Capítulo 2.
Yasaka estaba sinceramente asombrada, emocionada, feliz, nostálgica y también preocupada.
Sabía que había algo tras los cambios tan notables en su pequeño hijo Gohan, ahora no era en absoluto como antes.
Ese pequeño quien se escondía detrás suyo ante cualquier desconocido no era el mismo quien ahora miraba en su frente.
Era más alto, fornido, pero sobre todo su mirada era tan diferente, distante a lo que solía ser.
Pero allí estaba algo que ella valoraba de sobremanera, su gentileza ante cualquier cosa.
-Gohan... -llamó la mujer adulta mientras acariciaba la ahora cabellera rubia de su hijo.
-¿Qué ocurre mamá? -preguntó el joven mirando a su madre con aquellos ojos esmeraldas.
Ahora solo estaban ellos solos en la habitación ya que Kunou y Goku se habían ido por algo de comida dentro de aquella enorme mansión japonesa.
-Te ves tan diferente mi niño, tu cabello ahora es como el mío pero tus ojos son verdes, ¿es esa la transformación que también tu padre despertó hace años verdad? -preguntó con preocupación mientras se arrodillaba cosa que fue imitada por el chico.
Gohan abrió sus ojos levemente en sopresa, pero finalmente esbozó una pequeña sonrisa.
Exhaló suavemente aire mientras su cuerpo volvía a su estado base.
Cabellos y ojos negros, idéntico a su padre.
-Así es mamá, solo es una transformación pero admito que me parezco más a ti de esa forma jeje -el muchacho rascó su nuca- Tengo que mantener la forma como parte del entrenamiento de papá -explicó alegre.
Yasaka entrecerró sus ojos con algo de dolor.
-Dime hijo... ¿qué fue lo que te enojó a ese punto? -preguntó tomando la mano del ahora azabache que ahora sí fue tomado por sorpresa mientras desviaba su mirada.
-Y...yo, mamá... -no quería hablar, no quería que su madre se preocupe por él- Mi padre me entreno para poder proteger a mis seres queridos y gracias a ello pude lograrlo -dijo determinado mirando directo a los orbes dorados de su madre.
-Esa no fue mi pregunta, Gohan -su tono fue más severo intimidando al mestizo.
-E...eh
El chico desvío su mirada con temor, su mamá le asustaba cuando se ponía así, ni siquiera Cell lo intimidaba de esa forma.
-"Ayúdame... papá" -pensó mientras la sombra de su madre se posaba sobre él.
.
Goku cargaba sobre sus hombros a su segunda hija que jugaba con sus cabellos dorados sumamente entretenida.
-Tu cabello es gracioso papá, es picudo jiji -reia la niña mientras su padre caminaba por los pasillos de la casa con una gran sonrisa.
-¿Tu crees Kunou? -preguntó divertido.
-Así es, también te pareces más a mí -exclamó con una gran sonrisa la rubia abrazando la cabeza del hombre.
-Pero incluso sin el cabello te pareces a mí hija, aunque creo que todo lo linda que eres lo sacaste de tu madre -expresó pensativo- Además de adulta te ves casi identica a ella -murmuró llamando la atención de la niña aue simplemente ignoró aquellas palabras.
-La verdad es que yo también tengo mucha hambre papá -dijo posando su mentón sobre la cabeza del Son.
-No te preocupes, estoy seguro que prepararon mucha comida para nosotros -dijo divertido aunque la rubia no respondió llamando la atención del hombre.
-¿Kunou? -llamó curioso pero la respuesta fue un fuerte abrazo a su cabeza que cubrió sus ojos y le impidieron respirar por unos segundos- ¿Q...qué ocurre hija? -preguntó nervioso.
-Ya no quiero que papi y onii-chan se vayan... jamás de los jamases -murmuró la niña con un tono temeroso.
Goku abrió sus ojos de par en par mientras digería las palabras temerosas de su hija sintiendo la humedad de sus lagrimas.
Con cuidado tomó a la rubia entre sus brazos para cargarla entre sus brazos. Con delicadeza apartó sus mechones rubios de su joven rostro notando sus lagrimas.
Por unos momentos una expresión de dolor se apoderó del rostro del saiyan.
-Eso no pasará otra vez mi pequeña niña -habló acurrucando a la mestiza entre sus brazos solo para que ella le rodeé el cuello fuertemente buscando su calor paternal.
-¿Lo prometes? -preguntó tímidamente.
-Lo juro, comeremos mucho, entrenaremos, jugaremos y haremos muchas otras cosas juntos, ¿está bien? -preguntó con una paternal sonrisa.
-¡Sí! Quisiera conocer muchos lugares ya que madre y yo no pudimos abandonar Kioto desde que se fueron -expresó alegre la pequeña.
-Hecho, es una promesa padre e hija -aseguró el Son con una gran sonrisa bajando a su hija tomándole de su mano con delicadeza.
-Oye papá, ¿crees que puedo volverme fuerte como onii-chan? -preguntó emocionada.
-Estoy seguro que sí, tu potencial es el mismo que el de él después de todo eres mi hija también -dijo con un tono de orgullo recordando ciertas cosas.
