an alpha for my zeal.
❝En donde Felix llama a una empresa especializada para omegas en celo. Y Bang Chan es el alfa indicado.❞
Historia original: Yangzi_Byun. Todos los créditos respectivo a la autora.
Felix, un dulce Omega de aspecto dulce, observaba a su mejor amigo, Jeongin, a través de anteojos de cristales cuadrangulares que mantenían ocultos sus ojos color miel. Sus delicadas manos sujetan un listado con números.
── No necesito un Alfa "prostituto". ──Felix asegura con la ceja alzada.
── No los llames así, son acompañantes. No tienes nada que perder, estás tan sólito, Lix, me aflige, más que eso, me preocupa.
── No necesito un pendejo que me ande llamando para saber en dónde estoy. ──Felix señala su bolsillo en donde su teléfono vibraba──. Contesta, tu Alfa debe de estar agonizando para llamar así.
── Idiota. ──Jeongin rueda los ojos, saca su teléfono y mira al identificador──. ¡Maldición! Hola bebé, estoy con Lix, dijiste que podía relajarme mientras cuidas de Hyunsun, muy bien, ya voy para allá.
Jeongin suspira y cuelga, Felix suelta una risita y bebe de su té, manteniendo su mirada burlona en Jeongin que se toma su bebida deprisa y se levanta.
── ¿Ves? no necesito un Alfa que me llame a cada rato, no lo quiero.
── Hyunjin es mi Alfa, el padre de mi hijo y mi esposo. No te estoy diciendo que te cases, sólo que busques los servicios de esa compañía para atender tu celo. ──Jeongin aclara, recogiendo sus cosas.
── No quiero. ──Felix responde.
── Ten presente que no podré cuidar de ti, a Hyunsun le salen los primeros dientes, también es la etapa en la que su lobo está despertando, tengo que ocuparme de él, se me hace imposible acompañarte. ──Jeongin le recuerda con un suspiro.
── Si es necesario llamaré a Sung ──se encoge de hombros.
── Morirás de hambre, él sólo anda pensando en su Alfa y en la bebé en su vientre. ──Jeongin eleva sus cejas.
── ¿Entonces propones que me deje follar por un desconocido? ──Felix masculla haciendo una mueca.
── Ofrecen los mejores servicios, mi madre, mi tía y mi prima los usan. ──Jeongin informa, mientras su amigo hace una mueca de disgusto──. Ellos están limpios, te cuidarán toda la semana y puedes pedir al que quieras.
── Bien, supongo que lo pensaré. ──Felix suspira ya más serio.
── Okay, nos vemos después. ──Jeongin deposita un beso en su mejilla y se despide.
Felix suspira, un puchero se forma en sus labios, tal vez no sea tan mala idea.
Felix lo meditó con seriedad, y llegó a la conclusión de que sí, necesita un Alfa para su celo.
El dinero no es problema, ha buscado la página, los precios para un Alfa son muy altos, aunque una miseria para él; Lee Felix.
Es un Omega dominante, de veinticinco años, graduado con honores de la mejor universidad de Australia, pero que no ha encontrado a su "media naranja", a su alma gemela.
Existen las parejas destinadas, pero en la actualidad esas cosas sólo son cuentos chinos, por lo tanto, la idea de encontrar la suya ha sido descartada.
Cree que el amor existe, pero la persona indicada aún no termina de llegar. Ha tenido dos novios, el primero se mudó a Inglaterra y se casó con una Omega. Y el segundo se acostó con un Omega llamado Seungmin, por lo tanto, ha considerado sus romances como basura.
Es miembro de la familia Lee. Su madre es una diseñadora de modas muy prestigiosa, y su padre el Ceo de una empresa que se especialista en construcción.
Él es el tercer hijo de la familia, por lo tanto, su hermana mayor es la heredera de la fortuna Lee, y él, bueno Felix está libre de todo eso y lo agradece.
Gracias a ello tiene tiempo libre, trabaja desde casa, ayudando a su madre con algunos diseños, ella le paga una buena suma de dinero por ellos, por lo tanto, no vive de sus padres, sino que es económicamente independiente.
Tiene una hermosa casa de dos plantas, habitaciones vacías que en un futuro espera llenar con cunas y demás.
Está listo para su gran planeada familia, pero la persona no ha llegado aún. Por lo tanto, siendo un Omega soltero, tiene que soportar los tiempos de calor a solas.
Jeongin y Jisung, sus mejores amigos desde la niñez, siempre que su celo viene, se ocupan de él. O eso era así hasta que Jeongin formó su familia. Jisung hizo prácticamente lo mismo, y ahora se encuentra gestando a la cachorra de su alfa, Minho.
Y ahora, sus feromonas impregnaban toda la casa. Una de las incomodidades, a parte del calor, a veces, insoportable que traía su celo, era el lubricante natural secretado por las glándulas presentes en su entrada anal, el cual debía limpiar casi constantemente.
Felix suspiró resignado, dirigió su mirada a la tarjeta en su mesita de noche.
── Tú puedes Lix.
Asintiendo con la cabeza, tomó el auricular de su teléfono inalámbrico, sus dedos giraron en el marcador, al pie de la letra. Discó el dígito y oyó la intercomunicación.
Sonó una vez, luego otra...
── "Trouble" servicio para omegas en celo, muy buenas tardes. ──saluda la mujer tras el comunicador.
── Hola. ──saluda apenado, carraspea y continúa──. Buenas tardes, si no es mucha molestia podría explicarme en qué consiste el servicio.
── Con mucho gusto. Nos especializamos en dar buena atención al cliente, el lema de la empresa es discreción y buen servicio ──tomó una pausa──. El cliente puede solicitar un acompañante que se ajuste a su gusto, deberá dar algunas características particulares que se ajusten a eso. Es necesario presentar sus datos personales, y su correo electrónico, para poder enviarle una foto de nuestro chico. ──termina la explicación detallada.
── Gracias, entonces puedo agendar, en este momento, la cita.
