capítulo 14 - Son Goku a Desertado.
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el contacto se sintió seguro, y las palabras no transmitieron burla ni mentira alguna, en verdad hablaba enserio.
--yo me casaré contigo.-- siguió repitiendo cuando sus ojos se giraron a verle, algo extraño ocurrió cuando hinata conectó miradas con él, sus orbes habían abandonado ese color rojizo y en su lugar un tono negro bañaba el cabello e iris del saiyajin, si antes llegó a pensar que eran intimidantes, ahora un sentimiento de seguridad parecía emanar de él.
pensó por un instante que era causado por las tinieblas de la noche, pero no era así, el color sangre parecía ya no estar presentes no parecían consumirle, porque ya no desprendía aquella tristeza y melancolía que se suele sentir junto a él.
--dijiste que te casarás en algunos años, ¿no es verdad?.-- siguió el saiyajin, mientras acarició su mejilla.--hasta entonces, será tiempo suficiente.-- dijo con su típico rostro, las palabras la hicieron volver a la realidad, ya no importaba el cambio de gokú, lo que salía de sus labios era para preocuparse.
--no-no por favor, ya no se puede hacer nada, mi familia!-.-- dijo con una voz alterada y triste, sin embargo no terminó porque el chico cayó sus palabras.
--tu familia no decide a quien quieres, a quien amarás o aceptarás en tu corazón, tu si.-- declaró de forma suave y tranquila, sin separar la vista de la hyuga ni un momento. -- y si crees que soy suficiente, yo haré lo imposible por verte feliz.-- cuando las palabras resonaron en el sitio, el corazón de la ojiperla palpitó con fuerza, su respiración comenzó a agitarse y sus ojos se bañaron del líquido cristalino producto de la felicidad que desbordaba su alma.
soltó sus manos con rapidez y le abrazó con fuerza, eso quería, eso quería por encima de todo, quería que ese instante dure mucho más, que el son estuviera junto a ella, obvio le aceptaría en todo sentido, y aceptaría aquella propuesta que aunque sea de dos almas jóvenes, de seguro cargarían con más sentimientos que cualquier persona en el mundo shinobi.
--gokú-kun...-- decía entre sollozos. --por favor no sigas.-- dijo haciendo un último intento por no tomar aquel camino, pero sus lágrimas ya contradecían cualquier palabra.
el pelinegro solo esperó a que la hyuga se calmase, la aferró a él con bastante fuerza, y cuando fue el momento decidió hablar.
--¿que tengo que hacer?.-- cuestionó casi en su oído, con voz lenta y baja. cuando escuchó aquella pregunta ella llevó su vista al suelo y por un momento se quedó muda.
--la única solución es huir, huir lejos.-- respondió con dificultad.
--entonces huyamos.-- exclamó mientras sujetó su mano, diciéndole que podría ser ahora, que no habría que perder más tiempo, pero solo si ella aceptaría.
--gokú...-- susurró cuando sintió ese contacto, se sintió feliz de saber que el chico estaría dispuesto a ello solo por verla feliz. --no tenemos a donde ir.-- dijo en voz baja con una sonrisa nerviosa y sus mejillas emanaron calor.
--era verdad, el no conocía el mundo, llevarla sin destino alguno sería un mal plan viéndolo de todos lados, pero si aún habían varios años antes de que el destino de las hyugas se cumpliera de seguro podría hacer algo al respecto.
--dejaré konoha.-- dijo de repente, aquellas dos palabras regresaron toda la preocupación en hinata casi al instante en que fueron terminadas. --dejaré konoha. recorreré el mundo y conseguiré dinero y cuando tenga todo resuelto...-- pronunció mientras ambos pares de luceros se conectaron una vez más. --vendré por ti.-- y con ese inocente plan culminó.
--no lo dices en serio, ¿o si?.-- dijo ella después de sacudir su cabeza, tratando de olvidar esas palabras. --si desiertas de la aldea te irán a buscar, y no pararán hasta atraparte o...-- antes de seguir se detuvo, pues por nada del mundo quería que ese futuro sea descrito ni siquiera en palabras.
--¿o matarme?.-- cuestionó sin impresión alguna, y como hacerlo si ya había aceptado que ese es el único destino que le espera a cualquiera en el mundo ninja. --aquí no podré hacer nada por ambos, mi libertad está limitada y posiblemente tenga un futuro no muy diferente al tuyo, así que si quiero hacer algo prefiero que sea de esta manera, prefiero hacerlo por ti.-- ella lloró ante esas palabras, y apretando sus labios sin oponerse asintió.
--puedo pedirte algo más?.-- cuestionó mientras se acercó lentamente y le abrazó con ternura.
--si.-- respondió.
