¡tan gruesa!.

―¿Fue la pubertad, verdad?

―¿Qué cosa, Felix?

―Lo que te la puso tan gruesa.

―¡¿Como dices?! Felix no entiende por qué Bang Chan tiene la voz gruesa..

Historia original: imanicky. Gracias vida mía, por dejar que adapte esta maravillosa obra <3

― Ngh... ¡Ah, ah! ¡C-Chanie, más duro! ―Seungmin tenía unas cuerdas vocales asombrosas, se decidió Lee Felix esa noche, estando en su recamara intentando componer una canción; estaba resultado muy difícil gracias a los sonidos provenientes de la habitación de Bang Chan. Su rommie y mejor amigo nuevamente había traído a su novio al departamento para follar, lo cual era comprensible, considerando que Seungmin vivía con sus dos hermanos mayores. Lógicamente no tendría la privacidad que Bang Chan sí poseía -técnicamente, porque si bien Felix estaba en casa no le importaba en lo más mínimo cuántas rondas de sexo se arrojaran esos dos. Lo único que le molestaba era cuando tendían a ser ruidosos, justo como esa noche. Hacían que concentrarse fuera mucho más difícil.

― D-Dios... Seungmin, joder.

― ¿Dónde dejé mis audífonos? ―se preguntó a sí mismo, echando una ojeada a la habitación antes de recordar que se los había prestado a Bang Chan la noche pasada. Se puso de pie y se acercó a la pared que daba al otro cuarto, pegando tres golpes a ella para que el imbécil de su amigo lo escuchara―. ¡Bang Chan-hyung! ¿Dónde dejaste mis audífonos?

― ¿Tus audífonos? ―contestó, su voz sonando ronca y agitada. Pasaron diez segundos antes de que volviera a hablar―. Eh... Creo que están aquí en la cama. ¿Quieres que te los devuelva?

Felix se asqueó totalmente, terminando por sacudir la cabeza.

― Ew, olvídalo. Puedes quedártelos.

― ¿Algo más, Lix?

― ¿Qué acaso no tienes una jodida almohada para que Seungmin muerda?

― ¡Las almohadas las tengo en otro lugar, Hyung! ¡Lo siento! ―dijo Seungmin esta vez, y Felix podía hacerse una idea de en dónde estaban las almohadas.

― Hasta aquí mi reporte. Prosigan.

Los escuchó reírse antes de que la cama volviera a chocar contra la pared, pero pudo notar cómo intentaban ser un poco más silenciosos. Aunque no lo lograban del todo, lo apreció. Aunque claro, no pudo terminar la canción con un mueble rechinando al fondo.

― Adiós, Yongbok-hyung ―Seungmin se despidió en la puerta, a punto de salir.

Felix, desde el sillón, alzó su lata de cerveza en modo de despedida, escuchando la puerta cerrarse después. Casi al instante Bang Chan se lanzó a su lado, sudado y sin camisa, exudando un increíble olor a sexo.

― Ugh, ¿No vas a ducharte? ―preguntó Felix con desagrado.

― Nah, en un rato ―respondió. Su voz seguía bastante ronca, incluso más de lo normal (y hablando de Bang Chan, eso era mucho decir)―. Tengo hambre.

― Pues ve y cocina.

― Yo lo decía para que pidiéramos pizza o algo ―bufó, tomando el control para cambiar el programa de variedades que Felix estaba viendo. No le molestó, en realidad lo había puesto porque no tenía nada qué hacer―. ¿No quieres pizza?

― Si tú pagas, sí.

― Tacaño. ¿Dónde está el teléfono?

Felix le pasó su celular, y Bang Chan llamó a la pizzería. Esperó pacientemente a que le respondieran.

― ¿Hola? Buenas tardes, me gustaría pedir... ―de repente se calló, parpadeando perplejo―. ¿Eh? No, no. Soy un chico. Ah, eso. Pues sí, me lo dicen seguido ―se rió levemente, Felix lo miró curioso―. Ah, jaja, muchas gracias, supongo. Bueno, me gustaría ordenar una pizza hawaiana, por favor.

Tras dar la dirección y agradecer, Bang Chan colgó y dejó el celular de lado, riéndose por lo bajo todavía.

