Capítulo XIII.
La amarillenta nube de Goku, regalo de su maestro, atravesaba el basto cielo a una velocidad moderada, una que sería cómoda para sus pasajeros a quienes recientemente habían iniciado una pequeña conversación.
-¿Y bien? -preguntó Goku curioso, le causaba mucho interés saber qué es lo que su amiga quería pedirle a Shenglong.
Serafall tragó seco, no sabía realmente como contárselo a Goku. Una parte de ella temía que el chico se enfade con ella por haberle ocultado eso por tanto tiempo, aunque este tiempo también le ayudó a saber que Goku no era del tipo de persona que se enfadaba por cosas así.
-Bien Goku-tan, te lo diré -habló con resignación la bella chica desviando su mirada.
Goku miró más interesado a su amiga, sentía que esto era algo serio.
-Para comenzar, ¿recuerdas la noche que me marché? -preguntó desviando su mirada apenada.
Goku no tuvo que pensarlo mucho así que solo asintió.
-Bien, eso es porque yo... -la chica crispó sus cejas- Porque yo estaba buscando mi hogar -terminó cerrando sus ojos.
-¿Tu hogar? -preguntó Goku abriendo sus ojos levemente asombrados- ¿Y luego? ¿lo encontraste? -preguntó ya intuyendo inconscientemente la respuesta de la Maou.
-No, no lo hice -respondió con un triste suspiro mientras levantaba su mano para tocar las nube cercana a ella debido a la altura a la que se encontraban.
-¿Entonces? ¿acaso no buscaste bien? Seguro en otro lugar... -Goku trató de decir inocentemente para animar a la chica, pero esta lo calló al negar con su cabeza.
-No creo, busqué por todos lados, por todo el planeta -reveló asombrando al saiyan quien parpadeó un par de veces.
-Entonces tú ese día estabas triste por eso, porque no encontraste tu casita -dijo Goku mirando hacia otro lugar con leve tristeza, se maldecía no haber entendido bien los sentimientos de la maou en ese momento.
-Pero... -la morena volvió a llamar su atención- Pero gracias a ti no me sentí tan triste, gracias a ti no derramé muchas lágrimas -Serafall habló con una pequeña sonrisa y rubor llevando su mano al corazón teniendo en cuenta aquel beso que se dieron anoche.
El joven no sabía qué decir realmente, no entendía bien lo que su amiga dijo, pero le alegraba y mucho oír que pudo ayudar de alguna forma, incluso si no sabía como.
- Tu presencia me ayudó a olvidar eso y sobrellevar todo este asunto -la misma, que se encontraba sentada en las piernas de Goku se giró a verlo frente a frente, centrándose en los ojos azabache del chico- ¡Gracias Goku-tan! -exclamó esbozando una enorme sonrisa tan hermosa y honesta que el propio Goku en su caso de inocencia tuvo que aceptar de forma interna que en esos momentos ella era linda.
-"¿Habrá otro nivel arriba de lo llamado linda?" -se preguntó Goku observando fijamente el rostro de la demonio sin siquiera ocultarlo un poco- Tu deseo entonces es encontrar tu hogar, ¿verdad? -preguntó Goku captando el punto de la diablesa.
-Así es, eso quiero -respondió algo pensativa pues aquella decisión conlleva otra cosa.
Goku analizó las palabras e historia de su amiga dándose cuenta de algo luego de unos segundos de pensamiento.
-¡Oh! ¿entonces te vas a ir? -preguntó asombrado Goku acercando de golpe su rostro al de la diablesa que de exaltó y ruborizó más aún.
-¡E...eh! Sí, lo haré... -respondió cabizbaja- Tengo mis responsabilidades y familiares allí -siguió recordando a todas esas personas en el inframundo que quizá se hayan preocupados por su ausencia, y además de eso todo lo que podría pasar en su ausencia.
-Vaya, es una lastima -Goku dijo algo asombrado mientras se rascaba su nuca.
-Lo lamento Goku-tan -murmuró la chica suspirando con pesadez.
-¿Huh? ¿pero por qué? No has hecho nada malo y solo quieres volver con tus amigos y familia, ¿verdad? -Goku miró confuso a la diablesa quien asintió.
