십칠. real life

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Eunji estaba nerviosa, y no solo porque ese mismo día se graduaba, sino por el cúmulo de cosas que llevaba a la espalda: el próximo comeback, que era el más difícil que habían tenido hasta el momento, las cámaras que se encontraban fuera para fotografiar a los idols... pero sobre todo, por Han.

Tenía que ignorarlo ese día para evitar que rumores se esparcieran y había que añadir que ese día era la cena. 

Se encontraba en el coche sola, esperando a la hora para entrar, repasando las cosas que habían pasado hacía poco. En especial el día anterior, donde Han le había confesado que ya todos los chicos sabían de lo suyo.

Tenía que admitir que eso no la puso tan nerviosa, aunque tuviera que aguantar las bromas de Changbin, como cuando supo que Minho se había enterado. Era conocedora de la amistad que había entre él y Han, lo importante que eran el uno para el otro, y tenía miedo de no haberle caído bien o no haberle causado una buena impresión.

Tuvo que explicarle que el hecho de haber dejado de responder sus mensajes el día del Facetime se debía a aquello, no quería preocuparle por sus pensamientos. 

Le comentó que Minho estaba feliz por él, y que aunque no supiera mucho de la idol, sabía que era una buena persona.

Eunji estaba tan metida en sus pensamientos que no notó las veces que su móvil había sonado. Cuando se dio cuenta, cogió el móvil y pudo ver todos los mensajes y llamadas que tenía.

Primero contestó a los de su familia y amigos; Sunghoon, Jihyo… y después vio los de Sumin, los cuales la avisaban de que ya estaban de camino. Antes de entrar en el chat con Jisung, una llamada la interrumpió.

—Hola, Gaeul, ¿qué tal? —descolgó Eunji.

¡Buenos días! Yo estoy bien, aunque me duele no poder ir a tu graduación —empezó a decir Gaeul. La joven sonrió al oír a su amiga, al otro lado del teléfono, montando un drama—. Justo tengo que cuidar a mi hermano. No me hubiera importado si fuera otro día, ¿pero justo hoy? ¡La vida me odia!

—Ya te he dicho muchas veces que no pasa nada. —Y Eunji lo decía en serio. Sabía que aquella ausencia se debía a algo importante.

Lo sé, pero igualmente… —Se oyó un suspiro sonoro—. ¿Tú qué tal estás? Me he preocupado cuando no me contestabas, aunque luego pensé que seguramente estarías ocupada.

—Muy nerviosa, pero es normal, ¿no? —No era mentira, las chicas esa mañana habían intentado de todo para que se le fueran los nervios, pero nada había dado resultado—. Ya quiero que acabe este día, y así mañana seguir ensayando. Eso siempre me ayuda.

Porque hoy es tu graduación, si no, sé que lo estarías haciendo ahora. Un descanso, aunque sea un día, no le viene mal a nadie. —Eunji sabía eso, pero últimamente ensayar la liberaba, incluso mucho más que antes—. ¿Aunque no tendrá que ver los nervios con Han también?

Le sorprendió esa pregunta, puesto que no se la esperaba, y mucho menos de golpe. Hacía solo unos días que le había dicho a Gaeul lo de su relación, y aunque al principio se había hecho la ofendida, quejándose de que no se lo hubiera dicho el mismo día, le contó lo feliz que estaba por ella.

—Algo, pero también por el comeback del próximo mes. Sé que aún queda, pero ya sabes cómo soy…

Por eso mismo te entiendo. —Eunji y Gaeul tenían varias cosas en común, y entre ellas estaba su dedicación al baile, cada una a su manera—. ¿Y has hablado con él por lo de hoy? Me dijiste que también se graduaba uno de sus miembros en la misma escuela.

—Lo estuvimos hablando ayer, y haremos como que no nos conocemos. Incluso haré lo mismo con Chan —respondió acordándose de la conversación con ambos.

¿Con Chan? Creo que hace tiempo me dijiste que la gente ya sabía de vuestra amistad, ¿por qué deberíais hacerlo?

—Porque a la gente le da igual que los idols sean amigos. Intentarán emparejarlos o inventarse algo que podría afectar a ambos grupos.

Eso es horrible. No sería capaz de imaginarlo —se quejó Gaeul, soltando de nuevo un suspiro.

—Lo sé, ese es uno de los motivos por los que no me gusta ser idol. Luego me acuerdo de lo mucho que amo hacer esto y se me pasa —sonrió Eunji, hasta que vio la hora que era—. Gaeul, debo entrar ya, ¿hablamos luego? Y no te sientas mal por no poder venir —añadió, sabiendo lo que la bailarina estaba a punto de soltar—. Ya es bastante con que te acordaras.

Aún así me duele no poder estar ahí —casi lloriqueó—. Estoy muy orgullosa de ti, Eunji. No sé si podré hablar más tarde, ya que estaré ocupada con Jumin, pero cualquier cosa lo hablamos mañana.

