Capítulo 3.

La reina de Kioto tenía una expresión anonadada, no podía evitar sentir dolor, desesperación por la historia que su amado le relataba.

Sus dos hijos estuvieron al borde de vivir una historia llena de tragedias, un mundo donde Goku murió y donde todos fueron asesinados por seres sin escrúpulos.

Un distópico facturo era lo que Goku relataba con expresión seria.

-¿Y yo? ¡¿D...donde he estado yo en todo ese tiempo para ellos?! -preguntó entre llantos agarrando el dogi de su marido con fuerzas y desesperación.

-Gohan... el Gohan del futuro tomó una decisión por tu bien -fue la corta respuesta del Son.

Ella no tuvo que pensarlo mucho para sacar sus conclusiones.

-Kunou lo apoyó y se negó a dejarlo solo... como siempre la hermana menor apoyó al mayor como pudo -murmuró con nostalgia mientras miraba de reojo a sus dos hijos que reían alegremente jugueteando de aquí para allá.

-N... no me digas que ellos...

-La brecha fue cerrada por ellos dos para evitar que los androides lleguen aquí, Yasaka -le dio la respuesta que tanto buscó- Tus hijos te protegieron hasta donde pudieron... -sus dorados mechones cubrieron sus ojos esmeraldas.

Los ojos de la hermosa mujer se abrieron de par en par. Sus brazos cayeron débilmente sobre el tatami mientras se sumía dentro de sus propios pensamientos.

-No... no, ¡no! -se cubrió su rostro intentando contener su frustración y arrepentimiento.

La culpa la carcomía, ella no estuvo para ellos, ni en esos momentos tan duros y lo que terminó de quebrar su ahora atormentado corazón era que fue ese pequeño niño que salió de ella quien tomó la decisión.

Ese niño timido, aquel que siempre fue tan curioso y asustadizo, pero también amable y alegre. Ese niño la cuidó, conocía también a su hija y estaba segura que ese camino la destrozó por completo.

Renunciaron a su madre por protegerla y a ese mundo al cual tanto amaron.

.

El viajero del futuro miraba su padre con una sonrisa nostálgica, feliz de volver a verlo.

-En serio que eres tú... Gohan, te has vuelto tan grande hijo -Goku esbozó una enorme sonrisa a la vez que posaba su mano sobre el hombro del joven girándose para ver a la rubia- Y tú, Kunou te has convertido en una mujer casi idéntica a tu madre, también pude sentir tu poder hace rato cuando Freezer llegó a la tierra -agregó antes de volver a ser abrazado por la muchacha- Estoy orgulloso de ustedes -felicito sonriente.

-¡Gracias otou-chan! -la muchacha se acurrucó en los brazos de su padre como hace tanto tiempo quería buscando aquella calidez paternal.

El primer hijo de Goku miraba a su otro yo lleno de curiosidad, ¿cómo había perdido su brazo? Además debía admitir que su otro yo se veía sumamente imponente y genial.

El menor se puso nervioso cuando su atención fue correspondida, la unica mano del joven se posó en su cabellera desordenada.

-Gohan... ¿en serio eres tú? -Piccolo caminó hacia los saiyans asombrado de lo mucho que cambió su discípulo y mejor amigo.

El azabache esbozó una enorme sonrisa.

-Piccolo... ha pasado mucho tiempo amigo -Gohan lo abrazó exaltando al nameku que se puso incomodo por aquella muestra de afecto, pero se sentiría mal se lo rechazara.

-Hmpf...

Con su brazo el mestizo se frotó los ojos.

-No saben lo feliz que me hace verlos a todos, incluso tú, Vegeta -habló el azabache mirando de forma desafiante al principe que se había estado mantenido a raya de la reunión familiar al igual que el resto.

-Mocoso descarado, al parecer ya no eres tan inútil -murmuró orgulloso guerrero mirando al mestizo casi con alegría en su amargado rostro.

Respetaba al primogénito de su rival por todo lo que logró en la batalla con Freezer.

-Pero Gohan, ¿qué le ha ocurrido a tu brazo? -preguntó Bulma cubriendo su boca con preocupación, apreciaba mucho al chico que la miró más serio posando su mano sobre donde debería estar aquella extremidad.

-¿Fue un enemigo acaso? -preguntó esta vez Krilin nervioso.

-Otou-chan -llamó Kunou abrasando con fuerzas el brazo de su papá- Tenemo algo aue hablar, ¡es urgente! -exclamó algo desesperada.

