Vuelen cuervos el banquete se acerca.

La inmensidad del mundo de los dioses se cernia en una completa noche, debido a la inmensa cantidad de muertes que se llevaban a cabo afectaba a este mundo provocando llovisnas y vientos helados, los dioses estaban expectantes y su mirada era al mundo mortal, pero solo una de ellas habia dejado de observar con una sonrisa y ahora sus ojos estaban atestados en el fuego de ira y sus dientes rechinaron por la ira que le embargaba.

-No puede ser- dijo el rey oscuro, una sombra en medio de un vasto paramo, admirando las figuras en el suelo cerca de un arbol gigantesco, un arbol tan grande que era sufciente para cubrir todo y lo poderoso para evitar que lo dañasen de manera magica-las mujeres vuelven a fastidiar mi plan- sus ojos se entrecruzaron dubitativo-si el muere, todo lo que he hecho se perdera- golpeo al suelo provocando una ola de choque que se extendio ininterrupidamente

-Si Laura consigue la inmortalidad entonces yo volver a ser inmortal totalmente y quedare de nuevo en el limbo, pero...- sus ojos pusieron atenciòn a sus otros ojos que se encontraban repartidos en el mundo-Erick sigue vivo...pensar que la arma de ese hombre fuera capaz de crear un hechizo asesino- miro desde la lejania a Erick Lidwurd en una cama, su cuerpo colapsaba lenta pero inexorablemente, se quedo pensando ni toda la magia divina ni todos los hechizos podrian detener una maldiciòn letal que usaba la fuerza de su propio usuario para irlo matando.

Solo habia una manera.

Su mano derecha atraveso su pulmon y llego hasta su objetivo, lo jalo y lo tenia en su mano, su corazon rojo y palpitante...su boca se escurrio en sangre, aplastandolo de una sola ves.

-Cronos- dijo invocando magia antigua, perdio el equilibrio, ahora su vida se habia extendido a 2 dias o tal ves 3 dias.

-Ahora 2 inmortalidades chocaran en el cuerpo de mi nieta Laura y cuando la inmortalidad de uno este en ella, la imortalidad trabajara en el otro curandolo- o era eso o habia fallado en sus calculos y habia concedido la inmortalidad dual a Laura Lidwurd.

Pero eso era imposible.

Ahora los ojos de todos los dioses no solo miraban al mundo humano, tambien miraban al rey oscuro.

Miraron con sonrisas.

Una debilidad.

.

.

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-Es una noche divertida-dijo con la convicciòn de poder hacer mucho dinero facilmente, los hombres le siguieron en perfecto orden, algo que los Flandeses podrian demostrar con determinaciòn, el golpeteo de sus botas con el suelo y el chocar de sus armaduras y armas al estar pasando por pasillos estrechos, los detuvo frente a un gran salòn.

Habia un gentio las voces se ahogaban entre gritos y disputas, se oia el repiquetear de las armas como si estuvieran clamando por sangre, unas armas sedientas y hombres dispuestos era un mal lugar, por lo que los que apreciaban su vida o no sentian la habilidad de poder vivir se retiraban y los màs curtidos y decididos avanzaban.

El capitan de la compañoa llego con sus hombres con 2 docenas de sus mejores hombres para que le cubrieran la espalda por si esto estallaba, paso revista rapidamente.

Al menos estaban los màs importantes, miro que los Suizos estaban ahi con sus picas al menos unos 20 hombres alrededor de su capitan, La compañía de las ninfas una docena de sus mejores guerreras estaban ahi con armaduras y posiciòn en guardia, sus compañeros las aguilas de Amberes llegaron con otra veintena de hombres, que decir de las Caballeros de Hlin estaban ahi con las espadas en mano y muchos soldados con el Ouroboros preparados para la posible batalla.

Ahi mismo habia cientos de soldados Los devoradores de Sangre, con sus manos cercas de sus espadas, y mirando con ojos vacios al frente,, sus oficiales y comandantes estaban listos para ordenar cualquier orden de choque.

Al frente se encontraban nobles discutiendo acaloradamente separados en 2 bandos, con espadas en manos mientras se apuntaban con las armas unos a otros de manera decidida dispuestos a santificar esto a los dioses de la guerra.

