Capítulo 15 - Akatsuki.
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gokú y el mundo ninja capítulo 15
se sentía calmado, en paz, como si estuviese sumergido dentro del fondo de algún estanque o del océano mismo, bañado de oscuridad absoluta, quería estar así, no quería moverse, sin embargo el sentirse tan bien no existía para él, ni mucho menos en ese mundo que cada día derrama sangre y la vida de algunos se desvanecen, al igual que su bello sueño.
abrió los ojo lentamente, algo confundido giró a mirar hacía donde pudo, no había nada, pero sintió aquellas raíces apretarse con fuerza a medida de que la claustrofobia le invadía, supo donde estaba porque solo había un lugar que pudiese mantenerle de esa forma.
--aquí vamos de nuevo...-- dijo mientras comenzó a retirar parte de las raíces que conformaban el capullo como si se tratase de una costura que se desgarra, y con ello la luz del exterior entró a sus ojos.
parecía estaba dentro de una caverna o cueva, el capullo del dios árbol se encontraba en medio y aquella luz que le sofocó solo venía de algunas antorchas y de la salida que llevaba al exterior que se encontraba algo alejada.
--vaya, ya ha despertado.-- se escuchó una voz familiar, solo la escuchó una vez, pero nunca la olvidaría.
de inmediato volteó a ver el sitio de donde el dueño del sonido residía y observó al humanoide bicolor, que de ambos lados sonreía al ver que el son había abierto los ojos.
se parecía al tipo que hace meses le buscó para informarle sobre kaguya, si no mal recordaba él era uno de sus hijos, sin embargo no sabía que pensar cuando observó al setsu tan cambiado.
--deberíamos informar a tobi que nuestro huésped ya ha salido de su capullo.-- habló una de las personalidades del homúnculo. --estoy de acuerdo.-- terminó su otra personalidad poseedora de la voz que recordaba y luego de ello se sumergieron en el suelo y desaparecieron de la vista de un saiyajin bastante confundido.
no recordaba nada, solo que tuvo que abandonar sus emociones para ganar el tiempo suficiente y evitar que el árbol le hiciese prisionero, vagos fragmentos pasaron por su cabeza hasta que el hombre conocido como tobi hizo presencia.
--al fin decides salir?.-- cuestionó con su voz gruesa y seria.
--que pasó?.-- dijo mientras le miraba.
--cuando te traje aquí y sin aviso previo te encerraste en ese extraño jutsu, al parecer también sabes controlar el elemento madera, pero el resto de tus actos no tienen explicación alguna.-- respondió mientras se acercó al saiyajin.
--luego te explicaré, dime uchiha, cuanto tiempo estuve encerrado aquí?.-- cuestionó mientras el resto de la prisión comenzó a retirarse de su cuerpo y desapareció entre la tierra del suelo.
--al rededor de un mes, creo que un poco más.-- respondió ante la cuestión del saiyajin.
--ya veo, ha sido bastante tiempo, pero no tienes que preocuparte, ya estoy bien.-- habló el saiyajin mientras comenzó a caminar.
--mas te vale, no puedo darme el lujo de esperar por alguien de esta forma, hay mucho que hacer.-- explicó mientras comenzó a caminar al frente, llevando al saiyajin a algún sitio. --dime, si viniste aquí significa que tu fuerza me servirá a cambio de que tus peticiones sean cumplidas ¿me equivoco?.-- cuestionó tobi sin girar a ver al saiyajin.
--si, por el momento mi único objetivo es conseguir dinero, mucho dinero.-- respondió mientras observaba el lugar y los pasillos que se encontraban ahí, era un sitio extraño debía de admitirlo.
--ya veo, tenemos objetivos distintos después de todo, sin embargo si cooperamos ambos tendremos lo que queremos.-- explicó el uchiha mientras levantó su mano y con un tono de voz más suave.
--y que tengo que hacer?.-- respondió ante aquellas palabras.
--veamos, como explicarlo, digamos que hay un grupo de ninjas que necesito que hagan un trabajo, pero están por el momento empeñados en buscar dinero haciendo ciertas cosas para otras aldeas, tu trabajo será ayudarles y conseguir el dinero que quieren, si lo haces un cierto porcentaje del monto final será para ti.-- explicó cuando se detuvo y giró a ver al saiyajin, un tono tentador se escucho bajo su máscara.
--ya veo, que serán esa clase de trabajos?.-- cuestionó el saiyajin, pero tobi no respondería, no hasta dejar una duda clara que tenía dentro de si cada vez que observaba al saiyajin.
