Capítulo 25 - Equipo 7.

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gokú y el mundo ninja capítulo - 25

--bien, hay que dar alguna propuesta, el encuentro con el espía de orochimaru es de gran importancia, deberían dejar que mis hombres tomen la misión, no digo que el trabajo del equipo 7 liderado por kakashi hatake haya sido malo, es solo que por las condiciones en las que el grupo se encuentra actualmente no deberían involucrarse.-- las palabras de danzo fueron claras, frente suyo la princesa tsunade escuchaba todo con tranquilidad, sus ojos estaban cerrados, pero aunque incluso el resto de concejeros apoyen a danzo ella no se seguiría ordenes así como así. --¿de que hablas?.-- contestó. -- naruto está bien, puedo decir lo mismo de sakura haruno, solo debería buscar un reemplazo para los miembros faltantes.-- renegó con voz serena la bella rubia, danzo frunció sus facciones ante tales palabras de la hokage. --eres consiente del peligro que naruto uzumaki corre al ser enviado al terreno enemigo?.-- un hombre de avanzada edad cuestionó, la otra consejera asintió compartiendo el mismo pensamiento de su compañero. --esto es absurdo.-- danzo habló robando la oportunidad de responder. --podrías entregarle e kyubi a akatsuki fácilmente.-- concluyó el rival del ya fallecido tercer hokage, pero ante tal declaración tsunade solo arqueó una ceja. --¡¿y que harían tus hombres?!.-- preguntó con fuerte voz que hizo retroceder al hombre anciano. --acaso ellos llegaron a conocer a sasori de la arena mejor que el equipo 7?, ¿acaso ellos arriesgaron su vida en una misión de ese tipo?.-- siguió interrogando al viejo que trataba de mantener la compostura. --no tienes ni la más mínima idea danzo, naruto sabe lo que hace  y es un hecho que hará más de lo que tú puedes ofrecer.-- la imponente voz de tsunade calló al portador del sharingan de shisui uchiha, su excusa fue más que aceptada por el par de concejeros, la experiencia en el terreno era lo más importante, y el fundador de raíz no haría mucho.  se pusieron en pie dejando a danzo en el lugar. --espero que sus decisiones no afecten a la aldea princesa tsunade, porque en este momento no podemos darnos el lujo de tener más problemas con los que lidiar.-- se escuchó de la anciana, el cíclope solo hizo lo mismo, no estaba derrotado, eso era seguro porque aún tenía varias jugadas que podía hacer, aún podía enviar a alguien más al lugar.

--solo espero que esto sea lo correcto.-- tsunade musitó cuando se encontró completamente sola, su confianza había regresado, porque tenía un grano de esperanza y al menos por ahora sabía que naruto estaba más que seguro de las manos del Son.





una fuerte brisa azotó su rostro, su tiempo en akatsuki parecía llegar a su fin, los años se redujeron a meses, los meses en semanas y las semanas en unos cuantos días en los cuales el primer paso de su objetivo podría culminar al fin.

--oye konan.-- habló el son mientras se acercó y jaloneó la ropa de la kunoichi de amegakure quien le miró con aburrimiento, pero ya ni recordaba cuantas veces había pasado por el mismo momento y a estas alturas solo pudo esperar alguna clase de pregunta estúpida por parte del son. --crees que las aldeas contraten a akatsuki otra vez?.-- preguntó, pues los rumores de que los mercenarios buscan a los bijuu se han extendido y era seguro que los países desconfiarían de ellos, pero la mujer solo apartó su rostro del chico, porque la respuesta que era más que obvia. --no.-- dijo, pero sabía las consecuencias que su respuesta traería, ya que no había más motivos para que el chico se quedase en akatsuki, algo que sin duda alguna era una gran pérdida. podía ser solo un "niño", pero la verdad es que era uno de los miembros más fuertes, incluso por encima de ella misma. --al menos no los grandes países, ellos son los que pagan más, pero sus llamados son bastante escasos, a diferencia de las pequeñas aldeas, debes saber que ellas son las que más necesitan de nuestros servicios.-- hizo su respuesta lo más plausible posible, todo para que el báculo de gokú les siguiera sirviendo.

