Capítulo 46 - Hinata

todo lo relacionado con el manga de naruto y dragon ball no es propiedad mía, los créditos son para sus respectivos creadores.

gokú y el mundo ninja - capítulo 46.

sus ojos miel observaron directamente a su maestro, pero en ese encuentro no había nostalgia ni felicidad, solo indiferencia y objetivos distintos.

-vaya, había pensado que el líder de akatsuki se trataba de ti konan, pero por lo que he averiguado es ese tal pain.- con una sonrisa desafiante habló a konan quien le observaba inexpresivamente desde el aire.

-pensé que estaban todos muertos, donde están los otros?.- la lluvia azotó con más fuerza, de la boca de la bella kunoichi no salió ninguna palabra, porque la respuesta había llegado sola.

-así que ese tal pain es uno de ellos.- concluyó en un susurro.

-a qué has venido maestro?.- demandó konan con fuerte voz, ante ello el sanin de los sapos no evitó sonreír como usualmente lo hace.

-bueno, he venido a muchas cosas, pero una de ellas se relaciona a ti.- una ceja de la peliazul se levantó en señal de confusión, porque si se refería a akatsuki no debería darle tantas vueltas, pero pronto dejaría esa forma de pensar en el pasado.

-necesito hablar con son gokú, supongo que debes conocerlo!.- añadió después y aunque konan se mostró tranquila para el sanin estaba bastante claro que debía de saber quien era.






kiba, naruto, sakura, shino, kakashi, yamato, sai y hinata detuvieron en seco su trayecto cuando le vieron frente a ellos.

 su negro cabello ondeando con la brisa, imponiendo con el nombre que de seguro ya estaría grabado en toda konoha, pero la verdad es que ahora ni con ello podrían reconocerles, ese no era gokú, aquella retina no debía pertenecerle al igual que esa forma un tanto extraña en que observaba a todos, pero en cierto punto su mirada se conectó con la de hinata, el oscuro cielo soltó un fuerte rayo que deslumbró todo a su paso, sus manos temblaron cuando por más que le mirase no pudo reconocerle, se acostumbró tanto a ese rojo color de su cabello que verle ahora de esa forma se podía decir que tenía a alguien totalmente distinto al del día de ayer.

el silencio reinó después de ese desate de ira que el cielo ofreció anunciando la lluvia que se avecinaba muy pronto.

-que rostros tan familiares, acaso no están feliz de este encuentro?.- se expresó con una sonrisa a todo el grupo, tobi observaba desde la lejanía algo enojado, porque sus planes habían dado un giro total.

-por qué están asustados?, acaso tienen miedo de vernos?.- interrogó mostrando burla a konoha.

-son-kun, qué te ha pasado?.- susurró hinata retrocediendo, ese ojo que le miraba definitivamente no eran parte de los orbes que la apreciaban, podía sentir más de esa locura en el fondo de la retina gris, le desconocía en su totalidad.

-oye, de qué te ríes?!.- bramó naruto ante esa expresión. -crees que caeríamos en tu trampa, no somos estúpidos, no tenemos tiempo que perder!.- vociferó ante su ex-compañero que borró completamente el gesto de su rostro.

-sasuke está en camino de encontrarse con su hermano, por muchos motivos no podemos dejarles pasar, así que deberán dar media vuelta y marcharse.- su imponente tono emergió y su desinterés nació, como si fuese un fantasma con expresión totalmente carente.

-no puede ser nuevamente vas a interferir?!.- exclamó kiba bastante molesto, aquella declaración llamó bastante la atención de gokú.

-no tengo asuntos con konoha, pero si intentan pasar los mataré y esta vez no será una broma.- afirmó en tono rasgado, naruto apretó sus dientes de la rabia, debía de seguir sea como sea, no convencería al saiyajin de regresar, pero aún podía hacerlo con sasuke si podía alcanzarle.

-esto es absurdo, crees que por ser un criminal obedeceremos tus órdenes, no nos quedaremos a ver tu cara, tenemos una misión que cumplir!.- un molesto kiba habló, kakashi descubrió su sharingan dispuesto a continuar con el camino, pero contrario a molestar al chico pelinegro, solo hicieron nacer su desquiciada sonrisa.