Después de despedirse, salió del coche y se dirigió a dentro. En cuanto llegó a su clase, vio a sus compañeros hablando entre ellos, por lo que se encaminó a una esquina, no sin antes saludar a algunos.

A veces se sentía mal por no ser tan receptiva a las amistades como los demás: se llevaba bien con todos, pero no era una relación estrecha, y eso que casi todos estaban relacionados al mundo artístico y tenían aquello en común. Aunque había intentado muchas veces acercarse más a la gente e intentar hacer amistades, en algunas ocasiones era inevitable no acordarse de todo lo que había ocurrido en el pasado.

En ese momento se arrepentía de haber tenido esos pensamientos, ya que ahora no se encontraría así: estaría disfrutando de sus últimos minutos con la que había sido su clase los últimos años.

Estaba metida en sus pensamientos hasta que un mensaje le llegó, era de Hana, en el cual le avisaba que ya estaban en el pabellón y que había visto a los chicos de Stray Kids, que ya se encontraban allí. 

Después de responderle, se dirigió al chat que tenía con Jisung para contestarle, lo cual había olvidado con la llamada de Gaeul. Al leerlos tuvo que evitar sonreír, pero era porque no se esperaba uno de esos mensajes, el cual decía que estaba orgullosa de ella.

A pesar de que había recibido ese mismo comentario por parte de Gaeul, su abuela y Chan, se sintió diferente al venir de Han, aquel detalle la calmó.

Pasados unos minutos, todos empezaron a dirigirse al salón de actos, y tiempo después, llegó el momento de que la ceremonia comenzase, lo que aumentó los nervios de Eunji.

En cuanto bajó el último graduado, todos comenzaron a levantarse para felicitarse entre ellos o ir a hablar con sus familiares. Mientras todo eso ocurría, Eunji se dirigió hacia las miembros, hasta que dos chicas se cruzaron en su camino, impidiéndole llegar a donde estaban sus compañeras de grupo.

Las conocía por haber hablado con ellas muchas veces en los recreos, único lugar en el que coincidían, y puesto que eran de otra clase, no las consideraba amigas. Simplemente cercanas a ella.

Estuvo hablando con las jóvenes un rato sobre varios temas, felicitándose, hablando de lo que tenían pensado para el futuro... hasta que Eunji noto unos pequeños golpes en su hombro.

—Felicidades. —Escuchó mientras se giraba y veía que el que le había hablado era Jeongin—. Lo siento si he interrumpido algo —dijo apenado, al ver como las otras dos chicas se iban—, es solo que quería decírtelo antes de irme con los chicos.

—Gracias, e igualmente —sonrió.

—Ah, y la felicitación también iba de parte de mis hyungs —añadió, y Eunji no pudo evitar asombrarse. Se lo esperaba de 3Racha, pero no de los demás—. Bueno, debo irme, me están esperando. Suerte con los ensayos de vuestro comeback, Jisung hyung no para de hablar de ello. —Tras soltar aquella bomba salió casi corriendo, como si de tratase de un secreto que no debía haber dicho.

No consiguió despedirse, puesto que Jeongin ya se había alejado, y no pudo evitar llevar su mirada donde se encontraba el resto de Stray Kids, conectando con la de Han.

En otro momento le hubiera sonreído, e incluso se hubiera acercado, pero se acordó de dónde se encontraba, por lo que apartó la mirada y continuó su camino hacia fuera del edificio, sabiendo que las chicas se encontraban ahí.

—Aún no entiendo como han dejado que alguien tan pequeña se graduase —fue lo primero que oyó mientras Sumin la abrazaba.

—Recuerda que tiene 21 años, no 10… y ahora deja que nosotras también la abracemos —habló Jisu mientras el resto la miraban extrañadas por haber escuchado eso—. No me miréis así, no me gustan ese tipo de cosas, pero hoy es un día especial —a continuación le abrazó, y segundos después sintieron que otra persona se les unía.

—Yo también quiero un abrazo de Jisu unnie —explicó Hana, en el momento en el que la mayor la aceptaba en el abrazo.

—No esperes uno mío, sabes que no soy fan de eso tampoco. Y no hago excepciones —expresó Haru al sentir las miradas de las chicas, causando las risas de todas.

—Gracias por haber venido, aunque no hacía falta, seguro que tendríais que hacer muchas cosas hoy…

—Da igual si tuviéramos otros asuntos o no, nada habría sido más importante que esto— declaró Sumin mientras se dirigían hacía el coche.

[...]

Eunji nunca había querido que un día pasara tan rápido como lo deseaba en ese momento.

Mientras ella no paraba de caminar de un lado para otro, las demás se encontraban preparando la cena. Ya estaban acostumbradas a que eso pasara cuando se encontraba nerviosa, pero decidieron intentar tranquilizarla.