― ¿Qué te dijeron? ―inquirió sin poder aguantar la curiosidad.

― La señora pensó que llamaba el narrador de Dragon Ball Z ―dijo con gracia―. Luego me sugirió que hiciera doblajes de vídeos porno o películas de terror.

Felix no pudo evitar sentirse divertido, pues en realidad era una de las tantas comparaciones que la gente había hecho con respecto a su voz. Siempre había sido algo normal.

Honestamente, Felix le tenía un poquito de envidia a Bang Chan. Su voz poseía un tono grave pero melodioso que quedaría perfecto con sus canciones. No es como que la voz de Felix no fuera ronca, lo era, pero la de Bang Chan alcanzaba como cinco niveles más de grosor, algo que funcionaba tanto como vocalista y como rapero. Era perfecto. De hecho, una vez Jisung le preguntó a Seungmin cuál era el rasgo más atractivo de Bang Chan, y él había respondido que su voz ronca. Obviamente Bang Chan se ofendió, a lo que Seungmin dijo que estaba bromeando y lo cambió por su "personalidad". Sí claro.

Lo curioso era que nadie en la familia de Bang Chan poseía la voz así, ni siquiera su papá. No era algo muy común. Felix podía contar con sus manos las personas que conocía con voces parecidas. Chanyeol era uno de los chicos con la voz más dual que había escuchado, a veces hablaba y se le salía un tono de Batman con ronquitis, y a veces parecía un ratón chillando. Pero la voz de Bang Chan era una mezcla de ronca, grave y gruesa. Artística, en pocas palabras.

¿Qué clase de pubertad había cruzado el chico para tener la voz así? Era algo que se preguntaba siempre, pero que se negaba a investigar.

Ese día, Felix sentía cómo la paz inundaba el departamento. Bang Chan y Seungmin habían salido con Jisung y Minho a una "cita doble" o algo así. No estaba seguro y no le importaba, lo cierto es que podía trabajar tranquilamente en su música, sin distraerse con gemidos de fondo o peleas de pareja. Amén, amén.

Estaba trabajando en una canción llamada Easy que sería el parte de un álbum que Changbin, Minho y él sacarían en noviembre. Changbin se encargaba de la letra y Minho de la coreografía, mientras él estaba dándole los toques finales al soundtrack.

Una vez terminó, la colocó en los parlantes para escucharla correctamente. Cerró los ojos y dejó la música correr, asintiendo satisfecho. Quedaría bastante bien con la letra de Changbin.

― Umm, la voz de Bang Chan sentaría a la perfección ―murmuró pensativo, recordando aquella vez que lo escuchó cantar en la ducha. Su amigo lo negaría hasta morir, pero tenía mucho potencial para ser artista. Sólo debía ser pulido como todos.

Su celular empezó a sonar, anunciando una llamada de Jisung. Puso pausa a la música, extrañado. Se supone que estaban en una cita, ¿Qué hacía Jisung llamándolo?

― ¿Jisung-hyung? -dijo al contestar.

― ¿Felixie? ¿Cómo estás?

― Mmm, bien. ¿Tú?

― Bien, bien ―el mayor se oía inquieto, haciendo que Felix arqueara las cejas―. Bueno, seré breve. Te llamo porque un tsunami está por caer sobre tu apartamento.

― ¿Un... qué? ―Felix balbuceó―. ¿Cómo que un tsunami?

― Verás, Lixie-ah. Es que Seungmin y Bang...

La puerta de su cuarto fue azotada contra la pared, haciendo que Felix pegase un brinco sobre su silla y dejara caer su celular por la sorpresa.

Era Bang Chan, y estaba...

― ¿Bang Chan-hyung? ¿Por qué... Por qué lloras? ―preguntó con preocupación.

Lo vio abrir y cerrar los labios un par de veces, pero lo único que salió de ellos fue un sollozo que buscó callar apretando los dientes. Pronto, Felix tenía todo el cuerpo de su amigo encima, a horcadas sobre sus muslos. Bang Chan rodeaba sus hombros con los brazos, llorando con el rostro escondido en el cuello de Felix.

― Seug-Seungmin me... me...

― ¿Seungmin te...? ―insistió acariciando con duda su espalda. Felix no era bueno consolando gente.

