Tras varios meses en los que esperaban a sus crías, parecía que hoy sería el día en el que nacerán. Se encontraban sobre un inmenso bosque de árboles gigantescos. La "Isla" es tan grande que podían vivir perfectamente numerosas especies de kaijus, sin importar su tamaño. Pero no era realmente una isla como creían, sino que un super continente llamado Pangea

El rey Gojira esperaba muy impaciente a sus crías, y esperaba a que no fueran imperfectos. Si un rey tiene una cría imperfecta eran asesinados. Una cría así no era para nada bien visto por los súbditos, lo que causaría una revolución para derrocar al rey por tener a unos descendientes así.

Gojira: Ya deberían haber nacido. Mas les vale ser útiles -miraba a su pareja que cuidaba los huevos, dándoles calor y radiación usando su cuerpo-

El era alguien arrogante y siempre tenía una mirada amenazante de amargura. Nadie se atrevia a meterse con él. Al principio hubo amor entre ellos y ella se enamoro de el. Sin embargo, hubo un punto en dónde Gojira la obligó a casarse con él. Nadie sabe porqué cambió de esa manera. Ella acepto casarse con el, no es que tuviera otra opción literalmenre fue obligada o sería asesinada si se resistía o se negaba. Aunque ella se esforzó mucho por el amor de su Rey.

Rozan: no deberían tardar, querido, nuestros pequeños seran hermosos y fuertes -era raro que una hembra así existiera en un mundo tan marchito y cruel. No suelen durar mucho tiempo-

Gojira: Hmph... ¿Crees que eso me importa? Lo que de verdad importa es que sepan para que sirven y no fallen. De lo contrario... ya sabes lo que sucederá

La reina vio preocupada a sus huevos, esperando que sean perfectos para no sufrir por el resto de sus vidas, en especial por el huevo más pequeño.

Rozan: lo sé... no tienes que decirmelo siempre... -bajo la mirada tristemente. Cubrió algunas heridas que le había hecho su rey, incluso le hizo daño mientras estaba embarazada de sus crías-

Gojira: -se molesto que su pareja le responda de esa manera- ¡¿Acaso me estás respondiendo?! Porqué si es así mejor me buscaré a otra hembra que de verdad me sirva y aprenda a respetarme de verdad -le enseño sus garras como una amenaza-

Rozan: no... mi rey... -abrazo a los huevos que le faltaban poco para nacer, para protegerlos por si su pareja tiene un ataque de ira otra vez y por si se desahoga con ella otra vez-

En ese momento, unos crujidos comenzaron a escucharse, y era obvio de donde provienen. Rozan de apartó un poco para que sus crías pudieran salir sin problemas. Como cualquier madre, sonríe ver que las garritas de sus crías rompían el cascarón en el que estuvieron unos meses. Sin embargo, gojira solamente los veia indiferente y sin cambiar su expresión de amargura.

Las crías salieron completamente de sus huevos, y como cualquier otra, tenían sus ojitos cerrados, abrían y cerraban sus pequeños hocicos en busca de comida, pese a no poder ver, seguían el olor de sus padres para sentir su protección. Unas crías como esas son la comida favorita de algunos kaijus insectoides, pero les era imposible hacerlo, debido a que la gran mayoría de los kaijus, especialmente los titanus mosuras, eran muy sobreprotectores.

Rozan: -con pequeñas lágrimas de felicidad, se acerca a sus pequeños y lame sus cabecitas para que sepan que estan a salvos- aquí estoy hijos mios. No se preocupen, mamá y papá estan aquí para cuidarlos

Gojira: ¿Qué esperas? Dales de comer de una buena vez, o no servirán dentro de poco -dijo impaciente. Tiraba su cola contra el suelo, haciendo pequeños terremotos-

Crías: -al sentir el suelo moverse de esa manera, se asustaron y comenzaron llorar un poco, mientras tratan de encontrar a su madre- ¡Wuaaahh!

Rozan: mi rey... deja de hacer eso, por fa- -es interrumpida al ser golpeada por las garras de gojira-

Gojira: ¡Callate! ¡Silencia a esas cosas antes de que lo haga yo mismo! ¡Aprende a hacer bien tu deber como reina, y deja de ser tan inútil!

Rozan: l-lo siento... Perdóname, mi rey... -estaba llorando por el golpe que le dió, pero lo oculto para que sus crías no supieran de su sufrimiento-

Cargo a sus crías y tarareo una canción para que dejarán de llorar, mientras los alimentaba al masticar carne de un calamar gigante y dárselo de comer a los dos. Le dió más a la cría más pequeña, debido a que quería hacerlo creer más, al igual que su hermano.

En la noche, Gojira y rozan estaban dormidos dentro de una caverna muy grande, que usaron como un nido para sus pequeños. Ya les habían puesto nombre a los dos y estaban muy cerca de su madre, sobre mientras que el rey estaba alejado de ellos. Los dos se movieron un poco, lo que provoco que la reina se despertará un poco.

Rozan: oh pequeños... yo se que ustedes seran muy fuertes cuándo sean grandes... -mira a los ojos a sus crías- quiero que me prometan algo... prometanme que van a ser mejores que su padre... ustedes deben que serlo, alguien tiene que acabar con su tiranía de una vez por todas... -estaba
susurrandoles, mientras lamia sus cabecitas con cariño- Los amo, en especial a ti, mi pequeño godzilla... -se queda despierta, tarareando otra vez la canción de antes para que se duerman-

Sus padres esperaron meses para que tuvieran la edad suficiente para entrenarlos, y así ver quién sera elegido para ser el próximo rey de los monstruos.