--cuando eso pase, ¿puedes llevar a mi hermana?.-- musitó ahogadamente. --ella está pasando por lo mismo y lo menos que quiero es verme feliz cuando ella sufre.-- explicó, y antes de que la boca del saiyajin dijese algo, un brisa lo bastante fuerte sopló meciendo los cabellos de ambos.
--entendido...-- con ello el lugar quedó en calma. paz y felicidad era lo que albergaba en los corazones de ambos luego de tanta descarga de sufrimiento, ya no había lágrimas ni lamentos, solo había un par de sonrisas que sellaban un futuro diferente, que definitivamente se cumpliría a toda costa.
ambos regresaron, tímidamente entrelazando sus manos, vínculo que desaparecería en cualquier momento.
--cuando te irás?.-- cuestionó en voz baja y quebrada.
el saiyajin se detuvo, observó las alejadas colinas que empezaban a teñirse de un color naranja al igual que el cielo, el crepúsculo se hacía próximo y supo que decir "mañana" era tarde, hoy tobi le esperaría en el cementerio.
--la tarde de hoy, partiré.-- respondió sin más, y luego reanudó el trayecto.
llegaron a un cruce de calles, más adelante el complejo hyuga se encontraba, de ahí se separarían por algún tiempo.
--cu-cuídate gokú-kun, te estaré esperando cada día, no dejaré de pensar en ti, así que por favor... cuídate.-- agachó su cabeza y apretó con fuerza su ropa, se escuchó salir un pequeño sollozo de tristeza, pero el chico apegó su cabeza a su pecho.
--te prometí que mi báculo se alzaría con la victoria, y demostraría que el destino lo forja uno mismo, esta vez te prometeré que mi báculo y mi fuerza se alzarán sobre cualquier obstáculo, hasta el día en que venga por ti.-- cuando terminó de hacer esa promesa la chica alzó su vista, se vieron por un momento y luego cerró sus ojos a medida que se acercaron lentamente. en un bello momento, un pequeño instante alejado de la fría presión del mundo, en el cual los aldeanos, seguían durmiendo, cuando el canto de las aves se escuchaba en la arboleda alejada nació un día que marcaría historia de konoha y el mundo shinobi, bautizado por un tierno y casto beso, algo torpe igual que el anterior que seguía alimentándose de su amor a medida que los primeros rayos del sol reposaron sobre los rostros de los anteriores hokages.
el sonido de su piel separándose del otro satisfizo sus oídos, ella abrió sus orbes perla, de inmediato como si se tratase de un baño de emociones se puso roja, tan roja como el carbón llameante, había besado ya 2 veces el chico que quería, habían pasado toda una noche tan juntos que aquello ya no se le podía llamar una amistad, su primer beso había sido entregado al que sería su futuro esposo, alguien que quería y amaba por eso su vergüenza parecía ser normal.
--oh, lo olvidaba, espera aquí hinata, no tardaré.-- exclamó repentinamente el chico antes de desaparecer de la vista de la hyuga.
no pasó ni un minuto antes de que el saiyajin regresara.
el se acercó, parecía traer algo en sus manos, y la chica se preguntó que sería aquello por lo cual fue se preguntó que traería ahí.
--lo compré antes de hacer los exámenes chunin, estuve a punto de regalártelo, pero observé que hacías todo lo posible para alejarte de mi, y me abstuve de hacerlo.-- explicó cuando entregó el presente, una pequeña cajita, adornada con una pequeña cinta que evitaba ser abierta con facilidad. --te lo entrego ahora, no creo poder seguirlo llevando conmigo de ahora en adelante, y sería una lástima dejarlo a su suerte en un frio cuarto, estará mejor en tus manos, y si no lo quieres no hay problema eres libre de tirarlo.-- dijo cuando se separó del objeto y la hyuga lo recibió.
ante las palabras ella negó de todas formas, nunca podría deshacerse de algo del chico, al contrario, su felicidad parecía no se reduciría con cada momento que pasaba, quería estar así siempre.
--yo-yo atesoro esto más que nada, el que tu hayas pensado en mi de esa forma me-me hace feliz, ya-ya debes de saber que no podría alejarme de ti, puede que antes me haya equivocado, pero todo lo que te dije es verdad, te quiero.-- habló nerviosa, si bien antes no prestó importancia a lo que hacía o como actuaba porque ya se había rendido en la vida, la verdad es que ahora no podía evitar avergonzarse como antes porque su esperanza había regresado.
--lo sé.-- respondió mientras acarició su cabeza. --nos vemos luego hinata.-- terminó cuando acarició su mejilla, sonrió cuando observó ese rostro, sus ojos hermosos y tímidos, los protegería a toda costa, protegería a hinata sobre cualquier cosa y el viento sopló con fuerza, trayendo calidez de alguna parte, porque no todas las mañanas son frias, y menos esta.