― Me... me engañó con Hyunjin, Lixie. Me ha sido infiel todo este tiempo.

Oh, mierda.

― Hyung... vamos ―Felix tocó otra vez la puerta del cuarto de Bang Chan, intentando que saliera de ahí. No obtuvo respuesta―. Bang Chan, ha pasado un mes desde que terminaste con él. Ya es hora de superarlo.

Nuevamente no obtuvo respuestas. Felix gruñó y dejó caer su frente contra la puerta.

Había confrontado a Seungmin en nombre de Bang Chan hace unos días -pues si él lo hacía era muy seguro que lo perdonaría ante cualquier excusa. Seungmin, muy honorablemente, admitió haber engañado a Bang Chan con Hyunjin, su instructor de baile. Dijo, como única defensa, que ya no sentía con Bang Chan esa conexión de antes, y que todo se había vuelto demasiado repetitivo para su gusto. Felix en parte lo entendió, porque era verdad que ellos siempre hacían las mismas cosas y él era testigo, pero claro que le reprochó a Seungmin por no haberlo hablado con Bang Chan primero. Seungmin argumentó que de haberlo hecho Bang Chan no habría querido dejarlo ir, lo cual... también era cierto. Bang Chan era muy soñador y testarudo, rara vez aceptaba un "no" como respuesta aún sabiendo que no tenía la razón. Finalmente, Felix le había deseado suerte con su nueva relación, y Seungmin le pidió que cuidara a Bang Chan.

«Como si tuviera de otra» pensó con fastidio.

Cómo última opción para poder sacar a la chiva de su cueva, Felix recurrió al mismo método que su mamá utilizaba cuando era joven y quería, digamos, "hibernar".

― ¡¿Qué mierda?! ―Bang Chan gritó cuando Felix atravesó la puerta a la mitad con el martillo, rompiendo la madera totalmente y pateando lo que seguía aferrado al marco―. ¡¿Felix, qué estás haciendo, demente?! ―exigió sosteniendo la tela de la pijama en dónde se encontraba su corazón, totalmente aterrado.

― No querías salir, así que busqué la manera de abrir la puerta, duh ―explicó con obviedad.

― Pudiste romper la cerradura solamente, ¿no?

― ¿Y el lado divertido dónde queda? Tienes suerte, mi mamá solía hacerlo con una motosierra ―tiró el martillo al piso, sacudiendo sus manos y recién dándose cuenta de lo que sonaba desde el celular de Bang Chan―. ¿Estás escuchando Chayanne?

Bang Chan frunció los labios, estos le temblaron, sus ojos se pusieron húmedos; y así como así, estaba llorando de nuevo ruidosamente, apretando la almohada hecho una bolita.

― Siii te he fallado te pido perdón de la única forma que sé, abriendo las puertas de mii corazón para cuando deciiidas volveeer ―cantó junto con la música, pronunciando torpemente por el llanto y porque... era español, y Bang Chan a duras penas sabía hablar coreano.

Felix rodó los ojos y se acercó a apagar la música, tirando del brazo de Bang Chan para ponerlo de pie y guiarlo al baño. Lo sentó en el inodoro y abrió la regadera, empujándolo dentro después.

― Dúchate. Prepararé ramen y galletas ―indicó señalándolo con el dedo índice.

Bang Chan levantó la cabeza y echó su cabello hacia atrás, dándole una fría mirada. Seguramente era por su estado triste y en parte amargado, pero eso no quitaba que fuera sexy.

Odiándose por ese pensamiento, Felix salió del baño con las mejillas sonrojadas.

No pasarían ni veinte minutos cuando estaban sentados en la mesa, con Bang Chan comiendo en silencio y Felix mirándolo en espera a que dijera alguna palabra. Cosa que al parecer no sucedería pronto, así que optó por empezar él.

― Sabes que tu relación con Seungmin iba a acabar en algún momento ―murmuró cautelosamente.

Por fortuna, Bang Chan sólo asintió con la cabeza. Era bueno que no cayera en la negación.

― Hablé con él, dijo que no te lo contó porque insistirías en seguir juntos, y ya él no estaba a gusto con la relación.