--antes que eso, quiero que me aclares una cosa.-- demandó el uchiha. --dime, si tuvieses que matar a alguien, ¿lo harías?.-- preguntó mientras su ojo sharingan brilló con intensidad.
--¿matar?.--se preguntó cuando el uchiha esperaba la respuesta. --si es una escoria que no merece vivir, lo haré.-- respondió con una voz seria.
--veamos, si una docena de ninjas te quieren matar, como responderías tú?.-- volvió a cuestionar poniendo un ejemplo que era más de lo normal, sin embargo sabía que gokú posiblemente no haya tenido mucha experiencia, pues por lo que sabía no era más que un genin, y tener ese rango significaba que la experiencia en batalla era poca, él mismo lo sabía.
--tu mismo lo dijiste, el mundo ya está muerto y tratar de hacer cambiar a un ninja es una pérdida de tiempo, si tratan de matarme mi báculo responderá, porque ya lo ha hecho más de una vez.-- explicó el saiyajin con su voz fría, ante aquella respuesta tobi soltó una pequeña risilla, todo parecía en perfecto orden.
--ya veo, si quieres conservar el trabajo que se te encomendará deberás responder de esa forma, ahora vamos.-- terminó cuando aquellas aspas que adornaban su ojo comenzaron a deformarse, hasta que observó el ojo que en verdad refleja el verdadero dolor, un ojo que de seguro escondía una trágica historia tras él, y gokú podía sentirlo perfectamente, como aquel sentimiento emanaba del uchiha cobijándole bajo una espesa aura de melancolía. y de pronto sintió como la fuerza del kamui le absorbía lentamente y solo se dejó llevar sin poner resistencia, porque confiaba en tobi, sin embargo alguien allí en el lugar también necesitaba de gokú, y la voluntad que deseaba a toda costa liberar a su madre emergió del suelo antes de que gokú desapareciese.
--no te preocupes cuando veas esos ojos, porque no es quien crees y solo terminarás arruinándolo .-- susurró el setsu negro, palabras suaves y lentas que se grabaron en la mente de gokú y aunque no supo a que se refería, presintió que lo sabría pronto.
llegaron a un lugar bastante extraño, aparentemente una dimensión reservada solo para aquel ojo que pertenecía a tobi, sin embargo el árbol no era tonto, y notó la ausencia del Son y de inmediato y sin necesitar de aquel poder ocular comenzó a traerle de regreso al mundo normal. tobi notó esto, como algo o alguien extraía al saiyajin de su dimensión, pero antes de que se lograse ese cometido apuntó al chico y lo llevó al destino donde se supone debían llegar. y así fue.
de pronto gokú sintió más frio de lo normal, estaba aparentemente en un pasillo, oscuro, helado y el ambiente se sentía algo húmedo, tal vez era porque ahora se encontraba en la tierra donde nunca deja de llover, donde las grises nubes opacan la luz solar y muestran la melancolía de una país arrasado por una guerra antigua, amegakure, ese era el nombre de la aldea oculta entre la lluvia.
observó a todos lados, mirando a través de una ventana como afuera la lluvia golpeaba sin piedad alguna todo lo que era visible, si bien cualquier precipitación traía tristeza, esa en especial en verdad parecía mostrar el momento exacto en el que todo el dolor del mundo se convertía en lágrimas derramadas por el cielo.
--que haces aquí?.-- se escuchó una voz femenina, no por ello hizo que la penumbra del lugar se marchase, al contrario, su voz seria y profunda penetró en cada lugar del oscuro sitio, parecía estaba viéndole cuando encontró su paradero, la silueta apenas si era visible en el oscuro lugar, y escasamente notaba su figura por la débil luz que entraba desde fuera.
--responde a mi pregunta niño ¿Qué haces aquí?.-- habló nuevamente la mujer con voz demandante que de seguro doblegaría a cualquier ninja de esa aldea solo con ello, gokú no respondió, se dedicó a observarla tratando de ver su rostro, sin embargo solo pudo diferenciar su color de cabello que se iluminaba levemente con la luz del exterior, apartándose de las tinieblas que reinaban en la habitación, era violeta, violeta como algunas flores que crecían en el bosque.