── Por supuesto. Señor, por favor sus datos personales y luego describa su prospecto de alfa.
Felix imaginó a un alfa que se adapte a sus estándares, uno con rostro adorable y sexy, porque, aunque es un omega dominante, un rostro agrio puede infundirle temor. Deseaba que fuera amable al montarlo, y aunque le gusta ser tratado con cariño no le desagradaba que se lo hicieran relativamente duro.
Entonces no duda en describir a su próximo Alfa:
── Que sea un poco alto, sexy y adorable.
── Muy bien señor, procesaremos su petición y en breve le llegará un informe con las características del alfa.
Felix se aseguró de dar su número telefónico, correo electrónico y pago por adelantado a dicha compañía.
── La cita queda agendada para mañana por la mañana. Muchas gracias por su preferencia, Trouble, una compañía que busca la felicidad de nuestros clientes omegas. Buen resto de jornada señor. ──se despidió antes de que Felix colgara.
Sentía a su corazón latir deprisa, sus manos temblaban y el nerviosismo comenzaba a apoderarse de él. No estaba tan seguro de hacerlo, acostarse con un desconocido no podía ser bueno.
Pero ya pagó una buena suma de dinero por el Alfa, así que debía probar la experiencia, si no quedaba satisfecho, podría prescindir de los servicios.
Inseguro abrió el correo en su bandeja de entrada, junto a la descripción detallada se adjuntaba una fotografía del alfa en paños menores.
Es un chico sexy, con un rostro agraciado, grandes ojos expresivos y unos lindos rizos. Pero en su conjunto adorable. Cuerpo tonificado, espalda ancha, abdomen marcado, un Alfa muy fornido.
Christopher Bang.
27 años.
Alfa dominante.
Felix tragó duro, y con las manos temblando, tecleó para aceptar a ése Alfa temprano, recibiendo una respuesta afirmativa de inmediato.
Al día siguiente, Felix comenzó su día más temprano que nunca, tomó un largo baño, eligió su atuendo y maquillaje.
Escogió una camisa floja que puesta le llegaba a las caderas a juego con unos bonitos pantalones ajustados a su figura. Se encargó de maquillar bien su rostro y agregar ciertos brillos a su cuello.
Tratando de exponer que no había marca, aunque claro Felix no estaba insinuando nada. Claro que no.
Se puso sus pantuflas caseras, y bajó a tomar un desayuno rápido. Preparó té y galletas, para su invitado.
Fue al terminar de hacer la merienda que su timbre fue tocado. Se encargó de arreglarse y verse en el espejo, miró sus labios aún pintados levemente, asintió para sí y se encaminó hacia la puerta.
Ante él apareció el alfa de la foto, quedó anonadado, aspiró el aroma del hombre y sólo ahí, pudo sentir los síntomas leves de su celo.
Vino... Ese Alfa olía a vino, un olor exquisito y sexy tan a juego con su apariencia.
── ¿Lee Felix? ──decidió romper la tensión que rondaba el ambiente.
A Felix se le fue el aire, esa voz tan rica... ¡era tan sexy! El omega se obliga a sí mismo a respirar y dejar de regar sus feromonas dulces.
── Sí, tú eres ¿Bang Chan?
── Un placer conocerlo. ──El alfa le tendió la mano y Felix la estrechó, sintiendo una descarga eléctrica recorrerle el cuerpo.
Felix lo invitó a pasar, cerrando la puerta tras sí, y ayudó al joven a llevar la maleta a una habitación de invitados.
──¿Deseas algo de tomar? ──Felix pregunto después de bajar la escaleras.
── Un té está bien, gracias. ──El Alfa sonríe.
Felix sirvió dos tazas de té de almendras, y colocó las galletas recién hechas en la mesita de noche.
Ambos se sentaron en la sala, uno frente al otro.
── Como es la primera vez que contrata este servicio, debe sentirse incómodo, señor Lee, pero aun así quisiera que me hablara de su celo. ──Felix respira disimuladamente, el lubricante lubrica sus paredes anales.
── Espera, yo, espero que no te incomode, pero ¿podríamos hablar de nuestras vidas? quisiera conocerte un poco. ──Felix suavemente pide, esperando no incomodar al Alfa.
El Alfa se vio sorprendido, nadie le había preguntado sobre su vida personal, todos sus clientes sólo hablaban de sí mismos, pero nunca preguntaban por él.
Su Alfa se agitó, ese Omega era el más joven que estaba atendiendo, normalmente sólo lo buscarían ancianos, así que pensar que ese castaño quería pasar su celo con él, fue verdaderamente nuevo.
Pues su belleza no se puede ocultar. Desde el momento en el que lo vio, no pudo evitar observar esos labios rojos, esos ojos mieles y sus facciones adorables, junto al toque sexy que su cuerpo le daba.
Mas su dulce aroma a durazno, le estaba atacando los sentidos, se miraba tan hermoso y sexy, sin duda un cliente perfecto, el indicado.
── Bueno...
── Oh, si te incomode perdona, soy nuevo en esto. ──Felix se apresura a decir.
── ¡No! no se preocupe, es que nadie me había preguntado sobre mí, y que usted lo haga es nuevo. ──Bang Chan acepta apenado.
── No me trates de usted, dime Lix. ──El Omega pide sonriendo con malicia.
── Muy bien, Lix, soy un alfa de veintisiete años, me he graduado en la universidad de medicina, en Japón, estoy soltero y tengo dos trabajos.
── ¿Dos trabajos...?
── Trabajo con mi hermano, y lo hago en Trouble. ──Bang Chan aclara.
── Oh, ¿y cómo estás...? ──El Omega cuestiona.
── Estoy bien, gracias ¿y us... Tú?
── Mi nombre es Felix, trabajo desde casa, estoy soltero y tengo veinticinco años, me gradué en Australia en la mejor Universidad de diseños.
Fue así que comenzaron una plática muy cómoda, desde los hermanos de Bang Chan, hasta los mejores amigos de Felix, quienes no podían ir a cuidarlo.