--te esperaré.-- le habló a la nada, pues el chico había desaparecido con el viento que meció sus mechones, no se sintió triste ante su ausencia y no lo haría de ahora en adelante.
regresaba a su pequeño hogar, debía hacer varias cosas antes de marcharse, y lo más antes posible, sin embargo a lo lejos observó una figura bastante conocida y sin dudarlo se acercó ahí.
la vio caminar casi como si estuviera muerta en vida, por lo general es discreta y trae una sonrisa consigo, pero hoy casi no la pudo reconocer.
--hola hanabi.-- habló cuando estuvo tras ella.
detuvo sus pasos lentamente, y con mucho desanimo giró a ver
--eh?, a, eres tu...-- dijo de manera seca cuando le observó, de manera melancólica sonrió después, pero rápidamente apartó la mirada.
--que haces por aquí?.-- cuestionó extrañado de verla actuar de tal forma, por lo general cuando se encontraban siempre sonreía y sus ojos brillaban.
--busco a mi hermana, nos vemos luego gokú-sempai.-- respondió cuando comenzó a alejarse, sus pasos parecían algo torpes y lentos, debió haber recorrido toda la aldea sin descansar.
--hinata ya ha regresado a casa, la acompañé hace un momento.-- explicó el son, hanabi se detuvo y se volvió al saiyajin.
--lo dices en serio?.-- demandó inexpresivamente.
--si.-- respondió de la misma forma.
--ya veo, regresaré entonces.-- dijo a la vez que se acercó al chico y le miró detenidamente. --tu color de cabello es diferente, y tus ojos también, debe ser que me estoy volviendo loca-- comentó, pero casi no le dio mucha importancia, desde hoy sabría que tenía prohibido socializar con alguien más que no fuera su prometido.
--hanabi?...-- preguntó cuando siguió sin decir más, con sus orbes perlas emanando tristeza y vació absoluto.
--oye gokú...¿si tuvieras un destino miserable, preferirías vivirlo o morir?.-- cuestionó de la nada, a la vez que se detuvo, las palabras no titubearon en ningún momento, hablaba al parecer tratando de encontrar una salida a su futuro. --este mundo es injusto, y a veces pienso que morir es mejor opción.-- volvió a hablar la niña, tan fría que gokú sintió claramente su dolor. --ojalá hubieses sido tu...-- aquel susurró lo escuchó de la boca de hanabi, los dientes del saiyajin se apretaron con fuerza, cerró su mirada de la misma manera, tratando de no aceptar que su amiga sufriera, pero él mismo entendió en ese instante que estuvo ciego todo este tiempo. si bien quería traer felicidad a esos corazones como sea posible, nunca se preguntó como hacerlo cuando el mundo y su propia familia dibujaban ese rostro triste que a veces prefería ser llevado por la muerte, un rostro que de seguro ino y cualquier kunoichi tendría en algún punto de su vida, ya no había nada que hacer, cambiaría ese mundo sea como sea, cambiaría esos rostros.
--hanabi!.-- gritó el son y ella solo giró porque el grito fue tan desgarrador que incluso sintió miedo de esa voz.
cuando sus ojos se posaron en gokú notó que no se había hecho cambiar el color de pelo, ahí pudo ver como el color rojizo tenía el azabache y entendió que representaba dolor e ira acumulados deseando poder salir, llamando al dios árbol para calmarle.
--no te preocupes, yo te salvaré, yo haré que seas feliz!.-- dijo el son con un rostro serio, ella abrió sus ojos hasta más no poder, pero antes de que dijese o hiciera algo el chico desapareció.
regresó al departamento, hizo un desayuno solo de ramen instantáneo que había estado por terminarse, lavó algunos platos que yacían en la mesa y cambió el agua del florero que ino le había dado, nieve, su gato entró por la ventana, al parecer su recorrido nocturno habitual había terminado y venía a comer como siempre hacía, esta vez gokú puso un poco más al animal, porque ya no le vería más, no hasta dentro de mucho.
debía despedirse de ino al menos, pues el sabía que lee y guy no le dejarían marcharse ni mucho menos tsunade, pero la rubia de ojos esmeraldas era su amiga, aquella que le ayudó en todo a cambio de nada y solo abandonarla sin más estaría mal.
sin embargo antes de que hiciese algo, la puerta fue golpeada tres veces, alguien llamaba, y se extrañó porque aquel chakra no lo había sentido antes, así que no supo de quien se trataba y abrió.
--hola, muy buenos días, tú debes de ser son gokú. ¿no es verdad?.-- preguntó la pelinegra quien sostenía un cerdo entre sus brazos.
--así es.-- respondió el saiyajin observando detalladamente a shizune.
