Capítulo 5: Art is a weapon under your lips.


Capítulo 5: Art is a weapon under your lips.

"Quiero tocar a la gente con mi arte. Quiero que ellos digan "el siente profundamente, el siente con ternura"

Louis se quedaba dormido llorando, y

Louis despertaba llorando.

El azul significaba dolor y el amarillo felicidad. Pero el universo de Louis se teñía de azul cuando recordaba que aún seguía respirando y viviendo esa grotesca realidad carente de girasoles y colores. El dolor era la única forma que el castaño conocía de sentir. Todas las demás experiencias para él no parecían producirle ni el más leve indicio de sensibilidad.

Sin embargo, estaba el arte. Gracias a él podía sentirse hermoso, lleno de vida, y feliz. Louis no sabía cómo ser feliz, y no esperaba que pudiese aprender a serlo en el sanatorio donde vivió un largo tiempo. Mucho menos ahora que vivía en compañía de su hermano y su esposa la cual llevaba un hijo en su vientre.

Era demasiada soledad para Louis. No podía tolerar las constantes imágenes de Harry creando metáforas sobre el cuerpo de su esposa, y ese brillo cuando acariciaba su vientre sabiendo que la persona que más amaría ya no sería el castaño. Esa idea enfermaba la sanidad de Louis. ¿Cómo podría odiar a una vida ignorante de su desgracia? No era su culpa, no era culpa de nadie, era solo culpa de Louis.

Hoy se cumplía tres meses desde que Louis comenzó a vivir con Harry y su esposa, y aun se sentía como un espectador que no pertenecía allí. No era como si la esposa de Harry no fuese una persona amable y amorosa, porque lo era, y desde que el castaño comenzó a vivir con ellos se ha esforzado en hacer la estadía del pintor lo más agradable posible. Pero los monstruos en el corazón de Louis eran demasiado fuertes para poder conciliar la estabilidad de un hogar.

Louis se sentía enfermo, nunca sintió la necesidad de llamar a su trastorno de esa manera, pero desde que observó los labios de Harry tocar los de alguien más, se sentía demasiado enfermo. El odio pincelaba sus sueños y los celos lo hacían querer llorar, pero no podía hacerlo. No podía dejar que Harry lo escuchara llorar. Porque si esto sucedía esos recuerdos imaginarios sobre el rizado besando cada espacio de su cuerpo volverían. Louis quería convencerse de todo eso fue producto de sus alucinaciones. Harry no lo amaba de esa manera ¿Acaso, lo hacía? No, no, no era real.

El lienzo se encontraba cubierto de pinceladas de distintos tonos azules que se unían en el reflejo de las pupilas tristes del castaño. Unos puntos de luz amarilla adornaban el espacio inspirando esperanza o tal vez nostalgia. Había algo que Louis extrañaba, pero que sin embargo, nunca le perteneció. Harry no le pertenecía, el pintor intentaba grabar esa idea en sus tristezas, como grababa un universo que nunca existió donde solo él podía acudir a encontrarse en miedo del caos, y sentir que era parte del arte.

Louis se sentía agotado, y no estaba listo para que el respetadísimo Doctor Malik viniese, para otra innecesaria sesión. Su visita era un inmanente recordatorio de que estaba lejos de alcanzar la sanidad. Pero con su garganta ardiendo y sus yemas bordadas en cayos, el joven pintor decidió ir por un vaso de agua a la cocina. Eran alrededor de las 2 de la madrugada y el silencio marcaba la ausencia de vida en el lugar.

Pero para sorpresa de Louis, ahí se encontraba Harry con un cigarro en la mano mirando el paisaje fuera del marco de la ventana. Se veía tan hermoso. Pero Louis no podía dejarse dominar por esos pensamientos otra vez, no podía, Harry era su hermano, y eso era todo.

O al menos eso creía.

Louis se quedó paralizado cuando Harry volteo su rostro para encontrarse con su mirada. El rizado sonrió en la oscuridad de la habitación, esa acción era algo difícil de descifrar, o tal vez solo estaba siendo amable. Sin embargo, Harry decidió moverse del lugar donde se encontraba para caminar hasta donde se encontraba el castaño con los ojos cerrados. Tenía demasiado miedo y todo parecía ser muy real.

-Louis- Susurró Harry dejando caer su mano suavemente sobre la mejilla del castaño que no alcanzaba a procesar lo que estaba ocurriendo.

-Harry... ¿Puedes dejarme encender la luz?- Preguntó Louis intentando apartar a su hermano del camino, pero eso sería una misión imposible de cumplir. Las pupilas del rizado lucían dilatadas y sus labios más carnosos de lo usual. ¿Cuándo Harry se había convertido en la personificación de la belleza?

¿Cuándo Harry había destruido a Louis?

-¿Cómo estas, Lou?- Pregunto el rizado conociendo el daño que hacia ese cuestionamiento en el castaño que nunca se encontraba del todo bien.

-Yo...- Se esforzó en pronunciar Louis sintiéndose demasiado débil como para poder responder. No entendía porque Harry estaba tan cerca de él. ¿O tal vez Louis estaba imaginando esto? Era demasiado tarde, tal vez se quedó dormido sobre su lienzo, o tal vez el olor de las pinturas lo habían drogado lo suficiente para hacerlo perder el conocimiento.