 --ya veo...-- susurró, no pareció darle mucha importancia a ese último dato, pues solo necesitaba una razón para marcharse a su próximo destino. --saldré por unos días.-- comentó mientras puso su nuevo paraguas sobre su cabeza listo para saltar a las azoteas del resto de edificios, ella solo esperó como siempre la petición que solicitaba de su acompañamiento tal vez a comer ramen, las famosas bolas de cerdo o visitar nuevos establecimientos, pero, esta vez no hubo voz alguna que le llamase, solo pudo observar como la figura de gokú se alejó de ella sin decir nada más que el anuncio anterior.

no era que le importase mucho, solo que supo que incluso gokú tiene sitios en donde no es necesaria la compañía de alguien.



estaba feliz, no podía negarlo, pronto su objetivo sería cumplido, tal vez fue por esa razón que decidió tomarse su tiempo, visitó algunas aldeas de amegakure en su trayecto, pasó por la tienda de dangos que solían gustarle tanto, recorrió los bosques a su paso tranquilo, sin necesidad de surcar los cielos, porque ese tiempo era suyo, no había razón alguna por la cual sentir que cumplía con las demandas de akatsuki o de Mei Terumi, e incluso de las tareas que se le solían ser encargadas, porque esto era algo que él mismo había hecho sin necesitar de estar bajo el mando de alguien, o al menos no lo sentía por ahora.



se encontró en las fronteras del país del sonido, aquella noche había acampado en una colina algo alta, por alguna razón no había dormido, solo se quedó frente a una fogata que ahuyentaba el frío de la madrugada acompañada por las brisas de la altura, ya sabía que los escondites de orochimaru variaban, cada mes solía moverse de un lugar a otro, de país a país huyendo de konoha y de akatsuki, incluso tal vez de él mismo, cuidando su más grande "adquisición", pero no es como si le causara una clase de problema, podría detectarle donde sea que fuese, porque son-gokú está en todos lados.

--el país del rayo parece un bonito lugar.-- susurró para si mismo, avivando las llamas que le llenaban de calidez, pensando en un lugar bastante atractivo para las princesas hyuga. --aunque, el país de las aguas termales también sería una buena opción.-- siguió dándose ideas, ya se había hecho costumbre el vagar sobre lo mismo una y otra vez, pero como siempre llegaba a la misma conclusión. --bueno, recorreremos el mundo y ellas elegirán donde podremos vivir.-- terminó, pero sus ojos de repente se apagaron, dejó de alimentar el fuego y se quedó en completo silencio, ahora era cuando a la lejanía se podía observar el nacer del nuevo día, los tonos naranjas que ya había olvidado por completo, porque tal vez la última vez que se detuvo a mirar el brillo del ocaso fue en la mañana del día en que escapó de konoha, aquel amanecer en que la ojiperla le acompañó.

--se supone que yo debería haber hecho esto con kaguya.-- musitó en tono quebrado, alguien que le hubiese visto sabría si lloraba, porque abrazó sus rodillas y hundió su rostro en las mismas, estar solo era una salida para desahogarse de la presión que sus confusiones le causaban, su corazón eternamente joven se cautivó una vez por la belleza de la ojiperla, le amaba, le extrañaba y no evitó sentirse miserable por pensar que podía compensar aquella soledad con hinata, que podría corregir su error con ella, como si fuese un chivo expiatorio, pero lo peor de todo es que también la quería.



supo que debía detenerse cuando el rose de algunas raíces le alertaron, ellas reclamaban la causa de sus lágrimas y ahora más que nada no podía darse el lujo de que ellas le hagan prisionero, así que simplemente dejó de pensar en el asunto, porque de hacerlo seguiría lastimándose, solo hizo lo que siempre solía hacer, ignorar todo lo a que su alrededor pasa, porque solo hay desgracias tras desgracia.