--no te alteres, él viene conmigo.-- se escuchó la voz de tobi desde el oscuro pasillo que se encontraba tras la espalda del saiyajin, la mujer llevó su vista hasta allí y pudo notar el brillo rojizo que del sharingan brillaba en la oscuridad, por la voz y por ese detalle supo de inmediato de quien se trataba y dejó de cuestionar.--¿Dónde está?.-- preguntó tobi tranquilamente cuando la observó, sabía que konan debería de responder a cualquier pregunta que él hiciera.
sin embargo la bella mujer no respondió, cuando de otro pasillo dos luceros brillaron de un tono violeta oscuro, con sus ondulaciones observando a todos y cada uno de los presentes. --aquí estoy.-- se le escuchó hablar respondiendo a la pregunta de tobi. no hubo eco alguno que respondiese a aquel tono de voz, porque nadie le cuestionaba, nadie le contradeciría a excepción del enmascarado y frente a todos aquel que dirigía el lugar se hizo presente, sus accesorios en todo su rostro lo hizo ver extraño a ojos de gokú, su cabello naranja y sus ropas que no se diferenciaban a las de konan mostraron las nubes que se grababa en ellas, y por último cuando conectaron vistas pudo notar aquellos ojos que definitivamente no olvidaría.
su cuerpo se tensó y su sangre pareció hervir cuando miró aquellas ondulaciones en sus ojos, era él, tenía los ojos de aquel que le quitó a kaguya, incluso aunque hubiese estado alejado de aquellos últimos momentos pudo ver con claridad ese brillo purpura que emanaba de ellos, diferente al sharingan, algo que le causó repulsión de ver y quiso sacarlos de sus cuencas y destruirlos.
pain le observó como su ira y enfado parecía ser lanzado a él, lo notó en cada facción que se frunció en el rostro del son.
tomó con lentitud su báculo, sin embargo antes de que su cordura abandonase su cuerpo algo le detuvo, las palabras del setsu resonaron en su cabeza, --no te alteres cuando veas esos ojos, porque no es quien crees y solo terminarás arruinándolo.-- eso había dicho el ser que porta la voluntad de kaguya, y pensándolo con más detenimiento en todo sentido no se trataba del descendiente de la diosa, porque perfectamente le recordaba la piel pálida que tenían ambos hermanos.
--dime, por que has traído a este infante?.-- cuestionó aquel que porta los ojos de dios. para nada le agradó ver aquella acción del chico, ni su presencia debía ser admitida en su tierra.
--este infante se unirá en sus filas.-- respondió tobi ante la pregunta de pain. --su nombre es son gokú, hará los trabajos y reunirá el dinero mientras akatsuki se encarga de reunir a las bestias, así que puedes dejar de preocuparte con ese tema.-- explicó el uchiha sin titubear ni tono burlesco, aún así no podían comprender como podía decir aquello trayendo a un niño consigo.
--te burlas de nosotros?.-- fue konan quien esta vez habló, lanzó una mirada de molestia a ambos, gokú aún no lograba verla, pero sentía que tal vez su corazón estaba tan petrificado como su voz.
--en absoluto.-- respondió. --quieres comprobarlo por ti misma?.-- cuestionó desafiante, aquello que dijo hizo que konan solo pasase su vista de tobi a gokú quien la miraba directamente.
--¿Qué podría hacer este chico?.-- preguntó con un tono burlesco.
--hace más de lo que esperas, el nombre de son gokú a sonado mucho por ahí, pero que podrían saber ustedes.-- comentó el uchiha mientras levantó sus hombros. --si tanto desconfían de mis palabras, puedes comprobarlo konan.-- terminó con el mismo tono burlesco.
--de acuerdo.-- respondió con un tono serio sin despegar la vista del saiyajin, y llevó su mano hacia la rosa de origami que adornaba su cabello. --veamos, si puedes arrebatarme algo tan simple como esto supongo que corroboraré las palabras de tobi.-- exclamó la bella mujer mientras señaló con su dedo el objeto de papel. cuando aquellas palabras llegaron a su fin; del cuerpo de konan se desprendieron cientos y cientos de hojas de papel. --si no mueres antes, claro está.--se escuchó nuevamente el tono burlón salir de su boca, mientras el blanco de la superficies de sus armas reflejaban la escaza luz del día mostrando que podían ser tan filosas como cualquier hoja de espada, y todas navegando por el aire como si de un banco de peces se tratase.