Después Felix se encargó de darle una lista con sus cuidados, en donde decía cuánto le gustaba ser mimado a su omega.
Bang Chan había tomado el papel y le había agradecido. Después Felix le dio una habitación de huéspedes para dormir, y mientras, le dijo que haría el almuerzo.
Al final pasaron el día entero juntos y conociéndose. Con Felix riendo por sus chistes, y Bang Chan apreciando sus hermosos rasgos, sin poder creer que un Omega tan hermoso, sea su cliente por una semana.
Bang Chan es un Alfa el cual, aunque no es pobre, su estatus sería promedio.
Trabaja en una agencia que se ocupa de atender los celos de los Omegas, principalmente había empezado a trabajar así cuando su madre enfermó y tuvo que hacérsele un trasplante de corazón.
Los azares del destino lo habían llevado a esa empresa, teniendo un cuerpo dotado y un físico dominante, los jefes no dudaron en contratarlo.
Fue a la universidad de medicina y completo sus años de estudiante. Pero a la hora de hacer la cirugía y salvar a su madre, la medicina de nada le había servido si era un recién graduado.
Por lo tanto, empezó a trabajar en esa agencia, con los millones que le daban por cada Omega, pudo salvar a su madre y darle una mejor vida.
Decidió quedarse trabajando ahí, pues el dinero era bien recibido siempre, aunque ya no necesitaban nada como hace años y ahora vivían bien, no dejaba de hacerlo.
Ya se había acostumbrado a trabajar en Trouble. Sí, tenía que atender a Omegas viejos, pero estos le pagaban millones en una semana, por lo tanto, nada más importaba.
Así que, no va a mentir y decir que no se sorprendió al ver a un Omega joven y caliente esperándolo.
Había sido un cliente más, así que no se preocupó en ver su formulario, pues ya sabía que sólo ancianos llamaban.
¡Pero joder! ese Omega no era un anciano, era simplemente caliente. Hasta su Alfa había despertado y reaccionado a su aroma a duraznos.
Rostro bonito, caderas estrechas un trasero respingón, cintura pequeña y muslos rellenos, todo eso sumándole su hermosa voz y su linda sonrisa.
Etéreo.
Eso era ese hermoso Omega. Su voz tan sensual, el toque de su sonrisa le hacía querer mirarla por un largo tiempo sin parpadear.
Su aroma era adormecedor y excitante, sus gestos tan suaves y delicados, era un hermoso Omega.
No podría creer que fuese él quien atendiera su celo, estaba muy encantado de poder pasar una semana a su lado.
Al llegar habían pasado tiempo juntos hablando del otro y conociéndose, el Omega le platicó de su trabajo y de sus gustos, de que a su lobo le disgustaban los Alfas suaves y fríos.
Bang Chan se durmió con una sonrisa en la recamara que el Omega le había dado, éste le informo que al siguiente día ya no sería él mismo, sino su Omega.
Los Omegas tienen su periodo de calor cada seis meses, una semana en donde los lobos buscan a un Alfa apto para ellos, si sienten en confianza se dejarán mimar y montar.
Buscarán desesperadamente preñarse del Alfa indicado, esa es la semana en donde un embarazo es más probable que en otras veces.
Tienden a ser como pequeños bebés, no hablan los primeros tres días. Tendrán que ser bañados, cambiados y hasta se les tiene que dar de comer, a algunos se les tiene que cargar en brazos a donde sea que los lleven.
Tendrá periodos fuertes de calor en donde sus feromonas se expandirán y llamara con desespero a un Alfa.
Son sensibles y aunque muchos tienen diferentes personalidades, todos son mayormente caprichosos.
Existen los Omegas recesivos, los Omegas normales y los dominantes. Felix es de los que están en la cima; serian los dominantes.
Los recesivos mayormente no tienen un tiempo fijo de celo, no pueden comunicarse con su lobo y el tener cachorros es un reto verdaderamente, muchos mueren en el parto o con sus cachorros dentro, antes de haber dado a luz.
Los Omegas normales, son aquellos que tienen un celo estable, son saludable y pueden tener cachorros cuantas veces quieran, y aunque son sumisos, también tienen carácter, aunque mayormente son dominados por sus lobos.
Los Omegas dominantes, como Felix son los que están en la cima: se enferman difícilmente, se pueden embarazar con facilidad, tienen demasiada fuerza física y no son sumisos.
No responden a la voz de mando del Alfa y son capaces de retar a uno para luchar hasta la muerte. Son valientes y muy temperamentales.
Son esas las razones por las que los Alfas hoy en día buscan Omegas normales, pues los dominantes son un tanto... difíciles.
Y estos no tienen problema alguno, pues si ellos lo desean pueden hacer que un Alfa se someta a ellos, o simplemente buscan a un Beta o a otro Omega.
Los Omegas dominantes cuentan con colmillos afilados para marcar a su pareja, su voz de mando que sería la voz de mando Omega. Además de un miembro masculino tan grande como el de un Alfa común.
Así que un Omega dominante puede marcar a otro, anudarlo si así lo quiere y preñarlo con sus cachorros.
La sociedad hoy en día no es como antes, pues así como los Alfas vivían sin los Omegas, ahora los Omegas pueden reproducirse por su cuenta y vivir sin Alfas.
Y aunque Felix pudo haber encontrado a un Omega dispuesto a ayudarlo, prefirió a un Alfa ya que Felix es de esos a los que les gusta ser atendidos y no atender.
Lee Felix y Bang Chan, ambos lobos dominantes, que estaban a punto de pasar por el celo del Omega, era una situación un tanto difícil, puesto que aunque el lobo de Felix es tierno, jamás se doblega ante nadie.
A la mañana siguiente, Bang Chan despertó sobresaltado. El aire se sentía un tanto pesado y un tanto extraño.
Supuso que Felix ya estaba en la etapa de calor, y por lo tanto sus feromonas estaban por todo el lugar.