 —No entiendo por qué estás así, solo queremos conocerle —dijo Haru, a la vez que se acercó a la maknae, intentando calmarla.

—Y amenazarle por si te hace algo.

—¡Jisu! —regañó Sumin mientras la mayor se encogió de hombros, indicando que lo iba a hacer igualmente.

Mientras Sumin le explicaba a Jisu, e incluso a Haru, que eso no hacía falta hacerlo, que no parecía un mal chico, Hana se acercó a la pequeña.

—Quiero preguntarte algo. —Se alejaron para no escuchar la conversación de las demás, a la vez que Eunji asentía para que hablase—. ¿Han sabe sobre tu pasado? Porque alguna es capaz de nombrarlo.

—No se lo he dicho. Tengo pensado hacerlo, pero no encuentro el momento.

—Tranquila, seguro que ninguna lo hará, pero debemos estar atentas. No sería la mejor ocasión para que él lo supiese. —Eunji no pudo evitar ponerse más nerviosa, algo que Hana notó—. Deberías decírselo a las chicas, aún queda tiempo hasta que llegue.

Sin embargo, el timbre sonó, tomándolas por sorpresa ya que no se lo esperaban. 

—¿Ya está aquí? —exclamó, incrédula. 

Todas habían dejado de hablar y preparaban todo a prisas.

—Vale, abrele y habla con él. Mientras, yo le explicaré eso a las chicas —planeó Hana, y la joven accedió, no teniendo otra opción.

Ambas se separaron, yendo cada una por su lado para realizar la estrategia.

—Hola, has llegado muy pronto, ¿no? —sonrió nerviosa Eunji, cerrando la puerta detrás suyo.

—He venido dos minutos antes. ¿Estás bien? —preguntó extrañado por su comportamiento.

—Sí, es solo que las chicas todavía no tienen todo preparado —mintió, pero se dio cuenta de que Jisung no le creía—. Y estoy algo nerviosa, quiero que todo salga bien.

—Lo hará, ya verás. —Le cogió la mano para intentar tranquilizarla y lo consiguió. 

A Eunji siempre le sorprendía el control que tenía en ella, que con un gesto o unas palabras la calmara. A veces incluso le entraba la curiosidad de saber si a él le ocurría lo mismo, o solo eran cosas suyas.

Estuvieron un rato mirándose, con la mano entrelazada hasta que se dieron cuenta de dónde estaban y que las demás estarían esperando.

—Deberíamos ir al salón. —Han asintió de acuerdo y ambos se fueron sin soltarse.

Pudo notar a través de la unión de sus manos que estaba nervioso, y que aquello se acrecentó aún más cuando estuvieron enfrente de las chicas, quienes tenían diferentes expresiones; dos de ellas sonreían y las otras estaban serias.

—Encantado de conocerte. Yo soy Sumin y ellas son Jisu, Haru y Hana —empezó hablando mientras las iba señalando y cada una hacía una reverencia.
 
—Mucho gusto, soy Han Jisung. —Devolvió la acción mientras apretaba la mano de Eunji al ver la mirada de dos de las chicas—. Es un placer.

—¿Cenamos ya o ...? —preguntó la maknae al ver lo nervioso que estaba Han.

—¿Podemos ya, unnie? Tengo mucha hambre. —Sumin asintió al pedido de Hana, aunque antes de que el idol entrara, Eunji le frenó.

—Todo va a ir bien, no hagas caso a las miradas de Jisu unnie y Haru unnie. —Le besó la mejilla, y se dirigió hacia el comedor, no sin antes ver cómo a Jisung se le formaba una sonrisa en la cara.

Unos minutos después, todos se encontraban sentados cenando. Sumin y Hana no dejaban de preguntarle cosas para conocerle, y no ayudaba el hecho de que las otras le mirasen fijamente, lo que no hacía más que ponerle nervioso. Eso Eunji lo notó cuando sintió los dedos de Han rozándole la pierna, y sabiendo lo que él quería, entrelazó sus manos por debajo de la mesa.

 —Bueno, Han, ¿qué intenciones tienes con Eunji? —habló Jisu a lo que la anterior nombrada ponía su mano en la frente, presintiendo lo que venía—. Sé que ya es mayor, que sabe lo que le conviene, pero como su unnie debo cuidarla de algunas cosas. Creo que eso lo entiendes. —La maknae dirigió su mirada hacia la líder, quién le hizo un gesto de que se esperase—. Es por eso que quiero saberlo, ya sufrió bastante en el pasa…

—Jisu unnie —la interrumpió Hana, acompañando sus palabras de un codazo nada sutil, mientras que Jisung no paraba de mirar a Eunji.