--lady tsunade te necesita en 2 horas en la torre del hokage, por favor debe ser puntual ya que es un tema de bastante importancia.-- explicó la aprendiz de la sannin, y extendió su mano entregando algo.
el saiyajin recibió el objeto y no supo de que se trataba.
--¿Qué es esto?.-- cuestionó algo intrigado.
--es un sello, es el sello de tu clan, tiene grabado tu marca, la misma que traes en tu ropa.-- explicó la mujer.
--y para que sirve?.-- siguió preguntando.
--es solo una herramienta que nos ayudará más tarde, ahora me marcho y no olvide estar al menos 30 minutos antes.-- con ello la chica se retiró.
¿por que tsunade le necesitaba urgentemente?, si era algo de que preocuparse debería ir, aún faltaba tiempo para que el enmascarado regresase, así que no perdería nada.
o eso pensó.
llegó a la torre como fue acordado, sin embargo no vio a tsunade por ningún lado y fue llevado a otro salón por shizune, algo le dijo que lo que se desatase ahí no sería para bien y su cuerpo se tensó.
frente a él, el trio de ancianos que lo condenó a estar encerrado después de la muerte de hiruzen, se encontraban revisando algunos papeles, nuevamente sintió la vista de danzo posarse en él, tan pesada y repugnante que giró a verlo desafiante y con eso el ambiente se tornó frio y pesado inundado absolutamente por el silencio y la intriga.
de pronto shizune entró con un cofre bastante bien decorado, madera de alta calidad y metal brillante señalaba que su contenido tenía alguna clase de valor.
--que ha pasado con la hokage?.-- cuestionó danzo cuando observó que nadie seguía a la pelinegra.
--lady tsunade ha sufrido un contratiempo con el reporte de la misión sobre el ninja desertor, al parecer hoy tampoco podrá asistir.-- respondió la azabache mientras se inclinó con respeto a los que aguardaban la espera.
--últimamente los problemas no dejan de aparecer en konoha.-- masculló el hombre que una vez fue amigo de hiruzen. -- bien son gokú, supongo que ya sabes para que estás aquí.-- dijo danzo con voz seria, pues ahora él debía continuar con el asunto.
--no, no lo sé.-- respondió algo fastidiado, pues aquel hombre parecía no tener buenas intenciones, podía sentirlo con cada palabra que lanzaba su boca.
--como sabes, al ser un residente y ninja de konoha debes ayudarnos con apoyo militar.-- explicó danzo, lo cual al saiyajin parecía seguirle molestando, pues ayudar a la guerra era lo que menos quería.
--no pienso pelear en una guerra.-- aclaró interrumpiendo a danzo, se notó su desacuerdo con tales palabras. --si eso es todo me voy.-- explicó levantándose del cojín, se dirigió paso hacia la puerta, sin embargo unos ninjas enmascarados cerraron las puertas impidiendo que siguiera.
--me temo que eso no es así, si hay guerra debes participar, porque estás bajo ordenes de konoha, no, mejor dicho: le perteneces a konoha, sin embargo no es eso por lo que estás aquí.-- dijo danzo con una pequeña risa. --sabemos que tu poder y ninjutsu es algo que no se ha visto, y tu estilo de pelea es algo que nos beneficiará, así que tu descendencia es lo más importante, es por eso que debes firmar el acuerdo de matrimonio que decidirá con quien te casarás.--
"casarse".-- esos sujetos jugaban con esa palabra, no les importaba lo que traía consigo para si quiera pronunciar esa palabra, incluso ino le explicó que ese era sus sueño, lo dijo con esperanza y ojos de enamorada, parecía anhelarlo, sin embargo que sería de ella si se le asigna el mismo destino que a hinata, hanabi y el de él mismo.
--aquello hizo que los ojos del saiyajin se abrieran hasta más no poder, sus manos temblaron sin control y por un momento su respiración se cortó, unos segundos de silencio bastaron para que aquel movimiento de sorpresa cesara, de pronto sus manos se paralizaron cuando formaron un puño que ayudó a soportar su ira. --así que ustedes fueron los que eligieron la pareja de hinata y hanabi, ¿ustedes hicieron eso?.-- demandó en voz baja cuando comenzó a girarse de regreso al trio de ancianos.
--si, ellas y sus representantes ya han firmado, no tienes por que preocuparte, ahora sigues tú son gokú.-- declaró la anciana.
--tu futuro y el de konoha se librarán con una firma.-- comentó el otro y shizune desenrolló el pergamino, sin embargo el saiyajin no le prestaría atención, no permitiría que ellos controlen la vida de la gente así como así.
--vamos son gokú, tsunade sama también está de acuerdo, de hecho ya firmó también, tsunade-sama arregló todo para ti.-- exclamó shizune, pues tsunade le había dicho que gokú estaría encantado de firmarlo, lo estaría si se hubiese dicho con quien se casaría y aquellas palabras condenaron la cordura de gokú.
