—Entonces al fin te decidiste por una... He? Marimo... –dijo aquel rubio de cejas curiosas mientras exhalaba el humo de su cigarro–

—Tsk... cejas de caracol... –murmuro– ...lo hice por qué yo lo quería no por alguna tendencia... –dijo sosteniendo a su híbrida por la cintura la cual se encontraba sentada en su regazo–

—Tsk... De acuerdo... Luffy nos vamos?? –pregunto exhalando el humo de su cigarrillo, no obstante el pelinegro estaba siendo atacado por su híbrida, Nami lamía la cara de su amo con felicidad– ¡¡¡Dejen de hacer eso!!!

—Por que?... Cuando Nami lo hace siempre terminamos bien... –murmuro en un puchero sosteniendo a la híbrida de la cintura. Sanji se planteo nuevamente el si era bueno o malo traer a su híbrida a casa del marimo– Yosh!! Nos vamos Nami, no quiero que te pelees de nuevo con... Con... Cómo se llama??

—Es Sakura... –dijo Zoro aplicando más fuerza a su agarre. La chica se movía con intenciones asesinas lo cual causaba una incomodidad en el peliverde... Seee... Una incomodidad muy placentera–

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Algunos minutos después de que se hayan ido sus supuestos invitados y las advertencias del cejar rizadas sobre hacerle cosas de adulto a la híbrida, Zoro se volteó en dirección a la sala principal donde se encontraba la pelirrosa...

—Qu-Que demonios haces??... –pregunto incómodo desviando la mirada pues delante de sus narices se encontraba su híbrida sin ningún tipo de ropa–

—No me agrada la ropa, me resulta incomodo traerla puesta... Que tienes? hueles a qué estás en celo nuevamente... Enserio no eres híbrido??...

La chica híbrida movio sus caderas de lado a lado causando que su cola se meciera como péndulo, Zoro quedo embobado viéndola, esta levantó una de sus cejas. Ella lo miro de pies a cabeza deteniéndose en una parte específica de la anatomía del hombre...

—Que es eso?? –pregunto curiosa apuntando a las partes privadas del peliverde, este enrojeció de golpe volteandose para que la chica no lo viera–

—Me voy a dormir... –y sin más desapareció por las escaleras. Sakura levantó los hombros sin entender algo de lo que haya pasado ahi–

—Pero si aún es de día y sigo teniendo hambre...

El sol estaba en su punto y aquel extraño hombre se iba a dormir, que extraño, las tripas de la pelirrosa gruñeron..

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Ni siquiera sabía por qué se encontraba en aquella habitación, tal vez por el hambre que la atacaba o simplemente aburrimiento. Caminó sigilosamente por el cuarto así como un depredador asechando a su presa, aquel hombre se encontraba durmiendo a sus anchas en aquella cama que resultaba tan cómoda como las pieles de un animal desollado. Se subió por la parte de sus piernas deteniéndose en su cintura...

—Zoro tengo hambre... –le dijo moviendo sus hombros, este ronco más–... Hummm... Tengo hambre...

Un pinchazo en su cerebro le hizo recordar aquella parte del hombre que se veía sospechosa. Ahora no se veía como antes y eso hizo que la chica tuviera una idea en mente. Tomo el cinturón y lo desató junto al broche de sus pantalones. Curiosa como cualquier animal bajo sus pantalones, ahí solo se encontraba más ropa, maldijo por la extraña forma en la que los humanos usaban esas capas de ropa y procedió a bajar sus boxers...

—Que rara cosa... –murmuro tomando ese cacho de carne flácida–

Sakura no sabía para que servía esa cosa, parecía una de las salchichas que le daban de comer con el veterinario...

—Sabra igual?? –murmuro confundida metiéndose la cabeza a la boca. Zoro gimió entre sueño, Sakura lo saco de la boca y miró extrañada al peliverde luego volvió su vista a aquel miembro que lentamente iba despertando–

En cuanto a Zoro, bueno el simplemente abrió los ojos de su largo sueño, hubiera sido muy placentero que su híbrida lo acompañará en su habitación. Suspiro desganado mirando su erección, tenía que hacer algo con ella sino la pelirrosa comenzaría a preguntar cosas indecentes...

Un sonido proveniente de la planta baja provocó que el hombre se levantara asustado y saliera en dirección a dicho ruido, todo sin darse cuenta que su problemita aún no desaparecía....

【···】

Su ojo no podía estar más abierto, delante de el aquella híbrida que había comprado algunas horas antes se encontraba arriba de una estantería bufando y lanzando zarpazos a la alfombra de oso pardo que había comprado ya hace años. La escena era graciosa pero a la vez extraña, temía que la híbrida se lastimara haya arriba pero también reía de la acción tan cómica que presenciaba su único ojo...

—Qu-Que es lo que haces haya arriba?? –pregunto tartamudeando en el proceso debido a que no podía reprimir del todo su risa. Sakura volteó a mirarlo con ojos inyectados en furia–

—Por que no me dijiste que tenías un oso en casa!!! Esa cosa no deja de mirarme!!

—Tranquila es una alf-alfombra... –tras lo dicho se paró arriba de la alfombra de la sala y la piso suavemente. Sakura se alteró y rápidamente se bajó del mueble para luego saltar a dicha alfombra y arañarla– ...espera que haces?!! Me costó mucho dinero!!

—Esta en mi territorio y tengo que sacarlo... –dijo mordiendo la oreja de la alfombra. Zoro río sin control, tomo a la híbrida de la cintura y la cargo aunque está estaba pataleandolo–

—Tranquila ya está muerto... –la híbrida se tranquilizó al oír esa palabra, volteó a mirar a ese oso y luego de calmarse completamente sintió algo que con anterioridad no sentía ya que estaba retorciéndose en los brazos del peliverde–

—Zoro?

—Hum?

—Que es esto? –pregunto inocente restregando su trasero contra la erección del hombre. Zoro reprimió un gemido para luego ponerse colorado–

—N-Nada...

—Hum?... Okey...

Así sería su vida con la híbrida? Solo Dios sabrá lo que haría con ella si todo eso llegará a su límite. Una vida extraña para un hombre gruñón acompañado de su híbrida salvaje.