Se Levanto y se encaminó hacia el baño para lavar sus dientes, se dio una ducha rápida y camino hacia su maleta.
De donde saco su ropa holgada. Al estar listo y limpio, se dio ánimos así mismo.
Las feromonas a durazno del Omega estaban afectándole, pues su pene ya se encontraba erecto y su alfa soltando sus feromonas dominantes.
Nunca había pasado tal cosa, pero en éste caso era normal puesto que sintió atracción hacia Felix desde el primer segundo, gracias a dios traía sus supresores o entraría en celo también.
No dudo en tomarse dos supresores, para calmarse. Estos hicieron un efecto rápido.
Salio de la habitación.
Respiro profundo. Nunca le había pasado esto en sus servicios, puesto que los otros Omegas no le llamaban la atención ni a él ni a su alfa, por lo tanto problemas de marcas o nudos no habían.
Aunque estaba comenzando a preocuparse.
Puesto que no imagino que su cliente fuese tan caliente y joven, no espero que su Alfa reaccionará a tal grado de que empezó a mover su cola.
Respiro profundo y dando un asentimiento, toco suavemente la puerta de la habitación del Omega.
Se escucho un silencio, empujo la puerta con suavidad y se adentro a la habitación.
Una ola de feromonas Omega lo golpean, se obliga así mismo a mantener la compostura, respira tratando de calmarse.
Su vista se dirige hacia el Omega, quien estaba sentado sobre la cama.
Felix se encontraba sentado, con las piernas cruzadas y sus manos empuñadas: sus ojos eran de un color ámbar, tenia su cabello revuelto y sus labios hinchados, seguramente por morderlos tantos.
Vestía una camisa grande y unos pequeñoa shorts a la altura de sus muslos, estaba sudado y sin duda enojado.
Pues lo miraba como si fuese un enemigo, y así era, puesto que el Omega nunca había visto al Alfa, y en su mente esté venía para atacarlo.
Gruño fuerte y se puso en posición de ataque.
── Woh, espera pequeño, soy Bang Chan, ¿no me recuerdas? ──El Omega gruñe cuando lo mira acercase──. Okay, no me recuerdas.
Bang Chan se encuentra así mismo, pensando en cómo hacer que el omega confíe en su persona.
Carraspea, se acerca lentamente, y alza sus manos en rendición, el omega lo mira atento. Felix gruñe cuando el Alfa desconocido queda al lado de su cama.
── Ven pequeño, no soy malo, sólo quiero cuidarte. ──Extiende su mano.
El omega gruñe, y le muestra sus colmillos blancos. Se coloca en posición para atacar.
Bang Chan tiene sus ojos sumergidos en esos amarillos dominantes, su lobo Alfa se rinde y por primera vez en su vida, se muestra sumiso ante un Omega.
Se arrodilla lentamente, cierra sus ojos y ladea su cabeza mostrando así, su cuello. Su sumisión y su respeto al omega.
Quien para de gruñir al ver su acción, sus ojos brillan cuando ve al Alfa someterse ante él. Sus mejillas se sonrojan y sabiendo que ese Alfa no le hará nada, una sonrisa lentamente se extiende.
Para la jerarquía, es realmente vergonzoso que un Alfa se someta ante el Omega, se considera incorrecto.
Pero entonces, ¿por qué Bang Chan siente tan correcto someterse ante ese hermoso Omega?
Quiere cumplir sus caprichos, no importando si estos implican avergonzar a su raza.
Felix se acerca lentamente, olisquea al Alfa, aspirando su aroma a vino, sintiendo que se embriaga con esté mismo.
Bang Chan se sobresalta, al sentir la lengua caliente del omega en su cuello, quien después tomá su barbilla y la sube, el Alfa abre sus ojos.
Los ojos amarillos del Omega, le piden que se levante y se siente en la cama. Bang Chan obedece como si de un niño se tratara.
El omega al verlo sentado, hace que su espalda se apoye en la cabecera, y de inmediato se sienta a horcajadas en sus muslos.
Bang Chan se queda quieto y tenso, al parecer la medicina que tomó no hará tanto efecto teniendo al omega tan cerca.
── Omega... ──Bang Chan gime cuando Felix empieza a dar saltitos sobre el bulto que se presiona en su trasero respingo.
Felix cierra sus ojos y apoyando sus manos en los hombros del alfa, se restriega sin ningún pudor en la erección bajo su trasero, que se hacía más grade a cada segundo.
Bang Chan se permite poner sus manos en las caderas del castaño, sus ojos ven con deseo al Omega, que tenia sus ojos cerrados y mientras saltaba, mordía sus labios.
Tomando más confianza, Bang Chan empieza a desabrochar los botones de su camisa. Felix deja que la camisa sea retirada y sólo así, se detiene.
El Omega sonríe, pues ante él está Bang Chan, quien se relame los labios y mira con admiración su cuerpo.
Piel lechosa, suave y limpia. Abdomen marcado, sin cuadros, pero plano, con un pircing de diamantes, en su ombligo.
Sus hombros delicados, su cuello blanco y sin marca. Sus pezones hinchados, erectos y rojos, con la leche blanca escurriendo hacia abajo.
Cuando los Omegas dominantes están en celo, tienden a lactar por sí mismos, su leche no es materna, más bien dulce y pura, no está hecha para bebés... sino, para Alfas.
Está tiene un aroma único, puesto que muchos alfas pueden sentir olores diferentes, y Bang Chan, puede sentir el aroma a coco viniendo de sus pezones.
En el celo, los Omegas desarrollan pequeños senos que pueden abarcar sus manos, al terminar el celo estos vuelven a la normalidad, pero mientras tanto, permanecen lactando sin parar.
El Alfa mira al Omega pidiendo permiso, esté asiente, su espalda se arquea al sentir las manos venosas bajar a sus glúteos al mismo tiempo que llevaba sus labios a sus pezones.
Bang Chan comenzó a succionar la exquisita leche, Felix lloriqueo al sentirse caliente, una corriente atraviesa al omega, que gime frustrado.