― ¿Le pareció mejor engañarme que intentar hablar conmigo? ―contestó con un suspiro. Felix no encontró qué decir ante eso―. Mira, Lix... No estoy buscando porqués a lo que pasó, sé que mi relación con Seungmin estaba decayendo, pero igual creo que tengo derecho a sentirme abatido.

― Claro que lo tienes, pero ya ha pasado un mes. No puedes estar encerrado por más tiempo escuchando canciones de Chayanne y Ricardo Arjona ―le reprochó, haciendo que Bang Chan lo mirara exigente.

― Pues no sé qué más hacer. ¿Qué sugieres?

La molestia había sido tan palpable, que incluso su voz se puso un poco más grave de lo usual. Eso tomando en cuenta que estaba un poco ronca por el llanto. Lo bueno es que eso le ayudo a recordar algo que quizás podía ayudar.

― ¿No quieres ayudarme con las canciones en las que trabajo? ―ofreció con una sonrisa―. Hay una... será la intro del álbum, que creo quedará perfecta con tu voz. Me gustaría que lo intentaras.

Bang Chan lo miró con asombro por unos segundos. Por Dios, ni que Felix no le hubiera hecho esa propuesta antes.

― Supongo que eso estará bien. Te ayudo, Lix.

Felix sonrió y se puso de pie, tomando el plato de Bang Chan ya vacío para llevarlo al fregadero y lavarlo junto con las cosas que había usado para preparar el ramen. Mientras lo hacía, sintió al chico abrazarlo desde atrás, rodeando su cintura con los brazos para pegar sus cuerpos. Felix no comentó nada porque era normal que Bang Chan lo abrazara así, aunque esta vez pudo sentir la entrepierna del menor pegada a su trasero. No le hizo mención en lo absoluto.

― ¿Por qué dices que la canción quedaría bien con mi voz? ―preguntó Bang Chan en su oído, prácticamente tumbado sobre el cuerpo de Felix.

― Ya lo verás ―fue lo que respondió. Bang Chan asintió y lo abrazó mucho más cerca. Felix, quién seguía sin querer hacerle mención al sofocante abrazo, aprovechó para preguntarle sobre su voz―. Channie-hyung, una duda. ¿Fue la pubertad, cierto?

― ¿Qué cosa, Lix?

Felix dejó el último plato sobre el escurridor antes de mirar a Bang Chan por sobre su hombro. Conectó sus ojos y dijo.

― Lo que te la puso tan gruesa.

El rostro de Bang Chan se descompuso de golpe. Incluso pareció atragantarse con saliva.

― ¡¿Que me la puso qué?! ―gritó desconcertado, haciendo que Felix diera un pequeño brinco en sus brazos.

― Lo siento... ¿Es una pregunta incómoda? ―Felix no entendía porqué Bang Chan parecía tan sorprendido, él sólo quiso saber si acaso su voz siempre había sido así, o si le había cambiado después de la adolescencia.

Al parecer, para Bang Chan la pubertad debió ser una etapa muy extraña e íntima, porque ahora se hallaba sonrojado y analizando el rostro de Felix con detenimiento.

― Lix... esto ―murmuró, lamiéndose los labios―. No sabía que tenías ese interés. ¿O acaso es sólo porque quieres consolarme?

Frunciendo los labios, Felix contestó con honestidad.

― No, siempre me he preguntado porqué es tan gruesa. Se nota mucho cuando despiertas, o cuando tenías sexo con Seungmin. Me gusta mucho y por eso quería saber. Bueno, en realidad es así todo el tiempo, pero...

― Oh, Dios santo...

Una sonrisa impresionada cubrió la boca de Bang Chan, confundiendo más a Felix.

Aunque no lo confundió tanto como el beso que recibió después por parte de su mejor amigo.

Abrió mucho los ojos y jadeó impactado, su jadeo siendo ahogado por la boca de Bang Chan, quién mordía su labio levemente para pedirle acceso a su boca.

«¿Qué mierda es esto?» se preguntaba Felix una y otra vez, sintiendo la lengua de Bang Chan enrollarse con la suya mientras el menor restregaba su tiesa entrepierna contra el hueso de la cadera de Felix.