--estas seguro de intentarlo?.-- preguntó pain que seguía observando al chico, dudando de que un niño pudiese hacer algo contra konan, sin embargo no recibió respuesta alguna, pues incluso para los proclamados "ojos de dios" desapareció sin opción alguna de seguirle, y cuando al fin le pudo encontrar, aquella intriga se desvaneció completamente.
del sitio solo quedó el sonido de la lluvia que se cierne sobre los complejos que se alzan en amegakure, las corrientes de aire que eran provocadas por la navegación de cada hoja de papel desapareció, y pequeños balbuceos salían de la conocida del ángel de dios, porque a su alrededor no había nada más que el frio aire y los ojos de los presentes observándole fijamente a ella, o posiblemente a lo que se encontraba a sus espaldas.
--tal y como lo esperaba de ti son gokú, el ninja que porta el báculo.-- pensó con satisfacción tobi cuando observó al saiyajin sentado en la ventana que se encontraba atrás de konan, quien se giró de forma lenta y observó al son observando a la lejanía de amegakure y en una de sus manos poseía las cientos de hojas de papel, todas aquellas que giraban hasta hace unos momentos al rededor de konan y sin más las dejó caer al suelo.
--es bonita.--exclamó el saiyajin. --es curioso como todo lo que es mortal y peligroso, puede convertirse en algo tan bello como esto.-- siguió mientras comenzó a girarse y mostró que tenía en su otra mano la rosa de origami que pertenecía a la mujer, no solo eso, la apreciaba y la manipulaba con suma delicadeza.
solo bastó un segundo para que gokú se apoderase del jutsu de konan como si nada, sin embargo aquello no parecía importarle, ni como le mirasen, porque aquel objeto parecía llamarle más la curiosidad. --ten, esto es tuyo, espero no haberlo estropeado.-- habló el chico cuando extendió sus manos entregando la obra de origami, y sin decir nada la mujer aceptó la acción aún sin comprender que sucedía, y cuando gokú levantó la vista al fin pudo conocer el rostro de konan, y apreció sus ojos café que aunque no tuvieran sentimiento alguno que expresar, hicieron ver el lugar un poco mejor.
--bien, ese es el resultado konan, ¿hay alguna duda aún?.-- tobi fue el primero en hablar ante un pain y una konan completamente sorprendidos por la muestra de velocidad que poseía el chico, si el rinnegan no pudo seguirle ya era para admirar.
--no.-- respondió seca y fríamente el líder de akatsuki. --konan, ve por los objetos.-- ordenó y konan asintió mientras se alejó por uno de los tantos pasillos que había en el lugar.
bien, expliquen lo que él tiene que saber y paguen un buen precio por su servicio, les prometo que no se decepcionaran, y son gokú, sigue sus ordenes al pie de la letra, porque él será tu líder desde ahora.-- comentó el uchiha cuando comenzó a retirarse por la oscuridad de donde había salido antes, solo dejando el sonido de sus pisadas consigo. --pueden centrarse desde ahora en buscar las bestias, no quiero más retrasos desde ahora.-- ordenó dejando en claro quien era el que en realidad daba las ordenes. --si tienes alguna duda sabes donde encontrarme, nos vemos son gokú.-- y con ello desapareció.
ahora en el lugar solo quedaba gokú y el poseedor del rinnegan, ambos viéndose fijamente.
--como te llamas?.-- cuestionó el saiyajin, ya sabía el nombre de la mujer, sin embargo le quedaba esa duda aún. --mi nombre es pain, es un honor tenerte como un miembro de akatsuki.-- respondió el hombre. --por lo visto aún perteneces a konoha.-- comentó cuando observó la banda ninja que se encontraba en la cintura del son.
--ya no lo hago, no pertenezco a ese repugnante lugar.-- contestó de forma fría, que claramente corroboraba sus palabras al despreciar a konoha.
--bien, comencemos por eso entonces.-- exclamó de inmediato cuando arrojó un kunai al saiyajin quien lo atrapó con sus manos.
--a que te refieres?.-- preguntó confuso de las palabras de pain.
--tu banda, muestra tu desprecio a konoha cortando el vinculo que cada ninja tiene con su aldea.-- explicó mientras señaló su propia banda ninja rasgada demostrando que ese sería el resultado.
--así que era eso.-- concluyó cuando desató su banda y tomó el kunai, sin pensarlo dos veces rasgó el símbolo de konoha demostrando su absoluto desprecio que traía consigo.