-A... así es, pero incluso así yo no te le conté hasta este momento, te he estado ocultando la verdad todo este tiempo -respondió avergonzada, pero sorpresivamente la mano de Goku se posó sobre su cabeza asombrando a la Maou que sintió como su rostro se calentaba rápidamente.
-Eso no es problema, habrás tenido tus razones y realmente no me importa -dijo Goku con una gran sonrisa buscando animar a su amiga- Ademá ahora lo más importante para mí es ayudarte a encontrar todas las esferas del dragón -habló Goku con su clásica sonrisa mientras Serafall, quien ya miraba hacia el frente, bajaba la cabeza mientras su cabellos cubrían su mirada pudiéndose apenas notar una pequeña sonrisa.
-¡Sí! -exclamó Sera-tan animada.
-Bien, ahora veamos donde se encuentra la esfera -murmuró Goku sacando el radar par posteriormente apretar el botón de arriba encendiendo aquel aparato.
-¿Cómo funciona esto, Goku-tan? -preguntó la diablesa tratando de ver la pantalla del radar.
-Pues aquí en esta pantalla debe aparecer la señal de la esfera -dijo mientras con su dedo libre señalaba en el radar- ¡Oh! Aquí, aquí se encuentra una esfera -habló Goku animado notando la señal que apareció en el radar.
-¿Es esa? ¡woow! -la demonio veía muy interesada.
-Así es, ¡vayamos rápido nube voladora! -exclamó el joven guerrero.
La nube mágica rápidamente captó la orden de su dueño y de golpe aceleró su velocidad causando que por la inercia Serafall pegara más su espada al pecho de Goku.
La misma no evitó disfrutar aquella sensación y aprovechándose de la inocencia de Goku decidió permanecer de esa forma.
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El peculiar duo saiyajin-demonio se acercaba a una enorme montaña inundada de arboles altos y poblados rodeado por un espeso bosque que no dejaba ver mucho, aunque gracias a la percepción del kí Goku pudo sentir varias presencias de animales por los alrededores.
-El radar señala que la esfera está por este lugar -murmuró Goku mientras su nube comenzaba a descender a una velocidad lenta.
-Ya quiero ver esas esferas del dragon, ¿son mágicas verdad? -preguntó muy ansiosa la diablesa recibiendo el asentimiento de Goku.
-Así es, y fueron creadas por Kami-sama hace muchos años según lo que me contó -respondió Goku alegre- Bien Sera-tan, comienza a volar -dijo el saiyan chibi y sin pensarlo mucho arrojó la la diablesa de su nube.
-¡Ky...kyaaa! ¡¿Goku-tan que haces?! -preguntó con unas cuantas lagrimitas en su rostro la chica para posteriormente ver como su amigo se arrojaba también de la nube.
Tal vez por su torpeza haya olvidado que tiene alas y por consiguiente: puede volar.
-¡Es más divertido así! -exlamó Goku extendiendo sus manos mientras caía a gran velocidad muchísimos metros sobre el cielo.
Nota de autor: a lo no game no life.
-Goku-tan... ¡tienes toda la razón! -exclamó viendo al chico.
La misma abrió sus ojos algo incrédula viendo el cielo detrás de su amigo, el cielo azul y casi infinito adornado por las nubes blancas y aves, además de algunos dinosaurios voladores revoloteando por allí.
Los chicos estuvieron unos buenos segundos por los aires hasta que la demonio extendió sus alas y con ellas voló hasta Goku para cargarlo de los hombros, incluso si el saiyan ya tenía la capacidad de volar, no la usaba mucho en estos momentos.
-¡Mou Goku-tan! Si vas a hacer algo así avisame primero, mi corazón casi se me escapa por la boca -pidió la diablesa inflando sus cachetes cómicamente molesta.
-Pero Sera-tan puede volar, ¿no? -habló Goku con su gran sonrisa, la escena de como su amiga se desesperó al olvidar como volar lo hizo reír bastante- ¿O acaso olvidaste tus alas? -preguntó Goku burlón a la vez que de la cabeza de la chica salía algo de humo.
-¡N...no! No es eso -respondió rápidamente muy avergonzada.
Luego de aquella pequeña conversación Serafall aterrizó en el campo más despejado del lugar.
-Bien, a buscar -Goku se puso de cuclillas mientras comenzaba a observar entre los arbustos.
Serafall había seguido las direcciones de Goku para aterrizar en el lugar más cercano de la esfera, por lo cual solo toca buscar.
