1. Aquel llamado Goblin Slayer.


Aquellos que crearon las especies en el mundo, aquellos que son alabados por los seres que pisan la tierra, aquellos que no podemos saber la locura que abundan en sus mentes. Los Dioses de este mundo solo pasan el tiempo lanzando sus dados apostando quien ganara, nadie puede saber su forma de actuar o sus pensamientos, después de todo ¿Alguien ha platicado con ellos?

De este modo ¿Quién puede garantizar el nivel de locura o arrogancia que tiene un Dios?

En una hermosa noche donde las lunas brillaban en su completo esplendor mientras que las estrellas acompañan y decoran el firmamento. El olor a la humedad en las plantas, la escarcha que hay en el césped, el sonido de los arboles moviéndose por las fuertes brisas que otorga el viento y el brillante resplandor de la luna verde.

La convierte en una noche perfecta para que los degenerados y depravados Goblins inicien su casería salvaje a aquellos incautos que no los toman enserio.

Atrapa a uno, torturalo, golpéalo o mátalo. No importa lo que le hagas solo no lo dejes huir o si no el aprenderá y sabrá donde habitan aquellos que te importan.

Aquella Luna verde que se dejaba ver por los ojos de los Humanos y bestias ahora esta oculta por el humo de los múltiples incendios.

Como si este mundo ya no fuera difícil y podrido, los Goblins atacan cobardemente a aquellos que solo desea una vida pacifica, libre de preocupaciones y apartado de las enormes ciudades.

Estos seres no tienen escrúpulos al no medir su violencia hacia animales, Hombres, Mujeres, ancianos y niños. El escuchar sus gritos y oler la orina era algo casi orgásmico para estas bestias.

Aquellos que solo intentan proteger su territorio son superados en números y aplastados por los constantes golpes de los garrotes. Hombres que son acorralados por estas basuras, se abalanzan en sima de ellos tirándolos al suelo para apuñalarlos hasta que su sed de sangre sea saciada.

Mientras a las mujeres eran usadas como juguetes siendo quebrantadas al frente de sus seres queridos. Siendo tan pequeños, con la fuerza y estatura de un niño ellos son capaz de crear tal calamidad cubriendo el piso de sangre, volcando las pertenencias de las pobres almas desgraciadas.

Los aldeanos eran degollados en medio del pueblo y algunos eran desmembrados por estos pequeños Monstruos para luego lanzarlos a la hoguera. Alrededor del fuego lo Goblins bailaban y levantaban sus armas, una festividad mórbida.

Gritos y lamentos de parte de los pobres aldeanos, tratando de buscar refugio donde sea, ocultándose dentro de sus viviendas. Pero, los cobardes Goblins lo queman todo. Quemando vivo a todas las personas que puedan.

El olor a la carne quemada, los charcos de sangre que salpicaban al ser pisados, los hogares demoliéndose al perder la firme estructura por los incendios, los gritos de aquellos que antes de su muerte piden la piedad de estos seres depravados.

Los sonidos de los cráneos aplastados llegan a los oídos de un Niño.

Papa: tengo que sacarte de aquí... solo ve a la ciudad...

El pobre hombre cargaba a su hijo junto con el poco dinero que pudo llevar por el pánico de ser atormentado por esos seres, llevándolo lejos del pueblo dejando atrás a su mujer y su hija. Ya que, sabe que para ellas era demasiado tarde.

Su reflejo en ese momento era solo salvar todo lo que estaba en sus manos y huir lejos. No por cobardía, si no, para mantener a salvo a su ultimo motivo de permanecer en este mundo.

Niño: mi... hermana... ¿qué le hacían...?

Papa: quita eso de tu mente... por favor...

Las lágrimas del padre comenzaban a brotar sin poder detenerse, el ingenuo niño no sabía cuál era el motivo de ese acto impuro y fuera decencia que los Goblins cometían a las mujeres.

Después de todo ¿Quién entendería eso a su corta edad?

La mente del niño no logra encontrar un sentido por lo que aquellos seres desgarrarían la ropa de aquellos que no conocen, no lograba entenderlo.

