mujer se sonrojaron y con una sonrisa pervertida se adentró en el sitio.

la blanca piel de karin apenas si era cubierta por una toalla, con aquel gesto cerró la puerta y no separó la mirada del Son.

-Son kun, puedo bañarme contigo?.- cuestionó, el joven suspiró y eso pareció ser suficiente para la uzumaki, quien frente al chico se despojó de la única prenda que traía encima.

Frente a la mirada del niño, un bello cuerpo se mostró, tal y como vino al mundo, ella no evitó desviar la mirada ante lo que acabó de hacer. El sonrojo de perversión ahora era de completa vergüenza, así que lentamente se introdujo a la tina.

momentos de incómodo silencio aparecieron, aunque hace poco se volvieron a reencontrar, fue suficiente para saber que algo había cambiado desde aquel atardecer, Esa mirada y los extraños gestos que había utilizado no eran los mismos, no sabía si ya desde antes había sido así de agresivo y sádico, pero si estaba segura es que debió haberle pasado algo para que eso sucediese y ya tenía una especie de idea en su cabeza.

de pronto sintió como sobre su pecho algo generó presión. Al regresar a la realidad notó esos cabellos en punta cubrir su vista porque sobre ella aquel joven se recostó.

-so-son kun...- susurró ese nombre ante aquella repentina acción, creyó que generaría incomodidad, pero de alguna forma fue correspondida. -puedes acariciar mi cabello?.- él le suplicó en voz baja, la sonrisa pervertida de la mujer volvió a aparecer.

-si, claro que sí...- le contestó y comenzó a introducir sus dedos por aquellos puntiagudos hilos, lento y cuidadosa como aquella última noche que estuvo con él.

-que suaves...- sin poder contenerse susurró al tocar esa cabellera, los orbes del chico se cerraron mientras el momento se extendía, de alguna manera pareció volver a ser confortante para él. -¿te gusta son-kun?.- interrogó, apegó sus pequeños pechos a la espalda del pelinegro un poco más cuando dudó de que si sus atributos femeninos no serían suficientes. -me gusta, eres bastante gentil.- comentó ante las caricias y dudas de la chica, pero era más que obvio que ella no se conformaría con eso.

-ahora quiero que me acaricies a mí.- pervertidamente habló cerca de su oído, los gestos cesaron y en un movimiento obligó al Son a girarse hacia ella. -quieres que acaricie tu cabello?.- le preguntó un tanto confuso.

-dijiste que te gustan mis piernas verdad?.- al preguntar, hizo emerger de entre el agua parte de sus muslos. -qué te parece si empezamos por aquí.- incitó, pero para su mala suerte gokú no pareció prestar atención a sus insinuaciones, porque su mirada se posaba en otro lugar.

-tienes muchas marcas.- exclamó el chico, sin separar la mirada de la piel de karin, sus brazos, parte de su pecho y cuello tenían esas cicatrices que alguna vez alguien hizo sobre ella.

casi ante esa declaración ella descendió la mirada para observarse así misma, por un momento las cubrió con algo de vergüenza y desvió la mirada. -no te gustan ¿verdad?.- preguntó en voz baja.

-no es eso.- contestó inmediatamente, una débil sonrisa apareció. -es solo que nunca las había visto por mí mismo.- añadió después, navegando por el líquido se acercó a ella. -no deberías tenerlas.- dijo después, para su sorpresa, antes de que se diese cuenta muchas de aquellas raíces escalaban por la cerámica de la bañera.

las manos del son se posaron sobre su piel, sujetando su delgada cintura y acurrucándose sobre sus pechos. -no deberías tener esas marcas.- comentó y entonces aquellos objetos comenzaron a rodear su piel, enrollándose poco a poco y cubriendo todas y cada una de sus cicatrices. 

-son-kun, qué es esto!.- trató de oponerse momentáneamente, pero luego cedió ante tal atención que se le fue dada. -tú hiciste posible esto.- exclamó el joven que porta el mokuton. -tú fuiste quien cambió su forma de pensar...- en unos cuantos segundos, su cuerpo permanecía completamente cubierto y frente a sus rojos ojos, el chico permanecía apreciándola directamente.