-¡Bien! Aunque no sepa cómo es, yo te ayudaré -habló la chica inflando el pecho determinada arrojándose en el suelo en forma chibi.
Así estuvieron por varios minutos, con cada unos buscando por su lado.
-¿Ya tienes algo? -preguntó Goku girándose a ver a Serafall aunque al instante se puso nervioso al ver a la diablesa con el rostro lleno de hojas y suciedad.
-No, no encontré nada -dijo la chica en forma chibi poniéndose de pie mirando como Goku se le acercaba.
-Bien, bien, solo debemos seguir buscando, pero primero -decía el saiyan mientras se acercaba a la diablesa y con su mano comenzaba a limpiar el rostro de la chica sacándole alguna que otra hoja- Tu rostro es muy gracioso, pero bulma me enseño que las chicas no deben tener la cara así -mencionó el saiyan sonriente.
-G... Goku-kun... -la chica se apenó rápidamente y su rubor aumentó mucho más cuando este lamió uno de sus dedos para limpiar una de las manchas en su rostro- "¡Kyaa! ¿p...por qué me siento así?" -se preguntó sumamente nerviosa la demonio sintiendo como su corazón se había acelerado de golpe.
Pero de de la nada Goku pudo sentir como una leve destello cegó uno de sus ojos.
-¿Huh? -el joven miró el origen de aquel destellante reflejo y lo vio.
Allí estaba, atrapada entre unas ramas y hojas en la punta de un árbol, la brillante esfera naranja por la cual reflejaba un bello destello.
-¡Ahí! -exclamó Goku señalando con emoción el punto causando que la diablesa se gire tan pronto como pudiera.
Goku no perdió tiempo y corrió hacia el árbol y con un gran salto logró llegar hasta donde se encontraba la esfera para posteriormente tomarla entre sus manos.
-¡Ya la tienes Goku-tan! -exclamó Serafall rebosante de alegría.
-¡Sí! -respondió el saiyan cayendo al suelo.
-¡Déjame ver! -la Maou con sus ojitos como estrellitas pidió acercándose a Goku quien le entregó la esfera.
La misma quedó algo atontada por la belleza de la misma mirándola fijamente sin despegar su atención.
-Qué lindo -murmuró mientras la giraba con mucho cuidado pues pensaba que se trataba de un objeto delicado- ¿Huh? Tiene 6 estrellas -murmuró la chica tras contar las estrellas carmesí en el interior de la esfera.
-Así es, ahora toca buscar las demás -dijo Goku confiado.
-¿Las demás? -preguntó la chica curiosa.
-Sí, para llamar a Shenglong debemos juntar las 7 esferas del dragón -Goku explicó con tranquilidad causando que Serafall abra sus ojos.
-No sabía eso -murmuró atónita.
-Bien, debemos seguir para reunir las demás lo más rápido posible -dijo el saiyan a punto de llamar a su nube, pero la demonio lo detuvo.
-¡E...espera! ¿no tienes hambre? -preguntó estando nerviosa por alguna razón.
"Grrrr"
Quien respondió esta vez no fue Goku, sino su estómago mediante un ronquido cosa que causó gracia a la chica pues ya le estaba pareciendo raro que su amigo no pida comida.
-Pues sí, al parecer sí lo tengo jajaja -Goku reía divertido mientras se rascaba la parte posterior de su cabeza.
-¡Bien! Gracias a Bulma-chan tenemos muchas cosas en estas increíbles capsulas -Serafall con su gran sonrisa mencionó mientras de una bolsa que tenía atada al rededor de su cintura sacaba aquella cajita.
-¡Claro! Bulma dijo que habría mucha comida ahí -Goku recordó animado.
-Sí -Serafall agarró una hoja con indicaciones dentro de la caja y buscó lo que necesitaba hasta encontrarlo y luego sacar la cápsula que necesitaba.
"Crip"
Sin pensarlo mucho y como si fuera una niña la demonio de más de 100 años arrojó la cápsula tras apretar el botón en la parte superior.
"Puff"
Del humo que se esparcía lentamente bajo la atenta mirada de Goku y Sera-tan un gran refrigerador apareció.
-¡Wooow! ¡Increíble! -con muchísima alegría Serafall comenzó a aplaudir como si de un espectáculo se tratara, incluso luego de verlo ya varías veces.