El lubricante anal baja por sus muslos a grandes cantidades.
Bang Chan al ver que Felix necesita más, decide adentrar sus manos al short.
Delinea con sus dedos la división de sus glúteos. Su dedo corazón se va hacia abajo, justo en donde la humedad de su lubricante se extiende, toca la entrada fruncida y sensible del omega.
Quien al sentir ese dedo, abre más las piernas. Bang Chan mete el dedo de una sola estocada, haciendo a Felix gemir de gusto, esté mismo empieza a subir y bajar, penetrándose así mismo.
Bang Chan pasa al segundo pezón, comenzando a succionar con ganas el contenido blanco. Mete el segundo dedo en el interior caliente de Felix, quien comienza a lloriquear desesperado por más.
Bang Chan trata de aliviarlo, metiéndole otro dedo, luego otro, hasta que Felix se folla así mismo con cuatro dígitos en su interior.
Sube y baja con desesperación, aprieta sus paredes ordeñando los dedos del Alfa, sus manos acarician la cabeza del mayor empujando esta misma a sus senos llenos y sensibles.
Felix grita feliz al encontrar su punto dulce.
── Ah~ A-Alfa... ──Felix gime, sus paredes anales se aprietan alrededor de esos cuatro dedos, la humedad de su entrada tiene empapada la mano del Alfa, quien mueve sus dedos rápido, golpeando ese punto dulce que al omega le hace ver estrellas.
Bang Chan chupa su leche con fuerza, las comisuras de sus labios tienen liquido blanco escurriendo, muerde el pezón y es ahí en donde el omega expulsa su corrida.
Bang Chan sonríe, suelta el pezón, saca su mano empapada y sostiene al omega que se recuesta en su cuerpo, respirando agitado.
El alfa cambia sus posiciones, haciendo que Bang Chan quede bajo su cuerpo, decide quitarle la última prenda para así dejarlo desnudo.
Observa su mano húmeda y sin poder evitarlo, la lleva a su nariz para oler su esencia, terminando por sacar su lengua, para probar el liquido dulce.
Felix gime al verlo hacer esa acción, voluntariamente abre sus piernas y flexiona sus rodillas.
Al terminar de lamer el liquido en su mano, Bang Chan dirige la vista al omega. Su polla tira más pre-semen al ver esa imagen tan hermosa.
Estaba bañado de sudor, su cabello se pegaba a su frente y sus labios se encontraban rojos. Su torso estaba rojo, sus pezones tiraban más leche y estaban hinchados. Su miembro estaba erecto, y se pegaba a su vientre.
Sumándole a sus muslos, sus piernas y sus glúteos húmedos, además de su entrada fruncida, de un color fucsia por las penetraciones anteriores.
Bang Chan hubiese querido quedarse más tiempo admirándolo, pero el Omega grita cuando una corriente de calor lo atraviesa de pies a cabeza.
Llora y arquea su espalda, se queja como si lo estuviesen matando.
Un Bang Chan alarmado se baja de la cama y comienza a desnudarse. Escuchando los lloriqueos de Felix, se sube a la cama y se posesiona entre sus piernas.
El castaño ni siquiera lo mira, sólo tomá sus hombros clavando sus uñas en estos, la fuerte corriente de calor duele, sus paredes anales se cierran a la nada y más lubricante salé de su cavidad.
Bang Chan alinea su pene erecto en la entrada húmeda del omega, quien al sentir su pene abre más sus piernas.
Bang Chan gime, cuando hace presión y su glande se abre paso en el húmedo canal, poco a poco su miembro ingresa, su falo estira al omega hasta el nudo.
El Omega gime y arquea su espalda al ser penetrado, el alivio y la satisfacción lo atraviesan, pues hace mucho tiempo que no es atendido de esa manera.
Felix mueve sus caderas desesperado, y sólo así, Bang Chan sale de su ensoñación, saca su pene y empuja hasta el fondo.
Sus estocada comienzan, haciendo que el nudo en la base golpee el trasero del omega.
Quien se deshace en la cama por las penetraciones en su parte baja, cierra sus ojos y su cabeza se va hacia atrás ante el placer que recibe.
Los gemidos del omega se escuchan por toda la casa, los gruñidos del alfa resuenan y sus acompañantes son los choques de pieles que sus partes reproducen.
Las bolas del Alfa azotan con fuerza los glúteos del Omega, quien gustoso lleva su cabeza hacia atrás.
Sus feromonas se combinan y bailan entre sí, el olor a sexo llena la pieza y pronto él aire se vuelve pesado.
Bang Chan ve con ensoñación, los senos del omega, estos rebotan y dejan escapar el liquido blanco.
Sin poder evitarlo, baja la cabeza y comienza a chupar sus pezones, Felix se encuentra mirando estrellas, y solo la cabecera de la cama chocando contra la pared, es la evidencia de cuan duro Bang Chan lo estaba follando.
Las bolas del alfa golpean los glúteos de Felix con rudeza, la humedad del omega empieza a escurrirse hacia la cama.
El castaño toma las sabanas en sus manos y las aprieta, sus paredes ordeñan la polla que lo penetra constantemente, la humedad de su lubricante baña sus cuerpos.
El ambiente se vuelve caliente, Bang Chan deja de chupar sus pezones y de inmediato, une sus labios con el omega.
Felix gime, de inmediato responde a sus labios, comenzando a mover los suyos con desespero.
El beso es duro y áspero, fuerte y húmedo. Ambos se encuentran jalando sus labios con desesperación.
Bang Chan hunde su lengua en la húmeda cavidad del omega, quien excitado comienza a succionarla.
Nunca había besado a ninguno de sus clientes, pero ahora Bang Chan no ve a Felix como su cliente y no complace al omega por obligación.
Lo hace porque él también lo desea, desea tanto al omega que es capas de darle su dominio, si con eso ese hermoso castaño no deja de abrazarlo.
No es dinero, ahora ya no importa el dinero, lo único que importa es él y Felix, ellos dos quienes se sumergen en un mundo lleno de estrellas.
