Capítulo 6.

Gohan caminaba con tranquilidad por unos pasillos oscuros, el día de ayer fue bastante intenso, Ravel sí que cambió y eso le agraba, no es que la odiaba en el pasado, era más temor lo que sentía.

Esbozó una sonrisa ante aquella idea, estaba realmente agradecido con ella por haber visitado a su madre y hermana todo este tiempo, jamás olvidaría eso.

Mencionó que también vendría hoy, tenía que preparar algo.

Pero ahora tenía que cumplir su función como futuro lider de Kyoto. Los tengus que custodiaban el lugar agachaban con respeto su cabeza ante lo cual el simplemente saludaba con una sonrisa.

Se detuvo entonces en frente de una puerta metálica que con facilidad abrió. El lugar estaba repleto de círculos magicos.

-Gohan-sama, ¿está seguro de esto? -preguntó uno de los tengus con seridad.

-No te preocupes Matou-san, no podría escapar de aquí... mucho menos si yo estoy presente -aseguró confiado el rubio.

El mencionado Matou se asombró por las palabras del príncipe, al parecer los rumores eran ciertos, el joven príncipe había madurado.

-Como diga -fue lo último que dijo antes de cerrar la puerta.

Los orbes esmeraldas miraron entonces a aquella mujer rubia con seriedad.

Jeanne estaba en un cuarto casi vacío, tenía una cama y un baño, lo justo y necesario para una prisionera. Vestía una camiseta y pantalones blancos sin calzados.

-Debo decir que los Youkai tienen una muy buena técnica de sellos -habló la joven burlonamente.

No podía usar magia ni tampoco su sacred gear. Aunque sabía que aquello era inútil ante aquel monstruo en frentr suyo que le miraba curioso.

-¿No necesita nada, señorita? -preguntó con tranquilidad el Son con sus manos en sus bolsillos.

-No en realidad, el miso que sirven es realmente delicioso -respondió con simpleza mientras tomaba asiento sobre la cama- Entonces, ¿qué es lo que quieres de mí, Son Gohan? -preguntó aunque ya sabía de lo que se trataba.

-Lo sabes, Jeanne, información de tu grupo -respondió con seriedad.

-¿Por qué hablaría? ¿que ganaré al traicionar a mis compañeros? -preguntó fingiendo confianza.

-Lo que has hecho has sido grave, atentar contra todo Kyoto, eso no tendría perdón -comenzó a hablar logrndo estremecer a la mujer- Pero... mi padre me ha enseñado que todos merecen una segunda oportunidad, gracias a eso él ha hecho buenos compañeros y amigos.

Recordó al orgulloso príncipe de los saiyajin, sanguinario, calculador y malvado, pero que ahora tenía su propia familia, a su propio maestro Piccolo quien anteriormente fue conocido como un demonio y finalmente terminó entrenandolo a él, quien era el hijo de su mayor rival.

-Podria conseguir que te saquen de aquí si lo hicieras, pero dudo que puedas hacer o ir a donde quieras por un buen tiempo -explicó con tranquilidad.

-¿Y qué harás con la información? -preguntó curiosa.

-Yo detendré a la facción de los héroes -en las palabras del mestizo no existió ni el más grande mínimo ápice de duda.

Jeanne sabía perfectamente que él podría hacerlo.

-En fin, puedes tener tu tiempo para pensar -Gohan se dio vuelta dispuesto a retirarse.

La rubia simplemente se quedó viendo la espalda del chico que finalmente salió de su prisión.

-"Son Gohan... qué chico tan peculiar" -pensó con una pequeña sonrisa.

Era claro que el joven tendría que tomar las responsabilidades de su persona en el caso de liberarla.

Aunque siendo honesta incluso con sus poderes o todos los demás héroes dudaba si pudieran derrotarlo.

No tenía muchas opciones en realidad. Y lo más probable es que la facción bíblica también fuera detrás de ella, significaba que Kyoto estaba tomando a Jeanne bajo su cuidado como una prisionera.

No tenía muchas opciones en realidad.

.

Goku sonreía con orgullo mientras desviaba con facilidad los golpes de su hija quien tenía una determinación destacable en mejorar, mucho más de lo que Gohan había mostrado en antaño.

La pequeña rubia vestía un dogi idéntico al de su padre con el kanji de "Son" en su pecho y espalda en honor a su padre. Ciertamente adorable.

-Lo haces bien hija -halagó el rubio feliz- Pero te falta precisión -murmuró golpeando con delicadeza la frente de la pequeña.

"¡Ite!"

-¡N... no me dolió! -exclamó cómicamente arrojándose una vez más en contra de su padre.

Yasaka miraba con felicidad a su hija, finalmente podía entrenar con su papá como tanto quiso. Algo de melancolía se apoderó de ella al recordar las lagrimas de su hija lamentándose por la ausencia de Goku y su hermano, ella tuvo que ocultar su propia tristeza para mantenerse fuerte en frente de su hija.

Pero la realidad es que estaba destrozada.

Levantó una ceja curiosa al notar como las capacidades de su pequeña aumentaban rápidamente, apenas había comenzado a entrenar hace poco tiempo pero aprendía muy rápido.