-entonces por qué no tratas de matarnos?, ese también es tu trabajo no es así ninja de konoha?.- propuso nuevamente en tono burlón cosa que cerró la boca del inuzuka y su perro se escondió tras él en señal de temor absoluto.

-no podemos perder el tiempo y no seas tan arrogante.- habló en vos baja el joven aburame lanzando contra él una inmensa cantidad de insectos.

-no, alto!.- hinata quiso detener todos los ataques de sus compañeros, pero no podría hacer nada.

-ahora, todos avancen!.- el inuzuka anunció siguiendo al frente sobre su mascota, tanto naruto como sakura le siguieron.

-no, alto esperen!.- advirtió el portador del mokuton, los insectos volaron tratando de rodearle y confundir al akatsuki, kiba pudo incluso despedirse del criminal pero todo no sería tan sencillo y lo sabría en ese instante.

-kiba, cuidado!.- gritó kakashi, su sharingan deformó sus aspas para ayudarle, pero incluso para su potente vista fue muy rápido y el trayecto de kiba se detuvo completamente y ardor se produjo en su pecho. 

-ki-kiba-kun!.- clamó hinata, el castaño se encontró inmóvil y suspendido en el aire, el líquido se acumulaba en su garganta e instintivamente tosió una y otra vez la roja sangre, su ropa se tiñó de ese mismo color y desde la altura goteó sobre la verde hierba del lugar.

-les dije que los mataría, lo consideré contigo solo porque eres un amigo de hinata.- la voz se escuchó tranquila dentro del enjambre de insectos, todos temblaron ante tal escena, porque el inuzuka se encontraba atravesado por aquél báculo, mismo que le llevó hasta el tronco de un árbol y por aquella fuerza bruta se introdujo en la corteza dejando al joven shinobi colgando del objeto, el ojo plata brilló en medio del cúmulo de insectos y momentos después todos y cada uno se incineraron en un instante, como si alguna extraña clase de calor emergiese del cuerpo del son.

fue cuestión de tiempo que de la boca del inuzuka nacieran desgarradores gritos, uno de sus pulmones había sido perforado y su vital líquido se deslizaba por la superficie del objeto, ya debían saber que tratar de jugar con el chico saldría caro y mucho menos con aquel que controla el cuerpo esbozando una sonrisa.

-kiba!.- preocupación se pudo escuchar en kakashi, su ojo disparó inmediatamente su técnica ocular y en unos segundos el báculo que le había herido desapareció y le hizo descender al suelo, tanto sakura como shino corrieron en su ayuda.


-esto nos recuerda a ese día ¿no creen?.- añadió después despreocupadamente mientras tomó asiento en el verde pasto del lugar, no tomaba en serio a ninguno de los ninjas frente a sus ojos. -muchos de ustedes nos evitaron a toda costa llegar a la torre del hokage, puede decirse que ahora solo les estamos devolviendo el favor.- sus dientes relucían con la sonrisa maniática que ofrecía, en ese instante recordaron aquella tarde, donde hiciesen lo que hiciesen no pudieron detenerle.

a rápida velocidad el rubio descendió de las alturas, la técnica que comprime y rota el chakra destellaba en sus manos, pero antes de siquiera hacer contacto las raíces le detuvieron y le sujetaron de brazos y piernas.

-no puedes vencerme naruto.- sin girarse aclaró, muchos no le atacarían, porque una aldea entera lo intentó y no hicieron nada. - y creeme que no estamos de humor para tolerar tus caprichos, konoha ya nos ha causado muchos problemas.- declaró con fastidio, su ojo plata se entrecerró y momentos después se escuchó gritar desgarradoramente al uzumaki, pues las raíces jalaban con fuerza cada extremidad, dislocando cada articulación y desgarrando la carne sin piedad alguna.

-na-naruto-kun!.- gritó la hyuga y frente a sus ojos el cuerpo del uzumaki fue despojado de la mayoría de sus extremidades, donde gokú no mostró expresión alguna por actuar de forma horrorosa, pero ¿por qué habría de hacerlo?, si todo lo que quedaba de aquél clon se convirtió en una nube de humo que se desvaneció junto con el jutsu.