Sólo son ellos dos.
Bang Chan gime, la entrada del omega se aprieta a su miembro, justo cuando Felix grita su corrida, Bang Chan acelera sus empujes, golpeando el glande contra el estómago del omega.
Sin ser consiente de ello, Bang Chan se encuentra gimiendo, abrazando el hermoso cuerpo del castaño y expulsando su corrida en la interior de Felix, seguido del nudo adentrándose en el interior del omega.
Quien al sentirlo, grita y aprieta los ojos por el dolor, se queda quiero, sintiendo las múltiples descargas de semen llenarlo.
Su vientre se calienta a tal grado, que sus paredes se aprietan y pronto su corrida anal baña la polla de Bang Chan a bordones.
Bang Chan se quedo quieto, respira agitado y abrazando los hombros del omega, deposita un beso en su frente.
── Todo está bien bebé... tranquilo. ──Bang Chan aún jadeando susurra, acaricia su cabeza, hasta que el omega se queda dormido en sus brazos.
Sólo así, sus ojos se abren como platos al llegar a la conclusión, de que no uso condón y de que por primera vez en su vida, anudo a un omega.
En la etapa del celo del Omega, con el solo hecho de hacerlo sin condón y acabar fuera, el omega quedara en cinta sin problema alguno.
Después del encuentro, Bang Chan salió del interior húmedo del castaño. Se Levanto y fue por paños húmedos, para luego comenzar a limpiar al omega.
Al tenerlo listo, le puso una camisa, y lo dejo dormido en la cama. Salió de la pieza y se encaminó hacia la planta baja.
Y mientras trataba de asimilar lo que había hecho, comenzó a cocinar.
Ha anudado a Felix, es el primer Omega al cual anudo.
Bang Chan cierra los ojos al sentir la mordida en su mano, estuvo a nada de marcarlo como suyo.
Si le preguntan ésto no es profesional, pues en su curriculum dice que no da besos, pero sus labios ahora se encuentran hinchados al haber besado al castaño.
Se dice así mismo que puede haberlo dejado embarazado, un nudo sólo afirma el embarazo, y lo peor es que quien controla el nudo es el humano, por lo tanto lo hizo voluntariamente.
No quiere ni siquiera pensar en lo que pasará después del celo. Puede hacerse cargo del Omega y del cachorro si es que lo ha dejado en cinta él tomará la responsabilidad gustoso.
Aunque puede que sea una camada... pues normalmente los Omegas dominantes reproducen más cachorros que los Omegas normales.
Bang Chan termino de hacer la comida, se sobresalta al escuchar un grito. No dudo en correr escalera arriba para saber lo que pasaba.
Al llegar se encuentra con Felix sentado en la cama, lloraba y tallaba sus ojos, su cabello estaba revuelto, mientras que vestía un pijama fresco.
Al sentir su aroma dejo de llorar, levanto la cabeza y haciendo un puchero lo miro con ojos brillosos, estirando sus brazos después.
── Hola bebé, ¿una pesadilla? ──Felix negó, su dedo lo señaló──. ¿Es porqué no estaba? ──Felix asintió──. Pero, pastelito, estaba haciendo tu desayuno.
Felix sonrió por el apodo. Bang Chan se acerco y colocando sus manos bajo su cintura, lo cargo. Felix puso sus manos en sus hombros y sus piernas se envolvieron en su cintura.
El omega sonrió, hundió su cabeza en la parte de su cuello para aspirar su aroma de Alfa, suspirando profundo.
── Es tan curioso como haces que haga cosas que no son de Alfa, he llegado a pensar que el Alfa eres tú y no yo. ──Bang Chan susurra, recordando todo lo que hizo.
Al llegar a la cocina, lo dejo en la silla, camino hacia la cocina para servir su desayuno. Llevo una cuchara y se sentó en otra silla.
El omega miraba con sus ojos ámbar fascinado, pues Bang Chan le dio de comer en la boca, limpiando sus comisuras cuando se llenaba.
Al terminar de alimentarlo, el Alfa sirvió en un vaso; leche chocolatada y le puso una pajilla.
Mientras que el Omega tomaba de su leche, el Alfa desayuno y lavo los utensilios usados.
Felix se quedo quieto, el Omega recordó que el alfa lo anudo, toca su vientre esperando tener ahí su camada de cinco formándose.
Su humano es muy tonto, nunca se ha dejado anudar y la edad comienza a avanzar. El Omega siempre ha deseado cachorros y mirando al buen Alfa atendiéndolo, decide armar un plan para poder hacer suyo a ese pelirrojo... Suyo y de nadie mas.
Bang Chan lo volvió a cargar, caminaron hacia la habitación, en donde desnudo al Omega y lo llevo al baño.
── Está calentita. ──Bang Chan le tranquiliza al ver su mirada asustada.
Lo pone en la ducha, y enciende el agua tibia. Tomó el shampoo y comenzó a lavar su cabello, Felix sonríe.
Bang Chan se encarga de lavar sus hendiduras y hasta lava sus partes íntimas, removiendo su esperma y otros líquidos.
Al tenerlo listo, Alfa envuelve al Omega en una toalla y lo carga. Felix se quedo acostado en la cama mientras que Bang Chan le colocaba un pequeño short, y una de sus camisas.
Felix se sintió muy importante, al poder tener una camisa del Alfa puesta comenzó a soltar risitas risueñas, oliendo el aroma de Bang Chan a cada rato era muy feliz.
── ¿Te parece si miramos una película? ──El omega asiente efusivo.
Terminaron acostados en el sofá, mirando "Alicia en el país de las maravillas".
Quedándose dormidos y abrazados después. Pero Bang Chan despertando cuando el Omega recibió una descarga de calor.
Lo terminaron haciendo en el sofá, manchando esté mismo con sus fluidos.
El celo de Felix continuo así como Bang Chan atendiéndolo y cuidando del omega con esmero.
