Capítulo 52 -

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gokú y el mundo ninja - capítulo 52.

cuando aquel mortal filo cortó el aire sin compasión alguna, él se separó de aquél cuerpo inerte del invocador, su ojo frio como el cristalino hielo le señaló en medio de la polvareda que se desató bajo los pies de todos, donde las serpientes resquebrajaban la superficie con sus largos cuerpos buscando acertar un bocado al resto de pain.

-ese es el amo que siempre he querido ver.- pensó el rey de aquel pequeño ejército, dónde sus rasgados orbes señalaban al cíclope que le había llamado. -siempre he querido verlo actuar de esa forma.- complementó cuando entre risas aquél niño esquivaba las inconmensurables cantidades de hojas de papel que se abalanzaban contra él, blancas que se movían como un banco de peces en las profundidades del océano, lanzando su técnica como en el pasado  se resguarda, dónde el chico de la mirada y cabellera rojiza se enfrentaba a ella. Pero todo esto sería distinto a eso, lo sabía porque ahora aquél que mueve ese cuerpo no es más que alguien quién se deja llevar por lo emocionante que es estar vivo, que ve todo como un juego porque al final ante sus ojos y nada a parte de su propio beneficio lo considera de forma seria, solo un juego.

-mierda, es incluso más rápido que el otro!.- la mujer de cabellera azul aterrizó de nueva cuenta en el destrozado lugar, su jutsu trataba de seguir la silueta del joven que en medio de la cortina de polvo desaparecía y aparecía continuamente.

el resto de cuerpos saltaban y esquivaban los ataques de las serpientes, los ondulados orbes compartían su visión y buscaban una apertura, no obstante el repentino caos parecía poner todo a su contra.

-konan, apártate!.- vociferó el camino de los jutsus robóticos que inmediatamente de entre su cuerpo muchos misiles emergieron, la chica le señaló con sus ojos castaños y luego con sus blñancas alas ascendió por las alturas antes de que todo el lugar fuese estallado inevitablemente.



el impacto pudo escucharse en la lejanía pues fue bastante grande para recordar lo potente que era aquella batalla, pues el rinnegan y el mokuton libraban un enfrentamiento que de seguro sería recordado por siempre, el poder de los considerados dioses del mundo shinobi estremecían la tierra.

-que-qué ha pasado?.- interrogó hinata a una agotada tsunade que jadeaba frente al jinchuriki del kyubi, sudor recorría su frente al ver el estado del discípulo de jiraiya, estático como si el balance entre la razón y el odio estuviese batallando.

la explosión también las había alcanzado, no obstante el jutsu de madera las había cubierto antes de que algo les pasara, era claro que gokú estaba alerta de todo a lo que a su alrededor acontecía, pero ya el panorama era bastante malo como para serle de distracción, tal ves a esto se refería naruto cuando había llegado del monte myoboku.

a la máxima velocidad se agruparon nuevamente, entonces el jutsu del rey del infierno emergió y arrastró al frio cuerpo de yahiko hacía sus fauces.

pero no todo sería así de fácil, porque un destello rojizo apartó todo el polvo del lugar, cortando el viento seco como si fuese una espada aún cuando no tenía filo alguno y con dirección exacta hacía los caminos restantes de pain se extendía a gran velocidad.

-que es eso, acaso esa cosa podía estirarse?!.- interrogó konan para sí misma al ver la gran extensión que ese báculo adquirió en un momento, Con sus castaños ojos buscó el paradero del niño, pero no podría encontrarla inmediatamente, no en medio de la restante polvareda y en las extensiones de aquellas raíces que sobresalían por todo el campo de batalla.

entonces después de varios segundos, al fin pudo encontrar esa cabellera negra, y sin perder tiempo descendió hacia el lugar al tiempo que los pain rompieron la formación, su cuerpo se deformó soltando las láminas blancas que su jutsu lo otorga.