--¿tsu-tsunade?-- repitió regresando a ver a shizune quien asintió.
de pronto sin aviso previo comenzó a llorar, lágrimas de dolor que se deslizaban en un rostro congelado, observaron como la madera en la que estaba parado comenzó a desvanecerse, a destruirse sin razón alguna.
--no los perdonaré...-- susurró el saiyajin. --tsunade, no perdonaré a tsunade...-- dijo mientras su vista vacía comenzó a se acompañada de un rostro repleto de decepción dio inicio a derramar lágrimas aún más caudalosas, primero jiraiya le falló, ahora tsunade a quien admiraba y quería, acababa de hacerlo de la peor forma que para él podía haber.
que sucede?, que pasa?.-- dijo la anciana a sus compañeros quien observaba el escenario comenzando a ser bastante devastador y la actitud del chico solo hizo que el temor comenzase a crecer a medidas descomunales
--ustedes son una mierda, el país del fuego es una mierda...-- habló mientras abrió sus ojos ensangrentados a la autoridad de ancianos que retrocedieron cuando se reflejaron en esos iris.-- ¡konoha es una mierda!.-- clamó y de pronto el salón comenzó a destruirse. --este destino no lo permitiré!.-- los presentes se asustaron de gran manera, y comenzaron a huir lo antes posible al contrarío de danzo quien observó al saiyajin y el poder que de él emanaba.
--e-esto es grave, iré por lady tsunade.-- dijo shizune y también salió dejando a un gokú invadido de ira y a un danzo quien observaba tranquilo.
de pronto aquella parte de la torre explotó, todos los ninjas de los alrededores se percataron de inmediato de aquel evento y supieron que el hokage estaba en peligro, posiblemente un ataque terrorista se llevó sigilosamente y el único aviso era aquella nube de humo que pintaba el cielo. debían llegar ahí lo más pronto posible.
cuando el polvo y humo dejó de crear la espesa cortina danzo observó al saiyajin empezar a ser cubierto por raíces, dedujo que debía ser el elemento madera del que tanto se hablaba, y supo que si quería detenerlo y ponerlo a su disposición este sería la ocasión perfecta, una ocasión única de poseer tal enorme poder que pone a merced ejércitos enteros
se vieron frente a frente, poco a poco las raíces lo cubrieron en la prisión habitual, pues ahora más que nada estaba enfadado, estaba tan enfadado que ya no lo pudo controlar, sin embargo aún tenía el poder de las raíces exteriores para cobrar la vida de danzo.
--es una pena tsunade.-- dijo danzo mientras descubrió su ojo derecho. --no pudiste protegerlo después de todo.-- terminó cuando el rojo del sharingan brilló, un brillo ajeno al de un uchiha, porque este no destellaba odio, este solo destellaba codicia de poder, casi incluso sintió repulsión de que el ojo que refleja la miseria del mundo esté en manos de un sujeto como ese.
nadie podría resistirse al poder del kotoamatsukami, ni mucho menos un niño que es emocionalmente inestable, ¿o si?.
eso danzo debió haberlo descubierto con anterioridad, porque ningún poder ocular supera al padre de todo poder que hay en aquel planeta
guy y kakashi se acercaron, muchos ninjas de hecho, notaron que el edificio estaba invadido por raíces que del suelo habían salido y los que conocían aquella técnica se dieron una idea de quien estaba ahí.
no podían entrar, porque lo que una vez fue la torre del hokague ahora no era más que un objeto consumido en el poder de la naturaleza que carece de forma alguna.
--hay que escalar!.-- clamó un ninja de entre la multitud y corrió hacía el sitio, sin embargo apenas estuvo a unos centímetros de la vegetación fue consumido de manera tan cruda que cualquiera retrocedió de inmediato.
--es igual que lo que pasó a gato!.-- pensó el hijo del colmillo blanco cuando observó el aterrador evento, sea quien esté ahí dentro solo podría desearle la suerte de salir con vida.
de pronto las raíces comenzaron a acercarse a danzo, quien no entendió como el gen-jutsu más poderoso no había surtido efecto alguno, apretó sus dientes cuando supo el peligro de muerte en el que se encontraba si llegase a ser prisionero de aquellas enredaderas mortales.
de inmediato notó algo con su ojo derecho, aquellas raíces le arrebataban lentamente el chackra de sus reservas, no se quiso imaginar lo que pasaría si el son le llegase a tocar con eso, posiblemente no habría nada que hacer, pero un pequeño milagro apareció, tsunade había llegado al lugar.