Los días pasaron, hasta que llegaron al tercero y Felix pudo recuperar su voz, pero no su racionalidad, pues su humano aún continuaba durmiendo.
Bang Chan se enfrentó a sus palabras sucias, sus quejas y su mal humor, pero continuo cuidando del omega tal y como esté le exigía.
Le daba de comer, lo dormía, lo bañaba y atendía sus momentos de calor, haciéndolo eyacular interminables veces.
Los días pasaron y al alfa se le hizo difícil dejar de anudarlo. Pues la segunda vez que lo estaban haciendo Bang Chan quiso usar condón, pero sólo logro hacer llorar al omega.
Cuando quiso sacar su miembro también lo hizo llorar, por lo que tuvo que anudarlo siempre que lo hacía suyo.
Ya no importaba, pues estaba seguro que la primera ves que lo anudo lo embarazo, así que ya era inevitable.
Fue al quinto día, que el alfa sintió que algo andaba mal, puesto que dejaba al omega hacer cosas que jamás permitió.
Comenzó a considerarlo un buen compañero de cama, era tan sexy y dominante que lo existaba en sobremanera.
Bang Chan se sentía tan extraño, puesto que se encontraba cumpliendo sus caprichos. Se encontraba fluyendo como el agua en las manos del omega, todo era tan... Mágico.
El alfa no quería que todo acabará, pues se encontraba disfrutando de los momentos a su lado, le encantaba todo de ese omega, era tan diferente a los demás, adorable pero también muy sexy.
Se encontraban durmiendo en el día y en la noche, no se despegaban, permanecía tan juntos disfrutando de sus actividades.
El día y la noche se invierten, la humedad permanece en ambos al estar juntos y el estar desnudo ya es normal.
Lo incorrecto se siente correcto, son dos almas diferentes que han sido creadas para estar juntas...
El Alfa no puede decir lo que siente al estar a su lado, puesto que con sólo permanecer a su lado, siente que su corazón colapsa, al ver su sonrisa aniñada y al recibir sus abrazos, se hunde tan profundo que nada mas que ellos, importa.
No fue hasta el quinto día, que Bang Chan supo que ese Omega podía dominarlo, ser peor que él y ser un completo diablillo.
Se encontraban besándose, el alfa ya estaba entre sus piernas y alinea su pene erecto en la húmeda entrada.
── No... ──Felix deja de besarlo, lo empuja fuera de su cuerpo con una gran fuerza.
── ¿Bebé?
Bang Chan se encuentra sentado en la cama, Felix sonríe y en un rápido movimiento empuja al alfa para que quede de espalda.
El Alfa de Bang Chan gruñe molesto, trata de levantarse, pero Felix lo vuelve a empujar y se sienta a horcajadas en él.
── No, Lix eso no. ──Bang Chan gruñe, trata de apartarlo, pero el omega lo hace permanecer quieto.
Hacer que el Omega sea quien monte al Alfa, es significado de dominio en el lobo y en el humano, el omega será quien domine entre ellos, eso lo demuestra al estar arriba.
── Quieto. ──El omega ordena.
── Felix así no, esto está mal. Me enojare de verdad. ──Bang Chan amenaza.
Ningún alfa se deja montar, puesto que eso los hace menos fuertes en una relación.
Felix gruñe callando las quejas de Bang Chan. Ambos ojos se miran, los ojos de Bang Chan se vuelven rojos.
Ambos lobos se miran.
── ¡Mío!. ──El Omega gruñe animal.
El Alfa respira agitado, se recuesta en la cama aun mirando los ojos ámbar del Omega, quién sonríe.
── Eres mío. ──Felix sonríe, cuando él Alfa se estremece y asiente.
Todo se sentía tan bueno, Bang Chan sentía que al mirar los ojos ámbar de Felix, todo se sentía correcto.
No importa si Felix es un Omega dominante, uno que le hace someterse ante él, uno fuerte y no sumiso.
Lo bueno se siente mal, y lo mal se siente bien.
Ambos se encierran en un mundo lleno de estrellas, un mundo en donde todo es al revés, en donde sólo existen ellos.
Bang Chan considera a ese chico, complicado... él es un verdadero problema, gruñón, pero sexy.
Felix se penetra así mismo, soltando un largo gemido. Bang Chan toma sus glúteos, apretándolos en sus manos.
El Alfa atrae al Omega para unir sus labios juntos, mientras que el castaño gime, comienza a dar saltos en su miembro.
Los chasquidos de sus labios se hacen presentes, los jadeo, gemidos y gruñidos de ambos llenan la habitación.
Las feromonas se hacen más fuertes, así como el aroma a sexo y los fluidos corporales los bañan.
Se separan del beso, Felix mantiene sus manos en el pecho de Bang Chan, impulsándose para auto penetrarse por sí mismo.
Ambos aún se miran, hay una llama de fuego entre ellos que los hace mantenerse una conexión con sus lobos y humanos.
Felix acelera sus saltos, sus jadeos se vuelven constantes, puede sentí como el miembro del Alfa lo atraviesa, tocando hasta su estómago al ritmo de sus movimientos.
Grita cuando toca su próstata, los fluidos corporales los mojan.
El cabello del omega se mueve, golpeando su frente y salpicando sudor al saltar, Bang Chan bajo el cuerpo del Omega se encuentra gimiendo alto, haciendo su cabeza hacia atrás y ofreciendo su oreja.
Felix siente el nudo agrandarse en sus paredes, da un último salto, el glande toca su próstata envinado ondas de calor y electricidad en todo su cuerpo.
Disparando su orgasmo anal, su corrida los baña a los dos, sus paredes se aprietan alrededor del pene grande del pelirrojo, quien al sentirlo jadea y dispara su corrida.
Felix al sentir el nudo amarrando su canal, toma los hombros de Bang Chan, saca sus colmillo y los clava el la oreja del Alfa, haciéndolo así, suyo.
Bang Chan jadea, sus iris rojos se vuelven blancos al igual que los de Felix, quien lo abraza fuerte, y lo besa.