-Kunou, tenemos mucho tiempo, no te preocupes pero es cierto que hay cosas que debes saber papá -aseguró el chico con expresión seria.

Momentos después Goku, los dos Gohan y Kunou se encontraban apartados del grupo que miraban expectantes lo que ocurriría.

-Padre, ¿ya puedes dominar el super saiyajin? -preguntó Gohan con tranquilidad a su padre aunque ya sabía la respuesta.

Goku se confundió un poco por esa pregunta pero le daría una buena respuesta a su hijo.

Tras un gruñido todos los presentes pudieron sentir como el poder del saiyan se multiplicaba varias veces hasta por fin obtener el super saiyajin en todo su esplendor.

A Kunou le brillaron los ojos de felicidad a ver a su padre en aquella forma.

-Te ves genial otou-chan -la jovencita dijo con orgullo comenzando a jugar con los cabellos de su padre.

-Gracias hija, es similar al cabello de Yasaka, ¿no? -el saiyan sonrió confiadamente.

La mención de aquella mujer cambió el ambiente entre los hermanos del futuro cosa que fue notada por el joven Gohan, algo no le estaba gustando.

-La verdad es que... -el ki de la mestiza comenzó a brotar al igual que el de su padre rodeada de su energía dorada.

Los ojos de Goku y Gohan comenzaron a expandirse en sorpresa por lo que se venía.

-Yo también puedo, otou-chan -sus cabellos se erizaron levemente y el color de sus ojos se volvieron esmeraldas.

Gohan no perdió el tiempo también accediendo a la forma del super saiyajin con una expresión seria.

-Nosotros también pudimos volvernos super saiyajin, padre - la voz del mestizo fue severa mirando a su otro yo de reojo.

El pequeño no cabía en sorpresa, él realmente podía obtener lo mismo que su padre. Ser tan fuerte como el impecable guerrero que era Son Goku.

En cambio Goku no podía contener su gran sonrisa de orgullo hacia sus dos hijos, claramente eran más fuertes que él.

-Pero incluso así no fuimos capaces de nada contra esos dos bastardos, perdimos demasiado padre... -la mano de Gohan fue apretada con furia.

-Tuvimos muchas perdidas, muchos sacrificios por culpa de los androides -Kunou murmuró mientras sus ahora cabellos salvajes cubrian su rostro.

El ki de la jovencita comenzaba a aumentar rápidamente al igual que su propia ira.

-Trunks... él tuvo que morir por culpa de ellos... -la rubia decía con tristeza y lástima mientras miraba a Bulma a lo lejos.

Aquella que tomó el papel casi de madre para ella en ese mundo perdió a su único hijo en el futuro.

.

Goku abrazaba con fuerzas a su mujer para consolarla, ella en cambio lloraba de tristeza y frustración.

-Goku... no estuvimos para ellos cuando más lo necesitaron -murmuró la mujer con dolor.

-Lo sé... pero ese futuro ya fue cambiado, ¿está bien? Nuestros hijos ahora pueden ser felices y vivir plenamente sin esas preocupaciones -Goku decía mientras acariciaba con cariño la cabeza de su mujer- Yo estoy orgulloso por lo que ellos fueron capaces de hacer solos... sobrevivieron, se volvieron fuertes y les hicieron frente cada vez que podían -hablaba intentando controlar su molestia.

-¡Aún así...!

-Y ahora ellos dos están bien también, aumentaron sus fuerzas y volvieron a su tiempo capaces de todo y estoy seguro que irán a buscarte -Goku murmuraba levantando el rostro de Yasaka con su mentón- Porque tú eres la madre a la cual tanto aman y cuidaron -finalizó uniendo sus labios con los de la youkai.

-¿Lo prometes? -preguntó la mujer posando su mano sobre la mejilla de su marido.

-Los dos obtuvieron una fuerza mayor que yo, así que sí, estoy plenamente confiado -aseguró el Son sonriente.

Los dos se abrazaron con fuerzas bajo la mirada alegre de Gohan que estuvo atento a la charla de sus padres hasta que un balón golpeó su rostro.

-¡Ay! E...eso duele Kunou -se quejó frotando su mejilla aunque la pequeña que reía divertida.

-¿Cómo es que onii-chan es tan fuerte y un balón le puede causar daño? -preguntó alegre.

-¡Eso es porque no estoy peleando! -exclamó cómicamente molesto comenzando a perseguir a su hermana que huía de él divertida.

