... everything changes.
ACLARACIONES:
• Los personajes de Camille, Marissa y Alexei son míos, los demás pertenecen a sus respectivos dueños.
• Esta historia fue inspirada y creada, gracias a BerrysAndBooks y s-scema .
• Lamento si hay errores en la trama, no estuve el rol de la batalla, pero aquí está.
• ¡Disfrútenlo!
07 DE SEPTIEMBRE
CAMILLE, 36 AÑOS
DURMSTRANG
La rubia soltó un suspiro cansada, mientras se sentaba en su cama y pasaba sus manos por su cabello. Ese día había sido agotador, no sólo físicamente, sino también mental. Había tenido que mostrarse amable con los profesores, alumnos y demás extranjeros que habían llegado para el Torneo de los Tres Magos. Su sonrisa terminó volviéndose falsa cuando se reencontró con viejos compañeros de Beauxbatons, y un agujero se formó en su corazón cuando vio a uno de los hermanos Swan. ¿Por qué tenían que parecerse tanto?
Después de quitarse los zapatos, caminó descalza por el helado suelo de la habitación, y se acercó a su baúl expansivo. Hurgando un rato, encontró lo que buscaba en el fondo, escondido, estaba un cofre de madera de cedro.
Se volvió a sentar en su cama y lo abrió, las comisuras de su boca se alzaron en una sonrisa melancólica. Lo primero que encontró fue la foto de su graduación, sus padres a cada uno de sus lados, y los tres tenían una sonrisa sincera. Siendo seguida por un relicario de plata con un cisne grabado en su superficie. Pero lo que logró llenar sus ojos de lágrimas fue una foto diferente, ni siquiera recordaba su existencia; había sido durante el baile de Navidad en Beauxbatons, ella salía mirando las estrellas, no se había dado cuenta que Caed tomó la foto hasta que escuchó el flash.
Y después de eso, todo se desmoronó, al final, los demonios ganaron, se apoderaron de aquellos adolescentes que su principal objetivo era graduarse. Aquellos tiempos que su mayor preocupación eran los castigos cuando se metían con ella y su familia.
05 DE DICIEMBRE
CAMILLE, 16 AÑOS
BEAUXBATONS
—Ya deja esa cámara, ¿si? — se cruzó de brazos, tratando de sonar enojada pero la pequeña sonrisa en su rostro la delataba.
El Swan sólo sonrío de lado, bajando la cámara y viendo las estrellas con ella. Ambos se habían hecho amigos, ninguno de los dos había juzgado, molestado o comparado al contrario, no les importaba su sangre, apellido o chismes que contaran sobre ellos. Ambos se sentían cómodos con el otro, y se alegraban de haber conocido a alguien que los viera por lo que eran.
Eran jóvenes que aún estaban en el colegio y tenían tanto por vivir y experimentar, tan llenos de vida y anhelos.
¿Quién diría que eso acabaría tan rápido?
—Camille a
los 16 años
06 DE SEPTIEMBRE
CAMILLE, 16 AÑOS
BEAUXBATONS
Los gritos se escuchaban tan distantes, la rubia se encontraba en el suelo aturdida, por un momento pensó que había llegado su hora, después pensó en sus padres y lo destrozados que iban a estar. Los padres son los que deben enterrar a sus hijos, no al revés, solía decirle su padre cuando le contó cómo su madre había sufrido cuatro abortos espontáneos. Camille nunca estaría en paz sabiendo que los hizo sufrir. Todavía quería hacer muchas cosas, tantos sueños por cumplir. También se arrepintió de no haber sido más abierta, de no haber tenido tantos amigos.
Era sorprendente todo lo que una persona podía pensar en un momento cercano a la muerte.
Con las últimas fuerzas que le quedaban, alcanzó su varita y desapareció del lugar. Y cuando volvió a tocar suelo, sin saber a dónde estaba, se desmayó.
19 DE ENERO
CAMILLE, 19 AÑOS
FRANCIA
Camille salió de la chimenea con una sonrisa, se quitó con rapidez las cenizas de su abrigo y comenzó a caminar por los pasillos de su casa, en busca de sus padres.
No había motivo especial para su vista, además de que era su cumpleaños y no había visto a sus padres por casi cinco meses, sus estudios como sanadora la mantenían muy ocupada.
Su sonrisa desapareció en cuanto entró al salón principal, la escena ante ella la horrorizó y sus ojos se llenaron de lágrimas mientras sus pies se contraían.
Sus pies comenzaron a caminar por si mismos hasta llegar a los cuerpos inertes de sus padres, su madre estaba amarrada a una silla con visibles golpes en el rostro y cuerpo, Camille le acarició el rostro, para luego llegar al cuello y tomar su pulso; nada, estaba muerta.
Se obligó a girar la cabeza para observar el cadáver de su padre, rodeado de sangre.
Se acercó a él, e importante poco el mancharse con el líquido carmesí, se puso de rodillas y lo abrazó con fuerza, llorando sin consuelo alguno en su pecho.
—Camille en el
funeral de sus padres
31 DE JULIO
CAMILLE, 19 AÑOS
RUMANIA
La rubia se sentó en el regazo de Alexei Vostokoff, quien enseguida la abrazó y le dio un beso en el cuello.
—Así que... seremos padres — murmuró el hombre con una pequeña sonrisa.
—Si.
Fue lo único que respondió Camille, pero a Alexei no se le pasó desapercibido el brillo de felicidad en sus ojos azules.
Hace ya una semana que la rubia estaba sufriendo de náuseas y antojos, era bastante obvio lo que le estaba pasando, pero después de hacerse los exámenes, estaba confirmado. Estaba embarazada.
— ¿Deberíamos casarnos?
—Considero al matrimonio como una estupidez impuesta por la sociedad. Pero me vería linda vestida de novia.
Alexei asintió.
—Entonces, ¿quisieras casarte conmigo?
—Seguro, pero después de tener al bebé; me gustaría ver su rostro cuando se de cuenta que fuimos hipócritas al decirle que nada de hijos fuera del matrimonio — ella soltó una pequeña risa, provocando una sonrisa en ella hombre.
—Seremos los padres del año — concordó Alexei chocando su cerveza con el vaso de jugo de ella.
—boda de
Camille y Alexei
07 DE SEPTIEMBRE
CAMILLE, 36 AÑOS
DURMSTRANG
— ¡Mamá! — el pequeño grito de Marissa la sobresaltó y la hizo salir de sus pensamientos.
— ¿Qué sucede, cariño? — se preocupó un poco cuando la vio entrar con prisa a la habitación, pero la sonrisa que tenía en su rostro indicaba todo lo contrario.
—Conocí a alguien, un chico muy lindo — Camille alzó una ceja incrédula ante la actitud soñadora de su hija —. Era tan lindo, al igual que su sonrisa y sus ojos.
Su hija seguía hablando de él como toda una enamorada, lo que le dio la oportunidad de guardar las fotos y el relicario en el cofre y volverlo a guardar, sin que la menor hiciera preguntas.
—Bueno, a tu padre y hermanos les dará un ataque cuando se enteren — bromeó Camille acercándose a su hija con una pequeña sonrisa. Marissa asintió entusiasmada ante la idea, para luego abrazar a la mujer.
Tal vez lo que más le dolía, no eran los traumas que habían traído la batalla en el colegio francés, sino era saber que nunca volvería a ver las sonrisas de sus padres, o el hecho de que no podía contarles sobre que lo había logrado. Había logrado ser feliz.
s-scema
a-antagonist
e-evita
BerrysAndBooks
Celia_Kai_
EtherealXBeing
pxrt_of_your_wxrld
s-somatize
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