-no mereces todo lo que te ha pasado, no mientras estés conmigo.- explicó, no hubo mucho que decir, esas pequeñas manos se posaron en sus mejillas generando calor, mucho más de lo que sus instintos pervertidos traían. -no pensé que te gustara este tipo de cosas.- ante lo que parecía ser un fetiche exclamó, no obstante todo eso se alejaba de la realidad.

-no sé lo que me gusta, pero quiero verte feliz.- exclamó por última vez, luego de eso las raíces comenzaron a alejarse, soltando su delgada cintura, sus glúteos, sus hombros y sus pechos como si nada hubiese pasado, luego de eso pudo notar la mirada fría del chico posarse enteramente sobre ella.

-eso está mejor, eso está mucho mejor.- exclamó, aparentemente sin razón alguna ante sus pequeños pechos, pero no había lujuria en esas palabras, cuando observó su piel pudo notarlo, un sitio sin marcas, completamente liso que en algún punto permaneció así, virgen se podría decir.

-gokú-kun...- susurró cuando no hubo imperfecciones que le avergonzasen. -son-kun!.- repitió una segunda vez, con sorpresa total recorrió cada parte de su cuerpo buscando toparse con una oscura mordida, pero por más que quisiese, eso ya no existía, su cuerpo podría decirse que era perfecto en cierto punto.

-karin no debe avergonzarse, nos gustas tal y como eres, me encantas, pero si esto te hace feliz me basta.- al decir aquello se puso en pie, dejando de un lado el agua caliente y observando la puerta que le sacaría del lugar, pero ante tal muestra de afecto, no tardó mucho tiempo en ser arrastrado por los brazos de karin hacía su pecho, dónde aquella calidez regresó.

-gracias son-kun, gracias!.- decía, queriendo grabar lo mejor que pudiese ese instante. -te amo!.- apretándole como un muñeco dijo esas palabras. En un punto quiso alegrarse, pero sabía que aquellas palabras no eran para él, al final le terminarían repudiando como lo hizo konan, o sintiéndose incómoda como lo hizo Hinata.

-eres muy suave...- solo eso comentó, su mirada descendió sin permitir ver más allá de su gesto habitual, porque sonreía, sonreiría cuando no sabe cómo sentirse. Ante eso ese tinte rojizo apareció junto con ese gesto pervertido que ella trae. -sabes... ese tal Madara nos contó lo que konoha quiso hacer contigo...- lentamente deslizó sus piernas rodeando el torso del saiyajin, quien escuchó atento todo eso. -no tienes que preocuparte de ahora en adelante, no habrá nadie que te quiera utilizar, yo cuidaré a tus hijos...- con ese tono pícaro siguió hablando, mordió su oreja incitando al sexo, sus piernas permitieron que aquel chico estuviese en medio de ella, dónde con solo un movimiento podría hacerla suya.

pero con aquellas declaraciones algo pareció adentrarse en la cabeza del chico, el tono gris esta vez si que le señalaba con algo de intriga.

-Tobi te dijo eso?.- preguntó fríamente, ante esa cuestión ella asintió dulcemente. -pero ya no tienes que preocuparte por todo eso, ahora estamos juntos y no permitiré que te utilicen de esa forma.- comentó, pero inmediatamente el son se puso en pie y corrió hacía su ropa.

-son-kun, sucede algo?.- preguntó confusa ante la repentina acción que evitó tener al chico como ella deseaba. -debes vestirte karin!.- le contestó, arrojó la toalla y con un tono algo preocupado ordenó.

-pe-pero...- dijo ella, no obstante el Son le interrumpió.

 -no hay tiempo que perder, debemos darnos prisa.- comprendió que no jugaba y huía, en realidad parecía que la situación era grave.



a pasos rápidos salían de aquél laboratorio, los contenedores que antes mantenían a los akatsuki se encontraban vacíos al igual que los espacios de trabajo de Kabuto.