-Por los dioses de la guerra, ella debe sufrir el castigo por su acciòn, debe ser asesinada como castigo a los enemigos de los Lidwurd-

-ES LA MADRE DE NUESTRA PRINCESA LAURA- dijo otro de los nobles apuntando con su espada al imbecil-ademas todos sabemos que nuestro señor es un demente-

-Y que importa, su crimen no puede pasar impune, ya luego la princesa puede mandarnos a lo màs temible de la batalla si asi lo decide, el camino al Valhalla estara abierto para nosotros al sacrificarnos en misiones ennoblecidas por lo imposible- grito otro insentato

-Jajajajajaja, las Valkirias escupirian en tu cara antes de recibirte, no eres tan temible- respondio una noble

-Lo dices porque no me has conocido en batalla, pero con gusto te hare conocer el poderoso brazo bendecido por Tyr- amenazo

-Lo unico bendecido que tienes es tu boca, Wotan se apiado de que no tenias los talentos en los brazos y te lo dio en la lengua-

-Entonces porque quieren apaciguarnos- dijo otro noble de alto rango a la discusiòn-estan en inferioridad-

Los nobles peleaban entre ellos, a pesar de servir al mismo señor, no dejaban de tener discusiones e intentar acrecentar el poder de sus respectivas casas para intentar imponerse el uno a los otros.

-Eres un imbecil, el futuro es con la princesa-

-Jajajaja debemos lealtad al señor de la guerra, ha ofrecido glorias y riquezas a nuestras casas...-

Comenzaron a forcejear y empezaron a empujarse entre todos...al parecer tenian todavia autocontrol en ese momento, por lo que solamente se lanzaron puñetazos y empujones unos a otros, patadas y jaloneos, se escucho el crujir los golpes de manera violenta, la pelea estaba calmada, se veia sangre y hombres que eran sostenidos por sus amigos y conocidos para lanzarse, las mujeres nobles se mostraron poco cautelosas jaloneandose del cabello.

A pesar de la pelea infantil en realidad demostraba la disciplina militar, una ves una hoja se usara para herir con su filo, la verdadera batalla comenzaria.

Los soldados de un bando y de otro se separaron màs y tomaron distancia usando el largo de sus armas como referencia para esa distancia, antes si las armas chocaban por inercia, ahora eran golpeos calculados para dejar claro la advertencia de poder usar esas armas llegado el momento.

-Te matare- se gritaban

-Intentalo- alguien respondio a la amenaza

-Es todo lo que tienes- dijo un noble con la nariz ensangrentada antes de lanzar un cabezazo y ser jalado a la fuerza por suyos, por el miedo de que empezara la batalla y dejarle morir.

-Maldita perra-

-Zorra- se lanzaron golpes con las empuñaduras.

La situacion estaba escalando, sangre y golpes màs fuertes, las espadas usandose para golpear, todavia no llegaba al extremo de cortar, apuñalar o cercenar.

En un pasillo arriba Fatuo se encontraba sonriendo a la perspectiva de una matanza, una ves esto comenzara todo el lugar se bañaria en un mar de sangre.

Pferde solo su lado durmiendo en una silla con una docena de botellas.

Y Fenix mirando la situaciòn del suelo, ahi en su zona tenian a sus guardias, no habian actuado porque era inusual pero si comenzaban a combatir tendrian unas grandes perdidas.

-¿Donde esta Livia?- dijo Pferde

-En la prisiòn, pero los chismes son muy rapidos- dijo con calma Fatuo-los Devoradores de sangre, eso exigen sangre-

-¿Y la princesa?- dijo Fenix que habia estado muy centrado en evitar perdidas de sus hombres.

-Se ha puesto a reir, ironico los unicos que se han reido de todo esto han sido ellos- Fatuo tenia una sonrisa complacida pero no entenderia la mente de los dragones y de sus parejas, solo ellos se pondrian a reir, Erick ordeno detener a Livia en la prision, mientras se encerraba en su habitaciòn en un mutismo, Livia solo comenzo a reirse mientras estaba a punto de cenar y decian que luego se quedo mirando fijamente la mesa...perdida y no habia salido de ahi.

Livia se habia sumido en un silencio parecido mirando al techo sin decir nada màs, pero lo que se callaban los miembros de la casa Lidwurd, lo hacian sus sudbordinados dispuestos a matarse.

Los soldados giraron su atenciòn, golpes fuertes, decididos sonaban que se acercaban, muchos miraron y guardaron silencio el lugar adquirio un sonido calmado.

Laura caminaba mordisqueando sus uñas, era inusual pero era la primera ves que denotaba un signo de frustraciòn, tanto que sus manos tenian sangre, se habia mordido los dedos en su frustraciòn, detras una docena de guardias nobles, sirvientas, caballeros de Hlin y algunas de las mercenarias.