El duo recogió una gran cantidad de comida de la cocina hecha por los sirvientes del lugar que gustosos saludaron a su rey y princesa. Con tranquilidad volvieron junto a la matriarca y el primerizo a la habitación aunque Goku se llevaría una sorpresa cuando ingresó al lugar.
Una mirada severa del amor de su vida a su persona que lo estremeció por completo. Pocas veces había visto a su mujer de esa forma.
Su hijo estaba arrodillado mirando al suelo apenado.
-¿Qué es lo que Gohan y tú ocultan Goku? -preguntó la mujer entrecerrando sus ojos.
Kunou ignoró la pequeña discusión de sus padres para correr junto a su hermano y abrazarlo con cariño cosa que fue correspondida.
-Je...jeje no es nada Yasaka, no te preocupes, en serio -habló el hombre tragando seco.
Siempre fue malo para mentir.
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Gohan miraba al extraño hombre a quien le faltaba un brazo y cuyo rostro estaba marcado por unas cicatrices.
Este le miró con seriedad por unos segundos antes de esbozar una amable sonrisa.
-Hola chico, ¿me podrías decir donde está papá? -preguntó con tranquilidad a la vez que otra persona caía al lado del hombre cubierto por una capucha.
El pequeño azabache casi suelta lágrimas al ver a esa mujer casi idéntica a su madre, se retuvo de correr para abrazarla con todas sus fuerzas.
Extrañaba tanto a su mamá.
Pero rápidamente noto que aquella no era esa mujer a quien echaba de menos, pero igualmente le miraba con nostalgia y cariño.
-Hola... onii-chan -lagrimas se escaparon de los ojos dorados de aquella mujer que esbozaba una hermosa sonrisa antes de correr para abrazar al pequeño mestizo bajo la atenta mirada de muchos en el lugar.
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Los dos niños salieron a jugar en el enorme campo del hogar Son mientras ahora marido y mujer bebían algo de té luego de la comida.
-Habla ya, sabes que no me gustan sus secretos cariño -se quejó la mujer sosteniendo la mano del hombre que la miró.
-Está bien Yasaka -suspiró a la vez que su rostro se tornaba serio- Luego de volver a mi mundo con Gohan tuvimos una visita... inesperada -comenzó a explicar mirando directo a los ojos de su esposa- Y esas visitas no traían buenas noticias del futuro -dijo desviando su mirada hacia sus dos hijos notándose por unos segundos unas memorias de Goku.
Espaldas de dos jóvenes detrás de sus hijos.
-¿Del futuro?
-Nuestros hijos Yasaka, vinieron del mismísimo futuro para advertirnos de una terrible amenaza y ese solo fue el inicio -dijo con tranquilidad recordando la tremenda sorpresa que se llevó al ver a su pequeña Kunou como toda una adulta, fuerte, poderosa y tenaz.
Yasaka palideció ante aquella respuesta.
Creyó que podía haber oído la historia más loca de su marido luego de su lucha contra aquel demonio del frío, pero esto volvía a superarlo.
-Ellos... ellos no... no -su instinto maternal le decía que esos hijos suyos no tuvieron un futuro lindo para acudir al pasado y menos luego de las palabras de Goku.
"Una terrible amenaza"
La expresión de Goku se volvió triste a la vez que entrelazaba sus dedos con los de su esposa.
-Verlos me llenó de tanto orgullo pero también de ira Yasaka -comenzó a hablar con una expresión molesta- Sufrieron tanto en mi ausencia... yo ni siquiera estuve para ellos cuando me necesitaron, Gohan tomó una responsabilidad que no quería por mi muerte.
El corazón de Yasaka se estrujó por tal revelación.
-¿Sufrieron? ¿moriste? N...no entiendo Goku ¿t...te vas a morir cariño? Gohan y Kunou, e...ellos -sus lágrimas caían con más intensidad.
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"Me alegra tanto verte padre"
Un Gohan adulto, sin un brazo y con una expresión llena de madurez se abalanzó a abrazar al adulto que no entendía nada de lo que estaba pasando y menos cuando aquella mujer idéntica a su esposa también le abrazó con más fuerza aún, como si al soltarlo el fuera a desaparecer.
Oía perfectamente como la rubia lloraba, las lagrimas que se secaba por su ropa.
-¿Padre? ¡Estos ki! ¡¿Gohan?! ¡¿Kunou?! Pe...pero qué está pasando, no entiendo nada -habló confundido el Son pero casi por instinto correspondió el abrazo bajo la confusa mirada de su pequeño hijo.
La rubia cuyo aspecto era similar a la de Yasaka pero con pechos más pequeños y un dogi como el suyo.
-Hay muchas cosas que tenemos que contarte papá.
El Son se estremeció al ser llamado de esa forma por la chica.
¿Esta era su hija? ¿su pequeña Kunou?
--Fin del capítulo--
Todo o nada rey, espero que hayan disfrutado del capítulo. Tranca palanca, todo a su tiempo, tengo bastantes ideas para la historia en especial con este Gohan y las relaciones que pueden haber pues Goku claramente ya está con Yasaka.
Y sí, quizas es confuso como estoy explicando la linea de tiempo de DBZ y DxD, pero todo tiene una razón de ser uwu.
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