Era todo una prodigio como su hermano aunque ella tenía lo que Gohan no, ganas de luchar.

-Vaya, Kunou está mejorando rápido -habló el primerizo mientras se sentaba al lado de su madre.

-Gohan, hijo mío, ¿dónde estabas? -preguntó la mujer sonriente a la vez que abrazaba con cariño a su hijo.

-Fui a hablar con la prisionera, la que se hace llamar heroína -respondió algo ruborizado por la muestra de afecto.

-Ya veo -la mujer suspiró- Queda a tu criterio hacer lo que gustes con ella, después de todo fuite tú quien la capturó -no quería hablar de aquel tema tan odioso, pensar que humanos la capturaron con fines tan atroces le molestaba.

-Gracias mamá -el rubio se rascó la nuca.

-Dime hijo, ¿cómo era...? -preguntó repentinamente mirando el cielo- Tu yo del futuro.

El mestizo se asombró por aquella pregunta, sonrió con nostalgia al recordar al guerrero de cicatrices.

-Era un verdadero héroe, alguien quien hizo todo por sus seres queridos incluso sacrificar su propia felicidad -explicó con algo de tristeza.

Yasaka notó aquellos sentimientos en su hijo, aún le dolía recordar todo lo que hubieran pasado sus retoños.

.

Gohan no sabía como comportarse con el guerrero, se sentía tan alejado a él, no podía verse en él en absoluto.

Su expresión seria, determinada y afilada notándose de sobra su experiencia.

El guerrero del futuro notó su mirada cosa que le puso nervioso.

-Hey, volvámonos fuertes, ¿quieres? -preguntó con una gran sonrisa casi idéntico a su padre.

-¡S...sí! -respondió el menor con determinación.

Ahora mismo estaban padre e hijos dentro de la habitación del tiempo y espíritu utilizando todos armaduras similares a las de Vegeta, aunque Kunou en un principio se rehusó finalmente terminó accediendo utilizando la parte superior del traje saiyajin y pantalones de su padre.

-Bien, lo primero es que Gohan consigas transformarte en super saiyajin -comenzó a hablar Goku rápidamente liberando su ki dorado.

-Está bien papá, ahora sé que puedo -habló con algo de inseguridad mirando a su otro yo- Pero, ¿cómo lo hago?

-Es así onii-chan -Kunou habló totalmente seria. Sus ojos ahora turquesa y su cabello más salvaje y brillante.

Goku estuvo dispuesto a explicarle de mejor manera pero fue silenciado.

-Enojate, recuerda todo lo que puede pasar si tu poder es insuficiente -el viajero del tiempo habló a la vez que apretaba sus puños- Quieres volver a ver a mamá, ¿no es así? -preguntó recibiendo un tímido asentimiento- Pues es necesario que tu fuerza aumente para que no tomes las decisiones que yo tuve que asumir -su cabello negro se tornó rubio y su energía brotaba con furia asombrando al propio Goku- ¡Y el primer paso es volverte un super saiyajin! -exclamó serio.

-¿Decisiones...? -no entendió su afirmación, pero lo haría pronto.

Goku bajó la mirada con algo de molestia, tenía algo de culpa en todo esto, por su muerte muchas cosas pasaron.

Miró sonriente a su hijo, estaba orgulloso de lo que logró sin él, pero ahora podría brindarle todo lo que no pudo.

-Ya oíste hijo, desde siempre hemos sabido lo que eres capaz con tu ira pero ahora más que nunca es necesario -Goku habló con seriedad- ¿Podrás?

-Lo haré papá, me volveré fuerte -dijo sin dudas mirando a su otro yo que le sonrió.

Tiempo después, casi un mes había pasado. Kunou y Goku lanzaban y recibían fuertes golpes que retumbaban todo el lugar.

Aunque su atención fue robada repentinamente por un intenso incremento de poder y fuertes gritos.

-Dime, ¿qué harás cuando papá no esté? -preguntó el mayor logrando conectar una patada al brazo a su otro yo- Cuando todos mueran y solo quedes tú y tu hermana menor completamente solos -siguió hablando mientras se acercaba lentamente al azabache- Cuando sepas que nunca más verás a mamá por culpa de tu debilidad, ¡dímelo!

"¡Gragh!"

-Y... yo -los cabellos negros del Son menor cubrían su vista- ¡Yo...!

El ki azulado brotó de su cuerpo, su expresión llena de ira, sus brazos tensos resaltando sus músculos.

-Cuando tu hermana sea lastimada y no puedas hacer nada más que mirar -siguió molestándose cada vez más.

-"Onii-chan..." -Kunou miró con tristeza a su hermano, todo lo que decía eran reproches a sí mismo.

Sus fracasos o como él lo veía, pero para Kunou su hermano era el mayor héroe que podría existir, él fue y será siempre la esperanza de que todo terminaría bien.

El tenerlo, no, tenerse mutuamente fue lo que los ayudo a seguir.

Lo conocía demasiado bien, sus lagrimas estaban por caer o así fue hasta que sintió la mano de su papá sobre su cabeza.

