❝Por favor, ámame antes de que sea muy tarde.❞

Historia original: SonyeoKm. Todos los créditos respectivo a la autora.

Jamás te pedí nada, excepto que me quisieras hasta el final.

Chan caminaba directo al aeropuerto, el Sol era jodidamente incómodo y más para su atuendo, gafas negras, chamarra negra, camisa negra, pantalones negros y por último sus pesadas timberland negras.

Si, un emo demasiado sexy para el gusto de cualquiera.

Sus manos estaban escondidas en sus bolsillos, la expresión en su rostro era sumamente seria, estaba cansado y tenía ojeras pues el día anterior le tocó resolver algunos casos en la Comisaría.

Las puertas de cristal se abrieron y él suspiró, definitivamente no estaba listo para verlos, ¿para qué carajo regresaban?, se veían bien en sus fotos, lejos de su estancia, en España seguro les iba bien, pero bueno, Bang nunca pudo decirle que no a su primo.

Realmente nunca pudo.

── ¡Hey Chan! ──gritoneó un peli naranja.

── Hola Minho ──saludó con desgane a su primo, aprovechando que usaba lentes obscuros guio su vista alrededor de Minho pero no obtuvo alguna otra presencia.

── ¿Buscas a Lixie? ──alzó una ceja el joven de cabellos naranjas──, está buscando sus maletas, aunque a decir verdad trajo una y él insistió en bajarla solo.

── Ya veo... ──el castaño no preguntó otra cosa y dio media vuelta, el plan consistía en llevarlos a la casa de sus tíos y listo, no habría más problemas.

── ¡Cariño, por aquí! ──volvió a gritar Minho.

Chan enserio no quería voltear pero su cuerpo siempre lo traicionaba de diferentes maneras.

── Te dije que si te ayudaba ──habló su primo── dame acá.

── No es necesario ──habló el chico, diablos, su voz seguía siendo tan dulce y pura, nunca pudo olvidarla, ¿o al menos lo intentó? El chico llevó su vista a Bang y se quedó pasmado, pareciera que el tiempo se detuvo, como si seis largos años nunca hubiesen pasado──. Chan...

── Felix ──respondió al saludo y volvió a su camino. La garganta del nombrado se volvió un nudo amenazador, de cualquier manera caminó detrás del castaño junto a Minho.

Su novio.

Todo el trayecto fue una migraña para Bang porque su primo no paraba de parlotear, no lo odiaba, claro que no, solo ya no lo toleraba como antes.

── Felixie también se quedará con mis padres, ¿verdad? ──preguntó el peli naranja.

El peli rubio lo vio desconcertado por el retrovisor──. ¿De qué hablas? ──contestó──, quedamos en que yo estaría en un Hotel, por mi no hay problema...

── Para nada amor, hemos estado juntos cuatro años sin contar el año completo que nos conocimos, ¿no crees que es hora de que vayas con mis padres? ──la sonrisa de Minho se veía un poco desganada.

── No Honnie, puedo verlos todos los días, así que no te preocupes ──habló Felix acomodándose mejor en el asiento.

── Bien, entonces me quedaré contigo en el Hotel ──dijo.

── Yo, no me quiero entrometer pero si Lee está más cómodo en el Hotel dejarle que se quedé ahí Min, no insistas ──habló Chan con autoridad.

Hubo un silencio poco agradable.

── Da igual, entonces vamos para el Hotel ──Bang asintió y giró en dirección a donde le dijeron.

Unos minutos más tarde llegaron y Minho fue quién bajó la maleta para meterla en a habitación asignada. Chan se quedó afuera esperando recargado en su coche y Felix también, para despedirse de Minho o eso suponía.

── Así qué... enserio te volviste policía ──Felix jugueteó con su enorme suéter lila al tratar de romper aquella tensión.

── Si ──fue la respuesta del castaño.

── Owm... ¿has estado bien? ──preguntó con un ligero brillo en los ojos──, ¿todo está en orden?

Por segunda vez en el día Bang miró directamente a Lee y se arrepintió pues los ojos de este estaban cristalinos, por Dios, estaban cumpliendo sus veinticuatro, no podían ser tan inmaduros, ahora cada quién tenía una vida, sin embargo el corazón del más alto pedía otra cosa.