Una mordida de Omega dominante, es en la oreja del Alfa, o Omega que desee marcar, está es tan fuerte como la mordida que un Alfa le da al Omega.
Y aunque el que un Alfa esté marcado se considera vergonzoso para su clase, eso no impide que el Alfa de Bang Chan sonría, y abrace al Omega contra su cuerpo.
El celo del Omega se acabo finalmente.
Bang Chan quien aún estaba cansado por la muchas horas de sexo que el Omega pedía diario, por cuidarlo y demás, se encontraba dormido cuando Felix despertó.
El Omega había enrojecido al encontrarse muy abrazado al pelirrojo, se aparto con cuidado.
Un grito ahogado salió de sus labios, pues un dolor estremecedor lo atacó, suponía que las muchas horas de acción le estaba cobrando factura.
Y a pesar de todo eso, el omega se impacto al encontrarse vestido con las ropas del Alfa, pensó que estaría desnudo y pegajoso, pero hasta olía a jazmines.
En el formulario de cuidados aseguraba de que el Alfa no lo limpiaría el último día, por lo que no pudo evitar asombrarse.
Todo se sentía... extraño, primeramente su Omega estaba muy callado, no mostraba sus emociones, Felix supuso que hizo alguna travesura.
Se encogió de hombros sabiendo que cuando Bang Chan despertará sabría de qué se trata.
No se baño, sólo se cepillo los dientes y se lavo el rostro, de puntillas salió de la habitación.
En la cocina se encargo de hacer el desayuno, pese a que se encontraba cansado, quiso darle al Alfa un desayuno antes de que se vaya.
Aunque pensar en eso, por alguna razón hacia que su pecho se oprimiera, supuso que se debía a que pasó su celo con él y su Omega se encapricho.
Puso la mesa, y al estar sirviendo una taza de café, el Alfa apareció bajando las escaleras y tallando sus ojos, al mirarlo sonrió.
Esa sonrisa hizo temblar su corazón.
── Hola. ──Felix sonrió.
── Hola. ──Bang Chan lo miró a los ojos, y correspondió a su sonrisa.
── ¿Cómo estás? realmente espero no haber sido una molestia. ──Felix hizo un puchero. Bang Chan se mordió el labio inferior y no contesto──. Hice el desayuno, siéntate.
Luego de asentir Bang Chan camino hacia la mesa y tomó asiento, Felix hizo lo mismo para luego comenzar a comer su desayuno.
Terminaron de comer, en silencio, y aunque Felix se quedo extrañado cuando Bang Chan se sentó en el lado izquierdo quedando de perfil, no dijo nada.
Pronto ya estaban sólo con sus cafés. Bang Chan le aviso que iría a bañarse y mientras tanto, Felix decidió lavar los platos, limpiar la mesa y la cocina.
Media hora después, Bang Chan estaba caminando rápidamente con un maletín en su espalda, y bien vestido.
── Bang Chan, realmente te lo agradezco mucho, fuiste de mucha ayuda y espero que puedas venir nuevamente a ayudarme con mi celo. ──Felix se acerca para despedirlo con una sonrisa.
── Yo, ehm... Te dejo mi número privado. ──Bang Chan se apresura a decir, de su bolsillo saca un papel y se lo extiende.
Un Felix un poco aturdido y con la mejillas rojas, tomá el papel que el Alfa le ofrece.
── Okay... ──Felix se sobresalta al sentir un tirón al tocar los dedos del pelirrojo.
── Y-yo ahora, me iré, pero por favor, no dudes en llámarme si algo pasa. ──Bang Chan pide, mirándolo con desespero-. Justo ahora mi madre me llamó porqué se siente mal, pero de verdad, llámame, tengo muchas cosas para decirte.
Bang Chan explica y pide. Pues no pueden hablar de la marca y del posible embarazo ahora, puesto que su madre le acaba de hablar, diciendo que se siente muy mal.
Sin previo aviso y sorprendiendo al Omega, Bang Chan se acerca y tomando sus mejillas une sus labios juntos, Felix quien aún estaba en shock. Correspondió a penas.
── Nos vemos, bebé. ──Bang Chan le sonríe y gira sobre sus talones.
Al verlo girar, Felix puede ver claramente una marca de emparejamiento adornando su oreja, se traga un jadeo.
Bang Chan salé de su mansión y sólo ahí, Felix se permite cerrar sus ojos y presionar sus sienes.
── Qué carajo hiciste, Omega apestoso. ──Felix Susurra.
"Sólo hice lo que quería"
── ¡Eres un estúpido! ──vociferó molesto.
"No, soy listo, ahora él nos pertenece."
── Joder. ──Felix maldice.
"Ahora él es nuestro, al igual, que la camada en nuestro vientre".
Felix palidece y se tambalea.
Y mientras que su Omega lame su vientre y lo protege con su cola, Felix sólo puede quedarse en el piso tirado, y con la mirada perdida.
(Presente)
Felix sonrió al terminar de recordar cómo conoció a su esposo.
Ahora, vistiendo un hermoso traje azul, con un collar adornando su lechoso cuello que tenia una marca de emparejamiento perfecta, se encontraba sentado.
── Que tiempos... ──El Omega susurra. Sus manos delicadas que portaban el anillo de compromiso y el de matrimonio, dejaron el álbum de fotos que veía anteriormente en la mesita de noche.
Ahora, mirando a su Alfa, atando los zapatos de uno de sus gemelos, y al escuchar el llanto de su nuevo bebé, sabe, que todo está en donde debe de estar.
Agradece mucho a su amigo Jeongin por haberle recomendado esa empresa, pues gracias a "Trouble" pudo conocer al amor de su vida.
También le agradece mucho a su Omega, pues sin él, su Alfa no estaría sonriendo, con una mordida en su oreja y un anillo en su dedo anular.
Las palabras que cambiaron su vida lo hace sonreír al levantarse para atender a sus cachorros.
"Trouble, servicio para Omegas en celo"
¡gracias por leer!
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