Sentado en la cima del tiranosaurio estaba una pequeña niña que sonreía como loca, estaba encantada y se movía de un lado a otro en segundos, la pequeña jugueteaba encima de la cabeza del temible dinosaurio que dormitaba e ignoraba a la niña, en otro extremo un bebe miraba la cola mientras se encontraba gateando y en un momento que la cola del gigante paso a su lado, la tomo y después fue movido de un lado a otro movido rápidamente antes de ser lanzado con violencia por la increíble fuerza del temible animal.

El bebe se estrello se levanto y avanzo de nuevo para poder tomar de la cola que se movia de un lado a otro, el bebe estaba intacto y tenia un rostro indescifrable.

Al lado llego una mujer de unos 20 o tal ves por mucho unos 23 años, se quedo viendo al bebe que repetio su ritual de agarrar la cola y ser lanzado de un lado a otro antes de sus manos no resistir y ser lanzado.

-Te pareces a tu padre verdad- dijo su mama que sonrio al bebe ser tan calmado e intacto de algo que lastimaría a otros

-Vamos levántate y vamos-gritaba la niña desesperada de un lado a otro tratando de mover al tiranosaurio que estaba muy comodo para ser molestado por la pequeña.

-Aunque tu hermana se parece a mi-.dijo sonriendo por la pequeña que hacia el ridículo de intentar amenzar la bestia.

Al otro extremo sentado en solitario se encontraba su marido y un bondadoso padre, pero también reconocía el peligroso señor de la guerra y temible general que era, ahora sus manos se encontraban cubiertas por la sangre de un dragon, y mas específicamente de un solo tipo de dragón: el de sangre, no solo fue fuerza bruta, fue intelecto, paciencia, la capacidad de un zorro concluida en una fuerza que se equiparaba a un terrible depredador.

Ahí estaba el hombre que desde días callaba y se encontraba en plena meditación mientras aprendia a usar la magia que adquirió, era sabido que los asesinos de los dragones adquirían rasgos de sus enemigos, en ese caso, una maestría en el uso de magia de san.gre

Por eso no se movía, se giro para ver alrededor, una docena de diferentes bestias, desde terribles dinosaurios depredadores de muchos tamaños, hasta algunos que eran vegetarianos pero tenían cuerpos robustos, ahora los clanes que seguían a su marido, se encontraban fusionándose con los locales del mundo exterior, aprendiendo y sorprendiéndose de ese mundo.

Ella encontraba encantada en una vista, podría ver el firmamento, primero el astro sol, y luego las infinitas estrellas antes solo el color de la sangre y dolor, cuando el aire soplaba era un viento calido y protector, no uno que envenenaba y que cortaba, la comida eradeliciosa y no una de una carne dura y difícil de mas.car

Ahora sus ojos podrían crecer y ser felices.

Un momento se detuvo para mirar la aparición de un grupo de hombres, de ropajes raros y de vestiduras extrañas, les reconocio, habían venido antes.

-Cual es su respuesta Domador-dijo con calma el líder

El se mantuvo en el suelo y luego se giro.

Sin duda alto, impresionante y apabullante, se quedo mirando a los hombres que retrocedieron ante su poder, era un hombre temible, alguien que reclamaba el titulo de uno de los 8, entre el clan oscuro ahora podría catalogarse como indetenible, pero claro ahora los clanes se habían separado, algunos huyeron y otros permanecieron en la ciud.ad.

-Llevanos a esa tierra- dijo mientras sonreía de una manera cruel y también evocando su espíritu de domador-todo animal en esta tierra o debajo de ella, me servirá o morirá en mis manos-

Los hombres frente a el, se miraron y uno de ellos se agacho mostrando un papiro.

-Formalmente usted se ha convertido en uno de los grandes competidores dentro del Gran Imperio Humano-

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El general Hanibal el arquitecto de la gran victoria de Eclipse en ese momento, había enloquecido, tanto que ahora solo narraba planes mas y mas enloquecidos de como matar a la mocosa que le destrozo, estaba tan enloquecido que no había dormido planeando, el golpe maestro que derribaría a la niña, usaría todas sus fuerzas militares y la mataría, seria un momento que cambiaria la guerra una ves por todas.

-Llevaremos a 30,000 hombres por la derecha mientras que por la izquierda llegara nuestra caballería....- gritaba sus planes con números que elevaban mas y mas los números que ya no tenían.

La ciudad se oian las batallas y los gritos, disparos, o choques de espadas, también gritos de jubilo y gritos de dolor.

Sonreia como un niño de jardinería que no miro la otra reunión, la verdadera reunión, los coronesl y oficiales estaban reunidos alrededor del enano que no dejaba de mirar los mapas,

-Ahora mismo no tenemos la posibilidad de ganar esta guerra- era demasiado pragmático para dejarse enloquecer o dejar dominar por el miedo como los otros.

-Claro que podemos ganar-dijo otro-Tenemos al asesino de dragon.es-

-Matar dragones no es lo mismo que acabar con un ejercito-dijo con calma

-Ademas hay otros mata dragones-

-Hombres que han huido o escapado, en este momento solo quedan unos cuantos en la ciudad ya sea porque no saben que hacer o porque están negociando con algunas delegaciones extranjer.as-

El sonido de dinosarios se exparcio por la ciudad antes de que muchos de los miembros miraran que se estaban retirando, al parecer perdían a un grupo muy fuerte, el que controlaba a las bestias.

-Yo recuerdo que negociamos con ellos cientos de monedas por que pelearan por nosotros-

-Ese era un grupo que se separo de ellos-dijo uno de los comandantes-al menos 12 bestias y tres docena.s de hombres, entre arqueros y un par de cañones, acaban de fundar un grupo de mercenarios solo para unirse, al parecer prefieren probar suerte con nosotros-

Todos se miraron cansados, en realidad era mejor que nada.

Finalmente era momento de planear.

-Los detendremos aquí-dijo una voz segura en el fondo- toda la elite del Imperio viene por aquí, si logramos vencerlos en la siguiente batalla tendremos muchos prisioneros de alto rango, desde nobles a gobernadores, terminar la guerra será mas fácil para nosotros-

-Me parece muy dudoso que encontraran tu centro de mando-...tan fácilmente.dijo con calma el enano que miro al herero.

-La "niña" es una genio, no me dio tiempo de quitar los documentos importantes-

Los 2 se miraron a pesar de su mutuo despreci.o, los 2 eran las mentes militares con mejor discernimie.nto de la situación, pero claro la siguiente batalla daría a un Imperio su continuidad o su final.