--gokú, detente!.-- gritó con fuerza, se horrorizó de ver aquel lugar y al saiyajin en medio de la conmoción.
aquel llamado hizo que el son se detuviera, sin embargo no giró a verla y de solo escuchar su voz apretó aún más sus dientes, la rabia llegaba a su límite y si eso ocurría caería en el mundo de sueños sin piedad alguna por el árbol.
--debí imaginarlo.-- habló el saiyajin. --jiraiya y tú me repugnan, me dan asco.-- declaró con un fastidio y una voz penetrante que llevó aquellas sensaciones a los oídos de la rubia.--si escogiste el futuro de hinata y hanabi, era obvio que lo harías conmigo, no eres como yo creí, no eres diferente a este mundo de mierda!.-- dijo con furia, no quería verla, no quería aceptar que la que fue su amiga más preciada estuviese detrás de todo esto.
--gokú, de que hablas!.-- dijo, pero fue callada por el grito del saiyajin.
--¡no me hables, no quiero seguir escuchando tus sucias mentiras!.-- clamó con decepción, con tristeza. --no pienso ser parte de esto, no quiero la guerra, y no quiero verte.-- describió con desgarro en sus palabras, mientras sus ojos se tornaron plata y su cabello oscuro que escasamente reflejaba el mismo brillo que sus ojos.
cuando lo hizo las raíces le dejaron libre dijeron que el chico sus emociones de lado, accedió a formar parte de aquello que odiaba, porque supo que era mejor vivir de esa forma que esperar algo de ese mundo miserable.
--go-gokú, que te pasa...-- susurró tsunade quien comenzó a dar pasos hacía atrás, pues la presión que generaba gokú era suficiente para activar su temor, sentimiento que le dijo que no debía acercarse, que no debía molestarle, llevó su vista a donde danzo estaba solo para darse cuenta que ya había huido.
--este lugar parecía ser arcoíris y color rosa para mis ojos, un lugar maravilloso.-- dijo cuando comenzó a girarse lentamente . --pero ahora solo veo un lugar maldito, un lugar tan miserable como tú.-- terminó cuando por fin cruzaron vistas, ella cayó de rodillas y quebró en llanto cuando miró esos ojos, ojos absolutamente vacíos, ojos que no tenían fondo, sin brillo y muertos, aún así seguían derramando lagrimas, rio que lentamente comenzó a secarse.
su cabeza se ladeaba de un lado a otro, como si su cordura estuviese a punto de ser abandonada también, como si solo hubiese una cosa que aún le permita tener sus pies en la tierra y sea lo que sea no debía de desaparecer nunca porque sería el fin.
--dejé vivir a jiraiya, supongo que haré lo mismo contigo.-- siguió mientras movía su cabeza de la misma forma, como si dudara de aquella decisión, cuando le vio actuar de esa forma se horrorizó, sus dientes se apretaron y sus ojos parecían hundirse dentro de sus cuencas, aquel que la miraba con alegría y admiración no era más que un ente que de ver necesario matar lo haría sin remordimiento alguno.
--nos vemos luego, hokage-sama...-- dijo cuando dio media vuelta y comenzó a alejarse, ya no existía el nombre tsunade, porque ella ya estaba muerta para él.
--¡atrápenlo!.-- gritó danzo desde el techo superior, al momento montones de ambú propios de su rama comenzaron a rodear al chico.
--¡alto!, no lo ataquen!, ¡danzo que crees que haces!.- dijo tsunade quien se recompuso al instante, podía estar devastada, pero su actitud fuerte no le dejaría en el suelo, no la haría verse débil cuando tiene una aldea que proteger.
pero aquella advertencia no sirvió de nada, porque aquellos ninjas enmascarados lanzaron shuriken, cuchillas, y gran variedad de jutsus, ataques que se desvanecieron cuando del cuerpo del saiyajin salió una poderosa onda de viento que arrasó con lo que quedaba de la torre.
tsunade saltó antes de que fuera victima de aquel poder destructivo, afortunadamente no sufrió daños y sabía que gokú podría destruir la aldea si quería, que incluso mataría a aquel que intente algo contra el, y más cuando le vio de entre la cortina de polvo caminar tranquilamente, sin alguna clase de remordimiento.
aquellos jounin y ninjas que estaban a los alrededores y a los pies de la torre, observaron toda la destrucción, y vieron la figura del saiyajin alzarse sobre la cortina de humo, tan imponente y tan diferente que guy no le reconoció, sin embargo kakashi si lo había visto de esa manera con anterioridad, y la imponente aura que emanaba incluso cuando estaba quieto.
una docena de ambú saltaron hacía el chico, con espada y otras cuchillas en mano estaban más que seguros de tomar la vida de gokú, pero lo que pensaron estaba alejado de la realidad.