── Felix, no hagas esto por favor, tu a lo tuyo y yo a lo mío, al fin y al cabo volverás en algunos días a España con Minho.

El peli rubio lo observó dolido y solo bajó la mirada asintiendo.

── Lo lamento, creo que iré allá ──señaló la entrada del Hotel.

Cuando se hizo ausencia Bang golpeó el toldo de su coche.

¿Cuándo olvidaría a Felix?

── Lo conocí cuando él era un repartidor de pollo ──Chan iba por su décima cerveza──, era tan lindo, ahora solo cambió su cabello, sigue teniendo sus mejillas rojas, sus ojos aún tienen ese brillo peculiar y su cuerpo yo, él, creo que aún es lo máximo...

── Saca todo Chan... ──habló su compañero de casa, Kim Seungmin──. Vamos, no te quedes así...

Kim solía preocuparse tanto por el castaño desde que notó que parecía sin vida, muy de vez en cuando sonreía y solo se dedicaba a trabajar, era tan monótono que ahora que Bang se hallaba sacando todo pues aprovecharía para ayudarlo.

── Yo fui el primero en conocer a Felix, fui el primero en invitarlo a comer, a cenar, a visitar a su abuela, a enseñarle a manejar ──hipó──, así como él fue el primero en mi vida ──rio con amargura──, jodida suerte.

»Teníamos tan solo dieciocho años y Minho sufría depresión, pero un día él conoció a Felix, lo vio en un parque, Lixie siempre fue agradable y sencillo y eso fue lo que lo cautivó... ¿Cómo le decía a mi primo que no podía estar con Felix?, ¿Cómo pude ofrecer a Felix como si fuera un objeto?, ¿Qué diablos pensaba en aquellos momentos?... Lixie me suplicó que no lo dejara sin embargo fue lo primero que hice. Minho pudo acercarse a él y ambos terminaron juntos, como en una historia con final feliz, incluso si Felix se enteró de todo, de que Minho era mi primo y de que lo dejé por sus problemas él no habló absolutamente de nada.

── No creo que ese fuera un final feliz Chan... ¿sabes lo que ese tal Lixie siente? ──preguntó el peli rosa y Bang negó──, entonces... sinceramente yo creo que por más jodida que esté la cosa nunca debiste dejarlo, desde que entraste a trabajar tu cara no cambia, siempre eres el Oficial serious, el sin vida para los demás, no es justo que te carcomas de esta manera, tu primo también debía saber la verdad... ¿cuánto tiempo estuviste saliendo con Felix?

── Cerca de dos años... ──Bang se recargó en su brazo y después de tanto se permitió llorar.

Seungmin tenía que conseguir el número de ese chico y no tardaría ni una hora en saberlo, esto se arreglaría cuanto antes.

Alguien tocaba la puerta y debido a la insistencia Chan se percató que Kim no estaba en la casa pues el ya hubiera abierto, siempre se levantaba temprano. Cuando bajó las escaleras encontró una nota de Seungmin donde le confirmaba que saldría un rato.

Se dirigió a la puerta y maldijo el haberlo hecho pues Felix estaba parado frente a él vestido con uno de sus jodidos suéteres enormes, ¿para él la moda nunca cambiaba?, ah y su pantalón rasgado también.

── Lee ──dijo con su voz algo ronca, no se veía tan mal pues la noche anterior Seungmin lo obligó a bañarse debido al alcohol que había consumido, de cualquier manera no durmió bien.

── Si me amas por favor dímelo ahora ──Felix rompió su espacio personal empujando dentro el enorme cuerpo de Chan, el castaño se sorprendió y lo tomó de los brazos para detenerlo──. Vamos Chan dime que me amas ──de sus ojos comenzaron a salir muchas lágrimas mientras golpeaba su pecho sin fuerza──, te odié tanto tiempo por haberme dejado solo, te odié porque creí que me habías utilizado, quizá todo esto suene a una broma pero cuando supe la verdad quise regresar sin embargo tu me rechazarías... de nuevo y lo único que hice fue esperar y esperar el momento para volver a Corea y Dios, Channie, no lo hagas más complicado... yo te amo ──y fue todo para que el aliento del peli rubio se fuera de sus pulmones.