-creeme, que no me importa si eres un clon o no naruto.- aclaró girando a ver hacía unos arbustos. -puedo matarte de la misma o peor forma!.- nuevamente reía con cada palabra que de su boca salía, en ese momento el resto de shinobis se prepararon.

-eres un infeliz, de qué putas te ríes?.- la desgarradora voz de sakura mostraba el asco que tenía a esa sonrisa. - trataste de secuestrar a hinata-san, esto es distinto!.- reclamó y como si hubiese ofrecido un grave insulto gokú borró su sonrisa, hacía lo que podía al tratar de curar la herida del inuzuka, y solo sentir burla le fastidiaba las cosas.

-vaya, me asombra lo ignorante que puedes llegar a ser.- contestó el saiyajin ante ese comentario. -casi puedo decir que estás al nivel de naruto, pero que se podía esperar de konoha.- levantó sus hombros y cerró sus ojos.

-de que estás hablando!.- dijo sakura, pero tanto yamato como kakashi se posicionaron al frente evitando causar más problemas de los que ya traían encima, gokú solo sonrió nuevamente.

-siempre tomado control de la situación kakashi, ¿quieres dejar a tus alumnos atados a esa inmundicia?.- sobra decir que su bipolaridad solo anunciaba que tan enserio se tomaba las cosas, para cuando su ojo se abrió nuevamente pudo observar a todo aquel equipo listo para seguir cueste lo que cueste.

-go-gokú-kun!.- hinata trató de seguir al frente, pero kakashi le sujetó de su hombro evitando que caminase hacía él.

-no digas nada, este no es el gokú que conocemos hinata!.- clamó con preocupación kakashi, porque esta vez el negro de su cabello se tornó un tanto plateado como la retina que señalaba locura.

-este es... el gokú que destrozó konoha antes de huir!.- confesó yamato, ambos jounins se pusieron al frente, eran de los pocos que le vieron matar sin piedad alguna, pero esa conclusión no pudo estar más alejada de la realidad.

-por qué haces esto?!.- dijo naruto emergiendo desde el arbusto en el que se escondía. -por qué sigues en akatsuki y por qué nos alejas de sasuke?!.- vociferó con voz de rabia, en ese momento comprendieron que aquel que se encontraba junto a ellos era también un clon y sin pedir permiso naruto ya estaba haciéndose cargo de la situación, pero pese a la rabia que presentaba solo parecía divertir aún más al pelinegro.

-por qué?.- repitió la cuestión en voz alta. -es porque queremos ser felices...- respondió entrecerrando su orbe.

un segundo destello arremetió cerca del lugar, los fuertes rayos abundaban más en la zona y la lluvia comenzó a caer en pequeñas gotas que solo eran el inicio de la precipitación que se avecinaba.

-y crees que en akatsuki vas a lograrlo?.- preguntó yamato, él mejor que nadie sabía que esa no era una salida, pues de no ser por kakashi el seguiría bajo manos de raíz.

ante ello la sonrisa del saiyajin se desvaneció, parecieron tocar un tema delicado.

-es solo porque estás a gusto cometiendo crímenes?, o ¿en realidad eres feliz?, el disfrutar de este mundo fuera de konoha y de esta manera solo dice la clase de persona que eres, acaso este es el verdadero tú?.- esta vez kakashi tomó la palabra, el sensei que se le fue asignado y el primero que le mostró el mundo sería el más capacitado para entablar conversación con él, todos guardaron silencio.

-traes sufrimiento a gente inocente, personas que te quieren y piensan en ti, crees que el tercer hokage estaría orgulloso de esto!?.- su fuerte voz quiso traerle a la realidad, el silencio parecía ser una prueba de que lo estaba logrando.

-entendemos todo lo que konoha te hizo, pero esto no es razón para actuar de esta manera.- siguió diciendo, no obstante en un instante el rostro del chico mostró ira absoluta, molestia total.