Luego de varios minutos de correr desesperado se tomó con el sendero que lo llevaría directo a la ciudad. En el camino logro ver a un grupo de aventureros, grito a todo pulmón solicitando su ayuda a lo que ellos lo escucharon y fueron rápidamente a socorrerlo.

Papa: ahhh... por favor... hum... por lo que... más quieran... lleven a mi hijo... a la ciudad.

No lograba recuperar su aliento al correr una enorme distancia y sumando el resto para alcanzar a aquellos aventureros. El desgraciado hombre estaba arrodillado, pidiendo la misericordia de aquellos aventureros, no importa quien fuese necesitaba la ayuda de alguien.

Curandero: tranquilo hombre nosotros vamos dime que está pasando, te vamos a ayudar.

El grupo era conformado por 5 integrantes: una maga, una guerrera, un curandero, un chamán y un lancero. Mientras el noble aventurero le daba esas palabras de consuelo enseño su insignia para confirmar su lugar.

Papa: son placas de aventureros... obsidiana...

Lancero: así es, somos grandes.

Los ojos del padre se iluminaron un poco al saber que no eran unos novatos o al menos eso es lo que él puede reconocer al ver tal confianza en ellos.

En su mente solo estaba la esperanza de que al ser un grupo de un gran número, ellos serían capaces de ayudarlo.

Guerrera: me llevare al niño a la ciudad para que este a salvo, apenas lo deje en un lugar seguro volveré con ustedes.

Maga: entonces ¿qué es lo que está pasando?

Papa: los... Goblins comenzaron a atacar... nuestro pueblo está... ¡siendo quemado!

Guerrera: esos seres degenerados...

Chaman: lleva al niño al gremio y avisa que están atacando, señor sé que no es el momento pero si tiene dinero para dejar un aviso ayudaría bastante.

Papa: solo tengo estas monedas.

Le entrego un pequeño saco de monedas de bronce, los aventureros saben que por esta cantidad de monedas nadie vendría a ayudad, quizás ni siquiera logren publicar algún aviso.

Además está el factor de ser simples Goblins, los profesionales no gastaran su tiempo en estos seres.

Guerrera: bien niño te cargare la ciudad, no te preocupes no esta tan lejos.

Chaman: guíenos por favor.

Papa: si... vamos...

Niño: Papá, espera

Papa: tranquilo Hijo... los Aventureros ya están aquí, ellos podrán ayudar a tu Madre y Hermana.

Con esas últimas palabras, Padre e Hijo se separaron, uno iría a pedir ayuda a más Aventureros para salvar a su pueblo mientras que el otro haría todo lo posible para asegurar su pueblo mientras esperan.

Guerrera: escucha Niño, mi compañeros salvaran a tu familia tenlo por seguro que ellos no son débiles, van a aplastar a esos Goblins.

Mientras la guerrera cargaba al niño, se escucha su llanto extendiéndose por el cielo nocturno de esta bella noche donde la Luna verde estaba posada en su plenitud.



---------2---------



Ya han pasado varias horas desde aquel incidente.

El Niño al fin llego al gremio de los aventureros, sus ojos estaban completamente irritados de tanto llorar pero no pudo contemplar el tamaño de esa estructura.

Siempre había admirado a aquellos que arriesgan sus vidas por los demás, los cantos de los poetas y los libros donde narran sus travesías y como detallan la arquitectura de los gremios.

Niño: aquí... están los aventureros.

Guerrera: espera aquí sentado, voy a hablar con la recepcionista para ver qué podemos hacer.

En eso la guerrera se alejó del niño para crear la solicitud en el gremio. Mientras el niño estaba conmocionado sin poder decir ninguna palabra veía a los aventureros como cenaban y reían, festejando el término de un día.

Mientras veía la comida, su estómago comenzó a hacer ruido. Ya que, los Goblin atacaron antes de que puedan cenar su cuerpo estaba temblando tanto por el miedo que sufrió como por la fatiga de no ingerir algún alimento.

Guerrera: ¡como que no nos pueden ayudar!