── ¿Cuánto tiempo estuviste llorando Felix? ──fue lo que pudo articular Bang.

── El día en el que terminamos fue el primero.

Entonces el corazón del castaño se rompió doblemente, no sabía como actuar, Felix estaba ahí, llorando desconsoladamente volviendo a suplicarle que estén juntos.

── Y-Yo... Sabes que Min..

── ¡Al diablo Minho, Bang Chan! ──gritó Felix alzando su mirada viéndolo esta vez con reproche──, el ya está bien, el superó su etapa, pero a mi me sigue doliendo aquí ──tomó la mano de Bang y la llevó a su pecho──, mi corazón todavía te pide y el verte no hizo más que avivarlo.

Aquellas palabras perforaron el alma del castaño, con miedo y temblor acarició el rostro del más bajo.

── Lo lamento tanto ──Chan también dejó caer unas cuántas lágrimas y a Felix le asustó de sobremanera porque creyó que por milésima vez lo rechazaría, contrario a eso Bang se acercó más y más a los labios del peli rubio y lo besó.

Ambos sintieron una sensación satisfactoria, hacía años que sus labios no se unían y volverlo a hacer era viajar al cielo, Felix aún temblaba cuando Bang lo tocaba, su cuerpo aún reaccionaba al suave tacto de sus besos.

Bang acarició su rostro con devoción sintiendo los belfos de Felix hasta que una primera lágrima cayó. El castaño extrañó tanto a su Lixie que esta vez no lo dejaría ir, incluso si el aire se ausentaba ellos no se despegaron, seguían besándose con mucho amor, como todas las veces que lo hicieron cuando se veían o en todas las citas a las que fueron, las interminables noches de películas en la casa del castaño o con Lee.

Sus besos seguían siendo los más románticos y ansiados.

── Tómame Chan... vuelve a hacerme tuyo ──susurró dulce haciendo que su respiración chocara en los sentidos del castaño.

Chan inhaló profundamente y abrazó el pequeño cuerpo frente a él.

── Te amo y quiero que te quedes, que se venga el mundo encima Lee Felix, no voy a dejarte de nuevo... ──fueron las palabras que soltó Bang para después cargar a Felix y llevarlo a su habitación.

El corazón de Felix se inundó de un cálido sentimiento y aunque sabía que tal vez lo que se avecinaba no sería agradable decidió ignorarlo.

El castaño lo tumbó en su cama, Felix le sonrió y lo atrajo para besarse de nuevo. Esta ocasión todo fue más duro, sus besos eran más necesitados y Chan chupó con fuerza el labio inferior de Lee, tan dulces, tan suaves.

Una mano del castaño recorrió el cuerpo bajo él, Felix aún tenía esa linda silueta que lo volvía loco, se puso de rodillas y comenzó a despojarlo de su suéter color verde limón, la piel del contrario se erizó y Bang sonrió satisfecho, fue directo al tatuaje que Felix tenía en su torso, lo recordaba perfectamente ya que cuando acompañó al peli rubio su abuela le regañó tanto que casi le avienta un zapato.

Besó esa zona rozando con la punta de su nariz todo el pálido pecho de Lee, este gimió bajito y sin esperarse mucho Felix movió su pierna sobre el miembro de Chan.

Las prendas se fueron reduciendo hasta que ambos quedaron desnudos.

── Mgh... Chan ──hizo Felix al momento en el que Bang tomó su hombría mientras lo masturbaba──, m-más...

── Entraré en ti, como antes ──jadeó en su cuello besándolo──, te extrañé tanto...

No tardó mucho preparándolo, metiendo y sacando dos dedos del interior del peli rubio mientras este era un mar de gemidos, la habitación estaba acalorada debido a esos dos jóvenes.

Chan se alineó en la linda y apretada entrada de Lee y con mucha suavidad lo penetró. Ambos gimieron. Bang tomó las manos de Felix y las entrelazó con las suyas, se vieron a los ojos fijamente, los de Felix seguían rojos debido a sus lágrimas y en los de Chan había mucho deseo.