-¡CALLATE!.- vociferó  con todas sus fuerzas y las raíces tomaron a kakashi enrollando su cuerpo. -¡konoha nos arrebató todo, konoha nos quitó a hiruzen y konoha nos mintió, no tienes derecho de decirnos eso, porque tú eres parte de ellos!.- clamó al peliplata y sin piedad alguna le azotó contra los árboles más cercanos.

-kakashi-sensei!.- gritaron todos los jóvenes y sin pensar bien la situación corrieron hacía el saiyajin dispuestos a atacar, pero de su cuerpo emergió alguna especie de presión que les golpeó fuertemente arrasando con todo el claro y con los que se encontraban ahí, incluso yamato quien corrió para ayudar a su sempai no pudo defenderse, y en un instante todos y parte del escenario terminaron reducidos a escombros, todos a excepción de hinata.

pero aunque se hubiese enfadado, su risa nació otra vez, bufándose de toda la destrucción que había causado, pero no podía evitarlo, así había vivido quién sabe cuánto y no era problema para él ser de esa forma.

-es curioso, incluso la razón por la que estamos aquí es gracias a konoha.- comentó en voz baja y luego la débil lluvia se convirtió en una tormenta fuerte que bañaba los cuerpos inconscientes de todos.

-por qué...- musitó la ojiperla anonadada por lo que acababa de pasar, gokú no se atrevió a señalarla, solo observaba el entorno. -por qué  no te enfadas conmigo gokú-kun!?.- le reclamó, parecía descargar su ira en todos a su alrededor, pero simplemente se veía incapaz con ella, porque mientras todo el escenario era una desgracia, ella seguía intacta.

-vete hinata, ya te hemos hecho mucho daño y tú nos has hecho sufrir.- sin burla alguna exclamó, podía sentirse como esperó a que todo estuviera en calma solo para decir eso, la lluvia azotaba con fuerza y sin piedad, solo haciendo ver más miserables a ambos y el estar juntos en ese clima pareció traer un recuerdo.

-todos ríen, incluso cuando llueve.- comentó el chico de la oscura vestimenta, levantó su cabeza para observar el firmamento sobre él, por un instante su orbe derecho se abrió mostrando el color rojizo que le baña, entonces hinata creyó tener y escuchar al gokú que conocía nuevamente.

-no soy feliz, pero sé que al final de este camino podremos sonreír de verdad, hasta entonces solo nos queda disfrutar de nuestras desgracias, si reímos no estaremos tristes, no importa si llueve.- casi perdió el conocimiento de lo que decía, cuando la imagen de la kunoichi de amegakure se mostró en su mente su ojo rojizo se volvió a cerrar, después de esto podría seguir tranquilamente, pero cuando sintió esa calidez en su cuerpo recordó a kaguya, posiblemente porque la chica que se asemeja en sus orbes le abrazó repentinamente con fuerza.


-gokú-kun, gokú-kun...!- ambos se habían lastimado mutuamente, pero si algo comprendió en su viaje con karin fue que pese a todo el odio que tenía encima no podía culpar a hinata, ino lo mencionó más de una vez y la palabra se la grabó en su mente para no cometer errores más de una vez, él era un monstruo.

-lo siento, siento lo que te hice, discúlpame por favor.- ella se recostó en el suelo y se aferró a su pecho con fuerza.



-yo no soy a quien quieres hablarle, solo soy un recipiente.- confesó cuando sus labios estuvieron cerca. -te amamos, pero el tenerte cerca nos mata lentamente, el solo estar cerca de konoha es un peligro para nosotros.- explicó reflejándose en esos orbes grises, entendía las razones de querer a la mujer frente suyo, al final no culpaba al otro por haberse enamorado de ella.

-no entiendo, de qué estás hablando?.- preguntó. -te amamos, pero también te odio.- con voz rasgada confesó a la chica que abrió sus ojos de par en par, era algo que se esperaba, pero hasta no escucharlo directamente de su boca no podría sentir el dolor en su corazón.