O tal vez, y lo peor de todo esto, esto podría ser uno de esos abrumadores episodios.

Sin embargo todo parece demasiado real.

"El arte sirve para consolar a aquellos quebrantados por la vida"

-¿Estas triste?- Preguntó Harry palpando los brazos de su hermano que observaba las acciones de su hermano mayor mientras trataba de convencerse de que esto no era real. El Doctor le había prometido que esto no era real.

El amor que Harry sentía por Louis no era real.

-Sí...-Respondió Louis sintiendo como su visión se cristalizaba. Es tan difícil respirar cuando tu universo está ausente de color.

-Louis sabes que quiero que seas feliz ¿Lo sabes?-Harry consiguió apartar el flequillo que colgaba sobre el rostro de su hermano que sollozaba en silencio.-Te amo- Susurró luego de unos segundos, haciendo que Louis levantase su rostro del asombro, para encontrarse con los ojos brillosos del rizado que le vendían un amor que no era real.

-Lo sé- Confesó Louis sintiendo los labios de Harry unirse a los suyos en un suave beso. Los gruesos labios de Harry se movían sobre los finos labios del castaño que no cerró los ojos. Louis necesitaba saber que esto estaba pasando. Harry ingresó su lengua húmeda en la boca de su hermano mientras jugueteaba con la de él haciendo círculos irregulares. Todo era tan desesperado. Louis no recordaba la última vez que se besaron, no lo recordaba, no necesitaba hacerlo porque esto estaba pasando y eso era arte.

-Lou-Gruñó Harry mordiendo su propio labio mientras una mano se deslizaba sobre el cabello de su hermano para tirar de él ligeramente. Harry sabía que debía controlarse, pero había pasado tanto tiempo, y los labios de Louis se sentían demasiado bien.

-No podemos, Harry. Esto no es real- Pronunció el castaño cerrando sus ojos mientras intentaba alejarse del agarro del ojiverde.

-Te amo, Louis. Eso es real- Dijo Harry deslizando su mano hacia el miembro del castaño pero un ruido hizo que se echara hacia atrás.

Ambos se alejaron para observar como en la sombra surgía la imagen de la esposa de Harry con una expresión de dolor mientras sostenía su abultado vientre a causa del embarazo.

-Harry... el bebé.. ya viene- Pronuncio aquella mujer mientras sus pies se empapaban y el sudor provocaba que el cabello suelto en su rostro se adíese a su frente.

Harry regresó su rostro hacia donde se encontraba su hermano para darse cuenta de que ya no se encontraba allí. Era casi como si nunca hubiese estado realmente. Las sombras cubrían sus expresiones ausentes de felicidad por la llegada de una nueva vida. Pero Harry debía hacer esto, no podía amar a Louis, él no podía ser arte.

Esa noche Harry llevó a su esposa al hospital dejando al castaño solo en hogar. Louis llevaba el pincel entre sus yemas mientras el universo parecía ser insuficiente para sus colores. Todo lo era. Demasiado poco, tonto, e irreal.

Louis cerraba sus ojos en su esfuerzo de alejar esa dicotomía de pensamientos sobre Harry que no tienen razón de ser. Lo que había pasado esa noche fue producto de su imaginación. Eso debía ser, y nada más.

Y, Harry nunca amará a Louis,

Porque Louis está demasiado triste para ser arte en esta noche estrellada.

[...]

El Doctor vino tres días después.

Louis parecía querer ignorar su presencia, pero el hombre mayor era un profesional, y lograba sacarle conversación al castaño respecto a su técnica que le resultaba muy autónoma y moderna.

Louis no respondía a la academia, su arte solo respondía a él, y al color.

-Ayer lo vi- Pronunció Louis luego de unos minutos de silencio mientras deslizaba su pincel sobre el lienzo que tenía frente a él.

-¿A quién, Louis?- Pregunto el moreno expectante ante las palabras del joven castaño que poseía una expresión firme cuando el color se difumaba en distintos tonos.

-Su hijo... el hijo de Harry- Dijo con una expresión de dolor que el Doctor no podía comprender.

-¿Cómo lo hizo sentir eso?- Preguntó el Doctor mientras anotaba en su libreta el comportamiento del castaño.

-Es tan hermoso... como él. Lo observé unos minutos, y luego puse mis manos sobre su cuello hasta dejarlo sin respiración. Pero cuando cerré los ojos y los abrí nuevamente él estaba ahí durmiendo, y yo estaba llorando- Confeso el castaño con una sonrisa en su rostro mientras sus ojos se cristalizaban de dolor.

Louis no podía saber cuándo lo realidad era lo real, y cuando su enfermedad empezaba a consumir su realidad.

"Todos mis días no son lo bastante lúcidos como para escribirte con cierta lógica."

Louis estaba comenzando a desmoronarse, ya el pincel no sanaba de la manera que lo hacía, ya el color reflejado en sus pupilas era insuficiente. Pero sobre todo Louis comenzaba a darse cuenta no podía hacer arte sin amar a Harry.

Su arte era Harry,

Pero Harry solo quería destruirlo.

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Hola hermosas lectoras,

El fin está cerca ): muy cerca literal.

Espero que les esté gustando esta historia, disfruto demasiado escribir esto y leer sus comentarios):

Estoy sentimental, i loveyou guys.):

All the love as always, G&G.

���B��Q�z�E

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