Un nuevo día había llegado en Kioto, en las afueras del hogar Son padre e hijo intercambiaban golpes a gran velocidad bajo la mirada de la menor quien estaba asombrada.

-¡Yo también quiero ser una super saiyajin otou-chan! ¡no es justo! -se quejó la niña quien vestía un dogi similar al de su padre que la hacía ver adorable.

Goku miró a su hija nervioso bajando de los cielos hasta ella.

-Lo harás con el tiempo hija, no te preocupes -intentó decir pero la rubia se cruzó de brazos.

-Pero yo quiero entrenar con ustedes y no puedo, solo he practicado las técnicas de mamá y cosas básicas del ki -explicó generando una esfera de energía- ¡Tienes favoritos otou-chan! -la chica infló sus mejillas desviando su rostro de su padre que se preocupó.

-N...no es eso, no te enojes conmigo hija, por favor -pidió poniéndose de rodillas a la altura de la menor.

-¡Hmpf!

-¡E...eh! Kunou, ¿ya no quieres a papá? -preguntó preocupado.

-Yo amo a otou-chan, por eso quiero ser como él -afirmó la niña determinada- No quiero que nunca te apartes de nosotras otra vez -murmuró tensando a Goku que se sintió sumamente mal por esas palabras.

-Eso no pasará, ¿ya te lo dije verdad? -preguntó abrazando a la rubia.

-Está bien...

-Kunou -Gohan llamó a su hermana parándose a su lado- Si de verdad quieres ser un super saiyajin tienes que enfadarte como nunca antes, la furia es lo que despierta esta transformación y aún más cosas -explicó con expresión talmente seria el primogénito poniendo algo nerviosa a la menor.

-¿Furia? Tengo que enojarme... -la muchacha se sumió en sus pensamientos.

¿Qué le enojaba?

Su debilidad, no pudo hacer nada cuando su madre fue llevada lejos de ella. Quedó impotente y no pudo guiar a su gente.

Si su padre y hermano no hubieran llegado quién sabe lo que hubiera ocurrido.

Goku se apartó de su hija mirándola fijamente, su ki estaba aumentando.

-La verdad es que tienes que hacerte fuerte, no porque papá y yo estamos aquí puedes mantenerte así... -las palabras de Gohan fueron serias.

Miró a su hermano asombrada, jamás pensó oír algo así de él.

-N...no pudiste ayudar a mamá -le estaba forzando decirle eso a su hermana.

La pequeña apretaba sus manos con fuerzas recordando todo, incluso tuvo que recurrir a demonios para que le ayuden.

Una estela de ki la cubrió.

Su rostro denotaba algo de esfuerzo.

-"Gohan, tú..." -Goku miró a su hijo asombrado por lo que estaba haciendo.

-Antes tu me cuidabas, pero ahora ya te he dejado muy atras Kunou -Gohan le dio la espalda comenzando a caminar.

Un brillo dorado chispeante se hizo presente llamando la atención de los dos. Era el ki de la menor que comenzó a gruñir por el esfuerzo.

-¡Yo no quiero ser débil! -exclamó la pequeña repentinamente a la vez que los alrededores comenzaban a temblar.

Por unos segundos sus ojos dorados se volvieron esmeraldas pero eso fue todo pues cayó al suelo de rodillas sumamente cansada.

-¿Estás bien Kunou? -preguntó Goku con tranquilidad- Casi lo logras,  falta entrenamiento y es seguro que también podrás -afirmó el Son ayudando a su hija a ponerse de pie.

-Sí, lo sentí... fue increíble -murmuró mirando sus manos con asombro.

Kunou miró a su hermano y rápidamente captó lo que intento hacer.

-Te alcanzaré Gohan -afirmó la rubia levantando su pulgar.

-Estoy seguro que lo harás jeje -el saiyan le acarició la cargó sobre sus hombros.

Pero fueron interrumpidos cuando la hermosa Yasaka llegó con ellos feliz.

-Es hora, tenemos que despedir a nuestros invitados Goku -la mujer dijo acariciando la cabeza de sus dos hijos.

-¿Ya es hora? Está bien -Goku se rascó su nuca acercándose a su mujer que lo tomó del brazo.

--Fin del capítulo--

Espero que lo hayan disfrutado, más del pasado y futuro se va revelando, pero aún falta bastante.

La o las parejas de Gohan pues claro que ya tengo una idea y espero que les guste, se verá en el siguiente capítulo pero si gustan pueden dejar recomendaciones aunque mi favorita ya es fija.

Para el siguiente capítulo 170 votos.

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