sin embargo, sintió una punzada en su corazón, el viento dejó de soplar y el ambiente se tornó calmado, bastante intrigado levantó su vista de forma lenta y temerosa por alguna razón, pues era la primera vez que le ocurría.

los débiles rayos del sol y la oscuridad de la oscuridad no dejaron ver su rostro, era pequeña, casi de su misma altura, su cabello albino era lo único que pudo notar con más detalle, pero si había algo más que le llamaba la atención, ese algo era que no podía sentirla, parecía ser un fantasma, porque no podía sentir nada de chackra en el cuerpo, además de que volaba, ella estaba flotando como él solía hacerlo.

ninguno de los dos dijo algo, pero gokú no esperó a que eso sucediera, se sintió amenazado y tomó su báculo tras su espalda, ella era algo único y eso debía ser malo, al menos para él.

--vaya, así que eso es lo que pasó.-- comentó sin intimidarse ante la acción de gokú, observó en primera fila como las raíces del árbol le trataron de enrollar cuando sus sentimientos se alteraron y afligieron su corazón, además ya había descubierto que las mismas extensiones del madero se habían unido con la vegetación del lugar y que la evolución de las especies surgió del mismo árbol y de la energía de gokú.

--quien eres?!.-- preguntó con tono seco, deseaba ver el rostro de la chica, pero mientras el sol le ilumine de espaldas nunca podría saciar esa curiosidad, obvio kus nunca le respondería, no se le tenía permitido, lo único que habría de hacer es regresar e informar a su padre de todo, pero debía admitir que se sentía curiosa y si había alguna posibilidad de saber más era claro que haría lo que sea posible.

--dime, como te llamas?.-- preguntó la chica de piel celeste, mientras ladeó su cabeza esperando la respuesta del chico, quien de forma lenta la rodeaba con su arma en mano. --por que habría de decírtelo?.-- respondió mientras de algún ángulo trataba de ver las facciones de su rostro, pero era imposible, pues a diferencia suya, ella no se giraría hacía donde la luz solar ilumine su rostro.

--bueno, no es necesario que me contestes.-- respondió ella. --por qué te alteras tanto, ¿acaso piensas que te atacaré?.-- cuestionó, pero era claro que los sentidos del son entraron en alerta al no poder sentirle. --lo harás, todos tratan de matarse unos a otros, no será diferente contigo.-- respondió, palabras que causaron una repentina risa en el ángel. --de que demonios te ríes?!.-- gritó, pero tan pronto parpadeó, la recién llegada había desaparecido de su vista, sus orbes se abrieron un poco de la impresión, pero de inmediato un temor inmenso le recorrió por toda su espalda, recorriendo toda la columna vertebral hasta finalizar en los nervios de su rostro que en consecuencia comenzó a sudar fríamente. ella estaba tras él y no pudo ni percatarse hasta que su voz resonó cerca de su oído.

--el color de tu cabello me trae recuerdos.-- susurró, varios balbuceos en confusión emergieron de la garganta del akatsuki, por primera vez en toda su vida estaba a merced de alguien y su temor aumentó con solo escuchar su voz. --me resulta extraño ver como el poder que estremeció a todos a terminado de esta forma, este mundo es el culpable, ¿no es así?.-- preguntó de forma tranquila, los ojos del son apenas si podían mantenerse abiertos, no entendía nada de lo que la chica hablaba, pero por su inmensa tranquilidad supo que nada bueno podía traer ella.

--son gokú.-- le susurró y por la reacción supo lo último que debía saber, él se giró de inmediato para por fin encararle, pero para su sorpresa había desaparecido, esta vez por un largo tiempo.

obviamente le buscó como pudo, en los alrededores, en el cielo que se aclaraba a cada minuto que pasaba, bajo los árboles y bajo las rocas, incluso tras él mismo nuevamente, pero no logró encontrarle, sin saberlo, aquella chica llevaba el inicio de su desgracia más grande.





en el devastado lugar causado por la destrucción de sasuke, los ojos rojizos dejaban al descubierto su falta de emociones, porque mientras naruto y sakura sentían algo de alegría al volverle a ver, él solo les miraba con desprecio, con superioridad porque según él, ninguna clase de lazos le ataban a sus antiguos compañeros, ni mucho menos a konoha.