Los mercenarios rapidamente rodearon a Laura primero por sentido del deber al cumplir sus contratos, y el segundo era por sentido pragmantico, seguramente la princesa seria evitada en caso de una batalla.

Sus ojos frios miraron a cada uno de los generales de los devoradores de sangre, despues de tanto reaccionar, se habia decidio a ver su madre.

-Largo-dijo al ver que estorbaban a su camino los Devoradores de Sangre, nadie se movio-Largo- repitio levantando su mirada.

-No recibimos ordenes de usted, "Princesa", lo recibimos del señor de la guerra-

-Y donde esta el señor de la guerra...¿Muriendose? O tal ves ya este muerto, entonces yo puedo ordenarles-

-Entonces moriremos en batalla- todos sacaron sus espadas, solamente los màs valientes serian llevados al Valhalla por lo que una invitaciòn de una gloriosa muerte siguiendo a su señor se hizo presente.

Laura se mordio el labio, lo olvido los Germanos eran unos sedientos de sangre y el Valhalla era demasiado bueno como para morir tranquilamente, detras de ella los cientos de hombres y mujeres desplegaron sus armas...entonces la batalla ya noseria chapucera, seria una matanza en toda la extensiòn,

-Rapido, vallan y protejan a Livia- ordeno Fenix mirando que ahora si todo iba a estallar.

Pferde se levanto si la batalla comenzaba se avalanzaria y mataria a todos.

Fatuo miraba las posiciones de cada bando, y ordeno a sus hombres que apoyaran a cierto bando y a otros le decia lo contrario, lo unico que estaba haciendo era aumentar la leña para el fuego.

Algunos nobles que solo estaban para ver que ocurria, tuvieron que desenfundar era demasiado tarde para alejarse, Laura guardias de Ouroboros se pusieron al frente.

Pero ahora unos pasos lentos se extendieron con fuerza y tambien eran numinosos, todos giraron la cabeza, para encontrar caminando con una calma a Erick Lidwurd que se sento en las escaleras mirandolo a todos, con unos ojos vacios que se veian estaban derramando sangre, con su nariz, oidos y boca, se veia debilitado pero seguia teniendo un poder opresivo.

-Mi preciosa hija ven-dijo con calma.

Laura sintio escalofrios en su cuerpo, no le gustaba que el usara esa frase, pero ahora la idea de contrariar a su padre no estaba presente.

-¿Como estas?- parecia el rostro encantador de un padre atento

-Bien-dijo Laura con una sonrisa forzada, pero sus ojos evitaban mirarle al rostro, tenia sus manitas alrededor de sus piernas, mientras se presionaba tan fuerte que enterro sus uñas, siguio preguntando y haciendo comentarios de otros temas.

Pero finalmente Erick toco a Laura de la cabeza, Laura parecia una bestia acorralada.

-Que tal tu educaciòn crees que es buena-

-Claro que si-

-Me ha parecido que tu madre no ha sabido distinguir un arma inofensiva de una letal, me hace pensar que no esta preparada-

-Claro que lo esta- por primera ves lo miraba a los ojos

-No se, me parece que no te ha sabido educar-

-Claro que si sabe-

-Me gusta esa determinaciòn- alejo su mano de la cabeza de Laura-pero creoque quiero ver algo màs que solo palabras, se quedo pensando-

-Ya se...Livia y tu contrataron un par de miles de mercenarios, ¿no es verdad?- Laura asintio, la voz de un padre compasivo y atento la ponian nerviosa-porque no una prueba, para evitar la muerte de tantos de nuestros importantes subordinados, que los Mercenarios se ganen sus monedas- le toco la mejilla y la miro con una mirada enloquecida pero se reconstruyo en una mascara de atenciòn-te gustan las batallas de Hannibal-

Laura asintio nerviosa, no se sorprendia su padre estaba informado de todo y sobre todo, Sebastian era muy metodico....eso no le tranquilizo.

-Entonces has algo digno de la matanza de Cannas...solo 50,000 enemigos aniquilados según Tito Livio-le toco los hombros, Laura hizo un recuento la batalla de Cannas se decia que habian sido 50,000 otros 70,000 u 80, 000 la cantidad de bajas militares segun diferentes historiadors-solo 50,000 hombres y sabre que Livia ha hecho un excelente trabajo al educarte y....sabre que fue un error de ella llevarme un arma maldita ante mi- eso ultimo lo grito pero acerco a su hija-falla...y sera la ultima ves que veras a tu madre-

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