-ya para esto imbécil!.- le ordenó antes de acribillarle con sus shuriken, pero no hubo respuesta y sin más que hacer los objetos atravesaron al chico inmediatamente, deformando aquel extraño clon que solo él puede hacer, donde no es más que un residuo de su velocidad. -pain, cuidado!.- alertó inmediatamente, pero casi al instante más de esas raíces emergieron del suelo bajo los pies de los caminos, punzantes que atravesarían sin compasión alguna a quien sea que se interponga, por ello mismo las marionetas saltaron evitando los ataques, ahora sin el camino que otorga las invocaciones les era más difícil cubrir una gran cantidad de terreno.

el destello plata se pudo ver en varios puntos, las nubes rojas de su capa ondearon con su rápido movimiento hasta que aprovechando la repentina distracción de los cinco pares de rinnegan les burló completamente.

-tú serás el segundo!.- exclamó al oído del portador del jutsu del rey demonio, apenas pudo ver esa risa que se extendía en esa cara que alguna vez fue inexpresiva, nagato pudo verle de esa manera, irreconocible mucho más que antes y luego de ello solo hubo oscuridad en una de sus marionetas.

el aire se tiñó de rojo, los trozos de aquel cuerpo fueron reducidos a nada, la carne y huesos de su cráneo volaban por todo el lugar. -no más reanimaciones!.- clamó extasiado, con su rostro y ropa manchados de ese rojizo líquido e inmediatamente su mokuton hizo presencia, enrollando el cuerpo y destrozándolo hasta no dejar nada reconocible de él.

-ha derrotado a otro pain!.- pensó konan alarmada, pues aquel que había vencido se trataba del camino que restaura al resto de cuerpos caídos en batalla.

-me pregunto quién será el siguiente?!.- tratando de secar la sangre en su mejilla habló, no obstante solo logró esparcirla mucho más,  dañando aún más su imágen.

aterrizó cerca de su báculo, objeto que al tomarlo se encogió inmediatamente. Señalando al resto de pain, comenzó a reírse en tono bajo, tratando de no descontrolarse.

-tanto ustedes como el otro solo son un montón de herramientas.- musitó con ese tono burlón, pero muy bajo, tan bajo que posiblemente ninguno de los akatsuki pudieron escucharle claramente. -incluso yo solo soy una herramienta.- murmuró para sí mismo, palabras que nadie podría escuchar nunca, solo el movimiento de sus labios quedaría en la memoria de todos.

las barras negras emergieron de sus palmas y su vista no se apartó del portador del báculo, aquel que parecía semejarse a un cyborg desató su arsenal de armas y de su cara emergieron otro par de rostros, aumentando la capacidad de visión, no podía hacerse mucho, pues incluso sabía que las raíces se abalanzarían a ellos en cualquier momento.

-no pienso seguir perdiendo mi tiempo.- pain habló seriamente, pareció causar algo de impresión, porque logró borrar esa sonrisa.

el viento volvió a soplar nuevamente, siendo lo único que en ese momento se interponía entre ambos bandos. -manda.- llamó el Son a su invocación que acercando su cuello a su amo decidió escuchar.

-lleva a los tuyos fuera de aquí, ayuda a sacar a los habitantes lo más lejos que puedas.- ordenó con un tono bastante frio, aquella presión que nació en ese instante podía encontrarla en lo más recóndito de sus pensamientos, desesperación, ira e impotencia nació otra vez.-llévate a tsunade y hinata también, diles que me encargaré de naruto de ahora en adelante.- ordenó, sin burla, solo un tono serio fue lo que salió de sus labios al ver formarse ese orbe en medio de esas manos.

-entendido!.- dijo y ordenando al resto de invocaciones salieron del lugar.

-no puede ser, vas a usar ese jutsu!.- exclamó una alterada konan a su compañero. -no te sobre esfuerces!.- siguió hablando, pero la inexpresión de yahiko fue la única respuesta que tuvo.



la sombra de manda trajo frío a la piel de hinata y tsunade, sus fauces se abrieron frente a sus rostros.

-el amo me envía a sacarlas de este lugar.- informó bastante molesto. -pe-pero naruto-kun.- dijo hinata ante ese comentario. -el amo ha dicho que se encargará de él, hay que salir cuanto antes.- mucho más enfadado por las dudas de las mujeres exclamó, pero eso no haría desaparecer ese sentimiento.

-hay que ir.- dijo tsunade tomando la mano de hinata y adentrándose a las fauces de la invocación. -pe-pero...- balbuceó sin poder terminar. -hay que confiar en gokú, es lo único que podemos hacer, posiblemente solo le estemos estorbando!.- con las pocas fuerzas que le quedaban exclamó y arrastró a la hyuga.