-te odio, te odio tanto como tú nos odiaste en ese momento, cuando nos viste bañados en sangre y no hiciste más que gritarnos, decidiste quedarte en esa aldea que trató de utilizarnos como un arma, nos engañaste, de no ser por konan ahora estarías muerta!.- bramó con furia total y sus cabello se tornó plateado momentáneamente, las raíces emergieron y como si fuesen serpientes hambrientas se abalanzaron hacia él.

-gokú-kun!.- dijo ella, pero las desquiciadas risas resonaron con fuerza en todo el gris lugar. el dios árbol calmó sus extensiones y se detuvieron antes de tocar su piel.

ella agachó su cabeza y lentamente abrió su chamarra, donde pudo verse un pequeña cadena que sostenía la figura de una media luna, plateada que reflejaba la luz del sol y el destello se alzaba en la oscuridad de la tormenta que azotaba con sus rayos.

-eso es...- dijo el chico y sin poderlo evitar abrió su ojo izquierdo.

-siempre lo he tenido desde el día en que me lo diste gokú-kun, aquel día te prometí que te esperaría y rompí esa promesa, me odio por eso.- ella explicó apretando el objeto entre su mano, se cuestionaba como pudo llegar a ser tan cruel.

-tenía miedo, creí que habías matado a asuma-sensei y también a los monjes de aquel templo junto con el guardaespaldas del señor feudal, todos te tacharon de un criminal y yo no les creí, hasta que atacaste de esa forma a la aldea.- dio una pausa y se inclinó un poco por la baja estatura del chico y en un delicado movimiento ella apegó su frente en la suya.

-¡no pude explicarles y cuando te ví de esa manera la única solución que encontré fue creerles!, ¡no tuve en cuenta tus sentimientos y no volveré a dudar de ti!.- entre lágrimas trató de explicarse, el son permanecía con su vista vacía observando ese regalo que más que recordarle esa época, solo le recordaba a alguien más.

-por favor, ven conmigo, ¡tu no eres esto...!- le dijo al pelinegro quien parpadeó más de una vez y con algo de fastidio se separó bruscamente de ella.

-no soy esto?.- preguntó levantando una ceja. -después de lo que acabas de decir crees saber quien soy?.- en tono bajo y rasgado demandó, esta vez fue solo el lucero rojizo que le señaló, porque seguramente aquel que no siente nada por su pasado le confrontaba.

-¿alguna vez me conociste en realidad?.- volvió a preguntar donde aquellas declaraciones solo dejaban sin palabras a la hyuga. -si careces de respuesta no te preocupes, yo puedo dártela hinata.- algunos momentos de silencio consumieron la boca del chico a la vez que ella aguardaba su declaración, estaba claro que le costaba adentrarse a esos recuerdos sin emoción alguna, porque él carece del aprecio que le tenía a la hyuga.

-nunca me has conocido, no sabes quien soy, así que no digas estupideces ahora.- su mirada fría y su rostro inexpresivo acompañaron esas palabras que golpearon a la hyuga sin compasión alguna y lo poco que pudo hacer fue retroceder.

antes de poder decir o reprochar algo más, la figura de aquel enmascarado se hizo presente, su rojo sharingan brillaba y se posó a un lado del pequeño akatsuki.

-hay que marcharnos son gokú, hay mucho trabajo que hacer.- con su imponente voz exclamó dejando su tono insoportable que suele utilizar, los ojos del saiyajin se cerraron para apartar la luz del lucero que se asemeja a la sangre misma y dio el relevo a su contraparte.

-si, hay que marcharnos.- dijo en un susurro y después de dar media vuelta comenzó a alejarse.

-e-espera gokú-kun!.- gritó e hizo detener los pasos de gokú nuevamente.

-regresa a konoha, regresa conmigo!.- suplicó en el llanto que mantenía y trató de correr para detenerle. -detente hinata!.- habló fría e imponentemente deteniendo el trayecto de la hyuga. -yo no pertenezco ahí y aunque fui feliz en algún momento ya todo terminó, el estar junto a ti y el verte nos alegran, pero solo nos haces daño.- explicó y su paso se reanudó.

extendió su mano hacía donde él se encontraba, quería detenerle pero eso ya era imposible.