--despierta de una puta vez!.-- naruto gritó al chico de cabellera oscura quien se ganó toda su atención por aquel grito y ese insulto. --orochimaru va a robarte tu cuerpo en cualquier momento!.-- gritó con todas las fuerzas que disponía, no tenía más que dar, el chackra del zorro de las nueve colas había sido suprimido por el exorbitante poder de sasuke, el cual obviamente no podría rivalizar con la fuerza actual que poseía, era rápido, lo supo cuando en un segundo casi le había asesinado de no ser por Sai quien había intervenido, de seguro ahora estaría muerto.

--el viento golpeó el rostro de todos con fuerza, esperando la reacción de sasuke ante la declaración de naruto, esperaron que mínimo se sorprendiera y dudara de su actual maestro, pero no fue como ellos pensaron. --entonces que así sea.-- fue su breve y corta respuesta que desconcertó y dejó incrédulos a todo el actual equipo 7, varios balbuceos se escucharon salir de la boca de sakura y naruto, ¿acaso estaba de acuerdo con los siniestros planes que orochimaru tenía para él?. --¡¿de que mierda hablas!?.-- un potente grito desgarró la garganta de naruto después de asimilar las palabras de sasuke, tenía que saber que era lo que pasaba por la mente del hijo de mikoto uchiha para que saliera con semejante disparate según él.

--todavía eres un niño naruto.-- respondió con voz suave y serena, no compartiendo para nada los sentimientos del rubio .--la venganza lo es todo para mi, ni orochimaru ni yo podremos derrotar a itachi, pero si la única forma de hacerlo es entregándole mi cuerpo, lo haría una y otra vez, todo para cumplir con  mi objetivo.-- exclamó sin dar señal de dudar, cada palabra sonó con verdad absoluta grabada sobre ellas.

la mandíbula de naruto tembló sin saber ni encontrar palabra alguna para reprochar aquella decisión, su fuerza no era suficiente y sus palabras no le habían llegado, sencillamente no supo que hacer, incluso sintió que podría llorar frente a todos consumido por la impotencia.

--patéticos.-- sasuke habló con una sonrisa burlona. --konoha, ya he terminado con ustedes.-- terminó, sin importar para nada todo lo que naruto y sakura habían arriesgado, todo para encontrarle y si pretendía de una vez cortar aquellos lazos que no le permitían conseguir más poder, sería ese mismo día, en ese mismo momento en que acabaría con la vida de la mujer que le amaba y del uzumaki quien había luchado con todo para llevarle de regreso.

--¡atentos todos!.-- yamato les habló a sus estudiantes, estaba dispuesto a dejar de escuchar el cruce de palabras que había en el devastado sitio, ahora era cuando más tenía que actuar al ver que el jutsu del uchiha se acercaba, miedo, misterio y angustia invadieron a todos, Sai se puso alerta listo para seguir las palabras de su nuevo amigo, le ayudaría como sea a recuperar a sasuke si eso le ayudaría a comprender la clase de lazos que une a la gente.

pero el ataque nunca llegó, un choque de pieles resonó en el lugar, aquella mano pálida había sujetado el brazo de su dicipulo, porque eso significaba dejar escapar una estupenda oportunidad para él.

--oye oye, no hace falta que uses "ese" jutsu aquí sasuke-kun.-- con una sonrisa, el sanin de las serpientes exclamó, orochimaru había llegado al lugar, en su mano portaba un maletín que hace unos momentos había ido a buscar, porque la "visita" pronto llegaría, lo presentía con cada parte de su ser, porque aquel era otro que también seseaba con fervor.