-todos, saquen al resto de humanos fuera de este sitio!.- exclamó la serpiente antes de cerrar sus colmillos. -no devoren a nadie, son órdenes del amo!.- y con eso podría saberse que la magnitud de la batalla aumentaría mucho más.







-no sabes a lo que te estás enfrentando, para esto ya!.- habló konan, observando la espalda del chico. -no nos entiendes konan!.- contestó a sus gritos, sin volverse y completamente centrado en los pain que se alejaron dejando solo a yahiko en el lugar.

-y qué quieres que entienda?!.- interrogó bastante enojada. -si no querías que esto ocurriese debiste quedarte en konoha desde un principio!.- añadió después, no tuvo que esperar mucho para poder recibir una respuesta.

-el que hizo todo eso no soy yo, ya lo sabes.- declaró y con algo de enojo clavó el báculo sobre el suelo. -el otro es quien quiere lo mejor para ti, pero yo sé que tú no eres más que alguien vacío, tan vacío como yo, solo sigues un camino ajeno...- informó y sólo pudo ofrecerle una última mirada.

-y si es así, solo te aprovechas de los sentimientos del otro, porque aún cuando te dijo que todo lo que hacía era por ti, no fuiste capaz de responder su pregunta.- no hubo más intercambio de palabras ni cruce de miradas, él apartó su retina plata de la peliazul que tampoco pudo responder, se quedó sin palabra alguna en su boca.

- y además te equivocas.- susurró señalando a yahiko. -sé perfectamente a lo que me enfrento.- su pupila se encogió al ver aquel orbe emerger en medio de las manos de pain, oscuro y pequeño, que elevándose por los aires daría inicio al una de las más poderosas técnicas del sabio de los seis caminos.

-chibaku-tensei!.- tanto pain como yahiko exclamaron al unísono, una palabra que desprendió la tierra bajo los pies de todos, una fuerza tan poderosa que no podría haber resistencia alguna que se le opusiera.

konan salió del sitio antes de que fuese afectada por el jutsu, aquellos que alejados observaban la destrucción pudieron admirar la gravedad invertida sobre ellos, las montañas más cercanas, los árboles e incluso los escombros de la destruida konoha empezaron a elevarse hacia el núcleo de la técnica.

-vaya, ahora si que puedo decir que esos ojos se parecen a los que recordamos.- habló elevando su vista hacía las nubes. pain se mantenía inexpresivo que frente a él seguía manteniendo el jutsu, poco a poco los pies del chico también comenzaron a separarse del suelo. -puedo recordar lo que ese día pasó.- la sonrisa volvió a nacer, los inconmensurables montículos de tierra se agrupaban y se compactaban en los alrededores del poderoso jutsu. -puedo recordar sus lágrimas con claridad, puedo ver a kaguya.- murmuró, quien sabe por qué decidió ser arrastrado por la técnica, tal vez solo así podría saber lo que esa mujer sintió.

-qué es eso?.- en la lejanía las personas observaban anonadados tal demostración de poder. pain, aquel que se consideró dios parecía hacer verdaderas sus palabras y el paradero de aquél que porta el báculo era desconocido, lo poco que quedaba de konoha también había desaparecido, más lamentos y lágrimas se eran entregadas al pueblo que había dejado de existir.

-gokú...- ino musitó, cruzó sus dedos deseando que él estuviese bien.

-padre, crees que gokú-nee esté bien.- tsuyu interrogó a manda que al igual que el resto de invocaciones observaban la gran esfera que crecía cada vez más.



-son gokú....- konan musitó, frente a ella la técnica que en mitos se relataba fue utilizada para crear la luna, una manera de explotar el poder de rikudou sennin, pero a su vez la vida de su último amigo y de quien sigue su voluntad.

-todo ha terminado.- exclamó nagato cuando konan regresó a su lado. -he superado el obstáculo!.- afirmó, sangre se escurría por sus fosas nasales, goteando y poco a poco formando un charco rojizo bajo él.