En eso un grito se escuchó por todo el gremio, la atención del niño que era puesta en la comida, al instante fue dirigida a la causante de ese grito.

Recepcionista: lo siento, no es que no quiera ayudar es solo que debemos seguir nuestras políticas.

Guerrera: sé que son pocas monedas, pero el lugar está siendo destruido, ¿me dices que nadie puede ayudar?

Aventureros: ¡claro que no señorita! ¡Piensas que somos caridad! ¡No trabajare por unas miserias!

Se escuchaban los gritos de los aventureros hacia la guerrera. Los aventureros trabajan por la recompensa o por la fama que ellos pueden ganar a través de sus actos, si estos factores no están en la solicitud que el gremio publica entonces para ellos es contraproducente el mover un dedo y si se trata de matar Goblins entonces la situación es peor.

Guerrera: ¡váyanse a la mierda! Mis amigos están peleando contra esos bastardos ¡sin la necesidad de recompensas!

Aventureros: acaso... ¿aun crees que los héroes existen?

Las risas de los aventureros se hicieron eco por todo el salón, ninguno lograba controlar las carcajadas al estar ebrios.

El solo hecho de que alguien mencione que será un héroe es suficiente para que ellos no controlen sus risas y burlas.

La impotencia de la guerrera era tal que su cara tomo un tono rojizo, sabía bien que ella no puede obligar a nadie ya que es su trabajo y ellos deciden tomarlo o no.

Guerrera: bastardos codiciosos...

Recepcionista: disculpa...

Guerrera: ¡¿ahora qué?!

Recepcionista: sé que como recepcionista no puedo ayudarte... pero hay un aventurero que toma cualquier misión para acabar con los Goblins.

Guerrera: ¡¿enserio?! Pero es solo un aventurero, los Goblins están aniquilando un pueblo por lo que debe ser un maldito ejército de ellos.

Recepcionista: él puede ayudar, es famoso por ser experto en la cacería de Goblin, además es recientemente un rango plata.

La recepcionista dejo escapar un cierto tono de orgullo al alardear de aquel Aventurero, es normal que la Guerrera este escéptica ante lo que acaba de escuchar. Pero es normal, ella nunca ha escuchado los relatos de aquel Aventurero.

Guerrera: un Aventurero... rango plata que casa Goblins ¿quién es? ¿Dónde está?

Recepcionista: lo siento, pero ahora no se encuentra. Acaba de volver de una misión, pero conociéndolo estoy segura que vendrá mañana a primera hora. Apenas este aquí le informare la situación.

Guerrera: ¡¡por favor!!... pero... al menos dime su nombre.

Apenas recibió el nombre de ese aventurero le dio las gracias a la recepcionista y fue con el niño para informarle sobre lo que está pasando.

Guerrera: escucha bien niño, yo voy a ir a tu pueblo para ayudar a mis amigos y a la gente que queda, necesito que te quedes este es un lugar seguro.

Niño: p-pero yo también quiero ir.

Guerrera: ni lo pienses solo quédate aquí y espera.

Niño: ¿esperar?

Guerrera: parece que hay un Aventurero que es experto en cazar Goblins, la recepcionista me dijo que él te puede ayudar pero debes esperarlo para que le digas donde está el pueblo.

Niño: pero... si mientras espero... algo les pasa.

Guerrera: tranquilo, nosotros vamos a volver quizás ni siquiera sea necesario su ayuda, pero si lo vez no dudes en pedírsela, después de todo nos vendrá bien su ayuda. Es un Aventurero rango plata.

Los ojos cansados del Niño se levantaron al escuchar el rango del aventurero. A pesar de que él vive lejos de la ciudad, el conoce la importancia de los rangos mejor que su Padre.

Niño: bien onee-chan, lo voy a esperar... pero ¿cómo se llama?

Luego de darle el nombre al Niño, su rostro fatigado se calmó un poco, el conoce ese nombre gracias a los poetas que han ido a su pueblo a narrar las historias y hazañas de aquel Hombre.

Guerrera: debes esperar aquel llamado Goblin Slayer.


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