--eso es todo.-- explicó pain. --tus habilidades y fidelidad que alguna vez pertenecieron a tu aldea, ahora le pertenecen a akatsuki, no olvides eso.-- siguió hablando al son.
esta vez dejó de usar su banda en su cintura, si quería mostrar su odio a konoha abría de hacerlo desde lo más alto, y aquel día fue la primera vez que su banda fue atada a su frente, como la mayoría de shinobi hacen.
pocos minutos después, konan entró tan seria e inexpresiva como siempre lo hace, dirigió su mirada al son detallando la banda que era diferente, rasgada como cualquier miembro de akatsuki, pero dejó eso de lado y observó a pain.
--que sucede, por que no traes nada de lo que te encargué?.-- cuestionó el portador del poder ocular más codiciado.
--no tuve opciones, son muy grandes para que alguien como él las utilice, he tenido que pedir una de su talla.-- respondió dejando a un gokú confuso que no sabía de lo que hablaban.
--ya veo, cuanto tiempo tomará?.-- preguntó nuevamente a la llamada ángel.
--una noche.-- y con esa respuesta las ondulaciones de los ojos del amo de amegakure se posaron en el son. --pasarás aquí la noche, mañana te explicaré con más detalle lo que tienes que hacer.-- dijo con su voz que inundaba de sonido incluso más que la propia lluvia. --konan, encárgate de eso.-- y sin decir más konan obedeció y guio al saiyajin por los pasillos que recorrían el enorme complejo.
--tu vives aquí?.-- exclamó el saiyajin a la peliazul, pues el sitio se veía bastante extraño para lo que conocía, muy diferente a la comodidad de su pequeño apartamento que aunque humilde siempre desprendía esa sensación de calidez y protección, al contrario de este sitio que se veía amplio y frio.
--eso no te importa niño, mantén tus palabras lo más calladas que puedas.-- exclamó la bella mujer de cabellera violeta que seguía al frente, parecía estar molesta con él por alguna razón, o así debía ser su actitud, sin embargo gokú no hizo caso, a pesar de todo era curioso y más encontrándose en un sitio diferente a lo que conocía.
--como se llama este lugar, nunca lo había visto.-- siguió hablando sin prestar atención, pero a su pregunta la chica no respondió, solo parecía ignorarle. --la lluvia de este lugar es extraña, lo vi hace unos momentos por la ventana, pero aunque el lugar se vea gris y opacado por las gotas de agua, de seguro que cuando las nubes se apartan deben mostrar el cielo más hermoso que puede haber.-- comentó el saiyajin mientras seguía observando el sitio.
konan se detuvo de inmediato, y esta vez giró a ver al chico por varios segundos, como si tratase de buscar algo en medio de sus rojos ojos, probablemente aquellas palabras fueron la causa de que actuara de esa forma, gokú se preguntó si se había enojado más de lo que parecía estar.
cuando sus ojos miel se apartaron de los suyos; konan siguió el trayecto, no entendió por que la mujer hizo eso, pero lo olvidó cuando los labios de la peliazul resolvieron sus dudas.
--amegakure.-- respondió al fin la mujer. --esta es la aldea oculta entre la lluvia.-- añadió con una voz suave, porque ese era s hogar.
abrió una puerta de las tantas que había y dentro había solo un cuarto vacío con absolutamente nada, solo las 4 paredes era lo único que encontró.
--iré por un futón, no te muevas de aquí.-- habló konan cuando cerró la puerta y dejó al saiyajin solo.
gokú se sentó en el frio suelo, meditó bastante lo que debía hacer, tal vez si conseguía el dinero suficiente podría construir una casa, de seguro hinata y hanabi estarían acostumbradas a la comodidad de su hogar, hogar que era bastante grande pues por eso tenía el término complejo acompañándole, eso costaría mucho dinero, al menos eso tenía claro.
de pronto la puerta se abrió y lo que parecía ser la mano de konan arrojó el futón y la volvió a cerrar, no supo por que pain y la mujer eran tan fríos, pero por que habría de juzgarlos, después de todo no es como que él fuese diferente.
la noche transcurrió normal, pudo dormir a pesar de las incomodidades, y solo quedaba esperar lo que el nuevo día le preparase.
--bien, esto es tuyo.-- dijo konan mientras le arrojó una extraña ropa, ahora eres miembro de akatsuki, así que debes ponerte esto.-- explicó mientras observó al chico mirar curioso la vestimenta negra con aquellas nubes rojizas.