── M-Muévete ──susurró el peli rubio al sentir que estaba listo.

Bang obedeció siendo muy dulce pero con estocadas fuertes, Lee apretó sus ojos sintiendo todo ese placer hasta la punta de sus pies, el castaño seguía embistiendo de forma tan gloriosa que ocasionaba más excitación su pequeño cuerpo.

── Dime que Minho no te tocó ──Chan aumentó su ritmo a uno medio. Felix no quiso responder porque claro que Minho le había tocado y aunque él nunca sintió lo que ahora siempre se desahogaba con su primo, sinceramente se arrepentía──. Dime que no lo hizo... ──insistió Bang pero nuevamente el peli rubio se quedó callado.

Chan no se imaginaba a su chico entregándose a alguien que no fuera él por más idiota que sonara, apretó las manos de Felix y ahora si sus estocadas fueron rápidas y llenas de pasión.

Felix gimió muy alto al sentir su interior tan lleno.

Se movían con sincronía, el peli rubio amaba sentir de esa manera a Bang, incluso recordó su primera vez a su lado, Chan tuvo que poner su mano en la boca porque estaban en un baño público y rayos, no fue romántica pero fue jodidamente rico.

── Chan... ──volvió a gemir cuando sintió su clímax llegar.

── Córrete Lixie ──los ojos entrecerrados de Felix se abrieron para ver al castaño con ternura... le había vuelto a llamar por su apodo.

Minutos después ambos sintieron el placer a flor de piel pues su orgasmo les llegó casi al mismo tiempo.

Chan se levantó para buscar algo con qué limpiar a su pequeño, después de eso se metió a las sábanas atrayéndolo para fundirse en un abrazo lleno de sentimientos.

── Te amo ──susurró Lee en su cuello.

── Y yo a ti... lamento todo lo que pasó ──Bang acarició diminutas hebras rubias de su chico.

── ¿Por qué hasta ahora has decidido aceptarme?, me refiero a qué para ser realistas creí que en cuanto me vieras frente a tu casa me botarías como basura... ──Felix jugueteó con sus manos y Bang las tomó para besarlas.

── Nunca dejé de pensar en ti y mientras los años pasaban yo más me odiaba por haberte dejado ir, sonará muy idiota de mi parte pero cuando supe que vendrían solo esperaría que tu me buscaras para protegerte...

── Sabías que...

── Regresarías a mí ──terminó la frase Bang.

── Te odiaría de nuevo pero creo que estoy cansado de sufrir, ahora solo voy a darte todo el amor que reprimí. ──Felix se subió a las piernas de Bang y lo besó hambriento.

── Espera ──Bang colocó sus manos en la pequeña cintura del peli rubio──, dos cosas, la primera... ¿cómo supiste dónde vivo? ──rio.

Joder, Felix extrañó aquella sonrisa.

── Me lo dijo tu compañero de cuarto. En la madrugada consiguió mi número de tu celular, no sabía que me tenías bloqueado ──bajó la mirada──, el punto es que me contó todo lo que le dijiste al parecer ebrio ──Felix sonrió dejando que sus ojos se volvieran dos preciosas líneas.

Chan las tocó reviviendo todo lo muerto dentro de su corazón.

── Ese tonto ──chistó para después besar la mejilla de Felix──, bueno, la segunda cosa es que iré a hablar con Minho, sé que dolerá muchísimo Y que lo que diré es egoísta pero... tu eras mío desde un principio.

── Estaré a tu lado hasta el final ──Lee lo vio dulcemente para después regalarle un beso.

Al día siguiente Minho había llamado a Chan, pero lo raro fue que lo citó en el Hotel donde Felix se hospedaba pero para ser sinceros el peli rubio no se quedó ahí desde la mañana anterior.

Bien, aprovecharía la situación y le diría todo como los adultos que se suponía debían ser.

Cuando se encontró con él todo fue normal.

── ¿Vamos a la cafetería? ──preguntó el peli naranja.

── Bien ──fue lo único que contestó. Ambos pidieron un capuccino y no dijeron más palabras hasta que su orden estuvo en su mesa.

── Y-Yo... quiero hablarte de algo Minho.