el son tomó su báculo, y al primer ninja que se interpuso fue partido a la mitad, aquel objeto no tenía filo alguno para destrozar de esa manera, pero eso no le importaba al saiyajin porque lo compensaba ridículamente con su fuerza bruta, y aquella imagen de la silueta de un cuerpo dividido en dos, se grabó en la imagen de todos.
aquellos que no lograron detenerse a tiempo corrieron el mismo destino, sus cuerpos eran destrozados sin piedad alguna y el lugar se tiñó de sangre y trozos de cuerpos derramados por cualquier lado, empapando incluso a los que estáticos miraban todo sin poder hacer nada.
todos quedaron en silencio, guy sabía que tratar de detenerlo era un suicidio, y menos con esa actitud que traía consigo, si alguna vez se le llamó "monstruo" al chico, esta vez no había termino que le describa.
su cuerpo y rostro estaba bañado en sangre, sus ojos se movían lentamente de un lado a otro, observando a cada ninja, y en el lugar en el que su vista posaba, era similar a tener la misma muerte escogiendo a quien morirá.
--hay dos opciones.-- dijo el saiyajin. --o abren paso para dejarme tranquilo, o yo los abro a ustedes, saben a lo que me refiero.-- dijo mientras señaló con su báculo que aún estaba bañado por el líquido rojizo.
--todos tensaron sus cuerpos ante aquella amenaza, no querían ser intimidados, pero el temor ante lo desconocido es inevitable.
--tsk, deja de decir tonterías.-- clamó azuma, mientras afiló sus cuchillas con su propio chackra, pero antes de que se lanzase a atacar y que el resto le siguiera, kakashi y guy interrumpieron.
--Alto.-- gritaron a la par. --déjenlo ir, no podremos contra él.-- admitió kakashi.
--de que hablan?.-- demandaron todos, no soportaron ver a la bestia verde y el ninja que copia ceder ante el enemigo después de haber causado aquel desastre.
--no entienden?, apenas si mueve su báculo para defenderse, creen que tendrán oportunidad si decide atacarnos directamente?.-- habló guy cuando apretó sus puños
--además ni siquiera está utilizando el mokuton que posee, nos acabará en un santiamén al igual que la invasión enemiga, acaso ya lo olvidaron?.-- demandó kakashi, reviviendo aquel recuerdo, y poco a poco comenzaron a retroceder porque era verdad.
--sabia decisión kakashi, ahora desaparezcan de mi vista.-- habló mientras levantó su brazo lanzando una potente corriente de aire que golpeó a todos con la suficiente fuerza para dejarlos mal heridos.
--go-gokú!.-- gritó la rubia una vez más, sin embargo el saiyajin seguía su trayecto sin voltearla a ver, porque como ya dije, ella acababa de morir para él. --pe-perdóname, creí que esa sería la única forma de protegerte!.-- cuando dijo eso el saiyajin detuvo sus pasos. --no tenía otra opción, pero pensé en ti cada momento, pensé en tu bienestar y en tus sentimientos, po-por favor, piensa en lo que siento yo ahora.-- habló tsunade, lágrimas se bañaban sobre ese rostro que el chico moría por ver cada día de su vida, pero aquello ya no existía.
cuando terminó de escuchar reanudó su trayecto, no habría de importarle en lo más mínimo lo que sienten los demás, porque primero debía de empezar por el mismo y en ese momento nunca sucedería, sin embargo sus recuerdos aún estaban con él y aquello hizo que pudiera dar sus últimas palabras en ese lugar.
--si no te maté, es porque pensé en ti.-- declaró antes de desaparecer.
--son gokú, el del báculo ha desertado--
--vaya, ahora sé quien es el causante de todo ese alboroto que llega hasta aquí.-- dijo el enmascarado cuando le vio, bañado en sangre y su rostro muerto, si tan solo llevase una máscara no se diferenciaría mucho de un ambú que regresa de la batalla.
--entonces, si voy contigo conseguiré dinero, ¿no es verdad?.-- habló mientras apuntó con su báculo al uchiha que se hacía llamar tobi.
--entre otras cosas.-- habló mientras observó al saiyajin interesado en un motivo monetario, porque juraba que tenía ansias de cambiar el mundo, posiblemente ya se resignó. -- si colaboras conmigo podrás conseguir dinero.-- explicó mientras levantó sus hombros.
--eso es suficiente, vamos.-- habló cuando retorcía su cabeza y se mostraba que su tiempo se acababa, que sus emociones reclamaban el cuerpo.
--no sé lo que te ocurra, pero de acuerdo, solo no te muevas.-- dijo cuando apuntó con su ojo al saiyajin, sin embargo un pequeño inconveniente apareció. y el uchiha desapareció dejando a gokú solo.
--gokú-kun!.-- se escuchó la voz, agitada y ahogada que incluso su propietaria cayó debido a la velocidad a la que corría.
la escuchó perfectamente, supo quien era, sin embargo no sabía que hacía ahí.