-Papá...

Goku miró a su hijo mayor con seriedad, él era el más adecuado para esto.

-Muchos van a morir... -se estaba proyectando en su otro yo pero quedó calldo repentinamente.

-¡Yo voy a ser más fuerte que tú! -exclamó Gohan repentinamente a la vez que su cabello se tornaba rubio y su energía brillaba intensamente en dorado.

Se esforzaba al máximo en mantener aquella forma.

-Sí, estoy seguro que lo serás -murmuró esbozando esta vez una amable sonrisa que dejó sin palabras al menor- Ya tienes el inicio y ahora hay que entrenarlo debidamente, ¿está bien? -preguntó a la vez que sostenía con su único brazo al ahora azabache que no pudo mantener mucho más la transformación.

-Gra...gracias -murmuró suavemente.

-No fue nada...

.

La rubia oyó en silencio la pequeña historia de su hijo. Esbozó una tierna sonrisa en su rostro mientras abrazaba afectuosamente a su hijo.

-Los dos me llenan de orgullo, mis dos hijos fueron héroes, uno del futuro y otro de este presente -habló la mujer ruborizando a su hijo con sus palabras.

-N... no soy un héroe mamá -dijo apenado- Pe...pero quiero proteger a mis seres queridos como él -agregó aquello con determinación.

-Jeje claro que lo harás hijo, según tu padre ya eres el más fuerte del universo -dijo divertida ante la idea.

Nadie podría derrotar a su hijo de apenas 15 años, Dioses, demonios, humanos, youkai, dragones, nada. Confiaba plenamente en lo dicho por su marido pues con la expresión llena de orgullo que tuvo no había duda.

-No digas eso mamá, es vergonzoso -murmuró avergonzado.

-¡Yasaka, Gohan! -el Son adulto llamó sonriente.

Madre e hijo fueron junto al los dos guerreros que entrenaban.

-¿Qué ocurre papá? -preguntó curioso el hermano mayor.

-Dime hijo, ¿no te gustaría una pelea amistosa? -preguntó con emoción.

El chico lo pensó por unos segundos pero terminó sonriendo.

-¡No hay problema! -exclamó sonriente a la vez que se quitaba la parte superior de su traje chino viéndose una camiseta sin mangas- ¿Pero por qué? -ladeó su cabeza curioso.

-Tu hermana me lo pidió, quiere ver de lo que somos capaces -respondió acaricando la cabeza de Kunou que miraba con emoción.

-¿No la estás malcriando un poco? -preguntó Yasaka divertida.

-¿Huh? En absoluto -Goku creyó que fuera el caso- Luego iremos a comer Pizza a ese país llamado Francia -agregó.

-¡Sí! Te quiero papá -Kunou abrazó con amor a su padre causando nervios en Gohan y su madre.

"Claro que lo hace"

Pensaron en conjunto aunque para Yasaka era tierno y no le molestaba en absoluto.

-Luego podríamos tener una cita como las de antes, Goku -la mujer se acercó al oído de su hombre y susurró pícaramente.

-Eso me encantaría -respondió dando un pequeño beso en la mejilla a su esposa- Espero que aguantes esta vez, Yasaka -susurró divertido poniendo algo nerviosa a la mujer.

-¡Mou! No te burles -murmuró sonrojada apartándose cómicamente al recordar su encuentro de anoche.

El cazador terminó casado, debió suponer que las capacidades de su marido habían aumentado absurdamente y eso simplemente le encantaba.

Terminó completa y totalmente dormida y desgastada.

Gohan y Kunou intentaban ignorar a sus dos padres coqueteandose, ambos estaban realmente incómodos.

Goku simplemente se reía de su esposa, pero luego se giró nuevamente a su hijo.


-Ademas tienes que entrenar el super saiyajin fase dos Gohan -mencionó Goku llamando la atención de las dos rubias.

-¿Su...super saiyajin fa...fase dos? -Yasaka abrió sus ojos de par en par ante aquella revelación.

-¿Es una broma papá? -preguntó la niña completamente anonadada.

Ese poder debería ser imposible de superar, ¿no? Se supone que era una forma legendaria pero al parecer su hijo logró ir más allá...

Gohan desvío su rostro ante la mención de esa forma suya.

-Claro, aún tienes que controlar todo ese poder -la expresión de Goku fue seria.

-Está bien papá, hagámoslo -la expresión del mestizo se volvió recta.

Sus ojos se afilaron al instante.

-Yasaka, Kunou aléjense un poco -pidió Goku con seriedad.

Sabía perfectamente lo capaz que era su hijo.

La madre de los dos niños se estremeció por completo cuando una abrumadora sensación le inundó de repente. Tragó seco y sudó frío cuando el mundo mismo parecía temblar repentinamente.

¿Esto sería realmente una pelea amistosa?

--Fin del capítulo--

Bien, espero que lo hayan disfrutado. Estamos con todo el día de hoy, a ver si actualizo otra cosa porque ando bien motivado.

Espero que se mantengan los comentarios ya que eso es muchas veces lo que me dan ganas de continuar, se pasan XD.

Para el próximo capítulo 180 votos.

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