--es extraño, pero si eso debo hacer lo haré.-- dijo mientras desató su báculo de su espalda para vestirse.
por lo general un ninja común trae consigo un porta kunai, o alguna espada consigo, pero el chico de la extraña cabellera no llevaba nada de eso, claro, a parte del objeto que se extendía tras su espalda, solo con eso la peliazul se intrigó más el ; por que de solo llevar un objeto que poco o nada puede hacer en un enfrentamiento.
--enséñame eso.-- habló konan refiriéndose al arma que el chico traía consigo y gokú hizo caso y le entregó el objeto mientras trataba de vestirse.
la mujer de cabello violeta observó el báculo detenidamente, y luego de revisarlo por todos lados concluyó que no era distinto a un palo cualquiera.
--deberías llevar una espada, de seguro te es más útil.-- explicó con algo de enojo la bella mujer al son que terminó de ponerse la vestimenta y ahora en verdad podría decirse que pertenecía a la organización.
--es como un mini-akatsuki.-- pensó konan cuando le miró, no evitando verle algo adorable porque nunca había visto algo igual y teniendo en cuenta que ella era una de las fundadoras de dicha organización.
--las cuchillas cortan, pero un golpe que te destroza los huesos y te destruye por dentro duele mucho más que eso.-- explicó el saiyajin sacando de su trance a la mujer, en cierto modo gokú tenía razón, pero para ello se debía tener la suficiente fuerza para causar semejante tortura y además de eso aquel objeto debía ser lo suficientemente resistente para soportarlo.
--pero esto no contrarrestará la hoja de una espada o el filo de un kunai.-- exclamó mientras regresó el objeto a gokú, cada vez podía notarse más su molestia.
--entonces, si es así por que crees que lo llevo conmigo?.-- cuestionó el saiyajin inexpresivamente al rostro serio de konan, dando la impresión de que la estaba desafiando al responder a su actitud de esa forma.
--no lo sé, que tal si me dejas averiguarlo.-- exclamó mientras tomó una hoja de las tantas que conformaban la flor que traía en su pelo, objeto que superaba por mucho el filo de una hoja de acero, y su peligro aumentó cuando tomó la forma de un shuriken y comenzó a girar a gran velocidad.
gokú tomó su báculo, con una mano y comenzó a girarlo bastante rápido, tanto que la figura en sí del objeto ya no se podía distinguir, konan se impresionó, pues para hacer eso se debía tener bastante maestría, sin embargo no puso más atención de la debida y lanzó el papel cortante, no importaba donde chocase, porque el báculo se cortaría aunque fuese de metal.
sin embargo solo escuchó el sonido de ambos objetos chocar y la trayectoria de su obra cambió con dirección al suelo.
--mi báculo es irrompible, no hay hoja de espada alguna que pueda cortarlo.-- comentó el saiyajin mientras se detuvo y observó a konan que levantó una ceja ante aquello.
--deberíamos comprobarlo entonces.-- exclamó mientras su cuerpo comenzó a convertirse en cientos y cientos de hojas de papel que a su vez tomaron la forma de shuriken al igual que la primera que había creado.
parecía traer cierta curiosidad desde el día de ayer, cuando gokú pasó por su técnica y la ridiculizó frente a pain y el uchiha, la que era conocida como el ángel de dios no podía darse el lujo de que un niño empezase a mirarle con inferioridad, al menos debía enseñarle al chico que solo por ser veloz no saldría victorioso de todas las batallas.
--konan, que es lo que haces?.-- se escuchó la imponente voz tras ella, de inmediato se giró y se alarmó cuando pain estaba observándola, quieto y con su típico rostro inexpresivo. --de esa forma no sé cual de los dos es el niño aquí.-- añadió mientras pasó por su lado en dirección de gokú, ante aquellas palabras konan deshizo su jutsu y se alejó del lugar bastante fastidiada por como todo le sucedía.
--son gokú, hemos recibido un trabajo de cierta aldea, así que empecemos con eso.-- explicó el hombre. --ve a iwagakure, el tsuchikage te dirá lo que debes hacer, cuando hayas cumplido con el trabajo regresa con él y recibe el pago, luego regresa aquí.-- terminó diciendo, sin embargo el saiyajin no evitó rascar su cabeza en señal de confusión.
--donde queda iwagakure? y quien es el tsuchikage?.-- demandó bastante intrigado.
ante eso supo que no habría remedio el que respondiera, y giró a ver a la mujer que se encontraba un poco alejada escuchando todo.
--konan, ve con él y enséñale.-- ordenó y la chica solo asintió mientras se acercó al saiyajin.
fin del capítulo 15
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