-el kyubi será nuestro.- complementó, jadeante, quién habría pensado que gokú le habría empujado hasta estos extremos, en el ahora mucho más inmenso cráter de konoha los cuatro cuerpos restantes de pain se reunieron nuevamente, dónde la prisión del kyubi seguía intacta. -uzumaki naruto ha sido capturado.- declaró el hombre de cabellera naranja, sus pesados y lentos pasos le conducirán a las ya 8 colas de la bestia, las dudas no nacían en él, porque tenía más que claro su camino.

pero de la nada el panorama se tornó tranquilo, el chakra rojizo de la bestia se evaporó en unos contados segundos y luego lo que el viento hizo ondear fue esa ropa naranja y esa rubia cabellera, unos ojos azules señalaban a los cuatro pares de rinnegan que detuvieron su trayecto ante tal inesperado evento.

-parece haberse librado de sus dudas.- murmuró junto con su razonar al ver el cuerpo del gennin de konoha libre del pesado chakra del kyubi. -esto pone las cosas más sencillas.- susurró, pues el lidiar con tan descontrolado poder no sería una molestia, no obstante nada de lo que creía posible se daría, el crujir de la tierra estremeció los cielos, como un rayo que azota antes de la fuerte tormenta, los escombros descendían bruscamente, solo anunciando que la batalla aún no había terminado, que el portador del báculo sería mucho más difícil de detener.

-gokú...- konan susurró, preocupada y confusa, por primera vez no sabía que hacer, el seguirse enfrentando no parecía ser una buena idea, porque pudo verlo en esa última mirada, como incluso ir en contra de ella le hacía sufrir, pero además todas esas palabras que le ofreció parecían ser verdad, porque ella ya se había hecho esa misma cuestión antes de salir de amegakure.

el viento empujó brutalmente, la esfera de tierra se rompió en dos y de su centro el niño descendía sin rasguño alguno, alivio a muchos corazones era lo que su aparición trajo y el objeto que eclipsaba el sol se desmoronó completamente minutos después.

-gokú.- naruto susurró al ver esa figura posarse nuevamente en el suelo, toda la catástrofe que a sus alrededores se mostraba parecía ser obra de él y pain, no en un intento por destrozar aún más su pueblo, si no en una batalla.

-parece que al fin te has calmado.- exclamó sin girar a ver al rubio, confrontando la mirada violeta de los cuatro hombres restantes. -qué es lo que harás ahora uzumaki, el destino de konoha depende de tu respuesta.- siguió explicando con esa risa plasmada en su rostro.

entonces la vista del uzumaki se agachó, recordando completamente el rostro del cuarto hokage, un hombre valiente y fuerte, un excelente ninja y líder, pero  sobre todo... su padre.

sus manos temblaban, pues el saber que ese hombre siempre estuvo con él aún estremecía y llenaba de felicidad su corazón, lo había visto en el interior, evitando ceder al poder del zorro y ayudando a borrar las dudas que le traían confusión.

-no me rendiré ante nada.- contestó inmediatamente y al fin levantó la vista. -no voy a ceder ante cualquier obstáculo, no faltaré a mi camino ninja.- siguió anunciando con fuerte voz, pero aún sabían perfectamente que no terminaría ahí. -yo... yo heredare la voluntad de mi maestro!, mi nombre es naruto uzumaki!.- vociferó con fuerza y apretando sus puños declaró muy decidido, palabras que trajo alivio al corazón del saiyajin, lo pudo notar cuando ese orbe plata se cerró con lentitud. -eso es bueno, eso me basta naruto.- le dijo suavemente.

-crees poder derrotar a pain tú solo?.- preguntó esta vez dejando aquél tema de lado, porque ya no debería indagar más en ello.

 -tengo la técnicas del sabio pervertido, pero necesito tiempo para eso, he gastado todo el senjutsu que me quedaba.- explicó y gokú asintió. -jugaré un rato más con él, lo que hagas en ese lapso no me interesa.- dijo y comenzó a caminar hacía los cuatro caminos.

-como te opones a la voluntad de dios es de admirar.- habló yahiko al saiyajin que reanudaría el encuentro.