—Disculpa a Jisu, no ha tenido un buen día. Si queréis, podéis ir a la habitación de Eunji, debo hablar con ella —comentó Sumin, apenada por la situación.

Eunji se levantó, y segundos después Han, que agradeció la cena y siguió a la chica.

—Mi cama es la de la izquierda. —La joven se quedó con la espalda apoyada en la puerta y con la mirada clavada en el suelo.

—Ven aquí —sonrió Jisung mientras palmeaba al lado suyo de la cama.

Tras dudarlo unos segundos, la idol se sentó, recargando su cabeza en el hombro de su novio.

—Lo siento.

—¿Por qué? —preguntó, a la vez que daba caricias en su mano.

—Por eso último. —Suspiró, resignada—. Todo iba tan bien, hasta que Jisu unnie… Sé que te quedaste con la intriga de lo que iba a decir.

—No me he queda…

—Te conozco, Sungie, sé que quieres saber lo que iba a decir y prometo contártelo, pero quiero que sea en el momento adecuado y… ¿Qué pasa? —preguntó Eunji, extrañada al verle sonreír.

—Me encanta cuando me dices Sungie, aunque eso me recuerda que yo todavía no he pensado ninguno para ti —rio Han, contagiándole—. Sobre lo que Jisu noona iba a decir, tómate el tiempo que necesites, yo no te pienso obligar, y si no me lo quieres decir no pasa nada.

—Dame tiempo, ahora mismo hay demasiadas cosas en mi cabeza.

—¿Ha pasado algo? Porque hoy en la graduación te he notado algo decaída —interrogó mientras colocaba su cabeza en el regazo de ella.

—Así que me estabas observando, ¿eh? —bromeó mientras le acariciaba el pelo.

—Eso siempre, al igual que sé que tú también lo haces——siguió la broma, aunque ambos sabían que eso era verdad—. ¿Qué ha pasado, Eunji?

—He recibido un mensaje de mis padres felicitandome, y tenía una pequeña esperanza de que vinieran, por lo que al no verlos ahí… —contó Eunji con una sonrisa triste—. No me malentiendas, tenemos una buena relación, pero casi siempre están trabajando. En eso he salido a ellos —rio con pocas ganas.

—Eso sí que es verdad, pero sé que aunque no lo hayan hecho, están tan orgullosos de ti como lo estamos las chicas, Chan, yo… —explicó mientras se colocaba en frente para mirarla a los ojos.

Eunji ya sabía que él lo estaba por el mensaje de esa mañana, pero era diferente leerlo que escucharlo en voz alta. 

En ese momento, se volvieron a quedar perdidos en la mirada del otro. Eunji no pudo evitar sentir demasiadas cosas a la vez, como si sus emociones tomasen el control, por lo que hizo lo que deseaba desde que lo había visto esta mañana: besarle.

Al principio fue un beso algo tímido, y aunque no era su primera vez se sentía así, pero empezó a serlo menos en cuanto Han puso su mano en la mejilla de Eunji. La sensación que tenía la joven era nueva para ella, que se dio cuenta de que los labios del idol eran tan adictivos como los dulces. Y sabía que iba a ser difícil quitarse esa adicción.

No se enteraron de cuánto tiempo estuvieron así hasta que el móvil de Jisung les interrumpió. Después de un par de pitidos molestos tuvo que contestar a regañadientes al ver que era su mánager, el cual le avisaba que iba de camino a recogerle.

—Te acompaño a la entrada —habló Eunji tímidamente después de lo ocurrido, algo que hizo sonreír al idol.

Salieron de la habitación, no sin antes atravesar la sala, donde se encontraban las demás chicas, quienes se levantaron al verlos. 

—Lo siento mucho, Han, por lo de antes… pero es que tengo esa vena protectora con Eunji —se disculpó Jisu con una reverencia.

—No pasa nada, lo entiendo. Muchas gracias por la cena, ha sido un placer conocerlas —después de despedirse, ambos se dirigieron a la entrada.

—¿Hablamos luego? —sonrió Han de ternura al ver la cara de cansancio de Eunji.

—Mañana, hoy ha sido un día agotador —contestó mientras se rascaba el ojo—. Te prometo escribirte en cuanto me levante.

—Descansa, te lo mereces —se despidió mientras besaba la frente de la pequeña.

—Tú también, adiós. 

Y cerró la puerta con una sonrisa de oreja a oreja. 

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Hola!! ¿Qué tal la semana?
Espero que bien, si no ya vereis como las cosas mejorarán.

Como habeís podido leer, los niños ya son menos tímidos entre ellos, y es algo que me encanta hacer.

Quería avisar que si la próxima semana no subo, lo siento pero ahora mismo están pasando muchas cosas. A lo mejor si subiré, pero os aviso por si no lo hago.

Espero que os haya gustado este capítulo, y nos leemos en el siguiente.

Os deseo una buenas semana💗

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