-debimos alejarnos desde ese día, nunca debiste buscarnos ese día, siempre haces las cosas más difíciles para nosotros, pero después de todo creo que lo vale, porque nos abriste los ojos.- declaró, por su forma tranquila de hablar se intuía que nuevamente se tornó bipolar, tal vez el manejar tantas emociones le causaba esa personalidad y en parte tenía razón.

-ahora te vemos diferente porque nosotros te conocemos y parte de nuestra felicidad regresó aquel día.- continuó su camino, pero lo último que dijo fue tan imperceptible que la precipitación y el viento ocultaron casi por completo esas palabras.

-porque yo admiro la lluvia.- 







la hyuga parece una molestia para ti, no deberías tener distracciones son gokú.- dijo el enmascarado, aquello hizo detener los pasos del pelipunta o al menos de aquel que controla ese cuerpo.

-llega a tocarle un solo cabello... y juro que te mato.- con su frío y rasgado tono amenazó y siguió avanzando.



-qué es lo que necesitas de son gokú, acaso quieres que regrese y destruya konoha sensei?.- konan cuestionó levantando una ceja.

-vaya, a parte de ser muy guapa no me digas que te preocupas por el chico, pero es de esperarse, siempre fuiste la más amable!.- con su tono sonriente siguió comentando, pero ninguno de esos halagos parecía cambiar la expresión de konan.

-por qué habría de preocuparme por ese niño y por qué él querría hablar contigo, piensas que irá a konoha después de lo que le han hecho?.- interrogó, sus mortales hojas de papel se prepararon para el ataque.

-quien sabe, no pienso hablar con esto a alguien que no se preocupa por él ni mucho menos a una integrante de akatsuki, porque si algo sé, es que lo que hacen y cómo utilizan a son gokú está mal.- esta vez el tono de jiraiya se tornó un poco más serio, listo para confrontar a su estudiante, no obstante aquella batalla debería librarla alguien más.

-eso solo lo decido yo.- una imponente voz resonó en cada sitio húmedo de esa parte de amegakure, el rinnegan destelló su tono violeta, intimidante y frío como la lluvia de esa aldea. -son gokú es y será un valioso miembro de esta organización, nosotros no le utilizamos, él sirve a akatsuki.- cuando su figura se mostró, comprendió que los lazos que su amigo formó en aquel lugar eran mucho más fuertes de lo que konoha había ofrecido.

fin del capítulo 46.

bien gente, aquí el nuevo capítulo.

espero que les haya gustado y no olviden votar si es así.

también no olviden dejar sus opiniones respecto al cap que lo hice un poco más largo de lo normal para no saltarme nada de lo que quería mostrar.


curiosidades:

gokú se refiere en plural cuando se trata de algo que les haya acontecido sucedido o esté pasando, pues comparte la misma emocion del otro, no obstante también tiene sus propios asuntos, como cuando dice que odia a hinata (refiriéndose solo a él y no a ambas personalidades)

aquí se muestra el espoiler dado en el capítulo 10, donde se muestra a gokú rechazando a hinata por alguna razón, misma que se explica aquí, también se descubre el regalo que le dio a su "esposa" hace tres años, y por lo que se dice hasta que lo compró aún pensaba en kaguya cuando veía a la chica, de ahí que le diese un colgante con forma de luna.

por lo visto tiene menos aprecio por los objetos que caracterizaban a su contraparte, pues no mostró interés cuando kakashi absorbió su báculo.

aunque es algo más infantil y vé todo desde una perspectiva distinta, es aún más sádico que el kokun normal, se mostró en la forma que hirió a shino y descuartizó al clon de naruto declarando que si fuese el original no habría cambio.

tobi declara que el deshacerse de hinata le librará de las molestias que le causa, posiblemente para alejarle totalmente del lazo que aún le une a konoha.

el que confronta a hinata es el gokú que controla el cuerpo inicialmente.

se confirma que si llegó a amar a la ojiperla y no fue solo confusión.

bien, esto es todo por ahora, en el siguiente capítulo se mostrará que tanto konan como el kokun son más cercanos de lo que se espera y que el encontrarse y conocerse no solo fue obra del destino.

hasta la proximaaaaaaaaaaaa

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