-qué haremos?.- la pregunta se dio conforme avanzaban, no obstante las palabras del Son no llegaron y antes de salir del frío lugar, ese homúnculo que carece de calor les bloqueaba la salida.

-te ves extraño, por qué no sonríes?.- preguntó el Setsu. -creí que esperarías un poco más para actuar.- indagó, no obstante la fría mirada del chico pareció no gustarle para nada ese comentario.

-debo ocuparme de otra cosa.- contestó y sus pasos siguieron, no haciendo alguna clase de caso a ese ser manipulador.

-deberías decirme algo, tal vez si hay contratiempos pueda arreglar la situación.- propuso el que es conocido como la voluntad de Madara.

 -no puedes hacer nada, además no tengo tiempo.- sin girarse dio esa respuesta, pero parecía que sus planes se interrumpirían.

-el paradero del ocho colas ya ha sido encontrado.- mencionó, el lucero del son se abrió de la impresión y detuvo su caminar. -Tobi lo capturará tarde o temprano, también ya tiene en la mira a uzumaki naruto, parece que va algo adelantado.- informó, los puños del son se apretaron ante ese cruce de decisiones que se dieron. -Tobi no es el problema ahora, lo tengo más que vigilado.- respondió y siguió, pero no pasó mucho tiempo antes de que el Setsu le hiciese detener otra vez.

-si es así, no te importará que obtenga el rinnegan de Nagato.- ante tales palabras el asombro regresó, entonces bastante atento regresó la vista encarando al Setsu. -parece que eso te interesa más.- comentó después, sonriendo porque su plan podría ir mejor de lo que cree.





los estragos de una gran batalla se mostraban a lo largo del océano, las hojas incineradas flotaban en los alrededores y sobre el reflejo del líquido la figura de un hombre se mostraba, un hombre devastado, un hombre cansado e irritado, que en una de sus manos sostenía la figura de la chica peli azul.

-es precisamente lo que soy...- las palabras fueron arrastradas por la humedad del viento, brisas frías que de vez en cuando escapan del entorno oscuro que las lágrimas de ese lugar ofrecen.

-yo soy oscuridad... y traeré oscuridad a tu tonto sueño.- poco a poco el movimiento de la bella mujer escaseó al igual que el oxígeno en sus pulmones. Aún con ello y por efectos de ese rojo ojo, habló en contra de su voluntad, palabras suaves y bajas, pero que ofrecieron la información que aquel uchiha necesitaba.

No obstante aunque sabía que moriría, no se arrepintió, sus castaños ojos señalaban al cielo despejado que amegakure trae, deteniendo la lluvia que siempre desciende en esa aldea, acabando con la precipitación que la tristeza de su hogar provoca.

-Tenías razón gokú...- pensó, la bella vista se tornó oscura, opacando el azul del firmamento. -pero al fin logré aclararlo, logré aclarar mi sueño.- sus últimos pensamientos eran aquellos, unos que se apagaban poco a poco y el frio de la muerte se sintió cerca. -me pregunto cómo un niño llegó a quererme de esa forma... me pregunto dónde estás ahora.- si alguna vez deseó algo, ese algo desapareció, porque en esa cuestión un nuevo anhelo apareció. Un tono rojizo fue lo primero que se cruzó por su mente y entonces lo recordó, recordó aquella mañana en que se despertó, teniendo a alguien junto a ella después de tanto tiempo y si se llegó a disgustar por ello, posiblemente es porque al final se acostumbró a estar sola, tal vez, ver una vez más a gokú no estaría mal.



-estabas tardando bastante...- la profunda voz del portador del kamui se escucho, sus dedos se volvieron intangibles y en un instante se desvaneció dejando que aquél báculo pasase de largo.

el negro de aquella vestimenta ondeó con el viento, en un instante gokú cargó a la chica en sus brazos y como si el fallido ataque no importase inmediatamente se alejó unos cuantos metros, allí guardó su báculo para después tocar la blanca piel de la chica.