--aparta tu sucia mano.--exclamó el uchiha sin verle, debía matarles para que no tuviese más problemas en su camino, pero alguien más entró en escena para apoyar al hombre que admiraba. --acaso ya olvidaste a quien le hablas de esa forma?.-- el chico de anteojos interrogó con molestia. --no veo razón alguna para detenerme.-- reprochó el joven de cabello oscuro, pero kabuto se la daría inmediatamente después de ajustar sus lentes. --sabes bien de nuestros problemas con akatsuki, tus amigos ya se han encargado de un par de ellos, y no vendría mal si se encargan de unos cuantos más, ya sabes, para que tu objetivo pueda cumplirse con mayor posibilidad.-- explicó el súbdito y aprendiz de orochimaru, ante ello la duda nació en el corazón del peli-azul oscuro, quería matar a itachi, y si dejarles con vida le ayudaría, era claro que lo haría.

--debemos irnos.-- dijo orochimaru, se notaba algo preocupado, pues ya había desperdiciado bastante con los intrusos, además el plan de acabar con sasori se había extendido y consumido una gran cantidad de tiempo, pues su pelea con el kyubi fue más desastrosa de lo esperado, tanto para sus planes como para su cuerpo que estaba en mal estado, si se analizaba a fondo se encontraría que aquellos momentos era en donde más vulnerable se encontraba.

--¡van a escapar!.-- sakura anunció lo obvio con un fuerte grito, naruto apretó sus dientes solo dejando que la impotencia le consuma, su amigo se marcharía y él no podría hacer nada, pero un evento algo repentino le sacó de sus pensamientos, no solo a él, a todos los presentes. la piel al rededor de los rasgados ojos de orochimaru se frunció por como la situación posiblemente le desfavorecería, porque "él" había llegado. lo que menos deseaba que ocurriese, se había hecho realidad.

--que es eso?.-- preguntó Sai, debía admitir que se había sorprendido por aquel suceso, pues el impacto fue bastante fuerte, pero no tanto para destruir todo el lugar por completo, parecía ser que alguien había llegado, lo supieron cuando la silueta dentro de la cortina de polvo se movía, los ojos de kabuto y sasuke se dirigieron a donde el evento se había dado. --¿konoha?.-- el uchiha se cuestionó pensando que se trataban de más refuerzos, pero por la preocupación notoria en el rostro de su maestro supo que debía ser algo que se debe de dar más importancia.

--quien es?.-- naruto preguntó, pero nadie se vio en la necesidad de responder cuando el polvo se había asentado por completo, aquella capa con las nubes borró cualquier pregunta que albergase en sus mentes, algunos no lograron asimilar como todo empeoró aún más un un abrir y cerrar de ojos.

casi por instinto yamato arrastró a naruto y le dejó tras su espalda, pues los principales interesados en el zorro habían aparecido, aquel que fue protagonista de innumerables pláticas semanas atrás estaba frente a ellos, aquel por el cual la preocupación era notoria en la serpiente había dado presencia y la única persona que hacía falta para que los antiguos compañeros se encontrasen una vez más había llegado.

--vaya, que oportuno.-- sasuke no evitó sonreír cuando al fin se encontró con el primero que interrogaría para saber la ubicación de su hermano, pero como todos los presentes lo hicieron alguna vez, no evitó asombrarse, pues ya hace tres años que no le miró ni una sola vez, se quedó incrédulo, pero no había duda de que se trataba de son-gokú.

fin del puto capítulo 23.

bien, aquí el nuevo capítulo, espero que les haya gustado, y no olviden votar si es así o comentar.

como ven, trato de relacionar de mejor manera los sucesos para no alterar mucho la historia, y si creen que la llegada de gokú es demasiada coincidencia, en el próximo episodio explicaré por qué todo corrió de esta forma.

también si se dieron cuenta, la participación de la loli no fue mucha, ya que desde el principio lo quise de esa manera para que no hubiesen shippeos o cosas de ese estilo, pues ya tienen una historia para eso.

bien, espero que les haya gustado, espero que estén bien y sobre todo...

¡gracias por leer!.

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