Su primo levantó la mirada y le sonrió──. Lo sé Chan.

── ¿Si? bueno, quizá es predecible que quería hacerlo ──se rascó la nuca.

── No me refiero a eso ──Minho bebió de su vaso──, quiero decir que sé lo de Felix y tú.

Aquello dejo petrificado a Chan. Su primo aprovechó la reacción del castaño y sacó de su abrigo un pequeña libreta que parecía una agenda, estaba un poco rellena de apuntes y pedazos de hojas arrugadas, éstas eran detenidas por un delgado resorte.

La puso sobre la mesa otorgándole permiso a Bang que la tomara.

── ¿Qué es esto? ──preguntó.

── Puedes verla mientras hablo... ──el castaño asintió, sus manos temblaban, quizá porque enseguida de quitar la liga había una foto de dos manos entrelazadas, reconocería aquellas pequeñas y rechonchas manos en su otra vida, eran ambos, Chan y Felix──. Hace casi un año que encontré eso debajo de la almohada de Felixie ──Minho se aclaró la garganta──, hace casi un año que sé lo mucho que se aman Chan... al principio estuve enojado y creo que hasta hubiera golpeado a alguno de los dos, sin embargo las palabras que están escritas me hicieron sentir culpable...

Bang hojeó la libreta, había frases cómo.

"Hola Channie, ¿qué tal ha estado tu tarde?, aquí hace mucho frío".

"Hoy vi un conejito y me acordé de la vez que te enojaste mucho tiempo porque te comparé con uno."

"¿Por qué se acabo nuestro amor?, Minnie se ha recuperado de su depresión eso me hace feliz, pero me sigue doliendo el corazón".

"Te extraño tanto".

"¿Recuerdas cuando la abuela nos regañó por llegar empapados de la calle?, fue realmente divertido".

"Chan, necesito que Minho sepa la verdad, odio sentirme así".

"¿Ya no me amas?"

Al castaño se le hizo un nudo en la garganta al leer todo eso.

── Hay unos pedazos en los que cuenta como se conocieron ──habló Minho──, como si lo único que buscara era desahogarse, lo pensé varios meses y al final me resigné, comprendí el por qué cada que tenía una pesadilla hacía ruiditos diciendo Chan, vi que las llamadas que hice contigo él estaba ahí parado pidiendo que pusiera el altavoz, todo aquello tuvo sentido de repente. Así que decidí hacer este viaje pero tuve miedo porque sé que él realmente se irá contigo. No te miento, me siento miserable, pero me sentiría aún más si no dejo que ustedes sean felices.

Bang lo miraba con el alma rota, ¿por qué nunca lo dijo antes?, quería gritar de felicidad pero también quería llorar yendo a consolar a su primo.

── Min... perdóname, nosotros no debíamos...

── No Chan, perdónenme a mi. Incluso estoy agradecido pues por Felixie es que volví a ver una luz, no te confundas, ahora no dependo de él. Lo contacté mucho más temprano y dejé que eligiera volver a España hoy conmigo o ir contigo y adivina quien ya debe estar desempacando sus maletas en tu casa ──aquello sonó tan sincero que diablos, Bang enserio iba a llorar.

Recogió la pequeña agenda y se levantó para abrazar a Minho.

── Gracias, enserio, gracias ──el peli naranja correspondió el afecto──, de verdad... gracias Minho.

── Solo sean felices por favor ──contestó llevando su vista al reloj de bolso──, bien, yo... tengo que irme.

Chan asintió y fue con rapidez a su auto, yendo a máxima velocidad, vería a su pequeño en casa, quizá botaría a Seungmin después, adoptarían al cachorrito que siempre desearon, esta vez despertarían abrazados como muchas veces lo soñaron, ambos cantarían las canciones que amaban y juntos visitarían infinidad de veces a la abuela del peli rubio.

En un semáforo Bang aprovechó para sacar de nuevo la agenda que le dio Minho, tocando con mucho cariño cada página, siguió leyendo hasta que en un apartado alcanzó a leer...

"Por favor no me dejes solo, por favor dime... ¿me amarías?"

── Estamos juntos Lixie y voy a amarte por la eternidad.

¡gracias por leer! <3