-Konan, estás bien?!.- pudo notarse que su preocupación era bastante respecto a la mujer. -no te preocupes, ya estoy aquí, todo estará bien Konan.- la examinó lo más rápido que pudo, en ese movimiento sintió la oscura humedad que traía encima, el líquido vital que no pensó llegaría a ver escaparse del cuerpo de mujer que tanto amaba, la sangre que se escapaba se llevaba la vida de esa persona.

 débilmente ella abrió sus ojos, no sabría si aquello era una alucinación, los momentos previos antes de pasar al limbo, pero al fin pudo verlo, pudo ver el rojo de esa retina, el rojo que por tres años le llenó de fastidio ahora le traía nostalgia y felicidad, el ver a ambos colores estar en un solo cuerpo le dijo que por primera vez observaba al que debía ser el verdadero gokú.

-idiota...- con voz completamente débil alcanzó a decir y cuando creyó que todo no podría ser extraño pudo ver el tono cristalino de sus lágrimas, lágrimas que se desbordaban. Ni ella misma sabía por qué aquel sentimiento apareció, acaso podría ser que después de todo le falló a Nagato y Yahiko, o por saber que en este miserable mundo hay alguien que la mira de esa forma.

-la verdad pensé que actuarías más rápido.- tras el chico habló, con su tétrica voz.

las raíces acudieron desde las profundidades marinas y cubrieron el cuerpo de la mujer.-si que has conseguido razones para que te mate.- exclamó al encararle, observando cuanto daño Konan le habría proporcionado. -te mataré no me importa que estés en esas condiciones.- sus ojos de colores distintos se dirigieron hacía él.

-por qué crees que quiero enfrentarme a ti?.- indagó burlón. -ya tengo lo que quiero.- explicó después, el genjutsu que puso sobre Konan ya le habría entregado el paradero del rinnegan.

-o acaso quieres matarme por ella?.- interrogó, ladeó su cuello analizando las cosas, aquella preocupación que parecía tener por la mujer ni era algo que pudiese considerarse normal después de haber convivido tres años, no debió pasar mucho para aclarar la situación.

-no me digas que te has enamorado de ella.- esta vez pudo escucharse la total burla que lanzó, no solo a él, porque incluso ese rojo orbe señalaba a la kunoichi de amegakure. -así que el rinnegan no parece ser tu prioridad, me equivoco?.- una barra negra emergió de entre su mano y con ella señaló al Son que un tanto inexpresivo escuchaba los comentarios.

-si queremos a Konan de esa forma no es asunto tuyo.- para sorpresa de la kunoichi esa fue su respuesta, una que parecía alejarse más de lo que en su mente creía.

-vaya, entonces sería una pena si la llego a matar, me pregunto si eso aplica también para la chica hyuga, me pregunto si también harías lo mismo.- el poco rostro que se dejaba ver mostraba las facciones de burla, los ojos del son se entrecerraron ante las amenazas del uchiha.

-así que después de todo me has estado vigilando de cerca.- concluyó el son ante las amenazas del que se hace llamar Madara uchiha, desde que escuchó a karin ya se dio un indicio de todo, pero saber cómo le hizo era bastante difícil ahora. -si es así ya debes saber lo que pasará contigo si planeas hacer algo contra nosotros, atente a las consecuencias uchiha.- amenazó de igual manera, no intimidándose para nada ante la voz del hombre.

-te lo diré una vez, no interfieras en mis planes.- dijo por última vez, se desvaneció en el aire desapareciendo por completo su figura, el rojo sangre de la retina se ocultó y nuevamente se giró hacía donde la kunoichi.

-Konan.- susurró el nombre, sus manos acariciaron nuevamente las blancas mejillas de la mujer.

-por qué...?- ella cuestionó algo molesta, podía notarse fácilmente aunque estuviese débil, pero no hubo necesidad de contestar, porque luego de ello terminó por desmayarse.





la humedad del país reposó sobre su rostro, la cabellera rojiza se dejaba llevar por el viento que chocaba contra ella junto con el paraguas tras su espalda y sus lentes parecían empañarse por la batalla entre su calor corporal y el frio del exterior.