Las cosas sucedieron muy rápido y confusas. Lo cierto es que en algún momento Felix terminó acostado en la mesa, con Bang Chan repartiendo chupetones en su pálido cuello -sí, eso dejaría marcas de seguro.

― B-Bangchan-hyung ―Felix gimoteó, confundido. No entendía porqué Bang Chan estaba haciendo esto de repente, ellos nunca habían sido de esos que "refuerzan la amistad" con sexo o besos sucios.

― Shh, Lix. Sólo disfruta ―murmuró Bang Chan malvadamente, tirando de su camiseta hacia arriba―. Voy a mostrarte lo gruesa que puedo tenerla, justo como querías.

― Y-Yo... ouch ―se quejó cuando Bang Chan mordió su pezón. Hizo un esfuerzo por mirar hacia abajo, encontrándose con los ojos del menor puestos sobre su botoncito.

― Sé que eres pálido, pero no pensé que serían rosados ―comentó, acariciando el piquito con la lengua. Felix se sonrojó―. Son muy tiernos y suaves ―dijo antes de tomar uno entre los labios, chupándolo con ahínco, haciendo que Felix gimiera de nuevo al tener su pecho siendo succionado sin cesar.

Recordó, muy a lo lejos de su confundida mente, que una vez Changbin les comentó que Jisoo, su novia, le confesó que las mujeres en realidad no sentían nada de placer en los pezones. En realidad a Felix no le sorprendió, pero... Ahora, con Bang Chan chupando y lamiendo su delicado pezón, comenzaba a cuestionarse si había una diferencia entre el pecho del hombre y la mujer.

― Dios ―suspiró Bang Chan, dejando ir su botón solo para decir―. Me encanta hacer esto, creo que podría chuparlos todo el día ―tomó el otro, repitiendo el proceso hasta que ambos estaban erectos y adoloridos.

No eran lo único erecto y adolorido en ese momento, notó Felix cuando la mano de Bang Chan acarició su entrepierna por encima de su bermuda. Sintió vergüenza ante la mueca pícara del otro, y estuvo seguro de que estaba sonrojándose más con cada segundo que pasaba.

― ¿Estás ansioso, Lix? ―susurró Bang Chan, su voz ronca calando hasta los huesos de Felix.

― Cállate, imbécil ―ordenó.

Bang Chan se rió y comenzó a bajar su bermuda junto con la ropa interior. Felix cerró los ojos por la vergüenza, escuchando la sensual risa de Bang Chan. Hubo otro roce de ropas deslizándose, así que supuso que el otro estaba desnudandose también.

Lo había visto un par de veces en ropa interior, pero jamás desnudo. Felix no estaba preparado para eso aún, por muchas razones.

― Vamos, Lix. No seas tímido.

― T-Tímido mis huevos ―se defendió, aunque en efecto el rostro le ardiera de la vergüenza.

― ¿Entonces por qué no abres los ojos? ¿No que querías ver lo gruesa que era?

Eso le pareció extraño, porque difícilmente tenía algo que ver la grave voz de Bang Chan con aquella situación tan bizarra que estaban viviendo. Abrió los ojos para preguntarle a qué se refería, llevando la mirada por inercia a la ingle del chico.

Inmediatamente se arrepintió.

― Pero qué... ―balbuceó, sintiendo como su ano se contraía en puro temor―. ¡¿Qué jodido carajo, Bang Chan?! ¡¿Tienes los genes de un puto caballo acaso?!

Bang Chan se carcajeó ante su impacto. Lentamente fue ascendiendo su mano por el muslo de Felix hasta coger confianzudamente su erección, acariciándola de arriba a abajo de forma suave.

― Tú no estás nada mal. Tu polla es gordita y ―le dió una mirada, alzando una ceja y sonriendo―, rosada.

Felix se sintió morir ahí mismo.

― Date la vuelta, Lix.

― No, Bang Chan... No-no hay forma de que tu pene entre, me va a doler como la mierda ―intentó oponerse, ni siquiera le sorprendió darse cuenta de que sería el pasivo. ¿Qué decía eso de él?

Bang Chan le tomó una nalga con su mano y la apretó con fuerza. Con lo pálida que era su piel de seguro había dejado hematomas de sus dedos.