--vete ino, no debes acercarte a mi.-- explicó el saiyajin con su voz seca y fría.
--todos en la aldea te buscan, dime ¿que pasó?.-- cuestionócuando se recomponía.
--maté a muchos ninjas, eso es lo que pasó, ahora vete.-- respondió friamente para que la chica se fuese, porque el solo escuchar su voz le afectaba, no para mal, porque le traía esa sensación de no dejar konoha.
--a-abandonarás la aldea?.-- cuestionó temerosa de la respuesta, porque dentro de su corazón ya sabía la respuesta.
--por favor vete.-- habló en reemplazo de la respuesta, la rubia comenzó a acercarse de forma lenta porque sintió la fuerza que hacía para poder hablar.
--me abandonarás, dejarás de un lado todo lo que pasamos, harás como que nunca pasó?.-- cuestionó entre lágrimas cuando le abrazó por tras de su espalda, aferrándolo a ella, tratando de detenerle de separarlos.
--si.-- habló sin más, una corta respuesta que decía mucho, una palabra que hizo que la rubia retrocediera entre sollozos.
--ya veo...--musitó en medio de su llanto. --me marcho, y a donde sea que vayas, cuídate.-- explicó y se dio media vuelta a la vez que sus lamentos se ahogaban.
quería buscarla solo para esto?.-- se preguntó el saiyajin cada vez que escuchó a ino hablar con voz quebrada, ¿la había buscado solo para hablarle de esa manera?.-- no era así, la buscó para despedirse y entre otras cosas agradecer su ayuda, no obstante lo único que había hecho fue pisotear sus sentimientos, como si no fuese diferente a la basura por la que acababa de pasar, definitivamente lo menos que siempre quiso fue que ino sufriera.
--oye ino.-- habló repentinamente, ante el llamado la chica se detuvo. --mi gato suele ir a almorzar y desayunar, sale en las noches y no regresa hasta el día siguiente, en la tarde duerme sobre la cama mientras se calienta con la luz del sol, pero a partir de hoy no podré cuidarlo, si pudieras hacer eso por mi... si pudieras hacer eso por mi. si pudieras hacer eso por mi tu serías la única persona con la que aún puedo contar, así que por favor...-- dijo cuando apretó sus dientes, sus pupilas se bañaron de un tono rojizo por unos segundos y sus ojos parecían volver a derramar lágrimas.
el tono plata se marchó, porque entendió que estaba cegado de ira, rechazaba el mundo cuando tenía amigos a quien ayudar, gente inocente a quien ayudar y un mundo que salvar, pero sobre todo una promesa que cumplir.
--vale, te entiendo.-- respondió cuando se giró y le sonrió. --pero debes prometerme... que te volveré a ver.-- propuso la rubia, si lloraba esta vez, no era por saber que para gokú no era importante, era porque sus lágrimas gritaban que no importaba si se alejaba del chico, ya que gokú siempre tuvo un lugar en su corazón solo por ella.
--nieve, se llama nieve, y cuando los árboles se bañen de ella, yo vendré.-- declaró cuando sus ojos se fruncieron junto con una sonrisa.
--¡go-gokú!.-- dijo cuando le vio sonreír, y lloró aún más.
--vete ino, estarás en problemas si te ven junto a mi.-- exclamó y ella asintió, cerró sus ojos con fuerza y empezó a correr de regreso hacía el centro de konoha.
con ello observó por ultima vez los complejos de konoha, una aldea de ninjas guerreros que seguían un solo destino, pero ya no los vía con ira, solo con lástima por como actuaban solo para seguirse matando entre ellos, porque a partir de ahora posiblemente la única relaciona que tenga con ese pueblo solo sea la de un enemigo, un enemigo que no pueden vencer.
--oye uchiha.-- exclamó el saiyajin mientras observó a ino desaparecer por completo de su vista.
--¿Qué sucede?.-- dijo cuando apareció tras la espalda del Saiyajin.
--vamos, hay muchas cosas por hacer.--
fin del capítulo 14.
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lo logré, llegamos al final de esta historia, pues el resto lo dejaré a su imaginación, ya no tengo inspiración para seguir ni para escribir, así que con esto me despido de este fic que a pesar de todo disfruté escribiendo.
ok no.
les ruego paciencia con el siguiente capítulo ya que no recuerdo nada de shippuden, así que tendré que verlo para poder continuar.
hasta entonces haré un par de ovas contando algo de el trayecto de 3 años que pasarán hasta shippuden.
¿Qué pasará con hinata e ino?.
¿Qué pasará con tsunade?.
¿volveremos a ver a mi waifu la diosa conejo?.--
¿ella me dirá que si algún día?.
todo esto será respondido más adelante.
gracias por leer.
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