-espero que son-kun esté bien.- karin murmuró. -estuve tan cerca, me pregunto si le gusta mi cuerpo.- pervertidamente seguía pensando, recordando como la piel desnuda de ambos se conectó, a tan poco de posiblemente haber iniciado el coito que podría unirles de forma más íntima. al pensarlo, no evitó acariciar su vientre, en sus adentros, deseando cargar con el hijo de ese chico.

Sus pensamientos iban y venían, observó la piel descubierta de sus brazos. Lisos, con una piel perfecta que podría decirse que nunca fue profanada con tal tortura, ahora el sonrojo de sus mejillas era un tanto más tierno, alejado de los deseos carnales que sobre ella trae.

pero no pudo avanzar, pues unas raíces sujetaron sus pies, el mokuton que ya había visto se presentó sobre ella y la arrastró repentinamente hacía las profundidades de la tierra, siendo transportada a quien sabe donde.


para cuando percibió la luz del sol, ella se encontraba en las afueras de la aldea a la que debía llegar. -hola.- saludó fríamente la voz de su amado que cerca de ella se encontraba, a rápido paso se acercó y le abrazó, hace un par de días que no le miraba.

-son-kun, te extrañé.- saludó, inmediatamente tomó las manos del joven y las puso sobre sus muslos. 

se sentaron frente a aquella aldea unos momentos, detallando lo poco que la limitada visión podía ofrecer. -esto es para ti...- extendió su mano hacia la pelirroja, un puño que no mostraba lo que en su interior aguardaba. -no-no debes ser tan detallista conmigo, con esto es suficiente.- el paraguas que tras su espalda se encontraba para acompañar esa declaración.

-eso es un regalo del otro, esto es mío.- explicó sin girar a verla, no comprendió nada de lo que hablaba se quedó completamente muda.

-conozco todo lo que el otro a vivido porque he visto sus recuerdos, así que también te quiero.- explicó ante el poco caso que la pelirroja le ofrecía. -gracias a ti todo a podido darse, así que quiero que seas feliz.- poco pudo decir antes tales palabras que se le eran dadas, no comprendía en absoluto a lo que él se refería y cuando no pudo dar respuesta alguna extendió su mano.

-algo muy malo va a pasar y no quiero que seas parte de mis acciones, cometeré varios errores y tu no mereces estar para compartir mi destino.- karin, posiblemente la última de las mujeres uzumaki sentía su corazón estremecerse, cuando frente a ella una cadenita colgaba, una cadena que su mayor llamativo era el rojo que bañaba su metal.

-antes de venir aquí me topé con ella, me recordó el color de tu cabello- sus ojos posaban completamente en la aldea que se alzaba más adelante. -son-kun...- no pudo decir más, sus ojos se bañaron en lágrimas que no podrían decirse que eran de felicidad absoluta, estaba feliz, estaba feliz porque nadie nunca le había ofrecido un regalo tan bello, solo él era quien le había regalado algo, entonces al final pareció comprender a lo que se refería, porque tal vez siempre estuvo viendo a dos personas distintas.

-la guerra se aproxima, ni yo ni el otro estaremos ahí para ti, es por eso que quiero que estés bien.- comentó después, con su ojo gris señalando al frente, aún sin ofrecer una mirada. -puedo obligarte, puedo hacer que cooperes porque al final aunque te quiera, no me interesa lo que pienses- siguió hablando, fue entonces que lentamente la señaló con su intimidante mirada.

-pero, quiero saber tu respuesta.- musitó, ella no supo que decir, solo quiso esperar una frase más, unas palabras que se desbordaron de esos labios.

-¿confiarías en mí?.- no era él, definitivamente no era el gokú que conocía, porque en medio de su tétrica mirada pudo verlo, como se contenía al máximo para evitar dejar salir al otro, luchaba por mantener el control de ese cuerpo.

fín del capítulo 57


bien, aquí el nuevo cap y no olviden comentar y votar si les ha gustado.

hoy no hay curiosidades porque me a pereza hacerlas.


hasta la próximaaa

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