rose & adrian

ROSE RELISH & ADRIAN BELMONT

rose: you're going to die someday,
and you're going to leave me like
everyone else does.

adrian: it's true. but until that
happens, you're not going to get
rid of me so easily, love.

i. heartbreak or death by the brobrecks
ii. cherry wine by grentperez
iii. dark red by steve lacy
iv. love and war by fleurie
v. paint it black by ciara

❝ He aceptado que no vamos a estar juntos para siempre. Pero el hecho de que estés aquí conmigo ahora, incluso conociendo lo peor de mi, me parece suficiente por el momento. ❞
───── Rose.

Rose tenía el sueño ligero. Sus sentidos siempre estaban agudizados, pendientes y alertas de su alrededor y de cualquier peligro que pudiera surgir.

Fue casi automático cuando sus ojos se abrieron ante el repentino rechinado de zapatos contra el suelo. Se levantó de la cama con delicadeza y sin prisa, incluso se estiró y bostezó antes de moverse y estrellar al invasor contra la pared.

Una risa familiar la hizo pestañear varias veces para alejar la bruma de sueño y fue aquella voz la que la hizo salir completamente de su estupor. ───Es gratificante saber que no te has ablandado, amor.

Adrian.

Adrian estaba frente a ella, le estaba sonriendo con esa estúpida y hermosa sonrisa suya. Él estaba vivo y al salvo. Él era real y estaba allí con ella.

───Pude haberte matado ─── murmuró entre dientes, presionando con más fuerza su mano contra su pecho solo para sentir mejor los latidos de su corazón.

───Habría sido una hermosa muerte.

───Idiota ─── ella respondió, su voz convertida en algo parecido a un sollozo. Finalmente pudo dejar ir todas sus preocupaciones y miedos por su ausencia cuando Adrian finalmente la rodeó con sus brazos.

Él estaba allí con ella. Finalmente estaban juntos otra vez.

Para Adrian y Rose, eran la parte más especial y única del otro.

Su amor no era puro e inocente. No era uno que uno añoraría en sus sueños infantiles inspirados por los cuentos de hadas. No era tóxico porque a pesar de que ambos disfrutaran de fingir celos y posesividad, confiaban en el otro plenamente. Solo eran ellos queriéndose y disfrutando de la compañía del otro.

Desde el principio, incluso si ambos eran estaban destinados a ser enemigos, nunca hubo odio entre ellos; solo eran medios para un fin. Rose necesitaba un cazador para su misión de venganza y Adrian necesitaba el dinero después de haber abandonado a su familia.

Él era joven a comparación de ella, veinticuatro y treinta años para ser exactos, y aún así parecía conocer más del mundo que ella. Rose siempre tuvo que mantenerse apartada y escondida para que nadie notara que no envejecía como los demás, mientras que Adrian se vio incitado a conocer lo que le rodeaba.

No era una sorpresa cuando las personas descubrían que fue Adrian quien se confesó primero. Rose le tenía miedo a los sentimientos, y tampoco entendía porque alguien podía interesarse en ella más allá de su apariencia. Mientras que su apariencia era como la de una sirena, su actitud era fría y apática, incluso aburrida debido a su poco gusto en hablar. Pero Adrian parecía encontrarla fascinante.

Incluso cuando estuvieron años juntos, incluso cuando criaron a Andreas, su miedo no desapareció.

«───Algún día morirás, y vas a dejarme como todos los demás ─── como se habían ido sus padres, como se irían Dominique, Stefan y Andreas.»

Sin embargo, Adrian era un cazador. Le habían enseñado a no temer a la muerte, pero había desarrollado el temor de que Rose pensara de que no la amara una vez que no estuviera.

«───Es cierto. Pero hasta que eso suceda, no te vas a deshacer tan fácilmente de mi, amor.»

❝ No me importa lo que diga la gente. He aprendido a lidiar con las malas miradas toda mi vida. Pero no cuando se trata de ti. Nadie tiene derecho a verte con algo menos que adoración. ❞
───── Adrian.

─── ¿Alguna vez de tan arrepentido? ─── Rose cuestionó, escondiendo su rostro en el cuello del hombre. Ambos se encontraban acomodados en el sofá, una película reproduciéndose pero olvidada hace mucho tiempo ───. ¿De haberme elegido?

───Nunca ─── Adrian respondió sin dudar mientras acariciaba el hueso expuesto de su cadera ───. ¿Te arrepientes de aceptarme?

La sintió negar con la cabeza. ───Jamás.

Ambos se quedaron en silencio por minutos, escuchando el ruido de fondo de la televisión. Poco después, Rose se removió y se separó de él, observándolo directamente a los ojos.

─── ¿Te arrepientes de no haber tenido hijos?

Él bufó, divertido. ───Ya criamos a Andreas.

───Sabes a lo que me refiero.

Cuando era más joven, Rose nunca pensó en tener hijos; así como tampoco pensó en llegar a tener una pareja o un hogar estable y permanente. Por otro lado, sabía que Adrian lo había hecho. Ya sea porque le inculcaron la necesidad de dar herederos a su línea familiar o por otra razón, podía ver sus ojos brillando cuando pasaba tiempo con Olivia y Stefan.

─── ¿No te gusta nuestra vida? ─── él preguntó. No había reproche ni molestia en su voz, solo curiosidad.

─── Amo nuestra vida, solo...

─── ¿Se siente incompleta? ─── Adrian completó, a lo que ella asintió dudosa.

───Es una idea tonta. Yo estoy ocupada con el trabajo y tú tienes misiones a las que asistir.

─── ¿Y si no las tuviera?

Ella frunció el ceño.

Adrian balanceó la cabeza, pensando en las palabras correctas. ───Estoy cansado de estar lejos de ti. Le di años de mi vida al legado de los Belmont, ahora quiero darle una oportunidad a mi familia propia.

─── ¿Estás seguro?

─── Quiero decir, está Andreas. Y están comenzando a aparecer más cazadores, son jóvenes e inexpertos pero aprenderán. Incluso puedo enseñarle el oficio a Olivia si me salgo con la mía ─── bromeó con una sonrisa socarrona ───. Un vampiro cazador. No sería la primera ─── le dio un guiño cómplice a la pelinegra, que solo rodó los ojos con una sonrisa divertida.

Ella tarareó. ───Tú y yo juntos, no parece tan mal plan.

Ambos compartieron un beso antes de que escucharan la puerta abrirse y la voz de Andreas llamándola para posteriormente observar su figura.

Si estaba sorprendido de ver a Adrian, no los mostró y solo se quedó observándolos con una pequeña sonrisa discreta.

─── ¿Te quieres unir a nosotros? ─── Rose preguntó y señaló el tazón abandonado en la mesita de centro ───. Tenemos palomitas abandonadas.

Su sonrisa aumentó y Andreas asintió, tomando el tazón para luego sentarse en el sofá y apoyar su espalda contra la de la mujer.

Una risa salió de los labios de Rose cuando Adrian revolvió el cabello del joven y este se quejó, al poco tiempo ambos comenzaron una pequeña pelea con ella en el medio.

No eran puros ni perfectos, pero Rose amaba tener a sus chicos en su vida.

la última parejita.

me encanta la diferencia de dinámica entre las tres.
andreas&lucian son el amor imposible que terminal mal
anastasia&mattia son el amor imposible que sucede pero no tiene precisamente un final feliz
y rose&adrian está sucediendo, ambos están conscientes de los que les espera. y son la pareja más green flag del rol por los momentos

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