― Eso dijo Seungmin la primera vez, ¿Y adivina qué? ―inquirió, acercándose a su oído―. Después empezó a rogar por ella sin cesar. Y estoy seguro de que tú harás lo mismo. Ahora date la vuelta, Lix.

Su voz se había vuelto más pesada, eso no fue la imaginación de Felix poniéndose fetichista.

Sin más opción aparte de obedecer, se dió la vuelta y apoyó los codos sobre la mesa, mordiendo su labio mientras sentía a Bang Chan mirarlo fijamente de la cintura para abajo.

― Tienes un culo hermoso, Lix ―le halagó sujetando sus nalgas con ambas manos, abriéndolas y cerrándolas mientras presionaba contra los pliegues con sus pulgares―. Son suaves y blanquitas, tienes unas pecas regadas por aquí. Además ―la punta de su grueso dedo (¿Qué acaso todo lo de este chico era grueso?) hizo círculos alrededor de su ano, haciendo que Felix se estremeciera y soltara un jadeo involuntario―, toda esta zona es rosada, como tus pezones. Creo que se está convirtiendo en una de mis vistas favoritas.

― Joder, Bang Chan, cállate ―suplicó, aunque en realidad le fascinaba escucharlo decir esas cosas. Felix no sabía que era tan pervertido hasta ahora.

Bang Chan soltó otra ronca carcajada antes de inclinarse y escupir sobre el coxis de Felix, su espesa saliva deslizándose hasta la raja de su trasero. Bang Chan repitió esa acción hasta que la entrada estaba mojada y por fin, pudo empezar a prepararlo con sus grandes y varoniles dedos. Encontraron su próstata con tanta facilidad que Felix casi pierde el equilibrio. Lloriqueó cuando los dígitos salieron de su culo y fue algo húmedo y romo lo que se presionó después.

― Trata de relajarte, Lix.

Felix se preguntó, mientras sentía esa gran circunferencia deslizarse dentro de él, cuánto debía medirle a Hyunjin para que Seungmin decidiera irse con él. Era seguro como el infierno que con Bang Chan no pasaba nada de hambre.

También comprobó que sus gemidos eran bastante graves y altos, incluso más de lo que había pensado. ¿Y qué si eso le dió la motivación para tener dos rondas más? Felix no acababa de entregar su culo en vano, no señor.

Fueron como música para sus oídos.

A la mañana siguiente, despertó con el cuerpo adolorido de pies a cabeza. Se ubicó en el cuarto de Bang Chan, con este durmiendo a su lado tranquilamente. La manta estaba a sus pies, así que pudo apreciar la erección mañanera que se alzaba orgullosa entre sus piernas.

«Eso no puede ser jodidamente normal» pensó con incredulidad.

El timbre sonó, así que Felix no tuvo de otra más que ponerse de pie, con mucha, mucha dificultad, enrollar una toalla en su cintura e ir a abrir. Sentía que estaba caminando como un pingüino con problemas en la columna.

Abrió la puerta, encontrándose con los rostros de Jisung y Minho. El menor le sonrió alegremente.

― ¡Hola, Lix! Lamentamos venir así de repente, pero queríamos saber cómo sigue Bang Chan ―explicó, ladeando la cabeza al ver la amargada mueca de Felix―. ¿Estás bien?

― Sí. Bang Chan también se encuentra mejor -Mucho mejor, diría yo.

Hubo un largo momento de silencio.

― Oh ―Jisung sonrió de lado, terminando de atar cabos―. Entonces lo ayudaste a superar a Seungmin. Bien por ti, Lixie-ah.

Arrugando el entrecejo, Felix alzó la pierna en busca de patear a Jisung, arrepintiéndose la instante cuando un agudo pinchazo de dolor lo atravesó desde el culo hasta el final de su columna. Gritó y se sostuvo la cadera con una mano, tratando de ignorar la carcajada escandalosa de Jisung. Minho, por su lado, lucía algo perdido.

― No entiendo, Sunggie ―hizo un puchero hacia el rubio―. ¿Por qué Felix está adolorido?

Jisung se secó las lágrimas, producto de la risa, antes de sonreírle a su novio y decretar.

― Creo que Felix descubrió que lo único grueso de Bang Chan no es su voz.

¡gracias por leer!

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