-siempre me opuesto a esas cosas, esa es mi razón de existir.- sin detenerse contestó, su brillo grisáceo le señaló directamente y luego desapareció nuevamente de su doujutsu. -yo odio a Dios!.- esta vez con rabia total exclamó apareciendo en medio de los cuatro, el viento a su alrededor giró contra las manecillas del reloj y como si se tratase de una variante de las técnicas de pain, todo a su alrededor estalló de forma brutal.

-shinra-tensei?!.- interrogó pain ante ese inesperado jutsu, que emergió del cuerpo del joven akatsuki.

-si dios existe, juro que lo mataré!.- declaró enviando a estrellar a todos los cuerpos restantes, esta vez corriendo hacía el camino humano, listo a aplastar al más débil.

-bansho tennin.- al reincorporarse yahiko exclamó y apuntó hacía el niño veloz que se acercaba hacía su otra marioneta y con todo su poder detuvo su camino.

el jutsu le atraía inevitablemente hacía el alumno de jiraiya, el camino robótico se incorporó también y desató una gran cantidad de misiles hacía el cuerpo del chico.

-idiota!.- chilló entre risas e hizo emerger el mokuton bajo el suelo enrollando completamente al camino de la risa burlesca. -ahora serás tú!.- vociferó y sin piedad alguna hizo trizas al hombre calvo y en ese mismo instante se convirtió en aquel clon residual, que se desvanece al instante.

-ha escapado.- razono yahiko y saltó para no ser afectado por el mokuton del chico, pero lo que no se esperó fue encontrarse a su compañero en las alturas, ofreciendo el mismo gesto. -desaparece!.- exclamó y de su puño una gran corriente de aire nació, una distorsión que pareció incluso convertirse en un dragón dirigido hacía el tercer alumno de jiraiya.

-será inútil!.- exclamó el camino que absorbe chakra y en un rápido movimiento se posicionó al frente para desaparecer la técnica, pero lo que no sabía es que aquello no era un jutsu ni mucho menos había sido formado por ninjutsu y sus intentos fueron nulos y con ello la confusión nació al ser arrastrado por la técnica que inevitablemente le mataría.

la liberación de la presión destrozó todo de él, su cuerpo pudo escucharse crujir junto al impacto que liberó enormes cantidades de aire recomponiendo la presión del lugar y con ello el cuarto camino fue derrotado.

-eso fue extraño.- comentó el Son al ver esa estúpida manera de perecer. -bueno, solo quedan 2 y ya sé quien seguirá ahora.- descendiendo de las alturas observó al camino humano.

-así que ese esto el poder de un dios?.- preguntó, tanto yahiko como el camino restante escucharon esa cuestión sin ofrecer respuesta alguna. -es una decepción total, me he divertido, pero ya se está tornando aburrido.- y señaló al penúltimo camino con su pequeño dedo. -y tú eres el más débil.- y antes de que pudiese contestar a esa declaración esa persona fue arrastrada por voluntad del niño, así mismo como si fuese algún portador del doujutsu violeta, incluso naruto en la lejanía se asombró, cuando gokú tomó su báculo antes de recibirle y sin dudarlo atravesó el objeto en el cráneo de esa marioneta humana, salpicando aún más de sangre y trozos de carne su ropa y rostro.

-si es así, yo también puedo considerarme un dios no crees?!.- maniáticamente habló enterrando su arma en el suelo acompañada del quinto camino que acababa de derrotar.

fin del capítulo 52.

Bien gente, aquí el nuevo capítulo.

Comenten y opinen si les ha gustado.

Curiosidades:

-naruto hace su encuentro con su padre al igual que en la historia original.

-goku menciona que odia a dios, posiblemente porque si existe alguno debe ser a causa suya de que esté condenado a una miserable vida.

-se menciona que aunque quiera a konan, no le importa el ir en contra de ella, tal vez ya que pudo ver qué esa mujer solo sigue a yahiko y no tiene un propio camino, mencionando que se aprovecha de los sentimientos del otro kokun.

-goku recuerda a kaguya por el chibaku tensei con el que fue encerrada.

-konan desconocía totalmente que el báculo podía estirarse.

-goku se cuestiona si él también podría hacerse llamar un dios, lo demuestra al copiar las técnicas de pain más de una vez.

Bien, esto es todo por ahora, pronto publicaré el siguiente así que estén pendientes.

Hasta la próximaaa.

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