-¡Comida! -Goku no perdió tiempo y abrió el refrigerador topándose con todo tipo de alimentos, desde lo más dulce hasta lo más salado.
Había de todo, sólidos y líquidos incluido postres y otros manjares que se le hacía fácil conseguir a la empresa Corp. Además que este paquete de cápsulas fue especialmente preparado por Bulma para sus dos amigos.
-¡N...no te lo comas todo Goku-tan! -exclamó algo alarmada chibi Serafall apresurdandose también a comer, muy consiente del apetito de su amigo.
De esta forma la pareja comenzó a almorzar en las medias de un bosque profundo, pero bello gracias a la tenue pero suficiente luz del sol y cubiertos por la agradable y fresca sombra de los fuertes árboles.
-Fiuu, estoy completamente llena -murmuró la chica mágica acariciando su pancita hasta que notó algo- ¡Vaya! Aún no me cambié la ropa de anoche, es mejor que lo haga antes de seguir con nuestro viaje -habló poniéndose de pie pues hasta el momento había estado sentada al lado de Goku.
-Wueno, noz veomos luogo -habló el saiyan con sus mejillas hinchadas por los alimentos que estaba consumiendo.
Serafall como si fuera lo más normal del mundo solo asintió con una sonrisa tomando otra de las capsulas retirándose hasta detrás de uno de los árboles del lugar.
-Goku no mira, ¿verdad? -recostada por el grueso tronco asomó la mirada de forma disimulada.
Aún si sabía que Goku era un hombre muy, muy inocente, no perdía la fe de que el muestra algo más de interés por ella en "ese" sentido.
-Mmm, no, no lo hace -chibi Serafall suspiró algo decaída para posteriormente arrojar la cápsula para que posteriormente aparezca un ropero de hierro- A ver, a ver, ¿qué es lo que tenemos aquí? Debo buscar algo cómodo para una aventura -la chica murmuraba con animos mientras buscaba en aquel gran ropero.
Mientras tanto Goku también había terminado de comer y comenzaba a realizar algunos estiramientos.
-Este lugar se ve bastante bien para poder tener un pequeño entrenamiento -mencionó el chico mientras realizaba algunas poses de pelea para luego arrojar uno que otro golpe.
Y así estuvo por un buen rato hasta que la chica mágica regresó.
-¡Ya estoy lista Goku-tan! -exclamó la diablesa con el outfit cambiado.
Ahora la misma tenía un jogger negro, bastante flojo acompañado de unos zapatos blancos y una camiseta simple del mismo color. Sobre su cabeza tenía un gorro de color violeta con algunos detalles brillantes.
-¿Huh? -Goku miró a la chica y luego esbozó una pequeña sonrisa.
-¿Qué te parece? ¿cómo me veo? -preguntó realizando una de sus poses de chica mágica.
Goku miró de arriba a abajo a la demonio.
-Hmm, sí, supongo que eres linda -respondió con honestidad alegrando nuevamente a la diablesa.
-¡Gracias Goku-tan! -la chica se arrojó a abrazar al saiyan pegando su mejilla a la del chico, quien solo se dejó abrazar con una mirada algo confusa, aunque no es que aquello le molestara.
Al parecer, lenta o rápidamente, la Maou iba perdiendo cada vez más la timidez para actuar de estas clases de formas con Goku.
-De nada, supongo -Goku dijo con tranquilidad- Oh, ahora que recuerdo te tengo una pregunta Sera-tan -Goku habló llamando la atención de la chica quien terminó el abrazo.
-¿Una pregunta? ¿cuál? -preguntó la diablesa al notar la nueva expresión de Goku.
-Yo quiero saber si en tu mundo... -Goku miró su mano con atención para posteriormente apretar su puño con una sonrisa de emoción- Hay gente fuerte, tan fuerte como tú -preguntó mirando directo a los ojos de la chica quien se asombró por la pregunta.
Y de esta forma comenzaba la pequeña aventura entre Serafall y Goku en su búsqueda de las esferas del dragón.
-Goku-tan, tú, ¿por qué? -una gota de sudor corrió por la mejilla de la chica que se encontraba muy asombrada y confundida por la pregunta.
--Fin del capítulo--
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Se acerca un arco que uff, se viene eh, se viene :D.
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